las menores obligadas a prostituirse brindaron nuevos datos en el juzgado
La Policía identificó a más clientes de
Punta del Este y Cerro Largo de las siete menores que eran prostituidas
por una banda de proxenetas. Siete madres están comprometidas por
omisiones a la patria potestad.
Eduardo Barreneche
El País
"A El Cata lo conocí a través de mi hermana.
Hace como tres meses, yo fui a la casa de él y me dijo que si quería
tener relaciones sexuales con él, me daba plata, que yo le pidiera lo
que quisiera cuando precisara, me hacía regalos, me compraba lo que
quería y yo accedí".
Este es el testimonio de una de las siete adolescentes
de Melo que el líder de la banda primero sedujo y luego convenció a
tener relaciones sexuales con otros "clientes" de la capital arachán y
en Punta del Este.
Según investigaciones policiales iniciadas en octubre
en Maldonado y en Cerro Largo, el líder de la banda conocido por las
adolescentes con el apodo de El Cata, llevó a Punta del Este a cuatro
menores de edad y las contactó con diversos clientes, entre ellos un
empresario de 75 años que resultó procesado con prisión por la Justicia
el pasado martes 31 de diciembre.
Las fuentes dijeron a El País que, tras las
informaciones aportadas por las adolescentes, ahora resta ubicar a
clientes de Melo y Punta del Este que pagaban entre $ 300 y $ 400 para
mantener encuentros sexuales con las menores.
"Hace tres años lo conocí a El Cata en Fraile Muerto
donde fui con mi prima. Ahí empecé a frecuentar su casa (en Melo) donde
me trataba lo más bien", declaró una joven de 18 años en el Juzgado de
Melo.
Consultada por el juez Javier Gandini sobre cuánto El
Cata le pagaba por mantener relaciones sexuales, la joven respondió: "A
mí me daba trescientos pesos. El celular de El Cata tiene una cantidad
de números de viejos y milicos que llamaban para acostarse con (...) y
con (...) El Cata las llevaba a las casas de los clientes y después las
levantaba", agregó la joven.
El auto de procesamiento, que fuera publicado ayer en
la página web del Poder Judicial, señala que el empresario de Punta del
Este procesado, de 75 años, giró "importantes sumas" de dinero a través
de redes de cobranza que fueron a parar al proxeneta.
Según la resolución judicial, el empresario también
efectuó giros de dinero a través de una tercera persona, ya que por "la
frecuencia y cantidad de dinero enviada", la agencia le impidió hacer
los mismos hasta que efectuara una declaración que "nunca realizó".
Enseguida agrega: "dichos giros a nombre del líder de
la gavilla eran en beneficio de una adolescente de 15 años. La
vinculación de la adolescente y el empresario se dio en el mes de mayo
(de 2013) a través de una amiga de ambos".
El fallo judicial indica que la menor concurrió a
Maldonado expresamente a conocer al empresario "para tener sexo a cambio
de beneficios económicos teniendo conocimiento de que se trataba de una
persona adinerada".
La amiga del empresario puntaesteño relató en el
Juzgado: "Mi hermano conoce bien a (...) (la menor de 15 años) y la vida
que ella tiene, que mantiene relaciones sexuales a cambio de dinero.
Ella consume drogas. Y le dijo a mi hermano que si conocía a alguien que
tuviera plata para estar con ella, para mantener relaciones sexuales
por plata porque como ella está con el tema de la droga necesitaba
plata".
Agregó que cuando habló con el empresario en Punta
del Este, le dijo que había una chiquilina que quería conocerlo. "Él me
dijo que si queríamos, él pagaba los pasajes y nosotras íbamos" a
Maldonado.
Una vez en Maldonado, el empresario la llevó a un
restaurante y luego a un shopping donde le compró a la adolescente
vestimentas (campera, championes) y un celular.
"Al final del día la aloja en una casa en la barra
de Maldonado en donde mantienen relaciones sexuales y al otro día la
menor vuelve a Melo", indica el fallo de la Justicia.
A partir de ese momento, agrega, comienzan los giros
de dinero para la menor cuyo destinatario era El Cata, señala el auto
de procesamiento.
Fuentes policiales dijeron a El País que un padre y
una madre de las menores cobraron los giros y agregaron que la Justicia
analiza si estas u otras madres incurrieron en omisión de los deberes
inherentes a la patria potestad.
En tanto, otras fuentes del caso explicaron que
varias de las madres enfrentan procesos en juzgados de familia de Melo
por esta causa.
Otras adolescentes ratificaron que El Cata tenía un
amigo empresario de Punta del Este. "El otro día, ese amigo lo llamó a
su celular y le preguntó por la menor (que había viajado a Maldonado), a
lo que El Cata le dijo que hacía días que no la veía. Por lo que el
empresario le preguntó si no tenía alguna amiga para él. El Cata me dijo
que (el empresario) era un amigo que dos por tres lo llamaba y le pedía
que le consiguiera mujeres", señaló una de las adolescentes en el
Juzgado.
La trama.
El modus operandi de la gavilla era sencillo pero
eficaz. Se contactaban con menores de escasos recursos económicos, luego
les ofrecían dinero y regalos a cambio de favores sexuales.
Según investigaciones realizadas por la Policía de
Cerro Largo, las adolescentes vivían en los barrios Feder, Collazo,
Mendoza y Trampolín. Los dos sujetos procesados, El Cata y otro
individuo, vivían en el barrio Feder.
El fallo judicial expresa que desde hace varios años
a la casa de El Cata en Melo "frecuentan adolescentes a las que les
ofrece dinero, ropa, recarga de tarjetas de celulares o diferentes
promesas económicas a cambio de tener con él relaciones sexuales,
manifestándoles que las mismas podían tener novios y que a él no les
molestaba".
El juez de Melo, Javier Gandini, en el auto de
procesamiento explica que "esta situación la vivían las adolescentes en
la casa del indagado no solo con él sino también con otros hombres que
frecuentaban el lugar en donde bebían, comían, se drogaba y mantenían
relaciones sexuales".
También surge que el indagado "en diversas
oportunidades" se comportó como intermediario "ayudando a las mismas a
conseguir `clientes` contribuyendo a que se prostituyeran en su casa o
llevándolas a los domicilios de estos y luego yéndolas a buscar".
Una menor de 15 años declaró en el Juzgado que la
mayoría de las adolescentes que concurrían a la casa de El Cata "se
acostaban con él. Él les daba plata, championes, ropa".
Otra adolescente de 17 años confirmó que el líder de
la banda seducía a las chicas que llevaba a su casa y luego las
prostituía. "Según los dichos de las gurisas mismas, él tenía relaciones
con casi todas", según expresa el fallo judicial.
Además la Justicia indagó a un primo de El Cata que
residió durante un tiempo en la casa del líder de la gavilla y también
obtuvo favores sexuales de las menores a cambio de dinero.
Una adolescente de 15 años testificó: "El Cata me
dio $ 300 y mantuvimos relaciones sexuales. Y el primo de El Cata
también me prometió dinero y mantuvimos relaciones sexuales yo y mi
hermana pero nunca nos dio el dinero".
Ministra Kechichián repudió los casos de prostitución en Melo y Punta del Este
La ministra de Turismo, Liliam Kechichián, repudió
los casos de prostitución de menores en Melo y Punta del Este. En un
comunicado dijo que en el Ministerio de Turismo se sienten "indignados"
por el involucramiento de "un empresario de la Barra de Maldonado
relacionado con la gastronomía y la hotelería" en el caso.
Kechichián recordó que más de 300 operadores
privados, entre hoteleros, agencias de viajes y establecimientos
rurales, suscribieron un convenio marco para incorporar en sus empresas
adhesivos y otros materiales en el marco de la campaña para la
Erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y
Adolescentes.
El código de ética en la materia estableció que
"todo operador registrado" está obligado "a colaborar con la prevención
de la explotación sexual infantil, y fijando códigos de conducta dentro
de los establecimientos para que no se ofrezcan servicios sexuales que
exploten a niñas y adolescentes, y así poder evitar y denunciar a
quienes ofrecen ese servicio".
En este sentido se informó que se "redoblarán" esfuerzos para evitar estos delitos.
El martes 31 de diciembre, un empresario
gastronómico de Punta del Este fue procesado con prisión por mantener
relaciones sexuales con una menor a cambio de dinero.
El abogado defensor del empresario, Leonardo Guzmán,
señaló en el Juzgado que apelaría el fallo por considerar que no está
probado que su cliente incurrió en una retribución económica a una
menor, ya que le enviaba dinero para que la misma se costeara un
tratamiento médico para una seria enfermedad.
El fallo del juez Gandini
El juez penal de Cerro Largo, Javier Gandini procesó
con prisión a El Cata y a otro sujeto oriundos de Melo por reiterados
delitos de retribución a menores para que ejecuten actos sexuales. Un
empresario de Punta del Este, de 75 años, también fue remitido por
cometer un delito de retribución a menores de edad para obtener a cambio
favores sexuales.
También dispuso que todas las declaraciones de los
indagados y de las menores fueran derivadas al Juzgado de Familia donde
se analizará si sus familiares incurrieron en omisión a los deberes
inherentes a la patria potestad.
El juez dispuso que técnicos del Instituto Técnico
Forense u otra entidad estatal practiquen pericias psicológicas y
psiquiátricas a los tres procesados.
Dos individuos, que habían sido acusados de ser
clientes de la red de proxenetas, fueron liberados. Otros dos individuos
mantuvieron la calidad de emplazados.
El magistrado ordenó que se formara un pieza
presumarial para proseguir las investigaciones sobre más clientes de la
banda oriundos de la ciudad de Melo como de Maldonado. En una
oportunidad, el jefe de la banda llevó a cuatro menores a prostituirse
en Punta del Este