uestra historia tiene
una riqueza enorme, desde su fundador Don Rafael Pérez del Puerto hasta
todos y cada uno de los que con muchísimo sacrificio fueron haciendo
surgir esta ciudad dentro de este hermoso departamento, que hoy podemos
decir sin temor a equivocarnos, que se enorgullece de su potencial
geográfico y que se engrandeció siempre por la elevada cultura de su
gente.
Desde aquí, -“Donde nace el sol de la patria” como dice
nuestro Himno a Rocha en palabras de su creador José A. Ribot- a todos
aquellos que trabajaron con amor al terruño, con decisión y con mucha
firmeza, que nos dejaron una ciudad con una riquísima historia, base de
nuestro Patrimonio Departamental, vaya también nuestro recuerdo; a
todos los que nos precedieron, es que modestamente se dedica esta
recopilación, como homenaje a su magnífico legado.
A Uds. muy estimados amigos lectores: sepan que han
sido años de trabajo y búsqueda de materiales, esos mismos que nos han
enseñado que debemos estar agradecidos de ser hijos de este trozo de
Uruguay y de estar más que orgullosos de nuestros antepasados.
Comienzos de nuestra historia
Cronistas e
historiadores han consignado, aunque en forma dispersa, no pocos
aportes relativos al origen, evolución y hasta desaparición de
múltiples centros destinados a estimular el desarrollo social y cultural
del ambiente.
En todo proceso de evolución comunitaria las instituciones nacen,
crecen, subsisten o mueren; pero su trayectoria deja siempre el sello de
las relaciones positivas, más allá de las vicisitudes, de la suerte y
aún de los errores de los hombres.
En el Proceso Fundacional, hay una figura a la que le debemos nuestro
ser rochense, un hombre que aun hoy, no le hemos reconocido: Don Rafael
Pérez del Puerto, quien luchó con estoicismo y honradez, para lograr
su objetivo. Después de un apasionado período de búsqueda y de informes,
varios viajes desde y hacia la Fortaleza de Santa Teresa, logra la
autorización para la Fundación de la Villa de Nuestra Señora de los
Remedios de Rocha, en 1793.
Pasaron los años y nuestra ciudad se fue desarrollando y progresando. A
consecuencia de ella se fueron gestando nuevos sentimientos. “Rocha
luchaba…luchaba por su autonomía administrativa, meta inmediata y
necesaria para la consecución de los más caros ideales comarcanos”
Se concreta la Segregación Departamental en 1881 gracias al tesón de la
Comisión formada con tal fin que buscó apoyo en las autoridades
nacionales del momento, logrando el fin largamente esperado: tener
autoridades propias como Departamento, según la Constitución vigente ya
que gozaba de un número suficiente de habitantes y de producción
propia. Además superaba ampliamente a San Carlos y Maldonado en todo lo
relativo a la atención educativa. Un puntal para la concreción del
proyecto fue el apoyo encontrado en el Dr. José Pedro Ramírez,
legislador entonces por el departamento de Maldonado, quien en
definitiva acelera los trámites y se transforma en factor decisivo para
la promulgación de la ley.
Este acontecimiento acelera al año siguiente 1882 la Fundación de la
“Sociedad Porvenir”, creada según expresión fiel de sus estatutos para
“proporcionar ratos de solaz a sus asociados con recreos útiles y
provechosos”.
Entre los fundadores de la “Sociedad Porvenir” figuraban nombres de
ciudadanos de proficua y extensa gravitación en la vida departamental,
muchos de cuyos apellidos se prolongan hoy en las familias vinculadas a
la mejor historia rochense: Máximo Amorín y Brum, Martín Antuñano,
Peregrino Arias Olivera, Antonio Arrarte, Angelino E. Barrios, Mauricio
Barrios, Pío Justino Barrios, Víctor Barrios, José Bruggia, Carlos T.
Brunet, Eduardo Brunet, Feliciano Carré y Calzada, Pedro Cendán,
Alfonso Cifani, Augusto Corbo, Domingo A. Costa, José D’ Alto, Orosmán
de los Santos, Benito D. Domínguez, Juan Dufort y Queirolo, Pedro V.
Duguet, Honorio P. Fajardo, Emiliano Gabito, Juan Antonio Gallarza,
Pedro Lapeyre, Maximino López, Virgilio López, Laureano Lorenzo y
Losada, Antonio Mocoroa, Pablo Nansot, Víctor P. Pérez, Vicente M.
Piñeiro, Cirilo Poiso, José P. Ramela, Manuel D. Riestra, Lucio Sanz y
Sancho, Ventura Silva y Barrios, Miguel Sopeña y Ramón Vázquez Fajardo.
Es así que Rocha multiplicó su progreso luego de la
segregación. Se observa en ese entonces una recuperación económica, que
se vio reflejada precisamente en la construcción de edificios,
instalación de comercios en los distintos ramos, mostrando una ciudad
más activa, donde existían más opciones para sus pobladores.
Abundan en los periódicos del momento los avisos
comerciales con variada propaganda para los compradores: tiendas,
joyerías, boticas, carpinterías, herrerías, talabarterías y casas de
ramos generales.
En este entorno se crearon dos grupos de ciudadanos, los
que impulsaron con muchísima energía las actividades socio-culturales.
Unos eran los integrantes de la “Sociedad Artesana”,
los que se reunían en el “Teatro Progreso”, primer teatro que tuvo
Rocha, todos aquellos que tenían conocimientos en construcción,
talabartería, herrería, carpintería; en definitiva quienes se
desempeñaban en trabajos o tenían habilidades artesanales podían
integrar tal sociedad. El “Teatro Progreso” estaba ubicado, donde era –
y en parte es al día de hoy – la pista al aire libre del Club Social
Rocha.
Esta “Sociedad Artesana” – que tenía como actores
principales a los hermanos Rocca – es la que construye el “Teatro
Excelsior,” en 1897. Éste, está hasta el día de hoy ubicado actualmente
en la calle 25 de Agosto, entre 18 de Julio y Treinta y Tres; para los
de la tercera edad y memoriosos, tuvo como último nombre “La Fragata”.
El otro núcleo de ciudadanos se concentró en la
“Sociedad Porvenir,” la que estaba integrada por aquellas personas que
trabajaban, en su gran mayoría, en el campo y muchos de los cuales
contaban con una estabilidad económica muy importante, sin tener un
lugar fijo para sus reuniones sociales en la ciudad.
Al surgir, el Teatro Excelsior, los miembros de “La
Porvenir” se movilizan. Aquí debemos recordar a los lectores, que
nuestra ciudad aun tenía calles sin pavimentar y que los medios de
comunicación, eran los carruajes tirados por caballos.
Tampoco podemos olvidar que las damas y caballeros
lucían sus mejores galas para concurrir tanto a las reuniones sociales
como a las religiosas.
Los que no contaban con carruaje propio lo podían
alquilar, aunque la mayoría recorrían las calles, para lucir su
indumentaria.
Hay que resaltar que la “Sociedad Porvenir,” buscó
siempre en sus actividades sociales y culturales, ofrecer a sus
asociados en particular, una serie de servicios, organización de
veladas literario – musicales, aclarando, que eran veladas nocturnas y
por lo general se presentaba una parte de interpretación poética,
mediante el recitado del autor, lectura de ensayos cortos, sobre temas
universales: la patria, el amor, la madre. La parte musical a cargo de
intérpretes locales o invitados, acompañados de instrumentos.
Se creó la Primera Biblioteca Pública, por el gran esfuerzo de sensibilizar ala Comisión, de don Pedro Lapeyre.
El proyecto de construir un Teatro de “La Porvenir” o
“Coliseo de Plaza Independencia”; se venía manejando de casi una década
atrás, tal como se muestra en un documento de la época que dice:
…“Parece que pronto tendremos en Rocha, un Teatro construido con todas
las reglas del arte y con frente a la Plaza Independencia…”
(Diario “La Democracia” 1900)
La inauguración del Teatro
El progreso sentó
sus reales en Rocha en ese principio de siglo. Así en 1908 se produjo
la inauguración del emblemático “Hotel Arrarte” y la construcción
del puente del “Paso Real”, histórico camino que en forma por demás
precaria entonces comunicaba nuestra ciudad con la lejana capital
nacional. En 1909 hace su aparición el servicio de energía eléctrica.
Ante la creación por ley de los municipios inició en su novísimo
edificio propio sus actividades el naciente gobierno municipal el que
cumpliera el año pasado su centenario al servicio de la comunidad.
En ese año la “Sociedad Porvenir” hizo entrega al
Sr. Intendente Municipal de Rocha Don Eliseo Marzol, de la solicitud
para la construcción de un teatro en el terreno que dicha Sociedad
poseía en la calle Chuy (hoy 25 de Mayo) esquina Polonio (hoy Prof.
Dagoberto Vaz Mendoza).
Firmada la solicitud, el Presidente de la Sociedad
Don Benjamín Graña, el 1º de junio de 1909. La memoria descriptiva de
lo obra fue elaborada, por un colaborador de la Sociedad, el Ing.
Grille, profesional a la vez que se desempeñaba como Inspector Técnico
Regional.
Se adjunta a este trabajo copia de la Memoria Descriptiva
correspondiente; donde se efectúa el detalle completo de la obra, allí
están además dos integrantes de la Sociedad Porvenir firmantes; pero
estamos en condiciones de afirmar que eran seis los miembros que en
definitiva, llevaban la responsabilidad de la empresa.
El Teatro fue inaugurado el 23 de enero de 1910, sin estar terminado,
pero con la correspondiente autorización de las autoridades, firmando a
tales efectos el Ing. Grille.
Llegamos así a lo que fue la inauguración oficial del Teatro de “La
Porvenir”, como se le denominó en un primer momento o “Coliseo de la
Plaza Independencia.”
La noticia no pasó desapercibida para la prensa de entonces y el diario
“La Democracia” hizo comentarios al respecto, previo a la primera
actuación:“Compañía Capdevilla – Anuncia las funciones de la temporada,
pues piensa retirarse de inmediato para la República Argentina. Mañana
representará en el Teatro de la “Porvenir” el grandioso drama en cuatro
actos, “El Honor”. Y la graciosa comedia en un acto “Granete”. Señoras
y Señoritas; al Teatro en esa noche, que parecerá será de las últimas
de la temporada que nos ofreció, la excelente y muy completa Compañía
Capdevilla; pero una recomendación, aquí para “inter nos”, a las que
concurran a platea: dejad en casa los sombreros; ¡por favor!, evitad
las reprimendas severas de los Gonzalo González y tantos otros mártires
de la gigantesca indumentaria de vuestras extremidades superiores”.
En otra parte de esa edición correspondiente al 22 de enero de 1910 se
escribió: “LA INAUGURACIÓN DE MAÑANA” -“Como dice en otro suelto,
mañana tendrá lugar la primera representación en el Teatro de la
“Porvenir”, subiendo a la escena obras importantes. Esperase a pesar de
las circunstancias, una numerosa concurrencia. La función anunciada
para esta noche, en el más antiguo Teatro, ha sido suspendida, en razón
de necesitar los artistas todo el tiempo para la preparación
conveniente del nuevo. Conviene hacer presente una cosa: el moderno
teatro resuelve un problema, y es hacer que la familia del artesano,
como todas las de más modesta posición social puedan participar de las
representaciones teatrales sin imponerse sacrificios pecuniarios. Para
eso la Cazuela con entrada independiente, y que queda – conviene
saberlo – haciendo bis a bis con el Paraíso. ¡Y de la Cazuela al
Paraíso o viceversa, se cruzan unas miradas¡ que… que no hay más para
donde ir”.”