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lunes, 3 de agosto de 2015

EL VELO.: LAICIDAD Y PLURALISMO Senador José Carlos Cardoso


¿Laicidad o laicismo?
Semanario Voces
 

Este es un debate recurrente en el Uruguay. Que las niñas hijas de familias sirias vayan o no con un velo a la escuela puso otra vez en debate el tema de la laicidad, si eso afecta o no la laicidad.
Desde nuestro punto de vista un niño cristiano con un crucifijo en su cuello, un niño judío con un kipá sobre la cabeza, una niña musulmán  con un velo como usan los árabes, no afecta la laicidad porque esa es la libertad individual .
La laicidad se aplica desde el concepto vareliano de 1878 para respetar a las familias a las que se les obliga a educar a sus hijos. El concepto básico, central, el pilar de la educación pública uruguaya es la obligatoriedad y, para hacerla obligatoria, Varela estableció que debe ser gratuita y laica.
No puedo hacer que los padres lleven a sus hijos a la escuela y al mismo tiempo impartir confesionalmente una educación que ponga al niño en sintonía con una religión. Tengo que respetarlo a él y a su familia que sí tiene toda la libertad de profesar una religión y por tanto de cultivar sus valores morales, espirituales, y por tanto guardar sus mandatos que pueden llegar a su vestuario y que para nada ofenden a un tercero.
Durante buena parte del siglo 20,  lo que hubo fue una práctica del “laicismo”, es decir, una suerte de hostigamiento a las religiones.
Nos resulta imprescindible poner esto blanco sobre negro en un debate como el que se está dando. No se puede hostigar a las religiones .Varela, el constructor de la educación pública uruguaya, llegó a defender también la idea de que los niños podían asistir en otro horario al mismo edificio escolar a recibir instrucción religiosa. “Así, parécenos que una de las mejores soluciones dadas en la práctica a esta cuestión, se encuentra en las Cámaras Holandesa” decía Varela y citaba…- “Los instructores se abstendrán de enseñar, de hacer o de permitir todo lo que pueda herir las creencias religiosas de las comunidades a las cuales pertenecen los niños que frecuenten la escuela. La enseñanza de la religión es abandonada a las diversas confesiones. A este efecto, los locales de escuela estarán a la disposición de los discípulos fuera de las horas de clase”. (La Educacion del Pueblo. Capìtulo XI. La Educación Dogmática. José Pedro Varela)
Claro, contundente, sin ambigüedades, esto es laicidad. Varela establece con total claridad el rol de la escuela y el maestro como actores del sistema educativo y lo diferencia de las posiciones de las familias y los niños.
De manera que es equivocado sostener que los niños no puedan concurrir vestidos como indican sus costumbres. Por supuesto, por encima va la túnica, pero el niño podrá llevar consigo aquellas partes del vestuario que su cultura se lo indique.
Ese es el pluralismo del Uruguay, el concepto plural que hemos defendido y defenderemos siempre. Cada uno es lo que es y queda claro que ni el maestro ni la escuela pública ponen en marcha una educación confesional. También queda claro que no se ponen condiciones de esa naturaleza para concurrir a la escuela.  Así entendemos este debate. Una Nación formada por corrientes migratorias plurales y diversas se acostumbró tempranamente a recibir en su seno el pensamiento diverso. La Escuela Publica uruguaya fue la síntesis y el campo que definimos como la construcción de la igualdad en el respeto a la diversidad. Son los fundamentos del Uruguay liberal, democrático y republicano del que gozamos. 

Maestro JOSÉ CARLOS CARDOSO
Senador

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