JUSTICIA
LR 21
El fiscal de Corte, Jorge Díaz / cadal.org.uy
El fiscal de Corte y procurador general de la Nación,
Jorge Díaz, reclamó la instrumentación de un nuevo Código del Proceso
Penal, una reforma imprescindible a su entender en tanto “nuestro
proceso penal actual ha fracasado, en mi opinión, rotundamente (…) Ha fracasado frente a las víctimas, a quienes no protege, no ampara y no les reconoce derechos,
al punto tal que se las considera las grandes olvidadas del sistema, y
también ha fracasado frente a los imputados porque, en realidad, tenemos
una estructura de proceso penal que no es garantista”, dijo a la
Comisión de Constitución y Legislación del Senado, ante la que depuso.
Los privados de libertad y los que están fuera
El fiscal de Corte recordó que el 64,5% de las personas privadas de libertad actualmente carecen de sentencia. “Son personas procesadas, que constitucional y jurídicamente son inocentes, en tanto no hay una sentencia de condena, pero están privadas de su libertad ambulatoria. Solamente el 35,5% tiene sentencia condenatoria (…) Como tenemos el instituto de la libertad condicional, que funciona casi en forma automática y se concede prácticamente siempre, si al momento del dictado de una sentencia de condena el individuo se encuentra en libertad, es absolutamente imposible que sea retornado a un establecimiento de reclusión, aun cuando lo condenen a la pena máxima; jurídicamente es imposible que vuelva a la cárcel”. Enfatizó en tal sentido ante los legisladores su convicción que “tenemos un porcentaje altísimo de personas que están condenadas a cumplir una pena de privación de libertad, que están en libertad ambulatoria”.En cuanto a las posibilidades que un nuevo Código del Proceso Penal reciba la aprobación necesaria, lo consideró “difícil” en tanto “la Fiscalía esté dentro del Poder Ejecutivo”, aseguró. “Es una de las cosas que está incidiendo, sobrevolando o subyacente en este debate. En reiteradas oportunidades he expresado que el Ministerio Público debería de estar fuera del Poder Ejecutivo, no porque tenga miedo a contagios o a contaminaciones ni mucho menos, sino por aquella razón de que la mujer del César no solamente tiene que ser honesta, sino además parecerlo”, sentenció.
