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domingo, 27 de diciembre de 2015

ECONOMÍA E IDEOLOGÍA Por José Luis Perera





En una reciente entrevista en el semanario Búsqueda, el canciller uruguayo dijo algunas cosas que merecerían figurar en lo más alto del podio de las frases del año, en su afán por justificar la pretensión del gobierno de firmar TLCs y de ingresar a la Alianza del Pacífico y otros tratados por el estilo. Por ejemplo dijo: “La asunción del presidente Macri y su equipo muestra que es un gobierno que en lo económico no pone ideología”. Como si las políticas del consenso de Washington, los dictados del FMI o del BM y las presiones de los poderosos del mundo fueran del todo carentes de ideología.
Dijo también que “sin duda se debe dejar de analizar los temas comerciales desde lo ideológico. Eso tiene que cambiar, si no, nos vamos a quedar aislados. Las nuevas tendencias comerciales en el mundo nos obligan a analizar este asunto y asumir las situación con realismo”. Y más adelante:
“ Me considero un hombre de izquierda, pero miro el mundo con realismo. Mirando la realidad del mundo, y no con ideología. Es simple eso: el comercio y la ideología son dos asuntos separados".
Claro que esto no es nuevo en el discurso progresista.
En su primer gobierno, e intentando justificar su voluntad de firmar un TLC con los EEUU, Vázquez dijo que “se equivoca quien en nombre de los principios cree que el comercio es un asunto de ideología”, y luego su ministro de economía (Astori) desarrolló aún más la idea diciendo que hay que equilibrar los principios con el pragmatismo, evitando prejuicios; que los objetivos se relacionan estrechamente con los principios, y que por lo general las herramientas y los instrumentos se emparentan especialmente con el pragmatismo. Que no podemos confundir las cosas ni dejar que esquemas ideológicos o prejuicios dificulten el camino de la elección de esas herramientas.
Es un discurso que pretende presentar la economía como una ciencia incontaminada que solo utiliza herramientas para obtener determinados fines, por fuera de cualquier ideología. Mientras pontifican las bondades y excelencias de la economía de mercado, del libre comercio y los tratados y acuerdos entre bloques, olvidan hablar de la creciente desigualdad en la distribución de la renta y la riqueza, de la concentración del poder económico y financiero, del aumento del trabajo zafral, del problema de los emigrantes, de las necesidades sociales sin cubrir, de la desigualdad de las mujeres frente a los hombres, de los problemas ecológicos o la pobreza y el hambre mundial, como si esas cosas nada tuvieran que ver con la economía y el comercio. El lograr el crecimiento económico se ha convertido en el objetivo principal, ocultando cómo se está consiguiendo, a quién beneficia y cuál es la calidad de ese crecimiento. Eso, claro, es ideología pura. Enmascarada bajo la apariencia de objetividad científica, la economía ha ido construyendo una teoría con la que es posible justificar, ocultar y permitir un sin fin de desigualdades sociales, explotaciones miserables y atentados a la vida de los seres humanos. Las relaciones entre economía y poder no solo alimentan crisis económicas, sino también conflictos internacionales, fracturas y deterioros sociales.
Muy por el contrario, podría decirse que la ideología económica es la pieza clave de la ideología dominante, la que tiene la peculiaridad de presentarse con ropajes científicos, apoyándose en razones parcelarias que encubren la sinrazón global de sus mensajes e interpretaciones.
Si las acciones no se corresponden con los principios que se proclaman, tanto las personas como los gobiernos dejan de ser creíbles. Pero para el discurso progresista, es necesario presentar la economía como algo puramente pragmático, alejado de objetivos y principios. Una fuerza política que se autodefine como de izquierda y antiimperialista, que llegada al gobierno adopta como una de sus primeras medidas la firma de un tratado por el cual le protege las inversiones al imperialismo yanqui, necesariamente debe justificar su forma de actuar.
Como decía Carlos Quijano en Marcha en el año 72: “..en definitiva, cuando las modas pasan sólo quedan los principios. Hay que defenderlos más en las malas que en las buenas, sin temor a perder amistades o a sumar enemistades. La única política fecunda es la que se ajusta a principios. Ya lo enseñaba –palabras más, palabras menos- Lenin”

sábado, 26 de diciembre de 2015

LA CRECIENTE NO DA TREGUA A LOS DESPLAZADOS






 

Una amarga Navidad para el Norte

Permanecen casi 7.000 desplazados por la creciente en Salto, Artigas, Paysandú y Rivera.




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Una amarga Navidad para el Norte | Noticias Uruguay y el Mundo actualizadas - Diario EL PAIS Uruguay

Un Juez muy especial :Oscar Teófilo Vidal Por Julio Dornel


                 Escritor y periodista Julio Dornel

Oscar Teófilo Vidal fue durante muchos años el Juez de Paz de Cebollatí, pero con jurisdicción en muchas leguas a la redonda, ejerciendo el visto bueno en todo casamiento, nacimiento o defunción que se registrara por aquellos pagos. Por nuestra vinculación al Juzgado en la década del 50, tuvimos la oportunidad de acompañarlo en sus actividades durante varios años y compartir situaciones realmente jocosas. Bonachón, servicial y buen vecino don Teofilo se había ganado en buena ley el respeto de los pocos habitantes  de la población que al impulso del arroz iba creciendo sobre la margen derecha del río Cebollatí. 


Por supuesto que los jueces del 50 en los pueblos del interior representaban la última palabra en materia de fallos judiciales. Las audiencias por lo general se realizaban  sin testigos ni abogados. Se culpaba y condenaba de acuerdo al buen criterio del juez  que manejaba a su antojo los códigos correspondientes. Nada de sobrecargar los tribunales con procesos complicados que pudieran derivar en nuevas instancias. Tampoco existían consejos de conciliación  que pudieran demorar las investigaciones con pequeñas divergencias. La decisión judicial era inapelable y pese a la seriedad otorgada por el representante de la Ley, se registraban situaciones  humorísticas que pretendemos recordar en homenaje a un vecino que cumplió con la difícil tarea de impartir justicia  en una zona  apartada del   departamento.
 Con una formación profesional limitada a una vida transitada en la Cuenca de la Laguna Merín, don Oscar Teófilo Vidal representó la ley como máxima autoridad en una población que supo respetarlo por su condición de vecino servicial y generoso. Durante muchos años se desempeñó  como Juez de Paz en una zona casi rural donde comenzaban a surgir los primeros establecimientos arroceros. Tiempos difíciles para arbitrar la ley, poniendo a prueba su capacidad en el ejercicio de asegurar las garantías ciudadanas. Pero al margen del cumplimiento  de su cargo don Teófilo  debía participar en toda actividad que estuviera relacionada con el desarrollo del pueblo, integrando la comisión fomento de la escuela, del Club Social, de la Liga de Fútbol o de la policlínica.
ALGUNAS  ANÉCDOTAS
 Para continuar el relato sobre los nombres que sobrellevan algunas personas durante su vida nada mejor que hacerlo con una frase de Shakespeare: “Qué importa el nombre. Si llamamos a la rosa por otro nombre, ella tendrá el mismo aroma.”  Es posible que el ilustre dramaturgo cambiara de opinión, si se encontrara con algunos nombres que se pretendían adjudicar  por aquellos años a los recién nacidos con la sana intención de  salir de lo común o lograr algún suceso durante su existencia. Aún reconociendo que se trata de una decisión muy personal de los padres, don Teófilo sostenía que podía rechazarlos en el momento de la inscripción. Argumentaba que muchas personas ocultaban sus nombres durante los años escolares  por temor a la vergüenza que deberían soportar cuándo los maestros pasaban la lista de asistencia. Esta situación según él llegaba a traumatizar a los alumnos que en algunas oportunidades terminaban abandonando los estudios.
No sabemos en la actualidad cuál es el criterio que se sigue para el registro de nombres, a los efectos e evitar esta situación o llegar incluso al cambio de nombre cuando la edad así lo permita. De todas maneras y según su interpretación  de las leyes estaba facultado para rechazar nombres que eran “inventados por los padres” entreverando letras  o recogiendo personajes  históricos, lo que era sagrado para don Teófilo. Tampoco aceptaba más de cinco nombres para el recién nacido, ni santos del almanaque, para evitar según su criterio que las personas tuvieran que cargar durante toda su vida con un nombre ridículo o extravagante. Tan era el celo de don Teófilo que había registrado en un cuaderno algunos nombres que había rechazado durante el ejercicio de  sus funciones.
La imaginada curiosidad de nuestros lectores  nos lleva publicar algunos nombres que figuraban en la “lista negra” de don Teófilo y que por su   extravagancia pasaran a la mejor historia del Juzgado de Cebollatí.  De la extensa lista ofrecemos algunos que difícilmente serían utilizados en la actualidad y que provocaron algunas confusiones en aquella oportunidad. A los del título debemos agregar Casamiento García, Completo Antunez, Sherlok Holmes García, Lanza Perfume, Atlántico Jiménez,  Socorro Inmediato Gómez, Sosegado Píriz, Asteroide Muñiz, Restos Mortales y Querido Fracaso que figuraban sin el apellido correspondiente. Como podemos apreciar, poco importaba en aquellos años que el “maldito nombre” pudiera  exponer al ridículo a estos recién nacidos y sobrellevarlos el resto de sus vidas. Debemos señalar además que no fueron pocas las oportunidades en que don Teófilo tuvo que recurrir a la policía  para persuadir a los padres alterados que insistían  en que sus hijos debían inscribirse con semejantes nombres. También se recuerda otro caso famoso en que don Teófilo puso en práctica una solución salomónica cuando debió transar ante un iracundo padre que pretendía registrar a su hijo con 12 nombres, y tras una larga discusión  se llegó a un acuerdo de un 50 % y el niño se llama hasta el día de hoy  con sus  75 años Luis Alberto Aparicio José Antonio Cornelio Marginal. Hombre de letras don Teófilo había estampado en la tapa del cuaderno aludido una frase propia o ajena (nunca lo supimos) señalando que “la justicia es igual para todos y ahí es donde comienza la injusticia.” En la nota gráfica,  vecinos de Cebollatí acompañan el reinado de primavera en el club Social; de izquierda; Oscar Teófilo Vidal, Manuel Sahaban, Juan Gómez, Gustavo Weiss, Arturo Barrios, Daniel Ferreira y Emeterio Sorozabal.

Navidad 2015 Escribe Lilly Morgan Vilaró





Es un placer contar con un nuevo aporte de mi amiga Lilly, periodista internacional,fotógrafa ,escritora y muchas cosas más.desde hace años está radicada en Rocha en una granja que transformó en libro: "Cuentos de una chacra sin nombre".
Lilly, nacida en Argentina y con fuertes lazos familiares también en Uruguay, analiza la realizad internacional con la crudeza e ironía que podrán leer a continuación.

Era la noche anterior a la Navidad…

En Roma, un Papa celebraba la misa de Gallo y les pedía a sus feligreses y al mundo en general, que dejasen el consumismo desmedido, típico de estas fiestas.
Que Jesús había nacido de una familia pobre, en un establo y en una cuna de paja.
Decía todo esto, dentro de un marco de una ceremonia faustuosa y muy costosa.
Rodeado de un montón de hombres vestidos, como él, a la usanza medieval.
En las primeras filas del entorno más cercano al altar y al Santo Padre, sentaban sus dignos traseros, obispos y cardenales y otros curas de alto rango.
Un tanto molestos con este argentinito que no les permitía lucir sobre sus pechos las cruces de oro, ni en sus manos los anillos de diamantes, símbolos de sus excelentes carreras dentro de la profesión clerical.
-“Quién se cree que es este sudaka?”- murmuraban muchos, mientras se vestían para la fiesta, tratando de ocultar sus prominentes panzas bajo la fajas violetas y sus ayudantes colgaban una simple cruz de plata sobre sus magnos cuellos.
La solemne ceremonia culminó con el broche de oro adecuado.
Francisco levantó en sus brazos la estatua que representa al niño Jesús y rodeado de todos esos hombres solteros y que supuestamente nunca parieron un hijo, la colocó en la cuna del pesebre, en donde otras dos estatuas representaban respectivamente, a María y José.
Manteniendo así en su lugar de mujer dentro de la Iglesia Católica, a la madre del niño. Mera y muda espectadora de un acontecimiento del cual ella debería ser la protagonista principal.
Por haber parido al niño, pero más aún, por haberlo concebido siendo virgen y por obra y gracia de una paloma.
De José ni hablamos. Pero él supo desde un principio, cuando aceptó el acuerdo con los padres de María, cuál sería su rol en esta historia.
En Siria, lugar más cercano que Roma a la historia navideña, una mujer acunaba en su regazo ensangrentado el cuerpo destrozado de su hijo de 5 años.
El niño había subido a la terraza de su casa para intentar ver, pasando sobre esa luna llena brillante, al trineo tirado por renos y manejado por un gordo viejo panzón que le llevaba regalos a los niños buenos del mundo. Siempre, claro está, que fuesen cristianos.
Tal como le había contado el hijo de sus vecinos, que practicaban esa religión. De los pocos que quedaban en una Siria que ya no era tan tolerante como lo había sido antes de que las grandes potencias decidiesen que querían su petróleo.
La bomba cayó justo en el medio de la calle, matándolo instantáneamente y sin darle tiempo para ver a Santa Claus.
Su madre no sabía ni le importaba tres pitos, si la habían tirado aviones rusos, norteamericanos, turcos o de Arabia Saudita.
Solo sabía que tanto ella como su niño, jamás volverían a ver una luna llena en una Navidad cristiana.
Mientras tanto, miles de personas alrededor del mundo, se apretujaban en supermercados y tiendas, llenando sus carritos de alimentos y cosas que posiblemente no necesitaban y nunca utilizarían.
Muchos comentaban lo bueno que era el mensaje del Papa Francisco, mientras pagaban su mercancía con tarjetas de crédito que luego no sabrían como coño pagar.
Sobre todo aquellos que vivían en países en donde de un día para el otro, el costo de vida subió un 40%. Y los sueldos bajaron en el mismo porcentaje.
En el litoral rioplatense, los ríos subían turbios, rápidos y furiosos, provocando inundaciones y su consecuente cantidad de evacuados, que festejaban una Navidad, literalmente pasada por agua.
Sin agua, amanecía en Una Chacra Sin Nombre y la luna llena hacía un perfecto alunizaje como para grabar en mi retina un espectáculo que yo no volvería a ver en Navidad alguna.
Casi como disfrutando de que cuando ella volviese a repetir la hazaña, yo ya estaría 6 metros bajo tierra.
-“¡Jaaa!-le dije con una carcajada sonora y que despertó al bicherío rural- “Estás equivocada. Mi cuerpo será cremado y mis cenizas, mezcladas con tierra fértil y ecológica, harán crecer un árbol frondoso.”-
Hice una pausa para darle más énfasis al cierre del discurso y levanté la mirada para verla directamente a los ojos.
Pero la muy guaranga ya había desaparecido tras el horizonte y me dejó hablando sola sobre cómo mi árbol daría sombra a los que huían del sol y cobijo a los pajarillos del monte.
Justo aparecieron mis perros, listos para el paseo matinal y me di cuenta por sus miradas casi compasivas, que creían que yo finalmente, había enloquecido por completo.
-“Todo bien humana”- me dijeron-“mientras nos sigas dando de comer, ¡Todo bien!”-
Y salimos a caminar por la ribera cósmica del sol, versión rochense y navideña.



Rescatar los artesanos de Rocha y los productos comestibles artesanales hechos por manos Rochenses. Edil Emilio Rotondaro. Partido Nacional


Días atrás en sesión de la Junta Departamental presentamos como trámite una propuesta que refiere, a aquellos artesanos que por diversos motivos no pueden concurrir a los balnearios a realizar la temporada y tanto ellos como sus productos quedan perdidos en el corazón de sus talleres, y es así que se nos ocurrió proponer una feria de no más de 25 artesanos , seleccionados por ARDA, que se encuentren realizando los aportes correspondientes y regularizados, en conjunto con algunos de los productores que venden aquellos productos de granja llámense (mermeladas, quesos, dulces, licores, etc, etc).
¿En donde? En la callejuela del centro , la que se encuentra al lado del Teatro 25 de Mayo, en un formato de pequeños puestos , constituidos por una mesa de no más de un metro por metro y medio y acompañando la misma feria un folleto o catálogo de presentación que cuente con la historia de la callejuela y del teatro, promocionándolo como sector turístico por el Departamento de Turismo de la IDR .
A su vez se pidió que esta propuesta sea tratada en la Comisión de cultura, y el Departamento de Turismo, con el objetivo de promover nuestra cultura local, creando una posibilidad más de ingresos a las casas de estos artesanos siendo fidedigna dicha propuesta , abocamos a que la misma junto y con el apoyo del cuerpo de ediles de la Junta, podamos encontrar un eco Favorable en ARDA, Comisión de Cultura, y Turismo.