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domingo, 1 de febrero de 2015

Se incendia la principal biblioteca de Rusia : “Chernobil” cultural.


AFP
   


Moscú— Un inmenso incendio devastó ayer en Moscú la principal biblioteca universitaria de Rusia, dañando más de un millón de documentos históricos únicos y provocando la consternación de miles de científicos, que han evocado un “Chernobil” cultural.

Según los equipos de emergencia el fuego, declarado el viernes por la noche, aún no había podido ser controlado hasta el cierre de esta edición. Las llamas han devorado 2 mil metros cuadrados de la biblioteca del Instituto de Información Científica de Ciencias Humanas (Inion). Construida en 1918, la biblioteca reúne más de diez millones de documentos históricos de los siglos XVI a XX, redactados en varios idiomas.

“Es una gran pérdida para la ciencia: se trataba de la mayor colección de este tipo en el mundo, equivalente probablemente a la biblioteca del Congreso” estadounidense, aseguró el presidente de la Academia de las Ciencias, Vladimir Fortov.

“Aquí había documentos imposibles de encontrar en otro sitio. Lo que ha ocurrido recuerda a Chernobil”, la catástrofe nuclear producida en la Ucrania soviética en 1986, aseguró, según las agencias de prensa rusas.

¿Por qué "Las mil y unas noches" ha sido un éxito en todo el mundo?


La historia de la arquitecta que debe prostituirse por salvar la vida de su hijo enfermo en un mundo laboral cuesta arriba ha identificado a una audiencia exigente que perdió la capacidad de asombro entre tanta guagua perdida y protagonista ciega.

 http://www.lanacion.cl/

Además de ser un éxito en Medio Oriente, Europa del Este y 45 países de todo el mundo, "Las mil y una noches", la serie turca que transmite Mega, también cuenta en Chile con excelentes cifras de rating pese a su exhibición de trasnoche. Su popularidad en diversas culturas probablemente apela a una serie de valores demasiado tradicionales para ser capitalizados por producciones más convencionales en Occidente.
Se trata de la primera teleserie de éste exótico origen que se transmite en Latinoamérica y viene de la mano de una sui géneris propuesta. Al igual que la narradora del legendario relato "Las mil y una noches", el drama homónimo de la TV también es protagonizado por una mujer llamada Sherezade, una hermosa y talentosa arquitecta que se une en matrimonio con el hijo de una poderosa familia que no la acepta. Al enviudar sorpresivamente es desechada por su familia política y queda desamparada junto a su hijo de 5 años quien es víctima de leucemia. Salvar su vida depende de un costoso tratamiento.
La única opción de Sherezade es acudir por ayuda ante Onur Askal, su jefe, quien le exige pasar una noche con él para darle una oportunidad de vivir al pequeño. Tras el acto, la abnegada madre rechaza al hombre quien tardíamente se da cuenta de que está enamorado de ella.

Imagen foto_00000001El rol de la mujer de oriente

El resto, es el éxito de una teleserie que en medio de un mercado de guaguas perdidas, madres que pierden la vista o el archirrepetido recurso del gemelo extraviado destaca por la propuesta de un libreto rescata valores fundamentales de toda mujer moderna que la industria parece haber pasado por alto en Occidente.
Por otro lado, en su lugar de origen, una serie de televisión que muestra como las mujeres son tratadas de igual a igual por los hombres, defendiéndose a punta de trabajo en un mundo donde las féminas se reducen política y religiosamente a su mínima expresión, ha causado revuelo y fascinación.
Países como Turquía, Grecia o la península balcánica han valorado en la teleserie estos ingredientes de la vida moderna. La epopeya de una protagonista enfrentada a la cotidianeidad de pese a ser profesional, buena esposa y ama de casa: como en la vida real, aseguran las encuestas y estudios de mercado realizadas por la distribuidora de producciones turcas The Global Agency.
A la fecha, el éxito de "Las mil y una noches" se ha replicado en otros 30 títulos de teleseries turcas que hoy conquistan audiencias en busca de contenido fresco y que no necesitan recurrir al morbo, la violencia o recurrentes escenas de cama.
El presupuesto de cada capítulo también es parte del éxito. Los recursos destinados por episodio puede llegar a los 125 mil dólares para su descenlace, por ejemplo. Una gran inversión que tiene su premio no sólo en las ventas totales que facturan las teleseries turcas (US$ 130 millones el 2012); sino también en los ingresos por turismo en los que éstas producciones funcionan como verdaderas postales.
Sus productores y teóricos, defienden el hecho de que teleseries como las de la sufrida Sherezade, tampoco caen en el lugar común de homologar la cultura de origen con estereotipos norteamericanos o europeos. Cada historia valora la tradición y para versiones de exportación, como el caso de la teleserie de Mega, es doblada íntegramente en Chile por actores nacionales que dotan la trama de algo más de cercanía.
A la vez, si en el mundo árabe es la exhibición de este escenario moderno de mujeres liberadas, varones empáticos y jugados por el amor lo que llama la atención, en éstas latitudes es la excentricidad de los vestuarios, decorados y costumbres del antiguo Imperio Otomano lo que genera gran parte de su convocatoria. Algo de ese exótico y lejano mundo, tiene la audiencia local, si prefiere -a esas horas- el culebrón turco en lugar de las caras de siempre y la vuelta de tuerca artificiosa de las nocturnas chilenas.

La Pedrera: vecinos marcharon reclamando seguridad

Importante convocatoria para reclamar a las autoridades mayor seguridad y el esclarecimiento de los robos que suceden en La Pedrera y Punta Rubia.
 
 
 www.lapalomahoy.
 
(Adriana Pugliese / redaccion@lapalomahoy.uy)

Pasadas las 19 un nutrido grupo de vecinos de  La Pedrera y Punta Rubia se dieron cita en la rotonda de ruta 10 y Avenida Principal para reclamar a las autoridades la solución de los hurtos ocurridos en lo que va de la temporada en ambos balnearios. Cerca de las 20 la columna de gente comenzó a recorrer los 600 metros que separan la ruta de la comisaría ubicada en pleno centro pedrerense. Allí aguardaban dos agentes apostados en el frente. Los vecinos se reunieron formando un semicírculo y batieron palmas. "A raíz de los distintos hechos delictivos que han sufrido tanto los residentes como los veraneantes delos balnearios de la zona, es que hemos llegado a la drástica determinación de tener que realizar esta marchapara hacernos oir por las autoridades. Aquí el turismo es nuestra principal fuente de trabajo, pero la tranquilidad y la seguridad que nuestros visitantes buscan , es la misma que buscamos los que residimos, y no la vamos a negociar. Es por eso que les pedimos a las autoridades, un mayor compromiso en la resolución de los casos, y mas presencia en las calles, todos queremos vivir en paz. Exigimos una reunión para poder plantear nuestras ideas y ser escuchados".
Gabriela Betancurt es dueña de un reconocido alojamiento de la zona, y fue la elegida para leer la proclama que apoyaron los vecinos. Es claro que cuando hay razones que todos conocen como justas, la sociedad se moviliza. Y eso a las autoridades les exige un esfuerzo para responder ante algunos atropellos y delitos que nadie quiere que sigan o empeoren.
Las redes que dan respuesta
Los vecinos preocupados armaron un grupo en la red Whatsapp, para estar conectados y poder saber en tiempo real lo que está ocurriendo en materia de seguridad en La Pedrera y Punta Rubia. "Vecinos alerta" es el nombre del grupo y desde el cual salió la convocatoria a quienes se quieran manifestar para que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Un extraño hecho que generó alarma
Presente en la marcha estaba una joven que sufrió días atrás un hurto en la ruta 10. Según contó a los presentes dos personas salieron detrás de El Dorado a eso de la una de la mañana y la golpearon en el rostro. Cayó desvanecida y recuperó la conciencia tres horas más tarde, y se dio cuenta de que no tenía ni su mochila ni su bicicleta, que le habían sido sustraídas. Este extraño hecho, no fue ajeno a las causas que llevaron a los vecinos a manifestarse y reclamar.

De TATUADO EN MÍ de Leónie Sofía Garicoits




LÉONIE SOFIE NOS CUENTA

“Nací en Montevideo el 3 de julio de 1962, esto de decir la edad no es fácil para una mujer. Durante mi niñez me leí todo lo que caía en mis manos y me enamoré de Federico García Lorca, Rubén Darío y Alfonsina Storni. ¡En la escuela tenía una amiga con la que escribía una novela en forma conjunta! En esa infancia "erudita" y adolescencia "rebelde" escribí varios poemas que regalaba a amigas y novios.
Estudié en la Facultad de Derecho dónde me recibí primero de Procuradora, luego de Abogada - en Diciembre de 1986- y luego de Doctora en Derecho y Ciencias Sociales - en Octubre de 1987-, en 1989 egresé del centro de Estudios Judiciales. Desde el año 1990 me desempeño como Fiscal Letrado Adjunta en el Ministerio Público y Fiscal; y a fin de ubicarme laboralmente y en el ámbito jurídico realicé distintas publicaciones en materia jurídica.
Me casé en el año 1994 y me divorcié en el año 2002. No tuvimos hijos, aunque lo intentamos. Luego del divorcio volví a escribir. Y seguí borroneando papeles hasta que comencé a asistir al Taller de Amengual y luego de Rafael Courtoisie". 



 



(de TATUADO EN MÍ)





tatuado en mí



I.



besaste mis lágrimas

tu cuerpo se hizo alma

en mí,

fuiste carne de mi carne

y nací Afrodita



II.



elevada

por la fuerza de tu fuego

desafiante como Ícaro

me aferro a vos para

no perderme



III.



no es la uva que enturbia

mis sentidos

es la vid que me derramas,

es la embriaguez del ser

es una orgía de vos



IV.



sos mi Odiseo 50

y con la suavidad de tu fuerza

y la inteligencia de tu ternura

conquistás una y otra vez

mi Itaca



V.



robaste el fuego

para encender mi piel,

quemar mis sentidos

como Prometeo te escapaste

con mi alma



VI.



no me robes tus hombros,

tu torso, tu cara,

no me ocultes tu perfil que

me enamora, Adonis en

mis noches



VII.



y si mañana me convierto

en Dafne no será por huir

de vos sino para

que talles con tu espada

en mi piel, en mi corteza



VIII.



sos la lluvia de oro

descendés en mi cuerpo

ensayás antiguos juegos

como Zeus esgrimís

el báculo



IX.



resucitás en cada palabra

y con cada caricia arrasás

mi vida, un escándalo en

la noche y Eros se entrega



X.



y era el caos

el mundo un desmayo

ni una boca me nombraba

y era la oscuridad

hasta que en mis labios

escribiste mi nombre

LATITUDES MONTEVIDEANAS DEL TANGO - un aporte Alejandro Michelena





Escritor y periodista Alejandro Michelena

Fue un 2 de diciembre de 1866, en un modesto rancho del barrio de Goes. Así se planteaba en un folleto editado hace muchas décadas por Ovidio Cano, colaborador del desaparecido diario El Día,  rescatado por los historiadores Washington Reyes Abadie y Anibal Barrios Pintos en su libro dedicado a esa antigua zona montevideana (en serie publicada por la Intendencia Municipal).
“Tal afirmación –consigna Cano en ese texto– pertenecía a Leonardo Durante, un argentino que vivió muchos años en la calle Libres 1620 casi General Flores, en el corazón de Goes”. Y agrega: “fue en un rancho situado en el número 1477 de la calle Isidoro de María, frente a la plaza llamada en ese tiempo De las Carretas”.
Siempre según Ovidio Cano: “Leonardo Durante afirmaba que desde la noche del 2 de diciembre de 1866, se bailó en ese rancho una deformación de la clásica habanera con parejas abrazadas”. Y luego comenta que la gente se acostumbró a decir: Vamos a bailar tango al rancho de la plaza.

El mito y sus raíces

Si bien son muchísimos los testimonios sobre los primeros pasos del tango, tanto en Buenos Aires como en Montevideo, la originalidad del que rescató Cano y recordaron Barrios Pintos y Reyes Abadie, radica en la fecha y lugar precisos.
Más allá de este dato y de la anécdota puntual –el surgimiento de estilos musicales no suele tener nunca una génesis tan acotada– musicólogos, antropólogos culturales, “tangólogos” en serio, han coincidido en las últimas décadas en filiar el origen del ritmo del dos por cuatro, de manera igualitaria a los arrabales de ambas márgenes urbanas del río marrón. Concretamente: a los prostíbulos y boliches orilleros, donde se mezclaban el paisano recién llegado del interior con el tano y el gallego que habían arribado al puerto poco antes, abrazándose a polacas, francesas y rusas que ejercían en el suburbio de las ciudades platenses el oficio más viejo del mundo.
Investigaciones significativas de los años recientes estiman que si bien el tango se propagó de manera inusitada en Buenos Aires, fue en Montevideo donde tiene su lejana génesis, fecundado por el sensual tan-gó de los afro-uruguayos. Y hoy por hoy las raíces africanas del tango no son negadas por ningún estudioso serio del tema. Y tampoco que en esa influencia fuera decisiva la música de los negros montevideanos que por 1830 iban a bailar tan-gó extramuros, por detrás del Cubo del Sur. Si no fuera por la negritud que lo vitaliza, al tango le faltaría el ingrediente rítmico, el magnetismo que lo torna mágico y vibrante, y le sobraría demasiada melancolía.

Un ritmo de dos orillas

Cuando se escribe o habla del tango por el ancho mundo, se lo asocia casi siempre en exclusividad a Buenos Aires. Esto es explicable, en la medida que en la grande y compleja urbe porteña de los años veinte –que tan bien recrearan literariamente Roberto Arlt y Leopoldo Marechal– democratizada por el irigoyenismo, el nuevo ritmo encontraría su escenario más fecundo en los cabaret y los cafés con palco, y su cantor por excelencia en Carlos Gardel. Por su parte, su mítico imaginario cosmopolita amalgamaba la Pebeta de mi barrio con las Ivonne, René y Grisetta de un brumoso quartier parisién; de Montmartre a Corrientes angosta, del Barrio Latino a la Curva de Rocha. El lenguaje, los personajes, la dramaturgia del tango, no serían lo que son de no haberse decantado en esa proteica ciudad del estuario del Plata.
Pero Montevideo ha aportado lo suyo, y mucho, al tango, como lo ha probado –con datos más que suficientes– el recordado escritor Juan Carlos Legido en su libro La orilla oriental del tango (publicado por Ediciones de la Plaza). Basta evocar a Gerardo Mattos Rodríguez y La Cumparsita, el bien llamado “tango de los tangos”, que fuera estrenado por el maestro Firpo y su orquesta en la confitería La Giralda de la Plaza Independencia (donde hoy está el Palacio Salvo). También a Roberto Fugazot y su Barrio Reo, dedicado al montevideano barrio Reus al Norte, y que fuera cantado en el viejo café Vaccaro de General Flores y Domingo Aramburu por Carlitos Roldán. Y al entrañable Pintín Castellanos y La puñalada, que tuvo su bautismo ante el fervoroso público tanguero del Tupí Nambá nuevo, en 18 de Julio. Y los compuestos por Víctor Soliño, Tito Cabana, Juan Carlos Patrón y  Alberto Mastra, que forman parte del mejor repertorio del tango canción.
Y no hay que olvidar las orquestas uruguayas: La de Laurenz y Casella, que marcó toda una época. La de Romeo Gavioli, realizando una verdadera “fusión” de tango y candombe. La tan popular y radiofónica de Oldimar Cáceres. La del maestro Donato Raciatti llenando de música típica el Montevideo de varias décadas. La más cercana en el tiempo dirigida por el maestro César Zagnoli. Y recintos hoy míticos, como el gran café Ateneo, con sus palcos donde diariamente se oían las mejores orquestas del Río de la Plata, verdadera catedral montevideana del ritmo del 2 x 4.
En definitiva, como bien lo expresa ese tango más moderno de otro uruguayo, el Ciruja Montero: las dos orillas, las dos ciudades, están hermanadas por iguales aires musicales y por historias comunes, costumbres y formas de vida. Y qué más da –parafraseando la notable milonga de Borges- que haya nacido en algún antro de la calle Yerbal o de la calle Junín... El tango es, en definitiva, tan hijo de Buenos Aires como de Montevideo. Y ambas ciudades fueron madres fecundas y amorosas para el ritmo que las identifica.

Alejandro Michelena