Pasa en muchos terrenos, pero aquí quiero referirme a la EDUCACIÓN. Cuando no es España es Estados Unidos, Argentina, Dinamarca y otros países hacia dónde se dirigen las miradas de quienes administran la educación, con el aval de los gobernantes de turno, y algunos teóricos nacionales. Cuando cursé Magisterio, en tiempos de la dictadura, jamás se nos mencionó algún educador uruguayo. Es entendible, porque eran considerados “subversivos” por aquellos gobiernos autoritarios. Lo que no se explica muy bien es cómo, en tiempos de democracia, también se les siguió ignorando. Siguieron sepultados. Por mencionar algunos: Miguel Soler (1922-2021) quien murió con 99 años. Entre 1961 y 1982 Soler trabajó para la Unesco en diversos cargos y en diversas partes del mundo (Bolivia, México, Chile, Francia). En el 2005 empezó a afincarse de nuevo en Uruguay hasta su muerte, en el 2021. Pero no es el único gran educador que tuvo Uruguay. Jesualdo Sosa (1905-1982) “fue el conductor de una de las experiencias educativas más importantes que tuvo Uruguay” en la primera mitad del Siglo XX. Entre 1928 y 1935 realizó una labor admirable en Canteras del Riachuelo, departamento de Colonia. Lo terminaron echando de Primaria y trataron de descalificarlo acusándolo de comunista, cuando en aquellos años aún era cercano al Partido Colorado. Y la lista se puede hacer más larga todavía. Julio Castro (“El banco fijo y la mesa colectiva”), Reina Reyes (“El derecho a educar y el derecho de la educación”), Agustín Ferreiro (“La enseñanza primaria en el medio Rural”), Cledia De Mello (y su “Método Natural”), José Pedro Martínez Matonte (y su experiencia en Villa García) son apenas muestras de las fecundas obras teóricas y prácticas que desarrollaron estos docentes. (Es recomendable revisar los libros y documentos de estos y otros educadores).
ALGO EN COMÚN
¿Qué tenían en común estos educadores uruguayos? ¿Y por qué han sido desterrados por todos los gobiernos desde hace casi cien años?. Ellos, como muchos otros olvidados de Uruguay y América Latina, hacían de la educación un proceso dirigido a formar individuos con pensamiento propio, capaces de conocer su realidad, de comprenderla y, a la vez, interesarse por su transformación. Sus teorías y prácticas educativas, básicamente, sostenían que cuando una persona entiende quien es, el papel que juega en su comunidad, y entiende cómo funciona el sistema, siente la necesidad de modificar esa realidad. Pero modificarla, además, creativamente. La educación en muchos países, y Uruguay no es una excepción, considera al ser humano como un depósito en el cual los docentes van colocando conocimientos. Muchas veces sin ninguna relación con su vida, sus intereses, sus sueños, sus inquietudes y fundamentalmente, sus potencialidades naturales. De lo que se trata es de ayudar a la formación de un ser pensante y no un repetidor de fórmulas. Nada de formar seres humanos útiles al funcionamiento de un sistema, que se caracteriza, históricamente, por la explotación, la desigualdad y las injusticias. Cuando se habla de formar individuos “para insertarse en el mercado laboral” lo que se está haciendo, justamente, es “moldear” seres humanos para que se amolden al sistema. Las llamadas “reformas educativas” que han practicado diversos gobiernos desde que existe Uruguay como país no persiguen otro objetivo que ese. Domesticar seres humanos. Que no sepan bien cuál es su papel en la sociedad, cuáles son sus derechos y qué pueden hacer para mejorar el estado de cosas en el que se desenvuelven.
“Original es el ser humano creador. Ya sea en la forma como en el fondo. Los grandes profetas dijeron casi todo y bien. Sin embargo, todos los días surgen artistas originales en el dicho y en la manera de decirlo. Lo fundamental es no repetirse en la pauta de lo dicho, sino en ser fresco como las hierbas de la naturaleza que siempre ostentan un matiz nuevo para no cansar…” (J.S)
Cuántas veces oímos largos lamentos sobre la deserción estudiantil. Muchos opinan y teorizan sobre las razones de ese fenómeno. Y entonces desde los escritorios se elaboran “reformas educativas” que prometen cambiar. Pero pocas cosas cambian. Por ejemplo: los programas de estudio, los horarios (más cortos o más largos), algunas obras edilicias y poca cosa más. Pero casi nadie se preocupa por preguntarle a los directamente involucrados e interesados, que son los estudiantes. Incluyendo a los de Primaria. ¿O acaso no se puede tomar en cuenta lo que piense un estudiante escolar? ¿Los liceales, no tienen nada que decir? Y los de las demás instituciones como la Enseñanza Técnica (UTU)…Históricamente el país desperdicia el potencial de niñas, niños y adolescentes de todo el país que, cada cierto tiempo, son arrastrados por esas “oleadas” reformatorias, que reforman poco y cambian menos. Es difícil que esto cambie pronto, pero algún día se producirá un golpe de timón que ayude, efectivamente a que el ser humano sea constructor de su propio destino y libre de decidir qué hacer y cómo hacer para tener una calidad de vida que le satisfaga.
"Todos tienen. Y no hay nadie que no pueda tener lo suyo si no se lo quitan. Y nada de lo que cada uno tiene es del otro, aunque se haya elaborado en el sueño de los demás. E igualmente puede ser original en los dos. Tanto que hasta parezca sin parentesco. Y todos tienen. Y cuando alguien no usa lo que tiene hay que desenterrárselo, mostrárselo y dárselo a comer de nuevo. Y entonces será suyo. Y nadie se lo podrá quitar más nunca. Y será su mejor arma, su mejor instrumento para ser. Y con él irá a la guerra aunque más no sea para defender su propio instrumento. Y será en su sociedad: el que tiene, el que dice, el que puede. Y será más útil, más consciente, más dueño de sí, menos dominado. Y nunca será explotado. Y habrá ganado su mundo. Y ayudará a construir el mundo de los demás, que es parecido al suyo, que es como el suyo, pero que no es el suyo, es el de ellos. Y cada uno, en un mundo de iguales tendrá su mundo: propio, intransferible, insobornable, original, vivo, activo, definitivo…al servicio de los demás…". (JESUALDO).
*Carlos Castillos - Docente y periodista, trabajó en Radio Chuy, Difusora Rochense, El Espectador, Radio Carve, CX 30 La Radio, Emisora del Palacio FM y CX 36 Radio Centenario. Además fue corresponsal de la agencia alemana de prensa dpa en Uruguay, Argentina y Paraguay durante 22 años. Es egresado del Instituto Superior de Educación Física (ISEF) como Entrenador de Fútbol y desde el 2010 impulsa el Movimiento de Cine Con Vecinos-Uruguay que se dedica a producir documentales comunitarios y a talleres básicos en todo el país. Desde el 2011 participa del Movimiento ARAS (Artistas Rochenses Amigos) para publicar y difundir obras de creadores de la zona.
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