El director de Salud de la Intendencia de
Montevideo, Pablo Anzalone, informó que en un conjunto de escuelas que
fueron relevadas en la capital se detectó que en promedio el 65% de los
niños tenía parásitos. "En algunas se llegó al 80% y en prácticamente la
mitad de los casos tenían múltiples parásitos", añadió el jerarca.
Anzalone advirtió que los efectos de estas situaciones
sobre la salud de los niños, sus capacidades de aprendizaje y su
interrelación social, son "de gran impacto".
"Muchas veces hablamos y discutimos sobre los
desempeños escolares, pero si detrás del desempeño hay una patología que
está incidiendo en ese plano, es muy difícil que algún equipo docente o
algún centro educativo logren de los niños los resultados que todos
aspiramos, porque existe un conjunto de determinantes que están
incidiendo para disminuir esa potencialidad", indicó.
"Tiene mucho que ver con la contaminación fecal
ambiental y con una línea de intervención que tiene que recoger
diferentes aspectos. Uno de ellos es la educación para la salud, y en
ese sentido es necesario trabajar con los niños y con sus familias sobre
la manera de manejar la situación y la información sobre ella, de
manera de generar conductas y prácticas saludables", agregó Anzalone.
Sin avance.
En agosto de 2010, El País daba cuenta que la
prevalencia de parásitos intestinales en alumnos de una escuela pública
de Malvín Norte (que las autoridades no identificaron para no
estigmatizarla) alcanzaba al 80%, situación que podía influir en el
retraso del crecimiento de los niños, como se explicaba en un estudio de
2009 que pone bajo la lupa este tipo de situaciones.
En el Informe de Actividades y Resultados de 2012 del
"Programa de Control de Enteroparasitosis en Escuelas Públicas" se
advierte sobre la subsistencia de cuadros similares en muchos
establecimientos de educación pública.
En 2011, a solicitud de la ANEP, la División de Salud
de la Intendencia de Montevideo tomó la iniciativa de implementar
actividades diagnósticas y de control de estas enfermedades
parasitarias. "En la educación, tratamiento médico y acción sobre los
factores ambientales está la base de cualquier estrategia en relación
con esta temática", dijo Anzalone.
La población objetivo del programa está constituida
por alumnos de primer a cuarto año de escuelas ubicadas en Lavalleja,
Casavalle, Piedras Blancas, La Paloma, Tomkinson, Casabó y Cerro Norte.
En todos estos barrios, 529 niños se realizaron un
estudio parasitario, lo que se consideró un "bajo" porcentaje de
adhesión al control sanitario. "Creemos se debe a la percepción de que
las enteroparasitosis, frecuentes en estas poblaciones, no son
consideradas enfermedades que incidan negativamente en el desarrollo del
niño", señala el estudio, en poder de El País.
Barométricas.
La situación sanitaria de varias escuelas de
contexto crítico fue analizada en la Junta Departamental en el marco de
una comisión especial creada para mejorar el servicio de las
barométricas en Montevideo. Participaron también de la reunión los
alcaldes de las zonas afectadas, el director de Saneamiento de la IMM,
Néstor Campal (quien el lunes asumirá al frente del Departamento de
Movilidad Urbana) y el doctor Daniel da Rosa, profesor adjunto del
Departamento de Parasitología de la Facultad de Medicina, quien trabaja
para la Intendencia de Montevideo.
Da Rosa enumeró los distinto tipos de parásitos que
un niño puede contraer y las distintas vías. Los parásitos ingresan al
cuerpo humano por vía oral. Para evitar la infección es necesario
lavarse las manos antes de ingerir los alimentos. También tener las uñas
cortas.
"Las que nos ocupan en este momento en Uruguay
-porque hay acciones que estamos tomando a nivel nacional, no solo en
Montevideo- son ascaris lumbricoides y trichuris trichiura o
tricocéfalo", explicó el experto.
"Los ascaris son los gusanos de 40 o 60 centímetros,
tipo lombrices blancas, que se pueden expulsar por vía anal, oral, por
la nariz, etcétera. Los otros son más pequeños, no se ven, pero
justamente contribuyan en sectores vulnerables a presentar anemias de
grado considerable. Los huevitos de estos gusanos son marcadores
específicos de contaminación fecal humana ambiental", añadió.
Da Rosa también destacó la importancia del trabajo de las barométricas.
"Hay que tener en cuenta que además de vaciar el
pozo negro, si ese pozo negro se desbordó en el último año -cosa muy
factible- vamos a tener elementos infectantes viables durante otro año
más", anotó.
A fines de 2011, la administración municipal anunció
que comenzaría a intervenir en el mercado de las barométricas
equiparando y bajando los precios, y atendiendo sin costo a una franja
más amplia de personas de bajos recursos, a partir de un planteo
realizado en la Junta Departamental por el sector del Herrerismo.
"Si se compara con la Tarifa de Saneamiento, nos
encontramos con que una persona que está afuera de la red tiene un gasto
muchísimo mayor que la que está normalmente conectada a la red. Por
todo esto, era necesario intervenir en ese problema", señaló Campal.
Datos y cifras que alarman
-El Informe de Actividades y Resultados de 2012 del
Programa de Control de Enteroparasitosis en Escuelas Públicas reveló un
"parasitismo global" del 65%. Para evitar la infección es necesario
lavarse las manos antes de ingerir los alimentos. También tener las uñas
cortas.
-El director de Salud de la Intendencia de
Montevideo, Pablo Anzalone, informó que en algunas escuelas se llegó al
80% y en prácticamente la mitad de los casos tenían múltiples
parásitos". Según el jerarca, los efectos de estas situaciones sobre la
salud de los niños, sus capacidades de aprendizaje y su interrelación
social, son "de gran impacto".
-En el primer estudio de 2009 hecho a los escolares
también surgió que 13% de los niños analizados tenía retraso grave en la
talla. Y el 21% tenía algún grado de sobrepeso. "Las cifras de
sobrepeso y obesidad encontradas son casi 3 veces superiores a lo
esperado", dice el documento.
-La población objetivo del estudio de 2012 está
constituida por alumnos de primer a cuarto año de escuelas ubicadas en
Lavalleja, Casavalle, Piedras Blancas, La Paloma, Tomkinson, Casabó y
Cerro Norte. En todos estos barrios, 529 niños se realizaron un estudio
parasitario, lo que se consideró un "bajo" porcentaje de adhesión al
control sanitario. "Creemos se debe a la percepción de que las
enteroparasitosis, frecuentes en estas poblaciones, no son consideradas
enfermedades que incidan negativamente en el desarrollo del niño",
señala el informe.