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viernes, 29 de septiembre de 2017
¡LA PROFESIÓN MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO DICE BASTA! Pablo Ocampo Carli DOCTOR EN VETERINARIA
Definición del Veterinario
“El veterinario es un Universitario con formación científico técnica, generadora de conocimientos cuya acción se ejerce sobre el vasto campo que concierne a la Salud, Protección, Bienestar, Calidad y Producción Animal, Industria Alimentaria y Farmacéutica, Biotecnología, Salud Pública, Docencia e investigación. Busca asimismo el mejoramiento de la condición Humana, tanto en lo referente a la Salud, como en lo relacionado con el campo Ecológico, Social, Económico y Ético.”
COLEGIO VETERINARIO DEL URUGUAY LEY 19252
ORDENAMIENTO ÉTICO A TRAVÉS DE LA MATRÍCULA
COLEGIO ES LA HERRAMIENTA IMPRESCINDIBLE DE PONER LA CASA, Y EL PAÍS EN ORDEN , ANTE LA TREMENDA FALLA JERÁRQUICA DE PONER EN SU JUSTO LUGAR, A LA SALUD, SEGURIDAD, INOCUIDAD ALIMENTARIA EN MATERIA DE LAS CIENCIAS VETERINARIAS.
SEGUIMOS ESPERANDO MAS DE DOS AÑOS APROBADO EL COLEGIO VETERINARIO DEL URUGUAY, LA POSIBILIDAD DE SU CONCRECIÓN EN LA REGLAMENTACIÓN.
Cuando oímos hablar por primera vez en nuestra vida sobre un colegio profesional, a la mayoría se nos viene a la mente nuestro colegio, nuestra enseñanza primaria o universitaria y nos perdemos en tribulaciones y divagaciones diversas sobre el contenido, función y alcance de los colegios profesionales.
Historia de los Colegios Profesionales
Los colegios profesionales se remontan a la edad media. Estos colegios nacen en Europa en el siglo XI con la figura de los craft-guilds, como asociaciones de trabajadores que mezclaban intereses profesionales con particulares. En España se comenzaron a impulsar desde los claustros de las universidades como órganos de agrupación de profesionales en pro de la defensa de sus derechos. Los primeros colegios que comenzaron a funcionar fueron los colegios sanitarios y actividades jurídicas.
Hasta el siglo XIX, los colegios profesionales aumentaron en número y profesiones, defendiendo una posición cerrada y unitaria en el desempeño de la profesión. Se marca un punto de inflexión en este momento, dado que la doctrina liberal que se impuso parcialmente, abogó por eliminar estas figuras. Los colegios profesionales sobrevivieron los envites y comenzaron a adquirir todas las funciones que tienen hoy día, sin contar con todas las que ya han perdido en las modificaciones legislativas que se han llevado a cabo en todo este tiempo.
Regulación de los Colegios Profesionales
La legislación vigente de los colegios profesionales data de 1974, con la Ley 2/1974 de los Colegios profesionales. Esta ley ha sufrido muchas modificaciones en el articulado desde su redacción pero mantiene la misma estructura que poseía en origen.
La ley anterior define a los Colegios Profesionales como
Corporaciones de derecho público, amparadas por la Ley y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines.
Esta definición inicial les faculta para representar y defender a la profesión que tenga cada colegio como representada, los colectivos de clientes y profesionales y actuar como intermediarios en las redacciones de los textos legislativos que les afecten.
Esta ley, marca la colegiación obligatoria para el ejercicio profesional que se regule por ley y además incorpora a la normativa de los colegios el desempeño de las profesiones bajo libre competencia, el cumplimiento de la leyes de defensa de la competencia y competencia desleal y por último se han incorporado a los trámites de adaptación de requisitos de colegiación.
Colegiación y funciones de los Colegios Profesionales
Para acceder a una colegiación, debemos estar en posesión de la titulación exigida por la ley de nuestra profesión y cumplir con los estatutos que tenga cada colegio. Esta colegiación se ha ampliado a las sociedades profesionales, sin que, en ningún caso, se pueda impedir la colegiación como tal de una persona jurídica. Por otra parte, los colegios profesionales se pueden organizar mediante delimitaciones territoriales sub estatales. En estos casos, la colegiación en un colegio de rango menor, permite desempeñar la profesión en todo el territorio.
Las funciones principales de los colegios profesionales son:
Todas las funciones que redunden en beneficio de sus colegiados y usuarios. Realizando su propia vigilancia (la policía de la profesión) en el desempeño ético del colegiado, en base a un código ético.
Todas las funciones que le encomiende la Administración Pública junto con la representación que se otorgue a los colegios para el cumplimiento de las leyes
Actuar y participar en los Consejos u Organismos consultivos de la Administración en la materia de competencia de cada una de las profesiones.
Estar representados en los Patronatos Universitarios y tener presencia en la redacción de los planes de estudios y centros donde se impartan las titulaciones adheridas al colegio ( ejemplo la educación continua).
Designación de peritos judiciales para las materias que incumban al colegio, dentro de los miembros del mismo.
Atribuciones de facultades disciplinarias dentro de la organización propia y estatutaria de los colegios.
Procurar la armonía y colaboración entre los colegiados, impidiendo la competencia desleal entre los mismos. En esta línea deben impedir a la vez el intrusismo profesional y el desarrollo de la profesión en competencia desleal.
Presencia en las juntas arbitrales y organismos de consumo.
Gestión de cobros de honorarios cuando el colegiado así lo solicite.
Visar los trabajos profesionales de los colegiados en los términos previstos en la propia ley.
Fundamentalmente es la voz, de la profesión a la hora de la defensa de sus incumbencias.
Como podemos comprobar, la mayoría de las funciones tienen una misión educativa, formadora y dan un formato de Derecho Público a una estructura idéntica a una asociación, con la salvedad que es obligatorio e imprescindible para desempeñar la profesión.
EXISTE ALGO DE IMPORTANCIA EXTREMA EN EL COLEGIO, QUE ES LA VINCULACIÓN EN AMBOS SENTIDOS (RETROALIMENTACIÓN) CON EL PODER EJECUTIVO, EN MATERIA DE CIENCIAS VETERINARIAS, PRODUCIÓN SALUD, SEGURIDAD PÚBLICA, INOCUIDAD ALIMENTARIA, SERVICIOS A LA COMUNIDAD, Y CUMPLIMIENTO EN LO QUE HACE A LAS BARRERAS SANITARIAS, GARANTÍA DE SERVICIO, VIGILANCIA EN EL DESEMPEÑO ÉTICO PROFESIONAL, ASÍ COMO EN LA MORAL DEL PROFESIONAL.
Llegamos al estado actual, vertiginosamente, y haremos un breve pantallazo, para comprender la necesidad del Colegio como herramienta reparadora de este de esta situación trágica en que nos encontramos, terminar con esta fractura social, que no cicatriza hipertrofiándose cada vez más.
En 1980, plena dictadura, se desencadena, una de las catástrofes más penosas de un centro asistencial de Protección de animales y plantas, como rezaba su cartel fundada en 1965, “SanFrancisco de Asís”, masacre y eutanasia masivas, robos, peleas por dirección, estafas de donaciones, y pésimas condiciones de trabajo y sometimiento de los colegas que allí asistían, terminó siendo intervenida a impulso de la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay, (época de la Presidencia del Dr. Luis Queirolo) MGAP, MEC, pasándose a llamar “Refugio” , de poca duración dado el surgimiento de más asociaciones civiles , que hasta hoy permanecen y se han multiplicado exponencialmente, pero bajo un sentimiento de lucro, competencia que termina siendo un grave desprestigio, e intrusión, ejercicio ilegal, donde solo los une el sentimiento mediático, y el escrache, a los profesionales veterinarios, sometiéndolos al temor, a la colaboración compulsiva, e impuesta….y bueno….es un País chico, muy chico, donde cualquier experiencia es válida, sin las garantías ciudadanas, y sin democracia…imaginen.
Se pasa pues de la protección mediática, al acaparamiento del sometimiento de un área afectiva, como son los animales de compañía la inquisición contra una Profesión, que luego encuentran a políticos, que dan la posibilidad de institucionalizarse, donde se pierde el rigor científico técnico y se banaliza en el nombre del control poblacional actos quirúrgicos, y manejos de psicoactivos, por idóneos, que solo les interesaba el negocio.
Toda esa cruzada inquisidora, fundamentalista, termina repercutiendo gravemente en la enseñanza, de grado, sin modelos biológicos, que puedan hacer de la formación un grave problema de irresponsabilidad, a la hora de la asistencia, control y rehabilitación del paciente, dado el poco reconocimiento de la anatomía, función, fisiopatología, para comprender la patología, y determinar su terapéutica adecuada.
Estas asociaciones y el avance de la tecnología, entienden que la” virtualidad “es superior a lo “real”, y desde las redes sociales lastiman a profesionales, instituciones, investigadores, personas públicas, departamentos oficiales, sanitarios…aprovechan a jaquear soluciones a nivel político social, cultural, social, jugando a la mitología de la demonización , favoreciéndose de la imaginación ingenua, del ser sensible, que ve en la profesión veterinaria, basados en el terror de la amenaza de muerte, descontextualizando opiniones, y peor decisiones técnicas de quien las indica.
En el 2000, a esfuerzo personal, planteo la necesidad de formar el Colegio veterinario del Uruguay, donde lo presento a los organismos ministeriales correspondientes, y el Decano de la época el DR. Cirio, lo institucionaliza en Facultad de Veterinaria, de la Udelar, y hace dos años se aprueba la formación del Colegio que la ley 19258, espera por su reglamentación, trancada por los diferentes Ministerios que les competen. Claro ahora se está llegando a un sistema de salida de cauce, que pasan, o se animan a mayores acciones contra (ahora sí) los organismos rectores, y esa inestabilidad termina en inseguridad.
Sé que es muy fuerte lo que digo…pero denles tiempo, y verán el caos, de gente sensible, manejada por frustrados, que entienden no vivir en las leyes sagradas, sino a su propio entender y malentender, y peor interpretar, la función de la profesión veterinaria en el ámbito de la salud pública, y seguridad Pública…llegando a la fulguración de la violencia.
Los que me conocen saben que soy un resiliente imperfecto, pero conozco lo que digo ya que lo he tenido que vivir en carne propia.
Para no ser tan largo, existen demasiadas informaciones, que se asombrarían quienes son los responsables de estos grupos…que del bienestar lo usan de disuasivo, la crueldad y el mal trato de venganza…y esa mal interpretada ley del Talión, nos enceguece, en la peor de las cegueras, el desclasamiento social, y la ignorancia manejada.
POR ESO PIDO QUE SE APRUEBE LA REGLAMENTACIÓN DE LA LEY QUE REGULA EL COLEGIO, QUE EN DEFINITIVA ES EL QUE PROTEGERÁ, Y ENCAMINARÁ LA PROSPECTIVA DE LA PROTECCIÓN, BIENESTAR, CON EDUCACIÓN PARA EL PROGRESO DE NUESTRO PUEBLO, Y SU SALUD.
Hay mucho material de irregularidades, buscamos alternativas, que terminan en impuestos, que la declaración de política etológica y bienestar animal (1992), sean realmente tenidos en cuenta, y así como un veterinario debe cumplir con su currículo, sus impuestos, y previsiones, tarifas y aranceles….las asociaciones civiles en el nombre de protección, deben de inscribirse, y aceptar las reglas de convivencia, sin entrar en el escarnio, y en base al desprestigio y menosprecio de la mejor Profesión y solidaria del mundo, dejen de ser una competencia desleal y moral que llega al intrusismo.
Cuando se reclama un Hospital Público, con todas las garantías, insultando a la Fvet, sin tener en cuenta que desde 1903, lo tenemos y debemos protegerlo, ayudarlo, y glorificarlo, como artífice diario del buen ejemplo y solidaridad en asistencia…vaya mi reconocimiento a mi querido amigo Dr. Carlos Soto, que sigue haciendo culto a la responsabilidad profesional.
Acudo al MGAP, a FVET Udelar, a La Academia Nacional de Veterinaria, y a la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay, al verdadero empoderamiento de una noble defensa, con la herramienta fundamental representada por el Colegio Veterinario del Uruguay.
Saluda atentamente
Pablo Ocampo Carli
Doctor en Veterinaria
Jubilado
C.I. 1122007-1
jueves, 28 de septiembre de 2017
ERAMOS TAN FELICES HASTA QUE LLEGARON LAS REDES. Por Julio Dornel.
Julio Dornel
“Éramos tan felices
“que no nos dábamos cuenta
“de lo que iba a venir,
“lo que se iba a sufrir… (Copani)
Mientras por un lado se reclama insistentemente por la ampliación del conocimiento, en forma simultánea van aumentando los riesgos de manipular la información en nombre de la libertad de expresión. La prensa internacional ha señalado en los últimos días, que miles de satélites camuflados como basura espacial estarían fotografiando y espiando permanentemente todas las regiones del mundo, en una demostración elocuente de que estamos viviendo una dinámica distinta entre la libertad y la seguridad. Esta realidad está presentando nuevos desafíos a la sociedad, con políticas muy agresivas que están generando la necesidad de buscar otros mecanismos que ofrezcan más seguridad a la información que estamos recibiendo o emitiendo. No pretendemos que el hombre vuelva a las cavernas, ni que los griegos se pasen la vida filosofando o peleándose con sus vecinos con tal de no trabajar. Ahora vivimos otra realidad y tenemos que acomodar el cuerpo para “ir tirando” y sobreviviendo en el nuevo mundo virtual del conocimiento. Hemos llegado demasiado tarde a este maravillo invento, al punto de correr el riesgo de que nos agarre una depresión existencial si se cae el sistema por algunas horas. Señalaba el periodista brasileño Moacyr Scliar que “las personas civilizadas no sobreviven sin internet”. Los amigos que no se conocen vienen congestionando internet con mensajes anónimos o nombres supuestos que terminan perturbando a los participantes, abriendo las puertas a un mundo virtual desconocido. No dudamos que se ha creado una cultura de la comunicación donde se pueden observar nuevos códigos en materia de información. En la actualidad nadie se sorprende si en la feria vecinal nos encontramos con la presencia de algún “profesional” de la salud que atiende a sus pacientes mediante una consulta a distancia que no sobrepasa los 15 minutos para determinar un tratamiento virtual de dudosa eficacia. Señalan los entendidos en el tema que los navegantes del mundo virtual disfrutan de varias ventajas al liberar a las personas mientras van superando distancias, aumentando en número de amigos, y reduciendo el costo de las comunicaciones teniendo en cuenta que la máquina no piensa, no habla ni protesta. Basta con apretar una tecla para entrar en las redes mundiales, sin necesidad de salir de su casa, estableciendo contacto con personas desconocidas como si fueran amigos de toda la vida. Sin embargo debemos tener en cuenta que esa aparente sensación de libertad que nos proporciona la computadora nos puede conducir a la más absoluta soledad, teniendo en cuenta que el ser humano necesita de los vínculos afectivos que la máquina no puede proporcionarle.
miércoles, 27 de septiembre de 2017
ESPACIO ROCHA: NUEVO SECTOR COLORADO RUMBO A LAS ELECCIONES JUVENILES. Escribe Mateo García
En
Rocha se encuentra trabajando un nuevo sector del Partido Colorado,
apuntando en este caso a las elecciones de jóvenes que se realizarán
el 4 de noviembre.
Este
nuevo sector, Espacio Rocha, que está dentro del sector Espacio
Abierto liderado a nivel Nacional por el diputado Tabaré Viera, va
con la consigna de Espacio Joven y con el slogan de “Renovar para
Cambiar”, bajo la lista 305.000, haciendo referencia a la lista 305
que lidera el diputado por Montevideo Conrado Rodríguez, ya que
varios de sus dirigentes militan en la capital dentro de esa
agrupación.
Esta
elección permite que 100 jóvenes de todo el país accedan a la
Convención Nacional del Partido, órgano donde se tiene voz y voto
para las decisiones partidarias, además de tener la oportunidad de
ocupar dos lugares en el Comité Ejecutivo Nacional, máximo órgano
del Partido. En dichas elecciones podrán votar todas las personas
entre 14 y 30 años inclusive, únicamente con la cédula de
identidad.
Con
las ganas de buscar algo nuevo es que se comenzó a trabajar en una
nueva agrupación, tanto para ampliar el márgen de opciones como
para mostrar nuevos dirigentes acompañados de también militantes
experientes, con la meta de darle fuerza al Partido Colorado, con una
gran base Batllista y Socialdemócrata, pero que le abre las puertas
a quien quiera participar para construir una propuesta para cambiar
situaciones problemáticas tanto a nivel Nacional como Departamental.
Este
sector tiene apoyo en todos los departamentos del país, y sus
dirigentes recorren seguidamente las ciudades y los barrios,
charlando con distintos actores sociales, como los vecinos,
productores, pequeños empresarios, trabajadores de diferentes áreas,
etc.
“En
el departamento de Rocha hemos recorrido repetidas veces e incluso
presentado propuestas, ya que creemos que la mejor forma de hacer
política es al lado de la gente en el mano a mano, proponiendo y
escuchando, sin escapar de los actuales recursos como lo son las
redes sociales y los medios de comunicación.”
A
eso apostamos, a la renovación y cambio, donde las elecciones
juveniles del 4 de noviembre van a ser las primeras en donde Espacio
Abierto se haga presente a nivel Nacional y Departamental.
Queremos
un cambio para mejorar y tratar los problemas que más aquejan al
país en la actualidad como lo son la educación, la seguridad, la
salud, la justicia social, la igualdad de oportunidades, el trabajo y
la corrupción. Tenemos una firme convicción de querer un nuevo
tiempo.
Los usuarios de drogas sintéticas buscan “el placer del cuerpo”; los de pasta base, en cambio, “de la cabeza”, según especialista
Eleuterio Umpiérrez,
durante la mesa redonda Usos de drogas de síntesis en distintos
escenarios, ayer, en la Facultad de Ciencias Sociales. Foto: Andrés
Cuenca
la diaria
“Compraron la
estampilla, la iban a tomar de a dos. Uno fue a buscar agua y el otro
no lo esperó y se lo tomó. Tuvo calor, frío, calor, frío; se sacó
la ropa y en determinado momento tuvo una sensación extracorporal y
pensó que se había muerto. Se fue a tirar por el balcón y había
un mosquitero de metal. Rebotó, cayó de nuca y quedó inconsciente
en el piso. Así lo encontró el amigo y así lo llevó a la
emergencia”.
Y así contó
Eleuterio Umpiérrez, especialista diplomado en Política de Drogas
por la Facultad de Química de la Universidad de la República
(Udelar), un caso “típico” que hubo en Uruguay de consumidores
que compraron lo que pensaban que era LSD, pero en realidad era
25I-NBOMe, una droga psicológica derivada de las feniletilaminas
sustituidas.
La historia surgió
en el marco de la mesa redonda “Usos de drogas de síntesis en
distintos escenarios” que tuvo lugar ayer de tarde en la Facultad
de Ciencias Sociales (Udelar). Umpiérrez señaló que las drogas de
síntesis se ordenan en nueve categorías según su estructura
química, y que la filosofía de quienes las producen es tomar una
estructura conocida y modificarla. La forma de saber si ese nuevo
producto “funciona” está en la experiencia de los usuarios, que
son los “conejillos de indias”. El académico señaló que en las
modificaciones siempre se busca lograr una molécula “más potente”
que la anterior, y eso implica un “reto” en la forma en que se
vende, por eso aparecen estimulantes y alucinógenos que vienen en lo
que se llama “tripa”, ya que “no tiene sentido hacer una
pastilla para un microgramo”.
Umpiérrez señaló
que disponer una sustancia arriba de un papel y esperar a que se
seque genera problemas de homogeneidad. Además, explicó que como
las moléculas no son estables, actualizar la lista de sustancias
prohibidas es “un reto”. “Los que las fabrican dejan de
producir porque pasan a ser controladas y sacan nuevas moléculas,
entonces, vamos corriendo de atrás. Si a eso le agregamos que a
veces actualizar las listas implica un año o dos años de trámite,
cuando la fiscalización quiere llegar, las moléculas ya dejaron de
venderse, porque [los fabricantes] ya saben cuándo van a entrar en
vigor en las listas”, ilustró. Luego detalló que esto lleva a
otro problema: que los consumidores no se “aprenden” todos los
nombres de las sustancias que hay, entonces se las venden como símil.
Luego Umpiérrez
indicó que en 2016, de las 770 sustancias que había en el mercado
mundial, 33% correspondía a cannabinoides sintéticos, 35% a
sedativos-hipnóticos y 16% a “alucinógenos clásicos”. El
especialista señaló que con la implementación de la Ley de
Regulación del Cannabis (19.172) “todos suponían” que los
cannabinoides sintéticos no iban a llegar a Uruguay, dado que el
cannabis iba a estar accesible; sin embargo, en el país hay de ese
tipo de sustancias. Acotó que es probable que sea por la gente que
experimenta y quiere “probar cosas nuevas”.
Además, Umpiérrez
dijo que hay sustancias que tienen múltiples orígenes, por lo que
no siempre hay que pensar “en un fabricante en Holanda”, ya que a
veces los productores “pueden estar mucho más cerca de nosotros,
utilizando cosas que no son controladas”. Ejemplificó con un
“éxtasis” que se vende, que contiene cafeína; esto implica que
los fabricantes “compraron cristales, molieron Cafiaspirina, la
compactaron y sacaron comprimidos”.
Por último, el
químico, que es responsable del área Drogas y Doping de la Facultad
de Química, se refirió a los retos que se enfrentan con las drogas
sintéticas. Dijo que cuando hay casos de gente intoxicada en el CTI,
si el consumo de la sustancia fue reciente, existen chances de
encontrar la “droga madre” en el cuerpo, pero si no, lo deben
establecer por los metabolitos. “Y es una fase complicada, porque
ninguna de estas sustancias sería probable usarla en seres humanos.
No hay comité de ética que apruebe probar en humanos una sustancia
desconocida de la que no se sabe cuáles son los efectos, entonces, a
nivel mundial se empezó a trabajar con ratones, pero los ratones no
generan los metabolitos como los humanos”, explicó. Además,
señaló que en el mundo hay dos bibliotecas sobre la formar de armar
la lista de sustancias prohibidas. Están los que ponen de a una
sustancia y los que dicen, por ejemplo: “Todas las catinonas están
prohibidas”, sin importar qué sustituyente tengan. “Hay países
que están buscando prohibir la acción farmacológica, entonces, el
problema es que después hay que probarlo. Pero si tengo un polvito
blanco y sospecho que es alucinógeno, ¿dónde lo pruebo? Un ratón
no me va a decir que está alucinando”, concluyó.
Trucos de placer
Otro de los
exponentes sobre el tema fue Marcelo Rossal, también diplomado en
Política de Drogas pero por la Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educación (Udelar), quien resaltó la “importancia de conocer
por qué las personas hacen las cosas y el sentido de las prácticas”.
Agregó que de eso se trató la investigación que varios académicos
llevaron a cabo y cuyos resultados se publicaron en el libro Viajes
sintéticos, estudios sobre uso de drogas de síntesis en el Uruguay
contemporáneo (compilado por Rossal y Héctor Suárez). Explicó que
para “comprender el sentido de las prácticas de los usuarios”
hicieron trabajos etnográficos, es decir, estudios cualitativos,
mediante entrevistas personales y asistencia a fiestas en las que se
consumen las drogas sintéticas, que forman una “red de usuarios”.
Contó que antes
habían trabajado con usuarios de pasta base, que son “los sujetos
más estigmatizados de la sociedad uruguaya” y que “sufren toda
la carga estructural y el peso de la desigualdad en sus propios
cuerpos”, y señaló que, a diferencia de estos, las personas con
las que trataron en el estudio sobre drogas sintéticas “son muy
parecidas a nosotros”. “Estudiantes universitarios,
profesionales, personas que tiene pleno empleo, como informáticos, o
estudiantes de medicina, que tiene conocimientos más o menos
específicos sobre la sustancia, y que en general tienen prácticas
de cuidado del cuerpo, o sea que buscan el placer pero no dañarse
por eso”, indicó Rossal.
El especialista
subrayó que en el estudio encontraron gente “con alto capital
cultural, redes sociales bien establecidas y sin problemas vinculados
a la escala más perjudicada de la escala social”, sino que a veces
se encontraron con lo contrario, “personas de las clases más
privilegiadas”. “Algunas personas tenían prácticas ocasionales
de uso de drogas de síntesis, y otras tenían prácticas más
sistemáticas, consumían pastis todos los fines de semana. Y otras
lo hacían casi como un ritual, consumían un cartón de LSD en un
lugar del interior del país”, señaló Rossal, y agregó que esas
prácticas de consumo, por ejemplo, en el caso de las pastillas, eran
“orientadas al placer del cuerpo”, “bailar” o “ingresar en
el flow”, como les dijo un DJ. Por lo tanto, para “la juventud
extendida de las clases medias, pasarla bien es algo importante en la
vida”. El académico señaló que eso resulta “curioso” porque
en los usuarios de pasta base procuraban un placer “de cabeza”.
Por último, Rossal
subrayó que como los consumidores de drogas sintéticas son personas
que quieren “procurarse placer”; si se aborda el tema por el lado
del “riesgo” o del “discurso de la criminalización”, se van
a “generar problemas donde no los hay”. “Pero si pensamos en
cómo involucrarnos con personas con las que no hay una gran
distancia social, desde el punto de vista de que son sujetos que
procuran placer y no tener mayores problemas, podemos encontrar
canales para situaciones colaborativas”, señaló. Además, Rossal
indicó que una política de drogas como las de Argentina, de
eliminar las fiestas electrónicas porque allí se venden sustancias,
es una “criminalización” que crea “nuevos escenarios”, por
lo tanto, “no parece una buena política de Estado”.
Al final, Mauricio
Sepúlveda, orador invitado de la Universidad de Chile, dijo que no
se puede seguir pensando en una política de drogas “como
totalidad”, sino en “ciertas parcialidades”. “Porque si
aplicamos el mismo modelo a las drogas sintéticas, vamos a seguir
jugando al Correcaminos, porque van a seguir inventando nuevas
sustancias y nosotros vamos a seguir siendo los conejillos de
indias”, indicó el especialista chileno, que invitó a ”repensar”
el prohibicionismo de las drogas sintéticas. “Si sabemos los
estudios de neurotoxicidad de las principales sustancias, ¿por qué
no podemos pensar en trabajar elementos no prohibicionistas con las
sustancias clásicas que ya hemos experimentado? ¿Por qué tenemos
que seguir sujetos a la nueva creación de mercados que son efectos
de la prohibición?”, finalizó Sepúlveda.
martes, 26 de septiembre de 2017
¿Yo?... uruguayo (por Rodrigo Tisnés) Buenos Aires y los porteños vistos por un uruguayo recién llegado.
Este
viernes que viene se está cumpliendo mi segundo mes de vida en la
“Ciudad de la Furia”. Al igual que un mes atrás, día a día
sigo descubriendo y conociendo nuevos aspectos, lugares, personajes,
y costumbres de esta ciudad inconmensurable, inabarcable, y
cosmopolita.
Con
el paso del tiempo, es inevitable, se produce acostumbramiento y se
comienza a perder el deslumbramiento inicial. Si pasa en las
relaciones personales, ¿cómo no va a pasar con los lugares?... pero
la escala de esta ciudad es tan grande, que aun cuando recorro calles
que ahora se han vuelto parte de mi rutina, de vez en cuando, me
descubro mirando con admiración algún edificio de comienzos del
siglo XX. Para sorpresa propia, agrego, porque nunca he sido
especialmente sensible ante la arquitectura.
Como
comentaba la vez pasada, la sensación que me da al estar acá, es la
de no estar del todo en el extranjero. No es solo la historia la que
nos une y hermana. La geografía también. Basta pensar que a
cualquier montevideano le lleva menos tiempo venir a Buenos Aires,
que viajar a cualquier departamento al norte del río Negro. ¡Ni
que hablar los colonienses! En su caso,
están a 50 minutos del centro de la capital argentina, y a dos horas
y media de la Plaza Cagancha.
Y
lo mismo sucede reflexionando a la inversa. Salvo La Plata (capital
de la Provincia de Buenos Aires) y Rosario, Montevideo queda más
cerca que el resto de las grandes ciudades argentinas: Córdoba,
Tucumán y Mendoza. Y en tiempo de viaje, lleva más o menos lo mismo
viajar a Rosario que a Montevideo.
En
síntesis, tenemos una historia común, una geografía, una cultura y
una lengua compartida que nos unen y hermanan, y eso se nota.
Por
supuesto que hay diferencias. Pero a la
mayoría, uno se acostumbra. Sucede con los modismos y localismos,
por ejemplo.
Micro
y colectivo me resultan mucho más
prácticas que nuestro interminable ómnibus,
y más simpática que el anodino bondi
montevideano. Llamar tortuga
o pebete
al tipo de pan usado en nuestros choripanes me resulta en todo
intrascendente, al igual que decirle facturas
a nuestros bizcochos.
Mientras que a la caldera
le sigo diciendo caldera y no pava,
especialmente porque no suele ser centro de casi ninguna charla, ni
la denominación, ni la tenencia, ni el uso de la caldera/pava.
Apartamento
y departamento son intercambiables, al igual que pileta y piscina, y
refresco y gaseosa. Tampoco se precisa ser lingüista para saber a
qué se refieren cuando hablan de la obra
social y las expensas.
Sin
embargo, hay algunas palabras a las que
definitivamente no me acostumbro. O
decididamente prefiero las nuestras.
Me
pasa con batata, palabra
a la que le falta la dulce tosquedad de boniato,
que, además, me da la impresión que resume mucho mejor la
característica del sencillo tubérculo. Lo mismo me sucede con
zapatillas,
que me suena desabrida y sin gracia, frente a nuestro clásico y
provinciano championes.
Pero
la peor de todas. La más horrible a mis oídos (y vista), es el
sándwich de milanesa.
Un verdadero atentado lingüístico-culinario. ¡Un
sándwich es un refuerzo de jamón y/o queso en pan de miga!...
como mucho un olímpico, que lleva lechuga y tomate. Llamar sándwich
a la milanesa al pan,
es reducirla, rebajarla, desclasarla, restarle contundencia. Por eso
es que, desde que llegué, no he comido ni una milanesa al pan.
Simplemente me niego a entrar a un boliche y pedir “deme
un sándwich de milanesa, por favor”,
creo que me sentiría bastante ridículo.
Aunque,
ahora que lo pienso, tal vez tendría que hacer la prueba de entrar
un día y pedir una milanesa al pan, en una de esas, hasta genero una
movida y los hermanos argentinos adoptan nuestro uso.
Pensándolo
bien, eso sería algo joya.
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