Daniel Eskivel, Esteban Valenti y Daniel Supervielle. / Foto: Javier Calvelo
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Baño de realidad
Valenti sostuvo que la campaña del FA en la interna “fracasó” en atraer votantes y necesita una “revisión crítica”
El
dirigente del Frente Liber Seregni (FLS) Esteban Valenti afirmó que la
campaña del Frente Amplio (FA) en las elecciones internas necesita una
“revisión crítica”. Según dijo, en la interna oficialista existían dos
objetivos específicos: elegir el candidato de la fuerza política a las
elecciones nacionales y “llevar a votar a la mayor cantidad de gente
posible”. “Ése es un objetivo siempre: mide la temperatura de la gente y
muestra el grado de compromiso y de relación con el proyecto político”,
afirmó. Según dijo, en ese aspecto el FA “fracasó con gran calidad”.
“A
mi gusto, la campaña que se hizo necesita una revisión crítica muy
profunda”, dijo el dirigente, en el marco de una mesa redonda entre
analistas de campaña realizada ayer en la Escuela de Comunicación y
Diseño de la Universidad ORT. Valenti alertó que en la sociedad uruguaya
“no se gana una elección sin mucha gente reproduciendo un mensaje, y
mucho menos en una situación como la actual, en la que el humor social
no se determina por la pasividad de una persona frente al televisor”.
Luego
dijo que sería un “error radical” creer que “montados en la ola vamos a
llegar a las elecciones y ganar”. “No demostramos en las elecciones
internas que estemos en una revisión crítica”, aseguró, para luego
profundizar en las preguntas que implica esto: “¿Qué temas logramos
colocar en el debate y hacer que la gente reproduzca? Sobre el miedo a
que vuelva el pasado, por sí solo, quedó demostrado, entre otras cosas
por los resultados de la campaña en el Partido Nacional [PN], que el
pasado no existe y todo empezó en marzo de 2005”.
Valenti aseguró
que el FA necesita “refrescar y responder las grandes y nuevas preguntas
que tiene la sociedad uruguaya” y convencer “de la idea de una nueva
etapa y sus formas”. Advirtió que “cuando uno tiene un piso de 43% de
votación corre el riesgo de mirarse el ombligo”, y sostuvo que “el
problema es ese 8% que falta”. Para conseguirlo, dijo, “se necesita una
visión crítica de lo que se hizo hasta ahora, no sólo en la campaña
electoral, sino de lo que se hizo en la sociedad y lo que se va a
proponer, con sus formas y sus lenguajes”. “Si nosotros creemos que
explicando todo lo bueno que hemos hecho vamos a ganar, estamos en el
horno”, resumió.
Un poco de análisis
Otro de los
expositores fue Daniel Eskibel, experto en psicología política y
marketing político. El analista hizo un rápido repaso de algunas
campañas de los principales precandidatos, y sostuvo que el colorado
Pedro Bordaberry “no llegó a acertar todavía en cuanto a su target ni
respecto del marco mental que propuso”: “No termina de definir cuál es
su público ni el marco que le propone a la gente”. Ésa fue una
diferencia con Luis Lacalle Pou (PN), que “definió un target, y eso fue
un primer acierto estratégico” que “lo distanció de su competidor”, el
senador Jorge Larrañga, y le dio “cierta ola en favor de su
precandidatura”.
Eskibel definió el target de la campaña de
Lacalle Pou como algo “casi psicológico: modos de sentir, de actuar y de
relacionarse, y una sensibilidad relativamente nueva que buscaba cosas
novedosas, distintas y diferenciales”. Sostuvo que el candidato se
dirigió a “gente que se siente rebelde, en el sentido de no estar
conforme con su vida o con algunas cosas que pasan en su entorno o en el
país, y que quiere modificaciones no extraordinariamente
confrontativas, sino ver a su entorno mejorar; gente que se siente
sensible, abierta, libre e independiente”. “No es una definición clásica
y típica de lo que puede ser el electorado del PN, y creo que la
audacia estuvo ahí”, señaló.
Dijo que Lacalle Pou propuso a los
uruguayos “un marco para pensar la política nacional”: “Lo nuevo frente a
lo viejo, lo novedoso frente a lo antiguo”. “Busca que la gente piense
en función de esos criterios”, explicó. En ese aspecto advirtió que en
las críticas que realizó Tabaré Vázquez (comparando a un eventual
gobierno de Lacalle Pou con la posibilidad de jugar un Mundial de fútbol
con la sub 20) se vislumbra que “parece haber aceptado el marco mental”
del diputado, lo que “puede ser una estrategia riesgosa”, dado que una
de las claves puede ser la definición de “quién logra instalar su marco
mental para proponer a los ciudadanos”.
Con respecto a la campaña
de Vázquez, dijo que su eslogan “vamos bien” también se dirigió a un
target específico: “Un sector importante de la sociedad que considera,
no que todo está bien, pero que la dirección de los últimos diez años es
la correcta”, con un marco mental que implica que “se logró revertir un
proceso en el que, muchos años atrás, en el pasado, no íbamos bien”.
Apuntó que se trató de una estrategia más conservadora que la de Lacalle
Pou y que “posiblemente no alcanza para entusiasmar, menos aun sabiendo
de antemano que Vázquez iba a ser el candidato”.
Eskibel sostuvo
que el FA también puede proponer un marco mental propio, dado que “está
ejerciendo el gobierno desde hace diez años”. “También tendría la
posibilidad, como líder del mercado electoral que es, de apropiarse de
elementos de creación y originalidad que pueden intentar traer otros, y
bloquear el ascenso de Lacalle Pou a partir de sus propias
innovaciones”, aseguró.
Por su parte, Daniel Supervielle,
periodista, consultor estratégico e integrante del comando de campaña de
Lacalle Pou, sostuvo que una de las grandes virtudes de la campaña fue
elaborar una propuesta que fuera muy compatible con Lacalle Pou “como
persona”. “Siempre tuvo muy claro que es una persona en la vida real que
se trasladaba a la política, y no dejó que su imagen fuera tratada
desde un punto de vista marketinero porque no tiene nada que ocultar”,
aseguró.
Según Eskibel, la estrategia “por la positiva” de Lacalle
Pou será más difícil de sostener en la campaña para las elecciones
nacionales. “El tema va a estar cuando lo confronten fuertemente, porque
si no respeta la pauta de su campaña puede pegarse un tiro en el pie”,
sostuvo. Según dijo, la elección de Larrañaga como candidato a la
vicepresidencia puede darle una ventaja en cuanto a su figura como
hombre político articulador, pero no forma parte de la “vía renovadora”
que mostró Lacalle Pou en las internas. “Es muy tradicional y no tiene
nada que ver con la frescura que plantea”, alertó.
Santiago Sánchez