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lunes, 25 de agosto de 2014

Las encuestas le dieron el 39% y cayó como una granada en el Frente


Dirigentes frenteamplistas sienten el “sacudón” de la caída de intención de voto y piden más trabajo militante



"Qué hay para hacer? No puede ganar (Luis) Lacalle Pou”, le dijo la semana pasada un militante de a pie a un legislador del Frente Amplio (FA). En una campaña considerada “fría” y en la que ha faltado apoyo del tradicional aparato sectorial de la izquierda hacia su fórmula, los resultados de las últimas encuestas encendieron las luces de alerta en el oficialismo. La charla contada por el dirigente a El Observador pinta el momento de la izquierda en la campaña electoral, al que ese representante denominó como “el efecto 39%”.

La caída de la intención de voto en los últimos sondeos de opinión pública representó un “sacudón” para el oficialismo -según admitió el candidato a vicepresidente oficialista, Raúl Sendic-, en una elección donde la izquierda era clara favorita. Aunque  Tabaré Vázquez muestra confianza en su triunfo, las últimas encuestas generaron alerta en el partido de gobierno.

En el FA reconocen que hace falta más trabajo y militancia. La situación llevó incluso a una reunión privada entre el presidente José Mujica, el vicepresidente, Danilo Astori, y Vázquez.

“Creo que podemos ganar, pero hace falta mucho laburo”, dijo el lunes 18 en ese encuentro Mujica, según informó el semanario Búsqueda.

La presidenta del FA, Mónica Xavier, también tomó cartas en el asunto. En los últimos días Xavier le transmitió a dirigentes de distintos sectores que las agrupaciones deben ponerse la campaña el hombro, dijeron a El Observador fuentes del FA. La dirigente advirtió que los sectores se enfocaron en armar sus listas y alianzas electorales en lugar de acompañar a la fórmula.

La inquietud entre dirigentes frenteamplistas también creó un ambiente de incertidumbre y rumores sobre el comando de Tabaré Vázquez. Al candidato le llegaron críticas sobre su asesor en publicidad, Claudio Invernizzi, e incluso iniciativas para poner otros técnicos que lo acompañen en el diseño de la campaña.

Allegados a Vázquez dijeron a El Observador que el candidato mantendrá su postura de tomar el mismo las decisiones fundamentales sobre el rumbo de su campaña y, a su vez, ratificó la confianza en Invernizzi.

Vázquez volvió a ser consultado ayer sobre si realizará cambios en su estrategia. “La estrategia no va a cambiar porque ya la tenemos fijada y entendemos que es una estrategia que está dando resultados muy aceptables”, dijo.

El candidato también dijo en el próximo mes buscará mayor presencia en los medios de comunicación y lanzará una serie de propuestas programáticas. Ese aumento de visibilidad también estará acompañado por propaganda en la vía pública y estrategias de saturación en las redes sociales. Ayer, de hecho, Sendic subió a su flamante cuenta de Twitter una foto de su compañero de fórmula en su casa de la calle Buschental con una bandera tricolor.

Las encuestas
Si bien Vázquez sugirió el jueves que las consultoras operan políticamente y reiteró su pronostico de un triunfo de la izquierda en primera vuelta, otros dirigentes de la primera línea buscan una reacción tras las últimas encuestas.

La senadora del MPP, Lucía Topolansky, transmitió un mensaje en ese sentido el jueves. “No desconocemos las encuestas de los últimos días, pero la única lucha que se pierde es la que se abandona; y ninguna encuesta registra que el FA haya abandonado la lucha”, dijo al cerrar un acto de su agrupación. Horas antes, durante un acto en el nuevo Mercado del Cordón. Vázquez había afirmado que las encuestadoras “buscar influir en el pensamiento de la gente para ver si logran de esa forma llevar agua a su molino”.

Una encuesta difundida el miércoles de noche por Cifra marcó una nueva caída del FA. El estudio de la consultora cerrado el lunes 18 fijó la intención de voto del oficialismo en 41%, dos puntos menos que hace un mes. En tanto, el Partido Nacional creció dos puntos hasta el 32%, el Partido Colorado bajó uno al 15% y el Partido Independiente se mantuvo estable en 4%. El 7% fueron indecisos.

La encuesta de Cifra mantuvo la tendencia a la baja del FA que han expresado los sondeos de otras consultoras. En la última medición de la consultora Equipos la intención de voto del FA fue de 39%, la del PN de 30%, y la del PC 13. Vázquez se refirió en dos actos de forma directa a ese estudio. Según el sondeo de Factum de agosto, el oficialismo alcanzó el 41%, los blancos 31% y los colorados 15%.

Vázquez reiteró ayer que las encuestas tienen “errores”, aunque admitió la posibilidad de un balotaje. “Creo que a veces hay que tener presente lo que se dice y no hacer una interpretación de lo que se dice. Yo digo que el FA gana en primera vuelta con mayorías parlamentarias. Con esto no estoy diciendo que no pueda existir la posibilidad de ir a un balotaje. En la primera vuelta algún partido político va a ganar”, dijo al finalizar una reunión en Facultad de Ingeniería.

“C A M B A L A C H E”. PASO A LA NOSTALGIA. Por Julio Dornel.

                                               Escritor y periodista Julio Dornel





“Hoy resulta que es lo mismo,
“ser derecho, que traidor,
“ignorante, sabio, chorro,
“generoso, estafador.
“Todo es igual, nada es mejor,
“lo mismo un burro que un gran profesor…
Cuando se cumplen 63 años de su desaparición física, seguimos pensando que nadie está tan identificado con el acontecer de los pueblos del MERCOSUR que Don Enrique Santos Discépolo. Mientras las obras de sus contemporáneos han ido despareciendo, uno de sus temas más identificados con el quehacer de estos pueblos, como lo es CAMBALACHE, mantiene una vigencia inusitada por su contenido realista del hombre y sus ambiciones. Prohibido por el gobierno militar de los argentinos, CABALACHE fue grabado por Joan Manuel Serrat, ganándose con todo derecho un lugar destacado en las preferencias populares. Un elemento importante que debemos considerar en el momento de analizar su sobrevivencia, es la identificación de Discépolo con la moral y los sentimientos del pueblo.
“No hay aplazaos ni escalafón,
“los inmorales nos han igualao.
“Si uno vive en la impostura
“y otro roba en su ambición,
“da lo mismo, que si es cura
“colchonero, rey de basto,
“caradura o polizón…
Había nacido el 27 de marzo de 1901 en una modesta casona de la calle Paso 113 (Buenos Aires) y falleció el 23 de diciembre de 1951, tras vivir solamente 50 años que fueron suficientes para dejar una obra inolvidable y que tiene su punto más alto en los versos de CAMBALACHE. En el año 25 estrena sus primeros tangos, dando comienzo a una exitosa carrera con “Esta Noche me Emborracho”, “Miguelito”, “El Día que me Quieras”, “Malevaje”, “Yira Yira”, y “Uno” entre otros, lo que le permitió vincularse con los mejores creadores de aquellos años. Vivió muy poco, quizás lo necesario para meterse en la piel del dolor ajeno al escribir los temas desde su talento. En el 35 llega su obra cumbre con CAMALACHE, reflejando en forma magistral un documento social que vivía la sociedad en aquellos años…
“Siglo veinte, CAMALACHE
“problemático y febril,
“El que no llora no mama
“y el que no afana es un gil…



CONSTANZA MOREIRA EN ROCHA “ La campaña recién empieza. El susto que se están pegando los frenteamplistas los está haciendo salir de sus casas”.



Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500




Ni vamos en coche ni tenemos la elección perdida. Tenemos un escenario de incertidumbre , los escenarios de incertidumbre son los escenarios con los que el Frente Amplio se ha manejado siempre salvo la elección del 2004”,dijo la senadora a El blog de Juanjo Pereyra.
Constanza Moreira visitó Rocha con motivo de la presentación de la lista 3311 que postula a Diputados a la maestra Alda Pérez.
En el acto, realizado en la Casa del Frente Amplio, estuvieron presentes todos los otros candidatos a la cámara de representantes de la fuerza política de gobierno : el actual presidente, Aníbal Pereyra y los jerarcas del gobierno departamental Pablo Barrios y Milton Ibarra. Acompañaron también representantes de todos los sectores frenteamplistas y el intendente, Artigas Barrios. Desde Montevideo llegó Pablo Anzalone, dirigente del PVP.

LOS SESENTA DÍAS DE MAYOR INCERTIDUMBRE DE LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS”

Vamos a vivir los sesenta días de mayor incertidumbre del Frente Amplio en los últimos diez años. Nuestra respuesta debe ser más política, más actividad,más militancia”, dijo Moreira a la concurrencia.
En las internas de junio la dirigente obtuvo el 18 por ciento de los votos en una precandidatura que desafió la del ex presidente Vázquez, actual candidato.
Constanza Moreira, socióloga y politóloga, hizo un análisis del actual momento político electoral.
Las encuestas muestran que el Frente Amplio sigue siendo el partido más grande ,la distancia que lo separa del Partido Nacional es de unos diez puntos ,lo que significa que sigue siendo el protagonista indiscutido del sistema de partidos. Cuando se muestran las encuestas de opinión se suma a todos los otros contra el Frente Amplio y es una suma engañosa porque no se puede sumar a Unidad Popular con el Partido Colorado, por ejemplo.

 "HIPÓTESIS MUY DIFÍCIL DE SOSTENER"

"Las encuestas muestran que el Frente Amplio no ha experimentado crecimiento y en algunos análisis estaría decreciendo. Yo encuentro muy difícil de sostener la hipótesis de que el Frente Amplio esté perdiendo puntos y mucho menos que esos puntos los gane el Partido Nacional”, dijo.
Podrá haber gente que pensaba votar al Frente Amplio y ahora está indecisa, lo que es muy raro, pero gente que pensaba votar al Frente Amplio y ahora quiera votar al Partido Nacional me parece una hipótesis insostenible. Hasta que no me traigan más evidencia científica no creo que el Frente Amplio esté cayendo en la intención de voto.
Puedo entender que el Partido Nacional esté subiendo pero no que el Frente Amplio esté cayendo”, agregó.

HABRÁ SEGUNDA VUELTA”

Las encuestas y los análisis políticos que se hacían en noviembre decían que la elección prácticamente la teníamos asegurada , que luego que Tabaré Vázquez dijera que sí, íbamos en coche . Esos análisis eran tan precarios como lo son los de hoy , ni una cosa ni la otra.
Ni vamos en coche ni tenemos la elección perdida. Tenemos un escenario de incertidumbre , los escenarios de incertidumbre son los escenarios con los que el Frente Amplio se ha manejado siempre salvo la elección del 2004 que aparecía como resultado de la crisis del 2002 mucho más favorable para el Frente.
La elección del 2009 fue también una elección con gran incertidumbre , ganamos la mayoría parlamentaria en el anca de un piojo con 48,5 por ciento”,aseguró.
Hoy es incierto el resultado donde para mí, al igual que el 2009 es claro que vamos a ir a una segunda vuelta . Sobre esto quiero ser transparente, no creo que el Frente Amplio esté en condiciones de ganar en primera vuelta con mayoría parlamentaria y tampoco lo creía en el 2009. Mucha gente me decía decinos que vamos a ganar en primera vuelta pero no, no íbamos a ganar en primera vuelta y ahora tampoco , eso sí lo puedo decir.

TENEMOS QUE IMPEDIR QUE LAS ENCUESTAS NOS VUELVAN CICLOTÍMICOS”

Tenemos que impedir que las encuestas nos vuelvan ciclotímicos , que impacten sobre nosotros en sentido negativo porque a veces una encuesta genera un ánimo colectivo o un envantelonamiento de los otros y en ese sentido las encuestas son un poderoso instrumento político”,destacó Constanza Moreira.

Vengo de San José donde el ex diputado Heber Sellanes quien fuera candidato a intendente en el 2004 contó que una encuesta le había dado en aquel tiempo que su rival en la interna ,en ese momento Cerdeña, tenía el doble de intención de votos que él. La encuesta que se le iba a dar en reserva a Sellanes se hizo pública y apenas se hizo pública una parte de su militancia se esfumó. Frente a esa encuesta él y los poquitos que quedaron a su lado dijeron, qué hacemos , desistimos o seguimos, y decidieron seguir.
Y siguieron y siguieron y siguieron y dos meses después el mismo analista político le dijo Sellanes, tengo algo bueno que decirle , ahora sus números duplican a los del candidato opositor. Y Sellanes decía , y sin embargo qué daño nos causó usted en esa encuesta porque mucha gente se fue”, contó.

EL SUSTO ESTÁ SACANDO A LOS FRENTEAMPLISTAS DE SUS CASAS”

Yo creo que al Frente Amplio le está pasando al revés, está estimulando más el ánimo combatiente que el derrotista. El susto que se están pegando los frenteamplistas en relación a esta encuesta los está haciendo salir de sus casas a todos , lo que me parece muy bien porque es el Frente Amplio todo el que gana una elección. No se puede pedir a la fórmula que libre sola esa batalla , sino que esta batalla la tenemos que librar todos y para mí la campaña recién empieza”,sostuvo.
Va a haber mucha más presencia de los sectores en la campaña porque hemos estado dos meses armando las listas que insisto es una de las tareas más tóxicas que tiene una elección y ahora se empieza a desplegarlas . Lo veo acá en Rocha, están todos presentando las listas, está todo el mundo saliendo a la cancha”. concluyó

Opinión Democracia en los bordes Eduardo Sanguinetti


La República

En octubre se elegirá presidente en Uruguay. Bien, según las encuestas pareciera que el Frente Amplio esta disminuyendo su potencial en cuanto al caudal electoral.
¿Por qué?, ¿a causa de qué conjura estaría ocurriendo esto?, ¿es que alguien ha muerto?, ¿Lacalle Pou es un líder carismático sin igual?, ¿el discurso de este candidato del partido Nacional es tan avasallador que seduce cual princesa a los votantes? Nada de eso: Lacalle Pou, en la ubicuidad de su ausencia, solo se ha asimilado al vacío conceptual y discursivo de este tercer milenio, dejando de lado el discurso y su celebración, asimilándose a la civilización de la cosa, convirtiéndose en objeto, cual sujeto del destino.
Ante el “estado de las cosas”, creo sería acertado que el Dr. Tabaré Vázquez, candidato del Frente Amplio, se asimilara a una gestión de campaña, con el apoyo de la capaz y perspicaz senadora Constanza Moreira, un personaje indispensable en esta campaña electoral, accionando desde perfiles imprevisibles, desde los bordes, los intersticios, desde donde el factor sorpresa sea una constante y un modo de instalar el discurso, pues el electorado ha mutado; no es el de hace diez años, este solo sigue tendencias y muchas veces las palabras huelgan ante la muerte de las ideologías.
Para esta nueva democracia sólo “sirve” que el procedimiento sea coincidente con el sistema de normas. La democracia se limita a un simple procedimiento, es un formalismo que, eso sí, hay que cumplir a raja tabla. Como el dogma es que al poder sólo se accede por el voto, cómo se consiga no interesa. La conservación del poder se realiza a través de una reelección perpetua con constituciones ad hoc; cómo se logre no se cuestiona.
Los asesores de Tabaré no deben ignorar que asistimos en nuestros días a la despersonalización de la política. Los políticos son reemplazados rápidamente por los tecnócratas al estar la política subordinada a la economía, manipulada por transnacionales. Y los tecnócratas, esto es, los políticos procedimentales, no tienen escrúpulos; el tecnócrata no da razones, sólo beneficios a quien le paga. Los grandes actos de corrupción de estos últimos años, en Uruguay y Argentina, fueron llevados a cabo por tecnócratas que asesoraban a los funcionarios en acto de gobiernos procedimentales.
En la democracia procedimental en plena vigencia, esta lógica de la exclusión funciona concentrando el poder político y económico en muy pocas manos. Así los funcionarios cuando renuncian o son destituidos no se retiran, como antaño, a sus casas, sino que son reubicados en otros puestos con ingentes ganancias, cumpliéndose así el principio que dice: a mayor privatización de la riqueza, mayor socialización de la pobreza.
No idealizo cambios, solo presiento. Y los presentimientos con bases sólidas operan como aventadores de rutinas, prejuicios y miopías en planos generales del pensamiento, poniendo en juego valores congelados en los escaparates de los ideales perdidos. Eso sí, se precisa coraje, pues el desafío es enorme a la hora de jugarse entero por un Uruguay donde las promesas de campaña electoral no han sido cristalizados, a pesar del deseo del presidente de “morir con las botas puestas”.
Este desarraigo brutal del régimen político por antonomasia de nuestros días provoca contradicciones tremendas que se manifiestan como injusticias flagrantes y permanentes ante la cual a los perjudicados, que son las grandes mayorías, sólo les queda la resignación o la reacción violenta. Existe también una tercera vía, mucho más árida, lenta y esforzada, que es trabajar en la formación de cuadros políticos munidos de convicciones axiológicas. Una tarea eminentemente metapolítica.

domingo, 24 de agosto de 2014

Izquierdas y estrategia. Mauro Mego Reboredo

El autor es profesor de Historia y  edil del MPP en Rocha

El ser de izquierda ha sido uno de los dilemas más grandes que enfrentó el campo progresista a nivel mundial sobre todo luego del derrumbe del socialismo real. La caída de esta posibilidad-y la desilusión o el viraje que representaron otras- abrió, o mejor dicho, reabrió algo inherente a la identidad de las izquierdas en el mundo: la discusión respecto de cuál es el objetivo que deben perseguir estas fuerzas, cómo deben hacerlo, hacia dónde, con qué actores sociales, y un sinfín de preguntas en este sentido. El siglo XX demostró que la construcción de una alternativa al mundo que tenemos, no es tarea sencilla y que no basta con buenas intenciones, con densos textos de ideología, con planes copiados, con experiencias importadas y que, en muchos casos de la historia el desenlace no fue el mejor y de socialismo poco se construyó. El mundo occidental, y el resto también, han tenido ensayos de diversos finales, pero sin duda que la caída del mundo socialista significó un replanteo para las izquierdas, sobre todo respecto de su inserción democrática, en aquellas fuerzas que debieron seguir transitando el camino de ser opción de cambio ante el cautivo electorado de los países en los que actuaban. De modo que muchas de las discusiones que se ambientan en la actualidad, en nuestro país, no son nuevas, sino que son inherentes al desarrollo de los partidos de izquierda y su estrategia.
Si aterrizamos en nuestro país el Frente Amplio es la fuerza de izquierda vigente en el marco político actual. Décadas de construcción política-no sin dolores-posibilitaron su llegada al gobierno del Estado en 2004 tras haber construido una amplia estrategia de suma de sectores progresistas, transformándose año tras año en un crisol heterogéneo y dinámico que atraía amplios sectores sociales, ya no solamente aquellos que habían cimentado su fundación en 1971. Desde la izquierda más radical, hasta el progresismo exiliado de los Partidos Fundacionales convergieron en un Frente popular que representaba fielmente la heterogeneidad elemental de nuestra sociedad, para despejar dudas a aquellos que veían en la izquierda solo una “amenaza” al orden democrático (visión fomentada desde los Partidos fundacionales cada vez más derechizados) y para motivar todo tipo de expectativas en aquellos que habían sido parte de esa construcción desde ángulos más ideologizados.
Las ideas fundacionales de muchos se vieron jaqueadas por la realidad concreta. El Frente Amplio llegaba por la vía democrática al Gobierno, pero sobre la base de un país que ya existía, que estaba prefigurado tras más de un siglo de construcción, que tenía un Estado heredado de tal manera, construido en base a la retroalimentación que significaban las cuotas clientelares de la peor cara de la política tradicional. Sumado a esta síntesis, la situación social y económica de un país que había reventado tras décadas de destrucción. Se puede incluso decir que casi medio siglo de paciente deterioro llegaban a su clímax en 2002. De modo que el Frente Amplio debía caminar, como casi todos los partidos de izquierda democrática, sobre un camino complejo que exigía agudeza en sus bases militantes, paciencia, comprensión y sentido pleno de la realidad. Atrás debían quedar los clichés en contra del “asistencialismo” estigmatizado por sectores urbanos, cultos y de izquierda intelectual, para dar paso a, por ejemplo, el Plan de Emergencia; una soga inevitable para personas que vivían en situación de alto riesgo y qué no podían esperar dos días más en esa situación. Estaba cada vez más claro que desde un modestos país de 3 millones de habitantes no se podían ensayar soluciones mágicas ni salidas revolucionarias. Esa estrategia de claridad había permitido la victoria del 31 de octubre de 2004. La clave era iniciar lo que algunos politólogos han llamado: la era progresista. Es decir, la administración de un Estado en el marco del capitalismo, y sobre él tallar soluciones más humanas y con un profundo sentido social para re-dimensionar al Estado en esa línea. Y está claro que la estrategia de construcción en el marco institucional vigente no es sencilla, es lenta, con disgustos, con idas y vueltas, gradual.  Así, en términos generales la izquierda introdujo cambios significativos-aunque tal vez no rimbombantes- en la sociedad, la economía, el Estado, la gestión, el ingreso a la función pública, el campo presupuestal, etc. Podríamos seguir enumerando pero  existen a disposición indicadores que así lo avalan.
Pero nadie que se precie de actor político puede solo detenerse en los muchos y buenos logros que tenemos. En primer lugar, la estrategia de construir una sociedad mejor, diferente, desde la acción democrática significa saber de la caducidad y la limitación del poder conferido por la gente. La democracia liberal no permite descansar sobre una detentación de poder permanente sino sobre la base del examen riguroso del soberano (la gente) el cuál individualmente es movido a elegir, a votar, por motivos tan variados como indescifrables.  Tal vez una de las dificultades iniciales pudo haber sido no advertir ese proceso de desafío permanente y haberse visto fagocitado por el desgaste de gobernar. Ni bien se administra se pone a prueba mucha cosa: muchos de los que depositan el voto o la militancia tienen en última instancia una expectativa netamente individual que no siempre se ve satisfecha. Por eso se debe ser crítico sobre eso de “atender a los desencantados” porque es de orden entender  que los “desencantados” lo son todos por variopintas razones, alunas “disfrazadas” de pureza ideológica. Gobernar trae consigo problemas lógicos de intentar administrar los conflictos de una sociedad que los alberga como parte constitutiva. Si hacemos una suma de estos costos es claro que el desgaste se expresa en una parte importante de la porción que inicialmente acompañó el proceso político.  De ese modo, muchos han iniciado otras construcciones que se presentan como “la verdadera izquierda”, “la mejor izquierda” y tantas izquierdas como puedan imaginarse. No faltan las expresiones estalinistas que tratan de traidor a cuánto funcionario de gobierno existe, o aún peor, a cuánto militante de buena fe que aún cree en la validez de la herramienta Frente Amplio.  Detrás de esto están muchos ciudadanos bien ponderados, buenas personas que legítimamente no ven satisfechas sus expectativas y lo están también personas vulnerables como cualquier ser humano, subidas en un púlpito por lo menos peligroso de sindicar con el dedo. Entonces vuelve una pregunta repetida: “¿Qué es la izquierda?”, “¿Cuál es el camino?”. No intentaremos poner a prueba ningún izquierdómetro tal cual parece estar de moda en algunos segmentos del campo popular por estos días.
Hoy las reglas de juego son las mismas: la Democracia. Cualquier construcción política con ánimo de implementar cambios juega en el marco electoral como camino para intentar lograrlos. Tal vez debamos reconocer que el anti-electoralismo que hoy sufrimos es fruto de escuelas de alguna época que hoy se vuelven en contra. En estas reglas de juego, tenemos varias opciones democráticas que son: Un Partido Nacional cooptado por el Herrerismo, un Partido Colorado cooptado básicamente por Bordaberry (tal vez cerca del riverismo, o del ruralismo, pero que tampoco presenta organicidad), un Frente Amplio con diez años de gobierno progresista (con lo bueno de eso pero también con lo malo), el Partido Independiente (se dice socialdemócrata y come de la porción progresista, se presenta como una minoría excesivamente tecnicista y principista que no termina de transformarse en opción real) y la reciente Unidad Popular (Asamblea Popular y otros, la “izquierda pura”, desencantada, discursivamente radical cuyo objetivo es socavar al Frente Amplio e incluso  llevarlo a la derrota a fin de crecer). Esta última, tan fascinante que puede a veces presentarse en simposios ruralistas sentada al lado de la derecha más recalcitrante. Pero sin duda que la invocación de esos desencantados es la ideología como un cuerpo inmóvil y que están en muchos sitios del electorado. Por lo tanto muchos de esos desencantados no vacilan en intentar demostrar que “todos han cambiado” (menos ellos), qué es la praxis del Frente la que no es “la misma que antes”, generando una actitud fácil y sencilla que justifica automáticamente no intentar cualquier esfuerzo analítico. El análisis no interesa, no importa, las cosas son “así”. Tal vez  este es uno de los peores pecados de las fuerzas de izquierda o progresistas para ser más amplios.  
Actualmente vuelve a vivir la pregunta de Lenin: “¿Qué hacer?”. La visión estratégica para las fuerzas progresistas que juegan en el campo democrático y asumen sus reglas es más importante que cualquier cosa. Para ello hay varios ejemplos. Durante el último gobierno del PSOE español estalló en la cara de todos la crisis que aún padecen millones de españoles. Ante esta tragedia, el sistema político se vio interpelado por movimientos nuevos, aparentemente civiles y a-políticos. Si hacemos un análisis de esos llamados “indignados” seguramente veremos que la mayoría provenían de la juventud universitaria de izquierdas, o por lo menos progresistas. Muchos advirtieron lo efímero de esos movimientos y qué su futuro podía estar asegurado si y solo si culminaban solidificándose como verdadera alternativa política. Sin embargo perecieron rápidamente pero con un costo no menor: la victoria del PP. En el marco de descrédito muchos sectores sociales y políticos olvidaron analizar el proceso que los llevó a la crisis, desmenuzar los costos y beneficios que sus acciones tendrían, y de ese modo, detrás de buenas intenciones, la estrategia solo desgastó (naturalmente y no sin errores propios del PSOE) al campo progresista, que tenía problemas inocultables. Pero sobrevino Rajoy cuyas soluciones son las mismas de siempre, el ajuste del pueblo y una economía y sociedad conservadora como propuesta que solo lleva a despojar de derechos a los sectores populares, entre otros lastres. De ese modo, faltó visión estratégica (no tan sencilla en un contexto de crisis, es cierto): se le dio el poder a los padres de la criatura de la crisis. Al Zorro a cuidar a las gallinas. Por eso, construir alternativas populares no es cosa de dos días en las democracias occidentales, todo lo contrario, lleva tiempo, sinsabores, desgastes, por eso es esencial cuidar aquellas fuerzas que realmente pueden disputar el poder a las derechas. ¿Qué hubiera sido de la resistencia a la Dictadura si nos hubiéramos puesto a discutir entre los wilsonistas y los comunistas? ¿Qué valía más? Valía más el objetivo común, el enemigo común que esas diferencias menores. Eso fue visión estratégica en momentos mucho más tensos de la vida del país. ¿Qué hubiera sido del frente de los Republicanos de la Guerra Civil si se hubieran cerrado en sus diferencias? Y así hay varios ejemplos de agudeza estratégica, cuyo objetivo es siempre el mismo: la gente, priorizar el futuro de la gente y cómo esa gente vive mejor.
Hoy los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad están expectantes y muchos sin siquiera saberlo serán rehenes de este mapa electoral. No parece justo que por aparentes diferencias ideológicas, por disgustos por tal o cual decisión de gobierno, por algún acto corrupto aislado (aprendimos que la condición humana no reconoce ideologías) o incluso por no haberse satisfecho un deseo personal legítimo se esté allanando el camino a una derecha renovada en estrategia pero pura en contenido, que no tendrá dudas ideológicamente de hacia dónde debe encaminar su visión de país. Nadie puede decir que se trata de ocultar los problemas, en absoluto, pero entendernos que estos problemas son más fáciles de  resolver hablando un mismo idioma que hablando en claves distintas. Además se olvida que las fuerzas populares están en eterna construcción, incluido el Frente Amplio. En este marco, ser de izquierda significa ante todo, tener visión estratégica, manejar los tiempos de la acción política, previendo con rigurosidad cada paso que se da. De errores estratégicos están llenas las tragedias humanas, y el siglo XX en dónde todo parecía estar al alcance de la mano vaya si demostró esa y otras lecciones. Hoy en el medio, lejos de nuestros pareceres, está el futuro del país y no es excusa ninguna diferencia que tengamos-como todos tenemos-con los diez años del gobierno del Frente. Se trata de caminar por el medio entre los deberes estratégicos y el extremo de la soberbia enceguecida (otro mal no menor) teniendo como faro la construcción densa y compleja de un lugar mejor. Parece inaceptable, torpe e irresponsable invocar “izquierda” abriendo paso a la derecha más dura cuyos costos pagará el país de verdad, el de abajo, porque la diferencia entre izquierda y derecha (que la derecha quiere ocultar) está más viva que nunca.  La tarea más importante de la izquierda es estar siempre a la altura que la coyuntura indica y no andar en función de caprichos.