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martes, 2 de mayo de 2023

A 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DE 1973 / COLUMNA DE HUGO MACHÍN

 

Referirse a lo ocurrido hace cincuenta años en el Uruguay supone, al menos para mí, tres planos diferentes.


La historia contada en libros, alguna película, documentales, testimonios, historiografía.


La historia construida durante el tiempo que hemos vivido, lo que sucede al mismo tiempo que transcurre nuestra existencia y que es reflejada por los diferentes medios de comunicación, básicamente la prensa, libros dedicados al tema, aunque hoy también las plataformas virtuales tienen una especial incidencia en generaciones jóvenes. Una historia en la que sin saberlo a veces somos actores en nuestra propia vida, es una historia muy subjetiva.


La propia versión de la historia, la vivida, la experimentada, observada, documentada en algún caso, que, a su vez, se conjuga con las diferentes versiones que acompañan cada suceso: lo de la película Rashomon, de Akira Kurosawa, en que una violación y asesinato tiene cuatro versiones diferentes, según cada uno de los cuatro testigos.


Esos planos se nos mezclan en una nueva forma de subjetividad. El punto es —en eso, nuestro oficio periodístico colabora mucho— lograr un distanciamiento para que esa subjetividad no se traslade al producto final. Un riesgo no menor en este proceso, es creer que nuestras opiniones son las verdaderas.


No es fácil sustraerse a lo anterior: la explicación misma que se intente, puede ser una manera sutil de imponer lo que uno piensa.


A partir de tener esto bien presente, tanto en un guión, como en una edición para un producto audiovisual, como en la música y las fotografías utilizadas para evocar aquel tiempo, etc. es que podríamos obtener un producto realmente honesto y por lo tanto eficaz.


Sobre todo, en una sociedad dividida como es la uruguaya — y yo diría la mayoría de las sociedades hoy: estadunidense, mexicana, brasileña, argentina, ni que decir, peruana, colombiana— tenemos que ser realmente equilibrados, sin segunda intención de verdad, para que sea un producto que aporte. [Primera nota de la serie A 50 años del golpe de estado de 1973]




Hugo Machín Fajardo. Redactor Especial del Portal Análisis Latino y del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), de Buenos Aires. Periodista desde 1969, una forzada interrupción entre 1973 -1985, no le impidió ejercer el periodismo clandestino. Secuestrado en 1981 por la dictadura uruguaya, permaneció desaparecido y torturado hasta 1982, en que fue recluido en el Penal de Libertad hasta 1985. Ex -docente de periodismo en Universidad ORT, de Montevideo. Ex vicepresidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Jurado del Premio Periodismo para la Tolerancia, 2004, de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) /Unión Europea. Coordinó "Periodismo e Infancia-2005". Integró diversas redacciones periodísticas de medios y agencias de noticias en Montevideo, Uruguay. Reside en Colombia desde 2009.







LICENCIADA VALERIA DELFINO PROPIETARIA SOCIA DE NUDAPROP “USTED PUEDE VENDER SU CASA, COBRAR Y SEGUIR VIVIENDO EN ELLA” AUDIO

 

Escribe Juan José Pereyra


Es un fenómeno que se cumple regularmente desde hace décadas en países del llamado primer mundo.

NUDAPROP URUGUAY fue fundada en 2017 y está ampliando sus actividades en todo el país.

¿Cómo funciona ,cuáles son las garantías y cómo informarse?

Les invito a a escuchar la charla de Delfino con Hay otra historia de radio Fortaleza

PARAGUAY SEGUIRÁ IGUAL Columna de Carlos Castillos

 

Las ilusiones de algunos paraguayos y paraguayas, de experimentar un cambio, al menos político, en su país, se diluyeron este domingo 30 de abril, al conocerse los resultados de las elecciones nacionales.


La Asociación Nacional Renovadora (ANR), más conocida como Partido Colorado, reafirmó su hegemonía y se alzó con una cómoda victoria que coloca en la presidencia al economista Santiago Peña, de 44 años.


Este técnico, de poca experiencia en la acción política y con pasado liberal, fue ministro de Hacienda entre 2015 y 2017, cuando gobernó el millonario empresario Horacio Cartes, su mentor político y principal respaldo.


Cartes preside el Partido Colorado, aunque debió tomar distancia en los últimos meses, después que el gobierno de Estados Unidos lo declaró “significativamente corrupto” y lo obligó a “desprenderse” de la dirección de sus numerosas empresas.


Le bloquearon las operaciones comerciales y financieras, las personales y las del Partido Colorado, pero Cartes se las ingenió para sortear esas dificultades e igualmente seguir incidiendo en la política partidaria y la nacional.


El nuevo presidente, que asumirá en agosto, está considerado “el delfín” de Cartes, aunque él prefiere identificarse con lo que llama “la renovación generacional” del partido, históricamente dirigido por veteranos de la política paraguaya.


Para estas elecciones la oposición intentó una “Concertación” entre partidos y grupos de centro-derecha, centro e izquierda, que presentó como candidato presidencial a Efraín Alegre, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), pero quedaron muy lejos del ganador. Apenas 27,4 por ciento del total de votos, contra el 42,74 de los “Colorados”.


Paraguay tiene unos 6 millones de habitantes y poco más de 4 millones 700 mil estaban habilitados para votar, pero concurrió a las urnas solamente el 63,4 por ciento, poco más de 3 millones de hombres y mujeres.


El país tiene 24 por ciento de sus habitantes en la pobreza extrema y es reconocido internacionalmente como uno de los países más corruptos del mundo, además de otros graves flagelos como el narcotráfico, el contrabando, la extorsión, los secuestros, los homicidios, la mendicidad, el machismo y hasta la discriminación hacia su numerosa población indígena.


Un llamado Consejo Impulsor del Sistema Nacional de Integridad (CISNI), creado en 1999, trató de desplegar un Plan Nacional de Integridad –PNI– para enfrentar esta realidad, pero con poco éxito. Al menos visible.


Ellos mismos sostienen que “la corrupción no es solo el producto de la voluntad individual, sino el resultado de un marco institucional de escaso desarrollo normativo y prácticas administrativas deficientes”.


Reconoce que la “ineficiencia institucional” crea las condiciones necesarias para el desarrollo de la corrupción, al no existir, o ser precarios, los mecanismos de control en las instituciones públicas y privadas.


Una vez, estando en Asunción, la capital del país, le pregunté, fuera de micrófono, a un influyente ministro cuáles eran los rubros de la economía del país que funcionaban fuera de la ley. Y con un sorprendente sinceramiento y una mueca significativa respondió: “todos”.


“En Paraguay, la corrupción es una realidad que atenta contra el desarrollo y sostenimiento de la democracia” señaló el CISNI y no se vislumbran intenciones claras de modificar este estado de cosas, más allá de los discursos preelectorales.


Hay por delante un nuevo período constitucional de cinco años sin que se vislumbre alguna señal de que pueda cambiar este estado de cosas. La gente seguirá sobreviviendo como pueda, mientras una elite de privilegiados se aprovecha de todas las debilidades del sistema institucional.


Hasta ahora no ha aparecido ninguna figura ni ninguna fuerza política capaz de poner en riesgo esa hegemonía casi absoluta de los “colorados”, que consiguieron nuevamente mantener “despejado” el camino.


El 24,7 por ciento de la población extremadamente pobre, que en términos absolutos representan aproximadamente un millón 700 mil personas, seguirá sumida en la pobreza extrema, seguirá sin entender mucho cómo funciona la cosa, y menos cuáles son las causas de su desgraciada vida.


Si hasta ahora no lo hicieron tampoco se puede esperar que los gobernantes atiendan esa tragedia y busquen algún mecanismo para superarla. Si estas elecciones del domingo 30 de abril las hubiera ganado la oposición, seguramente sería lo mismo. Es mucho lo que hay que modificar estructuralmente y nadie ha demostrado verdadero interés por modificarlo.



*Carlos Castillos - Docente y periodista, trabajó en Radio Chuy, Difusora Rochense, El Espectador, Radio Carve, CX 30 La Radio, Emisora del Palacio FM y CX 36 Radio Centenario. Además fue corresponsal de la agencia alemana de prensa dpa en Uruguay, Argentina y Paraguay durante 22 años. Es egresado del Instituto Superior de Educación Física (ISEF) como Entrenador de Fútbol y desde el 2010 impulsa el Movimiento de Cine Con Vecinos-Uruguay que se dedica a producir documentales comunitarios y a talleres básicos en todo el país. Desde el 2011 participa del Movimiento ARA (Artistas Rochenses Amigos) para publicar y difundir obras de creadores de la zona.









domingo, 30 de abril de 2023

COLUMNA DE LIC.MARTHA FLORES DE REGRESO AL HOGAR

 

"No importa cuán grande es la casa, importa cuán feliz es el hogar".

No encuentro mejor lugar que escribir de este momento, que narrarte, la eterna búsqueda del “hogar” en la que en un nivel de anhelo muy íntimo, yo he estado.


Quizás te ha pasado como a mí, el de dar vueltas sobre este asunto, sintiéndote nómade errante, por la naturaleza de búsqueda de algo más.. menos ambicioso que el oro en sí, y más poderoso que el conformismo.


La vida me ha dado la posibilidad de buscar distintas “casas” donde me he sentido cómoda y feliz… en empresas, en instituciones privadas, también públicas. En parejas, y finalmente, estar en mi propia casa, fue habitar el poder estar conmigo en paz, pese a todo lo que no me gustaba de mí, y de los otros. Vivir en el hogar interior.


La vida se dibuja en la ley de correspondencia. Y así como es adentro es afuera, tal cual como lo plantea una de las leyes más alentadoras del Kybalión. Por eso cada día invito más a las personas que visitan mis cursos, a cuidar su “mundor interior” para crear el “mundo externo”.


Todo esto es ciertamente verdadero si así lo sientes. Y no tienes que creerme.

Uno de mis Maestros me enseñó que la mayor verdad se gesta en la duda.


Por eso una de las preguntas que me he hecho, es si esta pandemia, y esta situación de revisión obligada de “quedate en casa” con el teletrabajo, y oficinas remotas, ha sido fruto de algún deseo colectivo inconsciente, me atrevo a decir, de cambiar el estilo de vida.


UN ESTILO DE VIDA INSALUBRE


Si nos ponemos a recordar nuestro estilo de vida, y haciendo memoria de los casos que me llegaban, era un tema alarmante: vidas aceleradas, el estrés en aumento a pasos descomunales, la soledad y la violencia como formato expresivo. Familias disgregadas por la tendencia al trabajo compulsivo o workaholismo, aumentaron la depresión, el estrés y los ataques de pánico y ansiedad de muchos líderes importantes en empresas.


Estas caídas simbólicas de personas fuertes que se verían vulnerabilizadas por su psique o aspectos neurológicos, nos empezó a conectar con la necesidad de un cambio de mindset.


Algo que claramente, está sucediendo con esta pandemia.

Un cambio obligado, incómodo, urgente, global y sin precedentes históricos.


Ser testigos y protagonistas de este momento, nos coloca en un lugar nuevo. Y es tan novedoso, que nos enfrenta a la enfermedad y a la muerte, para revisar nuestra finitud. Nuestra verdad profunda, de ser transitorios o estar de paso, en este proceso de vida.


En una sociedad que nos acostumbró a vivir en el hogar emocional del control, poniendo como énfasis el trabajo o los fines económicos antes que la familia, el desequilibrio en muchos sistemas familiares ha generado niños, jóvenes y hoy adultos con los yoes quebrados, fisurados y heridos por estilos de vidas alejados de los principios humanistas.


Quiero contarte como terapeuta y desde mi experiencia con tantos sistemas y personas hermosas, que el hogar interior necesita cada vez más del cuidado y de la revisión de los valores humanos que te mantienen aquí, en esta vida. Muchas personas están partiendo sin haber podido curar patrones, o conectar profundamente con sanar y mirar el sentido de su vida.


LA OPORTUNIDAD DE CREAR UN YO SANO


La pandemia nos ha dado la oportunidad de elegir la nueva casa donde quieres cimentar tus valores para los cambios que necesitamos sostener como sociedad. Pero eso comienza contigo, mirando el hogar emocional que has creado, las excusas para seguir con las mismas grietas de tu alma sin poder restaurarlas y crear algo nuevo contigo. El yo sano necesita expresarse en tí y por eso ya no te da tregua. Todo se ha acelerado ¿no?


La reconversión es urgente. Pero antes de reconvertirte profesionalmente, es necesario que te atrevas a elegir tu nuevo lugar real en el mundo.


Si esta vida te elige para continuar la historia de este tiempo, ¿qué hogar habitas?

¿Qué aire quieres respirar?

¿Qué quieres llevar a tu boca?

¿Y cuáles son los cimientos de tu Ser Aquí y Ahora?


He separado para ti un ejercicio práctico que utilizo en mis Clases de Mentoría Online con mis alumnos. Estos son los Pilares de la Nueva Conciencia. Son los Valores Humanos desde donde podrás reestructurar tu identidad. ¿Cuál se conecta contigo?


Elige uno y regaláselo a tu familia, team o personas de tu círculo, con acciones concretas.



PILARES DE LA CONCIENCIA Y VIRTUDES HUMANAS:


1.GRATITUD

2. CONFIANZA

3. RESPETO

4.SERVICIO

5.REVERENCIA

6.FIDELIDAD

7.ESPERANZA


Espero que me escribas y me cuentes si has hecho este ejercicio. Y como te fue.

Te deseo que vivas en el mejor hogar interior que puedas crear. Y cuando lo logres, habrás cambiado tu mundo y el de muchos otros. Y eso, será hermoso, ¿ no crees?




LIC. MARTHA FLORES –Psicóloga Clínica, graduada de la Universidad Católica. Fundadora de Casa del Alma, centro de Terapias Alternativas. Responsable del espacio televisivo en el programa de Día a Día de VTV “La Columna de Psicología”. Profesora de Yoga Integral egresada de la Escuela Uruguaya de Yoga. Post Grado de Recursos Humanos en Universidad ORT. Master en Programación Neurolingüística. Web.

Escritora del libro¿ quién te enseña a vivir? Método terapéutico de las 33 virtudes para trabajar valores humanos potenciando virtudes y sanando sombras.

www.semillasdelaconciencia.wordpress.com. Canal de YouTube Lic. Martha Flores





viernes, 28 de abril de 2023

Comunicación sindical, una materia postergada Columna de Marcel Lhermite

 

El campo de trabajo de la comunicación política tiene dos áreas cuasi hegemónicas: las campañas electorales y la comunicación de gobierno; en el olvido prácticamente queda la sindical, que incluso es sumamente difícil encontrarla en la currícula de las carreras de posgrado que se dedican a nuestra disciplina.

Los trabajadores y los estudiantes organizados tienen particularidades a la hora de comunicar, y por lo tanto debemos gestionar esa comunicación de una manera diferente a la de un partido u organización política. Por tal motivo, es sorprendente –o quizás no tanto– que no se dediquen las horas de investigación y estudio que amerita esta área.

Actualmente la mayoría de los sindicatos latinoamericanos, al menos los medianos y grandes en cantidad de afiliados, cuentan con un área de comunicación, o mejor dicho de propaganda. Aquí encontramos el primer gran debate a dar: el pasaje de la comisión de propaganda a la unidad de comunicación.

Definamos la propaganda, en palabras de Frederic Bartlett en su libro La propaganda política, del año 1941: “Es una tentativa para ejercer influencia en la opinión y en la conducta de la sociedad, de manera que las personas adopten una opinión y una conducta determinada”.

La propaganda política, que tuvo su apogeo en el período entreguerras y que en América Latina mantuvo absoluta vigencia hasta hace unas pocas décadas, se valía de determinadas herramientas –como el cine, la radio, el mural o el mitin– para hacer llegar su mensaje, encontraba un receptor pasivo, que prácticamente no tenía forma de completar el ciclo de comunicación, no había feedback.

En la década del 50, con la campaña electoral a la presidencia de Estados Unidos de Ike Eisenhower comenzaron a utilizarse las técnicas del marketing en la política y posteriormente es que hace su aparición la comunicación política, y a partir de allí es que las antiguas unidades de propaganda en la política comienzan a migrar hacia núcleos de comunicación.

Una unidad de comunicación, en remplazo de la antigua comisión de propaganda, implica que el receptor de nuestro mensaje político será un ser activo, que decodificará nuestro mensaje y que tendrá los canales para poder hacernos llegar su mensaje. Estableceremos un diálogo con nuestros públicos.

Y si de públicos hablamos, también en materia sindical, en este punto nos encontraremos con la segmentación. Si bien es necesario establecer más precisamente un mapa de públicos, hay tres grandes grupos, que además se subdividen, que vamos a identificar: los trabajadores (los de nuestro gremio, los no sindicalizados y los de otros rubros), los empresarios (nuestra patronal, los empresarios organizados y los empresarios en general) y el resto de la sociedad a la cual llegaremos a través de la prensa y las redes sociales.

Las nuevas unidades de comunicación sindical requieren de estrategas digitales que estén planificando y gestionando nuestras redes sociales, así como también vamos a necesitar un plan de medios de comunicación tradicionales y entrenamiento en vocería, para que nuestros sindicalistas puedan hacer llegar su mensaje en forma óptima.

La comunicación sindical requiere poner un especial énfasis en la necesidad de trabajar la comunicación interna, ya que los trabajadores es el primer público a atender. Allí encontraremos a quienes están en nuestro sindicato, pero también a aquellos con los que compartimos tareas pero que decidieron no estar organizados, con los cuales también tenemos que comunicarnos y, por qué no, persuadirlos de que se sumen al gremio.

Otro elemento a tomar en cuenta es el discursivo. Hace algunos días un colega recodaba el caso del Sindicato de Choferes de Transporte Urbano de Pasajeros de Rosario, Argentina, nucleados en Unión Tranviarios Automotor (UTA). En el marco de un conflicto decidieron cambiar la terminología habitual, y en vez de hablar de paro establecieron que la medida adoptada era un "corte del crédito laboral", eliminando de esta forma toda la connotación negativa que tiene el cese de actividades.

El ejemplo es sumamente ilustrativo para analizar los frames discursivos que se dan en el área sindical, que por lo general provienen desde la óptica de los más poderosos, en este caso el mundo empresarial respaldado generalmente por los poderes fácticos, y que es replicado desde los medios de comunicación masivos.

Los frames son marcos cognitivos de interpretación a través del cual entendemos una porción del mundo que se nos ofrece. En palabras del lingüista estadounidense George Lakoff: “el enmarcado tiene que ver con elegir el lenguaje que encaja en tu visión del mundo. Pero no solo tiene que ver con el lenguaje. Lo primero son las ideas. Y el lenguaje transmite esas ideas, evoca esas ideas”.

Por eso vale la pena rescatar el ejemplo de los trabajadores de la UTA en Rosario, porque lograron hacer valer su marco y dejaron atrás el que está instalado, del paro, que es un frame que es funcional y encaja con la visión del mundo empresarial, más que con la de los trabajadores.

La movilización es y será una marca registrada de la comunicación sindical, por lo que contar con planes de movilización que establezcan la rentabilidad política y estratégica de las acciones es algo que los trabajadores organizados realizan muy bien, pero en lo que también es necesario innovar, sobre todo teniendo en cuenta que los públicos con los cuales nos comunicamos han cambiado sus conductas, costumbres y las modalidades de comunicación, por lo que en algunas circunstancias nuestras medidas de movilización pueden llegar a ser obsoletas para determinados grupos de la sociedad.

Aún falta mucho por hacer en comunicación sindical, pero parece que desde la academia no resulta ser una prioridad, mientras que en muchos de los colectivos de trabajadores organizados a veces impera la máxima del “siempre lo hicimos así”, ignorando los avances registrados en el mundo de la comunicación política.



Marcel Lhermitte (Uruguay) es periodista, licenciado en Ciencias de la Comunicación y magíster en Comunicación Política y Gestión de Campañas Electorales. Ha sido consultor en campañas electorales en América Latina, el Caribe y Europa. Asesor de legisladores y gobiernos locales en Iberoamérica. Autor de los libros La Reestructura. La comunicación de gobierno en la primera presidencia de Tabaré Vázquez, La campaña del plebiscito de 1980. La victoria contra el miedo y Las elecciones internas de 1982. Los ecos del NO. Es coordinador del Diplomado de Comunicación Política de la Universidad Claeh en Uruguay.

Twitter: @MLhermitte

Instagram: @marcel_lhermitte