Buscar este blog

domingo, 19 de octubre de 2014

Las pegajosas pompas de jabón y la seguridad Esteban Valenti

uypress

Cualquiera que tenga una mínima, una básica formación política e histórica en campañas electorales en el Uruguay, de debates parlamentarios y más en general de la vida intelectual de este país, sabe perfectamente que el calificativo "pompas de jabón" debe ser lo más suave, lo más ligero y etéreo que se utilizó en todos los tiempos y las eras. Más aún: ni siquiera se hizo en forma personal.

Fue una frase genérica en un discurso de Tabaré Vázquez referida a las propuestas de algunos candidatos.

Pues Luis Lacalle Pou se puso el sayo y se tomó el trabajo de organizar prolijamente, con fotógrafos preparados a primera hora de la mañana, un encuentro en un hotel de Melo para protestarle a Vázquez sobre esa frase y divulgar esa conversación urbi et orbi en pocos minutos a través de El País, seguramente como un aporte civilizatorio a la cultura política nacional. ¿Qué hay y qué hubo detrás de esa movida, fría y premeditada? No puedo decir con nocturnidad porque fue de mañana... a la hora del desayuno.
En esa misma semana hubo dos movidas jabonosas más de Lacalle. La nominación, para el caso de ganar las elecciones, de Alvaro Garcé como posible ministro del Interior de su gobierno y en un discurso en ADM anunciar que había conversado con algunos funcionarios de este gobierno porque le interesaría conservarlos en su eventual gobierno. Obviamente no dio nombres y no dijo que respuestas recibió de esos supuestos interlocutores. Otra pompa.
El tema de fondo es que el corazón de la estrategia electoral de Lacalle son precisamente las pompas políticas y cuanto más suaves y pegajosas, mejor. Pegarse todo lo posible al gobierno, evitar el debate y expandir la impresión, el mensaje de que todo seguirá bastante parecido, que no hay en puerta un gran cambio, solo estilos y edades. Puro marketing y una cantidad impresionante de pompas.
Todo comenzó "por la positiva", cuando en los últimos 10 años Lacalle y todos sus seguidores se dedicaron con ferocidad a oponerse a los gobiernos progresistas. Es una apuesta al jabón volando y a la desmemoria de la gente.
Y como esa operación -que siguió con la nominación de Azucena Arbeleche y su posterior cuasi desaparición de la escena política y sobre todo del debate- comenzó a debilitarse notoriamente, todas las últimas movidas están destinadas a conquistar, a reforzar esa imagen edulcorada y falsa del pleito electoral. Hasta el propio candidato colorado Pedro Bordaberry lo ha reconocido: ya es inocultable y es la primera vez en la historia política uruguaya que se produce el ascenso de las pompas a este nivel.
El senador Jorge Larrañaga afirmó hace pocos días en un acto en el Cerrito de la Victoria que "el Partido Nacional se compromete a tener un ministro del Interior que sea el primer policía". Reitero lo que dije en un fallido debate televisivo: si Alvaro Garcé es "el primer policía", yo soy el primer astronauta uruguayo. Es otra pompa, eso sí, apoyado en la experiencia del senador Carlos Moreira, exsubsecretario del Ministerio del Interior del gobierno de Luis Alberto Lacalle, cuando la huelga policial por los sueldos de miseria que ganaban los policías y porque se les pagaba en parte con bolsas de alimentos vencidos. Y el equipamiento y las condiciones de trabajo de todos los cuerpos policiales eran deplorables. Los policías con memoria deben estar "encantados" con la nominación.
¿Por qué agregar a Moreira? Muy simple: de lo contrario la pompa era demasiado volátil y poco creíble y además había que contemplar a Larrañaga. Las pompas son muy peligrosas en materia de seguridad...
El fallido debate televisivo en Sonia Entrevista con el columnista de El País y militante blanco Francisco Faig es otro ejemplo. Una hora antes del debate anunció que se bajaba. Los argumentos son tan absurdos que ni siquiera los voy a reproducir. Conozco a Faig, he debatido con él en varias oportunidades, es una persona preparada y no creo que haya sido una decisión personal. Es que para mantener en el aire hasta el 26 de octubre las varias pompas hay que evitar el choque, el debate, la confrontación, y por ello lo expusieron a esa actitud y abandonaron un programa periodístico que todos reconocen por el equilibrio y las posibilidades de expresarse que ofrece.
No se trata de acumular anécdotas, ni de recurrir solo a figuras que son muy expresivas de la realidad. Se trata de analizar las causas y los objetivos.
Si Lacalle sigue por este camino de que en política económica mantendrá lo fundamental, que recurrirá a funcionarios de los gobiernos progresistas y que el debate electoral debe ser a los sombrerazos y los encuentros "casuales", es para generar la sensación de que nos encaminamos hacia un gobierno incoloro e inodoro, en cuya cima estará sentado Lacalle. Y eso es falso de toda falsedad.
El único tema que quieren dejar afuera de ese enjabonamiento pomposo es la seguridad y sobre él concentran toda su artillería.
El 26 de octubre se define el rumbo del país en aspectos fundamentales, en temas que tienen que ver con la vida de todos, aun de los más alejados de la política. No es una batalla entre los buenos y los malos, los sensibles y los insensibles: es una definición entre dos visiones sobre la marcha del país, entre el progresismo y las fuerzas conservadoras, porque además Lacalle no podrá hacer absolutamente nada en forma solitaria, tendrá que negociar todo con la otra parte de la derecha, con el Partido Colorado dirigido por Bordaberry. Y ese sí que no tiene pompas de jabón, tiene muy claro lo que quiere hacer.
También lo tiene claro Lacalle, lo único que se oculta detrás de las pompas. ¿Qué fue lo que cambió tan radicalmente en el pensamiento de Lacalle, de García, de Heber, de Penadés, de Trobo y de muchos otros experimentados y tradicionales dirigentes herreristas? Ver incluso la publicidad de la lista 71. No cambió absolutamente nada. Su horizonte político, sus alianzas y su visión social e ideológica es igual, lo único que cambió fue el marketing, el jingle, el edulcorado relato de las pompas de jabón. Debe ser duro moverse en esa política sin historia, sin pasado, sin tradiciones.
Falta poco, por suerte, porque corremos el serio riesgo de ahogarnos en medio de tanta pompa y tanto humo. Por suerte las urnas están bien resguardadas.

“EL FRENTE AMPLIO PRIVATIZÓ SECTORES CLAVES DEL ESTADO EN PROFUNDIDAD Y ABSOLUTO SILENCIO”



“¿Y EL PLEBISCITO DEL 92?”
Diputado José Carlos Cardoso




“¿Qué ha pasado con la historia reciente del Uruguay? ¿Ha habido privatizaciones? ¿Las privatizaciones siguieron funcionando? ¿Tenemos áreas del Estado absolutamente privatizadas sin norma que la acompañe? Esta es la verdad, este es el episodio relevante de los tiempos que corren y sin duda una herencia que nos dejará el Frente Amplio después de diez años de gestión. La izquierda gobernante ha privatizado áreas claves de la economía del país, absolutamente, como las más de 18 empresas de sociedades anónimas que hoy manejan recursos de Ancap” sentenció el legislador.

Cardoso analizó el tema en su audición radial Sin Concesiones que se emite por varios medios del país.

“En Uruguay se discutió con mucha intensidad hace muchos años el tema de las privatizaciones de las empresas públicas, cómo íbamos a hacer para que el Estado tercerizara algunas actividades. La palabra privatizaciones pasó a ser un latiguillo duro, acusatorio respecto a una forma de entender el Uruguay, ese Uruguay que deviene del Batllismo de principios del siglo XX con un Estado muy fuerte y muy activo en las más amplias actividades. Desde aquel entonces el Estado ha tenido una presencia muy importante en las más diversas estructuras de funcionamiento de la sociedad”, explicó el líder de la 71 de Rocha del Partido Nacional.

Agregó que “las privatizaciones fueron todo un debate básicamente económico , es decir, se hablaba de privatizaciones como una especie de tercerización de actividades que debieran mantenerse en manos del Estado”.



“ANCAP CREÓ 18 EMPRESAS PRIVADAS O SEMIPRIVADAS”



El también precandidato a la Intendencia de Rocha centró su análisis en la principal empresa del Estado: “Ancap es un ente estatal que está en manos del Estado, presidido por un Directorio con nominación política del Senado que ha creado 18 empresas bajo el régimen de sociedades anónimas. Una situación donde el Estado preside muchas de esas empresas. El propio presidente de Ancap es también presidente de alguna de ellas, en otras es parte mayoritaria con el 51 por ciento de las acciones y en otras es parte minoritaria, integra el directorio, pero la mayoría es una empresa privada.

¿Cuáles son esas empresas? ¿A qué se dedican? ¿Qué hacen? ¿Qué actividad tienen? ¿Con qué autorización legal Ancap, Ente Público, avanzó en un proceso de privatizaciones que desconocemos? A las pruebas me remito, el señor Gonzalo Riet, director de Ancap, dijo hace un mes en el Parlamento que algunas él ni recordaba cuáles eran”.





“NI ELLOS SABEN CUÁLES SON”



“Es decir, Ancap tiene sociedades anónimas que su directorio ni siquiera conoce en detalle y no podría explicar ante el Parlamento a qué actividades se dedican.

¿Es esta la privatización encubierta a diferencia de aquellas que se planteaban por ley?

Aquellas que el pueblo uruguayo rechazó cuando tuvo una oportunidad de opinar en el plebiscito de la ley de las empresas públicas del año 92. Las rechazó de plano y quedó claramente definido, por mucho tiempo por lo menos, que el país no quería un proceso de privatizaciones”, sostuvo.



“PALADÍN ANTI PRIVATIZACIONES PASÓ A SER EL GRAN PRIVATIZADOR”



“Sin embargo, llegó el Frente Amplio al gobierno , uno de los paladines anti-privatizadores, e inició un proceso de privatizaciones profundo, importante en áreas clave de la economía del Estado y paradojalmente, en el organismo más rico del mismo.

Ni qué hablar si nos referimos a la privatización de la seguridad. A ojos vista está que hoy los uruguayos tienen que protegerse por sí mismos, tienen que comprar rejas, tienen que comprar alarmas, tienen que contratar seguridad en el barrio. Los empresarios tienen que pagar a quienes trasladan los caudales, tienen que contratar cámaras de seguridad, tienen que pagar guardias armados. Basta entrar a cualquier supermercado para advertir la presencia de la seguridad privada en todos lados”, aseguró.



“SEGURIDAD:EL FRENTE AMPLIO HIZO EL MÁS PROFUNDO PROCESO DE PRIVATIZACIÓN DE LA HISTORIA DEL URUGUAY”



“El proceso más profundo de privatización en el Uruguay lo hizo el Frente Amplio y lo hizo con la seguridad. La seguridad está en manos de las personas y claro, los más ricos, los que tienen recursos con qué pagarla, pagan la mejor. Los que andan apretados con el bolsillo pagan lo que pueden y los más pobres no pueden pagar seguridad, por lo tanto son los que más sufren la inseguridad“, remarcó.

“En este asunto de las privatizaciones en el campo económico que vengo de demostrar podríamos entrar en detalle de qué se trata la privatización de Ancap, encubierta, hecha en silencio y a espaldas de la población.

Y el otro, el de la seguridad. A ojos vista no se necesita ningún documento para probar esto que estoy diciendo. Alcanza con andar por la ciudad, por cualquier lugar, para darse cuenta que aquel instrumento básico del Estado, que es el control de la seguridad pública, ha sido privatizado en absoluto silencio. La paradoja del paladín anti-privatizaciones que se transformó en el campeón de las privatizaciones. Eso sí, en silencio y a espaldas de la gente”, concluyó.

Enfermera española logra sanarse del ébola

Alerta mundial

Teresa Romero fue sometida a una nueva prueba PCR que dio negativa, pero en entre 24 y 48 horas se deberá confirmar el resultado con otro test.

Teresa Romero Ramos, enfermera contagiada con ébola. Foto: EFE
Madrid 
EFEdom oct 19 2014 17:01
El País 
Teresa Romero, la enfermera española que padecía de ébola desde hacía 21 días se ha sanado de la enfermedad según la última prueba PCR (cero carga viral) que dio negativa, según informó el diario ABC en base a declaraciones de la portavoz de la familia, Teresa Mesa, que recibió la noticia de los médicos del Hospital Carlos III de Madrid.

Pese a la buena noticia, la enfermera deberá ser sometida a otro test en 24 y 48 horas para confirmar que ha superado el ébola.
La portavoz ha dicho que hay que ser prudente pero le consta que los médicos son muy optimistas, y creen que el segundo test dará también negativo.
Romero contrajo el ébola al tratar al sacerdote español de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios enfermo de ébola, que fue repatriado desde Sierra Leona y falleció pocos días después. La investigación concluyó que la enfermera contrajo el virus por un error de procedimiento al quitarse el traje que la protegía.
Mesa también ha comentado que Romero ya sabe que el test ha dado negativo y se encuentra muy bien, eufórica y con muchas ganas de que le den el alta. "Está espectacular, ya se levanta, come prácticamente de todo y está muy, muy bien", ha añadido la portavoz, quien ha añadido que la auxiliar tiene muchas ganas de salir y de "enfrentarse al mundo".

La portavoz explicó que el médico le dio hoy la buena noticia a Teresa y ha insistido en que ella está muy animada aunque es consciente de que ha estado muy grave.

Mesa ha añadido que Romero ya se levanta, pasea por la habitación, aunque todavía se cansa y que ya no precisa de oxígeno.

INDISCIPLINA PARTIDARIA la columna de Hoenir Sarthou: Matar al mensajero


publicado a la‎(s)‎ 15/10/2014 23:07 por Semanario Voces

Las encuestas de intención de voto están empezando a señalar algo que la cúpula del Frente Amplio se ha negado porfiadamente, hasta ahora, a admitir y a considerar.
El hecho es que el Frente parece haber perdido intención de voto. Y la ha perdido por los dos extremos, “por derecha” y “por izquierda”, por decirlo de algún modo.
La pérdida de votos “por derecha” podría ser la causa, en parte, del crecimiento de la intención de voto al Partido Nacional (los votos “prestados”, ¿recuerdan?). Y sin duda es la causa del crecimiento de la intención de voto al Partido Independiente, que en las últimas encuestas alcanza un 3% de los votantes. En menor medida, algunos de esos disidentes “por derecha” podrían estar incrementando también la intención de voto en blanco o anulado. 
La disminución frenteamplista “por izquierda” podría ser la causa tanto de la aparición de la Unidad Popular y del PERI en las encuestas, cada uno de ellos con aproximadamente un 1% de los votantes, como –en buena medida- del entre 3% y 4% que le asignan las mediciones al voto en blanco o anulado.
Ese conjunto de factores hace que el Frente, a diez días de la “primera vuelta” electoral, cuente con una intención de voto varios puntos inferior a la que tenía en octubre de 2009.
Eso prácticamente confirma dos hechos ya previstos por encuestadores y analistas: a) que habrá balotaje en noviembre; b) que el Frente no obtendría mayoría parlamentaria.
Pero además insinúa otra cosa no tan previsible: que, de no producirse una reasignación importante de los votos en noviembre, incluso el triunfo en el balotaje podría estar comprometido. 
La reacción no se hizo esperar.
Buena parte de  la militancia frenteamplista salió agresivamente a la reconquista de votos. Y “agresivamente”, en este caso, no es una mera metáfora.
No sé cómo estarán siendo tratados los ex votantes frenteamplistas que este año tienen entre sus opciones la de votar a Mieres o a Lacalle Pou. No lo sé porque no tengo ese perfil.
Lo que sí puedo asegurar es que, para los disidentes “por izquierda”, es decir para los que tenemos como opciones votar en blanco, o anulado, o votar estratégicamente a alguna de las opciones de izquierda extrafrentista (UP, PERI, PT), la cosa no es sencilla.
Acusaciones, insultos y descalificaciones son la moneda corriente con que se pagan la discrepancia y la crítica, en especial si ésta viene “por izquierda”. “Traidor”, “vendido”, “le hacés el juego a la derecha”, son sus expresiones más corrientes.
Ese fenómeno pone de manifiesto dos cosas. Por un lado, el preocupante grado de intolerancia que padece una parte de la militancia frenteamplista. Por otro, la torpeza con la que cierto núcleo militante termina profundizando el problema que pretende corregir.
Hay una lógica perversa en la que muchos militantes frenteamplistas parecen caer. Es la idea de que todas las personas honestas y que no sean “de derecha” tienen la obligación moral de votar al Frente Amplio. La perversidad de esa idea radica en que invierte la lógica democrática. En lugar de ser el partido el que debe ganar a los ciudadanos con su discurso y sus prácticas, son los ciudadanos los que están obligados a votarlo aun cuando discrepen con su discurso o sus prácticas.    
Muchos de los disidentes de izquierda son ex militantes, gente con experiencia sindical y política. ¿Alguien cree que acusarlos de traición los hará cambiar de opinión? Otros son gente joven, movidos por causas que sienten como nobles, como el “no a la baja”, pero sin militancia ni adhesión vital a la tradición frenteamplista. ¿Alguien piensa que la agresividad y la presión harán otra cosa que retraerlos de la actividad política?
El Frente Amplio necesitará en el balotaje a todos los votos posibles. Las ofensas, las heridas, las decepciones y agravios que cause en octubre comprometerán sus chances de ganar en noviembre y de continuar en el gobierno. Eso deberían tenerlo presente quienes militan por él.
Por otra parte, los disidentes carecen de organizaciones que los regimenten. Cada cual ha decidido su actitud electoral por su cuenta. Cada uno de ellos no es más que el emergente de un estado de ánimo más general al que no ha dado causa y que no controla. Enojarse con los discrepantes, por tanto, no es más que el viejo recurso de “matar al mensajero”, al portador del mensaje que no se quiere oír.
Así las cosas, probablemente la cúpula frenteamplista  y sus candidatos deberán tomar una decisión. O bien continúan ignorando a los discrepantes y permitiendo que se los trate como traidores, con lo que arriesgan la elección, o bien admiten que algo no está marchando tan bien en la gestión de gobierno y se disponen a investigar y a considerar las razones de las discrepancias. Esa es la regla en una elección democrática. No al revés.
Hasta ahora, la cúpula frenteamplista parece haber errado en los cálculos. Sus integrantes creyeron que la postulación de Tabaré Vázquez bastaría para dar por liquidada la elección.
Tabaré Vázquez, mientras tanto, tensó al máximo la relación con el electorado tradicional del Frente. Su actitud ante los EEUU, su asociación con lo más retrógrado de la Iglesia Católica en el tema “aborto”, su jactancia, sus gestos demagógicos y su actitud autoritaria e imperial en la conducción, parecen haber agotado la paciencia de muchos frenteamplistas de la primera hora y también la de muchos jóvenes que hoy no se sienten representados por él.
El gobierno de Mujica, por su parte, continuó las políticas económicas iniciadas por Vázquez y Astori, centradas en la  megainversión extranjera, sumándole además la desprolijidad administrativa, la idea de que la voluntad política puede pasar por arriba de todos los límites y garantías jurídicas, y la proliferación de verdaderos “comisarios políticos” de dudosa capacidad en casi todas las áreas del Estado.
El resultado de todos esos factores está a la vista: el Frente ha perdido intención de voto.
Una fuerza política tiene límites que no debe traspasar. Si se aleja demasiado de sus raíces, de las convicciones y de la sensibilidad de  la base humana que le dio origen, corre el riesgo de desnaturalizarse y de perder incluso los resultados electorales a los que ha apostado.  
¿Qué ocurrirá en el futuro?
En octubre, contrariamente a los que muchos militantes frenteamplistas creen, no ocurrirá nada dramático. Ninguna de las fórmulas obtendrá el triunfo en primera vuelta, por lo que el gobierno no se definirá en ese momento.
En lo parlamentario, es previsible que el Frente pierda algunos legisladores y que la representación parlamentaria se diversifique. Seguramente habrá más legisladores del Partido Independiente y probablemente ingrese alguno de la izquierda extrafrentista, de la Unidad Popular y/o del PERI.
¿Eso es terrible?
No lo parece. A lo sumo permitirá oír a otras voces, hará necesaria la negociación para impulsar proyectos de ley,  e impondrá controles parlamentarios que hoy, con mayoría oficialista, no existen.
De modo que la elección trascendente, en la que se definirá el gobierno, será la de noviembre.
Para noviembre, la cúpula y la fórmula electoral del Frente se encontrarán probablemente ante una disyuntiva: u optan por seguir con el discurso triunfalista y acusatorio, sin admitir cuestionamientos, o investigan y atienden a las razones por las que han perdido votos, se sinceran, e intentan modificar algunas de sus líneas de acción.
Sospecho que el transparentamiento de la gestión, la exposición pública de los motivos de las decisiones de gobierno, la admisión y enmienda sincera de los fallos e iregularidades, por ejemplo, sería un buen inicio y alentaría a todos los discrepantes, tanto “por derecha” como “por izquierda”.
La pelota, entonces, está picando en la cancha de la cúpula frenteamplista.



CORTANDO GRUESO Por Alfredo García


publicado a la‎(s)‎ 15/10/2014 23:11 
 por Semanario Voces

Las columnas de Hoenir Sarthou de las pasadas semanas me pusieron en la encrucijada de hablar sobre mi opción en las elecciones de octubre, porque de alguna manera podría implicar que se identificara a VOCES  con su postura personal y como siempre en este “refugio de sueltos”, la libertad es cada día más libre.


“Era, para mí, la vida entera,
como un sol de primavera,
mi esperanza y mi pasión”.                                                                                                  
                                Tango Cuesta abajo

Decir que nací a la vida política con el Frente puede asemejar un intento de mostrar credenciales militantes, -como si eso tuviera algún valor- pero en realidad es una simple constatación de mi realidad personal. Me resulta imposible borrar recuerdos grabados a fuego como aquel discurso de un desconocido general que hablaba lento marcando las “eses” en una explanada municipal repleta de gente. Me acuerdo de las noches de engrudo y pegatina donde mi vieja, de puro piola nomás, salía arriba del camión porque mis diecisiete años me impedían salir solo ya que los milicos se llevaban sin discusión a los menores si nos paraban. Como olvidar las charlas en el comité 19 de Junio con “vacas sagradas” como Turiansky, Vidart, Rama o Crottogini, las discusiones con los “bolches y los latas”, la “Caravana por la democracia” de los partidos tradicionales, el acto final en la Av. Agraciada y las lágrimas derramadas por la derrota en la rambla  montevideana. Solo nos consoló el título del diario, creo que era El Eco, con las palabras de Seregni: “Ninguna revolución se hace en ocho meses”. Veinte días después fui testigo del Primer y único Congreso de Comités de Base del Frente Amplio con cerca de cuatro mil delegados de más de mil cien comités de todo el país. Vivíamos al mango, en una vorágine militante con una sociedad muy polarizada políticamente, donde los amigos de la infancia rápidamente podían convertirse en enemigos irreconciliables y perfectos desconocidos pasaban a ser entrañables compañeros. La década del setenta marcó como pocas a toda una generación, donde dar la vida por la causa era una posibilidad cierta y el desprecio por la “democracia burguesa” era una práctica cotidiana.

Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser.

                 Tango Cuesta Abajo

Luego vinieron los años del plomo, la distancia, muchas ausencias forzadas,  y el advenimiento de la apertura democrática nos encontró más viejos y más sabios. Prueba y error, pasamos por varias organizaciones, buscando un paraguas para cobijarnos, influyo quizás el espíritu gregario y la necesidad de alcanzar un sentimiento de pertenencia. “Suboficiales de derrotas”, sufrimos con el voto verde y las continuas palizas electorales y sindicales. Vimos caer muros que nos eran ajenos pero igual nos movían el piso. Experimentamos fracturas y divisiones varias y muchos laderos de viaje se fueron por otro rumbo. Pero a pesar de todo, como decía la abuela vasca del General: “los hechos son porfiados” y seguimos acumulando como proyecto de cambio. Las estructuras partidarias nos comenzaron a parecer más un corsé al pensamiento libre que un instrumento para la creación de nuevas ideas. Cambiamos la chacra sectorial y sus bemoles de internas peliagudas por una Olivetti 22 que nos permitía seguir dando de tanto en tanto algún aporte. Y nos convertimos en aquel otrora despreciado frenteamplista de a pie, que no se casa con nadie pero se compromete con todos. Así llegamos al 2004 y convertimos el llanto de julio por la muerte de Seregni en lágrimas de alegría de octubre cuando un inmenso mar rojo, azul y blanco festejó después de treinta y tres años la victoria. Y nació VOCES. 

Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murga se ríe, hay que saberse reír;
no pensar ni equivocado... ¡Para qué, si igual se vive!
¡Y además corrés el riesgo de que te bauticen gil!
                                                                   Tango Las Cuarenta

Cada uno elige el puesto de lucha que prefiere y un grupito de anormales optamos por esta quijotada de cada jueves. Sarna con gusto no pica dice el refrán, así que no vamos a hacer el recuento de todas las cicatrices que nos dejaron diez años de muchas uñas rascando fuerte o clavándose en nuestra epidermis periodística. Nos pusimos como tarea colaborar con el proyecto histórico y para cada uno eso tiene diferentes interpretaciones. A título personal, yo creo que el mejor aporte es marcar los errores en voz alta en lugar de callarse por aquello de no darle armas al enemigo. Demasiados silencios han demostrado históricamente a nivel universal que no se construye un mundo nuevo con obsecuencia o disciplina partidaria. Quiero ser profundamente claro, creo que en estos diez años se ha avanzado muchísimo en diversas áreas y hay un modelo en permanente elaboración que avanza con mayor o menor velocidad según sea el campo analizado. No veo una “conspiración neoliberal” en la interna oficialista y hace años que dejé de pertenecer al selecto grupo de  soñadores utópicos que ven todo en blanco y negro. Soy más aficionado a los matices y me rechinan los paradigmas globalizadores de cualquier pelo. No somos Suecia, Chile ni Nueva Zelanda, pero tampoco Corea del Norte, Cuba o Venezuela, por suerte. Creo que estamos intentando desarrollar, un poco a los ponchazos, un modelo propio, único y que aún no sabemos con certeza donde puede terminar. Pero existen riesgos, por supuesto y no me refiero a un triunfo electoral de la derecha, que puede pasar algún día, sin poner en peligro el rumbo iniciado, si hacemos bien las cosas. Y es acá donde a mi criterio está la clave de la izquierda uruguaya. ¿Estamos haciendo las cosas bien?  A mi entender hay dos problemas que se deben afrontar.  El primero es la formación de una casta burocrática de militantes fulltime que ha crecido a la sombra del poder estatal y que antepone sus intereses particulares, perfectamente maquillados de ideología, a los intereses del proyecto de cambio frenteamplista. Son los que hoy militan en un grupo y mañana están en otro partido, o en su defecto forman su propio sector para seguir pesando en la vida política. Disidentes u obsecuentes según como venga barajada la mano, pero siempre están en la vuelta. Hombres de corcho, permanentemente flotando en las esferas del poder. Mujeres también, ta!
El segundo tema es a mi criterio una división que existe transversalmente en el Frente Amplio entre lo que yo denomino izquierda republicana e izquierda dogmática. Las dos tendencias están representadas en todo el espectro frentista, no se salva nadie, y eso hace que muchas veces existan coincidencias supra sectoriales o discrepancias intrapartidarias, que afloran o se tapan según las circunstancias pero que más temprano que tarde llevara indefectiblemente a la implosión de las organizaciones actuales si se quiere avanzar. De lo contrario el Frente tal como lo conocemos hoy irá languideciendo, corriendo el serio riesgo de extinción. Parafraseando a consignas de otras épocas se trata de una revolución permanente o de una revolución en la revolución dentro de la izquierda uruguaya. Pero viendo el tiempo y el espacio no tengo más remedio que dejar esto por acá, casi, casi como que me fui al carajo con la idea inicial de esta nota. Dos pequeñas aclaraciones:
  1. Me gusta el tango pero nunca fui muy hincha de la filosofía tanguera.
  2. Más frentista que yo, ni Liber Seregni, con todo respeto.                                                                   Lo seguimos la semana que viene.