Ella acató su pedido y se la envió. Horas más
tarde, esa fotografía apareció en los teléfonos de muchos compañeros de
su generación. Al día siguiente, sus compañeras la miraban y se reían.
Algunas se burlaban de ella con algún comentario. Una amiga le contó que
estaban circulando esas fotos y el caso terminó en la dirección del
centro educativo.
Este es solo un evento de "sexting" entre adolescentes uruguayos, que El País pudo constatar.
Esta palabra, mezcla de la palabra sexo y mensajes de
texto, consiste en el envío de material con contenido erótico. Según
psicólogos, comenzó a utilizarse más desde que comenzaron a
popularizarse las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp y
Snapchat.
"Hay mayor consultas por este tema porque se ha vuelto
bastante común", señaló a El País Roberto Balaguer, psicólogo
especializado en nuevas tecnologías.
Muchos padres, médicos, psiquiatras y psicólogos se
preguntan por qué se envían este tipo de mensajes entre adolescentes.
Según Balaguer se hacen por dos motivos: uno es por coqueteo (una forma
de aproximación) y la otra por ser un "reforzador de la intimidad".
En una investigación realizada en 2009, financiada
por el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados de
Estados Unidos, afirman que se hace "porque alguien se lo pide", "por
diversión", "para impresionar a alguien" o "para sentirse bien
(autoafirmación)".
"La natural falta de percepción del riesgo que
acompaña a la adolescencia y el espíritu transgresor desencadenan
ciertos desafíos", opina en su blog Jorge Flores Fernández, director de
Pantallas Amigas, una organización española que trabaja desde 2004
sobre uso de tecnologías en menores.
"Sienten cierta presión de grupo que les lleva a
ganar notoriedad y aceptación en este contexto, el digital, tan
importante para ellos. Este factor, añadido a la plenitud hormonal,
puede generar combinaciones poco recomendables", agrega.
Los casos que los expertos consideran "más graves"
sobre sexting son los que involucran una foto. Pero también hay sexting a
través del envío de mensajes escritos. Un padre, quien prefirió
mantener su anonimato, asegura que encontró charlas de su hija de 14
años en Facebook, en las que varones la invitaban a mantener relaciones
sexuales con un "lenguaje explícito". "Ella les contesta diciéndoles
Desubicado; pero debe haber otras que les dan para adelante", agrega.
Drama posterior.
Desde el momento en el que un adolescente envía una
imagen suya a un destinatario, "perdió totalmente el control sobre esa
imagen", comenta Cecilia Cabrera, psicóloga y directora de la
organización uruguaya Sujetos en Red, que busca fomentar usos saludables
de tecnologías en niños y adolescentes. "No podés ir para atrás. Ese es
el punto grave", puntualiza.
Muchos de estos adolescentes terminan siendo
"escrachados" socialmente y recurren a la atención psicológica. "Te
traen el tema (a la terapia) con angustia y te dicen: Yo le mandé fotos y
ahora que nos peleamos me amenaza con que esas fotos se las va mostrar a
mis amigos, a mis padres y a todo el mundo", relata Balaguer.
En 2012, trascendió un caso en Santiago del Estero,
en Argentina, en el que una adolescente no quería salir de su casa por
mucha vergüenza, tras haberse divulgado imágenes suyas en las que
aparecía desnuda. Meses antes de ese episodio, la novia de su hermano le
había tomado fotos en poses eróticas y sin ropa con su celular. Ambas
habían pactado que esas imágenes nunca saldrían de ese teléfono. Sin
embargo, luego de que la relación de su cuñada terminara, las fotos
empezaron a circular. La víctima conoció que se estaban viralizando
porque un vecino se las mostró.
"Son parejas despechadas, que se toman revancha, suben esas fotos y las hacen circular por WhatsApp", comenta Balaguer.
Los efectos de un caso de sexting que se haya
viralizado depende de cada adolescente, coinciden los expertos. Pero en
general tienen efectos traumáticos. En Londres, en 2011, una alumna
empezó a concurrir a un psiquiatra para hacerle frente a los
pensamientos suicidas provocados por este tema, informó el portal The
London Free Press.
Cecilia Cabrera sugiere que estos adolescentes no
envíen ni se hagan sacar este tipo de fotografías. Pero hace énfasis en
el comportamiento de las personas que reciben ese material. "Lo más
grave es que la gente no toma conciencia al momento de reenviar los
mensajes. Es tan condenable esa acción como el reenvío que hizo el
primero que recibió esa imagen", comenta.
El drama, incluso, puede llegar a ser desconocido
para los adolescentes. Según estadísticas de Delitos en Internet contra
los Niños de Estados Unidos, (ICAC, por su sigla en inglés) un 25% las
fotos catalogadas de "pornografía infantil" que tiene archivadas la
Policía del estado de Utah fueron creadas originalmente como sexting
entre menores.
¿Quiénes son?
El envío de este tipo de material está mucho más
extendido entre los adultos. El 40% de los internautas latinoamericanos
(entre los que hay uruguayos) dijo que practicaron sexting alguna vez.
Lo aseguraron 5.500 personas en una encuesta online en 2012, realizada
por el Instituto del Pensamiento de Brasil, una organización que realiza
proyectos educativos para proteger los derechos de los niños, y las
investigadoras de mercado eCGlobal Solutions y eCMetrics.
En Uruguay, no hay un estudio sobre cuántos
adolescentes reenvían este tipo de imágenes. Sí en Estados Unidos. Por
ejemplo, la Universidad de Texas reveló que el 30% de los adolescentes
estadounidenses envían fotos en las que aparecen desnudos, según un
estudio de 2012, la cifra "más alta" registrada hasta el momento.
Virginia Pereira, dirigente de la Asociación de
Docentes de Educación Secundaria, aseguró que todavía no llegó a la mesa
del sindicato ningún caso sobre este tema que haya sucedido en un liceo
público. "No me extrañaría que llegue pronto", expresa.
Si bien es algo que sucede en mayor medida entre
adolescentes, este fenómeno llegó a verse en niños de educación
primaria. Los que más lo llevan a cabo "son los que viven en contextos
muy altos (de mayor poder adquisitivo)", relata a El País una maestra
que trabaja en un colegio privado y una escuela pública de Montevideo,
quien prefirió no ser identificada. "Los padres pueden comprarle a sus
hijos teléfonos inteligentes que tengan cámara y conexión a internet",
concluye.
Adolescentes utilizan más de una red social
Una de las aplicaciones más usadas por los
adolescentes para hacer "sexting" es es Snapchat, una aplicación para
teléfonos inteligentes que permite enviar mensajes con un tiempo límite
de vida. Es decir, el remitente elige el tiempo que desea que su mensaje
sea visible para la otra persona, con un mínimo de 10 segundos. Luego,
desaparece. Muchos jóvenes hacen una captura de la pantalla de la foto y
la imagen queda almacenada en el dispositivo. Luego, la viralizan.
Padres implicados para evitar caer en incidentes
Para evitar que sucedan este tipo de eventos, los
psicólogos recomiendan la necesidad de crear conciencia y sensibilizar
sobre este tema. "Es importante transmitir, no solamente a padres, sino
también a docentes antes de que estas cosas pasen", comenta Cecilia
Cabrera, psicóloga de la organización Sujetos en Red. "Es tratar de
hacer pensar qué va a enviar uno y cuáles son sus consecuencias", añade
la experta.
En este sentido, Cabrera cree necesario que los
padres se "impliquen" en la actividad de sus hijos en Internet, una
actividad que practica el 96% de los adolescentes, según el último
Perfil del Internauta Uruguayo hecho por el Grupo Radar.
La organización Pantallas Amigas divulgó una guía
sobre adolescencia y sexting en la que sugiere que los padres y maestros
sean capaces de trasladarles a los menores "la confianza suficiente"
para que ante una incidencia de este tipo, puedan recurrir a ellos para
escuchar la opinión de un adulto.
A nivel del gobierno este tema se ha discutido en
algún seminario. En junio del año pasado fue hablado en el primer
encuentro sobre uso saludable de tecnologías de la información y redes
sociales, organizado por Sujetos en Red y la Embajada de Estados Unidos,
en donde participaron expertos nacionales e internacionales. En 2010,
se llevó a cabo un curso impulsado por la Organización Internacional
para las Migraciones y la Administración Nacional de Educación Pública a
inspectores del Plan Ceibal sobre "navegación segura", en donde el tema
de sexting fue abordado junto a ciberacoso.