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jueves, 10 de marzo de 2016

Alfredo Zitarrosa La casa del Barrio Sur

El Observador

  "Recuerdo dos barrios que son los que están impresos en mi sensibilidad: La Unión y el Barrio Sur", comentaría años más tarde Zitarrosa en una entrevista del programa español A fondo. Alfredo vivió ocho años en una casa ubicada en la calle Yaguarón, a media cuadra del Cementerio Central. Allí comenzó a componer canciones y ese era un lugar frecuente de encuentro para sus amigos. "Pasábamos horas, cantando y tocando la guitarra", comenta Lucio Muniz, coautor de "De no olvidar", canción incluida en el primer disco de Alfredo.
"De tanto vivir frente
del cementerio
no me asusta la muerte
ni su misterio"
(Coplas del canto)
La madre de Zitarrosa alquilaba habitaciones de la vivienda. Cristina Zitarrosa recuerda la importancia que la casa de Yaguarón tuvo para su hermano: "En esos escalones conoció a Vallejo y a Rilke". Era común que los conocidos de Alfredo tiraran piedritas a la ventana para no molestar a los inquilinos con el timbre a altas horas de la noche.
Cristina cuenta que "allí vivía toda clase de gente, era una especie de zoológico". La casa tenía cinco cuartos y en un entrepiso con ventana a la calle dormía Alfredo. Esa habitación, conocida como la "buhardilla", era una pieza muy pequeña, donde convivían una cama, dos bibliotecas, la guitarra, un busto de Beethoven y la calavera Josefina, en la que Alfredo había escrito: "No pienso, pero existo".
Esa fue una época fermental en lo artístico e intelectual para Zitarrosa. Eran tiempos del Café Montevideo y el Bar Outes, lugares donde celebraba frecuentemente un culto a la amistad y la bohemia.
En el exilio mexicano, Alfredo se refirió a su querido Barrio Sur de esta manera:
—De Montevideo, ¿qué es lo que más extraña?
—Se extraña todo, pero de la ciudad lo que más extraño es la rambla y algunos fragmentos del Barrio Sur.
—¿Cuáles?
—La placita... caray... me olvidé el nombre de la plaza. Tendría que escuchar la canción que dice "ya nadie me espera en la plaza". Extraño el olor a creolina de la fábrica de enfrente. Viví durante un período de mi vida en una buhardilla, justo enfrente de esa placita, al costado del Cementerio Central. ¿Cómo se llamaba esa placita?


Zitarrosa antes de Zitarrosa

 

Una visita al origen del cantor más oriental y la historia de cómo nació su primer disco, Canta Zitarrosa.

" La vida, la creación, la justicia, la libertad. Son los grandes valores que uno defiende y siente como su
tarea, aquello que debe decir una y otra vez, aunque aburra "

Una voz única, en el momento justo

El locutor se había convertido en cantor profesional. Sus temas
copaban las radios y encantaban al público, que ya reclamaba saludos y autógrafos. Él se ponía incómodo porque no se adaptaba a la fama
repentina. Muchas veces usaba anteojos oscuros para caminar tranquilo por Montevideo, pero esos intentos a menudo fallaban y terminaban en un"mirá, Zitarrosa de lentes".
En 1965, con 29 años, Alfredo Zitarrosa era una revelación en la música nacional. Su disco simple El canto de Zitarrosa, que incluía los temas "Milonga para una niña", "El camba", "Mire amigo" y
"Recordándote", había sido un éxito de ventas y lideraba rankings en
competencia con los Beatles. Cuando al año siguiente publicó su primer larga duración, Canta Zitarrosa, que en 2016 cumple 50 años, esa voz grave y profunda ya se esparcía sin freno por todo el país.




 Clic en este enlace
Zitarrosa antes de Zitarrosa

La Oficina Territorial del MIDES-Rocha, comunica que están abiertas las inscripciones para PERSONAS CON DISCAPACIDAD para Uruguay Trabaja Edición 2016.


En esta edición de Uruguay Trabaja hay un cupo nacional del 4% para personas con discapacidad.
Uruguay Trabaja es un programa socioeducativo-laboral, creado por la Ley N° 18.240, que se propone generar mayores oportunidades de inclusión social mediante el trabajo, facilitando procesos de integración a través de estrategias socioeducativas. Está dirigido a personas desocupadas, de larga duración, que integren hogares en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
¿Quiénes pueden inscribirse?
Entre 18 años y 64 años de edad.
Nivel educativo: no haber terminado 3er. año de Liceo o UTU.
Se encuentren en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
Se encuentren desocupados/as por un período mayor a dos años.
No hayan participado en cualquiera de las ediciones del Programa “Uruguay Trabaja” por más de tres meses.
Las tareas tienen que ver con refracción y reparación de obras públicas, por ejemplo albañilería, tareas de construcción y pintura.
Si estás interesado en participar en la edición de 2016, tienes discapacidad y cumples los requisitos, te puedes inscribir en las siguientes fechas y horarios:

- Miércoles 16 y jueves 17 de marzo, de 10 a 14 horas en Sala 2 de Mayo de CASTILLOS, Comedor Municipal de LA PALOMA y Oficina Mides en LASCANO.
- Miércoles 16 a viernes 18 de marzo, de 9 a 15 horas en la Oficina Mides en ROCHA.
Por consultas:
TEL 4472 6904

ENRIQUE ESTRÁZULAS (1942 – 2016) - EL TATUAJE DEL PARAÍSO



Por Hugo Giovanetti Viola

Enrique Estrázulas saltó a la notoriedad tontovideana en 1968, cuando su segundo poemario terminó llegando a placé en un importante concurso nacional y Juan Carlos Onetti, haciendo renacer al legendario Periquito el Aguador, apedreó Marcha con un suelto donde no sólo profetizaba que el autor de Fueye iba a ser insoslayable en nuestro futuro literario sino asombrándose sarcásticamente, además, de que algún otro plumífero incipiente pudiese haberle ganado.

Yo era muy joven como para darme cuenta de que aquel pequeño y saludable escándalo era digno de los tsunámicos despelotes novecentistas, pero en el ambientún culturoso no pasó nada. Marcha ya se había vuelto una fariseica pasarela del glamour y el charco ninguneó olímpicamente la provocación del Viejo.

A mí me sirvió, en cambio, para comprar Fueye, deslumbrarme con la garra gardelera y vallejiana de aquella poesía tan refinadamente sufridora y me las arreglé para localizar al Quique en la redacción de El País y pedirle que me firmara un ejemplar.

Charlamos un rato largo, y recién al bajar a la calle pude vichar la dedicatoria donde el  hombre-muchacho de prestancia patricia me pedía que no creyera en las mentiras de Onetti.

Otra cosa que hice fue rastrear al ganador del concurso, que ya vedetteaba en la página literaria de un diario independiente de la época, y me di cuenta enseguida que atrás de lo que escribía nunca iba a existir nadie.

(Con el tiempo hizo muchísima “carrera” literaria, aquí y en Yanquilandia, garrapateó  ponciopilatianamente a la guerrilla para lucirse en Cuba, fue catedrático de Humanidades y terminó siendo uno de los figurones culturales más paupérrimos y calamitosos de la administración mujiquista.)

Yo me reencontré con Estrázulas recién al volver de París en el 75, cuando él ya trabajaba en la página literaria de El Día, donde colaboró con la difusión de muchísima gente sin hacer distinciones de ningún tipo.

(Al él, sin embargo, el ambientún internacionalista ya lo había excomulgado de por vida desde que votó a Wilson Ferreira Aldunate en el 71, pero durante la dictadura no hubo más remedio que usarlo simpatiquísimamente.)

Y me acuerdo, Quique, que una tarde muy soleada de otoño nos cruzamos en un boliche de 21 de setiembre, nos tomamos dos jarras de tinto y pasamos a buscar a tu hijita María porque yo me ofrecí a arrimarlos a Malvín en la camioneta de mi padre. Y a la altura de la Isla de las Gaviotas se me ocurrió doblar por Enrique Estrázulas y decirle a la niña de tus ojos que la calle se llamaba así en homenaje a vos y ella miraba los cartelitos de las columnas y la inocencia le resplandecía como en una Mañana de Reyes.

Hace pocos años nos vimos en un acto que hubo en Agadu y me dijiste que nunca te ibas a olvidar del paseo por Malvín.

Ahora te están velando y te confieso que recién acabo de entender, escribiendo esta paginita recordatoria, que aquella tarde fuimos tres niños anclados en el paraíso, como escribiste a propósito de Pepe Corvina.

Y que esa fue tu obsesión desde que empezaste a sentirte solo como un clavo en una pieza que nunca más abrieron: ver entornarse la puerta que Charlie Parker le hizo soñar a Julio para que contemplara un rayo de eternidad radiante.

Y todo esto te lo cuento directamente a vos porque Onetti tenía razón y después que escribiste Carta a mi padre te transformaste en un poeta insoslayable de la literatura de todos los tiempos.

Acordate que al final el huérfano sentencia: No olvides / que después de la muerte ya no hay otra.

Y yo también creo eso.

Así que sosegadamente me despido con un “Hasta pronto, hermano”.

Ante el asesinato de David Fremd, Directivo de la Comunidad Judía de Paysandú Comisión Directiva ACI Zhitlovsky .




COMUNICADO DE PRENSA

Como es de público conocimiento en el día de ayer fue violentamente asesinado en plena calle el señor David Fremd, Directivo de la Comunidad Judía de Paysandú.

Nuestra Institución se solidariza con su familia y seres queridos y condena tan horrible suceso.

La forma elegida y el contexto del homicidio hacen presumir que se trató de un ataque por su condición de judío y en ese sentido llamamos al pronto esclarecimiento de este hecho por parte de las autoridades competentes.

Como judíos y uruguayos debemos estar muy alertas, las formas que hoy en día adoptan los extremismos, los fundamentalismos y la xenofobia son múltiples y cambiantes, se puede tratar de grupos organizados o personas individuales, pero la acción es igualmente peligrosa en un mundo globalizado y conectado a través de redes que pueden generar adeptos a pensamientos y prácticas aún inéditas en nuestro país.

Una vez más decimos que ningún pueblo es nuestro enemigo y que nos sentimos hermanados con todos aquellos que apelan a la tolerancia, la fraternidad entre los pueblos y la negociación para dilucidar cualquier conflicto en el planeta.


Comisión Directiva ACI Zhitlovsky