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miércoles, 3 de diciembre de 2014

Mujica no dejará la política hasta que lo “lleven en un cajón"


El presidente uruguayo habló sobre su futuro en la política y la relación con Tabaré Vázquez



La cadena británica BBC hizo una entrevista al presidente de la República, José Mujica. El mandatario habló de continuar en la política hasta que el último día de su vida y reflexionó sobre la atención que despierta su estilo de vida.
"Sí, yo estoy cansado, pero esto no para hasta el día que me lleven en un cajón o cuando sea un viejo lelo", dijo Mujica. El presidente uruguayo manifestó que no será “un viejo jubilado que se pone en un rincón a escribir las memorias”. “Yo no voy a escribir nada, no tengo tiempo, tengo cosas para hacer", complementó el mandatario.
"Se me está acabando el viaje porque tengo 79 años, estadísticamente cada día estoy más cerca del hoyo. Yo soy consciente. Pero mientras yo esté vivo voy a seguir luchando por lo que uno piensa y por lo que uno siente", manifestó Mujica.
En cuanto a la visión en otros países sobre su estilo de vida, el presidente uruguayo reflexionó: “¿Qué es lo que le llama la atención al mundo? ¿Que vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo, esas son las novedades? Entonces este mundo está loco porque le sorprende lo normal”.
El presidente consideró que su apariencia y su estilo de vida tienen un motivo. “La imagen tampoco es gratis, (la austeridad) es una manera de luchar por el republicanismo en la época que nos toca vivir”, dijo Mujica.
La relación con Vázquez
En cuanto a las diferencias que existen con el presidente electo, Tabaré Vázquez, Mujica afirmó que "cada individuo es como es”. "En realidad, el problema no es Tabaré. Con Tabaré vamos a tener una comunión muy grande. El problema es la realidad, porque no hacemos lo que queremos, hacemos lo que podemos dentro del margen de la realidad, y hay algunos signos de que la economía mundial se está complicando", dijo el presidente a BBC.

Murió el actor Walter Reyno


El destacado intérprete uruguayo murió a los 79 años. Dejó más de 50 años de carrera dramática


El actor uruguayo uruguayo Walter Reyno falleció ayer miércoles en Montevideo a los 79 años. Era uno de los actores de mayor trayectoria del teatro y cine nacional.
Se había formado en la Escuela Municipal de Arte Dramático en la década de 1950. Egresó en 1956 y, desde entonces, desarrolló la mayor parte de su obra en el Teatro Circular.
Actuó en más de 100 obras teatrales y consiguió tres premios Florencio en reconocimiento a su excelente labor.
Trabajó en el teatro en diversas obras a lo largo de más de cinco décadas de carrera actoral. Se destacó en obras como El herrero y la muerte, donde encarnó al personaje Miseria.
De las muchas obras de teatro donde brilló sobre el escenario que hoy lo llora, Reyno protagonizó Onetti en el espejo, donde se enfrentó al desafío de encarnar a un personaje que fumaba demasiado cuando él ya había dejado el hábito.
Fue parte de elencos en obras de dramaturgos tan importantes como Harold Pinter, Boris Vian, Anton Chejov, William Shakespeare, Ramón de Valle Inclán o Thomas Bernhard.
El Observador lo entrevistó por última vez en marzo de 2012, en oportunidad de la reposición de esta obra de Mercededs Rein y Jorge Curi. Al preguntársele por qué creía que la obra seguía siendo efectiva, respondió: “Quizás porque está muy centrada en la picardía criolla, que siempre es bienvenida”.
En cine también trabajó con directores importantes tanto en Uruguay como en Argentina. Trabajó con el dúo de directores nacionales Juan Pablo Revella y Pablo Stoll en su filme debut, 25 watts, así como en el cortometraje El ojo en la nuca, de Rodrigo Plá, y con el argentino Fabián Bielinsky en El aura.
También actuó en una particular película suiza filmada en Minas en 1988 y basada en cuentos de Juan José Morosoli, como lo fue Vientos del Uruguay. Exploró el mundo de ficción en televisión en Gran teatro del mundo, en Canal 4.
Actor de figura flaca y alta, Reyno tenía una voz profunda que sabía proyectar con gran profesionalismo. Admirador del actor italiano Vittorio Gassman, tenía un parecido notorio en los últimos años.
Reyno también se dedicó a la docencia, por ejemplo, impartiendo cursos de dirección de actores en la Escuela de Cine del Uruguay y en cursos de teatro. Este año había recibido el premio Delmira Agustini por su trayectoria artística.
Su estampa será recordada por los espectadores y por sus alumnos.

Falleció otro obrero y el Sunca realiza paro


Desde las 9 a las 13 horas de este jueves se detendrán las actividades. En lo que va de 2014 ya son 12 los trabajadores muertos en este sector

El Observador



El sindicato de la construcción (Sunca) decidió un paro nacional con contraciones nacionales y zonales entre las 9 de la mañana y las 13 horas de este jueves 4 de diciembre a raíz del fallecimiento de un obrero.
El gremio comunicó este miércoles la muerte de un trabajador de 57 años que cayó del techo del Shopping Center de Colonia. Luis Fernández, padre de tres hijos, trabajaba para la empresa Regisul en reparaciones del techo del centro comercial cuando cayó desde una altura de 5 metros.
Según informó el Sunca, incluyendo a Fernández, en 2014 son 12 los obreros muertos por accidentes laborales en el rubro de la construcción.

Dr. HÉCTOR LUCIAN CANZANI. 1930: MEDICINA RURAL EN “18 DE JULIO”. Por Julio Dornel.

                                             Escritor y periodista Julio Dornel

“Bendito progreso, continúa tu marcha sin detenerte. Que las generaciones actuales y venideras puedan tener a su alcance, con la urgencia que el caso lo requiera, todos los adelantos de la ciencia”.
Con estas palabras finalizaba el Dr. Héctor Lucían Canzani, en el año 1966, un trabajo muy bien documentado sobre la medicina rural que ejerciera desde 1932 en pueblo “18 de Julio”. En reiteradas visitas efectuadas a esta población pudimos aquilatar el sentimiento de admiración y respeto que le profesaban en esta zona del departamento. Vivió como propios  los problemas del “pago Chico”, y pese a venir de Montevideo se integró desde el primer momento a las inquietudes de la campaña rochense. Para definir su personalidad, nada mejor que transcribir una parte del trabajo realizado en aquella oportunidad, donde van desfilando con hondo dramatismo algunas de las páginas más hermosas de la medicina rural de la década del 30.
LUCHA CONTRA EL MEDIO Y LA NATURALEZA.
“Entre los recuerdos inolvidables citaré algunos. El 18 de mayo de 1933, hacía pocos días que había iniciado mi vida profesional en “18 de Julio” cuando me llama por la noche desde lo de Atanasio Santurio, entre San Luis y Barrancas. Llovía torrencialmente y las descargas eléctricas se sucedían casi ininterrumpidamente. Me vino a buscar un criollo en un sulky con dos caballos flacos. De entrada se entablo una lucha entre el miedo y la responsabilidad. Triunfo la última y salí acompañado por el miedo. Con el afán de desviar caminos, que por lo pantanoso pudiéramos peludear, el criollo comenzó a  apretar alambres hasta que nos perdimos. Después de muchas vueltas el hombre dio con un arroyuelo algo crecido y dijo: “Ahora si me orienté”. Al pasar el arroyuelo y justo en el medio se rompe el porta varas, cayendo estas y también el médico. El agua me llegaba hasta la cintura. Al fin se solucionó el problema y llegamos a lo del Sr. Santurio. Me vestí con ropas prestadas completando un recorrido de 7 leguas”. En otro de sus relatos el Dr. Canzani se refiere al contrabando: “En aquella época, no sé si existen todavía, habían dos o tres comercios fuertes en “San Miguel” del lado brasileño lugar conocido como los “depósitos”.  Eran punto de reunión de los contrabandistas de distintos departamentos. Hombres rudos, siempre bien armados, ya que tenían que defender su vida y su mercadería, pero hombres que si se daban por amigos lo eran en las buenas y en las malas. Estos hombres que vivían al margen de la ley iban a los depósitos a comprar mercaderías, que en noches oscuras pasaban en cargueros en las cercanías del arroyo San Miguel. En una noche muy oscura regresábamos a pié con una linterna de 5 pilas  de la quinta de Manuel Gallego. Unas cuadras antes de llegar al arroyo, sentí un ruido que me alarmo y con ingenua precaución prendo la linterna para reconocer la causa. De inmediato una voz autoritaria, a la que no cabía la menor duda que había que obedecer, ordenó “apague esa linterna Dr, nunca más haga eso, le puede costar la vida”. Esa gente que fuera de sus ocupaciones, son capaces de un noble gesto suelen tener sus diferencias que algunas veces terminan en peleas. Cuando esto sucede y alguno terminaba  herido, venían al consultorio a curarse imponiendo una condición:”usted me cura Dr. Pero no da cuenta a la autoridad, por lo menos hasta que yo pase la frontera. Estaban en juego el conflicto legal y el humanitario. Por lo general triunfaba este último, sin que entrara en juego el interés porque yo jamás le cobré a estos hombres”.  
En próximas ediciones un trabajo periodístico del Prof. Jesús Perdomo, publicado en EL PALMAREÑO en noviembre de 1999, sobre la medicina rural ejercida en el norte rochense por el Dr. Héctor Lucian Canzani.

VIEJAS POSTALES DEL CHUY QUE SE FUE Por Julio Dornel

                                            Escritor y periodista Julio Dornel


 “La piqueta fatal del progreso,
arrancó mil recuerdos queridos….” (Victor Soliño)

Es posible que la evocación del pueblo que fue creciendo  al impulso de los primeros habitantes, pueda traicionar los hechos cronológicos alterando las fechas en algunas oportunidades. Sin embargo el sentido que pretendemos darle a las notas no va más allá del deseo de ir rescatando algunas imágenes del pasado que muchos lectores recordaran como viejas postales de un tiempo feliz. No dudamos que  para muchos habitantes de esta frontera que hoy peinan canas, los recuerdos se apilan en forma dramática al tocar elementos personales, con algunas referencias cargadas de emoción. Así lo sentimos cuando recibimos el estímulo de algunos lectores que ya no están en la frontera o el país y que viven diariamente con la nostalgia que suele generar la posibilidad del regreso y que por distintas razones se va demorando. Abundan los ejemplos. Desde tierras lejanas o del propio paisito nos llegan noticias cargadas de emoción, de amigos, vecinos y familiares que sueñan todavía con el regreso o simplemente con una visita pasajera por la avenida Internacional, casa Fernandez, el Opel, el cine de Lassa, casa Caticha, la farmacia de Bernardo, la escuela 28, casa Brasilia, Silveira Hnos, o preguntar por el “Loco Aesio” en el telégrafo o Don Eduviges en la receptoría.
En algunas oportunidades el progreso con sus cambios ha borrado para siempre algunas imágenes que constituyeron en su tiempo un orgullo familiar y si se quiere hasta ciudadano. Hoy todo ha cambiado, estamos encerrados en nuestros domicilios.  Nadie podrá olvidar por ejemplo la fábrica de tabacos, los comercios de Samuel, de doña Elvira, de Coello, de Arím , casa Brasilia, Estrella, estación ESSO del Pocho Fernández, bar OPEL con don Octavio Pereyra, Parrillada PAMPAS con el “canario” Lasso ni el PALENQUE de Fernando Correa. Sin embargo la arrogancia del progreso dolarizado fue destruyendo las casitas bajas de la aldea y levantando sofisticados  y cómodos edificios, para ir transformando la economía fronteriza.
No podemos negar que surgió en esa  oportunidad una euforia colectiva donde todos aplaudimos los cambios que se aproximaban. Sin embargo y en la medida que pasan los años comenzamos a dudar del beneficio real de estas inversiones y del resultado final de las mismas. Parece que en los últimos años se ha detenido la voracidad inmobiliaria ante la duda del rumbo que tomaran las inversiones, aunque los barrios continúen creciendo porque muchas familias se fueron alejando del centro y porque otras fueron llegando a Chuy en años anteriores, atraídas por las posibilidades de un futuro mejor. Sin  embargo muchas cosas le han ido cambiando la cara a la ciudad sin que nos diéramos cuenta. Las calles de tierra se endurecieron con el asfalto y como somos imitadores, también algunas personas se fueron endureciendo en la convivencia diaria.
Cuántos cambios en pocos años, el viejo parral donde se mateaba entre amigos por el fondo con piscina, parrillero y el muro de tres metros para aislarnos un poco más de la realidad ajena. El “boom” de la construcción nos fue acorralando cada vez más y perdimos el eco bullanguero de la calle y el ajetreo de los barrios, desde el SAMUEL PRILIAC hasta  el LEON VENTURA. La piqueta fatal fue destruyendo en nombre de la construcción, sin tener en cuenta que nunca podrá borrar definitivamente  las huellas de quienes fueron trabajando  diariamente por el desarrollo zonal.
De todas maneras quedan en la memoria algunos reductos que serán indestructibles y que van más allá de los edificios. Es el espíritu emprendedor de los primeros comerciantes, de los primeros maestros y de las primeras autoridades  aduaneras y policiales que vigilaban con celo, pero sin desprenderse nunca del trato sencillo, amistoso y campechano. No dudamos que el espíritu que alentó a los primeros vecinos está latente y pese a quien pese estará presente  en cada hogar fronterizo.