Blasi, de 83 años, fue incriminado por la jueza y se descompensó
Procesado con prisión por matar al hijo
Una feroz competencia por el dominio de un
millonario patrimonio terminó el martes de noche, cuando el empresario
Omar Blasi, de 83 años, disparó a bocajarro con un Magnum 357 contra su
hijo Alejandro Blasi.
MALDONADO
MARCELO GALLARDO
30 mar 2014
El País
Omar Blasi fue procesado con prisión ayer al
mediodía, por un delito de "homicidio especialmente agravado". Pero no
fue remitido a la cárcel ya que, poco después de salir del juzgado
sufrió una descompensación y fue internado de urgencia en el sanatorio
Mautone.
"Voy a pedir informes a los efectos de determinar si mi
cliente está en condiciones de poder soportar la reclusión en la
cárcel. Tiene 83 años y tiene un marcapasos y muchas afecciones
cardíacas", dijo anoche su abogado Edinson Vilizzio.
La versión manejada por los investigadores policiales
que tuvieron a su cargo el caso apuntó, como posible motivo del crimen,
la existencia de una competencia "feroz" por el dominio de un millonario
patrimonio que fue levantado mediante operaciones inmobiliarias,
comerciales y financieras.
Alejandro Blasi (48) fue asesinado el martes de noche
en su Toyota Hilux de color gris, cuando llegaba a un depósito de su
propiedad en una zona al norte de la capital fernandina. Su padre, que
estaba en la escena del crimen, brindó un testimonio de dudosa
credibilidad y sufrió esa misma noche una descompensación que motivó su
internación.
La información oficial aclaró ayer que fueron tres, y
no cuatro como se difundió en primera instancia, los disparos que
efectuó el padre contra su hijo.
Una bala rozó el hombro derecho del hombre asesinado,
con trayectoria hacia el maxilar derecho y orificio de salida en la
mejilla izquierda (esa extraña trayectoria dio lugar a que se
presumiera, en primera instancia, que se trataba de dos disparos). Otro
proyectil impactó sobre el pectoral derecho, atravesando órganos
vitales, y quedando alojado en el abdomen. El tercero dio en la región
posterior del tronco, a nivel dorsal, desplazándose hacia el cráneo.
Procesamiento.
La jueza Patricia Borges le imputó a Blasi un delito
de "homicidio especialmente agravado", debido al vínculo familiar. La
pena mínima es de diez años de penitenciaría y la máxima de 24 años.
Omar Blasi fue revisado por el médico forense y
derivado primero a la Dirección de Investigaciones y luego a la cárcel
de Las Rosas, en donde deberá cumplir la pena que se determine
finalmente en la sentencia.
Apelación.
El abogado defensor de Omar Blasi intentará
demostrar que es inocente, tanto en el juicio en primera instancia como
en la apelación, o en la instancia de casación ante la Suprema Corte de
Justicia.
A pesar de la edad del procesado, la justicia lo derivó al penal de Las Rosas.
El penalista Edinson Vilizzio adelantó ayer a El
País que se tomará los cinco días hábiles que tiene para interponer o no
un recurso de apelación contra el auto de procesamiento dictado ayer al
mediodía por la jueza Patricia Borges.
"Mi cliente fue procesado en función de los indicios
que tanto la jueza como la fiscal entendieron que eran suficientes para
suponer que fue responsable del homicidio", explicó Edison Vilizzio.
El defensor sostuvo que el indicio manejado por la
jueza y la fiscal se basa en el hecho de que en el momento posterior al
crimen no había otra persona en el lugar.
Pero señaló que "en el arma no había huellas y no se encontraron restos de pólvora en las manos de Omar Blasi".
"Los testigos coincidieron todos en señalar que la
relación entre padre e hijo era excelente. Cazaban juntos y compartían
todas las actividades. No hay un motivo claro. Ni claro, ni aproximado",
agregó el abogado.
Giros.
Vilizzio adelantó que a la hora de probar la
inocencia de su cliente, pedirá investigar el cobro de US$ 900.000 que
el occiso efectuó días atrás, un dinero "que no aparece por ningún
lado".
También pedirá investigar el destino de un giro de por la suma de US$ 1:600.0000 efectuado al exterior.
"Los elementos que hay, por lo pronto, no pueden ser
suficientes para procesar. Es un delito gravísimo. Un señor de 83 años
al que acusan de haber matado al hijo que más admiraba, por el que se
desvivía. A su vez, ese hijo también lo contemplaba y lo consideraba en
todo lo posible", sostuvo el doctor Vilizzio.
El abogado sostuvo que el padre se aferró a su
testimonio brindado el mismo día sobre la presencia de un sujeto que
entró a la camioneta, se hizo del revólver que estaba entre los dos
asientos y disparó en varias oportunidades contra Alejandro Blasi.
"Hay testigos que aseguran que Alejandro estaba
esperando a una persona para mantener una reunión en ese lugar a las
siete de la tarde. Alejandro le contó eso a esos testigos", señaló el
defensor. "Y resulta que, según dijo mi defendido, apareció una persona,
se le aproximó y le disparó. El desconocido que vino los conocía. A
Omar Blasi lo amenazaron. Le dijeron que si él daba algún dato lo iban a
limpiar", indicó. No pocas personas tenían conocimiento de dónde
guardaba el arma Alejandro".
Lo que dice la ley
La edad del empresario procesado (83) no es óbice
para que deba cumplir la pena en prisión, según establece la ley 17.897.
El artículo 9°, que admite la prisión domiciliaria co-mo excepción para
los mayores de 70 años, acota que "no será aplicable" a los procesados y
condenados que hayan cometido el delito contra un familiar, o en casos
de violación, entre otros.