Veinticinco ciudades y
condados del estado de Colorado, en Estados Unidos, permiten desde este
miércoles la venta legal y limitada de marihuana en cerca de 160
establecimientos.
La medida que entra en vigor en 2014 es el
resultado de la Enmienda 64, aprobada por voto popular en noviembre de
2012 y que legalizó la posesión y uso de pequeñas cantidades de
marihuana (hasta 28 gramos) para uso no médico entre mayores de 21 años,
así como su producción y venta de acuerdo al nuevo marco legal.
La norma establece un impuesto del 25% por la venta de esa sustancia y permite
que cada persona cultive hasta seis plantas, con un límite de 12
plantas por familia. Prohíbe, no obstante, el consumo de marihuana en
lugares públicos.
En la actualidad, Colorado cuenta con unas
500 "farmacias de marihuana médica", de las cuales 160 podrían
convertirse en "tiendas de marihuana recreativa", aunque se estima que por ahora sólo unas pocas comenzarán a operar desde enero.
Aunque
en Denver, la capital estatal, ya se puede comprar marihuana
recreativa, otras importantes ciudades, como Aspen, Aurora y Boulder,
han decidido no implementar la norma aún, la cual establece también
restricciones a las personas sin licencia de conducir que quieran
comprar marihuana.
Denver, por el contrario, cuenta ya con su
primera directora ejecutiva de Políticas de Marihuana, Ashley R. Kilroy,
nombrada el 20 de diciembre pasado y quien hasta ese momento ejercía el
cargo de directora interina de seguridad pública en esta ciudad.
En
otras ciudades, como Boulder, el jefe de la policía local, Mark
Beckner, y el fiscal de distrito, Stan Garnett, decidieron postergar la
aplicación de la norma hasta que se eduque al público sobre el nuevo
marco legal vigente.
Según la policía local, en esta ciudad
el consumo de marihuana en lugares públicos, actividad prohibida en la
nueva ley, se cuadruplicó durante el 2013 con respecto al año anterior.
De
igual modo, dado que a nivel federal, la venta y consumo de marihuana
es una actividad ilícita, no se podrá comercializar la planta dentro del
Aeropuerto Internacional de Denver.
Durante el 2014 y 2015
serán sólo los dispensarios de marihuana medicinal los que podrán
también vender la marihuana recreativa y a partir de 2016 se otorgarán
licencias a cualquier centro o comercio que cumpla con los requisitos
establecidos en la ley.
La puesta en marcha de esta norma ha
abierto un intenso debate en el país sobre las consecuencias que su
aplicación podría acarrear en la sociedad de Colorado.
Para Michael
Elliott, director de Medical Marijuana Industry Group (MMIG), la venta
de marihuana recreativa no afectará la salud de los jóvenes ni generará
más accidentes de tránsito o actividades criminales y, por el contrario,
generará "beneficios para la salud pública" porque propiciará que menos
jóvenes consuman alcohol o se suiciden.
Por su parte, la
Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (NCIA, en inglés), que
esta mañana inició lo que denominó "la primera venta mundial de
marihuana recreativa y regulada para adultos" en un dispensario de
Denver, impulsa la creación de "un ambiente social, económico y legal
favorable para esa industria en Estados Unidos".
"Esta venta
demostrará la seguridad y el potencial económico del mercado de la
marihuana regulada, resaltará el valor de la marihuana como producto de
consumo para adultos y ofrecerá un anticipo del futuro de las ventas
legales de marihuana", indicó la portavoz de la NCIA, Betty Aldworth,
quien fuera una de las impulsoras de la Enmienda 64.
No todos
comparten el optimismo de Elliott y Aldworth, como es el caso de Fidel
Montoya, líder de una alianza religiosa multicultural en Denver y
miembro de una coalición que se opuso de manera infructuosa a la
aprobación de la norma.
"Creo que estamos abriendo unas puertas
demasiado amplias al legalizar la marihuana", dijo a Efe Montoya, quien
estima que "el dinero fácil compró a los funcionarios públicos", en
alusión a los 4 millones de dólares en impuestos que se estima caerán a
las arcas de Denver como consecuencia de la puesta en marcha de esta
ley.
"Durante años les enseñamos a los jóvenes que la marihuana
era peligrosa, porque era el punto de entrada a drogas más peligrosas.
Ahora le decimos que no lo es. Ese cambio hará que los jóvenes duden de
todo lo que les queremos enseñar", agregó.
En todo el estado,
se estima que la venta de marihuana recreativa generará unos 70
millones de dólares adicionales en impuestos.
El nuevo marco
regulatorio establece que quienes usen marihuana con fines médicos
todavía deberán comprar un permiso anual y cumplir con las reglas en
vigor desde 2000.