Escritor y periodista Julio Dornel
Hace algunos años,(30) recurriendo a su extraordinaria memoria don Manuel Pereyra nos trasladaba al primer campeonato mundial de fútbol realizado en nuestro país entre los días 13 y 30 de julio de 1930. Era en aquel momento el único sobreviviente fronterizo de aquella histórica hazaña del fútbol uruguayo, pudiendo vivir, sufrir y gozar finalmente de las grandes emociones de un Mundial con sus 16 años recién cumplidos. Fueron pocos los países que se “animaron” a venir, presagiando quizás que los títulos del 24 y 28 no habían sido de casualidad y que los equipos uruguayos se habían consagrado con toda justicia como los mejores de aquellas olimpiadas. “Tuvimos la suerte- dijo don Manolo- de asistir al mundial y disfrutar del triunfo uruguayo que llegaba a su tercera consagración teniendo en cuenta las olimpiadas de 1924 en Colombes y de 1928 en Ámsterdam.
El único medio de transporte en aquellos años era la diligencia de “Tico-Tico” que nos recogió en el Hotel de Juan Silva. Esta diligencia salía de Santa Vitoria y culminaba en Rocha su primera etapa. Salimos a las 4 de la mañana, almorzamos en el hotel de los Martínez en la Angostura y a la entrada del sol llegamos a Castillos. Al día siguiente abandonamos la diligencia y continuamos en un camión perteneciente a la empresa de “Tico-Tico” y tras superar varios inconvenientes mecánicos y del camino llegamos a la ciudad de Rocha. Al día siguiente salimos en un tren de carga hasta empalme Olmos donde pasamos al ómnibus que nos llevaría finalmente a Montevideo tras una odisea que duró cuatro días.
Estuvimos muy cerca de los jugadores puesto que los vestuarios se encontraban debajo de la tribuna Olímpica por donde deberían pasar para ingresar o dejar el campo de juego. El primer partido que vimos fue Uruguay- Perú que ganamos 1 a 0 con gol de Héctor Castro sobre el arco de la tribuna Colombes. De la formación celeste recordamos a Ballestrero, Nasazzi, Andrade, Lorenzo Fernández, Gestido, Petrone, Héctor Castro, Héctor Scarone y el “Vasco” Cea. Luego le ganamos a Rumania 4 a 0 y a Yugoslavia 6 a 1 para llegar a la final contra los argentinos. De esta manera el 30 de julio que había sido declarado feriado por el Gobierno se disputó la gran final bajo el arbitraje del belga Langenus. El primer tiempo terminó ganando el equipo argentino por 2 tantos contra 1, empatando el “Vasco” Cea, aumentando el “Canario” Iriarte y poniendo cifras definitivas Héctor Castro. Cuando terminó el partido salimos por 18 de Julio a festejar. A los pocos días regresamos a Chuy y esa misma noche nos fuimos a pie hasta 18 de Julio. Al día siguiente nos transformamos en “personajes” del pueblo que hacía ruedas para escuchar nuestros relatos sobre el mundial y la odisea del viaje.”
En
el día en el que Uruguay decide su futuro, los "orientales" parecen
estar más preocupados por las fuertes tormentas que se avecinan que por
la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Y es que
parece más incierto cuántos estragos causará el agua que caiga el
domingo que el resultado final de los comicios, donde el expresidente
Tabaré Vázquez parte como claro favorito.Este será el tercer balotaje que ha visto el país desde la reforma de su constitución en 1996.
En esta ocasión competido entre la fórmula de centro izquierda de Vázquez y Raúl Sendic (Frente Amplio), y la de Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga (Partido Nacional), de centro derecha.
El abogado Luis Alberto Lacalle, de 41 años e hijo de expresidente del mismo nombre (1990-1995), reconoce que será "muy difícil" vencer al oncólogo Tabaré Vázquez, de 74 años y mandatario de 2005 a 2010, y asegura enfrentarse "a la matemática".
El aspirante, que centró su campaña en una "revolución por la positiva", logró en la primera vuelta del 26 de octubre el 31% de los votos, segundo candidato más votado tras Vázquez, que con el 47,9% obtuvo más apoyo de lo pronosticado por las encuestas.
Pero la campaña del balotaje estuvo marcada por la falta de debates y la apatía, por Vázquez alejado de los medios y por la ausencia de grandes movilizaciones por parte de los partidos.
Los dos modelos
Tabaré Vázquez, que se fue del gobierno en 2010 con altos índices de aprobación, ha hecho de su legado como el primer presidente de izquierdas del país su principal eje de campaña.Y sigue contando con el apoyo de las clases populares y algunos sectores de clase media.
Además, en las pasadas elecciones legislativas de octubre, su partido logró históricas victorias en departamentos del interior del país, principalmente rurales, donde la derecha había vencido en el pasado.
Su participación en estas presidenciales era esperada desde hace años.
Ahora promete consolidar el crecimiento económico y las buenas perspectivas de inversión extranjera de los últimos años.
Enemigo declarado del tabaco, promovió durante su mandato una radical política antihumos que acabó en un litigio con la multinacional Philip Morris y que se tendrá que resolver en un tribunal del Banco Mundial el año que viene.
También promete apuntalar las consideradas como principales falencias del gobierno de su socio de partido José Mujica: la educación y la seguridad.
Esos son precisamente los dos principales temas en la agenda de su rival, Lacalle Pou, que se presenta como un liberal en lo económico, un conservador de los llamados "valores tradicionales" y un socialdemócrata en algunos asuntos sociales.
Lacalle Pou, que logró el apoyo del Partido Colorado –el otro gran partido de oposición de derecha- para la segunda vuelta es popular por su gestión en el parlamento, ya que fue presidente de la Cámara de Representantes en 2011.
Pero también por su meteórico ascenso en la carrera por la Presidencia, donde muchos han destacado su juventud y estilo informal, parodiado por sus rivales como el candidato "new age" y "de familia bien".
La sucesión de Mujica
Unos 2,6 millones de uruguayos están convocados a votar este domingo por el sucesor de José "Pepe" Mujica, un presidente cuyo estilo de vida sorprendió al mundo y puso el nombre de Uruguay en los principales medios internacionales.Tanto Vázquez como Lacalle presentan dos perfiles muy diferentes al del actual líder uruguayo, aunque ambos han prescindido de corbatas y grandes formalidades durante sus campañas, quizás en un gesto a los que han simpatizado con las formas sencillas de Mujica.
Con o sin traje, el vencedor tendrá que atender a partir de marzo de 2015 las principales preocupaciones de los uruguayos en estas elecciones: el deterioro del sistema educativo público, el aumento del crimen y el alto costo de la vida.