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miércoles, 15 de julio de 2015

AL UNIVERSO NO LE IMPORTA LO QUE NOS PASA. Por Julio Dornel.


                           Escritor y periodista Julio Dornel

Hace algunos años Fernando Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, conmovió a un foro de negocios y capacitación empresarial al transmitir sus vivencias en plena Cordillera sin agua ni comida, durante 72 días. En el correo recibido y que compartimos con ustedes, nos ofrece “con un relato íntimo repleto de anécdotas, los momentos que lo marcaron de aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana. '¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?', se preguntó. 'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.
Y arrojó un primer disparador. 'En la vida el factor suerte es fundamental. Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión. A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo. Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos. De la fila 9 para atrás no quedó nada. Los 29 sobrevivientes al primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo.'
'De ellos –dijo–, 24 no sufrieron un rasguño. Así, los menos shockeados empezaron a ayudar, actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y maní al punto de comer un grano por horas cada uno. Marcelo, nuestro capitán y líder, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba que no llegaba el rescate. Decidimos aguantar.'
Pero días después el líder se desmoronó. La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate. '¿Cómo hubieran reaccionado ustedes? –desafió a la audiencia–. El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo. Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura a -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.' Silencio estremecedor de la primera a la última fila.
'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa. Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre. Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones. En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos: «¿Qué estás pensando?» «Lo mismo que vos. Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.» Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción. Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'
Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos. Parrado apeló a conceptos típicos del mundo empresarial. 'Hubo planificación, estrategia, desarrollo. Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas. Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.'
'Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando, nos debilitaba, se nos acababa la comida. Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa. Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados. Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.'
Entonces sobrevino el momento más inesperado. 'Esta no es la historia que vine a contar', avisó. Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre y su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre en pareja nuevamente.
'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan? ¿Estrés? ¿Qué estrés? Estrés es estar muerto a 6000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó.
Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo: 'Mirá para adelante, andá tras esa chica que te gustaba, tené una vida, trabajá. Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado'.
Y cerró, determinado: 'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia. No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana.'

Una interminable ovación lo despidió de pie.

Asumió Estacio Sena, único alcalde blanco de Rocha

Alcalde de Castillos, Estacio Sena: "un blanco de ley"
"¡AHORA…TODOS JUNTOS!!, POR CASTILLOS"
Diario El Este
 

(Fotos: César Gamarra)
El Alcalde de la ciudad de Castillos, Estacio Sena, junto a las autoridades departamentales y locales asumió funciones en un emitivo acto realizado en la tarde de ayer. Los servicios sociales y la sensibilidad con los más humildes, la cultura y el desarrollo, junto al cuidado a los contribuyentes, fueron los asuntos expuestos por el carismático blanco de la zona palmareña.
"Un cargo que me honra y por el  cual haré todo lo posible por sacar adelante, con la ayuda de todos los funcionarios y vecinos que vivimos acá, juntos a quienes nos visitan todos los años, porque todos sabemos que “una golondrina no hace un verano”, indicó.
"Llegamos aquí integrando un equipo de gente, la gran familia, mi lista 71 y la de mi Partido Nacional ", afirmó de manera emocionada. También, dijo que "como vecino de esta comunidad, bien sabemos que a partir de ahora el trabajo es entre todos, los Concejales de nuestro partido y los otros también, los que nos votaron y los que no", expresó.
Estacio Sena, con su particular estilo, se trata de una personalidad que no necesita de discursos para generar encuentros entre los ciudadanos por encima de las filas partidarias, así lo expresaron ciudadanos castillenses que aguardan en medio de una gran expectativa la gestión de este "blanco de ley", según lo definieron los consultados.
"Además, de mi larga actuación política como edil local, edil departamental y Diputado compartiendo la banca con José Carlos, he trabajado socialmente junto a la tercera edad en mi querida Apac, enla Guardería, en la Banda, como Rotario, como León y tantos otros emprendimientos que me han permitido conocer profundamente mi pago y su gente", sostuvo. "Conocer, entender y querer, antecedentes importantes para servirlo ahora, desde otra perspectiva", señaló.


CON LA MIRADA PUESTA EN LA INDUSTRIA TURÍSTICA
Sena, inmediatamente puso su mirada en el próximo verano y en la cadena de balnearios. Demandó la necesidad de mantenerlos prolijos y con una reparada infraestructura.
"En en el balneario Barra de Valizas, nos proponemos asfaltar el camino de entrada, sus calles maquinadas y avanzar en lo que se pueda en reparar los desagües", dijo.
Sobre el balneario de Aguas Dulces, sostuvo la necesidad de reponer puentes rotos, y hacer una reparación profunda en la avenida Cachimba y Faroles. "Limpiar los desagües que tanto problemas nos causan y culminar la terminal de ómnibus", expresó.
Sobre el creciente balneario La Esmeralda, consideró la necesidad de llevar a cabo un mantenimiento de lo ya realizado y estar atento a las siempre preocupantes emergencias.

CASTILLOS: UNA TAREA DE GIGANTE CON AUSTERIDAD
Para la ciudad de Castillos, la capital del medio ambiente del departamento, consideró la necesidad de englobar diversos trabajos.
Se refirió a la necesidad de bacheos en calles que no estén en condiciones, limpiezas en general entrada a la ciudad y barrios, como así también reparar veredas.
"Ahí, necesitamos la colaboración de los vecinos, queremos que la gente pueda caminar por las veredas de nuestros barrios y tratar de avanzar lo más posible  en cordón cuneta y asfalto", aseguró.
"Nuestra ciudad tiene que tener jardines y zonas parquizadas para disfrute de las familias y los niños". "Esta es tarea también de la comunidad cuidando y protegiendo los espacios públicos", consideró.


GRANDES COMPROMISOS
En el horizonte apreció "dos grandes compromisos". Uno, relacionado "a nuestra querida Banda Municipal que cumple 125 años de existencia el próximo 13 de setiembre, la más antigua del País y merece un gran reconocimiento y valoración", sostuvo.
"Como queremos que el pueblo colabore y participe con nuestro gobierno - que es el de todos - vamos a invitarlos a formar una comisión que se encargue de los festejos con el total apoyo de la Alcaldía", señaló.
El otro desafío es el cumpleaños número 150 de la ciudad de Castillos. El 19 de Abril del próximo año, es una fecha señalada, "para lo cual también integraremos una comisión popular y patriótica que,  con el apoyo de la Alcaldía,  se encargue de todas las fechas Patrias para volver a valorar y honrar nuestros Símbolos", afirmó.
"Nuestra idea es respetar y promover se respeten los bienes de todos los ciudadanos, nuestras instituciones, nuestro patrimonio, nuestras costumbres como dice nuestro himno “que la cívica Rocha es ejemplo… de respeto de amor e igualdad”, dijo Sena.
"Castillos es el butiá de sus palmares, es el salitre de su océano, es el camarón de su laguna, es la mano callosa de su productor en los cerros, son los gurises  en nuestros barrios que anhelan un destino de prosperidad", expresó, Estacio Sena.
"Estoy convencido que si logramos esto, saldremos adelante trabajando honradamente". "Un pueblo se levanta trabajando, no pidiendo limosna", culminó diciendo.

AGRADECIMIENTO DE ESTACIO SENA
A mi Partido y a los compañeros que encabezaron listas, a mi Lista 71, a los ciudadanos de Castillos que nos acompañaron y en especial a mi familia, a mi madre Lola, Alba mi compañera, mis hijas Dina y Rosana mis nietos Tomás y Joaquina y a todos los que me ayudaron en esta campaña a lograr este sueño el de trabajar con mi pueblo para que todos podamos vivir decorosamente como merecemos.
(Fotos: César Gamarra)

AVANZA INVERSIÓN POR 6 MILLONES DE DÓLARES PARA ATENDER 40 MIL AFILIADOS

Mutualista local poner en marcha la tercera etapa con 90% de mano de obra local

 
Presidente de Comero - Rocha, médico, Carlos Cardoso

Eduardo González.
El Este

Comero – Rocha concluyó las dos primeras etapas de inversión destinadas a la atención médica de sus 40 mil afiliados y para dentro de un mes prepara la tercera etapa final, que incluye un edificio de dos pisos para ubicar la emergencia integral, un nuevo CTI y la parte ambulatoria de atención oncológica.


De esta forma, la mutualista local, una auténtica referencia de atención en materia de salud desplegada en doce localidades del amplio departamento de Rocha, logró establecer sus objetivos de atención médica y al mismo tiempo se transformó en un motor de empleos calificados. Ya son 900 los trabajadores y probablemente se requieran más recursos humanos.
Frente a esta realidad, se viene ajustando la capacidad locativa como manera de brindar servicios adecuados a los miles de afiliados y también generar un sentido de bienestar para sus trabajadores a partir de las cómodas instalaciones que se han concretado y las que habrán de llegar.
El Presidente de Comero – Rocha, médico, Carlos Cardoso, informó que la obra inaugurada en abril pasado incluyó la sala de internación de cuidados moderados, sumando 22 camas.
Una recorrida de El Este por esas instalaciones permitió apreciar el alto confort de esa parte edilicia que significó 560 metros cuadrados y una inversión por 35 millones de pesos,  según informó el arquitecto, Juan José Rigamonti.
Ayer, se procedió a inaugurar la segunda parte de las obras que son 1050 metros cuadrados para establecer las áreas de atención al público en la entrega de medicamentos y en el stock que se hace necesario disponer.


También, en el amplio local poder disponer de los espacios para el material de uso médico quirúrgico, de acuerdo a lo que se informó en la conferencia de prensa brindada ayer por la tarde.
En ese edificio dominado por el confort y la amplitud a través de su corredor, están las oficinas que atienden la parte de documentación para los trámites ante el Banco de Seguros del Estado en aquellos casos de accidentes laborales.
Por otro lado, se informó, que se logró cambiar el área de aprovisionamiento del sanatorio y toda la central de compras.
El objetivo alcanzando, según explicó por el Presidente de Comero, médico intensivista, Carlos Cardoso, facilitó los espacios para poder comenzar seguramente en el próximo mes, la tercera parte de las obras y considerada clave:  una emergencia integral, comprendiendo toda el área de imagenología, aparatos de rayos, un tomógrafo nuevo, ecógrafos; todo en la planta baja.
La emergencia tendrá una separación para la atención de los adultos y los niños, de acuerdo a lo explicado.
En el primer piso el nuevo CTI para todo el departamento dispondrá de 8 camas y características especiales en el tamaño y las áreas, permitiendo de esta manera que se pueda operar en esa unidad. Se trata de pequeños block quirúrgicos.
Se recordó, que hay un convenio de complementación con Asse, en el que existe un acuerdo en cómo se provee las camas, tema que se está dialogando con las autoridades locales de Asse.
Recordamos, que actualmente, Comero – Rocha tiene 40 mil afiliados, 900 trabajadores, unas 27 mil consultas mensuales y 350 cirugías.
La tercera parte de las obras que se proyecta en el más breve plazo tiene una dimensión de 2.800 metros cuadrados en dos pisos y generará empleo para unas 120 ciudadanos. El arquitecto, Juan José Rigamonti, informó que "el 90% de la mano de obra será local".
Se totalizarán 6.200 metros cuadrados de edificación destinado a la atención médica

Arquitecto, Juan José Rigamonti.

lunes, 13 de julio de 2015

ESCUELA 28 EN SUS 110 AÑOS. LA MAESTRA “C H E L A” ACORTA DISTANCIAS Por Julio Dornel.





 


Ignorando los avances tecnológicos que nos ofrecen los medios de comunicación la maestra “Chela” Masollo, recurre al correo para marcar “presencia” en los eventos conmemorativos de la escuela Nº 28, “República Federativa de Brasil” al cumplir sus 110 años de existencia. Más que una carta, se trata de un valioso documento dirigido al Director de Radio Chuy, recordando su participación en un programa (Acortando Distancias) donde señalaba hechos y circunstancias que marcaron 40 años de su vida en esta frontera. “Fueron muchos años de felicidad, teniendo en cuenta además que fue en Chuy que forme mi familia, lo que aumenta mi agradecimiento. Hoy al festejar la escuela sus 110 años quiero marcar  presencia pese a mis 91 años y evocar a la distancia a los niños, hombres, padres y abuelos de tantas generaciones que me colmaron de cariño durante mi estadía. Recuerdo cuando por las mañanas venían por mi casa para afirmar sus conocimientos o ponerse al día con los deberes. La escuela no tenía aparatos para ofrecer cine ni tocadiscos y cuando una radio de Montevideo trasmitía un programa de preguntas regalando discos infantiles, le pedíamos a doña Chinita, una vecina de la escuela, un aparato de los que ya no se ven. Esos niños me impulsaban diariamente a ser más responsable y cumplir alegremente con la noble tarea de enseñar. Agradecer también a la escuela por haber recibido a mi hija en sus años de primaria”. Maestra Chela: Cumplimos con el ineludible deber de haberle dado el trámite correspondiente a tan valioso documento, que por el solo hecho de llegarnos por correo adquiere características históricas. Somos nosotros, los padres, los abuelos, la escuela y los vecinos, quienes vamos a mantener eternamente una deuda de gratitud por el beneficio recibido. El Chuy ha cambiado mucho en los últimos años, al influjo de una dinámica comercial cimentada sobre la línea divisoria. Tenemos la tecnología del mundo al alcance de la mano, con sofisticados aparatos que obedecen órdenes del control remoto. Es un Chuy distinto. Hemos perdido para siempre la aldea de puertas abiertas, de relaciones afectivas que le otorgaban un sello inconfundible, basado en el respeto y la tolerancia. Era el Chuy de “Piqueno”, de Samuel, del maestro “Pepe” Ayestaran, de doña Meca, de Caticha y don Bernardo. El Chuy de las calles de tierra, y sus casas modestas sin luz y sin agua, con sus jardines al frente y  sus  huertas al fondo. El Chuy del 40 o el 50, de las fiestas familiares, del mate en la vereda, el Chuy de la ESCUELA 28 con “Pancho” Leiza en los salones y doña Zenona en la cocina. El Chuy romántico que se emborrachaba de alegría con la llegada del circo López Hermanos, o en la “matiné” del Club Social con las hazañas de TARZAN o los AGUILUCHOS. El Chuy de los amores furtivos, del primer beso y del primer cigarrillo, cuando queríamos tener muchos años  en plena juventud. También se ha ido el Chuy del pan casero, de las loterías de carton, de las partidas de truco y de las pencas cuadreras. El Chuy sin tarjeta de crédito, pero con crédito vecinal en libretas arrugadas que los meses les quitaban hojas sin alterar por ello la confianza de los clientes ni la puntualidad del pago. El Chuy de las locuras ingenuas de Germán con su carretilla espacial transitando por la pista de la vida con su bohemia a cuestas. Todo esto pertenece al pasado, pero nos queda en cambio la Escuela 28 que con sus jóvenes 110 años y maestras como “Chela” Masollo que mantienen en alto los principios varelianos para que los gurises continúen siendo “tan ilustrados como valientes”.

 

PARA MAYORES DE LOS 40. Julio Dornel



Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
¡Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá tefl3n para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además,20cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo=2 0para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
¡¡¡Las cosas que usábamos!!!: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón. Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. P orque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de me tal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí Eduardo Galeano.