La nueva jueza a cargo de la investigación volverá a citar a la madrina de la adolescente junto a su esposo.
Nuevo comienzo en la investigación del crimen de la adolescente.
A partir del hallazgo de la mochila de Lola Luna Chomnalez,
a 150 metros de donde apareció el cuerpo de la adolescente, se vuelven a
abrir las investigaciones del caso con la mira en la familia de la
víctima.
Según informa el diario Crónica en su edicion de este jueves, la madrina de Lola, Claudia Fernández, su esposo, Hernán Tuzinkevich, y el hijo del hombre, de 14 años, volverían a ser citados por la nueva jueza que entiende en la causa, Silvia Urioste.
El hallazgo de la mochila es un "importante avance en la
investigación", aseguraron los investigadores, en tanto que el bolso de
Chomnalez fue llevado a Montevideo para determinar si se pueden extraer
rastros de ADN del asesino.
Además, Urioste espera el análisis de los llamados entrantes y salientes de los celulares de Lola y Tuzinkevich.
Por otro lado, fuentes judiciales aseguraron que la policía se
encuentra tras los pasos de un changarín que estuvo en Valizas y ahora
estaría en la capital uruguaya. Los pesquisas estiman que su testimonio
es clave para echar luz al caso, al que califican de "cierto valor".
La mochila de Lola, según la familia, contenía entre otras cosas
2.500 pesos y un libro de Julio Cortázar que estaba leyendo la
adolescente durante sus vacaciones en Rocha.
Por el caso ya hubo nueve detenidos que fueron liberados.
Lola desapareció el domingo 28 de diciembre de 2014, cuando salió a
caminar por la playa en el balneario de Barra de Valizas, adonde había
viajado para pasar unos días con su madrina, su padrino y los hijos de
ambos; y su cuerpo fue encontrado casi dos días después en una zona de
dunas, tapada con arena.
La autopsia confirmó que la causa de la muerte de la chica fue la
asfixia por sofocación, por haber aspirado arena en el lugar en el que
la atacaron, que tenía heridas cortantes en el cuello y en uno de los
brazos y que no había sido abusada sexualmente. (minutouno.com)
Año 1968: dalvi Correa, Paulino Gamón, Julio Pérez y el autor de la nota.
Escritor y periodista Julio Dornel
En los últimos años el fútbol uruguayo ha sufrido la pérdida de la gran
mayoría de los integrantes del equipo que se adjudicara el Campeonato
del Mundo en 1950 organizado por Brasil. En esta nota evocativa queremos
detenernos en la figura de Julio Pérez por haber encerrado su carrera
deportiva defendiendo los colores del equipo de Santa Teresa y consagrándose campeón de la Liga Regional de La Coronilla.
La tarde de MARACANÁ los pocos habitantes de la frontera quedaron
roncos al grito de ¡URUGUAY CAMPEÓN! URUGUAY CAMPEÓN...! Pocos autos y
algunas bicicletas abrieron el camino para que una caravana multicolor
recorriera las calles de tierra hasta altas horas de la noche. Varias
generaciones se mezclaron aquel 16 de julio de 1950 para festejar la
última conquista del fútbol uruguayo en un campeonato Mundial.
Nada nos hacía pensar en aquella oportunidad que 18 años más tarde, nos
encontraríamos en el mismo escenario de los festejos con uno de los
principales protagonistas de esta consagración. Julio Pérez había
jugado su último partido de fútbol defendiendo los colores del Club
SANTA TERESA y consagrándose campeón de la Liga Regional de La
Coronilla.
Ese día como en el 50 lo acompañaba Obdulio Varela
el capitán de Maracaná, siendo recibidos calurosamente por el público
apostado de ambos lados de la avenida Internacional. Un reducido grupo
de deportistas integraban la “comitiva” que recorrió las calles del
pueblo para recibir el saludo agradecido de quienes habían integrado la
caravana de la victoria aquel domingo del 50.Fueron gritos, abrazos,
admiración y euforia delirante que se fijo para siempre en nuestras
retinas. Habían pasado muchos años y estábamos junto a estos auténticos
campeones compartiendo un asado en el domicilio del Dr. Fulvio Cabrera
Ayala. El viejo grabador GELOSO (comprado en Casa Avila) fue registrando
durante varias horas un concierto de voces inaudibles que solamente
sirvieron para recuperar frases entrecortadas sobre la gran hazaña de
MARACANÁ. Sin embargo esta caravana de evocaciones ha perdido a uno de
sus protagonistas, al popular “PATA LOCA”, al hombre que junto a Miguez,
Ghiggia y Schiafino hicieron silenciar Maracaná. Y entre muchas cosas
que rodearon aquella patriada y que sigue siendo uno de los grandes
milagros del fútbol uruguayo, nos enteramos en aquella oportunidad que
Julio Pérez estuvo practicando de arquero, ante la eventualidad de que
no se pudiera utilizar a Maspoli o Aníbal Paz. Señalaba Julio Pérez que
la presencia de Matucho Fígoli fue fundamental para la delegación
“siempre estaba dispuesto a colaborar con todos, sin desatender su
especialidad de masajista, preocupándose en forma especial por la
alimentación de los jugadores. Supervisaba los ingredientes utilizados
en la cocina, despertaba a los jugadores con el amargo pronto y bien
ensillado.” Sobre los compañeros no quiso destacar a ninguno,
señalando solamente que el “Ñato” Ghiggia, que comenzó “siendo uno más
del plantel, se fue transformando en una de las piezas claves del
plantel. Fue además el único jugador que convirtió goles en todos los
partidos, menos a España. “Le preguntamos finalmente que había pasado
cuando termino el partido y nos dijo que se habían quedado “con Obdulio
en el medio del campo esperando el trofeo y como la cosa estaba
demorando nos dijo en tono amenazante “si este japonés no me entrega la
copa nos vamos y chau, no estamos aquí para esperar a nadie.” No
sabemos si esta conversación fue realmente así y si el Gran Capitán se
iría de Maracaná sin la Copa del Mundo. Sin embargo el relato de Julio
Pérez nos hizo comprender mejor el porqué de esa hazaña inigualable
del fútbol uruguayo. Tampoco él quiso esperar más y se fue en silencio
como había vivido. Fue uno de los grandes de los del fútbol uruguayo,
que al margen de la garra, el coraje y la vergüenza deportiva que
siempre lo distinguió, supo ser un hombre bueno, generoso y humilde por
sobre todas las cosas. Perdona “Pata Loca” si al evocar tu ultimo partido en canchas rochenses...” se me pianta un lagrimón.” Nota publicada el 07 de diciembre de 2002.
Algo se quebró, aseguran muchos pobladores de Valizas.
El asesinato de la adolescente argentina provocó en los lugareños la
misma indignación que vivió buena parte de la población uruguaya durante
los últimos días de diciembre y principios de enero. Pero en Valizas
tuvo un sabor mucho más amargo porque el hecho ocurrió ahí, en un lugar
en el que hasta ahora se vivía al margen del miedo y la desconfianza.
Los pobladores señalan, además, otro tipo de violencia: procedimientos
policiales que acusaron a lugareños, combinados con una cobertura
mediática que priorizó la obtención de primicias e hizo a un lado la
prudencia que a su entender hubiera correspondido.
Durante todo el año viven en Valizas poco menos de 400
personas; la cifra contrasta con el ritmo veraniego, cuando alberga a
cerca de 5.000 personas. A comienzos de enero y hasta el domingo 11,
cuando hubo un recambio de turistas, el balneario estuvo al tope de su
capacidad. Los visitantes disfrutaron como siempre del lugar, de las
playas, de la noche, del gusto de vivir en ranchos y sin horario, de
andar descalzos, de mirar el cielo. Con el paso de los días el caso de
Lola Luna Chomnalez, la adolescente argentina que desapareció el domingo
28 y fue hallada enterrada el martes 30, pasó a un segundo plano en las
conversaciones. Si bien siguen planteadas las interrogantes de qué
pasó, quién la mató y por qué, el ritmo tranquilo característico del
lugar no parece haber sido afectado, tal vez porque existe la sensación
-y la esperanza- de que se trata de un hecho aislado. El espanto Vecinos del lugar se sumaron a la búsqueda desde aquel domingo en que
los familiares de Lola hicieron la denuncia ante la Prefectura y la
reiteraron, a la mañana siguiente, en el destacamento policial de
Valizas. De acuerdo con el relato de la madrina y el esposo de ésta, con
quienes la chica fue a veranear, Lola había salido a caminar por la
playa hacia Aguas Dulces sobre las 14.00 y no regresó. Por eso la
búsqueda se orientó hacia aquel lugar. Durante todo el lunes y hasta el
martes de tardecita la Armada y la Policía Nacional montaron un gran
operativo en esa zona. No hallaron nada. De repente, el movimiento se
detuvo y los pobladores de Las Malvinas, como se conoce a las últimas
casas de Valizas que están sobre la costa camino a Aguas Dulces, a unos
dos kilómetros del centro del balneario, emprendieron su propia
búsqueda. El martes de tardecita Ricardo, un artesano, con sus hijos y
unos vecinos salieron rumbo a Aguas Dulces. Las huellas sobre la arena
les dieron información que había pasado inadvertida para quienes no eran
de ahí. Los hijos de Ricardo vieron el montículo tapado con arena y
hojarasca y llamaron a su padre, que los apartó para que no vieran el
horror. Avisó a las autoridades. Ricardo sabía que eso desataría una
serie de idas y vueltas de él y de sus hijos a la seccional de Castillos
y al juzgado de Rocha, pero sentía la necesidad de contribuir. Al día siguiente el pueblo organizó una marcha que reunió a muchos
pobladores y turistas. Desde el centro del balneario caminaron por la
calle principal hasta la playa. Iban a ir en silencio, pero no pudieron
dejar de aplaudir, aplausos que eran una demanda sentida. Al llegar a la
playa formaron un círculo, hicieron silencio, aplaudieron, escribieron
en la arena palabras que les salían y que representaban la sensación
general: indignación, dolor. “Fue una manera de juntarnos y de mostrar
lo que sentíamos, fue como si hubiese sido alguien nuestro, se sintió
muy fuerte”, transmitió a la diaria Deivis, habitante de
Valizas. Fue algo así como un duelo colectivo. Era la tardecita del 31
de diciembre previo al comienzo de una nueva temporada turística, pero
estaban con el pecho oprimido, grandes y chicos, varones y mujeres.
Costó festejar el fin de año. “Fue un impacto muy profundo. En este pueblo no ocurren esas cosas;
uno las ve en la televisión, son cosas que pasan, pero que pasen acá...
Yo sentí que generó un cambio de conciencia”, expresó Deivis. “El miedo
que hay en la ciudad se instaló acá; es un cambio muy fuerte para los
moradores de Valizas. Acá se vive sin miedo, el miedo al otro no
existía, la desconfianza hacia el otro no existía”. Varios lugareños mencionaron que el pueblo tiene sus propias reglas y
que fue formado sin Policía. Los terrenos se fueron cercando por
acuerdos entre vecinos, así se limaron las asperezas y se fue generando
una convivencia entre nativos y turistas, encuentros motivados y
reforzados porque los niños concurren a una única escuela -a la que
asisten unos 70 incluyendo a adolescentes que cursan el ciclo básico
rural- y por diversiones comunes como son los equipos de fútbol que
compiten con las localidades vecinas. Los problemas de seguridad del
lugar son robos a casas, en busca de plata, por eso ahora mucha gente
tranca las puertas, explican, pero nunca hubo un arrebato. Entre esos
problemas se señalan peleas callejeras, la muerte de un joven hace
algunos años en un boliche por una pelea entre familiares y algún
suicidio cada tanto. No más que eso refieren tanto los lugareños como la
Policía, que al ser consultada por la diaria identificó como principal problema hoy en día “al pichaje” que acampa donde no debe. Los consultados descartan que alguien del lugar pudiera haber matado a
la adolescente. No los conformaría, tampoco, saber que fue alguien de
afuera, porque temen que vuelva a ocurrir algo parecido en el futuro. Sin garantías Hay quienes calificaron de “caza de brujas” el accionar de la
Policía, que detuvo a lugareños y allanó ranchos de noche y sin orden
judicial. Casas de Las Malvinas también fueron allanadas y ante tierras
que se valorizan cada día más y que se proyectan para desarrollar
grandes emprendimientos turísticos, sus habitantes no descartan la
intención de borrar del mapa el rancherío. Se acusa a la Policía de buscar “sin ton ni son” y “al tun tun”.
Preocupa la detención de artesanos y pescadores, de personas que tienen
pocas herramientas además de su palabra para defenderse, e indigna que
se haya puesto el foco en las poco más de 300 personas que viven todo el
año, cuando había miles de turistas. Émilie es una antropóloga francesa que vive en Valizas desde hace
nueve años. El sábado 3 un funcionario de Prefectura le avisó que el
domingo al mediodía tendría que ir a declarar al juzgado de Rocha. El
papel no era oficial. Tuvo que dar su nombre, su cédula, su firma; el
funcionario no supo explicarle para qué había sido citada. Ella preguntó
si sería por el caso de Lola. La respuesta fue negativa. Más tarde, una
amiga le avisó que uno de los diarios nacionales anunciaba que estaba
citada a declarar por el caso de Lola, y a la mañana siguiente otro
matutino publicaba que estaba detenida. A las 11.00 del domingo se
presentó en Prefectura y los funcionarios la trasladarían al juzgado.
Los efectivos estaban ocupados en la detención de dos hombres por un
tema que nada tenía que ver con el caso de Lola. Debió esperar un buen
rato y la llevaron primero a Castillos, a donde iban las dos personas
detenidas. Al cabo de dos horas planteó que no quería estar más allí y
que estaba citada en Rocha. Fue trasladada junto con un poblador de Las Malvinas que había sido
calificado como sospechoso por la Policía porque había mantenido una
relación con una chica que se llamaba Luna (hay versiones de prensa que
explicaron que se llamaba Lola), de ahí la confusión. Pero la chica era
francesa y ya había vuelto a su país. La suerte de ese hombre había sido
peor que la de Émilie: estaba esposado y había pasado 24 horas en el
calabozo del destacamento policial de Valizas, sin recibir alimentos ni
tomar agua. Émilie declaró ante un juzgado con abogados que no le devolvieron el
saludo, pero uno de ellos se dio el gusto de decirle en francés qué
linda que era y de cantarle una canción en un francés que no entendió.
Declaró que había conocido a la chica francesa que había tenido una
relación con el acusado. Su testimonio, el de otro testigo y el del
indagado fueron suficientes para comprobar que la hipótesis era
totalmente infundada. Ocho horas después volvió a su pueblo a trabajar y
recuperar el tiempo perdido. Situaciones similares han vivido otras
personas que también se comieron plantones de 11 horas para declarar no
más de 30 minutos ante la jueza, entre ellos los niños que hallaron el
cuerpo. Incomunicados Testigos y detenidos se sintieron acusados por la Policía pero
también por los medios de comunicación que, instalados en la puerta del
juzgado y de la seccional de Castillos, no dudaron en difundir los
nombres y los rostros de los declarantes. Ése es uno de los motivos
principales por los que los lugareños no quieren saber nada con la
prensa. Sienten que fueron escrachados y usados para aumentar el rating. Molestó especialmente la cobertura de algunos medios argentinos que
cuestionaron el estilo de vida del balneario, que se caracteriza por
vivir sin mayores comodidades y con un alumbrado público acorde, y hasta
prejuzgaron a una persona por el solo hecho de tener rastas. Un vecino
decía que se enteraba de lo que ocurría mirando los canales argentinos.
También estuvieron pendientes de los canales, diarios, radios y portales
uruguayos hasta la semana pasada, después de que liberaron a quien la
Policía consideraba uno de los principales sospechosos, que no era sino
un poblador del lugar que días atrás había brindado su testimonio a un
canal argentino. Molestó que los medios no tuvieran filtros, sintieron
manejadas sus ilusiones: los titulares alimentaban la esperanza de que
el caso se había resuelto, para desilusionarse al día siguiente. La
cobertura los saturó, así como haber comprobado la distancia entre los
hechos y lo que se difundía.
"Fidel Castro decía que yo era su
conservador predilecto", dijo Julio María Sanguinetti, que contestó Las
40 de Montevideo Portal. Por Gerardo Tagliaferro.
Fotos: Juan Manuel López
Julio María Sanguinetti inauguró este
espacio en Montevideo Portal, en abril de 2012. En esta segunda
instancia fui a buscar no ya a un dirigente político en retiro, sino a
un comentarista de la realidad, a un hombre que, alejado del
protagonismo que ejerció con pasión durante décadas, emplea sus energías
en marcar territorio, generar opinión, incidir en el debate ideológico
y, si lo dejan, elaborar el guión para el relato histórico
contemporáneo. Fue parte de la historia y pone empeño en contarla.
La
mañana es muy parecida a aquella de 2012, y la sala en la que nos
instalamos, en la casa de Punta Carretas, la misma de hace casi tres
años. La sobria decoración, la bien nutrida biblioteca, las pinturas
decorando todos los ambientes, la ventana que da al jardín, toda la
misma escenografía da marco a esta segunda parte, pero sobre el
protagonista ha actuado no solo el tiempo sino también la realidad, a
fuerza de decisiones propias y de otros.
Igual que en aquella
primera oportunidad, encuentro a un hombre jovial, amable, distendido,
en oposición a la precaución que alertaba sobre soberbia, distancia,
recelo. Todos saben que Sanguinetti nunca ha rehuido la polémica ni
temido la controversia. A los 79 años, sigue confiando en su instinto,
su olfato político y esa probada habilidad para ejercer lo que los
entrenadores de fútbol llamarían transición defensa-ataque. En las
polémicas más álgidas de sus tiempos de protagonista solía desacomodar
al contendor de turno con argumentos más que discutibles, pero que
coronaba con un lapidario "es un hecho" o "no hay ninguna duda". Y que
fueran a demostrar después lo contrario.
Esa habilidad parece
estar intacta, pero ahora la ejerce esporádicamente, en tanto ha asumido
-voluntariamente, obligado por las circunstancias o más probablemente
en una combinación de ambas cosas- ese rol de "comentarista" que ya no
incide en las decisiones palaciegas. Y no incide por las dos caras de
una misma moneda: este Partido Colorado está a años luz de aquel que fue
-al decir de Wilson Ferreira Aldunate- "el partido del gobierno" y él
mismo sabe que ya no tiene espacio para ser aquel conductor de pulso
firme, que movía las fichas con destreza de ajedrecista.
La
actual languidez del otrora "partido del gobierno", el liderazgo de
Bordaberry, su reivindicación como "socialdemócrata", el "peronismo" del
Frente Amplio, Mujica, Lacalle Pou, Vázquez, su relación con Fidel
Castro y hasta el nudo que le hizo en la corbata al comandante fueron
temas sobre los que habló Sanguinetti en una mañana tan igual y tan
distinta a aquella de 2012.
1) Poco antes de la elección del 26 de octubre usted
dijo en el programa Primera Vuelta, de TV Ciudad, que el Partido
Colorado iba a superar el 15 % que le atribuían las encuestas y que
siempre el Partido votaba mejor que lo que indicaban los sondeos. ¿Qué
pasó en esta oportunidad? No ocurrió eso. Esta vez fue al
revés: en la primera vuelta el Frente Amplio tuvo voto escondido. El
Partido Colorado históricamente tuvo siempre un voto que no se
expresaba. En alguna época había gente que sentía un poco el acoso, pasó
con mucha gente pachequista después de la restauración democrática. Ese
era un voto silencioso. Ahora el voto silencioso fue para el Frente y
es claro que es un voto de origen nacionalista, por eso no se confesaba.
Ahí está el por qué las encuestas le erraron tanto. 2) ¿Son los votos del batllismo los que ha perdido el Partido
Colorado? Hay quien niega que Bordaberry exprese al batllismo
tradicional. Son los prejuicios. Como el padre tuvo una
trayectoria política que lo llevó a ser senador del Partido Nacional,
presidente por el Partido Colorado y después dictador en el período de
dominio militar, le cargan la mochila a Pedro [Bordaberry], y los
discursos de Pedro son discursos estrictamente progresistas diría yo. Si
uno mira el programa de educación de Pedro, es extraordinariamente más
progresista que el de Vázquez, que indudablemente era continuista.
"El Uruguay es socialdemócrata, y por cierto que yo me identifico con eso porque soy reformista del Estado"
3) Un discurso que pone énfasis en la seguridad y en la baja
de la edad de imputabilidad ¿es seductor para un electorado de centro
izquierda, como uno supone que es el batllista? Bueno, el
hecho es que el "No a la baja" tuvo tantos votos como Vázquez a la
presidencia. Eso indica que había y hay en la sociedad uruguaya una
corriente muy fuerte de reclamo de seguridad. No creo que el discurso de
lucha contra la delincuencia que tanto ha crecido, desgraciadamente,
sea algo que hoy identifique a la derecha, ideológicamente hablando. Hay
otros factores que en cambio sí son muy expresivos en todo el mundo,
por ejemplo la despenalización del aborto. 4) A la cual se opuso Bordaberry. Y Vázquez.
Bordaberry sostuvo lo mismo que Vázquez y que todos los candidatos en
aquel momento, y todos los ex presidentes salvo el suscrito. Son cosas
que se dan. 5) En definitiva, ¿por qué el Partido Colorado no puede superar ese techo en torno al 15 % de los votos? No
ha podido. Yo creo que podría, y para empezar no debería cometer
errores. Creo que hubo errores en la campaña; en abril o mayo la
candidatura de Bordaberry estaba en 18 o 19%, muy cerca de la de
Lacalle. Luego vino el tema de la vicepresidencia, que generó toda una
turbulencia y que le hizo perder ritmo a la campaña e indudablemente
políticamente dañó. Eso en cuanto a la coyuntura. En el largo plazo
tendrán que operar otros factores, como en todo. 6) Precisamente, ¿no hay un factor estructural que está poniendo al Partido Colorado donde está hoy? El
Frente tuvo un crecimiento producto, por un lado, de una sistemática
oposición, durísima, a todo. Y en segundo lugar la promesa de una
ilusión vinculada a un mundo socialista. Luego, cuando llegó al
gobierno, tuvo la fortuna de disfrutar de una economía internacional
como nunca antes habíamos tenido y eso le permitió no hacer socialismo
-que no lo ha hecho- pero sí repartir. Y entonces, el reparto
naturalmente lo consolidó. Eso es un hecho. A la inversa, ha afectado al
Partido Colorado. El Partido Nacional se sostiene más porque es más
tradicionalista y a su vez tiene una inserción territorial en el
interior más fuerte. 7) ¿No cree usted, como algunos dirigentes colorados -caso de
Fernando Amado, por ejemplo- que el Partido Colorado perdió un pie de
apoyo que era la centro izquierda? Si lo miramos en términos
de funcionalidad política, no hay duda que el Partido Colorado tiene
hoy poco margen de alas, digamos así, que siempre tuvimos. Por ejemplo,
cuando el retorno democrático teníamos un pachequismo, que representaba
una corriente; el Batllismo Unido, que representaba otra; la Lista 89 de
Flores Silva, que representaba otra tendencia... eso desgraciadamente
se fue perdiendo porque el gobierno fue uniformando. El gobierno
uniforma mucho. Eso es lo que hace poco dijo el presidente Mujica: que
el Frente debía cuidarse de que el gobierno no fagocitara al partido,
como le había ocurrido al Partido Colorado. Y eso es verdad, porque el
gobierno modera inevitablemente. Si uno mira lo que eran los discursos
del Frente antes de llegar al poder y lo que fueron después hay un
cambio sustantivo. 8) ¿Cree que Fernando Amado es un dirigente que puede crecer y volver a atraer votos de centro izquierda al Partido Colorado? Eso lo dirá el tiempo. No me atrevo a decirlo. 9) ¿Cómo evalúa el gesto de él de ir a reunirse con Vázquez antes de la segunda vuelta? Creo
que fue un gesto algo confuso. Vázquez ha sido siempre muy hábil en eso
de jugar con los contrarios y bueno... diría que es una habilidad de
Vázquez y una ingenuidad de los que lo visitaron. 10) ¿Qué piensa del apoyo a Vázquez de Alberto Scavarelli, alguien que fue prosecretario de su Presidencia? Mire, me reservo la opinión. [Sonríe].
"Un sector importante de la alta burguesía votó al Frente; también acá tenemos ‘bolimillonarios', como dicen en Venezuela"
11) ¿Le sorprendió? No. 12) Supongamos que la Concertación gana en mayo la
Intendencia de Montevideo, ¿cree que eso configura un escenario en el
que una unión de ese tipo pasa a transformarse en una alternativa a
nivel nacional? Eso puede ser, pero creo que el balotaje
sigue siendo el mejor sistema, porque define mejor los perfiles y luego
está la posibilidad de unirse, mientras que la unión previa genera
exclusiones recíprocas. Todavía en el Partido Nacional hay gente muy
antibatllista y en el Partido Colorado gente muy antinacionalista.
Llevado al balotaje es otra cosa. 13) Pero usted no está a priori en contra de una unión previa entre blancos y colorados. Bueno,
yo diría que el Frente nos ha ofrecido el espectáculo de gente con
extraordinarias diferencias ideológicas que se pudo sumar
electoralmente, y ha sido un éxito. Quizás los partidos tradicionales
puedan hacerlo, pero yo hoy, con un sistema de doble vuelta, lejos de
ser beneficioso lo veo de algún modo peligroso. En el terreno municipal
la cosa es distinta porque ahí no juegan tantos factores ideológicos. 14) Usted se ha definido como un socialdemócrata, sin embargo
en el exterior frecuentemente se identifica al gobierno frenteamplista
con la socialdemocracia. ¿Quién tiene la verdad? Mire, yo
creo que en el Frente hay sectores socialdemócratas, pero los
socialistas uruguayos no lo son. Igualmente el gobierno no ha operado
dentro de la idea socialista, es un gobierno que ha operado dentro de
las líneas económicas generales: de aquel Vázquez que iba a sacudir las
raíces de los árboles a este de hoy, que no ha realizado cambios
estructurales en los sistemas de producción y de organización de la
sociedad, ha ido deviniendo hacia el centro. Pero en los últimos tiempos
el Frente está más inclinado hacia un peronismo que hacia un
socialismo. Esto no lo creé yo, se lo oí a Richard Read y creo que es
acertado. ¿Por qué? Porque el espacio público está siendo ocupado
progresivamente por organizaciones gremiales, por estructuras
corporativas y eso lo aproxima mucho más al peronismo que a una
socialdemocracia ortodoxa. Esto pasó en Salud Pública, donde es evidente
que el Ministerio estaba totalmente superado y que el propio directorio
de ASSE también. Ahí estaba ocupado el espacio público por una
organización gremial que manejaba todo. 15) ¿Eso define al gobierno actual como peronista? Diría
que es una tendencia. No me atrevería a decir hoy que son peronistas,
sería demasiada palabra, pero advierto una tendencia hacia allí. El
gobierno frentista entra como socialista ortodoxo digamos, luego define
su compromiso con la economía de mercado, su compromiso con la sociedad
liberal, incluso con una convivencia estrecha con la potencia a la que
calificó de imperialista históricamente, y eso lo acercaría a un espacio
más socialdemócrata, pero luego ha habido, a mi juicio, una tendencia
al corporativismo. Eso nos distingue esencialmente. También digamos que
el Uruguay todo tiene una estructura socialdemócrata, porque la
concepción batllista de principios del siglo veinte es estrictamente
socialdemocrática. En Uruguay no se le llamó así, se le llamó batllismo
por una identificación con el líder, pero no hay duda de que ese es el
inicio de la concepción del Estado de bienestar. Ni siquiera el Partido
Nacional, cuando accedió al poder, pudo desmontar eso. El Uruguay es
socialdemócrata, y por cierto que yo me identifico con eso porque soy
reformista del Estado, no soy destructor de él. 16) ¿Cuáles fueron las medidas socialdemócratas que usted impulsó como presidente? Nuestra
reforma educativa fue una reforma fundamentalmente social, y hecha
desde el Estado. Eso es profundamente socialdemócrata, como tantas otras
cosas, como los Centros CAIF por ejemplo. La reforma educativa fue
hecha con un Estado con un papel central, no con un Estado
abstencionista. Con un Estado que trata de influir en el circuito de
ignorancia-pobreza, pobreza-ignorancia, tratando de influir en el
circuito educativo de los sectores más débiles. Ese es hoy el mayor
problema que tiene el Uruguay: hoy la inequidad en el Uruguay es
impresionante y ha crecido. Las cifras oficiales muestran eso, muestran
que la fragmentación social ha crecido de 32 a 39 %, y la distancia del
rendimiento de los chicos del primer quintil de la sociedad con respecto
a los del último es espectacular. Se pasa de un 65% en el segundo nivel
en Matemáticas a un 7 % y bajando. Allí está el mayor problema y por
eso controvierto radicalmente esa constante prédica del Frente de que ha
mejorado la inclusión. Creo que es al revés.
"Yo batallé por la despenalización del aborto, en contra del candidato socialista"
17) La pobreza ha bajado y la indigencia prácticamente se ha eliminado, según los datos oficiales. Dicen
que no hay indigencia, entonces la gente que yo veo durmiendo en la
calle o las bandadas de muchachos que veo en los semáforos, los barrios a
los que los taximetristas no pueden entrar de noche... ¿ahí no hay más
indigentes? Es un fenómeno estadístico. Simplemente hay sectores que a
través de la subvención del Estado pasan el umbral de 10 dólares diarios
y como consecuencia se dice que ya no son más pobres, lo cual no es
así. No han pasado a ser clase media porque no tienen capacidad de
sustentación. Hoy eso se reconoce y por eso se habla de "sector
vulnerable". En América Latina ha bajado en general la pobreza pero ha
crecido el sector vulnerable. 18) También ha bajado el desempleo, por ejemplo. Hay más gente que tiene un trabajo estable y no depende del Estado. Sí,
es verdad. Pero en escolaridad de los muchachos de 14 años, Chile está
en 90 % y nosotros en 41 %, por debajo de Paraguay, Bolivia, Brasil y
Argentina. Eso es espantoso, a Uruguay nunca le pasó eso. Y también es
un hecho, son cifras oficiales. Tenemos una segmentación cada día mayor. 19) Los analistas vaticinaban que la clase media, un sector
del que la izquierda uruguaya se nutrió tradicionalmente, podría
quitarle su apoyo al FA en esta elección, porque sus gobiernos no la
habrían favorecido. Sin embargo, parece que eso no sucedió. ¿Qué opina
usted? Bueno, es evidente que hay un sector fuerte de la
clase media que votó al Frente. Y le diría más: hay un sector importante
de la alta burguesía que votó al Frente, basta ver los apartamentos
lujosos de la Rambla con banderas del Frente para asumir que también acá
tenemos "bolimillonarios", como dicen en Venezuela. Esto es testimonial
de un cambio de actitud, porque hay gente a la que le ha ido muy bien
en estos años. 20) Eso si hablamos de un sector de clase alta, pero se decía que la clase media estaba golpeada. Bueno
sí, creo que hay mucha gente que siente descontento, no creo que esté
adherida de un modo incondicional al Frente. Pero cuando un partido
llega a los niveles que ha llegado el Frente hay un sector
incondicional, ese que anda por un 38 o 40 %, y hay otro condicionado,
que opta por un lado o por el otro. Fíjese que psicológicamente era
mucha más aventura votar a Lacalle que votar a Vázquez. Cualquier
persona que viniera de afuera y mirara la campaña de Vázquez decía:
"Este es el conservador". Pintaba un mundo de certezas, de tranquilidad,
aclaraba que no habría giro a la izquierda y su primer eslogan de
campaña era la continuidad absoluta. Reformismo nada. 21) ¿Lacalle se equivocó con la estrategia de "la positiva"? No.
"La positiva" fue un éxito electoral en la interna, luego fue
insuficiente en la nacional. "La positiva" encajó en un sentimiento muy
divulgado que es que los políticos se pelean, siempre están como perro y
gato, y hay instalado un sentimiento en mucha gente que quiere terminar
con eso. Y eso fue lo que le dio la victoria en la interna: "No soy un
político que estoy enfrentado a nadie". Eso le dio la victoria frente a
un político mucho más tradicional, de liderazgo más clásico, como
Larrañaga. 22) Sus adversarios políticos, en los últimos 25 años, le han
acusado de tener un discurso para el Uruguay y otro para el exterior.
El primero es conservador y de derecha, y el segundo es socialdemócrata. Yo
tengo el mismo discurso afuera y adentro, nunca lo he cambiado. Acá
batallé por la despenalización del aborto, en contra del candidato
socialista, cosa que todos mis amigos socialistas del exterior todavía
no pueden entender. Como tampoco pueden entender que el presidente
socialista pensara en el apoyo de Bush hijo para un eventual conflicto
con Argentina. Entonces, ¿cuál es el discurso? Diría que es un argumento
político, que lo puedo entender en la discusión, pero lo que yo escribo
o hablo acá nadie podrá decir que expresa posiciones de derecha. El
famoso plebiscito de la ley de Empresas Públicas creo que contó con el
apoyo decisivo de la fuerza política que comandaba yo. No soy un
estatista histórico pero tengo una actitud reformista del Estado y jamás
he abandonado las ideas batllistas. En nuestro segundo gobierno
derrotamos a la inflación y volvimos a 4 o 5 % sin haber hecho un shock,
como preconizaban todos los economistas liberales o neoliberales.
"Lo que escribo o hablo acá nadie podrá decir que expresa posiciones de derecha"
23) Pero la inflación había bajado mucho ya en el gobierno de Lacalle. Mucho
no. Primero subió enormemente, llegó al 100 %. Y después fue bajando y
terminó en algo así como el 30 %, no recuerdo exactamente. Y nosotros la
bajamos al dígito. 24) Una pregunta casi veinte años después: ¿por qué trajo a Fidel Castro? Es
muy interesante, porque Fidel hasta ese momento, desde su visita al
Chile de Allende [en 1971], no había tenido una visita oficial a ningún
país. En aquel momento había una cierta distensión entre Cuba y Estados
Unidos y nos parecía un momento oportuno para intentar acercar las
partes. Desgraciadamente, luego eso se frustró a poco de andar porque
hubo un incidente con un avión, si mal no recuerdo. Ese fue el sentido
de la visita. Siempre tuvimos una política internacional pluralista que
nunca condicionó a la estructura del régimen el mantenimiento de
relaciones con un país y eso lo mantuvo hasta la dictadura, que tuvo tan
buenas relaciones con la Unión Soviética, por ejemplo. [Se ríe]. La
razón fue esa. 25) ¿La determinación de invitarlo fue tomada por el gobierno uruguayo sin consulta con nadie? Cuando
mi toma de posesión había venido el vicepresidente de Cuba, y lo hizo
con un mensaje de que ellos no querían complicar la vida ni la
transición, que Fidel mandaba señales de que entendía como muy positiva
la evolución del país... y bueno, ahí nació la idea. 26) Pero me hablaba de que era un momento de cierta
distensión entre Cuba y Estados Unidos. ¿No hubo consultas con el
gobierno norteamericano previas a la invitación? No, de ningún modo. 27) ¿Cómo fue su relación personal con Fidel en los días que estuvo acá? Una
relación agradable. Con Fidel hemos discutido mucho pero siempre con
respeto y consideración. Tengo muchas anécdotas de Fidel, quizás no de
esos días, pero sí posteriores. 28) Usted lo conoció en 1959, cuando fue como periodista a cubrir el triunfo de la revolución. Cuando
él todavía estaba alojado en lo que había sido el Habana Hilton.
Estábamos con César Di Candia -él lo contó en un libro hace poco- y lo
encontré en un ascensor a medianoche. Entonces le digo: "Comandante,
¿por qué alejó a Urrutia de la presidencia?" "Yo te voy a explicar..." y
se encocoró, salimos del ascensor y estuvimos una hora y media... no
diría discutiendo, porque yo le metía algunas preguntitas cuando paraba
para respirar y él seguía discurseando. Hay algunas anécdotas
divertidas. En Chile hay una fantástica. 29) Cuéntela, por favor. Él estaba peleado con
[el ex presidente del gobierno español, José] Aznar, venían en una
guerra terrible y a mí me sentaron entre los dos [en una cumbre
iberoamericana]. Fue muy gracioso, porque Aznar le dijo: "Comandante,
cuando te vistes de civil, por lo menos hazlo bien, no vengas con esa
corbata horrorosa". [Se ríe]. Fidel le contestó: "No sé, me traen la
ropa y yo me la pongo". "¿Así que tú eres revolucionario y tienes valet?
Mi valija me la hago yo. Pero no importa...", dijo Aznar. Se sacó la
corbata y se la dio: "Te voy a dar esta, así usas una corbata italiana".
Fidel estaba tan azorado que se sacó la corbata y se quiso poner la de
Aznar pero no podía, entonces terminé haciéndole el nudo yo. Por suerte
no hay fotos de eso. [Se ríe]. Recuerdo otra anécdota también en Chile,
cuando viajamos en uno de esos ómnibus de dos pisos, y quedamos arriba
el rey de España, Fidel y yo. El rey le dice: "Yo quiero ir a visitar
Cuba, pero no puedo porque tú tienes a toda esa gente presa". Entonces
Fidel se empieza a defender y el rey a reprocharle, y en un momento
Fidel le pide: "No me retes". "Yo tengo todo el derecho a retarte,
porque sabes lo que es Cuba para nosotros". Fue media hora de un debate
acalorado. Ahí fui solo espectador. Un día me dijo Fidel: "Tú eres mi
conservador predilecto". Y le digo: "¿Yo conservador? ¡Conservador sos
tú, que hace más de 30 años que estás y no te mueve nadie!". 30) ¿Qué comentario le merece el reconocimiento internacional de Mujica? Mujica
tiene una gran popularidad, que la ha logrado con el estereotipo
imaginario que crea. En el mundo hay una gran crítica a la política, a
los privilegios de los políticos. Entonces, por oposición, aparece un
presidente que vive en una chacra modesta y se viste como se viste, y
luce como la contrafigura, digamos así. Eso es indudablemente lo que le
ha dado esa popularidad.
"A Mujica le ha generado mucha popularidad el tema de la marihuana porque hay un lobby muy fuerte en el mundo alrededor de ella"
31) ¿Cree que a Uruguay le rinde eso, o no le sirve para nada? Mire,
yo tengo mis dudas. Lo que también le ha generado mucha popularidad es
el tema de la marihuana, porque hay un lobby muy fuerte en el mundo
alrededor de la marihuana. 32) ¿Cuál es el lobby de la marihuana? Los grupos
que defienden la legalización y que hasta hablan de los beneficios de
su consumo, cuando claramente es un producto nocivo. Eso también le ha
significado una contribución a su popularidad. Pero una cosa es
popularidad y otra prestigio. 33) Parece ser que Mujica tiene prestigio en el exterior. ¿No lo cree así? Bueno, puede ser, para mí son conceptos distintos. 34) Y usted dice que influencia tampoco tiene. Bueno,
está a la vista: se ha vivido ofreciendo de mediador con todo el
mundo... Pero bueno, eso no me molesta. En el mundo se miden las cosas
por imágenes más que por realidades, porque todos sabemos que Mujica no
anda todos los días en el Fusca ni mucho menos. Todos sabemos que Mujica
tiene custodia y no anda sin ella. Pero por esa imagen que genera en el
exterior parece una cosa extraordinariamente inusual, en un país a su
vez en que la presidencia ha sido muy republicana siempre. Este no es un
país con presidentes privilegiados con aviones de lujo y cosas por el
estilo. No digo que Mujica no sea auténtico, aunque en los últimos
tiempos el personaje le ha ganado, porque que un presidente vaya a
comprar una tapa de inodoro un sábado no está mal, pero que vaya con las
cámaras de televisión... eso es exhibicionismo. 35) En algún sentido usted como presidente fue la antítesis
de Mujica. Por ejemplo, era muy raro que hiciera declaraciones a los
medios a la salida de un acto. El más reacio a hablar ha
sido el doctor Vázquez. Yo hablaba con la prensa tres veces al día, pero
off the record. Yo era muy rutinario; llegaba al Edificio Libertad a
las 8.30, me iba a las 13, volvía a las 15 y salía a la hora que fuera. Y
en todas las ocasiones entraba por la puerta principal y a todos los
periodistas, el primer día, les había dicho que estaba abierto a hablar y
que me preguntaran todo lo que quisieran, off the record. Tampoco iba a
estar todo el día hablando, porque el que habla mucho se equivoca
mucho. En eso creo que Mujica es un ejemplo. Yo, las ocasiones en que
hablaba, las elegía. En todo caso creo que Vázquez ha sido menos locuaz
que yo.
"El que habla mucho se equivoca mucho. En eso creo que Mujica es un ejemplo"
36) ¿Llamó o hizo llamar muchas veces a redacciones o directores de medios de comunicación para presionar? Mire,
eso es mitología. Recuerdo que una vez, a un directivo de un medio muy
importante al cual veía dándole espacios excesivos a la oposición, en un
terreno amistoso, le dije: "Mirá, contigo estoy perdido, no tenés miedo
porque sabés que soy incapaz de una arbitrariedad. En cambio a estos
otros le tenés miedo". Jamás tuve una intervención o una presión. Ahora,
que la Oficina de Prensa tenía contactos diarios, sí. Que trataba de
difundir las cosas, obviamente. Pero que venga un periodista a decirme
que yo lo presioné. He sido periodista toda mi vida y nadie puede dudar
de eso. 37) No lo puedo probar, pero le puedo decir que en un medio
para el que trabajaba hace algunos años fui testigo de la llamada de un
alto funcionario de su presidencia pidiendo que una noticia no se
divulgara. Bueno, puede ser. No sé qué información era ni
en qué situación. Esas cosas también ocurren hoy. Hay ciertas
situaciones muy delicadas que a veces ocurren, en ocasiones hay hasta
razones de Estado. De repente cosas relativas a un banco, un tipo de
cambio. Yo nunca lo hice pero algún funcionario de la presidencia puede
haberlo hecho, no lo sé. Pero presión, imposible. 38) ¿Cuál fue su principal error como presidente? Eso
no soy yo quien debe juzgarlo, no soy partidario de las autocríticas.
Eso es de los regímenes estalinistas. [Se ríe]. Hay cosas que uno siente
que hizo mejor, otras que no pudo hacerlas, ningún presidente puede
decir que hizo todo lo que quiso. 39) ¿Qué le quedó por hacer? De todo. En cada
territorio en que uno se movió, siempre hubiera querido más. Por
ejemplo, nosotros produjimos una baja enorme de la mortalidad infantil,
pero hubiera querido llegar a menos. En nuestra primera presidencia la
pobreza bajó del 46 al 25 %, la baja más grande que hubo, y uno hubiera
querido que bajara más. El poder democrático siempre es limitado, hay
que transar muchas cosas. 40) Usted fue en algún momento el político más influyente del
país: ideó y lideró la transición a la democracia, fue el primer
presidente después de la dictadura, fue el primer ciudadano uruguayo
electo dos veces presidente por voto directo. ¿Qué siente cuando hoy ve
que pertenece a un partido que ha quedado reducido a su mínima
expresión? Bueno, mire: en primer lugar no soy nostálgico, y
no viví una declinación de mi liderazgo porque lo abandoné. Después de
mi segunda presidencia dije que no iba a ser más candidato, porque
sentía que haber sido dos veces presidente y salir vivo de la refriega
en América Latina era casi un milagro. Y a su vez porque sentía que
debía dar espacio a los jóvenes, no quería llegar a viejo y que se me
dijera que no había dado espacio a la gente. O sea que yo me replegué de
la lucha electoral volitivamente, con la convicción a su vez de que mi
vida no iba a estar nunca alejada del debate político. También quería
dedicarme a otras cosas, como escribir, por ejemplo. Ahora, que la
situación actual de mi partido me pesa, por supuesto. Menos mal que gané
con Damiani en Peñarol. Montevideo Portal / Gerardo Tagliaferro Fotos: Juan Manuel López Por comentarios: tagliaferro@montevideo.com.uy
Desde el momento que los termómetros comenzaron a “respirar”
con dificultad, el primer balneario del norte rochense se fue
poblando con el natural colorido de las bermudas o de los atrevidos
bikinis, convirtiéndolo una vez más en el lugar preferido del turismo
que visita la zona. Tras una rápida consulta telefónica con los
operadores locales, podemos señalar que cuando transcurren los primeros
días de enero, el balneario presenta su capacidad colmada, como no
sucedía en los últimos años.
Al margen de las bellezas naturales que ofrece el balneario
facilitando una cómoda y placentera estadía, es evidente que la
proximidad de la frontera (12 kilómetros) ofrece la posibilidad de
abaratar costos con las tradicionales compras. Cabe destacar además que
este balneario ofrece dos zonas de camping con características
totalmente distintas. También sobre la margen derecha del arroyo Chuy, a
500 metros del atlántico se encuentran las cabañas municipales
totalmente equipadas y donde se ha ido cumpliendo una adecuada
planificación en beneficio de las mejoras que reclama el turista.
También corresponde destacar que la actividad privada ha
realizado una importante inversión (Camping CHUY) en una extensa área
de camping, en un evidente desafío al futuro de este balneario y Camping
La Barra a 800 metros de la playa en una zona totalmente arbolada,
disponiendo de mesas y churrasqueras individuales, luz eléctrica, agua
potable, piscina, cabañas y juegos para niños.
Con el paso de los años y merced al esfuerzo de la actividad
privada, organismos oficiales y diversas comisiones que han obtenido
importantes conquistas de carácter popular, este balneario ha logrado un
sitial de relevancia en el concierto turístico del departamento,
contando además con el aporte favorable de las bellezas naturales
donde se destacan sus finas arenas, la claridad de sus aguas y una
extensa plataforma marítima.
También la Junta Local del balneario, dentro de sus limitadas
posibilidades viene atendiendo los problemas que merecen una rápida
solución. Aún reconociendo la falta de recursos se ha dado prioridad
al afirmado y posterior colocación de una carpeta asfáltica en la
principal avenida, para facilitar el tránsito vehicular que resulta muy
intenso en los meses de verano. Debemos reconocer el esfuerzo
mancomunado de la Intendencia, los vecinos de la Barra y algunas
instituciones se han concretado algunas obras largamente
postergadas. Se cumple además con normalidad la recolección de
residuos, el arreglo de calles y el alumbrado público, por
considerarlos de fundamental importancia durante la temporada. El
ejemplo dado por la Junta Local de La Barra y fuerzas vivas del
balneario está demostrando que el turismo bien planificado puede
convertirse en la gran industria que viene reclamando el norte
rochense. Es de fundamental importancia además, el trato que deben
recibir los turistas que nos visitan si es que realmente queremos que
vuelvan o se conviertan en accidentales promotores de la zona.
Considerando que se trata de un mercado muy especial por estar ligado a
los cambios de la economía, es necesario que se implante una nueva
mentalidad, con más eficacia en la atención que reclaman nuestros
visitantes. En este sentido podemos destacar además las bellezas
naturales y el potencial que ello representa para atraer al turista.