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Victorio
Forapagliero ha sido, en las últimas décadas, la cara visible de un
clan, de una familia que ha hecho historia en Rocha.
Ya no está al
frente del comercio familiar que cumplió 103 años. Hoy asesora a
sus hijos que continúan la gesta empresarial y disfruta de sus
cuatro nietos.
Fue campeón de Moto
Cross en Brasil. “Traje para Rocha dos títulos internacionales”,
y se codeó con los campeones regionales y mundiales de ese deporte.
Desde muy joven,
siguiendo los pasos de su padre, integra las comisiones directivas de
la Sociedad Italiana de Rocha que ha presidido en más de una
ocasión. La República Italiana le concedió un título nobiliario:
Cavalieri, en reconocimiento a su larga trayectoria de trabajo por la
comunidad.
Victorio
Forapagliero estuvo en Hay otra historia, el programa de radio
Fortaleza.
Por esas cosas de la
casualidad o causalidad, la radio está ubicada donde su abuelo, Don
Vittorio Forapagliero Blengino, inició la saga con un primer
comercio, un almacén minorista.
“Me da mucha
alegría estar acá, en tu programa, justo donde mi abuelo puso su
primer negocio.Eso fue el 28 de agosto de 1914. Después estuvo acá
el Almacén de Barrales”, dijo.
Contó su vida en
Estados Unidos cuando era todavía adolescente, su regreso a Rocha
para ayudar a su padre en el comercio familiar, sus experiencias en
Brasil y Argentina, el comienzo del nuevo giro de la Casa
Foraplagliero, la venta de autos usados, la crisis del 2002. “ Fue
la debacle total. Me fundí, perdí todo, los bancos no solo no me
ayudaron, sino que me apretaron, sobre todo el Banco República, el
Banco País”.
“No cerré el
negocio, me quedé con un solo empleado tratando que la gente viniera
a pagar. En el 2005 sí cerré la cortina, bajé el telón.
En ese interín mis
hijos formaron su propio negocio con un rubro totalmente diferente.
Muy de a poco fueron trayendo bicicletas y electrodomésticos. Yo
estuve al margen, solo los asesoraba, como lo sigo haciendo.
No me entregué y
mis hijos de a poquito fueron incorporando cosas. Desde el 2005 que
cerré mi propio comercio, pasé a ser dependiente de mis hijos”.
Recordó la trágica
pérdida de uno de sus hijos y lo que significó como conmoción para
él, toda la familia y el comercio.”Era un burro de trabajo, una
gran cabeza pensante y tenía toda la inclinación al comercio”.
“No me entregué,
jamás debe uno bajar los brazos, siempre hay una luz de esperanza”,
aseguró.
LA HISTORIA
Una situación
familiar lo llevó a viajar a Estados Unidos a fines de los sesenta,
país en el que vivió y trabajó varios años. Su primer destino fue
Boston, donde vivió tres meses frente a la Univeridad de Harvard.
Luego New Jersey
donde estuvo dos años y tuvo varios trabajos : una fábrica de
escritorios metálicos, una de caja de cartones para la cerveza
Budweiser. Después una estación de servicio cuyo dueño era un
uruguayo que estaba en un barrio de italianos. “Conocí a los
verdaderos capos de la maffia que iban en sus Cadillacs negros con
vidrios polarizados que, después de atenderlos, sacaban su mano con
guantes y te daban la propina. El barrio se llamaba Verona y me
conecté con la comunidad italiana de allí, me ayudaron mucho”.
En 1971 se volvió
porque su padre enfermó, tenía que hacerse cargo del comercio
familiar.
“Imagínate la
diferencia de Nueva York a Rocha. Me sentí perdido”.
Convencido que
manejar el comercio no era lo suyo, porque no se hallaba, se lo dijo
a su padre. Decidió irse a San Pablo por quince días. “Conseguí
trabajo, se trabajaba espantoso y se ganaba nada”.
Volvió a Rocha,
trabajó de nuevo con su padre y a los cuatro meses se fue a buscar
suerte a Buenos Aires. Estvo tres meses: “Era un momento muy
difícil , se trabajaba mal, apenas comíamos, viviendo en pensiones
muy malas”, por lo que volvió a Rocha. “Ahí empieza mi historia
en el comercio familiar, era 1976”.
Compró un camión y
trabajó con su padre haciendo viajes trayendo mercaderías. Una
situación accidental lo llevó a vender motos a través de Limberg
Moreira y le dijo al padre que no quería seguir con el rubro de
almacén mayorista. Quería dedicarse al de las motos, el que fue
creciendo al de los autos usados . “En 1982 tomé la representación
de Fiat bajo mi solo nombre . Trabajé desde 1982 hasta el 2002 que
vino la debacle total .Ahí me fundí , perdí todo porque se
cerraron los bancos y no había posibilidad de financiamiento, tenía
mucha cantidad de dinero en la calle y los usados no costaban nada .
Los bancos en vez de ayudarme me apretaron, principalmente el
República, el Banco País.
No cerré el
negocio, me quedé con un solo empleado tratando de no cerrar para
que la gente viniera a pagar.En el 2005 sí bajé la cortina, bajé
el telón”.
EL MARACANAZO DEL
MOTO CROSS
“En 1979
comenzamos las carreras de Moto Cross acá en el Paso Real. Luego nos
afiliamos a la Federación Uruguaya de Motociclismo. Lo hicimos por
la Sociedad Italiana de la que integré la subcomisión de deportes.
Allí pudimos importar motos de competición libre de impuestos, hoy
es todo lo contrario.,Una moto hoy no baja de 20 mil dólares. Hoy
es un deporte para ricos”.
Se fue a correr al
sur de Brasil y salió campeón. “Fue el maracanazo del moto cross.
Durante un año era una estrella y cada quince días participaba en
las carreras”.
Conoció a las
leyendas del moto cross con quienes hoy se vuelve a comunicar a
través de Facebook.
LES INVITO A
ESCUCHAR LA CHARLA COMPLETA CON VICTORIO FORAPAGLIERO.