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lunes, 21 de abril de 2014

¿Fue ésta una semana dónde se vio que los uruguayos vivimos mal? Jorge Pasculli

La República

tres crucesLa criolla del Prado, repleta. La Semana de la Cerveza, colmada. Las Termas, Piriápolis, La Costa de Oro, completos. Varios lugares hermosos de nuestro país, también. 50.000 disfrutaron del recital de Paul. A pesar de toda la gente que salió para el interior, los shoppings trabajaron muy bien. Viernes, sábado y domingo el movimiento en restoranes y pizzerías fue impresionante.
 Tres Cruces tuvo el mismo gran movimiento de gente que el año pasado a pesar de los 57. 000 cero kilómetros vendidos…
Menos mal que este país está “arruinado” por los dos gobiernos del FA, a juzgar por los diarios titulares de un matutino y por las críticas de la oposición…
Mirá si el FA hubiera hecho dos buenos gobiernos para sus selectos gustos y sus reconocidas credenciales como gobernantes, andaríamos todos en autos como los de ellos, por lo menos…Es una lástima que en estos 9 años no hubieran gobernado ellos. Seguramente estaríamos todos mucho mejor.
Bueno, no sé si los trabajadores hubieran aumentado el empleo como lo hicieron. Seguramente tampoco se hubieran citado los Consejo de Salarios y estos habrían aumentado todo lo que lo hicieron.
Es probable que tampoco las y los empleados domésticos hubieran tenido derechos jubilatorios y salarios mínimos obligatorios como tienen. Y capaz que tampoco los trabajadores rurales tendrían sus derechos jubilatorios obligatorios y salarios mínimos asegurados.
Y capaz que tampoco se hubiera votado el Sistema Nacional de Salud, y los derechos para las jefas de familia, y no sé si hubieran bajado los índices de pobreza y de indigencia, y las operaciones gratuitas para los enfermos de cataratas, y las ceibalitas para escolares y liceales, y las tarjetas de apoyo a los que no logran conseguir un salario digno.
Y unas cuantas cosas más, todas ellas que son cosas “sin importancia” a juicio de quienes consideran que el país está en ruinas, porque lo único que expresan son todas críticas y disconformidades con lo que estamos padeciendo los uruguayos por culpa del FA. Menos mal que están todos ellos para avisarnos que lo que vivimos esta semana es pura ilusión.
Es que somos unos desgraciados y no nos habíamos dado cuenta.

Llevaban 70 años de casados y murieron con 15 horas de diferencia

Estados Unidos

Ella tenía 92 y él 91. Desayunaban todos los días juntos tomados de la mano. "Sabíamos que cuando uno se fuese, el otro también se iría" dijo uno de sus hijos. 

Helen y Keneth Felumlee. Foto: Time.com
El País
Helen Felumlee, originaria de Nashport, Ohio, murió a los 92 años de edad el pasado 12 de abril. Su marido, Kenneth Felumlee, de 91, dejó de vivir a la mañana siguiente. Se habían conocido cuando tenían casi veinte años y eran inseparables.

Los ocho hijos de la pareja dijeron que los dos habían sido inseparables desde que se conocieron adolescentes.

Se mantuvieron muy unidos y enamorados hasta el final, hasta el punto que solían desayunar juntos tomados de la mano, según relató su hija Linda Cody.

"Sabíamos que cuando uno se fuese, el otro también se iría", recordó.

Kenneth trabajó como inspector de ferrocarriles y mecánico antes de convertirse en empleado de la oficina de correos de Nashport. Helen se quedó en casa, y se ocupó no sólo de limpiar y cocinar para sus hijos sino también para otras familias necesitadas de la zona.

Cuando el hombre se jubiló y los hijos se fueron de casa, la pareja había empezado a viajar, habiendo visitado casi todos los 50 estados del país en autobús.

Aunque en los últimos años la salud de ambos se había deteriorado, cada uno de ellos había tratado de mantenerse fuerte para el otro, explicó su hija al diario local The Zanesville Times Recorder.

El calendario y la coyuntura electoral Mauro Mego – Edil MPP, E609 Rocha

IDEARIO


La República
IDEARIO 6
La fiebre electoral nos cala hondo, generando muchas veces efectos no deseados sobre el futuro inmediato de las organizaciones políticas que transitan la vía democrática.
En muchos casos, en el interior con intensidad, el calendario electoral parece haberse dado vuelta, y las definiciones que más mueven, más motivan y más se concretan tienen que ver con la última contienda electoral: mayo de 2015, las elecciones departamentales y locales. Pero, ¿Es correcta esta estrategia? ¿Cuáles son los riesgos de pensar en el último partido sin jugar aún el primero?
Las perspectivas de crecimiento del Frente Amplio (FA), más una política activa de décadas de acumulación de fuerzas progresistas de todos los ámbitos ha dado a la interna frenteamplista cotidiana una pluralidad asombrosa y un crisol de sectores y realidades multiplicados cada año. Con ello, legítimamente, muchos compañeros y compañeras se comienzan a considerar para determinadas y potenciales responsabilidades públicas, ya sean electivas o asignadas por resolución política. Recuerdo, a modo de ejemplo, que en un Encuentro Nacional de Ediles del Frente Amplio, en “La Huella de Seregni”, era evidente la multiplicidad de sectores o grupos políticos departamentales, tan variados en su forma de organización como en sus perspectivas y estrategias.
Esto no es malo, en absoluto, pero refleja la atracción que ha suscitado en el interior (histórica y generalmente tradicional) el crecimiento y las chances reales de gobierno del Frente Amplio a partir de esa acumulación, también vale resaltarlo. Pero cuando uno advierte la estrategia de la derecha de erosionar toda chance de obtener mayorías parlamentarias para tener, simbólicamente, un “rehén” de peso para frenar todo tipo de cambio en el rumbo de la izquierda, la cosa se complica. Es saludable y lógica la consigna de que lo próximo (lo local, lo departamental) le resulte mucho más atractivo a la gente, pero debemos reconocer cuanto antes el valor de la exposición de fuerzas de las internas, en donde tenemos competencia, tal vez no tan competitiva, pero competencia al fin, de la cual surgirá un escenario que sin duda alguna condicionará los meses siguientes. Por otro lado, el gran plato de este menú es octubre, en donde todas las fichas de los cambios y de la gobernabilidad están puestas en obtener la mayoría para continuar los procesos iniciados o corregir los que no hemos logrado solidificar e incluso para iniciar nuevos.

Es falsa la idea de que un gobierno dividido (un Ejecutivo de un partido con un parlamento mayoritariamente opositor) pueda generar equilibrios. En absoluto, todo lo contrario, generará tozudez, lentitud, freno y en cierto modo “ingobernabilidad”. Es más falsa aún la idea de que las mayorías las haya inventado el FA en 2005, no es cierto. Siempre ha habido mayorías, y esto hay que conversarlo con la gente, el asunto molesto para los personeros políticos de las élites es que estas mayorías son democráticas y son de izquierda, o para no ser tan ambiciosos, son progresistas. Ese es el asunto molesto.
La cuestión es: resulta legítimo el interés por saber quién será el candidato o candidata a intendente o intendenta en tal o cual departamento, o quiénes serán los integrantes de los municipios (nuevo desvelo de los militantes locales) pero que no se pierda de vista que para eso es importante (tal vez no determinante) obtener un gobierno nacional sólido, con mayorías.
En Rocha, para ejemplificar, es claro que la consonancia entre las líneas políticas nacional y departamental permitió sacar del CTI a un departamento fundido y devastado. ¿Hubiera sido posible si nuestro compañero Chueco Barrios se hubiera tenido que enfrentar a un gobierno nacional de otro partido? Conociendo las prácticas históricas de los partidos fundacionales la respuesta es evidente.
Es importante que sepan los compañeros, los vecinos y cada uno de nosotros contener esas fibras caudillescas que por larga duración conservamos los uruguayos, y ni hablar en el interior. Tampoco restar importancia a la figura individual y caer en el viejo error de votar “heladeras”, eso mucho menos. Conciliar todas esas agendas, esas aspiraciones, sin perder el factor unitario que ha sido la clave de las victorias. No está de más hacer un llamamiento a nuestros compañeros de relieve nacional que muchas veces también son presos de esta vorágine y generan mensajes difusos y fácilmente tergiversados por los interesados en destruir la unidad de las fuerzas de cambio que aún, no tengo dudas, están en el Frente Amplio como herramienta para terminar con lo viejo y sentar las bases de una nueva sociedad. Como todo parto tiene dolores muy fuertes y sinsabores, pero buena cosa es mantener la calma y no alterar el calendario electoral, conciliar y conectar la realidad local y departamental con nuestro país todo, evitando la atomización que nos haga perder de vista que el destino de cada compatriota, lejos o cerca nuestro, vale lo mismo y forma parte de la misma pelea.

Crean lentes para ocultar emociones que transmite una mirada

TECNOLOGÍA

Fue inventado por un profesor japonés con el objetivo de controlar el comportamiento durante relaciones sociales

Foto: AFP
El País
 
Para evitar que los ojos delaten los sentimientos, un investigador japonés ha creado unos lentes con ojos falsos para ocultar las emociones que transmiten las miradas.
En los anales de las invenciones estrafalarias y poco cómodas a las que son tan aficionados los japoneses, el investigador Hirotaka Osawa inscribirá sin duda su nombre con las "AgencyGlass".
Este prototipo está equipado con dos pantallas orgánicas (OLED) que se dirigen al interlocutor en forma de cristales.
Dependiendo de los movimientos de la cabeza y de los interlocutores, aparecen ojos globulosos que reflejan varias emociones, ya sea de interés, alegría, alivio o aburrimiento.
Osawa, de la prestigiosa universidad científica de Tsukuba, considera muy pertinente esta idea de hacer mentir a los ojos, por ejemplo para personas que deben mantener la calma ante individuos complicados, como en el caso de los profesores ante alumnos difíciles o la tripulación de los aviones ante pasajeros exasperantes.
Esta invención es en realidad bastante sintomática del estrés que causa la obligación que tienen permanentemente los japoneses de controlar las emociones durante las relaciones sociales.
Estos lentes traducen la dicotomía entre lo que se muestra y lo que se piensa realmente.
Además, con ellos, alguien puede dormir ante la computadora dando la impresión de que los ojos siguen abiertos.

“SE ESCUCHA MÁS MURGA QUE MÚSICA” - NIBYA MARIÑO

elMontevideano - Laboratorio de Artes


por Julio Zuasnábar

A sus 93 años, Nibya Mariño vive sola en su apartamento de Pocitos frente a la rambla. Allí nos recibió un viernes, poco después del concierto que ofreciera en el Auditorio Nacional Adela Reta en el que interpretó, junto a la OSSODRE dirigida por Strefan Lano, la Rhapsody in Blue de George Gershwin. La oportunidad fue excelente para repasar algunos de sus recuerdos de su vida adolescente en París, los grandes maestros que marcaron su carrera y por supuesto el Sodre. Lo primero que mencionó al comenzar la charla fue a sus nietos Rodrigo y Alfonso, radicados desde hace muchos años en Estados Unidos, a quienes extraña mucho. “Una de las partes más importantes de mi vida, de mi corazón, son los chicos. Mantenemos contacto permanente por teléfono pero no es lo mismo; son muy buenos chicos, estudiosos. Por suerte están muy bien”, dijo con orgullo.
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¿Qué recuerdos tiene de sus comienzos en la música?

Mi primer concierto fue a los seis años. Cuando era muy chiquita, con tres años, mis padres salían a caminar y me dejaban en la casa de mi abuela. Yo lloraba mucho, no quería quedarme. No sabían qué hacer para calmarme. En la sala había un piano que siempre me llamaba la atención, y le decía a mi abuelita “piano, pianoo”. En mi familia tenía una tía que tocaba muy bien tango. Yo la oía y la empecé a copiar. Un día me escucha una de mis tías y queda media sorprendida. No entendían cómo tocaba así con tres años. Un día va a casa un profesor de violín, mamá le dice que quiere que me escuche tocar. “¿Esto?”, dice sorprendido por mi pequeño tamaño. Me pone un ejemplo para que copie. Luego otro más difícil. Quedó de boca abierta. A los seis años me pusieron a estudiar y a los seis meses di mi primer concierto.

¿Dónde fue?

En el conservatorio de este gran maestro de violín. Después toqué en otros más, en el Orión. A los nueve fui a estudiar con Willelmo Kolischer y a los diez toqué en el Teatro Solís un concierto de Mozart con orquesta.

¿Cómo fue este proceso?

Tuve suerte. No es fácil enseñarle a un niño de seis años. Tuve una maestra muy inteligente, de una gran pedagogía que era Adela Piera; la tuve hasta los nueve años. Después, como ella sufría mucho de asma, pasé a Kolischer. Él era muy amigo de Arturo Rubinstein, que fue quien me presentó en Buenos Aires a los once años. Fue un concierto de Schumann en el Teatro Colón; después seguí tocando con Lamberto Baldi desde luego.

¿Qué significaba la música para usted por aquellos años?

Era parte de mi vida. A mí, creo que si me sacan el piano me muero. Si me tengo que quedar sin estudiar me siento vacía. Claro, tengo una gran fe gracias a Dios. Soy muy creyente y agradezco a Dios cada día que me levanto, siempre digo “gracias, Dios”. Tengo noventa y tres años y vivo sola.

Usted ha recorrido el mundo gracias a su música. ¿Qué lugar recuerda especialmente?
París. Estuve cuatro años, de los quince a los diecinueve, becada por el Sodre. Una gran experiencia, un gran aprendizaje; pude tocar con grandes maestros. Poder vivir en una ciudad como París, en donde en cada lugar se respira cultura, fue algo maravilloso. Te llena el espíritu: la gente es muy buena, muy respetuosa. Por supuesto que los museos como el Louvre son lugares fantásticos que uno nunca termina de descubrir. Cada rincón de la cuidad es un cuadro, se respira cultura a cada instante, es maravilloso.
¿Cuál ha sido la clave para tocar durante tantos años?

Es una devoción. Es una cosa que uno la lleva adentro. Constancia, mucha disciplina. Hay momentos que para mí no es fácil e igual sigo. Sufro mucho de las cervicales, el día del concierto (se refiere al ofrecido el pasado 5 de mayo) no podía mover la cabeza. La responsabilidad a veces pesa mucho. La gente es muy buena y muy generosa, pero uno tiene que responder a eso. Uno no es máquina, es humano. He visto tantos grandes detenerse en medio de un concierto. Nadie está libre de que le pase; es un segundo que uno se pierde.

Usted toca sin partitura, ¿por qué?

Siempre. Me molesta incluso. Tengo todo metido acá (señala su cabeza). No puedo estar mirando. Distinto es si se trata de un concierto a dos pianos.

¿Qué concierto recuerda especialmente de su carrera?

El del pasado 5. Principalmente por la generosidad que tuvo el Sodre, con el cariño que me recibió. Yo soy hija del Sodre. Crecí ahí desde los once años en los pasillos del Sodre haciendo diabluras. Me mimaban horrores. Tengo un gran cariño por el Sodre, la orquesta, y todo lo que significa. El Sodre… Lloré mucho cuando se quemó. Yo iba a ensayar diariamente y recuerdo que fue algo muy traumatizante.

¿Cómo fueron los tiempos posteriores al incendio del Estudio Auditorio?

Muchas cosas se diluyeron a falta de una sala de conciertos durante tantos años. Entorpeció mucho, un bajón espantoso. Tocábamos siempre de prestado en el Solís y otros lados. En cambio ahora, con esa sala estupenda que tenemos está empezando nuevamente a tomar su ritmo. Es un gran aliciente, y con gente capaz como el director artístico Ariel Cazes, un encanto de persona, muy valioso, se está logrando mover todo. Es un proceso, no es en un día para el otro.

¿Cómo tomó este concierto homenaje?

Para mí fue inolvidable por mi nieto. Verlo en la sala y cuando subió al escenario a abrazarme, eso no se me borra más. Afectivamente este concierto me marcó muchísimo. Claro que artísticamente fueron muchos buenos conciertos, pero este último lo recuerdo muy especialmente. Porque tener a mi nieto sentado ahí, que nunca había visto tocar a su abuela, es un gran regalo que Dios me hizo. Yo no sabía nada hasta que apareció en mi camarín el Sr. Fernando Butazzoni (Presidente del Sodre) y ahí es como que fui tomando conciencia. Nunca me gustaron los homenajes ni nada, pero bueno…, generosidad de la gente.

¿Qué recuerdos tiene de sus dúos con el maestro Hugo Balzo?

Hugo Balzo estaba estudiando en París cuando yo fui también. Estudiábamos juntos. Era macanudísimo, un encanto. Toqué varias veces con él. Era muy gracioso, muy oportuno, siempre estaba con bromas. Muy brillante. Una muy buena persona. Lo recuerdo con mucho cariño. Un gran amigo. Hizo mucho por nuestra cultura. Se nota mucho su falta.

En una nota de prensa pocos días atrás dijo que “Se escucha más murga que música”. ¿Por qué cree que esto es así?

A los chicos hay que educarlos, si usted no los acostumbra a escuchar algo bueno no saben valorar, no saben diferenciar. En los tiempos de Hugo Balzo, durante los ensayos de los sábados de mañana la sala estaba llena de estudiantes por obligación. Como una clase. Se iban comunicando, aprendiendo; eso no se hizo más. Es muy importante que los chicos vayan a los ensayos, que oigan y que aprendan lo que están escuchando. Se van educando y van tomando el gusto a oír buena música. Es una forma de fomentar. ¿Cómo vamos a fomentar esto con las murgas? Reconozco los valores de la gente que la hace, son muy talentosos, pero son cosas bien diferentes. No vamos a confundir una sala de conciertos con el Teatro de Verano y las murgas. ¡Por favor! ¡Que no pasen solo murgas! Una cosa no quita la otra, pero hay que poner cada cosa en su lugar. ¿Y con la televisión qué pasa? En una época el Sodre pasaba conciertos de grandes artistas o videos de embajadas extranjeras. Hoy no pasan nada. Tienen que empezar a pasar para que la gente se acostumbre a ver y a oír.

¿Cómo le gustaría que la gente la recuerde en un futuro?

Como una persona de fe con valores cristianos, en definitiva como una persona de bien.
Más allá de la artista y de la música.



Nybia Mariño Bellini (Montevideo, 1920) es una pianista uruguaya. Comenzó su formación musical siendo muy pequeña con el maestro Guillermo Kolischer. Debutó a la edad de 11 años en el Teatro Colón, de Buenos Aires, interpretando el Concierto en La menor Op. 54 de Robert Schumann, bajo la dirección de Ernest Ansermet. 
Viajó a París a perfeccionarse, interviniendo en varios certámenes, destacándose su actuación en Bruselas en el concurso Isaye, donde logró la primera clasificación y muy buenos elogios. A partir de ahí, Mariño comenzó una serie de conciertos por toda Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. Continuó estudiando en Estados Unidos con Claudio Arrau. En este país grabó tres CDs, dos de ellos con obras de Schumann y el otro con el Concierto para dos pianos de Poulenc, junto al uruguayo Enrique Graf y orquesta, bajo la dirección de David Stohl. 
Se presentó en los más importantes teatros del mundo, tanto en Estados Unidos como en Europa. Formó un recordado dúo con Hugo Balzo. En 1994 recibió un premio de la OEA por su aporte a la comunidad artística de las Américas. A fines de marzo de 2009 se le rindió homenaje por sus 90 años de vida. El concierto, organizado por la Orquesta Sinfónica del SODRE con la dirección del maestro Piero Gamba, incluyó el Concierto para piano No. 4 Op. 58 de Ludwig van Beethoven.