¿Laicidad o laicismo?
Semanario Voces
Este es un debate recurrente en el Uruguay. Que
las niñas hijas de familias sirias vayan o no con un velo a la escuela
puso otra vez en debate el tema de la laicidad, si eso afecta o no la
laicidad.
Desde nuestro punto de vista un niño cristiano con un crucifijo
en su cuello, un niño judío con un kipá sobre la cabeza, una niña
musulmán con un velo como usan los árabes, no afecta la laicidad
porque esa es la libertad individual .
La laicidad se aplica desde el concepto vareliano de 1878 para
respetar a las familias a las que se les obliga a educar a sus hijos.
El concepto básico, central, el pilar de la educación pública uruguaya
es la obligatoriedad y, para hacerla obligatoria, Varela estableció que
debe ser gratuita y laica.
No puedo hacer que los padres lleven a sus hijos a la escuela y
al mismo tiempo impartir confesionalmente una educación que ponga al
niño en sintonía con una religión. Tengo que respetarlo a él y a su
familia que sí tiene toda la libertad de profesar una religión y por
tanto de cultivar sus valores morales, espirituales, y por tanto
guardar sus mandatos que pueden llegar a su vestuario y que para nada
ofenden a un tercero.
Durante buena parte del siglo 20, lo que hubo fue una práctica
del “laicismo”, es decir, una suerte de hostigamiento a las
religiones.
Nos resulta imprescindible poner esto blanco sobre negro en un
debate como el que se está dando. No se puede hostigar a las religiones
.Varela, el constructor de la educación pública uruguaya, llegó a
defender también la idea de que los niños podían asistir en otro
horario al mismo edificio escolar a recibir instrucción religiosa. “Así,
parécenos que una de las mejores soluciones dadas en la práctica a
esta cuestión, se encuentra en las Cámaras Holandesa” decía Varela y
citaba…- “Los instructores se abstendrán de enseñar, de hacer o de
permitir todo lo que pueda herir las creencias religiosas de las
comunidades a las cuales pertenecen los niños que frecuenten la
escuela. La enseñanza de la religión es abandonada a las diversas
confesiones. A este efecto, los locales de escuela estarán a la
disposición de los discípulos fuera de las horas de clase”. (La Educacion del Pueblo. Capìtulo XI. La Educación Dogmática. José Pedro Varela)
Claro, contundente, sin ambigüedades, esto es laicidad. Varela
establece con total claridad el rol de la escuela y el maestro como
actores del sistema educativo y lo diferencia de las posiciones de las
familias y los niños.
De manera que es equivocado sostener que los niños no puedan
concurrir vestidos como indican sus costumbres. Por supuesto, por
encima va la túnica, pero el niño podrá llevar consigo aquellas partes
del vestuario que su cultura se lo indique.
Ese es el pluralismo del Uruguay, el concepto plural que hemos
defendido y defenderemos siempre. Cada uno es lo que es y queda claro
que ni el maestro ni la escuela pública ponen en marcha una educación
confesional. También queda claro que no se ponen condiciones de esa
naturaleza para concurrir a la escuela. Así entendemos este debate.
Una Nación formada por corrientes migratorias plurales y diversas se
acostumbró tempranamente a recibir en su seno el pensamiento diverso.
La Escuela Publica uruguaya fue la síntesis y el campo que definimos
como la construcción de la igualdad en el respeto a la diversidad. Son
los fundamentos del Uruguay liberal, democrático y republicano del que
gozamos.
Maestro JOSÉ CARLOS CARDOSO
Senador