El dirigente opositor se muestra muy crítico contra el presidente Maduro aunque también contra las protestas de barricadas
El País de España
Henrique Capriles Radonski, gobernador del Estado de Miranda, es el hombre que más cerca estuvo nunca de vencer al chavismo en unas elecciones.
Sigue siendo el opositor con mayor respaldo electoral, aunque en las
elecciones municipales de diciembre el Gobierno le infligió una derrota contundente al vencer en el 70% de las alcaldías. Ahora, otro nombre ha comenzado a hacerle sombra en los medios de comunicación: Leopoldo López,
el dirigente encarcelado cinco días después bajo la acusación de
promover los disturbios del 12 de febrero. Capriles se muestra muy
crítico contra el Gobierno aunque también contra las protestas de
barricadas, llamadas coloquialmente guarimbas, que defiende Leopoldo López.
Pregunta. ¿Qué piensa que va a suceder en los próximos días?
Respuesta. Hay una situación de conflictividad que se va a mantener porque ninguno de los problemas que estamos viviendo en el país ha tenido respuesta por parte del Gobierno. La inflación de marzo fue de 4.1%. Sólo en marzo. Es parecida a la que pueden tener durante todo el año en países como Chile, Colombia, Ecuador. Si se anualiza es de más del 60% en el último año. Eso destruye el salario, hay una situación de escasez terrible. Hay zonas donde no se consigue harina, aceite, mantequilla, jabón, papel higiénico, crema dental.
P. ¿A qué lo achaca?
R. Se acabaron los dólares. Si usted tiene una economía que depende de las importaciones y se gasta todos los dólares. El Banco Central ya no publica los datos de la escasez. Pero en diciembre de 2013 la publicaron y con el aceite de maíz la escasez rotó un 84%, la harina de trigo un 79,1%. En diciembre la leche completa líquida tenía 97,8% de escasez. Las baterías para vehículos, un 88,2%. Este modelo económico no funciona. ¿Cómo no va a haber conflictividad?
P. Usted ha dicho que si la oposición quiere gobernar algún día ha de atender las reivindicaciones de los más pobres. ¿Cree que las protestas atienden a esas necesidades?
R. Yo he visto una clase media muy movilizada. Pero esa clase media, golpeada y maltratada, no es la mayoría del país. A veces pisa el peine, es decir, entra el juego del Gobierno, y no se da cuenta de que colocar las barricadas no suma a quienes hay que sumar. Escucho a algunos sectores decir: “cuando bajen los cerros…”. [cuando se sumen a las protestas los más pobres, que viven en los cerros que rodean Caracas] Los cerros no van a bajar. Hay que subir a ellos y hablar con los pobres. Si usted se queda en un tema de Maduro vete ya, eso no conecta con la gente que viven en el barrio (zona de pobreza). Y al Gobierno le interesa la polarización, esa pelea entre la clase media y los barrios.
P. ¿Por qué cree mucha gente que hace cola en los supermercados critica tanto al Gobierno como a las guarimbas?
R. Es que si estás en una cola y encima tienes que lidiar con una barricada para comprar los alimentos. Yo creo que el Gobierno está infiltrado en las barricadas, no tengo ninguna duda. He visto camiones que bajan escombros y trancan la vía y se van enseguida . El Gobierno también juega y está jugando a las guarimbas. Le interesa que no hablemos de inflación y sí de guarimbas.
P. ¿Lo han abucheado recientemente durante una protesta de opositores?
R. No. Eso es una cosa fabricada por los laboratorios del Gobierno. Ahora: si alguien me pitara porque yo digo que hay que construir una fuerza para unir el país. Mire, nunca he sido representante de los extremos. ¿Usted se imagina el impacto que tuvo para mí ver que desnudaron [el jueves] a un joven en la universidad [un grupo de chavistas] y lo pusieron a correr encapuchado? Así hicieron con los judíos. Yo soy católico, pero mis bisabuelos murieron en un campo de concentración, vengo de una familia sobreviviente del gueto de Varsovia. No creo en la violencia. Esto es una espiral de violencia donde nadie gana. El país no puede ser dirigido por los extremistas.
P. ¿Las protestas han debilitado a la oposición?
R. Tenemos un Gobierno que se está extinguiendo. Su nivel de aceptación no supera el 40%. Tenemos a un Maduro cada día más impopular, pero eso no significa que la oposición esté capitalizando ese descontento. El reto es capitalizarlo. ¿Con barricadas? No, ofreciendo un proyecto de país. ¿Hay un problema de escasez? Diga usted cómo lo va a resolver. Hay un país mucho más profundo que el que a veces usted ve en la prensa.
P. ¿A qué se refiere?
R. Bueno, pues que las noticias políticas se llevan los titulares. Todo tiene que ver con la violencia. Y no hay noticias relacionadas con la economía, que es la que más duro le pega al Gobierno.
P. Pero, ¿han debilitado las protestas a la oposición?
R. Debilitan al Gobierno, porque el Gobierno ha actuado de una forma criminal. Pero, de acuerdo a las encuestas, no significa que esas protestas las esté capitalizando la oposición. Hay que protestar por la economía. Y de forma pacífica.
Pregunta. ¿Qué piensa que va a suceder en los próximos días?
Respuesta. Hay una situación de conflictividad que se va a mantener porque ninguno de los problemas que estamos viviendo en el país ha tenido respuesta por parte del Gobierno. La inflación de marzo fue de 4.1%. Sólo en marzo. Es parecida a la que pueden tener durante todo el año en países como Chile, Colombia, Ecuador. Si se anualiza es de más del 60% en el último año. Eso destruye el salario, hay una situación de escasez terrible. Hay zonas donde no se consigue harina, aceite, mantequilla, jabón, papel higiénico, crema dental.
P. ¿A qué lo achaca?
R. Se acabaron los dólares. Si usted tiene una economía que depende de las importaciones y se gasta todos los dólares. El Banco Central ya no publica los datos de la escasez. Pero en diciembre de 2013 la publicaron y con el aceite de maíz la escasez rotó un 84%, la harina de trigo un 79,1%. En diciembre la leche completa líquida tenía 97,8% de escasez. Las baterías para vehículos, un 88,2%. Este modelo económico no funciona. ¿Cómo no va a haber conflictividad?
P. Usted ha dicho que si la oposición quiere gobernar algún día ha de atender las reivindicaciones de los más pobres. ¿Cree que las protestas atienden a esas necesidades?
R. Yo he visto una clase media muy movilizada. Pero esa clase media, golpeada y maltratada, no es la mayoría del país. A veces pisa el peine, es decir, entra el juego del Gobierno, y no se da cuenta de que colocar las barricadas no suma a quienes hay que sumar. Escucho a algunos sectores decir: “cuando bajen los cerros…”. [cuando se sumen a las protestas los más pobres, que viven en los cerros que rodean Caracas] Los cerros no van a bajar. Hay que subir a ellos y hablar con los pobres. Si usted se queda en un tema de Maduro vete ya, eso no conecta con la gente que viven en el barrio (zona de pobreza). Y al Gobierno le interesa la polarización, esa pelea entre la clase media y los barrios.
P. ¿Por qué cree mucha gente que hace cola en los supermercados critica tanto al Gobierno como a las guarimbas?
R. Es que si estás en una cola y encima tienes que lidiar con una barricada para comprar los alimentos. Yo creo que el Gobierno está infiltrado en las barricadas, no tengo ninguna duda. He visto camiones que bajan escombros y trancan la vía y se van enseguida . El Gobierno también juega y está jugando a las guarimbas. Le interesa que no hablemos de inflación y sí de guarimbas.
P. ¿Lo han abucheado recientemente durante una protesta de opositores?
R. No. Eso es una cosa fabricada por los laboratorios del Gobierno. Ahora: si alguien me pitara porque yo digo que hay que construir una fuerza para unir el país. Mire, nunca he sido representante de los extremos. ¿Usted se imagina el impacto que tuvo para mí ver que desnudaron [el jueves] a un joven en la universidad [un grupo de chavistas] y lo pusieron a correr encapuchado? Así hicieron con los judíos. Yo soy católico, pero mis bisabuelos murieron en un campo de concentración, vengo de una familia sobreviviente del gueto de Varsovia. No creo en la violencia. Esto es una espiral de violencia donde nadie gana. El país no puede ser dirigido por los extremistas.
P. ¿Las protestas han debilitado a la oposición?
R. Tenemos un Gobierno que se está extinguiendo. Su nivel de aceptación no supera el 40%. Tenemos a un Maduro cada día más impopular, pero eso no significa que la oposición esté capitalizando ese descontento. El reto es capitalizarlo. ¿Con barricadas? No, ofreciendo un proyecto de país. ¿Hay un problema de escasez? Diga usted cómo lo va a resolver. Hay un país mucho más profundo que el que a veces usted ve en la prensa.
P. ¿A qué se refiere?
R. Bueno, pues que las noticias políticas se llevan los titulares. Todo tiene que ver con la violencia. Y no hay noticias relacionadas con la economía, que es la que más duro le pega al Gobierno.
P. Pero, ¿han debilitado las protestas a la oposición?
R. Debilitan al Gobierno, porque el Gobierno ha actuado de una forma criminal. Pero, de acuerdo a las encuestas, no significa que esas protestas las esté capitalizando la oposición. Hay que protestar por la economía. Y de forma pacífica.