Eduardo Sanguinetti es un creador argentino:filósofo,poeta,ensayista,periodista,activista político muy preocupado por los temas sociales y de la ecología.
Fue la primer persona que propuso que el presidente José Mujica fuera nominado al Premio Nobel de la Paz, de lo que se arrepiente y lo dice cada vez que en la que tiene oportunidad.
Eduardo Sanguinetti será desde hoy un colaborador asiduo del blog con aportes desde las muchas vertientes que componen su actividad intelectual.
Compartimos una entrevista publicada hace un tiempo en Europa.
Luego vendrán sus columnas con fuertes y polémicas opiniones sobre la realidad de nuestro mundo hoy.
Bienvenido pues al blog Eduardo, y gracias.
Juanjo Pereyra.
Entrevista
publicada en Nexo nº 9 (pag. 65-76), año 2012: Revista
Intercultural de Arte y Humanidades.Instituto de Estudios Hispánicos
de Canarias.
Por
Darío Hernández
Fotografías Kaneshi
Fotografías Kaneshi
«Eduardo
Sanguinetti es legítimamente el heredero vivo de este sujeto de
estilo: el dandy ..., hombre veraz, incómodo, no negociable y sobre
todo comprometido hasta el límite en su pensar y hacer con el
acontecer de este tiempo» (Adolfo Bioy Casares).
Eduardo
Sanguinetti, filósofo, poeta y artista argentino. Desde los años
setenta del pasado siglo hasta la actualidad, además de haber
publicado diversas obras ensayísticas y literarias, traducidas a
varios idiomas, ha sido uno de los referentes en Argentina del
pensamiento y de las artes audiovisuales y escénicas. Hoy en día,
también es uno de los activistas políticos y culturales más
conocidos en el mundo hispánico.
Te
graduaste en filosofía por la Universidad de Cambridge. Desde ese
entonces, ¿qué parte de la filosofía, tendencia o autores te han
ayudado más en lo que se refiere a la interpretación de la realidad
que te ha tocado vivir en cada época?
A
la manera rilkeana, intentaré meditar sobre mis huellas y construir
una arqueología de la significación de mi paso en el acontecer de
la cultura de este tiempo. Unas huellas que, por su insistencia,
transmutan el recuerdo individual en social. Saber es acordarse,
hacer no lo es menos. Siempre tuve el deseo de hacer la revolución,
un obstáculo gravoso, como una pesadilla en la mente de un ser vivo
que goza, sufre y rescata un único territorio: la infancia, cual
prólogo de un relato pormenorizado que presenta como ilusorios el
tiempo y sus etapas, según la perspectiva de quien la evoque. En mi
presente, impertinente, por cierto, siento como única realidad
aquella a la que en mi ensayo Alter Ego denomino «edad de oro»: la
infancia, haya sido esta feliz o atroz, cuestión de detalles… Y
con la infancia, los instantes que me restituyen sus fragmentos, sus
paisajes, sus fantasmas. Evoco a los escritores y poetas alemanes
Novalis, Hesse, Rilke, Kierkegaard, Heidegger, Goethe, Heine,
Benjamin, Doeblin, Kafka, Freud, Marcuse y el entrañable Friedrich
Nietzsche; a los rusos Dostoievsky, Tolstoi y Mayacovsky; a los
franceses Baudelaire, Rousseau, Proust, Rabelais, imbaud, Celine,
Sartre, Camus, Vian, Foucault, Deleuze, Baudrillard y Morin; a los
italianos Pappini, Marinetti, Dante, Pavese y Perniola; a los autores
de lengua inglesa Joyce, Becket, Wilde, Shakespeare, James, Kerouak,
Ginsberg, Zimmerman, Bukowski, Henry Miller, Lawrence, Faulkner,
Fitzgerald, Dos Passos, Dylan Thomas, Hemingway, Melville, Poe y
Dickens; a los españoles Cervantes, Miguel Hernández, Trías,
Machado, Escohotado, García Lorca y Alberti; y a los
latinoamericanos Borges, Bioy Casares, Girondo, Macedonio Fernández,
Arlt, Cortázar, Viñas, Onetti, Quiroga, García Márquez, Vargas
Llosa, Rulfo, Octavio Paz, Mistral, Martí y tantos otros que no
acuden a la memoria y pareciera se niegan a ser nombrados en esta
entrevista. No puedo dejar de mencionar el sonido de los repertorios
musicales que se infiltraban en mi realidad, convertidos en felices
rutinas que conformaban un modo de vida: la música en todas sus
tendencias, desde Bach, Mozart, Vivaldi, Haendel, Beethoven, Brahms,
Mahler, Shoenberg, Stockhausen, asando por Gershwin, Armstrong, Miles
Davis, los anónimos blues que dieron lugar al movimiento del rock
and roll , el pop inaugurado por los Beatles, y hasta la desarrollada
en la segunda mitad de los años setenta. Esta última se moviliza
aún en un reciclado degradado, dentro de la perspectiva subjetivista
que siempre ha caracterizado a los movimientos juveniles desde el
siglo pasado. La referencia al fenómeno que la ha precedido
inmediatamente, el rock and roll , introduce un aspecto escatológico
–la hipertelia– que plantea la posibilidad de nuevas formas de
vida que sin duda han penetrado en mi ser y hacer. Junto a ello, el
cine y sus inspirados directores que no puedo dejar de mencionar:
Fellini, Bertolucci, Pasolini, Argento, Antonioni, Cavani,
Wertmüller, Fassbinder, Herzog, Wenders, Mijalkov, Tarkovsky, Wajda,
Favio, Peckinpah, Welles, Losey, Lester, Altman, Polanski, Buñuel,
Saura, la nouvelle vague con sus exponentes Godard, Truffaut y
Resnais, y tantos otros que hoy pareciera nunca han estado. He
devenido en una actitud y aptitud neoestoica tras atesorar datos de
mi transitar por esta existencia, donde la categoría de lo real está
vinculada con el entramado discursivo de las formas de representación
de mi historia, una historia de este tiempo, que me determina a obrar
aisladamente, otorgándole sentido al lenguaje filosófico,
literario, musical, performativo y fílmico, en una ficción que se
constituye en espacio de trascendencia, proyectándose a un futuro
incierto, inaprensible en el acto de poder narrarlo. Réplica
indignada a la desintegración de la identidad cultural de este
tiempo donde una civilización de la cosa (el ser bajo el signo del
paisaje se hizo cosa), carente de vida propia, llegó a ser, poco a
poco, atmósfera.
¿Y
como apoyo teórico a tu creación artística?
En
aquel tiempo, no me cansaba de repetir, frente a los estímulos de
otra sociedad posible, con un entusiasmo que no podía ser
disimulado, que desmentía ruidosamente «desde abajo» a los
teóricos y críticos de la industria cultural y de la sociedad
capitalista que «desde arriba» preveían una nivelación cada vez
más deprimente del estándar cualitativo hacia planos cada vez más
bajos, al alcance de los hombres del futuro, gradualmente más
condicionados e imbéciles. Sólo cuando me harté de discurrir,
descansé un tiempo en una conclusión. No hubo apoyo teórico; me
puse en acción con la espontaneidad de la emergencia, arribando a lo
que hoy se denomina minimalismo, al que he definido, en unas jornadas
de crítica celebradas allá por los años noventa, como «lo máximo
en lo mínimo». Así fui, a instancias del nomadismo, multiplicando
mi intervención en las denominadas nuevas tendencias; e insisto en
re sostenido: sin apoyo teórico alguno.
Frecuentemente,
la filosofía, asociada al pensamiento racional, y el arte, vinculado
a la creatividad y las emociones, se han solido situar en polos
opuestos. Por tu parte, ¿cómo entiendes la relación entre
producción filosófica y creación artística?
Mi
sistema de creencias y descreencias absoluto es de una importancia
fundamental para comenzar a responder la pregunta. Mi accionar,
dentro de la cultura degradada del capitalismo burgués, opera en un
límite despiadado y, por cierto, implacable, intentando torcer la
proa de las tendencias reinantes, conformadas por un reciclado atroz
de maneras y manías, con sus juicios y parcialidades, repugnancias y
fantasmas, a los que antepongo desde hace décadas mis presentaciones
performativas de escritura, sonido, imagen y concepto, ante la
emergencia de una comunidad disoluta que ha perdido su alma. Deseo y
creo humildemente haber logrado sumergirme en instinto y sentidos,
con la razón como sombra de mis acciones, en el pensamiento,
inaugurando un modo de vida donde a través de la experiencia, en los
límites, aparece la propia identidad y una forma expresiva total: en
mi obra, la escritura se hace filme, la instalación pierde su
reposo, la música se convierte en acontecimiento performativo, el
body painting deviene en manifiesto indignado y se obtiene la
coexistencia de las posibilidades que llevan adelante ideas e ideales
del pasado reciente y se perpetúan a lo largo de un camino de doble
dirección que liga la emergencia del minimal art a la recuperación
de Duchamp. Es evidente que la dualidad que presenta un pasado
obsoleto puede organizar una lista interminable de parejas
conceptuales, organizadas por el sistema, en detrimento de la
posibilidad de ser sin divorciar las emociones y la razón, unidas y
sin encontrarse en las antípodas, afirmando nuestro deseo en un acto
de coraje, deconstruyendo el karma, dando lugar a lo inesperado, que
siempre aguarda.
Como
artista, has cultivado la literatura, la pintura, la música, los
géneros performativos... ¿Cuál dirías que es, sin embargo, la
esencia que une tu obra creativa en su conjunto?
Una
fusión del arte y la vida, o una transfusión de arte y vida, pero
no sin antes determinar quién es el anfitrión y quién el huésped.
Con todo, el conocimiento implica responsabilidad y hoy nuestro
conocimiento de la realidad es inmenso y también nuestra
responsabilidad sobre ella. Esto significa que el arte y la filosofía
no deben ser tanto el testimonio de los tiempos como el modo en que
las personas sienten y piensan, pues la academia siempre es una,
tanto si dice hablar en nombre del pasado, como del presente o del
futuro; frente a ella, el arte y la filosofía servirán a las
personas, no a los tiempos ni a los espacios ni a los lenguajes. El
arte y el pensamiento hoy no necesitan ocultar sus torpezas y sus
miserias tras un esplendor espectacular.Una obra sutil y compleja
crea un espectador sutil y complejo y viceversa. Por ello no puede
confundirse lo popular con lo público. Mi obra es pública y punto.
¿Cómo
viviste los años de la dictadura militar en Argentina? Tras la
restauración de la democracia y la libertad de expresión en tu
país, ¿has sufrido algún tipo de censura?
Debo
comenzar haciendo un rápido relato de los años anteriores a la
atroz dictadura militar capitalista que sufrió una parte del pueblo
argentino a partir de marzo de 1976. El último gobierno peronista
(1973-1976) significó la constante presencia del caos político y de
la violencia social que, como nunca antes en la historia de
Argentina, desarticuló todas las formas discursivas generadas desde
el campo cultural. La muerte de Perón, en julio de 1974, puso en
evidencia hasta dónde esa crisis había afectado a la sociedad en su
conjunto: desaparecida la única figura que todavía parecía regular
las coordenadas de cruce y referencia de los últimos treinta años
en la política argentina, la sinrazón de la violencia desbordó
definitivamente todo el ámbito institucional y se desbarrancó en un
proceso que culminaría con el golpe de estado de marzo de 1976 y que
se prolongaría en una dictadura militar sin precedentes por los
siguientes ocho años. Mi obra y pensamiento no tenían espacio en
ese periodo y comenzó mi poético y patético exilio interior, que
se prolonga hasta hoy. Soy un desaparecido en democracia. Nadie lo
ignora en esta sociedad pudibunda y burguesa, consumista y con todas
las costumbres adquiridas por el capitalismo en su cénit, con un
simulado gobierno progresista, con hábitos de consumo extremo;
comunidad prostituida en el camino de la fama y el éxito a cualquier
costo. Demasiadas son las dificultades a las que he debido
enfrentarme, tanto hoy como en la época de la dictadura militar,
cuando he intentado comunicar inquietudes, excitaciones, denuncias
desde un medio abierto a otro cerrado, desde un ambiente totalmente
en movimiento a otro enteramente parado. Se sabe, basta que muestre
un mínimo de entusiasmo o participación, frente a un país que
simuladamente lo está poniendo todo en discusión, para que caigan
sobre mi persona, un intelectual del tercer milenio, destructor de
absolutos y evidencias, el accionar asesino de sicarios del poder
atentando contra mi vida, las constantes amenazas y la censura total
y absoluta impuesta por el régimen imperante que gobierna en un
Estado inexistente, compuesto por bestias con las maneras y modos que
hacen a los clásicos fanáticos que todo lo malogran, cuyo
patrimonio es la envidia, la iracundia, la pereza, el instinto
criminal…; todo ello sumado a una periferia que se toma por centro,
conformada por las burguesías cómplices de dictaduras y democracias
procedimentales. Repensar Argentina deviene en establecer un diálogo
con la falsa modestia. Sin problemas espectaculares, sin causas
apasionantes, los diversos sectores de la denominada cultura nacional
están definitivamente arreglados, sumergidos en una fase de
indefinido y satisfecho estancamiento.
Tu
indiscutible compromiso social lo has puesto en práctica de
diferentes maneras, entre ellas, la elaboración a finales de 2011
del manifiesto «Indignados contra el neoliberalismo», difundido
internacionalmente. ¿Qué les falta, en tu opinión, a estos nuevos
movimientos populares caracterizados por la lucha contra la
corrupción del capitalismo para generar verdaderos y trascendentes
cambios en el sistema político-económico imperante?
Dar
de una vez por todas un giro de ciento ochenta grados al estado de
las cosas en la aldea global, donde se debate un futuro demasiado
próximo, donde todo lo que deba hacerse será hecho, sin lugar para
la comprobación cierta de nada. Cuando se calumnia a los puros,
cuando la ética no encuentra su sitio, cuando se manipula a los
hombres probos como si fueran residuos y en los tribunales se acepta
la mentira, cuando una comunidad entera comienza a tener la certeza
de que los dueños del poder no escuchan razones ni argumentos y de
que no existe apelación posible, cuando se cae en la cuenta de que
existe una desinformación cierta al servicio de intereses
particulares, sin importar el nombre que elija el sistema para
enmascarar su avidez, su egoísmo, cuando la miseria es la norma,
cuando se cae en la cuenta de que ellos están dispuestos a
destruirnos, cuando finalmente la humanidad cae en la cuenta de todo
esto, pienso que ha llegado la hora. Ha llegado la hora de la
justicia y no hay nada más humano y más pleno de sentido que la
justicia ejecutada por los que resisten al poder de los estúpidos, a
la justicia criminal, a la avidez burguesa, a la hipocresía de los
organismos internacionales, a la genuflexión de los intelectuales, a
la manipulación de las corporaciones económico-mediáticas... Esa
visión recorre el mundo; el sueño de un mundo para todos aparece en
los sueños, se desliza y corre entre la gente como un rumor y una
leyenda, levemente…
Mientras
que el poder propone modelos simuladamente suaves, la realidad
dispone y se entrevé rotunda, agria y dura como una trompada. ¿Cómo
nombrar a un sistema que denuncia como reaccionaria a cualquier
crítica? ¿Acaso como una especie nueva de despotismo que se
pretende definitivamente dialéctico por lo que resulta
antidialéctico? ¿Acaso como un pluralismo fundamentalista que se
previene contra todo cambio pero proclamándose la era del cambio,
contra toda discusión y toda relativización pero proclamándose la
era de lo relativo? Una situación de bajas defensas perfecta para el
advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de la
obsesión de la diferencia: la puerta abierta a fundamentalismos,
racismos, academicismos y mesianismos camuflados de progreso. La
autoría se transforma en autoridad, en estatus, la profanación se
vuelve sagrada, el culto y la transgresión de los límites se
transforman en una forma de centralidad excéntrica y la realidad se
transforma en sujeto del destino, mientras que el autor es apenas su
objeto. El desafío para los Indignados sería vivir sin la ficción
de los valores fijados por el régimen capitalista y el Imperio y
acatados por las colonias. No más allá, sino más acá del bien y
del mal, del entusiasmo y la decepción, de creencias y del
nihilismo. Aquí donde todo es cercano, apasionante, doloroso y vivo.
Un mundo donde quepamos todos, devenido en comunidades
autorreplicantes y autodeterminadas, sería una meta a conseguir, a
pesar de la presión de las monolíticas corporaciones empresariales
y del Gran Hermano. Y que caigan las máscaras, pues sólo tenemos
una vida por vivir y debemos honrarla. Saliendo a la calle,
encontrarás por fin a otros que se expresan como tú te expresas,
por fin encontrarás la expresión. Luego quédate codo a codo en la
calle con los miles que saben que lo esencial no ha sido dicho, que
lo esencial no ha sido hecho. Queda por crear un mundo a tu medida,
el cambio de ciento ochenta grados, aquí ya en ti y por siempre.
¿Cuál
crees que es realmente el papel que están jugando en la actualidad
los medios de comunicación hegemónicos, esto es, los que están en
manos del poder? ¿Crees que existen hoy en día suficientes y
relevantes canales alternativos de información como para que la
sociedad acceda a la verdad que muchas veces se le oculta?
Toda
ilusión de autonomía se ve conmocionada y coartada para nosotros,
ciudadanos del mundo con deseos de estar informados, en cuanto nos
enfrentamos con la imagen del mundo mediático-virtual impuesta por
el poder de los medios, que dibujan la realidad a su antojo, en
concordancia con los poderes políticos y privados. Todo se torna
incierto ante una comunidad mundial anestesiada, cual manada que
camina a su exterminio… Los rumores mediáticos, tras haber sido
repetidos un par de veces, toman carácter de evidencia y el peso
indiscutible de verdades históricas seculares. Asimismo, se
construyen reputaciones de periodistaspolicías que garantizan una
cobertura desinformante al servicio de intereses particulares. Por
supuesto que ya no existen canales informativos como para que la
comunidad mundial acceda a la verdad de lo acontecido; las puertas se
han cerrado y los límites se han roto. En la vertiente del gran
juego mediático, el pacto de credibilidad se rompe. El receptor
idóneo es dominado por la lógica de la sospecha frente a juegos de
luces y sombras que pretenden y, sin duda, logran manipularlo y
extraviarlo en la ubicuidad de la ausencia de la verdad en la
información mediática, muy difusa en sus propios fines. Los medios
denominados de comunicación y su intrusión en el campo de las
libertades individuales deslizan al sujeto por la pendiente del
sinsentido hacia la disfunción narcotizante del exceso de
información basura, lanzada desde donde parece que pasa de todo y no
pasa nada.
Más
allá de la crisis económica actual, ¿no crees que el ser humano ha
vivido siempre en permanente crisis moral, puesta de manifiesto en el
enfrentamiento entre unos individuos y otros, entre unas clases
sociales y otras, en las mismas guerras entre naciones?
Vida
significa aquello que expresa una mutación, un devenir que puede
separarse de sí mismo, convertirse en una eliminación y atraer lo
extraño, transformándolo en sí mismo. El hombre desde siempre ha
desarrollado la diferencia en la relación, y la relación en la
diferencia, convirtiéndolas en una obsesión de la diferencia. Esta
práctica nunca ha sido fructífera, especialmente si el anfitrión
se niega a dejarse llevar por el virus de la diferencia. Por ello han
temblado, a lo largo de los siglos, civilizaciones que han tenido su
apogeo y su caída y los mitos y las entrañas de nuestra
temporalidad cultural, fragmentada desde el origen. La vida siempre
fue y será una hipótesis de supervivencia, una prueba experimental
de supervivencia enmarcada en algo que denominamos realidad, que no
será resuelta en el juego del conocimiento ni del pensamiento,
elevados a símbolos, a fetiches, y donde nosotros, sujetos del
destino, en nuestras prácticas de relación, no nos encontramos
fuera sino dentro de los términos de la ecuación.
No
podemos obviar, además, la peligrosa relación existente entre el
progreso tecnológico y el crecimiento poblacional, por un lado, y la
devastación del medio ambiente y de los recursos naturales, por
otro. En este sentido, tu compromiso social se ha extendido también
al ámbito ecológico. Un ejemplo de ello es tu conocida militancia
en contra de la instalación de dos fábricas de celulosa entre las
ciudades de Fray Bentos (Uruguay) y de Gualeguaychú (Argentina), por
la que has sido perseguido, sobre todo tras intentar filmar un
documental acerca del asunto. Desde tu punto de vista, ¿cuáles son
las vías más adecuadas para lograr el denominado desarrollo
sostenible del planeta?
El
problema ecológico nos obliga a encarar la reestructuración de la
vida y de la sociedad humana. A mi parecer, la historia humana, a
través del ruido y de la ira, a través del ensayo y el error, es
una historia pre-social. «El hombre es algo que debe ser superado»,
decía Nietzsche… Pues bien, el capitalismo, el neoliberalismo, o
como quiera llamarse, con sus políticas de consumo y sus intereses
en activos incorpóreos, nos lleva, por el contario, a la certeza de
un final anticipado de la vida en este planeta, donde aún existe
sitio para todos. En el marco del capitalismo, no podemos conectar
vasos comunicantes para entablar ningún diálogo, pues los modelos
de producción y de consumo, insisto, se encuentran en las antípodas
de un medio ambiente puro. Entonces no se trata de purificar la
sociedad actual, sino de sustituirla. Actué en la selva amazónica
en 1987, con los riesgos que no se ignoran, sobre todo al hacerlo de
manera individual, pues las ONGs dedicadas al cuidado del medio
ambiente están conformadas por mercenarios rentados que llevan a
cabo una simulación de un simulacro; no daré nombres, pero no
ignorarán a quiénes me refiero… La situación de la selva
amazónica es un tema que debe ser tratado. Sin embargo, la
complicidad entre las autoridades de Brasil y las multinacionales,
que están haciendo desparecer ese pulmón verde del planeta, es
alarmante y atroz. En junio de 1992, se llevó a cabo la Cumbre de la
Tierra en Río de Janeiro. En este año 2012, se repitió la Cumbre
allí mismo, con representantes de ciento setenta y nueve países, y
los resultados no existieron, simplemente todo fue una estafa, una
farsa… La ecología, practicada como acto de vida del ser integrado
en la naturaleza, por amor y vocación, debería ser la norma. En tal
sentido, no dudo en decirte que hablar de ecología a secas, sin la
variable social, es el lenguaje de quienes viven de su renta. De tal
modo, es falaz hablar de desarrollo sustentable en tanto la brecha
entre ricos y pobres se ha ensanchado setenta y siete veces en
relación a los años setenta. Más que hablar de ecología debemos
hablar de política. Y lo hago desde la denuncia, con el
convencimiento de que en el modo de producción y de distribución
capitalistas, en el marco de sus propias contradicciones, no hay
desarrollo sustentable ni esperanza de supervivencia para nadie. Y me
pregunto: ¿es factible, por ejemplo, salvar las ballenas colocando
solamente una calcomanía en la luna trasera del automóvil o
aportando una cuota a una institución ambientalista?
Librepensador,
cosmopolita… ¿Te sientes a menudo fuera de sitio, en un tiempo y
un lugar que no es el tuyo?
Estar
sano es ser feliz, señalé hace unos años ante representantes de la
OMS en un congreso en la ciudad de Sidney. Pero la salud –y no me
voy de la respuesta que intento darte– no se mide por la ausencia
de las enfermedades, sino por el placer y el uso de los placeres, que
son una panacea. Por supuesto, en un extremo se encuentra la Iglesia
Católica, avara de los placeres, reprimiendo el placer como
instrumento de control ideológico, y en otro la prostitución, que
hoy es una tendencia marcada en el sistema capitalista como jamás se
ha experimentado; si a ello sumamos el flagelo de la droga y el
negocio de las armas… Sí, me siento fuera de sitio, al borde del
camino de la pirámide de la fama y el éxito donde reptan los
eunucos sin cabezas y las prostitutas anestesiadas al servicio del
poder. De todos modos, no es difícil amar la vida cuando cuidamos de
nosotros mismos, como práctica de nuestra libertad, principio y fin
de toda ética… No hablo de moral, que es prostituta, muta con
épocas y costumbres. Y no es difícil amar la vida cuando se está
en el extranjero, donde nadie te conoce y tienes la vida en tus
propias manos, pero estar hoy aún silenciado y perseguido en mi
tierra me molesta y me harta. No adherirse al régimen trae
aparejadas consecuencias funestas para uno, para los hijos de uno y
para la mujer que es la pareja de uno y tiene la valentía de estar
codo a codo en este camino, on the road , practicando el nomadismo,
que es mi modo de vida desde hace décadas.
Debemos
llegar a ser el homo per se . Este mundo impone y obliga a elaborar
nuevos modos de comportamiento; creo que es una instancia que los
Indignados deben asimilar, si de veras ansían un cambio. Vivir con
pasión es algo que el poder de los impotentes y cobardes no admitirá
jamás. La pasión en tiempo de poesía.
¿En
qué estás trabajando hoy en día? ¿Qué proyectos tienes
actualmente?
Estoy
intentando derrumbar las últimas fronteras que me separan del mundo
de mis ficciones. Incluido en mi obra, soy mi personaje y mi
personaje es mi definitiva realidad. Proyectos jamás he tenido,
siempre he actuado, como suelo manifestar, con la espontaneidad de la
emergencia. Esta es mi vida, quien no la puede sentir así, no me
conocerá ni me sentirá. Y me pregunto y te pregunto: ¿qué sentido
tiene poner por escrito estos signos de vida –«estético
provisorio» (Carlos Espartaco dixit )– de mi ser y estar? Soy una
crónica de este tiempo, aguardando el instante en que el proyector
deje de funcionar y estas palabras escritas al acaso, acompañadas
por mi imagen en fotografía digital, conformen mi última
instalación, como parte de las obras de las denominadas generaciones
perdidas y traicionadas. Asimismo, me agradaría manifestar que en
esta entrevista no ha habido ninguna concesión a los prejuicios, al
ocultamiento de la verdad ni a los astutos mecanismos de un final
sorprendente, aquí donde la vida fue clavada en un papel.
***
Esta
entrevista fue realizada entre los meses de julio y septiembre de
2012.
ALGUNAS
OBRAS DE EDUARDO SANGUINETTI
Obra
literaria y ensayística: Escuchad buena gente (1980), Actividad
voluntaria de la naturaleza (1983), Alter Ego (1984, prologado por
Lawrence Durrell), Morbi Dei (1985, prologado por Oscar Hermes
Villordo), Per Se (1988), Balada de la vieja nueva ola para héroes
solitarios (1992), El pedestal vacío (1994 / sound-land
art-performance con música de Ensamble, Mono Fontana, Alejandro De
Raco y Sanguinetti), CuCu - DoDo (Final en forma ordenada) (2000),
Big Relato (2007, prologado por Adolfo Bioy Casares).
Obra
performativa, audiovisual, musical e instalaciones artísticas:
«Solum I» (1979 / land art-performance con música de Eno y
Sanguinetti), «La Basura, los Perros y el Cemento» (1980 / pieza de
teatro con música de Prodan y Sanguinetti), «El Fracaso del Éxito»
(1981 / performance realizada junto a la artista argentina Marta
Minujín con música de Wakeman y Sanguinetti), «Solum II» (1982 /
land art-performance con música de Oldfield, Glass y Sanguinetti),
«Solum (Imagen y sonido de la nueva tierra)» (1982 / ópera con
música de Carlos Cutaia, Ricardo Lew, Fat Fernández, Osvaldo
Fatorusso, Hugo Pierre y Sanguinetti), «Solum III (Lo que vendrá)»
(1984 / sound-land art-performance con música de Glass y
Sanguinetti), «La Ilusión mientras dura es una realidad por derecho
propio» (1985 / diálogo performativo entre Facundo Cabral y
Sanguinetti), «Solum IV ( Cadenza )» (1986), «Solum V (El Color)»
(1987 / sound-land art-performance con música de Eno y Sanguinetti),
«Rekiem» (1988), «Réquiem Post- Urbano» (1988 / ópera con la
actuación de Sergio Mulet y Carlos Regazzoni), «Posibles Imágenes
– Posibles Sensaciones» (1991 / sound-land art-performance con
música de Dead can Dance), «Art in la Pampa» (1991 / instalación
de land art-performance con música de Julia Elena Dávalos, Domingo
Cura y Sanguinetti), «Luminata Alterna-Solum X» (1991 / instalación
de land art con el artista alemán Wolfgang Wendker), «El Pedestal
Vacío» (1994 / sound-land art-performance con música de Ensamble,
Mono Fontana, Alejandro De Raco y Sanguinetti), «Manifesto» (1996),
«La Extranjera» (1998 y 2007 / obra teatral con guión y música de
Sanguinetti y con la participación del cantante Javier Domínguez
“el Cardenal”, la actriz Belén Blanco, la violonchelista Eftalí
Ndreu, el percusionista Arturo Blas y el guitarrista Ariel
Argañaraz), «Identi-kit: Reportaje a la Tierra» (2011 /
instalación fotográfica con música de Sanguinetti) e «Identi-kit
II - landscape » (2012 / sound art-performance minimalista con
música de Sanguinetti al piano y Fernando Laub a la percusión y con
la participación de Kaneshi como cámara).
Obra
cinematográfica:
Como realizador, destacan sus filmes Solum (Imagen y sonido de la
nueva tierra) (el primero proyectado en la televisión argentina en
democracia el 10 de diciembre de 1983 dentro del ciclo «Función
privada», conducido por Carlos Morelli), Camino a Hamburgo (1988),
Exit (1993) y C'est tout (2011). Como actor, sobresale su
participación en la película de Narcisa Hirsch titulada La pasión
según San Juan ,estrenada en 1993.
Distinciones
y premios internacionales:
Es
miembro de la World Literary Academy (Cambridge), Director General
del International Biographical Centre (Cambridge), Doctor Honoris
Causa por la International University Foundation (Missouri, Estados
Unidos) y Asesor Honorario del American Biographical Insitute
(Carolina del Norte, Estados Unidos). Asimismo, fue seleccionado en
dos ocasiones para el otorgamiento de la Beca Guggenheim Foundation
(Nueva York, Estados Unidos), galardonado con el premio «Biographee
of the Year Award» por el Historical Preservation of America en 1986
(distinción otorgada por la serie de land art-performances «Solum»)
y nominado por el International Biographical Centre (Cambridge) como
«The Man of the Year» en 2004.
Acciones
políticas y sociales: En
1995, fundó el Movimiento Solum-Tierra, de corte netamente
ecológico, para salvaguardar el planeta. En las elecciones de 1996 a
la alcaldía de Buenos Aires, movilizó a la ciudadanía, en una
campaña sin precedentes, a través de la consigna «Vótese a sí
mismo». En diciembre de 2011, en el Parque Rodó de Montevideo,
proclamó sus manifiestos «Indignados de la Cruz del Sur» e
«Indignados contra el neoliberalismo». En junio de 2012, en uno de
sus artículos publicados en el diario La República de Uruguay,
propuso a José Mujica, presidente de Uruguay, como posible candidato
al Premio Nobel de la Paz.
Actividad
relacionada con la prensa:
Fue
columnista y editorialista de periódicos argentinos como Perfil ,
Tiempo Argentino y del alemán Kultur Cronic . Fundó y dirigió la
revista mensual La Extranjera (1997-2000), declarada de interés
nacional por Presidencia de la Nación Argentina y donde escribieron,
en calidad de columnistas, Ricardo Becher, Jean Baudrillard, Carlos
Espartaco o Eduardo Gudiño Kieffer, entre otros. En la actualidad,
es articulista en temas de cultura, política internacional, ecología
y comunicaciones del diario uruguayo La República y colabora
asiduamente con la revista internacional Contemporary Literary
Horizon .
Bibliografía
sobre Eduardo Sanguinetti:
Carlos Espartaco: Eduardo Sanguinetti: La experiencia de los límites
, Ediciones de Arte Gaglianone, Buenos Aires, 1989 / Peter Golding:
Sanguinetti: Another World , Melpink Press, Londres, 1990 / Eduardo
Sanguinetti: Historiografía de una estrategia estética en la
crítica y los medios (1979-1991) , prólogo y recopilación de
Narcisa Hirsch, Ediciones Griffe Comunicación Visual, Buenos Aires,
1991.
EDUARDO
SANGUINETTI VISTO POR OTROS AUTORES
«Con
Sanguinetti todo es posible, es un ser mágico» (Oscar Hermes
Villordo).
«Eduardo
Sanguinetti, artista y filósofo argentino, cuyo nombre debe ser
asociado a las tendencias ecológicas y conceptuales, resucita a un
mismo tiempo la imagen y el acontecimiento, como precursor en Latino
América del minimalismo, el land art y la performance , como modelo
generador de acciones en la tradición del paisaje y la conservación
de la tierra» (Jean Baudrillard).
«Este
coloso del arte que parece un águila puso una piedra en su honda y
le dio al arte en la mitad de la frente» (Carlos Espartaco).
«Eduardo
Sanguinetti, artista de vocación, poeta del alma, filósofo
catedrático y escritor prohibido» (Silvia Hopenhayn).