Prevenimos que estas líneas y las entregas que le seguirán deben leerse sin sesgos ideológicos ni partidarios. Mala cosa es querer entender o valorar a los personajes del pasado con los criterios y mentalidades del tiempo presente (no sé por qué, parece una epidemia generalizada en este siglo XXI). Compartimos estos datos, por ende, sin brindar nuestra opinión al respecto.
En ocasión de una de nuestras excursiones de investigación histórica en nuestros tiempos libres, procurando datos por los registros del Cementerio Central de Montevideo, nos detuvimos ante el monumento funerario (en adelante también le llamaremos indistinta e impropiamente “tumba”) que contiene los restos mortales del Coronel Bernabé Rivera. Si ubicados en el pórtico del Cementerio Central nos dirigimos tomando hacia la derecha, por un sendero en diagonal, caminando unos 36 (treinta y seis) metros es sencillo de encontrar.
La construcción, hecha de mármol, consiste en un sarcófago de base cuadrangular que se remata con la estatua de un ángel. El sarcófago se habría construido hacia 1835 (no en 1832) supuestamente por Louis Dunand; pero el ángel es posterior, de 1862, y habría sido realizado por Giuseppe Livi (1). Acorde a José María Fernández Saldaña, “El general Oribe, Presidente de la República, decretó con fecha 9 de octubre de 1835, que se le erigiera un sepulcro en el Cementerio Centra1 de Montevideo y el día de la inauguración de éste, el 1º de agosto, sus restos fueron depositados en su recinto.” (2). Ahora bien, Antúnez de Olivera nos informa que según Orden General del Ejército del 21 de octubre de 1835 se había dispuesto que el 1º de noviembre se celebrarían las exequias de Bernabé Rivera (junto al Teniente Coronel Pedro Bazán y el Teniente Roque Viera) en la Iglesia Matriz, y que a las 14.30 horas se trasladaría los restos de aquél, que estaban hasta el momento en depósito, al entonces nuevo cementerio que conocemos hoy como Cementerio Central; aunque por motivos que hoy desconocemos, “tanto el entierro como el traslado de los restos del cementerio viejo al nuevo, se realizó el 8 de noviembre de 1835, según consta en la Partida de Defunción respectiva, existente en la Iglesia Matriz” (3).
Dimos varias vueltas alrededor, porque nos había llamado la atención la orientación del monumento funerario. Con ayuda de una brújula comprobamos que se encuentra orientado casi correctamente hacia los cuatro puntos cardinales, con una diferencia de unos -30º (menos treinta grados).
El sarcófago (de unos 0,70 metros de ancho por 1,53 metros de largo por 0,70 metros de altura -aunque debe tenerse en cuenta que el sistema métrico decimal recién se impuso en el Uruguay en el año 1862 (4), así que suponemos que debió haberse construido conforme a otras medidas españolas, como palmos o cuartas, pulgadas, codos, pies o varas-), posee en cada uno de sus lados inscripciones o leyendas, cuyo autor desconocemos.
Escritas en letras predominantemente mayúsculas, estas inscripciones poseen un tono iracundo, desafiante (un amigo decía que escribir en mayúsculas es como gritar por escrito). Parecería que las leyendas de cada lado fueran independientes entre sí, y que no obedecieran a una redacción o secuencia que las unificara. Sin embargo, leídas en sentido horario comenzando desde el Este (Este-Sur-Oeste-Norte) ya podría vislumbrarse que obedecerían a un texto único.
Observamos, no obstante, que leídas las inscripciones remedando la forma de persignarse en el cristianismo occidental (hacia arriba, hacia abajo, hacia izquierda y luego hacia derecha) y comenzando desde el Este (Este, Oeste, Sur, Norte), el texto único que se revela queda más coherente y ordenado. De este modo propuesto, la primera inscripción invoca al Sol (que sale por el Este); la segunda se dirige al Pueblo Oriental; la tercera al Extranjero (a quien se le informa sobre quién se encuentra depositado en la tumba en sus restos mortales -se supone que los Orientales ya lo conocen, por lo que a ellos el difunto les es aludido sólo por su nombre de pila y sus cualidades de conciudadano-), y la cuarta alude a los indios (está orientado ese texto hacia el Norte, en cuyas lejanías del Uruguay murió el Coronel Rivera, como queriendo ser exclamado y que fuera oído por ellos).
Este sería, pues, el orden que sugerimos para leer las leyendas del monumento funerario de Bernabé Rivera, que transcribimos tal cual se esculpieron y respetando la ortografía de la época:
(Este)
ALZATE OH SOL DE ORIENTE!
ESPARCE TU LUZ VIVIFICANTE SOBRE LA TUMBA DEL HEROE, ALUMBRALA y MUESTRA AL MUNDO SUS HUESOS DESCANSANDO SOBRE EL LAUREL de las BATALLAS.
(Oeste)
ACERCATE, ¡OH PUEBLO ORIENTAL! CON RESPETUOSA PLANTA AL LUGAR de LOS SEPULCROS, EN EL REPOSAN LOS RESTOS DE BERNABÉ.
LLEGA, y SIN ATREVERTE A PISAR LA TIERRA QUE OCUPAN, DERRAMA SINCERAS LABRIMAS EN HOLOCAUSTO, AL MILITAR VALIENTE, AL VIRTUOSO CIUDADANO, FIEL ESPOSO, TIERNO PADRE Y LEGAL AMIGO.
(Sur)
¡SI EL ACASO ESTRANGERO! TE ARROJA Á NUESTRAS PLAYAS CONTEMPLA EN ESTA TUMBA, LAS CENIZAS DEL CORONEL D. BERNABÉ RIVERA. QUIEN EMPUÑANDO EN DEFENSA DE SU PATRIA LAS ARMAS DESDE LA EDAD DE 10 AÑOS, MOSTRÓ SU DENUEDO EN CIEN COMBATES HASTA QUE EN EL DE YACARÉ CURUREI (5) EL 15 DE JUNIO DE 1832, MURIÓ Á MANOS DE LOS SALVAGES Á LOS 35 AÑOS DE EDAD. EL GOBIERNO DIGNO REMUNERADOR DE SUS SERVICIOS LE DEDICA ESTE MONUMENTO.
(Norte)
YNDIGENA SALVAGE! INDOMITO HABITANTE DE LOS DECIERTOS! HE AQUI TU VICTIMA! ERIZADO TU CABELLO Y CUBIERTOS TUS MIEMBROS DE UN SUDOR FRIO, VEN, Y TEMBLANDO, LANCESE DE TU PECHO EL FUNEBRE ALARIDO DEL DOLOR CON MAS FUERZA QUE ALLA AL INMOLARLA, LANZASTE EL HORRIBLE GRITO DE LA CARNICERÍA.
¿Quién fue el Coronel Bernabé Rivera? La Historia le reconoce una controvertida fama, a raíz de que fue uno de los responsables de la llamada “Matanza de Salsipuedes”, en que se intentó por el Gobierno del Brigadier General Fructuoso Rivera una suerte de “Endlösung” (“solución final”) para con los indios charrúas, y por el celo de diligencia, por no decir obsesión, con que posteriormente Bernabé persiguió a los que sobrevivieron para dispersarlos y liquidarlos si se daba el caso. Sin embargo, Bernabé Rivera también fue un destacado militar y un héroe de la Independencia del Uruguay.
En las próximas partes presentaremos una semblanza biográfica de Bernabé Rivera, y una crónica sobre el combate de Yacaré Cururú, en que éste perdió la vida a manos de los indios charrúas.
EDGARDO ETTLIN. Investigador en Historia y en Derecho. Publicó entre otros libros: “Zonas Francas” (Fundación de Cultura Universitaria, 1989), “Cómo dirigir y desempeñarse en Audiencias” (Amalio Fernández, 1999), “Procesos de Ejecución de Sentencias a pagar Dinero contra el Estado” (Amalio Fernández, 2008), “Violencia Doméstica. Régimen y abordaje jurídico de la mujer maltratada en ocasión de su vida afectiva” (La Ley Uruguay - Thomson Reuters, 2009), “Una Justicia Eficiente” (Forvm Orientalis, 2010), “Normativa sobre la Propiedad Intelectual en el Uruguay” (2012), “Ejecución de Sentencias Judiciales contra el Estado” (La Ley Uruguay - Thomson Reuters, 2014), y “Responsabilidad Patrimonial de los Funcionarios Públicos” (La Ley Uruguay - Thomson Reuters, 2017), “El Derecho de Resistencia en las Constituciones de las Américas” (Fundación de Cultura Universitaria, 2018), “Responsabilidad Civil por Daños en los Espectáculos Deportivos” (La Ley Uruguay, 2019), y “Estudios sobre Justicia y Propiedad Intelectual” (La Ley Uruguay - Thomson Reuters, 2021). Ha escrito más de doscientos artículos y estudios sobre temas de Derecho, principalmente en Derecho Público, Derecho Procesal y Derecho de la Propiedad Intelectual, publicados en Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, Colombia y España, y a través de Internet. Es referencia de citas por numerosos autores uruguayos y extranjeros, y asiduo colaborador de diversas revistas y publicaciones jurídicas de Uruguay y América Latina. Conferencista en diversos eventos de Derecho en América Latina y Europa. Sentencias y contribuciones jurisprudenciales suyas han sido publicadas y comentadas en prestigiosas publicaciones jurídicas. Historiador y ensayista, ha publicado diversos libros y artículos sobre Cultura e Historia, destacándose: “Bajo la Escuadra y el Compás. Mitos y verdades sobre la Masonería” (bajo el seudónimo de Jean-Marie Mondine, Ediciones de la Plaza, 2016), “Judas Iscariote y otras incursiones pseudoculturales” (Los Caminos, 2020), y “Qué solos se quedan los muertos. Crónicas sobre Juan Idiarte Borda, 13º Presidente constitucional de la República Oriental del Uruguay, y sobre su agresor criminal Avelino Arredondo” (Fundación de Cultura Universitaria, 2021). Ha participado y es usualmente invitado como ponente sobre diversos temas de Historia y Cultura. Ministro de Tribunal de Apelaciones Civil (Poder Judicial - Uruguay).
1 En “https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Montevideo_cementerio_central_rivera.jpg” (consultado el 3.2.2023). Respecto al año del sarcófago, preferimos aproximar su construcción a 1835 y no a 1832 como la citada información “online”.
2 FERNÁNDEZ SALDAÑA José María, “Diccionario uruguayo de biografías 1810-1940”, Adolfo Linardi Librería Anticuaria Americana, Montevideo, 1945, p. 1087. Según Josefina Sánchez Abal, Manuel Oribe tenía una gran simpatía por Bernabé Rivera, generada supuestamente desde que este último dialogó con el primero y lo convenció de que Fructuoso Rivera sólo pretendía recuperar las Misiones Orientales y no rebelarse. “Oribe confió en Bernabé y lo autorizó a marchar con sus tropas hacia el norte, al tiempo que escribía a Lavalleja en favor de Frutos y su iniciativa. Este episodio generó una fuerte corriente de simpatía entre el futuro fundador del Partido Blanco y el sobrino y mano derecha de su enemigo, y no parece casual que el hijo de Bernabé se llamase Bernabé Manuel y actuase luego dentro del Partido Blanco.” (SÁNCHEZ ABAL Josefina, en “https://gw.geneanet.org/jfina?lang=es&n=rivera+toscano&oc=6301&p=bernabe” -consultado el 3.2.2023-). La fecha dada por Fernández Saldaña de la inauguración del sepulcro como “1º de agosto” sería errónea, en virtud de que los honores fúnebres oficiales estaban previstos para el 1º de noviembre pero la inhumación se verificó el 8 de noviembre de 1835. Ver Nota siguiente.
3 ANTÚNEZ DE OLIVEIRA Óscar, “Biografía del Coronel Bernabé Rivera” Parte II, en “El Soldado” Noviembre-Diciembre 1983, Año 9 No. 93, p. 27.
4 ETTLIN Edgardo, “Qué solos se quedan los muertos. Crónicas sobre Juan Idiarte Borda. 13º Presidente Constitucional de la República Oriental del Uruguay, y sobre su agresor criminal Avelino Arredondo”, Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, pp. 185-186.
5 Yacaré Cururú.