Hay mucha gente que sostiene que estamos atravesando un período caracterizado por un cambio de época. Pasan muchas cosas que generan expectativa, curiosidad, incertidumbre y hasta miedo. Porque no circulan señales claras sobre el momento ni sobre el futuro inmediato. Hacia dónde vamos como humanidad. Sin embargo hay cosas claras, en medio de esta fangosa y desdibujada realidad. Está primando en varias partes del mundo el desprecio por las
leyes, los acuerdos, los documentos firmados, la transparencia. Basta repasar algunos ejemplos mínimos. Que no son los únicos. Estados Unidos, mejor dicho su presidente, Donaldo Trump, y quienes lo sostienen en el poder, se está dedicando a bombardear embarcaciones en el Mar Caribe en acciones que ya dejaron unos 40 muertos. El argumento para tales operaciones es que supuestamente son embarcaciones de narcotraficantes. Es posible que hayan sido narcotraficantes, pero nadie exige una investigación seria. Nadie se escandaliza por tales acciones que violan todo tipo de tratados y acuerdos internacionales sobre derechos humanos o soberanía de los países. Trump amenaza a Venezuela y ahora también a Colombia, con el mismo argumento que usaron antecesores suyos para arrasar Panamá, Irak, Libia y tantos otros países. Pero años después se descubre que aquello fue una farsa montada y no había armas de destrucción masiva en esos países. Ahora parece que el objetivo es nuevamente desestabilizar a esos dos gobiernos latinoamericanos, a la vez que la actual administración pone un pie en Argentina para “ayudar” al actual gobierno del presidente, Javier Milei, y generar nuevos lazos de dependencia. Lo que es necesario saber también que algunas de estas acciones son consecuencia del deterioro progresivo del poder hegemónico de Estados Unidos por estas latitudes. Y por otras del planeta. Capaz que a usted le pasó inadvertida esta noticia, pero a principios de este mes de octubre de 2025, el gobierno de Estados Unidos “cerró” recientemente. Los grandes medios de difusión no trasmitieron la dimensión de ésto, que es una señal más de ese deterioro del imperio. ¿Qué significa el “cierre” del gobierno?. Significa que “algunos servicios públicos fueron suspendidos y se calcula que cerca de 750.000 personas fueron “licenciados” sin goce de sueldo, mientras los legisladores de los dos principales partidos (el Republicano oficialista y el Demócrata opositor) no se ponen de acuerdo en la ley de gasto. “Las votaciones para salir de este punto muerto han fallado sistemáticamente y es difícil ver cómo se van a poner de acuerdo, porque cada bando -así como el presidente Donald Trump- tiene sus motivos para no ceder” indican las crónicas de medios internacionales. Pero además Estados Unidos actualmente tiene una de las deudas externas más altas del mundo. Según su propio Departamento del Tesoro “la deuda pública total superó los 37 billones de dólares en agosto de 2025. (Billones son millones de millones, que se miden por una unidad seguida de doce ceros). Esa cifra “representa aproximadamente el 123 por ciento del Producto Interno Bruto ( PIB) del país. (El PIB es “el valor total de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de las fronteras de un país en un período de tiempo determinado, generalmente un año o un trimestre”). Es un agujero tremendo que ni sus expertos saben cómo van a solucionarlo. El famoso FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial (BM), que generalmente son instituciones que supervisan y “guían” estas cuestiones económicas y financieras de los demás países, especialmente en occidente, sostienen (para los demás países) que “una deuda externa es manejable o sustentable si no supera el 55 por ciento del PIB. Si lo supera entonces la economía de ese país “puede considerarse de alto riesgo”. Pero se cuidan muy bien de advertir lo que significa esta realidad actual de la economía de Estados Unidos. Ese país sigue intentando mandar, dirigir, imponer y someter a otros países, entre los cuales están todos los de América Latina, claro. Y así vamos. “navegando” como humanidad. Sin un rumbo claro.

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