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domingo, 17 de agosto de 2014

INTERNACIONAL DE LA BARRA. JUDO: ESTARA PRESENTE EN EL MUNDIAL DE RUSIA. Por Julio Dornel.

                                                Escritor y periodista Julio Dornel


                                                                Mario Bueno


Se ultiman detalles para que el competidor, del Club Internacional de La Barra, Manuel Bueno pueda competir en el próximo Mundial de Judo que se realizara en Rusia a partir del próximo 25. Cabe señalar que dicho evento otorgará puntaje para las Olimpiadas a realizarse en Río de Janeiro en el 2.016. Para Bueno, que estuvo por abandonar la práctica de este deporte, la posibilidad de concurrir al Mundial y luego a las Olimpiadas, lo hace reflexionar de otra manera, “la falta de recursos materiales y algunas dificultades laborables fueron mellando nuestro entusiasmo al punto de pensar en abandonarlo todo. Sin embargo privó el amor que sentimos por esta disciplina y el valor educativo que sentimos por el Judo. En un local prestado armamos la academia y comenzamos a trabajar, aunque no podíamos participar en ningún evento sin estar afiliado a una institución. Ante esta situación, Pablo Priliac (Internacional de La Barra) se comunica con nosotros, manifestando su deseo de que pudiéramos representar a la Institución. Se inician las gestiones y tras varios meses de trámites logramos finalmente la afiliación deseada a la Federación Nacional de Judo. Hemos logrado un lugar destacado en el ranking nacional, apuntando a las competencias internacionales. Nuestra primera salida al exterior fue el año pasado al Panamericano de Costa Rica, al que concurrimos al superar diversas dificultades. Haciéndolo por la Federación Uruguaya de Judo, habiendo clasificado por el Internacional de La Barra. Alcanzamos el bronce y logramos puntos vitales para llegar a los juegos olímpicos que se realizaran en Río de Janeiro en el 2.016. Ha sido importante además nuestra participación en el <mundial de Río en el 2.013, donde le ganamos al norteamericano en dos minutos, logrando puntos fundamentales teniendo en cuenta además que hacía 20 años que no se ganaba una lucha en un mundial. De esta manera quedamos en la ronda de los 32 mejores del Mundo, con la posibilidad de pasar a los 8 mejores clasificados. Viene luego el Panamericano de Guayaquil donde nos ubicamos entre los siete mejores, ascendiendo al puesto 66 a nivel mundial. Luego nos conceden una beca en un centro de alto rendimiento que se realizó en Chile durante un mes, lo que resulto fundamental para nuestra preparación”. Señaló finalmente Bueno que “vamos al Mundial de Rusia con el competidor Romero, con la misma fe y el entusiasmo que siempre hemos puesto en cada competencia. Para nosotros el Judo es un estado de vida, y cuando ingresas es para siempre, teniendo en cuenta que te caes y te levantas todos los días, Debemos obtener la máxima eficacia, con un mínimo de esfuerzo.”

Dejen de preocuparse por el Ébola (y empiecen a preocuparse de lo que significa) Por Adam C. Levine

 The Huffington Post



Adam C. Levine es profesor adjunto de Medicina de urgencia, Brown Medical School. Actualmente trabaja en Ruanda.

Una vez más, África está en el ojo del huracán. Y, como suele pasar, las noticias no son buenas.

Los medios de comunicación parecen alternar largos periodos de ignorancia absoluta hacia el continente con breves estallidos salpicados de locura, normalmente debidos al temor de que un brote de epidemia o terrorismo se extienda hacia nuestras costas. El reciente brote de ébola en el África occidental, que ha infectado a casi 2.000 personas en los últimos seis meses, no es ninguna excepción.

Está claro que debemos preocuparnos por el brote de ébola, pero no por los motivos que se han propagado en las noticias o en los blogs. Deberíamos preocuparnos por el ébola, pero no por la amenaza que puede suponer para Occidente, sino por lo que dice sobre el estado actual del sistema sanitario en África y sobre muchos otros recursos limitados en todo el mundo.

Tristemente, los medios se han fusionado en torno a los siguientes cinco mitos, mientras que se ignora el contexto más amplio de la sanidad pública y las increíbles desigualdades que existen en la Tierra.

Mito 1: el ébola es una enfermedad mortal en todo el mundo.

El ébola puede ser mortal, pero no a nivel mundial. De hecho, la tasa de mortalidad del ébola y de su primo hermano, el virus de Marburg, varía dependiendo de las circunstancias. El primer brote registrado de estas enfermedades, que tuvo lugar en Alemania y Yugoslavia en 1967, presentó una tasa de mortalidad del 23%; bastante alta, pero muy lejos del índice de letalidad de entre el 53% y el 88% que han mostrado los brotes producidos en el África subsahariana 40 años después (1). Este primer brote ocurrió cuando nadie sabía nada sobre la enfermedad y cuando las unidades de urgencias y cuidados intensivos todavía no estaban extendidas por Europa.

El riesgo actual de muerte en los individuos infectados por el ébola o el virus de Marburg en Occidente queda muy lejos de los porcentajes observados en cualquiera de los anteriores brotes. Los dos últimos estadounidenses infectados en Liberia, por ejemplo, están mejorando, y no por el suero mágico que recibieron, sino por la supervisión y el cuidado proporcionados por los trabajadores humanitarios y por la rápida evacuación a hospitales modernos con instalaciones de cuidados intensivos.

He cuidado a pacientes y he formado a médicos en decenas de hospitales urbanos y rurales en toda el África subsahariana en la última década. La tasa de mortalidad para casi todas las enfermedades que he controlado, desde la neumonía hasta los ataques de corazón pasando por el cáncer y los accidentes de tráfico, es más alta en el África subsahariana que en cualquier hospital occidental.

En cuanto a la posibilidad de morir de cualquier enfermedad en este mundo, el ébola incluido, la geografía tiene mucho que ver.

Mito 2: no existe tratamiento para el ébola.

Lo cierto es que existen varios tratamientos efectivos para el ébola que pueden ayudar a las personas que pasan por las peores fases de la enfermedad e incrementar sus posibilidades de supervivencia. Entre estos tratamientos se incluye la reanimación mediante fluidos intravenosos, glóbulos rojos, plaquetas, sustancias coagulantes para evitar las hemorragias, antibióticos para tratar las infecciones bacterianas más comunes, oxígeno, etc. Además, un equipamiento de diagnóstico moderno puede ayudar a médicos y enfermeros a seguir las constantes vitales para controlar a los pacientes en caso de complicación.

Lo increíble de los tratamientos ya probados (a diferencia de los experimentales de los que habla la prensa) es que se pueden utilizar, además de para el ébola, para combatir otras enfermedades en toda África. En los últimos seis meses en los que el brote de ébola se ha llevado la vida de casi mil niños y adultos, sólo en el África subsahariana han muerto aproximadamente 298.000 niños de neumonía, 193.000 de diarrea, 288.000 personas de malaria y 428.000 por lesiones, por ejemplo en accidentes de tráfico.

Un mejor acceso a los servicios de urgencias y de cuidados intensivos ayudaría a salvar a los pacientes de ébola y también a los afectados por los problemas anteriormente citados, que son mucho más letales.

Mito 3: el ébola es la enfermedad más contagiosa y se extenderá rápidamente por Occidente.

El ébola no es la enfermedad más contagiosa que se conoce. No se transmite por el aire ni por aerosoles. Esto la hace menos contagiosa que otros portadores de enfermedades, como el sarampión, la varicela, la tuberculosis o incluso la gripe. El ébola se contagia sólo por contacto físico, especialmente por los fluidos corporales. Por tanto, a no ser que alguien te vomite en el metro, defeque o te manche de sangre, no te va a transmitir el ébola.

En términos médicos, lo único que se requiere para prevenir el contagio de ébola de paciente a trabajador sanitario es el uso de precauciones de contacto, que incluyen vestimenta adecuada, guantes y lavado de manos frecuente después de cada contacto con el paciente. Estas precauciones son las que siempre se llevan a cabo en los hospitales occidentales en caso de enfermedades contagiosas.

No obstante, piensa en lo que ocurre en África Occidental, donde se ha extendido el ébola rápidamente debido a la falta de medidas básicas sanitarias en hospitales públicos y clínicas con equipamiento precario. Muchos centros carecen de productos tan necesarios y básicos como guantes y batas, y en muchos otros escasea el agua o el alcohol, imprescindibles para la higiene. A diferencia de lo que pasa en Occidente, los hospitales en África tienen salas abiertas con docenas de camas amontonadas. En muchos casos, además, he visto a varios pacientes compartiendo una misma cama. Visto así, es fácil comprender cómo el ébola se puede extender con tanta rapidez.

La mejor forma para ayudar a África a contener este brote de epidemia es mediante la inversión y el despliegue de medidas básicas para el control de enfermedades infecciosas, como batas, guantes, agua y métodos de esterilización, junto con personal sanitario y de formación.

Mito 4: hay que empezar a administrar medicamentos experimentales contra el ébola al máximo número de africanos posible.

Cualquier ser humano que reciba tratamiento experimental es, por definición, un experimento. Ahora bien, experimentar en humanos no tiene por qué ser algo malo. Sin embargo, todas las personas que participan en estudios de investigación médica tienen derecho a recibir la misma protección internacional, y la gente en países pobres necesita además una protección especial.

Por ejemplo, mientras que los estudios en Estados Unidos requieren la aprobación de un solo comité ético, la mayoría de estudios llevados a cabo en países de renta baja necesitan la aprobación de dos comités éticos diferentes: uno internacional y uno local. Asimismo, los formularios de consentimiento, que explican los riesgos y beneficios de los participantes en ese estudio en particular, deben traducirse a todos los dialectos locales, y se deben tener en cuenta los casos específicos de los pacientes que no sepan leer los formularios o firmar. Al final, todos los participantes del estudio deben recibir los mejores tratamientos testados para su enfermedad. Así se garantiza que todos los pacientes se beneficien de la investigación, aunque los medicamentos experimentales resultaran ineficaces (o peligrosos).

Tristemente, conocemos los virus de Marburg y ébola desde hace casi 50 años, y se han llevado a cabo muy pocas investigaciones para el tratamiento efectivo o las vacunas, al igual que con otras muchas enfermedades tropicales olvidadas. Esto no se debe a la falta de interés por parte de médicos y científicos, sino más bien a la falta de dinero. Las compañías farmacéuticas no suelen estar dispuestas a invertir en investigaciones para prevenir o tratar enfermedades que sólo afectan a gente pobre, ya que obtendrían pocos (o ningún) beneficios.

Por poner un ejemplo, en Estados Unidos se puede rectificar este problema pidiendo que el presidente Obama y el Congreso presionen al Instituto Nacional de Salud para que dedique una mayor parte de sus fondos a la investigación de enfermedades que afectan a los habitantes más pobres del mundo.

Mito 5: no se puede hacer nada para ayudar a África… Es demasiado pobre.

La verdadera tragedia del brote de ébola es que la mayoría de africanos no tiene acceso a los medicamentos, instalaciones y profesionales de los que disponemos en Occidente desde hace décadas, y que podrían haber evitado el descontrol de la epidemia. Además, se podrían haber empleado las mismas medidas para reducir la mortalidad causada por otras enfermedades que en la actualidad están matando cada día a mil veces más personas que el ébola.

Estos tratamientos salvavidas no están fuera del alcance del continente. En este momento, a través de una colaboración entre la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Fondo Mundial, el Ministerio de Sanidad de Ruanda, y un consorcio de universidades estadounidenses, estamos formando a un grupo de médicos y enfermeros de urgencias y de cuidados intensivos en Ruanda, uno de los países más pobres de África. Al mismo tiempo, estamos aumentando con rapidez las infraestructuras médicas y el suministro de medicinas y equipamiento en Ruanda, para que los nuevos especialistas africanos tengan las herramientas necesarias para el cuidado de los pacientes más enfermos del continente. Antes incluso del reciente brote de ébola en la zona, ya se estaba considerando un proyecto similar en Liberia, aunque todavía estamos esperando la aprobación del Gobierno estadounidense.

Nuestra experiencia en Ruanda demuestra que con la suficiente voluntad política y el apoyo financiero y técnico exterior, los países africanos pueden lograr mejoras a gran escala en su capacidad para prevenir las enfermedades y controlar las situaciones de mayor urgencia. Puede que no ocurra de la noche a la mañana, pero sí con el tiempo suficiente como para frenar la próxima gran epidemia incluso antes de que comience.

(1) Beer B, Kurth R, Bukreyev A. “Characteristics of Filoviridae: Marburg and Ebola Viruses.” Naturwissenschaften 1999; 86, 8-17.

Traducción de Marina Velasco Serrano

(Tomado de The Huffington Post)







La bufanda Leopoldo Amondarain




Por cierto en toda contienda internacional política puedo tener la libertad de opinar como se me ocurra, sin tomar partido por nadie. Objetivamente el hecho básico estriba en una bufanda que gentilmente y agradecidos los palestinos obsequiaron al canciller Almagro. Esto ha levantado toda una polvareda, si el canciller hubiese aceptado un obsequio similar de los judíos o de los yanquis tendría la simpatía o aplausos de los que hoy lo critican. Es obvio, aunque no se diga, que no es por preferencias que Almagro pudo tener al aceptar la bufanda sino es por un mero hecho protocolar y no para tomar partido o por animosidad por alguna de las partes. Así lo interpreto. Lo que verdaderamente está mal es siendo un jerarca la tendencia en un conflicto que no nos incumbe como el de Gaza, pero que igual se debe opinar periodísticamente por razones ideológicas y humanistas. Desde el punto de vista ideológico si somos nacionalistas no nos podemos escandalizar por una bufanda palestina. Yo también me la pondría con orgullo. Están defendiendo en esa guerra criminal su patria, sus bienes, sus hijos, su gente y la soberanía de su territorio invadida por imperios abusivos y depredadores. Fríamente y sin estamparlo en letras, objetivamente es así, los hijos de Oribe y de Saravia no podemos tener otra opinión. Vaya también por ciertas connotaciones comunes por los niños y familias sirias que estarían por llegar al país en calidad de refugiados. Creo también que si fuesen israelitas se debería tener la misma actitud que con los palestinos, caso en el que los que hoy protestan estarían de acuerdo con los primeros y en el fondo están en desacuerdo con los últimos. Esas preferencias nos condenan a priori y de ahí los comentarios con que nos definen con abiertas simpatías hacia Israel. Hay que tener cuidado porque si bien la colectividad judía es muy grande y tiene sus méritos en el país, la palestina tampoco es chica y tanto más han hecho por la patria. Desde el fondo de nuestra historia oriental, palestinos, libaneses y árabes en general han cooperado con nuestro desarrollo y nuestra cultura, sus hijos son solamente uruguayos, su trabajo, su sudor, su ingenio, su cultura, la han volcado en nuestra tierra, no se dedicaron a la usura o a la gloria del dinero solamente, sino que tuvieron desde siempre junto con sus padres, ciudadanos legales, que ofrecieron desde su nacimiento a los hijos ser ciudadanos naturales de la patria de Artigas. Entonces gente que se ha brindado y lo sigue haciendo con esa generosidad si quieren regalar una bufanda, por decir algo, se le debe considerar como un honor no solamente al jerarca en particular, sino al país en general. Es un hecho que no hay que “partidizarlo” en la interna del país, debe ser tomado por un reconocimiento de un conflicto que es objetivo en la defensa de los derechos nacionales de cada uno. Hay que visualizar los fines de toda guerra. Yo respeto mucho por lo que soy ideológicamente a los nacionales y deploro abiertamente a los imperios que aspiran a quedarse con territorios, riquezas, producciones, culturas, despóticamente sobre pueblos que por añadidura también son milenarios. Se les tiene desconfianza por hacer lo que Artigas en su origen realizó en la creación misma de nuestro Uruguay. Hoy vemos que esos imperios feroces depredadores nos piden, como país pacífico, que integremos los presos políticos y torturados que supieron defender su patria, para que puedan vivir dignamente. También estoy de acuerdo con proteger a las víctimas de Guantánamo y a sus hijos. Por supuesto que hay que proteger primero a los nuestros. Y que la generosidad de aceptarlos puede ser entendida como un acto demagógico casi barato, pero desde el punto de vista cristiano y por ende humano, la aprobación del hecho es legítima. Ante lo dicho después de mucho tiempo discrepando permanentemente por lo resuelto habitualmente por el gobierno, en estas dos puntuales ocasiones y siempre a años luz de ellos, veo con corrección lo resuelto.


Leopoldo Amondarain

C.I. 950.556-0

Tel: 099 626 573


EL EQUIVOCADO ENCARE DE LA CAMPAÑA ELECTORAL DEL FRENTE AMPLIO. Escribe Washington Abdala

     El Frente Amplio no sale de su asombro ante el descalabro que está viviendo. No termina de entender que le cambiaron el escenario y en ese nuevo contexto no se sabe adaptar. Es que todo venía muy previsible según el mapa original. Pero en política nunca nada es demasiado previsible. Un individuo de 40 años que no estaba en el menú los viene enloqueciendo y no saben como enfrentarlo. A su vez, Lacalle Pou no les da motivo para el castigo severo: no los ofende ni los confronta de forma grotesca. Eso genera un formato en que el  partido de gobierno queda enloquecido y no sabe como reaccionar. Es que el Frente Amplio necesita un adversario funcional a su manera de encarar la política que golpee y que devuelva los golpes con potencia. Cuando no lo tiene, no sabe lo que hacer. La izquierda está grogui y si Lacalle Pou sigue sin encolerizarlos los seguirá atormentando aún mucho más y las adjetivaciones hirientes del Frente Amplio quedarán cada día más como expresiones fuera de lugar y negativas. (Dicho en lo que importa:seguirán restando votos.)

     Lo primero que el Frente Amplio debiera hacer es aceptar que está en otro lugar del sistema políticoCreerse ganador cuando en los hechos estás a horas de verte hundido es una tontería. Entender que hay desgaste real es un dato objetivo. El desgaste no viene porque hayas hecho una mala gestión, no, no ha sido un descalabro por cierto. El desgaste viene porque hay problemas en algunos tópicos: seguridad, educación  y olor a corrupción en diversas áreas. Y el desgaste viene porque luego de 10 años de ver a los mismos protagonistas vivir en la soberbia, andar en auto oficial, posar de personajes y creerse Mandrake, la gente se cansa un poquito y pide alternancia. Por allí viene la cosa. No le des más vueltas.

     No siempre los partidos captan esa dimensión, creen que el nivel de erosión que poseen es connatural al ejercicio del poder y de esa forma se autoengañan de lo evidente y son permisivos consigo mismos. Creen que no pasa nada con algún compañero con una bala en una pierna. En verdad no hay ejercicio de gobierno que no desgaste y hay protagonistas que sufren eso de manera cruda: saberlo es vital porque el electorado tiene cansancio y fatigas con diversos protagonistas.

     Lo que cabe entonces  hacer, si quiere recuperar oxígeno, es retirar de escena a algunos personajes. Es un tema delicado pero no hay opción. No pueden verbalizar el relato del futuro, gentes que la ciudadanía no quiere ver más. A su vez, hay protagonistas del pasado que no conviene mostrar: ya están sentenciados por los recuerdos que producen en el imaginario colectivo. No todos, hay gente que puede emerger del pasado porque no tienen desgaste (el ex ministro García es un buen ejemplo), pero casos connotados y polémicos, no conviene mostrar. No le sobra aire el partido de gobierno como para andar teniendo polémicas por fulano o mengano. Esto lo saben todos pero no se animan a hacerlo.

     Agrego,además, los voceros de una campaña deben ser pocos: si todos hablan es un histeriqueo loco que parece un conventillo y no la conquista del poder de una nación. No es serio lo que le pasa al partido de gobierno. Día a día salen por todos lados varios protagonistas a hablar y no pocos tienen micro contenciosos entre ellos (Agassi-Valenti) ayer,pero todos los días hay chisporroteos. Eso aniquila un mensaje que tiene que ser sólido. Si gana el internismo mediocre, el elector huye despavorido.

     Lo segundo es entender que no siempre “pegando” y jugando al “maniqueísmo” infantil de asustar con que “se viene el cuco de la derecha mala” se va a lograr algo. (Esa estupidez la usaban al revés en el pasado los partidos tradicionales y fue un invento que llenó de votos a la izquierda). Nadie cree ya más en eso, la gente ni sabe lo que es la derecha en un país donde nadie se acepta en ese vector. Menos aún cuando el candidato más fuerte de esa (supuesta) derecha tiene 40 años, fue legislador modernoso, tiene cabeza abierta (hasta reconocer que fumó marihuana),  encares varios que de derecha no tienen nada (es papá por esa forma de ver el mundo y pedirle a la ciencia una mano en esa movida: ¿querés algo más fuerte que eso?) y hasta se dió el lujo de descontracturar la campaña con la semiótica de una pirueta con forma bandera juguetona en un fierro. (Error de los politológos al creer que esto era negativo, fue y es buenísmo que un candidato pueda tomarse esa libertad. Explico para los que no entienden: la “bandera gimnasta” es a Luis Lacalle lo que las “puteadas” a Pepe.Son activos de personalidad (elementos de identidad que rotulan que no estamos ante un baba fría) que aunque sean discutibles marcan firmeza y libertad. Es tan sencillo entenderlo que solo gente muy dogmática, que cree que sus modelos de vida son los únicos válidos no terminan por entender esto.)

     Lo tercero es cambiar el rumbo de una campaña comunicacional que viene lúgubre, obvia y con una estética antigua. Es tan mala como las malas que encaraban los partidos históricos creyendo que como ganaban por inercia eso no era relevante. (Miren y oigan el rap de Lacalle, es un cañón dirigido al cerebro de varios electorados. El que hizo eso y el que lo planificó sabe bien  (o intuye perfecto) a los públicos a los que se está dirigiendo.)

     Lo cuarto es tomar riesgos. El Frente Amplio no toma riesgos de ningún tenor y eso vale si estás ganando la campaña electoral pero si te empiezan a dar una paliza -en el electorado del medio-  es que algo estás haciendo mal. Muy mal. Ver los actos de Tabaré en los medios masivos, lo que dice en algunos lados y ver luego la edición por las noches en los canales de televisión es penoso y causa verguenza. Si los canales "suben" esos mensajes es culpa del comando de campaña oficialista al no proveer material de fuste, que mueva el relato hacia otro lado más interesante que capte la atención obligatoriamente. Y si lo "suben premeditadamente"  los propios responsables de la campaña es casi un acto de suicidio asistido. Algo raro pasa allí. No veo mucha cabeza, me perdonarán, pero es notorio esto. (Hasta tomas  televisivas  aparecen con poquita gente cuando están discutiendo la caída en las encuestas: ¿alguien piensa un poquito estas cosas?)

     Lo quinto es tener la capacidad de detener la campaña, enfriarla y no dejarse enloquecer por las giras y los mil compromisos que se asumen como si se estuviera en una correcaminata en la rambla. Solo pensando movidas nuevas, potentes podés recuperar aire. Pero tenés que tomar riesgos, ya no los podés evitar. Esto quiere decir, quizás debatir con los que no querés debatir, quizás polemizar entre el candidato y algún asunto del gobierno (para mostrar personalidad), quizás recurrir a temas laterales pero con capacidad de viralizarse. Yo miro la campaña de Tabaré y huele todo impostado. Es un candidato rígido, que vive contragolpeando, que no se suelta, que ya no tamborilea ni chichonea. Es una campaña antigua, vieja, obvia.Compró tanto su rol de presidente que está encerrado en ese lugar y eso lo está asfixiando. Me temo además, que como pasa siempre, hay asesores que ven estas cosas pero nadie le dice de frente nada por miedo, sumisión o alcahuetería. Y yo no estoy avivando a nadie como me escribe alguno, solo estoy apelando a mejorar la calidad de la política. Creo que siempre es mejor porque nos obliga a todos a ser mejores. Cuanto mejor son los actores políticos, mejor tienen que ser quienes los desafíen. 

     Cuando Sanguinetti en el año 94 venía con problemas de estancamiento, y los nacionalistas junto al Frente Amplio empezaban a recuperar terreno, si una miraba la tendencia del comportamiento del electorado se advertía un problema enorme para el partido colorado en un mes  y medio antes del cierre de campaña. Se cambió la agencia de publicidad, se apretó la movilización en los sectores donde había que segmentar  de manera nítida (y no otros), y se asumió un debate ríspido con Vazquez para desde esa plataforma hablarle al electorado más moderado (nacionalista) y capturar adhesiones en ese lugar. Vazquez fue funcional a un objetivo externo. No importaba  el debate con Vazquez, era solo el motivo para hablarle al otro espacio (partido nacional) que si permitía recuperar votos. Esas tres acciones,más otras pequeñas decisiones iban en la línea de lo que hubo que hacer para salvar y ganar la elección. Recuerdo reuniones con Pancho Vernazza  donde reorientó la estética del candidato en la televisión (generosidad del entrañable Hugo Batalla que liberó a esa agencia que la absorbió la candidatura y la perdió la lista 99) y donde logró producir la imagen de “fuerza tranquila” que habíamos estado buscando y se hacía esquiva.Nada es casual en una victoria electoral. Cuenta hasta la servilleta de papel que comprás y la ausencia de hielos en la heladera. Hoy en el Frente Amplio uno tiene la sensación de que hay amateurismo, que mandan muchos y que el candidato está desorientado y confuso.

     En política se puede ganar o perder, es la ley del juego pero lo hermoso de esta actividad es que el día que te va mal, te puedas acostar con la conciencia en paz que igual hiciste todo lo que estuvo a tu alcance para salir airoso. Luego, si perdes, mala suerte,  hiciste todo lo que entendías  que podías hacer. Ese es el asunto. Hoy el Frente Amplio está haciendo bastante mal todo.

sábado, 16 de agosto de 2014

BABY FUTBOL EN LA FRONTERA. Por Julio Dornel.





Han pasado más de 45 años y mantenemos intacta la imagen del Prof. Cástulo Eismendi realizando gestiones para habilitar un espacio destinado a la educación física de la juventud fronteriza. Desde el año 1958, el Prof. Eismendi venía realizando distintas gestiones para conseguir un terreno municipal que pese a ser insuficiente, con la donación de algunos predios adyacentes, reuniría las condiciones ideales para el funcionamiento de la plaza mencionada. De esta manera, ante las gestiones realizadas, dieron comienzo los ejercicios gimnásticos de las escuelas y del liceo, como así también la práctica intensiva de distintas ramas del atletismo. La realización del primer torneo de baby fútbol en la plaza de deportes, culmina la mayor aspiración también del Prof. Carlos Bentancur, que con la colaboración de los integrantes de la Liga y algunos padres comenzaban a oficializar la práctica de este deporte. En la página 109 del HISTORIAL DE CHUY, se establece que recién en 1967 se disputan encuentros oficiales al quedar constituída la Liga local de Baby y los arbitrajes de Néstor Cabrera y Ariel Lasa. Ya con la actividad organizada surgieron varios equipos entre los que recordamos a Boca, Vélez, Racing y Estudiantes donde comenzaron jugadores de la talla de Amir Fernández, Washington Machado, Miguel Saralegui y muchos otros. La primera directiva estuvo integrada por Paulino Gamón, Armando Méndez, Ruben Rodriguez, Cástulo Eismendi (h) y Filandro Pontes. Años más tarde inician sus actividades los clubes EL TIGRE, CENTELLA, LA AGUADA, DOBRE VIA, LA CIMA y SAN MIGUEL. Un reconocimiento especial a Néstor Cabrera, que estuvo siempre junto a los niños y jóvenes impulsando la práctica de este deporte.