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jueves, 28 de abril de 2016

MEMORIA OLIMAREÑA PARA RONDAN MARTINEZ. Escribe Sergio Sánchez Moreno.





Poeta de aguas varias, sangre charrúa te reclama. Lanza en pleno vuelo, tu poesía está encontrando destino

¿Por qué será que todo pueblo debe lo mejor de su canto a un humilde ranchito o a lo vivido en modestas  piezas de hoteles o pensiones?.  El rancho del Nico o la humilde Vaca Azul de Rubén Lena, el rancho del Macario Pereira,  de José Carbajal El Sabalero, el hotel de Bachicha Lencina donde vivió Zitarrosa un buen tiempo. Lugares fermentales. Pasar el tiempo aparentemente diciendo nada constructivo. Pues fueron fraguas de donde nació buena parte del saber y entender de estos geniales comunicadores.
Pues aquella pequeña ciudad del Chuy, modestísima y hermosa, de calles y carreteros imposibles, Chuy con la sonrisa vendedora de  Samuel Priliac… tuvo también su rancho. La modesta pieza de Mariolina, donde un salteño exiliado en el Chuy vivía acompañado de la atenciones diversas de dos tías ancianas y rodeado de gente de tiempo perder, que en lugar de hacer algo productivo, gastaba horas discutiendo o conversando de historias , de lecturas, escuchando músicas. Nada bueno podía esperarse saliera  de ese lugar donde además,  me contó uno de sus contertulios, las tías se encargaban de bendecir con el hermoso crucifijo que “el patrón” Samuel le había regalado a su sobrino. No tengo ni idea de quienes iban a pasar el tiempo con José María Rondan Martínez, el dueño de casa… pero seguro que unos valores llamados Wilkins Machado,  Jesús Perdomo y Julio Dornel tenían abonos y jugaban de locatarios. Pero que tercos son estos tipos… porque estando allí acompañaron el nacimiento de mucho de los mejor que produjo Frontera Chuy  y sobre todo, la obra de uno de los mejores poetas uruguayos. Salieron de  la humilde piecita de Mariolina:
Genealogía
Un libro muy bien  comentado por todos los que ha accedido a  él… no es mi caso. Dedica poesías a su sangre Charrúa, pero con cariño, desde adentro, con dolor y con rebeldía, con honor y con amor por sus ancestros. Con este libro en ciernes fue de Chuy a Salto  y lo publicó en su tierra natal en 1967.Me contó el profesor Jesús Perdomo que  Rondan Martínez fue,    la persona conocida que  se sintió más   orgullosa de ser charrúa.

Latitud Chuy
Libro de poemas de Rondan que gana la 5ª Feria del Libro y el Grabado de Montevideo.
Artigas compañero
Obra magna de Rondán, donde le dice a Don José, recorriendo su historia, sus compañeros, su lucha y sus amores, que ya es tiempo de volver porque lo esperan los trabajadores de este tiempo para impulsar sus sueños y hacer marchar la patria por rumbo bueno.
Mucha historia después, dos muchachos de la ciudad de Rocha reciben el poema y lo hacen canción. Dulces rebeldías y ternuras de lucha trae esta creación… no solo en los cantos sino además por la  musicalización  hermosa y emocionante… que  completan una de las mejores canciones  de nuestra canción popular actual. Me dirán que de todo un libro se conoce solo un poema. Qué bueno que se conozca este poema, porque hermosas poesías esperan   lectores para trascender de la pluma original a sus nuevos dueños… pero no siempre estos las descubren para   adoptarlas. Esta canción, poema nació y es… con la entonación de Solipalma una de las más preciadas  canciones del siglo XX,  vivísima  y vigente en el panorama actual de nuestra canción popular nacida en el interior. Gracias Fernando Rótulo, gracias JorgeGriott.


Ahora es tiempo
“Ahora es tiempo de saber tu nombre,
“de repartirlo en surco y en espiga,
“de humanizar el bronce, refundirlo,
“en molde humano, humana perspectiva.
“Tiempo de las reformas sustanciales,
“la tierra libre, fértil la semilla,
“la  fábrica en mano del obrero,
“rocío agrario, sol, ganadería.
“Tiempo de tu retorno, de tu encuentro
“con el hombre en la siembra campesina,
“tiempo de la lectura interminable,
“del paisaje bañando las pupilas.
“El mar, el río, el pájaro y el cielo,
“el árbol conversando con la orilla.
“Hay que tocar maderas musicales
“de sufridas guitarras nativistas,
“acariciar tu nombre en los fogones
“que el crepúsculo enciende en las cuchillas.
Parte hablada…
“hay que hablarle al que sufre de esperanzas
“y alumbrarle tristezas y neblinas.
“Hay que saberte ahora entre nosotros,
“como un obrero más, que cada día
“acude a la jornada, nos alienta
“con palabras  de luchas, comprensivas
“voces que nos señalan horizontes.
Sigue canto…
“Ahora es tiempo ARTIGAS, viejo ARTIGAS,
“de ubicar tu sonrisa en la mañana,
“de escamotearte estrella infinitas,
“y plantarlas en cantos y guitarras”.
“Hombro con hombro, en alto tu bandera,
“El grito libre, río sin orillas,
“contigo en horizontes y pamperos,
“vamos hacia la aurora PADRE ARTIGAS”.

H V 7 BIS
José María RondánMartínez… muy estimado por el genial Enrique Amorin, se fue de Salto un día y  se radicó con unas  tías por 1960 en el Chuy.  Tuvo 3 hijos: José Enrique, Esther y Carla. La nieta (Sofía) hace poco fue protagonista de un acto de reconocimiento y bienvenida que su pueblo natal le tributó. Fue guardia aduanero pero administrativo, fue un enorme escritor y un gran bohemio. Y como gran bohemio sucumbió al alcoholismo. El Director de Cultura de Salto en el homenaje antedicho, en 2014, decía “ ¿quién escribe desde la locura no estando loco y habiendo vivido en un manicomio? Solo Rondán Martínez. Estuvo internado por voluntad propia para tratar de curarse del alcoholismo.” Muchas veces, autores de la misma época  que Rondán,  le cantan al vino en tono elogioso.  Rondán tenía esa lucidez de no desearles  mal a otros.  Siempre estuvo  tratando de salir del alcoholismo y cuando escribe sus poemas lo hace desde el dolor. Por eso, sabiendo todo lo mal que hace el veneno del abuso del alcohol,    ingresa al Hospital Vilardebó.Y  allí nace el cuerpo de poesías que componen H V 7 BIS. Es LA visión  de  un ser humano dolorido pero de una lucidez increíble,  describiendo a quienes están a su lado, pero que están tratándose por otro motivo, por demencia.  Pocas veces se han leído poemas más desoladores y tristes.

HV7 Bis - VI
DÍAS interminables me socavan
túneles infinitos
y hombres con sus alforjas bajo el brazo
van y vienen por corredores húmedos.
Tienen
grotescas expresiones de animales adultos,
carcajadas salobres
y desde sus gargantas prisioneras
estallan las canciones como rosas.

O este otro:
HV 7 Bis- III

DOMINGOS con visitas
apresuradas, tiernas, bondadosas,
acariciando el pómulo, inquiriendo por nuestras
soledades
corno si niños fuéramos.
Quieren tocar el corazón, sentirlo
para saber si late como siempre
y nos miran muy hondo
haciéndonos llorar.
Después se van de a poco
dejando sus olores familiares
sus dedos temblorosos
el eco de sus voces
el recuerdo habitual y compartido.
Casi como un dolor
el ruido de sus pasos nos aflige
sembrándonos tristezas,
melancolía de atardeceres pueblerinos,
el beso de los niños,
la cuchara y el plato de la cena.
Y nos quedamos solos
mirando más allá de la llovizna
este domingo gris.

El taipero
Claro que es la creación más famosa de Rondan Martínez. Ha logrado ser folklore, es decir música popular de la que ya no se sabe el autor. Si hay una creación que ejemplifica además,  la interacción de aquel grupo de amigos  que se reunían en modesta pieza de Mariolina en el Chuy de 1960,  esa es El Taipero.
Esta canción fue grabada en 1967 por Alfredo Zitarrosa en su tercer disco larga duración, disco de vinilo que tenía 6 o 7 canciones de cada lado. Ese mismo año el LP titulado Del Amor Herido y donde estaba además Pal Que Se Va y Del Cardal, es reeditado totalmente por el sello Orfeo y ahora mejor distribuido, por más que sus discos para el modesto sello Tonalvolaron. Se agotaban apenas editados.
En 1965, el profesor de historia y de música Jesús Perdomo, hombre de Castillos, andaba por la vecina ciudad del Chuy. Allí hizo relación con dos personas claves en la historia de la canción, el guardia aduanero Rondan Martínez y el guardia civil Julio Dornel. Julio es nacido en La Charqueada pero la vida lo llevó hace añares al CHUY donde hoy es uno de los mejores periodistas de identidad y memoria del país.  Jesús Perdomo es un nombre propio de la cultura de todo el departamento de Rocha. Escritor, dramaturgo, historiador, músico y musicólogo, autor de innumerables artículos en diferentes publicaciones es también autor de tres libros esenciales a la historia rochense. En la época Perdomo tenía un conjunto llamado Los Orejanos que andaba en búsqueda de repertorios orientales. Pero, como no abundaban las canciones del pago… se mandaron a hacerlas.
Dornell, el único de botas embarradas, fue el que les contó la vida de los taiperos. Rondán emocionado escribió la letra y el profe Perdomo le sumó el ritmo tan particular. No fue fácil, hubo mil ajustes, pero después nació El Taipero. Un día de 1966, Los Orejanos van a cantar a Lascano. Actúan en el cine y después se van adonde recalaban los guitarreros, la peluquería de Amado Segovia. Los músicos eran agasajados con asado y vino y después pagaban cantando, con la salvedad de que Amado les grababa. Poco tiempo después, el que llega es Zitarrosa. Y se cumple el mismo ritual, pero en la previa Amado les hace escuchar la grabación de El Taipero y se cuenta que Alfredo casi les gasto la cinta escuchando, memorizando la melodía y luego apuntando la letra. Perdomo nos decía que "No sabemos si por la deficiencia de la cinta o por el buen vino, Alfredo anotó mal algunas palabras. Pero después hizo un trabajo orquestal fantástico con las guitarras... que convirtieron a la canción en un himno muy querido."


miércoles, 27 de abril de 2016

Rondán Martínez. “EL POETA CHARRÚA”. Por Julio Dornel



Escritor y periodista Julio Dornel

El 27 de abril del 2000, con el siglo recién amanecido y cuando el milenio daba sus primeros pasos se nos fue para siempre el poeta mayor de nuestra ciudad, José María Rondan Martínez, poniéndole un crespón a la cultura de esta línea divisoria que tanto quiso.
La frontera todavía no ostentaba el título de ciudad pero se daba el lujo de contar con un núcleo importante de poetas y escritores que llegaron a ocupar lugares representativos dentro del movimiento literario de aquellos años. El tiempo transcurrido y los juicios emitidos por la crítica nacional permiten evaluar el mundo poético de Rondan Martínez y levantar el velo tendido durante 50 años sobre su obra. Reconociendo que no será fácil realizar siquiera un resumen de su producción, estamos dispuestos a correr el riesgo con la esperanza de que las nuevas generaciones puedan disfrutar de su poesía. Una atormentada experiencia de vida lo hizo transitar entre el sufrimiento sin rencor y la realidad social de aquellos años que lo fueron empujando hacia una búsqueda interior que lo iba hermanando a través de sus poemas con el amor, la soledad y el dolor.
La consagración a nivel nacional le llega con el Primer Premio de la 5ta. Edición de la Feria Nacional de Libros y Grabados, superando a grandes valores apadrinados por Sarandí Cabrera, Idea Vilariño, Nancy Bacelo y Esther de Cáceres. Fue con Latitud Chuy que ingreso definitivamente a la poesía uruguaya para compartir espacio con “El Sótano” de Estrázulas, “Los Espejos” de Ortiz y Ayala, “El Amor” de Ibargoyen Islas y “El Verbo Amar” de Juan Carlos Legído.
El vuelo romántico le llega en forma inesperada con ARTIGAS COMPAÑERO, un canto a la patria y a la epopeya libertadora del Artigas Hombre. La poesía fronteriza se enriqueció de golpe con la llegada del “Loco” como le decían y la publicación de sus primeros poemas. Nadie mejor que el Prof. Jesús Perdomo para contarnos como se produjo su ingreso a las letras fronterizas. “Con el amigo Nelson González Acuña editábamos en la ciudad de Castillos el semanario RUMBOS donde publicábamos poesías de personas de nuestras relaciones. Un día aparece Wilkins Machado con el cuál intercambiábamos material y nos dice que había llegado un poeta al pueblo y que el mismo pese a ser medio estrafalario escribía muy bien. Nos sugiera que le publicáramos algunos trabajos y sin saber estábamos empezando una relación que sería fundamental en mi vida. Comencé a leer sus primeros originales:
“Clavada en América, una espina de angustia…
los mensajes de Washington, son mares que inundan al mundo,
lo bañan con sus lagrimas y el ángel de Lincoln…
Resucita otra vez ensangrentado…
otra vez de duelo, gimiendo, llorando……”
Esto sucedía en 1963 y forma parte de una elegía escrita por Rondan ante la muerte de Jhon F. Keneddy. Cuándo me lo presentaron- dice Perdomo- confieso que me asustó un poco porque allí a mi frente tenía al indio Vaimacá Perú, me pareció estar viendo a uno de los últimos charrúas.
También recordamos a sus dos tías ya viejas, Martina y Eugenia, ¡cómo lo querían al sobrino poeta y cómo trataban de palanquearlo cuando empinaba demasiado el codo, cosa que era muy frecuente. Así lo conocimos y que bien que nos hizo esa estadía del “Indio” Rondan, cuanto orgullo para quienes viviamos en la frontera por aquellos tiempos.”
“Cielito, cielo que sí, cielito de la frontera…
contrabandeando un lamento,
canto con voz lastimera.
Con guitarra o sin guitarra, voy a pagar el quebranto…
No me importa si me muero
Con tal de que quede el canto.
Cielito, cielo que si
Cielito de mi esperanza
Traigan caña brasileña
Pá que bailen esta danza….
Señala el Prof. Perdomo que “cuando Rondan llegó a Chuy, se ayuntó con una mujer que tenía varios hijos de un célebre contrabandista de la zona. Un buen día me confió que tenía miedo que en cualquier momento el contrabandista le pudiera pegar un tiro y que debería hacer algo para aplacar las presuntas iras o quizás para tranquilizar su conciencia. De esta manera surgió esa letra tan hermosa que un día musicalizamos y pasó a integrar el repertorio de Los Orejanos. Esta canción como muchas otras ambientadas en en nuestra frontera de aquella década del 60, lamentablemente están olvidadas y sería lindo que aunque fuera con carácter arqueológico algunos de los nuevos interpretes se pusiera al hombro todo aquel repertorio que en algún momento floreció y fue de alguna manera una especie de cancionero-pionero en esta frontera.”
CONTRABANDISTA

“Yo soy Jacinto González
por sobre nombre el “Cambao”
tengo por patria la noche
y por hermano mi tostao.
Naides conoce mi ruta
Llena de grillos y estrellas
Si se las nombre me matan
los guardias de la frontera.
Cuatro cargueros repletos
Me quitó la milicada
Los defendí con coraje
Pero faltaron las balas.
Sin patria sin esperanzas
Contrabandeo la aurora
lástima que en este oficio
la gente se muere sola.”
Jacinto Jesús González
contrabandista de ley
se pierde por San Miguel
con tres cargueros baguales
por serranías y sauzales
va presintiendo la bala
que le apagará el destino
en un punto del camino
entre Chuy y La Mariscala.”
ASÍ LO VIMOS
Parafraseando a Benedetti tendríamos que decir que aquel 27 de abril del 2000, cuando el “Loco” se nos fue sin avisar: “solamente un milagro, puede hacer de un entierro dos carnavales.” Todavía no podemos aceptar la idea de que los viejos cuadernos continuaran con los poemas inconclusos que inició en la década del 60 y que por distintas razones fue dejando para “más adelante”…pero como suele suceder la muerte se interpone a los planes. Esto poco importa. Sus versos y sus poemas se siguen musicalizando y cantando por todo el país. Hace algunos días revolviendo papeles nos encontramos con algunos borradores del Equipo Frontera Chuy, (Jesús Perdomo-Wilkins Machado) que nacieron a fines del 60 en un rancho prestado del balneario La Barra.
El silencio y la soledad impulsaron su mano garabateando renglones, que luego borraba para empezar de nuevo. Lo vemos con las tías salteñas en la pensión de Mariolina, junto al bracero a carbón y las tortas fritas que calentaban el cuerpo y también el alma.
Las tías eran lo único que tenía cuando llegó a la frontera. Todavía las vemos haciéndole el pan dulce preferido, tejiendo, lavando, cocinando en el viejo primus a keroseno y atendiendo los caprichos del sobrino poeta. Fue en esa pieza del inquilinato donde las cosas pequeñas del diario vivir se transformaban, con el entusiasmo contagiante de Rondan Martínez.

Quedaron en el recuerdo muchas vivencias de aquella pieza de pensión, que hoy a la distancia valoramos como corresponde por haber sido en esas conversaciones sin mayor importancia donde pudimos aquilatar el verdadero sentido de su vida. Allí conocimos el funcionario aduanero, el poeta, el profesor del liceo, el bohemio, el salteño de corazón fronterizo, pero por sobre todas las cosas, al hombre de muchos amigos y pocos conocidos.
La pieza de Mariolina, con su extrema pobreza, representaba una verdadera economía de guerra, donde las tías se las arreglaban para mantener el decoro, con el sueldo pensionista que nunca llegaba hasta fin de mes. Los remedios caseros estaban a la orden del día y la farmacia colgaba de la pared en una bolsa de nylon donde se podían encontrar plantas medicinales para todos los achaques. En un rincón su “biblioteca” sobre un cajón de madera y en completo desorden sus amigos de papel (libros) con sus páginas amarillentas. Libros que comenzaba y pocas veces terminaba. Un entrevero fenomenal entre Florencio Sánchez, Cervantes, Unamuno, Salgari o Ghandi.
Mañana Segunda Nota con el periodista Sergio Sanchez Moreno.

“Está llegando el tiempo de Rodó” Daniel Mazzone

                          Magister Daniel Mazzone


Una de las muchas cosas buenas que me dejó el Seminario "Periodismo político en tiempo de redes sociales" que organizó Presidencia de la Cámara de Representantes de Uruguay fue conocer personalmente a Daniel Mazzone, uno de los más destacados académicos en periodismo y comunicación en Uruguay.
Comparto esta nota de 2012 en la que expone sobre José Enrique Rodó, ese pensador que los uruguayos casi desconocemos visto desde una nueva perspectiva.
 
 

 Daniel Mazzone es:
  • Magister en Periodismo, Universidad de San Andrés, Buenos Aires
  • Catedrático de periodismo digital y Coordinador Académico de Periodismo, Universidad ORT, Uruguay
  • Periodismo gráfico: La República (1989-1992), El día (1992-1993) y El Observador (1993-1994)
  • Editor periodístico: El País Digital (1996-2005)
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OPINIÓN SOBRE  JOSÉ ENRIQUE RODÓ, UN ESCRITOR ADELANTADO


http://www.primerahora.com.uy

28.06.2012 | Comúnmente, los hombres adelantados a su tiempo son incomprendidos o ignorados. A aquellas mentes que desafían lo establecido y rompen con los límites de la inteligencia, es el futuro quien las reivindica. José Enrique Rodó está en ese lote. Un autor cuyos libros estuvieron listos cuando sus lectores aún no estaban listos para comprenderlo cabalmente.

Diego Maga


Según Daniel Mazzone, en su momento, el célebre escritor uruguayo fue objeto de una sobrevaloración hueca y luego subvalorado, aún más injustamente. De acuerdo al razonamiento de Mazzone, hubo que esperar al Siglo XXI para tomar real conciencia de su dimensión literaria e intelectual y darle la valoración justa, sin desmesuras ni omisiones: “probablemente esté llegando el momento de Rodó”, dijo en San José. “Rodó fue muy sobreestimado en un principio, y de forma vacía, y después subestimado: todo el Siglo XX lo atravesó en el ostracismo. Quizás, está llegando el tiempo en que podamos acercarnos a él de un modo ponderado.”
Mazzone (periodista y autor de libros tales “Desamores”, “Desenfocados” e "Hispanoamérica: interpelación a los fundadores”), protagonizó el martes en la Biblioteca Municipal una charla organizada por el Grupo de Lectores Maragatos. Una cita para descubrir o redescubrir a una de las plumas más sobresalientes de la literatura nacional: José Enrique Rodó (1871 - 1917).


“No es sencillo entrarle a Rodó: uno no lo lee así nomás en el ómnibus. Para leerlo hay que concentrarse. Sin embargo, cuando uno supera esa barrera inicial ingresa en un paraíso literario”, confió Mazzone. Una opinión autorizada de quien en 2008 escribió el prólogo de una reedición del clásico de Rodó, “Ariel”, publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consejo de Educación Técnico Profesional de la UTU.

Doña identidad


 Ante 30 personas, su disertación abarcó las inquietudes filosóficas y culturales que movieron la producción literaria de Rodó. Y en este sentido, Mazzone se detuvo en una inquietud por demás recurrente en sus libros más notorios: el concepto profundo de identidad y pertenencia. “El tema central de la obra de Rodó es la identidad. Él intuía que veníamos a un mundo en el cual esa cosa era fundamental. Sin eso, los vientos nos llevan para cualquier lado”, explicó.
Ahondando en el elemento unificador de sus publicaciones, Mazzone puntualizó que la pérdida o búsqueda de “la identidad” está presente en clásicas publicaciones como “Ariel” de 1900, “Motivos de Proteo” de 1909 (“uno de los libros más excelsos y magistrales que se han escrito en Uruguay”, opinó), “El mirador de Próspero” de 1913 y “El camino de Paros” de 1918.
La malograda identidad hispanoamericana atraviesa sus páginas y la necesidad de que los países del continente asuman una actitud –culturalmente- menos pasiva y más activa ante el mundo. Una postura no solo dispuesta a recibir sino también a proponer, a crear: “Rodó insistía en dejar de ser tomadores. Dejar de tomar todo lo que llegue del exterior y de no aportarle nada al mundo. Hay que crear y desarrollar y para lograrlo hay que tener un criterio propio”.

Optimismo consciente.


 Ante el auditorio maragato, el disertante reconoció el tono esperanzador de los textos de Rodó aunque aclaró que eso no significa ingenuidad: “La obra de Rodó es esperanzadora. A él lo acusaban de ser un optimista ingenuo, una especie de gil. Y Rodó les respondía: “mi optimismo es el del náufrago que pudo llegar a una roca y les dice a los demás: “¡miren que se puede!” Ese era su
optimismo, un optimismo sufrido o consciente de cuáles son las dificultades.”

Una visión del Siglo XXI: Pienso, luego existo


Al dialogar ante los maragatos, Daniel Mazzone enfatizó la necesidad de tomar a estos grandes pensadores como faro que guíe en tiempos de confusión de valores: “El Uruguay de hoy necesita más pensamiento que nunca. Sin pensar no salimos adelante. Hay que echar mano a toda la potencia que tengamos, hay que recurrir a cabezas como las de Rodó”.
En su enfoque, Mazzone no excluyó la visión sociopolítica que Rodó tenía de Latinoamérica. Una visión que gana aún más nitidez en el Siglo XXI. “La educación en América Latina ha subordinado la comprensión del conjunto, que da cuenta de su esencia, a la exaltación de los valores propios de cada país. O sea, el gran error de los hispanoamericanos ha sido cantar una canción por separado, cada uno para sí. Cuando en realidad venimos de un pasado con 350 años de cultura común. Rodó en esta idea fue consecuente hasta el final. En 1915 publicó un ensayo en la prensa donde dijo claramente que el mayor problema del desasosiego que divide a los hispanoamericanos es producto de esa ruptura con el imperio español de un modo tan abrupto, alocado, insensato. Porque una cosa es lo político y otra lo cultural. Estaba bien romper políticamente pero no había por qué romper culturalmente. Cuando los Estados Unidos se independiza de Inglaterra, al día siguiente de la revolución van a dialogar con el rey inglés y le dicen nosotros no queremos ser más parte de su imperio pero sí comerciar con ustedes, queremos tener vínculos culturales.”



Las inundaciones afectaron 22.000 hectáreas arroceras





Vea las pérdidas departamento por departamento

 Un relevamiento efectuado por ACA en todo el país en las últimas horas y divulgado sobre este mediodía da cuenta de las consecuencias de las intensas lluvias e inundaciones que se han registrado, sobre un área
sembrada de 163.000 hectáreas pronta para cosechar.

 Clic en este enlace
Las inundaciones afectaron 22.000 hectáreas arroceras | arroz, Inundaciones, Artigas, Caminería, Cerro Largo, Clima, Cultivos, Lavalleja, Lluvias, Rocha, Salto, Tacuarembó, Treinta y Tres

Impulsan el desarrollo empresarial rochense





Es a través del proyecto Emprende 2016 que lleva adelante el Centro
Comercial e Industrial de Rocha con el apoyo de la OPP y la Intendencia.
La Paloma Hoy mantuvo una entrevista con Martín Rodríguez –presidente del Centro Comercial –sobre las características de la iniciativa que
incluye apoyo económico y promueve la competitividad y productividad de las empresas locales.







Adriana Pugliese // LPH



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