Escritor y periodista Julio Dornel
Por esas coincidencias del
destino fue con Blanco Balao que le realizamos el último reportaje
para el Programa NUESTRA GENTE de Canal 4 Televisora Color. Cuando
nos enteramos de su partida definitiva, no dudamos un instante en
procurar contacto con su “compañero de mil batallas”, para
conocer un poco más al artista sin alejarnos demasiado del hombre
cordial, generoso, tolerante y divertido que nos había honrado con
su amistad durante 50 años.
“A la salida de la ciudad de
Rosario, Rosario del Colla o Rosario Oriental, está ubicado un
cartel con este pensamiento: “La nostalgia de andar lejos solo la
cura el regreso.” Hoy, 24 de agosto, a cuatro días de la partida
de
nuestro querido Ricardo para
los pagos del “no regreso”, se festeja la noche de la nostalgia.
Pero los que estuvimos cerca de su corazón y de su amistad franca,
no precisamos de este día para tener en nosotros ese pasado, porque
vive en nosotros. El 20 de
agosto, próximo en el tiempo, madrugó para irse de gira por los
cielos del espíritu a eso de las 2 y pico de la madrugada. Me dieron
la noticia a las 3 horas y 21 minutos, y momentos después lo
llevarían a su pueblo de Castillos para que su familia, sus amigos y
su pueblo pudieran acompañarlo y finalmente sembrarlo en su eterna
morada. Allí estuvimos, recordándolo en todas sus facetas, de
recitador (que negaba serlo, “decía” ser decidor de las cosas
nuestras) ; de pescador, de actor de teatro,
de hombre de bien y con sentido
del humor, de memoria prodigiosa, cultivador de plantas y yuyos en su
casa, asador esmerado en las parrillas , compartiendo el mate y la
“petaquita” (con grapa miel, últimamente mejorada con unas gotas
de whisky). Ya despuntada la mañana salí de Rocha buscando su
rumbo, con una niebla que se prolongó todo el camino hasta
Castillos. Se me ocurrió que era poncho de cielo que se desplegaba
para refugiar nuestras tristezas. Y seguramente su alma andaría
tirándonos cuentos, para sacarnos de ese letargo difícil de
digerir, aunque esperado en muchos días.
Cada día, cuando en el diapasón
de la mañana ensayen sus sueños pájaros los libres del canto
criollo, no faltará tu voz , tu recitado , porque esta archivado en
la memoria del corazón de los que te quisimos tanto. Había nacido
en Castillos el 24 de febrero de 1928 y viajó al cielo con 86 años.
Cuando le preguntábamos por su edad, nos detallaba la misma en meses
y días, pues decía que asì lo acostumbraron desde niño. Nos
obligaba a hacer las cuentas para transformar meses y días en años.
Expresaba en muchas ocasiones
Don Atahualpa Yupanqui
Este
pensamiento : “ ¡ Dicen que no son tristes las despedidas……..,
decidle al que te lo dijo… que se despida.
El
15 de agosto de 1965 y en Castillos, Nelson González
Acuña,
creó y escribió para él estos versos, que serían
Carta
de presentación al iniciar actuaciones en los escenarios a través
de toda su vida.
Traigo un mensaje de tiempo
En potro de arena y piedra
y en el lomo de las sierras
Jineteando el pensamiento
Se irán las coplas al viento
Que gaucha garganta encierra.
Irán saliendo una a una
Con emoción butiacera
y en los campos sin porteras
Entre cerros y lagunas
Borrachas de sol y luna
se harán coplas las palmeras.
Los “Vidalitas” que se le
adelantaron para el viaje al “silencio” :Mario Zelmar Vitabàrez,
Beltràn Miraglia, Beltràn Garrido, Nelson González Acuña, Mirto
Palarìn, El cura Salvador Perdomo y Angelita Visconti de Miraglia
estarán haciendo rueda con él. Seguramente andarán de peñas con
Rodolfo Silva, Dimas Pereyra
y el Maestro Lirio Pereyra ,
Walter “Patón” Casella, Dino Menichini y Osiris Rodriguez
Castillos, y tampoco faltará el “Malevo” olfateando las
alpargatas. Nosotros seguiremos andando y sembrando en los surcos que
el abrió con dedicación y
cariño : somos Manuel Pintos ,
Ariel “Golo” Olivera, Jesús
Perdomo, Leonel “Negro” Olivera , Arias Olivera, Guilmary
Velázquez , Mary Pereira, Carlos Miraglia y quien hilvana estas
letras. Nuestras familias, que también son la tuya propia, hoy
velamos tu sueño y te acompañamos hasta el final del
Camino, emocionados. Compartió
escenarios como integrante y recitador del Conjunto
Folklórico Vidalita de
Castillos en distintos escenarios del país, en radios y TV.
Destacado
y premiado en Festivales Nacionales de Folklore ; en Durazno, Cerro
Largo y Treinta y Tres. Compartió aplausos y triunfos integrándose
artísticamente a Grupos como “Los Tonatiùh Huaca” de Rocha
(ref.: Mario Vázquez) ; Los del Palmar , de Castillos.
Con
y junto al cantor y guitarrista Olmedo (hoy radicado en Chuy) y con
el Prof. Jesús Perdomo en fechas históricas,
Fiestas
patrias y diversas recreaciones-
Compartió
escenarios y grabaciones con Nelson “Pindingo” Pereyra.
Integró
el grupo de Teatro “Candilejas” de Castillos, bajo la
Dirección
de Angelita Visconti de Miraglia.
Fue
ciclista, en la época en que los caminos eran de balasto y pozos.
Trabajò de talabartero en Castillos, pescador en Valizas, cazador en
los montes.
Funcionario
de U.T.E. ejercitó piernas, brazos y hombros portando escalera e
iluminando noches.
Actuò
en Canal 5 de Montevideo conmigo y María del Huerto Bentancur.
Actuamos juntos en Colonia del
Sacramento acompañados por el poeta de Colonia Don Alejandro Germán.
Al finalizar en esa oportunidad, una familia argentina presente en el
restorán donde realizamos la función, pidió si podían llevarse el
poster con su
Imagen y le pidieron su
autógrafo en el mismo. En las Fiestas Tradicionales Gauchas, Fiestas
Patrias y encuentro particulares se floreó en los “pericones”
con su voz de mando. Formó parte del cuerpo de baile del Conjunto
Vidalita. Año 2001 graba un CD en Colonia Valdense –AGADU 2628-2
Colaborò desinteresadamente
toda su vida con escuelas,
Sociedades o instituciones, y
nunca le oímos poner
Precio a sus actuaciones. Muy
merecidamente se le nombró “Ciudadano Ilustre de Castillos” .
Humilde siempre, con prestancia de gaucho de puro cerno criollo y con
sentido del humor, repentino y siempre alerta. Con un cuento en la
puerta y una historia en la ventana. Con responsabilidad para repasar
los textos de los recitados
Que elegía para cada ocasión y
los pedidos obligados. El mayor trabajo que nos daba a todos sus
compañeros era, indudablemente, mantenerlo “callado” –dijo
finalmente Balao.