Con un cielo oscuro y bajo la lluvia concluyó el pasado domingo la 54° edición del Festival Nacional de Cosquín,
que como otros años - aunque esta vez con mayor repercusión - cantó su
fin en medio de polémicas que se multiplicaron entre diferentes artistas
folclóricos consagrados e hijos del festival a los cuáles supo
apadrinar en muchos casos en el comienzo de sus carreras musicales.
Enojo que también traspasó el escenario y llegó al público asistente,
que fue protagonista del maltrato en vivo a grandes figuras del género y de la invasión de la propaganda proselitista oficial en los alrededores de la Plaza Próspero Molina,
eterna sede de las lunas coscoínas, además de la eterna espera para ver
un espectáculo por el cual tuvieron que pagar entradas costosas.
"No deseo regresar"
La frase fue dicha en medios masivos por el guitarrista tucumano Juan Falú, que intentó ofrecer la segunda jornada del festival junto a los artistas Liliana Herrero, la pianista Lilian Saba y el vientista Marcelo Chiodi un homenaje a su tío, el también guitarrista Eduardo Falú.
Por problemas técnicos, los artistas recién pudieron subir al
escenario a las 3 de la madrugada, sin prueba de sonido previa y fueron
retirados por la organización de manera torpe y violenta del lugar antes
de que pudieran finalizar con el repertorio que tenían programado.
El enojo no se hizo esperar y se materializó en declaraciones que Falú hizo al diario La Mañana de Neuquén: "El
público ovacionó muchas de nuestras expresiones de protesta por la
falta de prueba de sonido y la insensatez de dejar a la deriva un
homenaje a uno de los más grandes artistas de la historia" , denunció, y además agregó: "Nos
dieron vuelta el plato giratorio sin dejarnos hacer nuestro tema final,
`Vidala del Nombrador`, y sin siquiera poder saludar al público, que
estaba furioso por la situación".
Por lo sucedido, el artista anunció que no volverá al lugar por haberse sentido "expulsado" y "censurado".
Reprogramaciones, maltratos, arbitrariedades, acomodos políticos y cambios de rumbo
Pero este enojo no sólo fue propio de Falú o Herrero, sino también otros artistas consagrados, como Carlos "Peteco" Carabajal, Teresa Parodi, Paola Bernal y hasta las bandas de Los Tekis y Los Alonsitos.
El domingo 26 de enero se presentaban figuras convocantes como Luciano Pereyra, Baglietto-Vitale y Peteco Carabajal, pero Peteco quedó para lo último, literalmente. "Me
parece un despropósito la cantidad de artistas que hay que no tienen
mérito para estar en el escenario. O capaz que lo tienen y lo
desaprovechan cantando macanas. Y hay toda una trama que tiene que ver
con la organización del festival, que para hacerle un favor a un
político, éste le exige que actúen dos ó tres cantores mediocres, pero
que tienen que estar sí o sí en horario central. Entonces pasa
que Laura Ros, que es una gran artista, tiene que cantar sólo dos temas
(...) No me quejo del horario, pero pienso que la organización debe salir de esa trampa",
explotó en los medios masivos Carabajal, quien recién pudo presentarse
ante el público cuando amanecía y eran las 6 de la mañana. Incluso, por
respeto a sus seguidores y en señal de protesta contra los
organizadores, bajo y tocó su violín entre la gente, acompañado por sus
bailarines. Aún así, no pudo completar todos los clásicos que pide su
público, ya que la organziación le pidió "recortar" la presentación, ya
que aún quedaban dos artistas más.
Paola Bernal, apadrinada en su momento por el Chango Farías Gómezo y fundadora de una de las peñas que - al igual que la del Dúo Coplanacu,
por ejemplo - ofrecen un espectáculo alternativo al festival oficial de
Cosquín, opinó sobre el tema poniendo el foco en que la cultura popular
no se encuentra en el Próspero Molina sino en sus alrededores: "los
negociados políticos y la falta de profesionalismo se están volviendo
en contra del festival. Para mí, éste es un modelo en decadencia. El
festival no es la plaza Próspero Molina desde hace mucho. En los
alrededores, Cosquín está mas vivo que nunca, tiene su personalidad y
pasan cosas hermosas todas las noches. Ese otro Cosquín no está en
decadencia".
Por su parte, la folclorista Teresa Parodi - que
este año cumplió 30 años de su consagración en el festival - opinó sobre
el tema y de la degradación que está sufriendo el evento cultural: "Creo que Cosquín es el reflejo de algo que nos está pasando en la cultura.
Yo gané en aquel Cosquín del 84 con canciones desconocidas y ante un
público que era capaz de escuchar en silencio a Yupanqui como si
estuviera en un teatro; donde lo que se coreaba era Tejada Gómez, Jaime
Dávalos y Manuel J. Castilla. Pero el festival cambió tanto que
si hoy fuera de nuevo con aquellos 30 años y mis canciones nuevas, no
llego ni a la plaza Próspero Molina. Lo efímero ganó la discusión cuerpo a cuerpo en el escenario. No creo que haya que refundar Cosquín, sino que hay que inventar nuevos espacios para pensar la música argentina. Que ellos hagan lo que quieran hacer con el festival."
También Los Tekis (banda que conoció el éxito en
Cosquín allá por los 90´) se sumaron con una carta pública al enojo por
la desprolijidad, reprogramaciones y acomodos dispuestos por la comisión
organizadora del festival. "Es una falta de respeto, porque invertimos dinero y preparamos algo especial para una noche que después no podés disfrutar por los apuros, las peleas, la desorganización detrás del escenario y los cambios de horario. Cosquín estuvo muchos años sin Mercedes Sosa por todas estas cosas. Creo que es necesario que hagan una autocrítica", denunciaron sobre las desprolijidades de la comisión organizadora, y agregaron: "Los
Tekis tocan a las 4, a las 4.30 de la madrugada.. O las 6 de la mañana
si así fuera pactado y cuando consideramos que ello hace a la esencia de
la fiesta popular que nos convoque (...) Cosquin fue testigo de eso
muchas veces, hicimos Cacharpaya en la plaza, tocamos en peñas,
balnearios y muchas veces la luna de Cosquín se hizo sol acobijándonos
en el río o sus calles a las 8 de la mañana, pero pautado y organizados
para eso (...) Una y otra vez hemos escuchado esta frase por estos días
respecto a nuestra actuación en Cosquin. ¿Qué significa la frase "Cosquín es así"? ¿Dejemos todo como está? Creemos que hay que avanzar, hay que superarse", reflexionaron.
Los números del Festival y el enojo de quienes pagaron sus entradas
Jorge Rojas, Luciano Pereyra, Abel Pintos, Chaqueño Palavecino, Soledad y Los Nocheros eran los artistas más convocantes de la grilla propuesta por Cosquín. El público enojado se hizo oir en las redes: “La gente se sacrifica tantas horas sentada en la Plaza, además somos los que pagamos nuestra entrada” , “Es
una falta de respeto a la gente que se sienta desde las 21 o 22 horas y
espera a sus artistas para que estos suban a las 5 de la mañana”, fueron algunas de las críticas, o como el caso de seguidoras de Los Tekis: “mejor
será verlos o seguirlos en otros festivales. Confiamos en que ustedes
no tienen que ver en esta indignante y humillante falta de respero a
toda la gente que los sigue”.
Y resulta entendible, teniendo en cuenta los números de un festival que
cada vez tiene menos de épico y de cultural y más de negocio. Se
calcula que la Plaza Próspero Molina puede albergar 11.800 espectadores
sentados y que por lo general la cantidad de entradas que se ponen a la
venta por jornada es de 9 mil. Se calcula de esta manera ya que para
llenar totalmente el espacio se tiene en cuenta un cupo de invitaciones,
correspondientes a figuras políticas, artistas y personajes de la
farándula. Este año se calculó que el festival de Cosquín tuvo un
promedio de 70% de asistencia en todas las noches, lo lo convierte en un
gran negocio.
El detalle de las jornadas fue el siguiente:
En la primera noche el espectáculo central fue el de Jorge Rojas, y el festival vendió el 100% de las entradas disponibles. Lógico para lo que es la jornada de inauguración del evento.
En la segunda noche los protagonistas principales fueron Luciano Pereyra, Lito Vitale-Juan Carlos Baglietto y Peteco Carabajal y la venta llegó a un 60%.
En la tercera noche, cuando tocaron Los Tekis y Mariana Carrizo, como números principales, la recaudación alcanzó un 72% de entradas vendidas.
La cuarta luna tuvo un 100% de entradas vendidas, ya que se presentaba el famoso Abel Pintos.
La quinta luna, con el tradicional "Santiagueñazo" (noche de bandas y músicos de Santiago del Estero) se vendió un 92% de entradas.
La sexta jornada fue encabezada por el Chaqueño Palavecino con un 70% de entradas vendidas.
La octava luna estuvieron Víctor Heredia, Teresa Parodi y León Gieco como números centrales, y se vendió un 54% de las entradas
La anteúltimanoche del sábado fue liderada por Soledad y el festival llegó a un 60% de entradas vendidas.
Finalmente, la última noche fue con la despedida encabezada por Los Nocheros y se vendió un 64%.
El Festival de Cosquín es mío, mío, mío
La Feria Nacional de Artesanías “Augusto Raúl Cortazar”
- que funciona en los alrededores de la Plaza Próspero Molina - entregó
premios como todos los años a los artesanos que mostraron sus
producciones en el lugar, cuyos primeros tres premios fueron a integrar el patrimonio del Patrimonio del Museo del Artesano de Cosquín, el Fondo Nacional de las Artes y el Museo del Artesano de Cosquín.
El marco en el cual se dio este reconocimiento a los artesanos fue un amplio circuito cultural especial que diseño y armó en los alrededores la Secretaría de Cultura de la Nación para acompañar la edición 54 del Festival Nacional de Folklore de Cosquín. El recorrido fue hecho bajo la consigna "Cultura en acción",
e incluyó diferentes ofertas culturales que le dieron la correcta
pátina cultural a la presentación inaugurada por la directora nacional
de Acción Cultural, María Elena Troncoso, el director nacional de Artes, José Luis Castiñeira de Dios; el intendente local, Marcelo Villanueva; y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que es uno de los candidatos que el oficialismo viene sondeando en encuestas privadas en los últimos dos años.
Fue allí donde la funcionaria de Cultura adelantó que "el programa seguirá recorriendo y acompañando las fiestas y celebraciones más importantes del país".
Este calmo y prometedor clima dado por el circuito cultural
inaugurado por el gobierno nacional se contradice con la descripción que
de él hicieron vecinos de la zona y el Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia
que se acercó al lugar para difundir los últimos números de su revista
"La Marea". En un boletín informativo difundido ayer el movimiento
denunció que el gobierno nacional copó y monopolizó el festival. "¡La Cámpora desembarcó para coparnos!", relatan en su boletín que se impresionaban y quejaban los vecinos coscoínos.
"Al descender del micro con todos los "bártulos" al hombro, casi
dormidos, apenas a 50 metros y levantando la vista hacia La Plaza de los
Artesanos: primer vistazo a un espectáculo "monstruoso", por lo
lujoso y gigantesco, con una estructura de una era futura, aunque a la
vez grotesca, desproporcionada, desmedida. - relata el colectivo cultural - En
medio de las casas bajas de Cosquín resaltaban aún más esas tremendas
moles, de lo llamados "motorhome", (¡cuántos directores de cine y TV
morirían por trabajar con esos vehículos en lo que se trasladan
por todo el país haciendo campaña los muchachos de la Cámpora, de la
Secretaría de Cultura y de la Presidencia de La Nación). Al menos 8 o 10 motorhome requirió "El Desembarco" para hacer "roncha" en Cosquín", describieron.
Y agregaron, para graficar mejor la escena: "Monstruos de 10
metros de largo por 5 de alto, equipados con la mejor tecnología, sin
duda, costosísimos, que aunque al menos exhibieron en forma gratuita
recitales, teatro, cine, talleres, juegos para niños y fueron fuente de
innumerables actos políticos: un intensa campaña de propaganda
política k que invadió todo el pueblo. Gorras, carteles, remeras.
Ostentación de poder con la que rodearon toda la plaza de los Artesanos,
indiferentes a la crisis, a los miserables sueldos de los jubilados, a
la inflación, a los 15 millones de pobres, a la devaluación que se
devora los ingresos de los asalariados.
"Nos taladraron el cerebro con consignas: ‘Cultura en acción’,
‘Secretaria de Cultura’ y ‘Presidencia de la Nación’ desde el escenario
mayor hasta el baño (...) Hubo noches que sobraron las butacas en la
"Próspero Molina", grandes espacios vacíos que las cámaras se encargaron
de no mostrar. En cambio los paseantes, muchas familias enteras,
caminaron por la peatonal o escuchaban desde afuera, porque no se
animaron a entrar o no pudieron reunir el costo elevado de las entradas", denunciaron, y agregaron: "Sin
el aval y acuerdo, al menos, de un sector mayoritario de la
Municipalidad y la Comisión del Festival con el kirchnerísmo, el
copamiento no hubiese podido realizarse."
Arbitrariedades, reprogramaciones, maltrato a artistas y al público,
"acomodos" políticos, monopolización y resignificación del festival,
entradas de valor elevado, diferentes formas de concebir a la cultura y
lo popular... Son palabras que quedan flotando con la conclusión de esta
54° Festival Nacional del Folklore de Cosquín.
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