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domingo, 27 de abril de 2014

SEMBLANZA: Por Oscar Bruno Cedrés ALCIDES EDGARDO GHIGGIA un grande


                                             Escritor y periodista oscar Bruno Cedrés

Finalizamos el año, tanto calendario como futbolístico con el partido del día de hoy del Rocha Fútbol club, y cambiamos el estilo de las semblanzas, no es para un rochense o vinculado al deporte de Rocha, es para alguien que es un jugador de todos, un ídolo de todos, un referente a nivel mundial del fútbol todo: Alcides Edgardo Ghiggia, quien en el día de mañana 22 de diciembre cumple sus esplendorosos 87 años.
El que será recordado por siempre como el autor del gol más importante en los campeonatos mundiales de fútbol, el del 16 de julio del 50 allá en Maracaná, ante doscientos mil fanáticos brasileros que esperaban su título, su campeonato, el que como ahora lo hacen para ganarlo, pero que este pequeño y diminuto jugador uruguayo en una veloz carrera y un remate potente a un palo del desesperado golero brasilero Barboza convierte el tanto que le daría a Uruguay el título de campeones del mundo.
Se ha dicho mucho, se ha escrito mucho, se ha mitificado mucho, sobre el Maracanazo, sobre el fantasma que hoy anda por todas las calles de las más recónditas ciudades y pueblos brasileros, pero lo cierto es que es real, Ghiggia, igual que el Papa y Frank Sinatra son los únicos que enmudecieron el Maracaná.
A Rocha, al fútbol de Rocha, al Rocha Fútbol Club, este campeón del mundo le trajo siempre con su presencia días de gloria, días de campeonatos, porque estuvo presente en el Sobrero y entregó la Copa al capitán Martín González cuando logramos el ascenso, y también estuvo presente el 7 de diciembre del 2005, cuando el equipo profesional celeste le ganó a Rampla 2 a 1 y se consagró campeón del torneo apertura de primera división del fútbol uruguayo.
También lo recordamos cuando la famosa Cruzada del Dr. Caritat, en beneficio de los niños con polio, los campeones del mundo del cincuenta recorrieron el país jugando partidos amistosos donde el beneficio de las entradas iba para dicha obra, y en setiembre del 62 jugaron en el Estadio Mario Sobrero frente a una representación de la Liga Rochense, y dentro del equipo estaba Alcides Ghiggia.
Por lo que para la afición rochense no solo el “Ñato” es recordado por su gol del cincuenta sino que también porque por el gramado del enjardinado estadio Mario Sobrero pasó el veloz puntero uruguayo y además fue un talismán de la suerte para los dos títulos que tiene nuestra institución profesional.
Diríamos como hechos anecdóticos que Ghiggia nació el 22 de diciembre del 26 en Montevideo, teniendo dos nacionalidades la uruguaya y la italiana, jugando 12 partidos con la casaca celeste y convirtiendo 4 goles, entre ellos el del mundial de Brasil en la final y cinco partidos con la casaca azzurra donde convirtió un gol.
Comenzó este pequeño jugador de tan solo 1.69 de estatura, su carrera en la Institución Atlética Sudamérica, pasó por Peñarol donde fue campeón uruguayo, jugó en la Roma de Italia donde ganó la serie B y en el Milán donde ganó la Copa de Campeones de Europa, cuando volvió al Uruguay defendió al actual campeón del Apertura, el Danubio fútbol club, siendo éste el último club en su dilatada trayectoria.
Fue director técnico en Peñarol en el año 1980 por pocos partidos ya que no obtuvo los resultados esperados.
Fue homenajeado en Brasil en diciembre del año 2009 para dejar la marca de su pie en la vereda de la fama del Estadio de Maracaná.
Ha estado presente acompañando las selecciones de Uruguay en varios mundiales como un invitado especial, de lujo, siendo en la actualidad el único sobreviviente del plantel de Uruguay que ganara el campeonato del 50, viviendo en la ciudad canaria de Las Piedras.
El libro “Elogio del Maracanazo” escrito por el periodista chileno y profesor de cine Víctor Hugo Ortega, cuenta en su relato central la historia de dos chilenos que llegan a Uruguay para conocer a Ghiggia. El cuento, que da título a esta publicación de 9 relatos relacionados con el fútbol, mezcla el realismo con la comedia negra, en el viaje de los protagonistas desde Montevideo a Las Piedras, donde aspiran a tener un encuentro con el autor del gol más histórico, más recordado y más importante de todos los mundiales, el de Maracaná.
Este integrante de la famosa “Escuadrilla de la Muerte” del Peñarol campeón uruguayo del 49, que formaban Ghiggia, Schiaffino, Miguez, Hobberg y Vidal, base de la selección campeón del mundo del 50, ha recibido muchos homenajes y reconocimientos siendo el último el del pasado mes de noviembre en el Estadio Centenario previo al partido de Uruguay y Jordania, donde todo el estadio gritó el gol del 50 que por los altoparlantes revivían con el relato de los tres periodistas presentes esa tarde Solé, De Feo y Perichiare, ante un muy emocionado Alcides Edgardo Ghiggia.
Con este recuerdo a un grande del fútbol mundial, relacionado con los mejores momentos del fútbol de Rocha F.C. despedimos la presente temporada, deseando a todos los oyentes, avisadores y todos los integrantes del equipo deportivo de VIDA FM, una muy feliz noche buena y un gran año 2014.
Diciembre/13

SEMBLANZA por Oscar Bruno Cedrés JULIO DAMENO, un olvidado crack

                                        Escritor y periodista Oscar Bruno Cedrés

Revolviendo el baúl de los recuerdos en la tranquilidad que daba la semana de Turismo o Santa, o si se quiere de la Vuelta, encontramos detalles de la vida de un grade de nuestro fútbol de las décadas del cincuenta y hasta comienzos del sesenta, como lo fue el “Flaco” Julio Dameno.
Para los aficionados de hoy que no lo conocieron un back al mejor estilo del tricolor Jorge Manicera, o del chileno Elías Ricardo Figueroa que defendiera al Peñarol.
Comenzó su carrera en el Club Plaza de Los Pinos, en la Liga se registró como jugador de la 3ª. del Peñarol, pero por poco tiempo pudo defender al equipo de sus amores ya que el mismo se desafilia.
Pasa a militar en el Plaza Congreso, juega con la casaca naranja en tercera, pero otra vez el destino le juega mal, el Club también se desafilia.
Después de haber estado en dos instituciones que se tuvieron que desariliar, Dameno pasa uno año sin jugar oficialmente.
Vuelve a las canchas esta vez luciendo sobre su pecho la casaca de la diagonal, la del Deportivo Artigas, jugando en la tercera o también en la reserva, que por esos tiempos había en los clubes de nuestra Liga.
Llegó el año 1951, y este larguiducho jugador que siempre había jugado de cinco, pasa al decano River Plate y comenzó en un nuevo puesto, el que le dio la consagración, la fama: zaguero derecho.
Pese a su juventud, pero por sus atributos técnicos, es uno de los mejores jugadores en ese puesto y eso le permite a quien en esos tiempos ocupaba el capitanato de la primera de River, ser elegido para defender la casaca del seleccionado de Rocha en vistas al Torneo esteño.
Ese seleccionado que entre otros recordamos al “Canario” Gonzalvo, al “Viejo” Aguirre, al “Bitoto” Larrea, a la “Vieja” Vilizzio, al golero del Deportivo Artigas Altez Guerra, entre otros.
De su trayectoria con la amarilla y negra de River, son algunos de sus compañeros: Carlos Julio Méndez y Rodolfo Peyre alternando en arco, el “Pancho” Camilo Martínez como compañero de zaga, Doroteo Fernández, Niver Rodríguez integrante después del plantel de los campeones del interior del 54 y Garaza, en la entonces línea media; los delanteros Nelson Sánchez, Silva, Fermín Silvera que fuera campeón del Este con la selección; éste jugador provenía de la localidad de Villa Velázquez; Nassi y Píriz, como elenco base.
Alternaban por esos tiempos figuras como el “Lolo” Gamarra como nueve, Méndez como puntero izquierdo, Ruben Fernández, que era una de los goleadores riverplatenses; el “Yiye” Asdrúbal Delgado, Bayron González; propietario de Sastrería Fabián González, que lo hacía de puntero izquierdo; Bonjour otro que alternaba como once, Vega como golero suplente; Américo Acosta y Bobadilla también delanteros.
También estaban Carlos Julio Granizal y Wilfredo Silvera, que integraron el plantel de Rocha campeón del Este del año 1953.
En este raconto del “Flaco” Dameno en River, vale recordar los nombres de Luis Eduardo Rivero, uno de los fundadores del decano que era el Presidente, del Dr. Ernesto Amorín Larrañaga que era el Vice, del Dr. Mario Anza Vigliola Presidente de Honor, del recordado Conrado Corbo en sus varias funciones de dirigente, delegado ante el Consejo Superior y además director técnico del primer equipo aurinegro rochense.
Este excelente jugador, que lo fuera Julio Dameno, que lucía boina negra como una de sus características, de vida bohemia, bonachón, que defendió por varias temporadas la camiseta del River de los “Rivero”, es al que en esta semblanza sacamos del archivo del olvido de los grandes jugadores de nuestro fútbol.
Abril/14
Oscar Bruno Cedrés

RESTOS DE LA GUERRA DE LAS MALVINAS. APARECEN EN LA BARRA. Por Julio Dornel



                                               Escritor y periodista Julio Dornel


Las Malvinas



                                                               Péricles Azambuya


Habitantes de los balnearios brasileños La Barra y Hermenegildo han recogido de la costa atlántica, a muy pocos kilómetros de la desembocadura del arroyo Chuy, diversos materiales utilizados durante el enfrentamiento que sostuvieron ingleses y argentinos, hace algunos años en la guerra por las Malvinas. Varios paracaídas, restos de embarcaciones, materiales sintéticos y zapatos militares fueron recogidos en la costa y entregados a las autoridades brasileñas quienes las remitieron a la capital del Estado. Para conocer algunos detalles sobre la presencia de estos pertrechos de guerra en las proximidades de Rocha y esta frontera, La Mañana dialogó con el historiador brasileño Péricles Azambuya, quien manifestó que “las corrientes marinas provenientes de la zona del conflicto, asumen su mayor intensidad durante la primavera. Pese a las marcas dejadas por el tiempo, no tenemos ninguna duda que se trata de materiales o restos de la guerra de las Malvinas. Hemos observado zapatos militares de regular tamaño, pedazos de los botes de goma que fueron utilizados en el desembarco, salva-vidas y una elevada cantidad de paracaídas”. De acuerdo a los relatos de Azambuya, es evidente que en la zona del Albardón a pocos kilómetros de esta frontera, también fueron arrojados por el mar diversos materiales. Agregó el mencionado historiador que en las proximidades de La Paloma (Rocha) fueron encontrados diversos elementos que pasaron a manos de la Marina de nuestro país. También señaló que todo el material encontrado estaba impregnado de algas y otros elementos orgánicos, con motivo de su larga permanencia en el mar.
Nota publicada el 19 de diciembre de 1984 en el diario LA MAÑANA de Montevideo.

DANIEL CASTRO "Cuesta delimitar la frontera entre el ciudadano y el periodista"



Periodista en formación continua, hábil entrevistador, tuitero destacado y amante de Tacuarembó, se alegró de que Canal 4 le pusiera fin al exceso de crónica roja.


LEONEL GARCÍA
El País
 
El periodismo y la paternidad le llegaron a Daniel Castro (48) casi al mismo tiempo. Fue en Tacuarembó, su patria por adopción desde muy pequeño, cuando llegó con su familia desde su Tranqueras natal. Estaba por nacer su hija Ana, hoy de 27 años, y no parecía traer un pan debajo del brazo.
"Cuando la madre de mis hijos mayores quedó embarazada, yo sentí la angustia de no poder resolver la situación económicamente y le golpeé la puerta al dueño de radio Zorrilla de San Martín". Cosas de pueblo chico, ese empresario sabía bien que Daniel estaba enfrentado a él por temas políticos; pero también conocía a su familia y a la de la futura madre. "Sin ningún reproche, con gran generosidad, me dijo: 'Comenzás mañana'". Al otro día, a las cinco de la madrugada, comenzó como operador. Solidaridad de pueblo chico.
El hoy conductor de Telebuendía, Teledía y la edición dominical de Telenoche por Canal 4, pronto pasó a hacer móviles en Adelante, el periodístico matinal que aún hoy existe en esa emisora. Autodidacta, no recuerda su primera nota, sí cuál era su impronta y su misión. "La vida en el interior pasaba por el informativo de la radio": nacimientos, muertes, precios de hacienda, encomiendas, todo. "Era un periodismo de servicio, bien comunitario".
-Y hoy, en un medio tan masivo, ¿no extraña esa sensación de cercanía?
-Totalmente. Mi definición del periodismo tiene que ver con lo social. Así lo percibí y practiqué en Tacuarembó: el periodismo debe ser una contribución a la gente. Y cuando se masifica el trabajo, sentís que atenta contra la posibilidad de servir más directamente. Aunque este canal y este noticiero tienen un sello que se sintetiza en la frase "Telenoche de su lado". Hay un anclaje fundamental en la gente.
Pasaron casi 30 años de ese inicio en Tacuarembó, ciudad que ama y que le duele, por una extraña convicción de que allá hay gente que no cree en ese afecto.Tras un pasaje por Canal 5 y radio Sarandí, ya en Montevideo, llegó al 4 hace 17 años para hacer móviles en el naciente informativo matinal. Heredó de Jorge Mederos la conducción del noticiero y la entrevista, tan característica del ciclo, en el que mostraría -y muestra- mucha solvencia. Haría clásico su saludo de inicio "Hoy puede ser un gran día"y se destacaría como un tuitero -con más de 34 mil seguidores- hábil para mezclar actualidad, humor e ironía en 140 caracteres. Llegarían más hijos, nietos y parejas. Este último tema le toca varias fibras íntimas, sobre todo por la admiración que siente por sus padres, quienes están por cumplir sus bodas de oro (ver aparte).

Sellos

Daniel llega al canal a las 4.30 de la mañana. El madrugón hace años que no molesta. "Además, tengo la costumbre pueblerina de dormir veinte minutos de siesta". Trabajar la noche del domingo ya es otro cantar. "Me queda la sensación de que podría aprovechar más ese día con la familia". Vive en Malvín con Jenny Orellana, su esposa desde 2012, y Clara, la hija de ambos. Jenny es de Lima, Perú, cuya cultura y hospitalidad lo conmovió. "Esas cuestiones que ves en crisis... el vínculo humano, la mano estrechada, el mirarse a los ojos... Eso lo noté ahí. Es una sociedad que mantiene cosas que a mí me gustaría que aquí estuvieran más vigentes". Para distenderse, ambos se cuelgan con series televisivas como House of cards y Breaking bad, y películas como la animación Río 2.En realidad, esta última también es para la pareja: Clara tiene solo ocho meses.
El saludo de las siete, "Hoy puede ser un gran día", tomado de la canción de Serrat, primero fue circunstancial y luego constante. "Me pareció necesario para tener un espíritu envalentonado para afrontar el día. Luego me di cuenta que tenía un efecto más fuerte en los demás". Eso lo comprobó un día de 2002, uno de las tantos nefastos en el peor momento de la crisis financiera. Entendía que no había ánimo para una frase tan optimista y no la dijo. "Me llamó gente a reprocharme y eso fue un click. Aún en la adversidad es necesario mantener la esperanza. Aún si tenés que dar la peor noticia, tenés que decir que vale la pena seguir adelante". Esa es una de sus marcas de fábrica.
Otra son las entrevistas, uno de los puntos altos de Telebuendía. En un país donde no suele pasar nada entre las cero y las siete de la mañana, esa fue una apuesta "para tener un golpe de actualidad y no quedarse solo con la lectura de los diarios o el noticiero de la última hora". Muy recordada fue una nota tensa con el vicepresidente Danilo Astori, en 2012, por la crisis de Pluna. Pese a que su actuación fue muy destacada por colegas y público, Daniel no oculta su molestia porque ese choque generó más atención que otros diálogos que consideró más valiosos para la gente.
"En mi condición de entrevistador, tengo que delimitar claramente, y me cuesta bastante, la frontera entre el periodista y el ciudadano. Ese es un examen que rindo a diario. En el calor del debate, esos caminos pueden llegar a confundirse. Ahora, yo me pregunto: ¿qué razones hay hoy para decir que un periodista no puede opinar? Es una opinión responsable, no desembozada. La gente sabe que no hay un robot detrás del traje de periodista, sino una persona que también sufre las consecuencias de una mala decisión gubernamental. La gente espera que uno pregunte con lealtad y corrección, pero también con firmeza. Pero mi sensación, mi retrogusto amargo, es que he hecho entrevistas con mucho más aporte que una discusión circunstancial".
Twitter, otro sello suyo, nació como un juego y hoy lo sabe una poderosa herramienta. Para él es tanto el acceso a miles de fuentes como un necesario "ejercicio de libertad". Los ha escrito políticos ("Le dirán a la crespa candidata que debe laciar su discurso. Se lo van a pedir con onda"), existenciales ("El tiempo pasa, el odio no"), costumbristas ("Uruguay: país del asado, el mate, el dulce de leche y los palos en la rueda") y deportivos ("El que no llega a sacar la credencial es Bizera"). Estos últimos -de fútbol- son los que generan más crispación. "Me asusta". Lo del humor y la ironía aquí también "son un tránsito diario por una delgada línea del equilibrio". Como las entrevistas.

Estos tiempos

Periodista de raza y muy hincha de Canal 4, Daniel no esconde estar más cómodo con "estos tiempos" del noticiero. Los "otros tiempos", no tan lejanos, eran de sobredosis y repetición de noticias policiales, con la irritante musiquita incidental. "Esto parecía un servicio de hemoterapia", ironiza, aunque el recuerdo no le causa gracia.
"Yo tuve la oportunidad de criticar frontalmente a Adrián Vallarino (entonces gerente del noticiero), que encabezó esa corriente. Él estaba convencido de lo suyo para generar audiencia, facturación, pero me permití confrontarlo por algo que creía que no estaba bueno. Y los periodistas estábamos en esa misma sintonía: no queríamos agregarle drama al drama, aderezar con lo peor una tragedia". La repercusión, dice, fue esperable: "Era difícil sostener una discusión, en tu casa, en el supermercado... por definición nos pegaban a todos (los periodistas)". El famoso eslogan -"de su lado"- y el anclaje en la gente se estaban desdibujando. "El canal se estaba desconectando de la gente y era un capital enorme que no se podía perder". Así, en octubre de 2011 se fue Vallarino y entró en su lugar Claudio Romanoff. "Él es un periodista, con esa frase todo se sintetiza. ¿Qué sucedió? La vuelta al rigor y a la responsabilidad, trabajar con otras agendas más allá de la policial".
Daniel tiene una "correcta relación" con Fernando Vilar -"un compañero con mucho oficio al que respeto por su trayectoria"-, conductor de Telenoche, producto estrella de esa "usina informativa" que es el Centro Montecarlo de Noticias. Ambos conducirán nuevamente Uruguay decide, la propuesta del canal con miras a las elecciones. Mientras, aún en la masividad, él busca las cercanías.
-¿Cómo vuelve a esa sensación primaria, en la masividad? ¿Se puede?
-En el caso que más me involucra, la entrevista, si yo hago las preguntas que considero íntimamente que se está haciendo la gente, estoy aportando y contribuyendo a que la gente sepa más. Si uno tiene un anclaje en la gente, está haciendo una contribución.

PERIPLOS COMPLEJOS

Daniel Castro conoció a su esposa Jenny un 30 de diciembre. "Fue fortuito, cinematográfico. Ambos veníamos de periplos complejos...". Se encontraron en la calle, cerca del canal. "A ella se le cayeron unas carpetas, yo se las recogí y acerqué. Quedé flasheado... Luego le pedí a un cuidacoches que me dijera dónde trabajaba. Le dejé mi correo electrónico en un papel en el parabrisas del auto". Ella, peruana, trabajaba en una multinacional cercana. El matrimonio tiene una hija, Clara, de ocho meses.
El periodista tiene otros tres hijos: Ana (27), Daniel (22) y Maite (7). También tiene dos nietos: María Pía (10) y Tomás (5). Fue padre y abuelo joven. Sus hijos son fruto de tres parejas distintas. La suya es un contraste de la vida de sus padres, que están por cumplir, "y muy bien", 50 años de casados. Esto es un tema que le ha generado al periodista sensaciones cruzadas. Varias y constantes.
"Yo veo a mis padres como la situación ideal... La aspiración de alguien que es tan familiero es pasar por ese mismo camino... A mí me salió así. No me salió como hubiera querido, esta es mi realidad. Pero yo me propongo a diario no entrar en la revisión de qué cosas hice mal. Es como me salió. Y ahora soy feliz".

SUS COSAS

La tierra del corazón

Nacido en Rivera, él se siente 100% de Tacuarembó. Allá están sus padres, nacieron sus hijos mayores, el inicio en el oficio y un sinsabor: "Hay gente que cree que no siento tanto afecto o que estoy muy ocupado. Tal vez por eso no me han convocado a eventos en los que me hubiera encantado participar o apoyar. ¡Esto es un llamado público!"

Un Objeto material

Más que eso, el mate es una necesaria costumbre para arrancar los madrugones que obliga la profesión. "Pocos, necesarios y en la mañana". Esos no son los únicos requisitos. "Ninguna yerba rara, tiene que ser común, sin yuyos, algo que mantenga el sabor de la tradición". O sea, nada de yerbas "para nerviosos" ni de esas que ayudan a modelar la figura.

Entrevista anhelada

Le gustaría entrevistar al relator y periodista uruguayo -radicado en Argentina- Víctor Hugo Morales. "Es posible que la haga", desliza. Hay un motivo personal en ese deseo: "En algún momento lo vi como el ideal del periodismo y hoy esa imagen, ese ideal, está siendo interpelado. Me gustaría hacer esa nota para poder aclararme algunos puntos".

"El padre de Gardel"_Se estrena el documental que busca desentrañar la figura del coronel Carlos Escayola


Una historia que estuvo escondida por 100 años

Este viernes llega una de las películas más esperadas del año, el documental "El padre de Gardel", de Ricardo Casas. El País habló con el documentalista, que llevó a cabo una investigación de siete años para sacar a la luz los orígenes del "Zorzal" en Tacuarembó.

El Cne. Carlos Escayola fue investigado por Ricardo Casas.
GONZALO PALERMO
El País
 
Con este, los tres documentales que componen la filmografía principal de Casas comparten su interés por las grandes figuras de la cultura uruguaya. Primero fue con el músico y compositor Eduardo Darnauchans en Donde había la pureza implacable del olvido (1998) y más tarde con el escritor y poeta Mario Benedetti en Palabras Verdaderas (2004).

"Hay algo con Tacuarembó y con la música que me atrae. Sobre el coronel (Carlos Félix Escayola) se conocen su relación con Gardel y su vida amorosa, pero no su historia como promotor de la cultura, músico, compositor y cantante", explicó Casas. "Entonces me interesó rescatar a ese personaje que, en cuanto a historia de vida, es incluso más interesante que el propio Gardel".

La figura de Escayola (1845- 1915) resultó de una ambiguedad que al realizador lo atrapó enseguida. "Es un personaje muy complejo y rico. Busqué mostrar todas sus contradicciones, básicamente en base a testimonios, algunos de los cuales son contradictorios entre sí, pero de ahí surge la verdad", aseguró Casas.

"Es una característica muy uruguaya el hecho de esconder debajo de la alfombra las cosas que no son agradables de conocer o que en su momento significaron un escándalo", asegura Casas. "El coronel era el jefe político de Tacuarembó, por lo tanto hay un motivo político de ese ocultamiento. Por otro lado, hay un motivo familiar: para la familia era muy difícil aceptar que el coronel, estando casado con la segunda de las hermanas, deja embarazada a la tercera que además era menor de edad (tenía 14 años). También estaba la masonería, a la que Escayola pertenecía. Por último, había un cambio de sensibilidad. En esa época, como dice Barrán, pasamos "de la barbarie al disciplinamiento". Escayola era el que tenía que aplicar ese disciplinamiento en el norte del Uruguay. Era contradictorio que ese personaje tuviera ciertas características en su vida política y que en lo privado fuera todo lo opuesto. Todo eso motivó un silencio que duró 100 años, porque el coronel murió en 1915".

El documental, asegura Casas, cuenta con un gran volumen de información. Sin embargo, el primer desafío fue dar con esos documentos y testimonios, algo en ocasiones muy complicado. "Hay familiares que nunca accedieron a que yo les pusiera una cámara enfrente. Algunos que se mostraban simpáticos pero que no me daban ninguna información, cuando terminé el documental empezaron a contar cosas que nunca habían contado. Había un gran temor que hizo que se callaran la boca".

Aunque actualmente la familia de Escayola está empezando a aceptar la historia que se relata en El padre de Gardel, en el período en que se realizó la investigación (entre 2004 y 2011) el hermetismo era muy marcado. Los registros militares y los archivos fotográficos sobre Escayola no figuraban por ningún lado.


Cuando empezó a surgir, la información resultó reveladora y a la vez explicó, en cierta forma, los motivos del ocultamiento. "La historia es tan intrincada que si yo me permitía algún juego creativo por un lado no la iban a entender y por otro no la iban a creer", reflexiona el director. "Hay muchos historiadores e información que yo agregué para evitar el descreimiento, porque realmente esta historia tiene ribetes de tragicomedia".

Ese rompecabezas, como lo define Casas, aún hoy sigue en movimiento y tiene al coronel Escayola como eje, con Carlos Gardel como punto de gran interés pero nunca desligado de su figura paterna.

Del mismo modo que Escayola sorprendía por los entretelones de su vida personal, también lo hacía por su fuerte inquietud por la difusión cultural en Tacuarembó, su pasión por la música (que compartía tanto en teatros como en guitarreadas con los peones) y su invaluable aporte social.

"Que un tipo construya un teatro de ópera italiano en 1891 en Tacuarembó, trayendo todo de Europa, desde las vigas hasta el mobiliario, es alucinante. En esa época si bien ya había algunos teatros en Uruguay no había ninguno con esas características", destaca Casas refiriéndose al teatro que lleva su apellido y que, en ese entonces traía a las más importantes compañías europeas para estrenar sus piezas.

Todos los caminos dirigen a Tacuarembó. Casas, como tantos otros, empezó a preguntarse qué hay en especial en ese departamento, al norte del país, que hace que varias personalidades y referentes de la cultura uruguaya de todas las épocas provengan de ahí. "Empezás a investigar toda la movida cultural que hizo el coronel Escayola a fines del siglo XIX y encontrás el motivo. La inversión en cultura no es de corto plazo", responde el realizador, explicando que aún hoy se pueden apreciar los importantes avances que se implementaron en ese momento revolucionario para el departamento.

Entre otras particularidades, Tacuarembó "fue además un lugar donde encuentran oro y los franceses se instalan y construyen la primera represa hidroeléctrica de Latinoamérica".

El documental atiende a diferentes testimonios de especialistas y familiares, buscando reconstruir la verdad de la historia desde una gran cantidad de ángulos. Gardel surge como uno de estos, aunque, claro, es el más importante. Se desprende de la determinante figura que representó el coronel Escayola y del contexto tacuaremboense bajo su mandato. "Entra como resultado de toda esa locura que se vivió en Tacuarembó en 1884, más o menos, durante la jefatura política del coronel", apunta Casas, agregando que toda esa historia que repasa El padre de Gardel sirve para explicar a un tiempo la vida y la obra del maestro del tango.

"Invitaría a fanáticos de Gardel a que me digan qué pasaba antes de que empezara a cantar tango. Cantaba las mismas canciones que su padre, canciones criollas, cielitos y sambas y milongas. Tampoco se conoce eso ni se entiende por qué Gardel era Gardel. Creo que conociendo mejor sus orígenes se puede llegar a una conclusión. Es curioso como un tipo del abasto se convierte en uno de los hombres más importantes del mundo occidental".

Identidad: un tema de plata


Otro de los puntos que toca el documental es la discusión de la identidad de Gardel. "Lo suplanta por Charles Romuald Gardes, hijo de Berta Gardes, que nació en Toulouse en 1890", explicó Casas. "La razón principal fueron los derechos de autor, porque Gardel grabó más de 500 temas en vida, además de las películas y las propiedades que tenía. De ahí se inventó toda esa historia con la que un grupito de argentinos y uruguayos se enriquecieron con los derechos de autor".