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viernes, 11 de julio de 2014
Intendenta Olivera: "Es una canallada" decir que la comuna aplica medidas antipobres
Intendencia de montevideo
El presidente del sindicato de los
clasificadores (Ucrus), Juan Carlos Silva, calificó de "antipobres" a
las medidas que viene tomando la Intendencia "con los pancheros, los
tortafriteros, los feriantes, los artesanos y quienes viven de la
basura".
La intendenta de Montevideo, Ana Olivera, respondió a los clasificadores que aseguraron que la comuna aplica medidas antipobres, afirmó que es “una canallada” catalogar a la comuna de esa manera.
“Considero que es una canallada que digan que la Intendencia tenga una actitud antipobre porque en realidad abordamos a cada uno de ellos, a cada una de sus familias, en un censo que fue hecho con la delicadeza que merece y el respeto de las personas para saber si deseaban o no estar en las plantas de clasificado”, dijo la intendenta en durante el acto de firma de un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social para la bonificación de boletos de transporte urbano en el marco del Plan Siete Zonas
“Con cada uno de los clasificadores que entran a Ciudad vieja hubo un diálogo. Los clasificadores que hoy están haciendo las declaraciones que hacen saben que muchos de los que hace un año estaban en Ciudad Vieja hoy están en la planta de La Paloma", afirmó en Subrayado.
La revolución renovable uruguaya El País de España
Magdalena Martínez
Montevideo
La rápida introducción de las energías renovables en la matriz energética de Uruguay
era hasta hace poco una noticia recurrente en la prensa especializada,
un éxito teórico con cifras espectaculares. Hasta que este mes de julio
se materializó en algo tangible para los ciudadanos: una bajada de la
factura de la luz.
El cambio tiene su origen en las fuertes lluvias que llenaron los embalses este año y en una nueva realidad: el 84% de la electricidad de Uruguay viene de recursos propios como el viento, el sol, la lluvia o la quema de desechos de los cultivos agrícolas. Las energías verdes alcanzarán pronto el 40% de la matriz energética local cuando el promedio mundial no supera el 17%.
A partir de julio los hogares pagarán un 5,5% menos de tarifa eléctrica, las empresas pequeñas y medianas un 6% menos. Un alivio en un país donde la energía es cara. Si bien en los últimos años el precio de la electricidad ha ido subiendo por debajo de la inflación —lo que constituye un ahorro para el consumidor—, ahora el abaratamiento es directo.
Con poco más de 3,2 millones de habitantes, Uruguay no dispone de
petróleo ni de gas y hasta hace poco la factura energética pesaba como
una losa en la productividad del país. También condenaba a parte de la
población a pasar frío y a considerar un lujo comodidades como el
lavavajillas o la secadora de ropa. Montevideo es la capital más austral
de América Latina y aunque el invierno dura unos cuatro meses, los
vientos marinos y una tasa de humedad que a veces llega al 98% lo hacen
interminable.
Con un ingreso medio por familia de 41.000 pesos (unos 1.300 euros), la factura eléctrica mensual supera fácilmente los 5.000 pesos (unos 160 euros) cuando hay que añadir calefacción. Los hogares modestos, alrededor de un tercio de la población (el salario mínimo es de unos 9.000 pesos) aguanta como puede las inclemencias del tiempo. En colegios, universidades, oficinas públicas, es frecuente pasar frío.
Este escenario está cambiando rápidamente, como explica el principal referente en la materia del país, Ramón Méndez, director nacional de Energía desde 2008. “En Uruguay estamos hablando de una política a largo plazo y eso es central, muy pocos países en el mundo la tienen. Esa política fue acordada entre todos los partidos políticos”, asegura este doctor en Física que ha diseñado 25 años de revolución energética.
“La introducción de renovables aumenta nuestra soberanía energética. Es un tema de supervivencia de la economía. Todo esto permitió garantizar el suministro, cosa que históricamente en Uruguay no era trivial. A tal punto que el verano pasado exportamos a Argentina el equivalente al 50% de nuestro consumo”, dice Méndez.
Desde 2008, Uruguay invierte el 3% de su PIB anual en cambiar su estructura energética. El modelo uruguayo tiene características particulares: a diferencia de la vecina Argentina, de España o de la Unión Europea, “nosotros no subsidiamos la energía”, afirma el responsable uruguayo. El sistema está basado en la asociación del sector público y empresas privadas, la Dirección Nacional de Energía abre subastas y concursos, elige la tecnología más madura y rentable para el país. Uno de los mayores éxitos se ha registrado en la instalación de eólicas: “el viento es más estable que la lluvia, se repite todos los años, es un negocio financiero”, afirma Méndez.
Javier Tirado, jefe de proyecto de la empresa española R del Sur,
confirma que el viento, “bastante estable en el largo plazo, muy
variable en cortos periodos”, constituye un buen negocio. La compañía ha
construido el mayor parque eólico del país, con 25 aerogeneradores de
tecnología española. La inversión fue de 100 millones de dólares y se
proyecta otra de igual envergadura.
“Las empresas españolas somos mayoría en Uruguay porque somos pioneros en el sector de las renovables. El caso de Uruguay es bastante particular. Es pequeño y entonces es el escenario ideal para afrontar estos retos de manera controlable por parte del Estado”, dice Tirado.
En el caso uruguayo resulta clave que la distribución de la electricidad sea el monopolio de una empresa, la estatal UTE. El nivel de penetración de las renovables que tiene Uruguay “no existe en el mundo, es un invento muy interesante y estamos expectantes por ver cómo se maneja”, asegura Tirado.
Dentro de diez años, el pequeño país sudamericano que tanto llegó a depender de las importaciones de petróleo podría ser autosuficiente e incluso podría convertirse en exportador de energía. Una revolución ecológica y silenciosa como los molinos de viento.
Desde ahora se piensa en un nuevo pacto de Estado sobre el petróleo, similar al sellado en 2008 para introducir energías renovables en el país. El actual Gobierno del izquierdista Frente Amplio busca un consenso para que una hipotética renta petrolera no termine con los esfuerzos para introducir energía verde. También se busca evitar que se utilice para que el combustible sea casi gratuito, como es el caso de Venezuela. Hasta dentro de cinco años no se sabrá si Uruguay se convierte en un país petrolero, una condición tan ventajosa como peligrosa para el futuro de un país.
El cambio tiene su origen en las fuertes lluvias que llenaron los embalses este año y en una nueva realidad: el 84% de la electricidad de Uruguay viene de recursos propios como el viento, el sol, la lluvia o la quema de desechos de los cultivos agrícolas. Las energías verdes alcanzarán pronto el 40% de la matriz energética local cuando el promedio mundial no supera el 17%.
A partir de julio los hogares pagarán un 5,5% menos de tarifa eléctrica, las empresas pequeñas y medianas un 6% menos. Un alivio en un país donde la energía es cara. Si bien en los últimos años el precio de la electricidad ha ido subiendo por debajo de la inflación —lo que constituye un ahorro para el consumidor—, ahora el abaratamiento es directo.
Con poco más de 3,2 millones de habitantes,
Uruguay no dispone de petróleo ni de gas y hasta hace poco la factura
energética era una losa para su productividad
Con un ingreso medio por familia de 41.000 pesos (unos 1.300 euros), la factura eléctrica mensual supera fácilmente los 5.000 pesos (unos 160 euros) cuando hay que añadir calefacción. Los hogares modestos, alrededor de un tercio de la población (el salario mínimo es de unos 9.000 pesos) aguanta como puede las inclemencias del tiempo. En colegios, universidades, oficinas públicas, es frecuente pasar frío.
Este escenario está cambiando rápidamente, como explica el principal referente en la materia del país, Ramón Méndez, director nacional de Energía desde 2008. “En Uruguay estamos hablando de una política a largo plazo y eso es central, muy pocos países en el mundo la tienen. Esa política fue acordada entre todos los partidos políticos”, asegura este doctor en Física que ha diseñado 25 años de revolución energética.
“La introducción de renovables aumenta nuestra soberanía energética. Es un tema de supervivencia de la economía. Todo esto permitió garantizar el suministro, cosa que históricamente en Uruguay no era trivial. A tal punto que el verano pasado exportamos a Argentina el equivalente al 50% de nuestro consumo”, dice Méndez.
Desde 2008, Uruguay invierte el 3% de su PIB anual en cambiar su estructura energética. El modelo uruguayo tiene características particulares: a diferencia de la vecina Argentina, de España o de la Unión Europea, “nosotros no subsidiamos la energía”, afirma el responsable uruguayo. El sistema está basado en la asociación del sector público y empresas privadas, la Dirección Nacional de Energía abre subastas y concursos, elige la tecnología más madura y rentable para el país. Uno de los mayores éxitos se ha registrado en la instalación de eólicas: “el viento es más estable que la lluvia, se repite todos los años, es un negocio financiero”, afirma Méndez.
Dentro de diez años, el pequeño país
sudamericano que tanto llegó a depender de las importaciones de petróleo
podría ser autosuficiente
“Las empresas españolas somos mayoría en Uruguay porque somos pioneros en el sector de las renovables. El caso de Uruguay es bastante particular. Es pequeño y entonces es el escenario ideal para afrontar estos retos de manera controlable por parte del Estado”, dice Tirado.
En el caso uruguayo resulta clave que la distribución de la electricidad sea el monopolio de una empresa, la estatal UTE. El nivel de penetración de las renovables que tiene Uruguay “no existe en el mundo, es un invento muy interesante y estamos expectantes por ver cómo se maneja”, asegura Tirado.
Dentro de diez años, el pequeño país sudamericano que tanto llegó a depender de las importaciones de petróleo podría ser autosuficiente e incluso podría convertirse en exportador de energía. Una revolución ecológica y silenciosa como los molinos de viento.
Un pacto de Estado por si hay petróleo
M. MARTÍNEZ
Este mes de julio comenzará la perforación del primer pozo de
prospección de petróleo en las costas del Atlántico frente a Uruguay.
Desde hace varios años las principales compañías petrolíferas del mundo
invierten 2.000 millones de dólares en la búsqueda de hidrocarburos en
una zona geológica similar al yacimiento presal de Brasil. A cambio del
trabajo de prospección, el Gobierno de Uruguay ofrece un contrato de
explotación de 30 años a las empresas implicadas en el proceso.Desde ahora se piensa en un nuevo pacto de Estado sobre el petróleo, similar al sellado en 2008 para introducir energías renovables en el país. El actual Gobierno del izquierdista Frente Amplio busca un consenso para que una hipotética renta petrolera no termine con los esfuerzos para introducir energía verde. También se busca evitar que se utilice para que el combustible sea casi gratuito, como es el caso de Venezuela. Hasta dentro de cinco años no se sabrá si Uruguay se convierte en un país petrolero, una condición tan ventajosa como peligrosa para el futuro de un país.
José Mujica: "No hay que confundir el egoísmo de Buenos Aires con la Argentina"
infobae
El presidente de Uruguay habló sobre las trabas portuarias y pidió a sus compatriotas que no juzguen a todo un país por las acciones que comete sólo una región"Yo no confundo los intereses del puerto, que siempre ha luchado por obturar nuestra vida comercial portuaria. No confundo los hondos, duros y pesados intereses del puerto de Buenos Aires con la Argentina", señaló el mandatario, según un artículo del diario El País.
Y agregó: "Argentina ha sido una tierra que ha recibido miles de inmigrantes orientales y los ha integrado en su ser al punto que no tienen discriminación".
"Sé que hay muchos uruguayos calientes por las cuestiones de puertos, por los líos, por las papeleras, por todo. Si bien yo entiendo a esos uruguayos, hay cosas más hondas. No confundan el puerto de Buenos Aires, su natural esencia, su natural egoísmo, que mucho también ha acogotado a las provincias de la Argentina, con la Argentina. Argentina es mucho más que el puerto de Buenos Aires y de ese punto de vista es parte de nuestra querida América", concluyó.
Por otro lado, se refirió a la final del Mundial 2014 que se jugará este domingo. "En una cosa secundaria y festiva porque el fútbol es una fiesta, no una guerra. No puedo dejar de confesar que como hincha de fútbol le deseo la mejor suerte a los argentinos", afirmó.
También habló sobre la negativa de algunos compatriotas ante la recepción de niños sirios y aseguró que no hay que olvidarse de dónde vienen los uruguayos. "No somos vernáculos, somos una cultura sintética de gente que vino de muchas partes y, cosa curiosa, este país habrá tenido los defectos que se quiera pero fue de puertas abiertas y de generosidad, recibía todo el mundo", sostuvo.
"Ha pasado el tiempo, las situaciones del mundo tomaron otros rumbos, no somos un país convocante de inmigrantes, pero a veces muchos de los uruguayos piensan que lo poco o lo mucho que tenemos lo tenemos que custodiar para nosotros mismos", criticó el presidente.
El mandatario resaltó que Uruguay necesita que crezca su mercado interno para progresar económicamente y que, para ello, es necesario que haya más personas, por lo que la baja tasa de natalidad supone un problema. "Debiéramos ser, como sociedad, menos interesados en el corto plazo y más interesados en el largo plazo, menos egoístas en el hoy para asegurar un mañana mejor", subrayó.
"Qué pobreza nos ha ganado, queridos uruguayos, que poco recordamos a nuestros abuelos, a la historia de nuestros apellidos, a los que vinieron de otra parte, qué lejos estamos de nuestras raíces. Lo digo con dolor, no reprocho", afirmó.
Se profundiza la tensión en Partido Colorado.Bordaberry eligió a Coutinho para ser su vice
El Observador
- Intendente de Salto, Germán Coutinho
El actual intendente de Salto, Germán Coutinho, será el compañero de fórmula de Pedro Bordaberry en las elecciones nacionales informaron a El Observador fuentes coloradas.
La decisión ya fue informada por Vamos Uruguay al sector Propuesta Batllista (Proba) que lidera el senador José Amorín Batlle quien en las últimas semanas había insistido públicamente que la fórmula debía completarla alguien de su sector.
Luego que Bordaberry ganó las elecciones internas se dirigió inmediatamente a Salto y conversó con Coutinho, a quien considera un amigo personal.
Debido a las constantes "presiones", el intendente tuiteó que él no sería candidato a la vicepresidencia. Pero con el paso de los días el nombre de Coutinho volvió al ruedo, y se manejó junto con el senador de Proba, Tabaré Viera.
Finalmente se confirmó al salteño.
Coutinho tiene 44 años, nació el 1º de abril de 1970 en Montevideo. Fue comerciante y periodista deportivo antes de ser electo edil en el año 2000. En ese periodo, que tuvo como intendente de Salto a Eduardo Malaquina, fue director de distintas áreas de la comuna.
En 2005 fue candidato a intendente pero perdió ante el frenteamplista Ramón Fonticiella. En 2007 junto a Bordaberry fundaron Vamos Uruguay. En 2010 fue electo intendente de Salto con un 41% de los votos.
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