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jueves, 9 de enero de 2014

Las soledades posmodernas y las redes de amor





Por Coral Herrera Gómez






La soledad es una invención moderna.
Nuestra sociedad se organiza en equipos de solo dos personas, mejor si es heterosexualmente. Nos juntamos para crear familias (o no), en estructuras de dependencia mutua. Dependencia sentimental y económica, dependencia social y afectiva. Cuando estamos sin pareja decimos que estamos solos, pero la soledad es una invención moderna. Antes la gente vivía en grandes estructuras familiares, en casas amplias donde convivían varias generaciones y parientes sin la misma sangre.
La soledad nació en el seno del Romanticismo trágico del XIX, cuando se impuso el individualismo y la gente se encerró en sus nidos de amor para dúos diferentes pero complementarios. Las calles y las plazas se vaciaron mientras se llenaban los centros comerciales llenos de parejas , que son en realidad dos soledades unidas. El derrumbe de las redes de solidaridad en la posmodernidad nos han dejado a todos más solos y solas, especialmente los que no tienen a alguien cerca para compartir su soledad.
El budismo con su filosofía del desapego no entiende, sin embargo, la soledad como una tragedia: nacemos solos y morimos solos, y los demás nos acompañan en determinadas etapas del camino. En Occidente, sin embargo, la soledad es la gran enfermedad de los posmodernos. Fromm hablaba de la Era de la soledad, de la época en la que necesitamos emociones intensas, necesitamos comunicarnos y compartir, y sin embargo lo hacemos solos desde casa, apretando el dedo sobre las teclas de una realidad virtual.
La soledad es signo de que algo no va bien, por eso son tan importantes los amigos de los novios en las bodas. La soledad “obligatoria” nos baja la autoestima, nos produce tristeza, desesperación, miedo, y nos margina socialmente un poco, porque vivimos en un mundo de parejas. Nuestra cultura sigue promocionando el individualismo, el miedo al otro, la desconfianza a los espacios públicos que no estén vigilados por videocámaras. La solución a la soledad que nos proponen en esta era del consumo es encontrar a nuestra media naranja.
Unos dedican todas sus energías a la búsqueda, otros se conforman enseguida, unos encuentran a la persona ideal, otros se cansan rápido y cambian de pareja. Las separaciones y los divorcios son más duros cuando nos hemos aislado del mundo con la pareja; al romper nos quedamos con grandes vacíos, nos sentimos solos “de verdad”. Las parejas de alrededor se vuelcan contigo si eres la víctima, o te alejan si te consideran culpable del divorcio. Nuestras estructuras familiares y sociales caen porque todos los círculos están llenos de parejas. Uno solo desentona y desequilibra la armonía del “dúo”.
Por eso mucha gente busca compañía a cualquier precio y se angustia. Mujeres y hombres cuya pasión absoluta es el amor, la conquista, el sentirse querido, querer al otro, pelearse, reconciliarse. Hay gente a la que se le nota a kilómetros que se encuentra sola y necesita pareja. Gente que necesita ser amada, sentirse acompañada y protegida. Gente que mendiga el amor y se victimiza para parecer más indefensa. Gente que se infantiliza para crear ternura. Gente que se disfraza y se opera el cuerpo para obtener el triunfo social de tener un hombre o una mujer a su lado. Gente que se siente cómoda en la división de roles de género, gente que se encierra en la pareja con candado y echa la llave al Sena en París.
Pese a esta necesidad de “amarrar” al otro, nos atraen de las personas su libertad, su energía, su poder. Amamos a las personas en la medida en que son libres; lo curioso es que cuando nos juntamos, tendemos a querer domesticar esa libertad, apoderarnos de ella, aferrarnos con dulzura al otro para que no escape de nuestro lado.
En este mundo unos necesitan darle un nombre al tipo de relación para fijarla, para estabilizarla, para poder ser comunicada al resto, y otros tienen verdadero terror a ser fijados, y huyen espantados cuando oyen palabras que tienen que ver con esa pretensión muy humana de definir y clasificar las cosas, las situaciones, los romances. Es una forma de acabar con el idilio y empezar el compromiso; todo a través de la palabra.
En nuestra época posmoderna, la principal contradicción es, por un lado, el miedo a la soledad y la necesidad de que alguien nos asegure que va a estar con nosotros (firmando contratos matrimoniales si es preciso), y por otro, una defensa a ultranza de la libertad personal y los espacios propios. Quizás por eso nos divorciamos tanto, y por eso mismo también firmamos hipotecas que nos atan durante más tiempo del que vamos a vivir.
En el caso de las mujeres y los hombres jóvenes, creo que estamos sumidos en la contradicción entre la necesidad de libertad y la necesidad de afecto. Tenemos miedo a la soledad total, pero no queremos atarnos de por vida. Las estructuras de nuestros padres no nos sirven, y por eso estamos probando otras formas de relacionarnos, más flexibles, más cambiantes. A veces buscamos pareja, otras veces buscamos no tenerla; a veces soñamos con príncipes azules, otras veces el principio de realidad se impone y queremos a la gente tal y como es. Nos separamos, nos juntamos, nos chocamos, nos fusionamos, y todo sucede bajo una intensidad y una velocidad que asusta a nuestros abuelos y abuelas.
A pesar de que en el imaginario colectivo la soledad es sinónimo de horror y vacío, la realidad es que a todos nos gusta estar solos de vez en cuando, especialmente si tenemos una gran pasión. Disfruta muchísimo más de la soledad la gente que se dedica a crear (escritores, escultores, bailarines, pintores, videoartistas, diseñadores, cineastas, dibujantes, poetas, cantantes, músicos, coreógrafos, escenógrafos, editoras, artesanas), o la que practica deportes, que la gente que pretende rellenar sus vacíos a través del amor.
Disfrutan más de la soledad y de la compañía los que aman la lectura, los viajes, los juegos como el ajedrez o las damas, el mundo de las setas, el mundo de los pájaros, el mundo de los videojuegos, las artes marciales, el Yoga, el Reiki, o la meditación trascendental. También los que crean comunidades o se insertan en alguna: por ejemplo los activistas que trabajan en colectividad por los derechos humanos, la ciudadanía que se integra en movimientos sociales o políticos, la gente que se une a colectivos espirituales o religiosos, a grupos literarios, a grupos de ciclismo urbano, a grupos de cooperativas agroecológicas.
Hay parejas que no toleran las pasiones del otro, hay parejas que las comparten y conservan las suyas propias. Lo que es obvio, según mi punto de vista, es que la pareja no es la solución para la soledad y que todos necesitamos espacios compartidos y espacios propios.
La soledad depende mucho de cómo nos relacionamos y tejemos redes sociales y afectivas a nuestro alrededor. Por eso si nutrimos con cariño nuestras amistades es más difícil que nos sintamos solos o solos.
Tenemos que trabajar para cambiar esta sociedad individualista, al fin y al cabo, somos animales gregarios que necesitamos compañía. Sobrevivimos como especie gracias a nuestra capacidad para trabajar en equipo y para construir relaciones bonitas basadas en la cooperación y la ayuda mutua.
Si ampliamos nuestros círculos de amistad, si trabajamos en equipo para lograr objetivos comunes y solidarizarnos con los demás, la vida es menos dura, y tiene más sentido. Todos necesitamos sentirnos útiles, sentirnos reconocidos por nuestros aportes a la comunidad. Todos necesitamos abrazos, besos, gestos de simpatía y de cariño. Todos necesitamos, en definitiva, querer y sentirnos queridos.
Para evitar las relaciones basadas en la necesidad, la dependencia o el miedo a la soledad, creo que lo importante es fortalecer y mimar nuestras redes sociales. Antes que buscar salvaciones individuales, creo que deberíamos emplear nuestro tiempo y energías en la gente que tenemos alrededor: vecinos, compañeras de trabajo, amigos, familiares… Diversificar afectos, querernos mejor, relacionarnos con ternura y empatía, ayudarnos mutuamente, trabajar por el bien común nos ayudará a construir comunidades menos individualistas y más solidarias.








Corte Electoral aprobó Concertación entre blancos y colorados

DECISIÓN

La Corte Electoral se reunió esta tarde y aprobó la inscripción del partido por el cual se disputará la Intendencia de Montevideo en las próximas elecciones.

El País

Por cinco votos a favor contra cuatro, la Corte Electoral aprobó el Partido de la Concertación, por el cual blancos y colorados disputarán la Intendencia de Montevideo en las próximas elecciones departamentales de 2015.
Los ministros del Frente Amplio mantuvieron su rechazo a aceptar las autoridades del nuevo lema, pero fue el voto del presidente del organismo, Ronald Herbert, el que inclinó la balanza a favor de conceder la autorización.
Las objeciones de los representantes frenteamplistas se basaban en que una decena de dirigentes presentados dentro del nuevo lema todavía integraban la orgánica de los partidos Nacional y Colorado y entendían que antes de solicitar a la Corte su reconocimiento como autoridad del nuevo lema, debían desvincularse de los sectores de los partidos tradicionales.
Pero los ministros representantes de la oposición presentaron un informe que señalaba que el Partido de la Concertación ya había cumplido con todos los requisitos para convertirse formalmente en un nuevo partido político.

"¿Qué hay detrás de Aratirí y el puerto de aguas profundas"? Entrevista a Jonathan Gamenthaler,joven militante integrante del MOVUS

Tiene 21 años. Está considerado como una de las personas más informadas en materia de megaminería a cielo abierto y otros megaproyectos.
 Entrevista de 90 minutos en el Programa Cuarto Poder de Radio Fortaleza de Rocha. El audio se puede descargar.

Amnistía Internacional denuncia el "alarmante asalto" de derechos en Malasia

Conflictos religiosos
 
lainformacion.com
Amnistía Internacional (AI) denunció hoy el "alarmante asalto a los derechos de libertad de expresión y asociación" en Malasia, después de que el Gobierno del país ilegalizara una coalición de organizaciones de defensa de los derechos humanos.

Bangkok, 9 ene.- Amnistía Internacional (AI) denunció hoy el "alarmante asalto a los derechos de libertad de expresión y asociación" en Malasia, después de que el Gobierno del país ilegalizara una coalición de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El Ministerio del Interior malasio justificó la medida contra Comango, que agrupa a 54 organizaciones, por no estar ni el grupo ni 38 de sus miembros debidamente registrados, y por defender derechos "contrarios al islam" como los de la comunidad homosexual y lesbiana.
"Ilegalizar Comango es una acción alarmante dirigida a silenciar un voces críticas importantes que abogan en todo el mundo para que Malasia cumpla con las leyes y estándares internacionales sobre derechos humanos", dijo en un comunicado el representante de AI en Malasia, Hazel Galang-Folli.
Comango, que defendió que como coalición no tiene la obligación de registrarse, envió en marzo de 2013 un informe a Naciones Unidas en el que denunciaba varias formas de discriminación en Malasia lo que, según AI, provocó el enfado del Gobierno.
El informe se presentó antes de que Malasia se sometiera a la Revisión Universal Periódica de la ONU, donde se abordaron asuntos como la libertad religiosa en el país donde el islam, que profesa el 60 por ciento de la población, es considerada como la religión oficial.
El Gobierno defendió entonces la imposición de varias restricciones de tipo religioso para prevenir el orden publico, a pesar de que la ley islámica solo se aplica a musulmanes practicantes.
"Es preocupante ver como las autoridades malasias cada vez más siguen a grupos religiosos radicales y a otros que buscan silenciar a los que mantienen visiones que difieren de las de su propia agenda", añadió Galang-Folli.
(Agencia EFE)

AÑO NUEVO: “ES LO QUE HAY VALOR….” Por Julio Dornel.



                                           Escritor y periodista Julio Dornel

   Onesio Rocha, Wagner Priliac, Olivera, Gonzales y Samuel Priliac (h).


Mientras se fueron multiplicando las tarjetas, los saludos, las felicitaciones y los regalos con motivo del nuevo año, surgen las reiteradas interrogantes sobre lo que podrá depararnos este 2014 tan globalizado como nunca en la historia de la humanidad y donde resulta muy difícil elegir el camino que deberemos tomar en los próximos días. Quiérase o no, nadie quedará al margen de los grandes cambios que con velocidad supersónica se producirán en el transcurso del nuevo año.
Culmina el 2013 y como suele suceder nos detenemos ante el teclado con la intención de realizar un breve balance de estos 365 días. Sin embargo rechazamos la idea que nos llevaría mucho espacio para analizar temas que ustedes conocen de primera mano. Alegrías, amarguras y sufrimientos que forman parte de la propia esencia de toda comunidad y quienes hacen EL ESTE diariamente van acumulando esos acontecimientos palpitando en cada noticia sin tener en cuenta los triunfos ni las derrotas porque ese es el papel que nos reserva la sociedad como medio de comunicación. EL ESTE ha sido testigo y protagonista de muchos acontecimientos que jalonaron la vida fronteriza y quedarán como páginas sueltas que servirán algún día para conocer mejor nuestra identidad popular.
Un año significa muy poco para evaluar el desarrollo de una población. Por ese motivo retrocedemos una década para ver cuáles eran las aspiraciones populares que preocupaban a la sociedad fronteriza. Es curioso que algunos temas que preocupaban a los habitantes en 1997 (hace 16 años) se mantengan en la agenda de las autoridades y de la población en general. El 27 de diciembre de 1997 recogimos la opinión de algunas mujeres que incursionaban en distintas áreas para conocer su visión de la realidad fronteriza y las perspectivas para el nuevo año.
La educacionista Susana Rocha señaló en aquella oportunidad que “Chuy tiene muchísimas carencias en lo cultural, en la infraestructura, en lo urbanístico y en lo social. No tenemos centros de enseñanza técnica, faltan escuelas, no tenemos parques ni espacios verdes, no hay teatro ni pileta de natación. La plaza de deportes es chica y carente. El gimnasio está en camino. Las calles dejan mucho que desear, el alumbrado público ni que hablar, la limpieza es insuficiente, hay basura por doquier, no hemos encontrado soluciones para la avenida Internacional, no tenemos casa cuna, no hay control sobre los niños de la calle, ni autoridades del INAME radicadas, ni locales donde los atiendan. Estas son algunas de nuestras carencias, sin tocar otros temas como la droga, la violencia familiar y la desocupación fuera de temporada. Sería necesario –dijo Susana Rocha- que toda la comunidad a través de sus representantes naturales y fuerzas vivas se unieran para analizar estos problemas y sus posibles soluciones”. Por supuesto que algunos de estos problemas se han ido solucionando con el paso de los años, pero es evidente que otros se mantienen intactos por distintas circunstancias. Debemos reconocer que Chuy ha logrado cosas importantes en los últimos años, pero también ha perdido otras cuyo valor es incalculable cuando ponemos en la balanza los afectos, los recuerdos, las reuniones informales y los encuentros fortuitos que hoy a la distancia van alimentando la nostalgia.
Un lector de estas páginas radicado en Noruega nos señalaba que prefería quedarse por aquellos pagos, ante la seguridad de que en su regreso no encontraría el Chuy que dejó en la década del 70. Con el efecto de una avanzada Noche Buena se dejaba llevar por la nostalgia para mencionar lugares, situaciones y personajes desaparecidos. Cuántos recuerdos y episodios de aquella “década de oro” con el OPEL en la tradicional esquina de la Avenida Internacional y Laguna de Los Patos, EL PALENQUE frente al Estadio Samuel Priliac, PARRILLADA PAMPAS frente al Baratillo, el Cine de Lasa, MI CASA y algunos boliches donde recalaban los pocos habitantes de la “aldea”. Sin embargo los tiempos fueron cambiando y también las peñas semanales empezaron a espaciarse ante la ausencia de los parroquianos. Se vivía una época de bonanza y felicidad que parecía eterna, con un ambiente fermental en lo cultural impulsado por Jesús Perdomo, Wilkins Machado, Rondan Martínez, Jorge Calvette, el Pocho Techera y varios jóvenes que buscaban su espacio como el Pico Decuadra, Alcides Romero, Rul Antúnez, Duverlí Rodríguez, Dany Acosta y el Bico Decuadra. Claro, ese Chuy no tenía duplicado y se perdió definitivamente. Ahora son otras las prioridades. Ni mejor ni peor, simplemente distintas, mientras en otro terreno se pretende cambiar para que todo siga igual, es lo que hay valor... (Nota ya publicada en El Este)
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