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jueves, 28 de septiembre de 2017

ERAMOS TAN FELICES HASTA QUE LLEGARON LAS REDES. Por Julio Dornel.


                            Julio Dornel

“Éramos tan felices
“que no nos dábamos cuenta
“de lo que iba a venir,
“lo que se iba a sufrir… (Copani)
Mientras por un lado se reclama insistentemente por la ampliación del conocimiento, en forma simultánea van aumentando los riesgos de manipular la información en nombre de la libertad de expresión. La prensa internacional  ha señalado en los últimos días, que miles de satélites camuflados como basura espacial estarían fotografiando y espiando  permanentemente todas las regiones del mundo, en una demostración elocuente de que estamos viviendo una dinámica distinta entre la libertad y la seguridad. Esta realidad está presentando nuevos desafíos a la sociedad, con políticas muy agresivas que están generando  la necesidad de buscar otros mecanismos que ofrezcan más seguridad a la información que estamos recibiendo o emitiendo.  No pretendemos que el hombre vuelva a las cavernas, ni que los griegos se pasen la vida filosofando o peleándose con sus vecinos con tal de no trabajar. Ahora vivimos otra realidad y tenemos que acomodar el cuerpo para “ir tirando” y sobreviviendo en el nuevo mundo virtual del conocimiento. Hemos llegado demasiado tarde a este maravillo invento, al punto de correr el riesgo de que nos agarre una depresión existencial si se cae el sistema por algunas horas. Señalaba el periodista brasileño Moacyr Scliar que “las personas civilizadas no sobreviven sin internet”.  Los amigos que no se conocen vienen congestionando internet con mensajes anónimos o nombres supuestos que terminan perturbando a los participantes, abriendo las puertas a un mundo virtual desconocido. No dudamos que se ha creado una cultura de la comunicación donde se pueden observar   nuevos códigos en materia de información. En la actualidad nadie se sorprende si en la feria vecinal nos encontramos con la presencia de algún “profesional” de la salud que atiende a sus pacientes mediante una consulta a distancia que no sobrepasa los 15 minutos para determinar un tratamiento virtual de dudosa eficacia. Señalan los entendidos en el tema que los navegantes del mundo virtual disfrutan de varias ventajas al liberar a las personas mientras van superando distancias, aumentando en número de amigos, y reduciendo el costo de las comunicaciones   teniendo en cuenta que la máquina no piensa, no habla  ni protesta. Basta con apretar una tecla para entrar en las redes mundiales, sin necesidad de salir de su casa, estableciendo contacto con personas desconocidas  como si fueran amigos de toda la vida.   Sin embargo debemos tener en cuenta que esa aparente sensación de libertad que nos proporciona la computadora nos puede conducir  a la más absoluta soledad, teniendo en cuenta que el ser humano necesita de los vínculos afectivos  que la máquina no puede   proporcionarle.                

miércoles, 27 de septiembre de 2017

ESPACIO ROCHA: NUEVO SECTOR COLORADO RUMBO A LAS ELECCIONES JUVENILES. Escribe Mateo García





En Rocha se encuentra trabajando un nuevo sector del Partido Colorado, apuntando en este caso a las elecciones de jóvenes que se realizarán el 4 de noviembre.
Este nuevo sector, Espacio Rocha, que está dentro del sector Espacio Abierto liderado a nivel Nacional por el diputado Tabaré Viera, va con la consigna de Espacio Joven y con el slogan de “Renovar para Cambiar”, bajo la lista 305.000, haciendo referencia a la lista 305 que lidera el diputado por Montevideo Conrado Rodríguez, ya que varios de sus dirigentes militan en la capital dentro de esa agrupación.

Esta elección permite que 100 jóvenes de todo el país accedan a la Convención Nacional del Partido, órgano donde se tiene voz y voto para las decisiones partidarias, además de tener la oportunidad de ocupar dos lugares en el Comité Ejecutivo Nacional, máximo órgano del Partido. En dichas elecciones podrán votar todas las personas entre 14 y 30 años inclusive, únicamente con la cédula de identidad.

Con las ganas de buscar algo nuevo es que se comenzó a trabajar en una nueva agrupación, tanto para ampliar el márgen de opciones como para mostrar nuevos dirigentes acompañados de también militantes experientes, con la meta de darle fuerza al Partido Colorado, con una gran base Batllista y Socialdemócrata, pero que le abre las puertas a quien quiera participar para construir una propuesta para cambiar situaciones problemáticas tanto a nivel Nacional como Departamental.
Este sector tiene apoyo en todos los departamentos del país, y sus dirigentes recorren seguidamente las ciudades y los barrios, charlando con distintos actores sociales, como los vecinos, productores, pequeños empresarios, trabajadores de diferentes áreas, etc.
En el departamento de Rocha hemos recorrido repetidas veces e incluso presentado propuestas, ya que creemos que la mejor forma de hacer política es al lado de la gente en el mano a mano, proponiendo y escuchando, sin escapar de los actuales recursos como lo son las redes sociales y los medios de comunicación.”

A eso apostamos, a la renovación y cambio, donde las elecciones juveniles del 4 de noviembre van a ser las primeras en donde Espacio Abierto se haga presente a nivel Nacional y Departamental.
Queremos un cambio para mejorar y tratar los problemas que más aquejan al país en la actualidad como lo son la educación, la seguridad, la salud, la justicia social, la igualdad de oportunidades, el trabajo y la corrupción. Tenemos una firme convicción de querer un nuevo tiempo.

Los usuarios de drogas sintéticas buscan “el placer del cuerpo”; los de pasta base, en cambio, “de la cabeza”, según especialista





Eleuterio Umpiérrez, durante la mesa redonda Usos de drogas de síntesis en distintos escenarios, ayer, en la Facultad de Ciencias Sociales. Foto: Andrés Cuenca


la diaria

“Compraron la estampilla, la iban a tomar de a dos. Uno fue a buscar agua y el otro no lo esperó y se lo tomó. Tuvo calor, frío, calor, frío; se sacó la ropa y en determinado momento tuvo una sensación extracorporal y pensó que se había muerto. Se fue a tirar por el balcón y había un mosquitero de metal. Rebotó, cayó de nuca y quedó inconsciente en el piso. Así lo encontró el amigo y así lo llevó a la emergencia”.

Y así contó Eleuterio Umpiérrez, especialista diplomado en Política de Drogas por la Facultad de Química de la Universidad de la República (Udelar), un caso “típico” que hubo en Uruguay de consumidores que compraron lo que pensaban que era LSD, pero en realidad era 25I-NBOMe, una droga psicológica derivada de las feniletilaminas sustituidas.

La historia surgió en el marco de la mesa redonda “Usos de drogas de síntesis en distintos escenarios” que tuvo lugar ayer de tarde en la Facultad de Ciencias Sociales (Udelar). Umpiérrez señaló que las drogas de síntesis se ordenan en nueve categorías según su estructura química, y que la filosofía de quienes las producen es tomar una estructura conocida y modificarla. La forma de saber si ese nuevo producto “funciona” está en la experiencia de los usuarios, que son los “conejillos de indias”. El académico señaló que en las modificaciones siempre se busca lograr una molécula “más potente” que la anterior, y eso implica un “reto” en la forma en que se vende, por eso aparecen estimulantes y alucinógenos que vienen en lo que se llama “tripa”, ya que “no tiene sentido hacer una pastilla para un microgramo”.

Umpiérrez señaló que disponer una sustancia arriba de un papel y esperar a que se seque genera problemas de homogeneidad. Además, explicó que como las moléculas no son estables, actualizar la lista de sustancias prohibidas es “un reto”. “Los que las fabrican dejan de producir porque pasan a ser controladas y sacan nuevas moléculas, entonces, vamos corriendo de atrás. Si a eso le agregamos que a veces actualizar las listas implica un año o dos años de trámite, cuando la fiscalización quiere llegar, las moléculas ya dejaron de venderse, porque [los fabricantes] ya saben cuándo van a entrar en vigor en las listas”, ilustró. Luego detalló que esto lleva a otro problema: que los consumidores no se “aprenden” todos los nombres de las sustancias que hay, entonces se las venden como símil.

Luego Umpiérrez indicó que en 2016, de las 770 sustancias que había en el mercado mundial, 33% correspondía a cannabinoides sintéticos, 35% a sedativos-hipnóticos y 16% a “alucinógenos clásicos”. El especialista señaló que con la implementación de la Ley de Regulación del Cannabis (19.172) “todos suponían” que los cannabinoides sintéticos no iban a llegar a Uruguay, dado que el cannabis iba a estar accesible; sin embargo, en el país hay de ese tipo de sustancias. Acotó que es probable que sea por la gente que experimenta y quiere “probar cosas nuevas”.

Además, Umpiérrez dijo que hay sustancias que tienen múltiples orígenes, por lo que no siempre hay que pensar “en un fabricante en Holanda”, ya que a veces los productores “pueden estar mucho más cerca de nosotros, utilizando cosas que no son controladas”. Ejemplificó con un “éxtasis” que se vende, que contiene cafeína; esto implica que los fabricantes “compraron cristales, molieron Cafiaspirina, la compactaron y sacaron comprimidos”.

Por último, el químico, que es responsable del área Drogas y Doping de la Facultad de Química, se refirió a los retos que se enfrentan con las drogas sintéticas. Dijo que cuando hay casos de gente intoxicada en el CTI, si el consumo de la sustancia fue reciente, existen chances de encontrar la “droga madre” en el cuerpo, pero si no, lo deben establecer por los metabolitos. “Y es una fase complicada, porque ninguna de estas sustancias sería probable usarla en seres humanos. No hay comité de ética que apruebe probar en humanos una sustancia desconocida de la que no se sabe cuáles son los efectos, entonces, a nivel mundial se empezó a trabajar con ratones, pero los ratones no generan los metabolitos como los humanos”, explicó. Además, señaló que en el mundo hay dos bibliotecas sobre la formar de armar la lista de sustancias prohibidas. Están los que ponen de a una sustancia y los que dicen, por ejemplo: “Todas las catinonas están prohibidas”, sin importar qué sustituyente tengan. “Hay países que están buscando prohibir la acción farmacológica, entonces, el problema es que después hay que probarlo. Pero si tengo un polvito blanco y sospecho que es alucinógeno, ¿dónde lo pruebo? Un ratón no me va a decir que está alucinando”, concluyó.

Trucos de placer

Otro de los exponentes sobre el tema fue Marcelo Rossal, también diplomado en Política de Drogas pero por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Udelar), quien resaltó la “importancia de conocer por qué las personas hacen las cosas y el sentido de las prácticas”. Agregó que de eso se trató la investigación que varios académicos llevaron a cabo y cuyos resultados se publicaron en el libro Viajes sintéticos, estudios sobre uso de drogas de síntesis en el Uruguay contemporáneo (compilado por Rossal y Héctor Suárez). Explicó que para “comprender el sentido de las prácticas de los usuarios” hicieron trabajos etnográficos, es decir, estudios cualitativos, mediante entrevistas personales y asistencia a fiestas en las que se consumen las drogas sintéticas, que forman una “red de usuarios”.

Contó que antes habían trabajado con usuarios de pasta base, que son “los sujetos más estigmatizados de la sociedad uruguaya” y que “sufren toda la carga estructural y el peso de la desigualdad en sus propios cuerpos”, y señaló que, a diferencia de estos, las personas con las que trataron en el estudio sobre drogas sintéticas “son muy parecidas a nosotros”. “Estudiantes universitarios, profesionales, personas que tiene pleno empleo, como informáticos, o estudiantes de medicina, que tiene conocimientos más o menos específicos sobre la sustancia, y que en general tienen prácticas de cuidado del cuerpo, o sea que buscan el placer pero no dañarse por eso”, indicó Rossal.

El especialista subrayó que en el estudio encontraron gente “con alto capital cultural, redes sociales bien establecidas y sin problemas vinculados a la escala más perjudicada de la escala social”, sino que a veces se encontraron con lo contrario, “personas de las clases más privilegiadas”. “Algunas personas tenían prácticas ocasionales de uso de drogas de síntesis, y otras tenían prácticas más sistemáticas, consumían pastis todos los fines de semana. Y otras lo hacían casi como un ritual, consumían un cartón de LSD en un lugar del interior del país”, señaló Rossal, y agregó que esas prácticas de consumo, por ejemplo, en el caso de las pastillas, eran “orientadas al placer del cuerpo”, “bailar” o “ingresar en el flow”, como les dijo un DJ. Por lo tanto, para “la juventud extendida de las clases medias, pasarla bien es algo importante en la vida”. El académico señaló que eso resulta “curioso” porque en los usuarios de pasta base procuraban un placer “de cabeza”.

Por último, Rossal subrayó que como los consumidores de drogas sintéticas son personas que quieren “procurarse placer”; si se aborda el tema por el lado del “riesgo” o del “discurso de la criminalización”, se van a “generar problemas donde no los hay”. “Pero si pensamos en cómo involucrarnos con personas con las que no hay una gran distancia social, desde el punto de vista de que son sujetos que procuran placer y no tener mayores problemas, podemos encontrar canales para situaciones colaborativas”, señaló. Además, Rossal indicó que una política de drogas como las de Argentina, de eliminar las fiestas electrónicas porque allí se venden sustancias, es una “criminalización” que crea “nuevos escenarios”, por lo tanto, “no parece una buena política de Estado”.

Al final, Mauricio Sepúlveda, orador invitado de la Universidad de Chile, dijo que no se puede seguir pensando en una política de drogas “como totalidad”, sino en “ciertas parcialidades”. “Porque si aplicamos el mismo modelo a las drogas sintéticas, vamos a seguir jugando al Correcaminos, porque van a seguir inventando nuevas sustancias y nosotros vamos a seguir siendo los conejillos de indias”, indicó el especialista chileno, que invitó a ”repensar” el prohibicionismo de las drogas sintéticas. “Si sabemos los estudios de neurotoxicidad de las principales sustancias, ¿por qué no podemos pensar en trabajar elementos no prohibicionistas con las sustancias clásicas que ya hemos experimentado? ¿Por qué tenemos que seguir sujetos a la nueva creación de mercados que son efectos de la prohibición?”, finalizó Sepúlveda.

martes, 26 de septiembre de 2017

¿Yo?... uruguayo (por Rodrigo Tisnés) Buenos Aires y los porteños vistos por un uruguayo recién llegado.



Este viernes que viene se está cumpliendo mi segundo mes de vida en la “Ciudad de la Furia”. Al igual que un mes atrás, día a día sigo descubriendo y conociendo nuevos aspectos, lugares, personajes, y costumbres de esta ciudad inconmensurable, inabarcable, y cosmopolita.
Con el paso del tiempo, es inevitable, se produce acostumbramiento y se comienza a perder el deslumbramiento inicial. Si pasa en las relaciones personales, ¿cómo no va a pasar con los lugares?... pero la escala de esta ciudad es tan grande, que aun cuando recorro calles que ahora se han vuelto parte de mi rutina, de vez en cuando, me descubro mirando con admiración algún edificio de comienzos del siglo XX. Para sorpresa propia, agrego, porque nunca he sido especialmente sensible ante la arquitectura.
Como comentaba la vez pasada, la sensación que me da al estar acá, es la de no estar del todo en el extranjero. No es solo la historia la que nos une y hermana. La geografía también. Basta pensar que a cualquier montevideano le lleva menos tiempo venir a Buenos Aires, que viajar a cualquier departamento al norte del río Negro. ¡Ni que hablar los colonienses! En su caso, están a 50 minutos del centro de la capital argentina, y a dos horas y media de la Plaza Cagancha.
Y lo mismo sucede reflexionando a la inversa. Salvo La Plata (capital de la Provincia de Buenos Aires) y Rosario, Montevideo queda más cerca que el resto de las grandes ciudades argentinas: Córdoba, Tucumán y Mendoza. Y en tiempo de viaje, lleva más o menos lo mismo viajar a Rosario que a Montevideo.
En síntesis, tenemos una historia común, una geografía, una cultura y una lengua compartida que nos unen y hermanan, y eso se nota.
Por supuesto que hay diferencias. Pero a la mayoría, uno se acostumbra. Sucede con los modismos y localismos, por ejemplo.
Micro y colectivo me resultan mucho más prácticas que nuestro interminable ómnibus, y más simpática que el anodino bondi montevideano. Llamar tortuga o pebete al tipo de pan usado en nuestros choripanes me resulta en todo intrascendente, al igual que decirle facturas a nuestros bizcochos. Mientras que a la caldera le sigo diciendo caldera y no pava, especialmente porque no suele ser centro de casi ninguna charla, ni la denominación, ni la tenencia, ni el uso de la caldera/pava.
Apartamento y departamento son intercambiables, al igual que pileta y piscina, y refresco y gaseosa. Tampoco se precisa ser lingüista para saber a qué se refieren cuando hablan de la obra social y las expensas.
Sin embargo, hay algunas palabras a las que definitivamente no me acostumbro. O decididamente prefiero las nuestras.
Me pasa con batata, palabra a la que le falta la dulce tosquedad de boniato, que, además, me da la impresión que resume mucho mejor la característica del sencillo tubérculo. Lo mismo me sucede con zapatillas, que me suena desabrida y sin gracia, frente a nuestro clásico y provinciano championes.
Pero la peor de todas. La más horrible a mis oídos (y vista), es el sándwich de milanesa. Un verdadero atentado lingüístico-culinario. ¡Un sándwich es un refuerzo de jamón y/o queso en pan de miga!... como mucho un olímpico, que lleva lechuga y tomate. Llamar sándwich a la milanesa al pan, es reducirla, rebajarla, desclasarla, restarle contundencia. Por eso es que, desde que llegué, no he comido ni una milanesa al pan. Simplemente me niego a entrar a un boliche y pedir “deme un sándwich de milanesa, por favor”, creo que me sentiría bastante ridículo.
Aunque, ahora que lo pienso, tal vez tendría que hacer la prueba de entrar un día y pedir una milanesa al pan, en una de esas, hasta genero una movida y los hermanos argentinos adoptan nuestro uso.
Pensándolo bien, eso sería algo joya.








POLÉMICA POR CIFRAS DE DESEMPLEO DURA RESPUESTA DEL PRESIDENTE DEL CENTRO COMERCIAL DE ROCHA AL MINISTRO DE TRABAJO. “SE UTILIZA EL RECURSO PÚBLICO COMO SI GOBERNARAN DENTRO DE UN COMITÉ”.





Este lunes, en el marco del Consejo de Ministros abierto que se llevó a cabo en el pueblo 19 de abril, el presidente del Centro Comercial e Industrial de Rocha, Martín Rodríguez, sostuvo en De Ocho a Diez que el 57% de la población del departamento no tiene trabajo formal. En ese sentido, detalló que hay 8,8% de desocupación, 35% de trabajo informal y 13,7 precario.
Frente a esas cifras, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, afirmó en De Ocho a Diez que es cierto que hay un 8.8% de desempleo en Rocha pero es también cierto que bajó un punto y que subió la formalización.
Además, destacó: “esas cifras no se suman, es un error hacerlo y, por tanto, creo que está haciendo un poco de política, como ya lo hizo en otras ocasiones”. Y agregó: “tenemos en Rocha cosas para seguir mejorando, pero es absolutamente exagerado y equivocado y con una intensión política sumar esos números”.
En ese sentido, el secretario de estado recordó que Uruguay es el país más formal de América Latina, “Uruguay ha incorporado a la seguridad social a unas 550.000 personas, un hecho notable”, destacó y detalló que en los últimos años se han incorporado 300 empresa más al registro con domicilio fiscal en Rocha y 2.000 trabajadores, más allá de todos los que trabajan y están registrados en empresas con domicilios fiscales en Montevideo y otros departamentos.
En ese marco, el titular del Ministerio de Trabajo contó que le propusieron a la Corporación turística, Cámara inmobiliaria y al Pit Cnt departamental realizar una campaña para incentivar la formalización. “Expresamente estuvieron de acuerdo de trabajar en este sentido”, acotó.
En carta pública, el presidente del Centro Comercial de Rocha respondió al jerarca : “Sí, señor Ministro, política hacemos todas las instituciones sociales, porque para eso existen: para buscar soluciones y desarrollar sus sectores, eso es política. Lo que no hacemos, señor ministro, es partidismo.
Negar que Rocha sufre una desocupación alarmante; rechazar que hay cada vez más vecinos sin trabajo no sería solamente hacer partidismo, sino además negar la realidad”.

“Nosotros no hacemos partidismo como hacen muchos de los que ocupan lugares públicos y aprovechan los recursos del estado para favorecer sus propios espacios ideológicos como vemos en Rocha diariamente, afirmó Martín Rodríguez en otra parte de su carta..

ESTE ES EL TEXTO COMPLETO.

“Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho.”
Isaac Asimov


El ministro Murro dice que hago política porque le molestaron mis apreciaciones sobre la alarmante desocupación que sufre Rocha. Sí, señor Ministro, política hacemos todas las instituciones sociales, porque para eso existen: para buscar soluciones y desarrollar sus sectores, eso es política. Lo que no hacemos, señor ministro, es partidismo.
Negar que Rocha sufre una desocupación alarmante; rechazar que hay cada vez más vecinos sin trabajo no sería solamente hacer partidismo, sino además negar la realidad.

En el caso de nuestro departamento, está claro que no se aprovechan sus recursos humanos y naturales de manera inteligente. Reina el amiguismo y se beneficia a los que coinciden partidariamente. Aquí somos pocos y nos conocemos. Se utiliza el recurso público como si gobernaran dentro de un comité. Sí. Todo eso es cierto, señor ministro, y se lo reitero: las instituciones hacemos política: es decir trabajamos para resolver problemas de la polis (de la ciudad) de nuestro lugar. Pero nosotros no hacemos partidismo como hacen muchos de los que ocupan lugares públicos y aprovechan los recursos del estado para favorecer sus propios espacios ideológicos como vemos en Rocha diariamente.

En cuanto a los números que di, y que usted cuestionó superficialmente, y enseguida se refirió a los números de la macroeconomía con comparaciones regionales que son muy discutibles - sobre todo en un país donde crecen los barrios marginales, donde progresa la exclusión, donde aumentan indicadores como la inseguridad o la baja en la calidad educativa - le señalo que es imposible no percibir lo que ocurre dentro de una realidad palpable y difícil. De cada 100 rochenses que pueden trabajar, 35,1 % son informales, 8,8 % están desempleados y el 13,1 % tienen trabajo precario... (Datos del INE cerrado el ejercicio 2016)

Puede no compartir que se sumen estos porcentajes, pero debemos coincidir todos en que más de la mitad de los Rochenses, laboralmente activos, tienen problemas de trabajo y esta situación es grave y nadie puede negarla.

Por otro lado, señor ministro, decir que este es el país más formal de América Latina es un despropósito, sobre todo de parte de un gobierno que alienta una ley como la mal llamada inclusión financiera, que va a provocar, entre otras cosas, además de una serie de consecuencias graves para los sectores más vulnerables de la economía, el crecimiento de la informalidad… Porque la formalidad para este gobierno, señor ministro, no es conseguir más y más trabajo para el pueblo, sino más y más recaudación para la DGI.

Por nuestra parte, y como institución, seguiremos haciendo política, es decir, proponiendo medidas que generen soluciones. Así lo hicimos al proponer la aplicación del Programa Primera Experiencia Laboral en Temporada, que promueve en nuestro departamento el acceso al trabajo a jóvenes de entre 15 y 24 años, que no posean experiencia laboral formal previa mayor a 90 días, en el sector turístico.



Martín Rodríguez
Presidente del CCIR

Fuentes: Programa de 8 a 10 de RNU y propias.