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jueves, 21 de agosto de 2014

Cifra: el FA cae dos puntos y queda con 41%, blancos con 32% y colorados con 15%

Hay 7% de indecisos

La República

Encuesta

El Frente Amplio obtendría el 41% de los votos si las elecciones fueran ahora, mientras que el Partido Nacional lograría el 32%, según la última encuesta de la consultora Cifra. El Partido Independiente obtiene 4% y Unidad Popular 1%.
El director de Cifra, Luis Eduardo González, dijo ayer en Telemundo, que con este panorama, muy difícil de cambiar para octubre, Tabaré Vázquez ganaría las elecciones, sin mayorías parlamentarias, y debería ir a un balotaje, con Luis Lacalle Pou, “de resultado incierto”.
La encuesta reveló una caída de dos puntos del Frente Amplio entre julio y agosto, y un aumento también de dos puntos para el candidato del Partido Nacional. El Partido Colorado cayó un punto, de 16 a 15%, mientras que el Partido Independiente se mantuvo en 4%.
El porcentaje de indecisos o que no sabe o no contesta quedó en 7%, mientras que Unidad Popular recogió 1%.
El Frente Amplio cerró el 2013 con una intención de voto del 44%, según Cifra, y desde entonces ha venido reduciendo ese porcentaje hasta el 41% de agosto, mientras que el Partido Nacional tenía un 25% a fines del año pasado, y llegó al 32% en junio, cayó a 30 en julio y volvió al 32% en agosto. El Partido Colorado se mantiene en la misma intención de voto que a fines de 2013, en 15%.
Los indecisos o que no saben o no contestan cayeron de 14% a fines del 2013 a 7% en agosto de este año. Mientras que el Partido Independiente duplicó su caudal en el mismo período, de 2 a 4%.
González consideró que la modificación de julio a agosto no es significante, pero sí lo es en la tendencia de los últimos meses. “El panorama parece cada vez más complicado para el partido de gobierno, con esta tendencia”, aseveró González.
De todas maneras dijo que es difícil que el FA sea superado en estos dos meses, pero que “no es realista” plantearse ganar en primera vuelta ni tener mayoría parlamentaria.
El director de Cifra atribuyó estos cambios a la figura de Lacalle Pou que apareció en el escenario político electoral como algo nuevo, como lo fue Tabaré Vázquez en 2004, Pedro Bordaberry en las elecciones pasadas, o el propio presidente José Mujica en 2009.
“Todo eso se condensa en la figura de Lacalle, eso descoloca a todo el mundo”, subrayó. “Fue el motor que hizo cambiar la elección”, añadió.
“En problemas”
González dijo que el FA venía con problemas desde antes de las elecciones internas y que eso se profundizó desde el primero de julio. Aseveró que si el FA no logra dar marcha atrás este proceso o frenarlo, “está en problemas”.

Lacalle Pou: Bonomi "no quiere, no confía y no entiende a la Policía"


El candidato nacionalista dijo que su ministro del Interior será una persona "que entienda que él es el primer policía". 
Luis Lacalle Pou de gira por Rocha. Foto: Ricardo Figueredo
MALDONADO
 Marcelo Gallardo

El candidato por el Partido Nacional Luis Lacalle Pou sostuvo en Maldonado que el país necesita un ministro del Interior que “quiera, confíe y entienda a la Policía” al cuestionar sin nombrar al titular de la secretaría de estado, Eduardo Bonomi.

“Lo he dicho siempre: tenemos un ministro del Interior que no quiere, no confía y no entiende a la Policía. Hay mucha gente en la institución policial que piensa lo mismo”, dijo el candidato del Partido Nacional.

Lacalle Pou participó este miércoles en la cena organizada por la Liga de Fomento de Punta del Este. La primera fue protagonizada por el candidato colorado Pedro Bordaberry. El ex presidente Tabaré Vázquez rechazó ser orador en el próximo encuentro, aseguró Javier San Martín, titular de la institución.

“Nuestro ministro del Interior tiene que ser un tipo que entienda que él es el primer policía. Él es el primer policía. Que si se tiene que levantar a las tres de la mañana para ir a la Seccional 17º para ver lo que está pasando, que lo haga. Lo mismo si tiene que ir a la cárcel del Campanero. Tiene que trabajar proactivamente y con afecto a la institución policial y no que todo trate pasando por Asuntos Internos para ver quien la está macaneándola. Por supuesto que la primera forma de respetar a la institución policial es que si un policía se equivoca tiene que ser sumariado y para afuera con la denuncia correspondiente”, enfatizó.

“Lo he dicho siempre: tenemos un ministro del Interior que no quiere, no confía y no entiende a la Policía. Hay mucha gente en la institución policial que piensa lo mismo”, dijo el candidato del Partido Nacional.

“Ha implementado mecanismos erróneos en lo que hace al despliegue territorial, le sacó peso a las comisarìas, se lo dio a las regionales, Radio Patrulla fue desmantelada al 911 mejor no llamen”, afirmó Lacalle Pou.
“Lo he dicho siempre: tenemos un ministro del Interior que no quiere, no confía y no entiende a la Policía. Hay mucha gente en la institución policial que piensa lo mismo”, dijo el candidato del Partido Nacional.

“Hay dos o tres episodios nefastos. Nefastos. Los conozco puntualmente”, sostuvo Lacalle al cuestionar algunas medidas resueltas por Bonomi.

“Un día llamó a 250 jerarquías policiales para planificar el trabajo del próximo año y los hizo hacer pis adentro de un tachito para ver si alguno consumía drogas”.

“Como ocurrió con el comisario Martínez de la Seccional 14º de Montevideo. Un policía con una vocación familiar, que se especializó, un tipo que estudio afuera, que lo ves y te das cuenta que es un policía. La 14º tiene diecinueve vehículos, uno del comisario que no es de uso policial y dieciocho ente motos, cuatriciclos y patrulleros. Los dieciocho estaban en varios talleres mecánicos porque al ministro se le ocurrió que había que cerrar al CAYMA, que era el taller de la Policía. Es cierto que había irregularidades pero lo lógico era solucionar esas irregularidades. No cerrar el taller y mandar a diestra y siniestra a distintos talleres donde te cobran mucho más un cambio de aceite. Fue mucho más grave la solución que el problema. A la semana hizo lo mismo con la 18º”, narró Lacalle Pou.

“En este tema tenemos que tener varios abordajes en diversos aspectos. El primero, el que nos obliga a todos, es la modificación de las leyes penales. Algunos dirán reforma constitucional. Otros dirán que no. Yo digo que sí. Otros en mi partido dice que no. Esta mezclado. Lo que si es claro es que tenemos leyes de 1934. Yo no discuto por la patológica, nada en mi vida es desde el problema. Yo discuto la edad de la capacidad. ¿Un chico de dieciséis años en el 2014 no tiene la misma capacidad para informarse que un chico de dieciocho años en 1934? Mi respuesta es afirmativa”, indicó.

HOGAR DE ANCIANOS. FUNDAMENTACIÓN DE UN PROYECTO. Por Julio Dornel.

                                                Escritor y periodista Julio Dornel

                                                            Rosario Granja.

Mientras continúan las interrogantes sobre la importancia de que los ancianos permanezcan en sus domicilios, dentro del entorno familiar durante  los últimos años, es evidente que no siempre se puede cumplir con estos deseos. Los cambios experimentados por la sociedad, están exigiendo nuevas alternativas para complacer a la tercera edad. Ante esta situación los ancianos son internados en centros de salud, y en hogares especializados donde no siempre encuentran el cariño y la comprensión de quienes deben cuidarlos y protegerlos. Queremos destacar en este sentido el Hogar de Ancianos de esta ciudad, orientado desde hace varios años, en brindar dentro de sus posibilidades una cómoda estadía a los internados. Al margen del eficiente trabajo que realiza el personal, debemos destacar la puesta en marcha de un proyecto que estaría abarcando distantitas áreas del hogar. El mismo pertenece a una comisión vecinal, compenetrada en colaborar con los ancianos. Rosario Granja, integrante de la comisión, ofreció algunos detalles del proyecto:
“Pretendemos generar convivencia y participación para mejorar la calidad de vida de los residentes.
OBJETIVOS: Que el ocio no sea una actividad vacía sino fuente de placer y crecimiento de la persona.
Objetivos específicos:
a) Mantener la independencia de la persona en la realización de las actividades de la vida diaria.
En la medida que la entrada en una residencia supone la ruptura de los quehaceres domésticos (compras, preparación de comidas, lavado de ropa, etc.) , la persona se ve privada de una de las iniciativas que más ha marcado su vida, sobre todo en el caso de las mujeres. La realización de actividades diarias juega un rol decisivo en la conservación de una parte de su autonomía y de una imagen satisfactoria.
b) Encontrarse con el mundo exterior.
El bienestar físico y moral de las personas mayores que residen en algún tipo de institución no se limita al alojamiento y a la alimentación. Las personas mayores independientemente de su edad necesitan seguir participando en la vida social.
c) Pertenecer a un grupo social y a una cultura.
Todos necesitamos pertenecer e identificarnos con un grupo social y su cultura. La práctica de actividades comunes refuerza el sentido de pertenencia al grupo. Es por ello que desde el conocimiento de los residentes, la animación en institución debe potenciar aquellas prácticas encaminadas al establecimiento de lazos comunes entre las personas.
d) Encontrar sus raíces y reforzar su identidad.
La animación definiéndose como un procedimiento que parte de los deseos de las personas. Para favorecer esta continuidad, la comunicación entre los residentes, entre éstos y el personal y en el seno del equipo cuidador, debe ser una preocupación permanente. Por tanto es necesario recoger información sobre la historia, situación familiar, acontecimientos que han marcado su vida, su oficio, sus intereses pasados y actuales, su modo de vida...
3. DESCRIPCIÓN DE LAS ACTIVIDADES
1) Grupos de conversación
Elección del tema por parte de los ancianos para que no se conviertan en consumidores pasivos de la animación.
Estos grupos hacen trabajar la memoria, ya que son un medio de hacer resurgir los recuerdos, revivir el pasado y encontrar una capacidad de expresión que se creía perdida.
Dentro de los grupos de conversación se incluyen actividades de lectura.
Algunos temas propuestos: - Aficiones e intereses (qué solían hacer antes en sus momentos de ocio).
- El antiguo oficio (en que trabajaron).
- Crear entre todos un libro de refranes, aportando cada persona aquellos que puedan recordar.
- Confeccionar un libro de recetas.
2) Manualidades.
Estas actividades se orientan a estimular las capacidades, mentales y motrices. En primer lugar, es un modo de expresión individual y en segundo lugar, un modo de comunicación y de expresión y por tanto de apertura hacia el diálogo.
Dentro de este tipo de actividades podemos incluir:
3) Pintura.
Elegiremos la manera de pintar más acorde con los gustos y preferencias del residente. Hay que resaltar a las personas mayores que la técnica no es tan importante y que lo preferible es dar rienda suelta a la imaginación.
Dibujo.
Se puede elegir un tema sobre el que realizar el dibujo o dibujo libre.
4) Actividades lúdicas.
Actividades como los juegos de mesa (cartas, juego de la memoria, dominó, mikado).
5) Otras.
Este grupo de actividades incluye aquellas que no se realizarán semanalmente, sino que se programarán cada mes, tal es el caso de las siguientes:
Salidas y excursiones.
Celebración de cumpleaños de los residentes.
Celebraciones de las fiestas anuales (por ejemplo fechas patrias).
Taller de música.
Con esta actividad se pretende facilitar la comunicación. También puede servir para la relajación, la estimulación de la memoria, identificación con la música y restauración del lenguaje. Podemos realizar dos tipos de actividades:
- Música receptiva (audición).
- Música activa
Se puede proponer el baile y cantar las canciones a la vez que suenan, siempre y cuando salga de manera espontánea a las personas mayores.
ESTO YA SE LOGRÓ!
PROGRAMACIÓN SEMANAL
Pintura, y manualidades. Una hora semanal.
Actividad física. Una hora semanal.
Actividades de estímulo mental y de entretenimiento. Al menos una hora semanal, dependiendo de los voluntarios existentes.
DETALLE
Pintura:
Manualidades: Profesora María del Carmen del Puerto.
Actividades Físicas: Profesora de danza y yoga Nely Peña Raez”.

miércoles, 20 de agosto de 2014

"La estrategia del salmón" por Constanza Moreira


Las últimas encuestas de opinión pública y el rumbo que está tomando la campaña electoral.
En estos días, nos hemos visto sacudidos por la encuestas de opinión pública: que el Frente baja, que el No a la Baja sube. ¡Qué panorama dispar! Pareceríamos estar ganando unas luchas (la cultural, la simbólica, la comunicacional del “no a la baja”), pero perdiendo terreno en una batalla crucial: la del gobierno, que es la base y la estructura de muchas otras luchas (la del 6 % para la educación, la de los Consejos de Salarios, la de la agenda de derechos).
El Frente Amplio (FA) se declara en estado de “admirable alarma”, como ha señalado el periodista Ricardo Scagliola desde el Semanario Brecha. Y hace muy bien. Cuando se es de izquierda, cuando se lucha contra el poder económico, mediático, financiero, cuando se libra una batalla comunicacional todos los días, se debe estar siempre en estado de “admirable alarma”. No creo que podamos estar de otra manera.
Ahora bien, las encuestas de hoy, como las de ayer, no pueden reemplazar a la reflexión política. Y la pregunta ya célebre de “qué hacer”, pergeñada por Lenin, viene después, y sólo después de conocer “qué pasa”. Sobre todo, es necesario saber “leer” las encuestas, porque todas las lecturas son políticas, y porque la lectura del “qué pasa” será la que determinará el “qué hacer” después.
La historia de las encuestas de opinión pública es relativamente reciente en nuestro país, ya que data de los últimos treinta años. Bienvenidas las encuestas: son un instrumento particularmente útil. Pero son eso: un instrumento. Lleno de complejidades y muy utilizable políticamente, a pesar de que todos los encuestadores muestran “cautela” y “prevenciones” en relación a sus números, como forma de impedir que una tendencia registrada en una encuesta se transforme en un hecho político sin más.
Las encuestas son parte de la construcción política, primero, porque señalan cuáles son los problemas que debieran ser considerados prioritarios, y cuáles debieran ser considerados secundarios, en función de la perspectiva de la ciudadanía. Así, desde hace un tiempo, las encuestas vienen registrando que la seguridad ciudadana se ha transformado en el principal tema del país. Sin embargo, esto no significa que para las personas el asunto más importante sea la seguridad, ya que las encuestas consultan a los entrevistados y entrevistadas “cuáles creen, a su juicio, que son los principales problemas del país”, no cuáles son “sus problemas”. Cada uno conocerá cuáles son sus problemas, pero ¿los problemas de todo un país?
¿Qué responderá alguien sensato, sin demasiada información, y tratando de salir del paso a una situación incómoda? (si no contesta la pregunta, podría parecer un ignorante). Contesta lo que “cree” que es el problema del país: o, peor aún, lo que “le dicen” que es. Y esta respuesta la encuentra a mano: los medios masivos de comunicación le dicen a la población qué es importante y qué no, así como le dicen que la inseguridad es un problema central, que la educación anda mal o que el gobierno gestiona peor.
Cuando nos abocamos a la inseguridad como la prioridad de un país que aún no encuentra su senda de desarrollo y debiera dedicarle a eso toda su energía, cuando construimos gobierno tratando de “darle” a la opinión pública lo que necesita, cuando intentamos comprar amigabilidad en los grandes constructores de opinión pública, renunciamos a hacer política.
Es necesario dar cuenta de los problemas de inseguridad, sí, pero esa no puede ser la principal prioridad del Uruguay, no debemos caer en la trampa represiva de la derecha, con su demanda infinita de control policial y militar sobre la ciudadanía. Los problemas de inseguridad, han de atenderse realizando una gestión eficiente, reconociendo las dificultades, y sobre todo, evitando que la inseguridad sea la gran mancha de opinión sobre la que se cimentan las preocupaciones del planeta.
Hasta no hace mucho, las encuestas pronosticaban al FA como seguro ganador de la próxima elección nacional. Sin embargo, hoy, los logros de una década de progresismo –la política material, la del bolsillo- no nos permitirán sin más ganar la batalla simbólica con una derecha que aparece casi impoluta, predicando “por la positiva” por un lado, mientras por el otro, siembra el negativismo contra el país y su futuro todos los días del año, de todos los años.
Los números nos están diciendo que el FA no crece, y que el Partido Nacional (PN) sí lo hace. No obstante, desde una perspectiva politológica, resulta muy improbable que los votos frenteamplistas se estén volcando hacia el PN. ¿Debiera el FA cambiar la estrategia de su campaña? Yo diría que mucho más que hacer campaña, hay que hacer política. No una política para ganar las elecciones, y menos aún para intentar seducir a la “escurridiza” opinión pública. Hay que hacer política con nuestras convicciones y nuestras ideas. Y esa es, hoy y siempre, nuestra mayor fortaleza.
Cuando las encuestas indicaban que la propuesta para bajar la edad de imputabilidad parecía triunfar, muchas voces se alzaron para sostener que “la baja” había ganado mentes y corazones. La demanda por mano dura que parecía constatarse en las encuestas, llegó incluso a encontrar asidero en nuestras filas: “hay que aumentar los controles policiales”; “hay que aumentar las penas”, “hay que ser implacables con el delito porque eso es lo que la sociedad quiere”, se escuchó decir a algunos frenteamplistas. Sin embargo, hoy las encuestas registran un declive en la intención de apoyo al plebiscito por la baja, y sus principales impulsores, con el Senador Bordaberry a la cabeza, miran estos nuevos números con suma atención, tomando recaudos ante la eventualidad de que el plebiscito se termine transformado en algo antipático y ocasione una pérdida de votos para los dirigentes tradicionales que lo promovieron.
El “No a la Baja” sube y el “Sí a la Baja” cae. ¿Cómo sucedió esto, cuando lo que más le preocupa a la gente, dicen las mismas encuestas, es la inseguridad?
Desde hace mucho (la política se hace con paciencia, todos los días, durante mucho tiempo), se fue instalando entre la juventud, la política del resistir al “No a la baja”. Tímidamente primero, un poco más ardientemente en los últimos meses, la “Comisión Nacional del No a la Baja” fue conquistando adeptos. Son, en su mayoría jóvenes. Hacen política en todo el país. Y ahora ven sus primeros frutos.
Si esos jóvenes hubieran tomado interpretado las encuestas como si éstas fueran el oráculo de Delfos, jamás se hubieran comprometido por el “No a la Baja”. Y si los cientos de miles de frenteamplistas nos hubiéramos dejado llevar por el canto de sirenas de “ir a favor” de la corriente, hubiéramos dejado de hacer política y de construir izquierda. Porque el “ir a favor” de la corriente, diría un marxista, siempre es ir a favor de la ideología dominante, que es la ideología de la clase dominante. No es necesario ser marxistas ni realizar un razonamiento tan sofisticado para entender que ser de izquierda implica ir “contra” la corriente.
Hemos titulado esta columna “La estrategia del salmón”, en homenaje a nuestro entrañable amigo Marcelo Jelen, a quien extrañamos todos los días. Marcelo escribió una vez sobre nuestro movimiento por la “candidatura alternativa” aludiendo a que nadábamos contra la corriente. La juventud que milita por el “No a la baja” nada contra corriente como el salmón. Y contra corriente nadamos quienes defendemos los derechos humanos, la memoria, la búsqueda de verdad y justicia, cuando “el sentido común” dice que esos temas están irremediablemente en el pasado.
Si las encuestas no nos dan con viento a favor, tal vez sea un buen momento para que los salmones recuperen su audacia, porque en esta elección hay más cosas que un gobierno en disputa: está en disputa, nuestra visión del mundo.



COLUMNA ADOLFO GARCÉ ¿Hacia el fin de la era progresista?

Cada vez es más evidente que el tercer mandato consecutivo del Frente Amplio (FA) está en peligro

                                                                         Salvatore

 Adolfo Garcé  El Observador

Cada vez es más evidente que el tercer mandato consecutivo del Frente Amplio (FA) está en peligro. Hace un año el favoritismo del partido de gobierno era abrumador. Después de las sorpresas del 1º de junio quedó claro que el partido de gobierno podía perder. Cada día que pasa es más evidente que la era progresista podría tener un final abrupto. Me quiero detener a analizar posibles razones de este inesperado cambio de clima.

El primer factor a tomar en cuenta es el desgaste del gobierno (el mentado “costo de gobernar”). Una década en el poder es mucho tiempo. Produce fatiga en gobernantes y gobernados. La fricción que se genera cuando se mueve el statu quo desgasta. Los Consejos de Salarios, el IRPF y la reforma de la salud, durante la presidencia de Vázquez; el matrimonio igualitario, la interrupción voluntaria del embarazo o la ley sobre marihuana, durante la de Mujica, generaron ruido, encendieron la polémica, despertaron la crítica.

Desgasta mover el statu quo. Pero también desgasta no hacerlo. La dinámica de la economía hizo posible que, después de muchas décadas, desapareciera el tema del desempleo de la lista de las principales demandas ciudadanas insatisfechas. Sin embargo, muy rápidamente quedó claro que había otros temas (como la inseguridad o la educación) que también irritaban (y mucho) a la opinión pública.

El segundo factor a tomar en cuenta para entender el cambio de clima es el desempeño del candidato frenteamplista. Desde que en enero de este año comenzó su campaña electoral, ha puesto más énfasis en defender los logros del FA que en intentar sintonizar con las expectativas frustradas. Después de muchas décadas de “sensación térmica” de estancamiento o retroceso, en Uruguay se respira un clima de optimismo. En ese contexto, la gente construye proyectos y mira hacia adelante. Mientras tanto, Vázquez mira para atrás.

Desde la noche del 1º de junio, el FA viene intentando poner énfasis en sus nuevos planes (los tiene y están lejos de ser triviales). Todo indica que durante lo que queda de la campaña, la fórmula presidencial hará un esfuerzo especial por comunicar que el partido de gobierno todavía tiene una agenda pertinente para proponerle al país. El gran desafío del FA es prometer más cambio y menos continuidad. Sin embargo, inexorablemente, la reelección de Vázquez suena a restauración.

El tercer factor es que la izquierda ha perdido punch. En una campaña esto es muy grave. Hace cinco años atrás, como ahora, el principal rival del FA era el Partido Nacional (PN). Después de la primaria, una vez que cerraron la fórmula Mujica-Astori y se decidieron a ganar la elección, lograron muy rápidamente demoler la imagen del expresidente Luis Alberto Lacalle. Se dirá que el candidato nacionalista cometió errores. Es posible. En todo caso, fue impactante ver la velocidad y la contundencia con la que la izquierda los ponía en evidencia. Esa misma “fuerza política” hoy luce lenta y sin imaginación. Luis Lacalle Pou, evidentemente, tiene mucho que ver con este desconcierto.

No hay manera de explicar por qué cambió tanto el escenario electoral en tan poco tiempo sin la irrupción de Lacalle Pou. Mientras al FA lo invaden las dudas, el PN derrocha convicción. Gracias a su candidato, los blancos se adueñaron de la alegría y “privatizaron” la emoción.

A diferencia del FA, que no sabe cómo manejar el nuevo escenario, el PN tiene un libreto muy claro. Lacalle Pou va moviendo las piezas una por una como si fuera un jugador experimentado. Muchas de sus definiciones han enviado señales muy importantes. Menciono algunas. Primera señal: la jerarquización del Ministerio de Educación, el “más importante” según Lacalle Pou. Segunda: la incorporación de Larrañaga a la fórmula presidencial. Además de todo lo más obvio (suma experiencia, arraigo en el interior, “tonos” wilsonistas), proyectó al propio Lacalle Pou como un líder capacitado para manejar situaciones críticas. Tercera señal: Azucena Arbeleche en el Ministerio de Economía. Este gesto también es muy importante. Es realmente innovador apelar a una mujer joven para ocupar un cargo que, desde 1985, los uruguayos reconocen como uno de los más importantes del gobierno. Además, en la medida en que formó parte del equipo económico del astorismo será muy difícil para el FA acusarla de ser partidaria del “neoliberalismo”.

Los blancos tienen dos grandes desafíos todavía. En primer lugar, seguir demostrando que pueden “gobernar bien y gobernar ahora”. Parecía imposible hace solamente unos meses. La transformación de la imagen Lacalle Pou de diputado poco conocido a presidenciable creíble ha sido hasta ahora muy rápida y exitosa. Le queda tiempo y cartas para jugar. Por ejemplo, casi no apeló al clásico recurso de los viajes al exterior. En segundo lugar, tiene que construir puentes que aseguren que todos los electores colorados, llegada la instancia del balotaje, voten por el candidato del PN. También para esto está a tiempo.

La campaña sigue girando en torno a Lacalle Pou y sus piruetas políticas. No es una conspiración de los medios. Como Tabaré Vázquez en 1994, como Jorge Larrañaga 10 años después, como Pedro Bordaberry hasta hace muy poco, como José Mujica desde que apareció montado en su Vespa, el candidato del PN, en este momento, encarna lo nuevo y, por eso mismo, atrapa inexorablemente el interés del público y de los comunicadores.

Adolfo Garcé- Doctor en Ciencia Política, docente e investigador en el Instituto de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Udelar- adolfogarce@gmail.com