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jueves, 1 de mayo de 2025

SER Y HACER *Columna de CARLOS CASTILLOS, Abril de 2025

Ojo de agua es un “ambiente educativo” de España. No es una escuela, ni un colegio ni nada que se parezca a las instituciones de educación formal existentes en tantos lugares. De casualidad, hace algunos años, entré en contacto con sus responsables y desde entonces recibo mensajes, informaciones y reflexiones sobre el tema educativo. Este es uno de los últimos textos que recibí y decidí compartir con usted. Recientemente, escuchamos en una entrevista a un experto en educación afirmar que “cuando llevan a su hijo a la escuela, los padres quieren que se le reconozca por lo que es, pero la escuela tiene que lograr que se le reconozca por lo que hace, que es por lo que la sociedad les valora”. Esta idea nos dejó cavilando. En principio, parece razonable que la escuela desarrolle el conocimiento y las destrezas de las niñas y niños. No obstante, algo en esa formulación no llegaba a encajar. ¿Es necesario renunciar a lo que eres para desarrollar lo que haces? ¿Significa que reconocerte por lo que eres impide desarrollar tus talentos, lo que puedes aportar? Al cabo de un tiempo, vimos claro que el argumento de ignorar quién eres en favor de recompensar lo que haces cumple con precisión el precepto básico del sistema educativo: renunciar a tu singularidad. Aquello que eres, es único. Ignorarlo es enterrarlo. Sin embargo, lo que haces es intercambiable. Si no lo haces tú, otro podría hacerlo. Quizá una institución como la escuela, no puede permitirse el lujo de valorar lo que eres. Quizá es demasiado peligroso para el objetivo de lograr que las personas encajen lo más posible en el marco social establecido; ese que nos desindividualiza, nos fragmenta y nos enfrenta; el que nos masifica. El día a día de nuestra experiencia nos ha revelado que reconocer el ser (lo esencial) es condición primera y necesaria, aunque no suficiente, para desplegar funcionalmente las habilidades y los conocimientos (lo instrumental). Desarrollar lo instrumental dando la espalda a lo esencial lleva a relaciones humanas desatinadas, a la división entre adultos y jóvenes, a la pérdida o al olvido del propósito vital, agarrándonos al clavo ardiendo de la recompensa económica o las “salidas profesionales”. Una institución que pretenda educar en toda su dimensión debe reconocer quiénes son las personas a las que pretende educar, pues solo después de saber quién soy podré desplegar con vigor, eficacia y valentía mi talento y mi propósito. Aquello que más me interesa, que más facilidad tengo para hacer, aquello que más me inspira, casi con total certeza será bueno para la sociedad, además de satisfacer mi realización personal. Lógicamente, ésta no es -ni mucho menos- una responsabilidad de la educación extrafamiliar. El fundamento de todo ello está en prácticas de crianza basadas en la satisfacción de las necesidades reales de los seres humanos que solo pueden practicarse con un cierto grado de desarrollo consciente de las personas que más cerca están de la primera infancia; normalmente, la madre, primero, y el padre, en segundo lugar. Pero, ¡qué diferente podría ser una educación cuya prioridad fuera reconocer el ser para, en segundo término, facilitar el contexto del conocer y del hacer. Con frecuencia se escucha el comentario “todos tuvimos un profesor que nos influyó tanto que aún lo recordamos”, dando a entender que la conexión humana es el factor más importante del proceso educativo. En eso pensábamos después de que uno de nosotros se encontrara a Gael, un chico que participó en ojo de agua desde bien pequeño hasta que decidió irse al instituto y cuya historia de transición al sistema educativo convencional compartimos en un artículo que titulamos “Pero, ¿cómo es posible?” Pues bien, años después nos volvemos a ver y, tras intercambiar las novedades del momento vital de cada cual (trabajo, familia, vicisitudes varias…), dice: “Es curioso, anoche soñé con vosotros”. “¿Ah, sí?”, respondí. Y, con un punto, quizá de vanidad, quizá de alegría, continué -señalando con un dedo a su cabeza-: “Nos llevas ahí”. “No”, replicó con agilidad. “Os llevo en el corazón”. La sorpresa fue tan grande que no pude reaccionar y la conversación continuó por derroteros superficiales hasta que nos despedimos. De vuelta, lo comentamos entre nosotros dos y nos surgieron muchas preguntas: ¿Qué debe suceder para que un niño a quien has acompañado a lo largo de ocho o diez años en parte del periplo de su formación como ser humano social te “lleve en el corazón”? ¿Qué diferencia hay entre recordar a un profesor y llevar en el corazón a un adulto que no pertenece a tu linaje de sangre? ¿Qué significa “llevar en el corazón”? Nuestra respuesta es que solo quien abre su corazón puede acceder al corazón de otros. Llevar a alguien en el corazón significa que esa relación ha sido profundamente humana, que no ha sido una relación puramente instrumental o mecánica. Una relación que también habrá incluido desencuentros, pero que por encima de todo trataba de compartir respeto por quién es uno mismo, por quiénes son los demás y por el mundo no humano que nos acoge y sostiene. Esa frase “Os llevo en el corazón” quizá signifique “Me distéis la oportunidad de mostrarme tal cual era con mis virtudes y mis defectos. No me juzgasteis. Me ofrecisteis un ámbito de libertad y responsabilidad que aprecio y valoro. Ví cómo os jugabais la piel por nuestra libertad y nuestro bienestar (que están indefectiblemente entrelazados). Viví también vuestros errores y tuve la oportunidad de confrontaros con ellos a pesar de que era un niño. Confiasteis una y otra vez, cada vez que me equivocaba. Pude ser yo mismo”. Y así es, pues como en una ocasión nos compartió nuestra querida Inma Nogués: “Somos seres humanos, no somos haceres humanos”.

domingo, 20 de abril de 2025

“ LA GUERRA DE LAS MALVINAS Y SUS INOLVIDABLES LECCIONES”. Prof. Alejandro Nelson Bertocchi Moran


A 26 años de la guerra del Atlántico sur aun subsisten sus enseñanzas en todos los campos imaginables pues aquel conflicto entre el Reino Unido y la República Argentina significo un evento que no debe caer en el olvido. Y esto último debería no existir dado que hoy surgen en el horizonte continental quienes con gran locuacidad parecen inscribirse en un camino belicista. Por ello, salvado lo sucinto de este espacio debemos señalar al inteligente lector una suerte de cronología cuya dirección intelectual nos vaya indicando la gruesa cadena de errores que los mandos políticos de cualquier país pueden cometer cayendo en una escalada hacia el flagelo de la guerra. Y vaya que el ejemplo de Malvinas sirve en este norte.


1982 es el final del camino diplomático para los argentinos en su intento de recuperación del archipiélago malvinense, ocupado ilegalmente por los británicos desde 1833, pues la misión de lord Shackleton en 1975 demostró claramente que los anglosajones nunca discutirían la soberanía de estas islas y que la resolución 2065 (diciembre de 1965) de la ONU que invitaba al dialogo nunca sería tenida en cuenta por Londres. Una vieja historia.


A su vez este mismo año nos muestra que en el poder de ambos contendientes se ubicaban por un lado la ultraconservadora Margaret Thachter, y a su frente el general Galtieri y el almirante Anaya; mientras el presidente estadounidense Reagan se halla en el comienzo de un mandato triunfal que va a cambiar la faz del mundo. Por ello es de notar que la característica de estas personalidades suponen una posición política de no retroceso en cualquier circunstancia y mas bien capaces del aprovechamiento y de la irreflexión. Además como sazonador tenemos que tanto los gobiernos de Londres como el de Buenos Aires se hallaban inmersos en problemas económicos y sociales bastante similares por lo que de alguna forma necesitaban obtener algún hecho que los hiciera recobrar una esperanza para seguir detentando el poder.


Esto se dio con el extraño “incidente Davidoff” en las lejanas Georgias del Sur que hizo relanzar los viejos planes argentinos de estado mayor de invasión de las Malvinas. En 1956 el almirante Rojas había estructurado esa idea y su colega Massera la había sopesado en 1978. A su vez el almirante Anaya había estudiado un plan similar en 1975 cuando era agregado naval en Londres que fue el documento finalmente aprobado por la Junta Militar. La premisa fundamental de tal movimiento se basaba en que la Gran Bretaña no solo no se hallaba en condiciones militares como para intervenir en el Atlántico austral sino que no había disposición política alguna en el gobierno ni en el pueblo inglés como para lanzarse a una guerra en un teatro que “no les interesaba”.


Ambas apreciaciones fueron severamente erróneas. No solo los británicos se hallaban en posición de enviar una considerable fuerza de las tres armas hacia el sur, pues iban a movilizar tras suyo a la misma OTAN, sino que asimismo la Junta Militar creyó con inconcebible ingenuidad que los EEUU no iban a apoyar a sus primos hermanos de la brumosa Albión en razón del apoyo que medios militares argentinos había dado a los “contras” nicaragüenses.


Sucedió exactamente a la inversa dado que al final serían medios tácticos de confección estadounidense los que volcarían la balanza a favor de la Task Force, todo sumado al veto estadounidense a no aceptar los términos del TIAR circunstancia que dejó marcado para siempre dentro de la vision iberoamrricana aquel sofisma llamado “doctrina Monroe”.


Sorprenden muchas situaciones de la escalada hacia la guerra y una de ellas señala como los británicos movilizan parte de sus fuerzas navales hacia el teatro austral, ya dos días antes de la invasión argentina del 2 de Abril. Así lo hace el almirante Sandy Woodward desde Gibraltar con el envió de dos sumergibles nucleares (luego se enviarían tres mas) circunstancias que van datando el sostenido esfuerzo británico en aras de obtener una superioridad material sumado todo a la entidad de un movimiento logístico y orgánico que da clara muestra de cómo una potencia de primer orden esta preparada a dar una respuesta tan lejana, en solo horas.


En este aspecto la entidad de los números es apabullante: cerca de 750.000 toneladas de buques fue lo que puso en franquía la Gran Bretaña, teniendo la Royal Navy 42 buques en este dispositivo, los que sumados al resto (buques auxiliares de la flota mas barcos requisados) se acercan a una centena de barcos. Casi 28.000 hombres, entre efectivos militares y civiles movilizados son los que se vienen al sur. Y la colaboración de los EEUU es crucial- mientras el general Haigh desarrolla su publicitada “mediación”- con el préstamo de su base en la isla de Ascensión, mas cuatro millones y medio de litros de combustible para aviación, apoyo de inteligencia satelital y los mas importante, nada menos que el arma que ganaría la guerra: el misil A/ A Sidewinder AIM- 45B, que montado de apuro en los caza Harrier (VSTOL ) fueron una letal combinación que daría a la Gran Bretaña una superioridad neta en el aire.


Y esto último fue definitivo y ecuación que nunca podría eludir la aguerrida aviación argentina en los 44 días que duró el combate. Así lo dicen los fríos números.


Antes de pasar a un breve desarrollo del combate es de notar el panorama que enfrentó Iberoamérica en aquellas jornadas, destacando la posición de Chile movilizando su flota al austro, cosa que pone en ascuas al continente por las suspicacias de una posible colaboración con los británicos. Perú moviliza y concentra su Fuerza Aérea en su frontera sur y vende parte de sus cazas Mirage a la Argentina, mientras el Brasil arrienda varios aviones “Bandeirantes” a los argentinos y cierra su espacio aéreo a los británicos.



Quizás este breve pantallazo de al lector un marco acorde con lo que señalamos en la introducción. Venezuela, México, Guatemala (1) y Brasil lanzan su diplomacia al apoyo argentino situación que sofrena a los EEUU aunque todo quede en los pasillos de las embajadas. Frente a esto tan peligroso para su status americano Washington decide no aceptar el pedido británico de aviones AWCS y de otros sofisticados elementos de detección temprana, cosa que va a costar caro a los ingleses dado, entre otros hechos, los ataques indetectados de los magníficos EXOCET.


En suma el 7 de Abril Londres decreta una zona de exclusión marítima en torno al archipiélago, situación que hace apurar el esfuerzo logístico argentino con las consecuencias ulteriores del caso. El 25 los británicos retoman Georgias del Sur y el 1 de Mayo a la madrugada es bombardeado el aeródromo de Puerto Argentino, dando comienzo las operaciones. En la noche del 2 se produce una situación táctica (simular a Mydway) en la que la fuerza naval argentina a pleno se halla a menos de 130 millas de la Task Force cuyos medios de alerta aun no había detectado su presencia. El momento es crucial pues el contralmirante Allara se halla en posición de lanzar a sus únicos ocho caza bombarderos Skyhawk al ataque de los dos portaviones británicos.


Empero, en una decisión a la larga muy discutida, se decide no efectuar el ataque por carencia de viento (solo 10 nudos) situación desventajosa para el despegue de los aparatos, amén de que la autonomía de los aviones argentinos se hallaban al limite de sus posibilidades lo que hubiera echo arrimarse al portaviones 25 DE MAYO para el recobro de sus aviones a una distancia de detección para los medios británicos, cuya cortina exterior la integraba un submarino nuclear.


Más al sur navegaba el crucero ARA BELGRANO con dos destructores, buques que suponían una grave amenaza para la Task Force, aunque operaban por fuera de la zona de exclusión declarada por Londres. En esas mismas horas surge la iniciativa del presidente del Perú que logra que Reagan tome en cuenta la posibilidad de que se acuerde una evacuación argentina, mas un cese de hostilidades y un retiro de la Task Force, quedando el archipiélago malvinense en una suerte de condominio anglo- argentino.


Pero mientras Belaunde Therry habla telefónicamente con Reagan y este último se propone contactar a Londres, aceleradamente la primera ministra británica ordena el hundimiento del BELGRANO para boicotear cualquier posibilidad de solución diplomática al conflicto. Se produce la muerte de 368 marinos argentinos.


El 4 de Mayo es impactado el destructor clase 42 SHEFFIELD por un EXOCET. Se hunde el día 10. El 21 se produce el desembarco en el estrecho de San Carlos, zona escasamente defendida por las fuerzas del general Menéndez y se producen una serie de ataques de la Fuerza Aérea argentina, que logran varios blancos aunque muchas bombas no explotan por diversos problemas de preparación. Pero son hundidos varios buques en un hecho que asombra al mundo. El combate en tierra se hace muy reñido siendo Pradera del Ganso un momento importante de una batalla ya considerada perdida a causa del notorio desfasaje material y orgánico entre ambos contendientes (2).


El 25 es hundido el portacontenedores ATLANTIC CONVEYOR por otro Exocet. Cinco días después le toca el turno al INVINCIBLE, dañado por otro misil, mientras la batalla terrestre prosigue entre los montes camino a Puerto Argentino pese a la resistencia que ofrecen los infantes argentinos comandados por grados inferiores a tenientes. El 8 de Junio se produce un extraordinario ataque aéreo que provoca mas de cien bajas inglesas en bahía Agradable. El 14 culmina la “matanza”a tenor de lo expresado por el general Jeremy Moore en el momento de aceptar la capitulación de Menéndez.


Para dar apenas un vistazo a los hechos simplemente señalamos que de 27 missiles Sicewinder lanzados por los Harriers durante la lucha, 24 dieron en el blanco. Pero la mayor evidencia que deja este conflicto es la superioridad que posee el profesional voluntario ante el conscripto, cosa probada en el frío terreno malvinero, donde se puso en juego muchas cosas mas allá de este pequeño espacio. Sobradas razones habrían entonces para tomar un camino de análisis mayor aunque debamos simplemente decir que las bajas británicas fueron cuantiosas, tanto en hombres como en medios y buques, quizás mucho mas de lo previsible. Sin duda por alguna interesante razón los archivos británicos estarán disponibles recién a fines de este siglo XXI.


Por ello tengamos siempre en el recuerdo a aquellos valerosos pilotos argentinos que en inolvidable acción dieron con pleno convencimiento y abnegación sus preciosas vidas a su patria, logrando el respeto y admiración de sus mismos adversarios. Y esa debe ser la lección que debemos tomar en el norte de entender que en la guerra no existen los superdotados, simplemente los mayormente preparados. Aunque quizás esta lectura también la deban hacer nuestros políticos de turno para que sus egos no superen la prudencia.-



1)- La presidencia guatemalteca ofreció a Buenos Aires el envío al teatro Malvinas del bizarro “batallón Atlacatl”.


2)- Una cuarta parte de la infantería británica prestaba servicio 6 meses al año en Noruega.












jueves, 3 de abril de 2025

GATO ENCERRADO Y ACORRALADO /Columna de CARLOS CASTILLOS, Abril de 2025




Un académico latinoamericano, radicado en California, (no recuerdo su nombre ni el tiempo transcurrido), anticipó antes de la asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, que se avecina el declive de la supremacía de ese país respecto del resto del mundo. No es el único que ve eso.

El acceso de Trump por segunda vez a la Casa Blanca y su primer discurso al asumir, es una señal de ese deterioro, pero no es la única. Desde el lunes 20 de enero, cuando sucedió a Joe Biden, han venido pasando cosas, hechos que parecen confirmar esa tendencia.

Ese gobernante, siempre con cara de enojado y hablándole a todos con prepotencia no exenta de bravuconadas, no ha dejado de “pelearse” con algunos gobernantes europeos, con algunos asiáticos, con algunos latinoamericanos (a quienes confesó que no necesita) y hasta con Canadá, México y Groenlandia.

Se quiere apropiar de ese territorio helado del norte, quiere cambiarle el nombre al Golfo de México para que se llame “Golfo de América” y coquetea con Rusia y China, en un juego que por momentos parece duro y en otros momentos conciliador.

Es un hecho que estas dos potencias, más otras emergentes como la India, Sudáfrica y Brasil, que conforman el Grupo llamado BRICS, son consideradas por Estados Unidos como “la gran amenaza” a su hegemonía mundial, básicamente en lo económico y comercial, eje sobre el cual todo gira.

Porque también hay cortocircuitos en lo militar, tecnológico y otras áreas claves que hacen tambalear lo que hasta ahora ha sido el imperio estadounidense.

Esta “declinación o decadencia, como se prefiera, vino de la mano entre otros factores domésticos por el lento crecimiento de su economía, la pérdida de competitividad en los mercados globales y el gigantesco endeudamiento del gobierno federal”, escribió estos días el catedrático argentino Atilio Borón. 

Un dato poco difundido indica que “Si en 1980 la relación entre la deuda de la Casa Blanca y el Producto Interno Bruto (PIB) era de 34.54 por ciento, en la actualidad se ubica en un nivel astronómico: 122.55 por ciento” agregó Borón.

Internacionalmente, expertos y organismos especializados sostienen que una deuda es manejable siempre que no pasa el 40 por ciento del PIB de un país. Pero Estados Unidos está sobregirado y ahí radica casi que el principal problema de su situación actual, que el presidente Trump busca disimular o disfrazar, con discursos agresivos y prepotentes.

“No debería sorprendernos que atentos a estos amenazantes cambios puestos en evidencia desde los comienzos del frustrado ‘nuevo siglo americano’ algunos académicos y asesores gubernamentales hicieran enfáticos llamados a la dirigencia estadounidense a ejercer el poder desnudo, dejando de lado todo convencionalismo o apego a la legalidad internacional”.

Hay que estar atentos y seguir de cerca estos acontecimientos. Tan importantes como los dramas domésticos que nos afligen también.

Porque aquel académico latinoamericano advirtió también que la debacle de Estados Unidos puede definirse sin mayores sobresaltos, o sea se puede caer como un castillo de arena, o de naipes

Pero también puede suceder que ese coloso, acostumbrado a manejarse como el dueño del mundo y el “sheriff” del planeta reaccione como un gato acorralado. Y en esa caso todo puede suceder.


martes, 25 de febrero de 2025

Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay

 

Compartimos la entrevista realizada a Elena Katz por Ana Jerosolimski para el Semanario Hebreo

Rocha, un importante capítulo en la historia de los judíos uruguayos

Es un placer aprender y enriquecernos en conocimiento y vivencias comunitarias, a través de una persona querida, que uno conoce personalmente, que conecta maravillosamente el pasado de la colectividad judía uruguaya con su presente. Nos referimos a la Dra. Elena Katz, quien si bien nació en Montevideo, creció en Rocha y sigue allí también hoy.
Elena y sus cuatro hermanos -ella es la tercera- son hijos del Dr. Mario Katz y de Nelly Marcovich, hija mayor de Don Abraham Marcovich. Tiene dos hijos y dos nietos.
Hablar de la colectividad judía rochense pasa por la historia de su propia familia. Así que este es un encuentro que vale mucho la pena.
Adentrándose en la historia judía de Rocha
Elena, tuve el gusto de conocerlas a ti y a tu hermana Raquel cuando fuimos parte del grupo uruguayo Memoria y Dignidad de viaje a Polonia en mayo de 2023 y ustedes fueron siempre” las de Rocha”. ¿Qué significa para ti estar identificada de esa forma?
Es un orgullo. Nací en Montevideo y al mes de vida, mi familia se trasladó a Rocha. Tuve una infancia feliz en una familia muy unida, centrada en la casa de los abuelos maternos, que siempre fue cercana a mi casa. Los veranos pasaba en la casa de los abuelos en el balneario La Paloma, a 28 km de Rocha.
Mi orgullo es tal, que durante los años que viví en Montevideo para estudiar Medicina, me aseguré de no perder la forma de hablar rochense, que es única en el País.
Es bueno esforzarse para preservar las tradiciones y costumbres, en todo sentido. Uruguay es un país de inmigración. Como solemos decir, todos bajaron en algún momento de los barcos. Se conoce bastante de la comunidad judía de Paysandú. Creo no equivocarme si digo que mucho menos de la comunidad judía de Rocha. Tú estás inclusive abocada a la investigación de su historia y ello será plasmado eventualmente en un libro que evidentemente aún no sabes cuándo saldrá. ¿Cuáles son a tu criterio los hechos más notorios de esa historia que vale la pena destacar? ¿Dónde entra allí la historia de tu propia familia?
Comienzo contando que el escritor uruguayo Alejandro Goldstein en su libro “El Desentierro de Una Historia” habla en detalle de la comunidad judía que vivía en Rocha y su Sinagoga. Averiguando, supe que la señora que le describió la ciudad de la época fue la memoriosa Mamá de Jacobo Katz, un integrante de nuestro grupo rochense.
La investigación que mencionas surgió de una forma especial. Un bisnieto de esos inmigrantes, Mathías Pienika, quien conoció parte de la historia de la colectividad a través de su abuela, me preguntó ¿cómo es posible que no quede nada en la ciudad de Rocha que recuerde a la comunidad judía tan numerosa que hubo y que además tenía una sinagoga que funcionó durante 30 años? Sugirió que podría colocarse un pequeño memorial en la plaza pública que hay enfrente a la casa que fue el templo.
En esa plaza, Dr. Antonio Lladó, conocida coloquialmente como “Plaza de los Pinos” era el lugar de juego de los niños y esparcimiento de los jóvenes asistentes a la sinagoga. En esa época, estaba llena de pinos de daban una agradable sombra. Hoy en día ya no es así.
Tomé conciencia de lo que sus palabras significaban y sentí que era un deber moral para los descendientes de aquellas personas tan resilientes y luchadoras que llegaron a nuestra ciudad sin dinero, sin conocer el idioma ni las costumbres, se quedaron a trabajar y formaron sus familias, siendo un ejemplo para las siguientes generaciones. Una de esas familias fueron mis abuelos maternos, de bendita memoria.
Comencé a leer todos los libros que pude conseguir, a pesar de estar en pandemia, sobre la inmigración judía al Uruguay.
Inicié la búsqueda de contactos de amigas de la infancia, con quienes compartimos actividades en el Shil (la sinagoga) y hacía muchísimos años que no tenía noticias. Así, fui armando de a poco un grupo de WhatsApp.
Este grupo cumpliría la finalidad de reunirnos para presentar una sólida propuesta ante la Junta Departamental de Rocha, a los efectos de solicitar el permiso para la instalación de ese monumento. Creía firmemente que cuanto mayor fuera el número de personas involucradas, mayor sería el impacto positivo al destacar la relevancia de la Comunidad Judía que vivió en Rocha a mediados del siglo XX.
Me imagino que eso fue de la mano todo el tiempo de profundas emociones.
Sin duda ninguna. A medida que se iban incorporando nuevos integrantes, significaban reencuentros emocionantes y los recuerdos compartidos se multiplicaban. El intercambio de saludos y relatos se enriqueció con fotos que nos trasladaron hacia atrás en el tiempo. El grupo está integrado por cincuenta y tres personas residentes en diferentes lugares: Rocha, La Aguada, La Paloma, Punta del Este, Montevideo e Israel. Incluye hijos, nietos y bisnietos de aquellos valientes inmigrantes.
Experimentar la emoción de hablar con amigas de las que no tenía noticias desde hacía tantos años, y conocer a otras personas cuya única conexión conmigo fue asistir a la misma sinagoga, nacer y vivir su infancia en Rocha, resultó ser enormemente gratificante.
Y todo se fue tomando forma de una gran investigación que podía realmente ser plasmada en un libro…
Emergieron tantos testimonios sobre la vida judía en Rocha e historias sobre los familiares inmigrantes, que consideré la posibilidad de recopilarlos en un libro para perpetuarlos en la memoria colectiva. A medida que progresaba en la investigación, me cautivaba descubrir la riqueza y diversidad de las historias, algunas totalmente nuevas para mí.
Un momento muy significativo para el grupo fue, cuando nuestro querido y memorioso amigo Saúl Brener, (Z´L) quien partió hace muy breve tiempo, compartió sus recuerdos sobre la sinagoga, describiéndola por fuera y por dentro, enumerando tantos detalles y haciéndonos revivir la experiencia de estar ahí, que nos conmovió tremendamente a los que vivimos esa época.
Fueron surgiendo excelentes colaboradores, como el Mgtr. Shai Abend y el investigador de la historia rochense, el Sr. Néstor Sabatino. Desde el inicio, esta investigación, mereció palabras de aliento de innumerables personas judías y no judías que conocieron nuestra colectividad.
Continuar con este proyecto y dialogar sobre el tema con cada miembro del grupo sigue siendo una experiencia sumamente enriquecedora. En el año 2023 tuve el privilegio de viajar a Israel y cumplir el sueño de conocer personalmente a los rochenses con los que había mantenido contacto virtual. Aunque era nuestro primer encuentro presencial, la familiaridad fue instantánea, compartiendo experiencias de nuestras infancias en Rocha a pesar de haberla vivido en tiempos diferentes y descubriendo historias sobre la inmigración de nuestros antepasados, tema que nos une de manera muy especial.
Sería lindo que compartas con los lectores algunas vivencias singulares en todo este proceso.
En la elaboración de este libro, he tenido experiencias maravillosas, especialmente, con los miembros de nuestro grupo Memoria y Dignidad, a quienes conocí en el viaje a Polonia. Me han puesto en contacto con familiares de judíos que vivieron en la ciudad de Castillos, a 50 km. de Rocha. Han colaborado con la edición de los escritos, en la toma de decisiones y me han aportado ideas valiosísimas para mí, que nunca soñé con escribir un libro.
Esta semana me sorprendió que me escribiera una señora de la ciudad de Artigas, Blima Safir, cuya madre vivió en Castillos cuando recién se vino a Uruguay. Gracias a ella, obtuve información sobre dos familias que vivieron allí. Este es solo el ejemplo más reciente de cómo han ido surgiendo los datos que están enriqueciendo las historias de las familias.
Es realmente conmovedor cómo, este proyecto, nacido de la idea de hacer un memorial, se transformó en un proceso tan significativo que ha logrado reunir a personas de distintas generaciones, todos vinculados por la historia compartida de la Comunidad Judía de Rocha.
Emprender este trabajo ha sido un viaje profundamente emotivo e inspirador. El hecho de reconectar a las familias judías que vivieron en Rocha y dejar escritos los relatos que les hicieron sus ancestros, se convierte en un puente entre el pasado y el presente. Es el homenaje que rendimos a aquellos inmigrantes resilientes y perseverantes que trasmitieron con su ejemplo, valores tan importantes como mantener la identidad, el valor de la familia y la unión de la comunidad. Nos mostraron, a pesar de las circunstancias más adversas, su espíritu indomable y su inquebrantable fe en un futuro mejor. Así, mantenemos viva la memoria de los inmigrantes judíos que forman parte integral de la historia del Departamento de Rocha.
Años de oro
¿Se puede hablar de una época de oro de la comunidad judía rochense en términos de tamaño y actividad comunitaria?
Sí. Entre los años 1930 y 1955 aproximadamente, la mayoría de las tiendas de la ciudad de Rocha, eran de judíos. La mayoría, estaban ubicadas estratégicamente, en los puntos de entrada de la capital departamental.
Las familias fueron llegando, invitadas por otro familiar o paisano. Provenientes de Chorzelle, Polonia, había varias, también de otras ciudades de Polonia y de Lituania. Algunas familias se formaron en Rocha. Después de la guerra llegaron dos familias más.
Todos empezaron como Cuenteniks (vendedores ambulantes) y luego establecieron su comercio en su propia casa, continuando con su actividad y las esposas atendían la tienda. La mayoría vendía a crédito, lo que era muy valorado por las familias rochenses, y permitió mejorar la calidad de vida de mucha gente. Tenían clientela que vivía en el campo, a la que habían visitado anteriormente, concurrían una o dos veces al año a hacer sus compras para toda la familia y luego pagaban sus deudas en la época de zafra.
En Castillos también predominaron las tiendas de judíos. En el Balneario La Paloma, hubo por años una única tienda de Elías Artesztein, una sucursal de su tienda de Rocha.
¿Qué me puedes decir sobre el tamaño de la comunidad, para tener una idea?
En la ciudad de Rocha hubo alrededor de cincuenta familias, en Castillos, ocho familias, en Lascano, dos y en el Chuy, tres, por mencionar las poblaciones más importantes del departamento de Rocha.
Hoy en día, quedan dos comercios judíos en Rocha.
Alejandro Goldstein sitúa una parte de su libro en Rocha y nombra un comercio “La Cracovia”, que era de Meier Kochen, cuyos hijos fundaron un comercio llamado “Tienda América” y un nieto continúa con el comercio en Rocha y La Paloma.
El otro comercio “Casa Simger” permanece en funcionamiento con gran éxito, en el mismo lugar que la inauguraron el matrimonio inmigrante, y es dirigida ahora por el nieto de sus fundadores.
¿Cuál es la situación actual?
El Shil fue quedando sin uso al disminuir la comunidad, porque las familias que tenían hijos adolescentes se fueron trasladando a vivir a Montevideo y a Israel.
En la actualidad, quedamos muy pocos y la mayoría, bastante asimilados por casamientos mixtos.
Y en primera persona
¿Consideraste en algún momento irte a la capital?
Viví en Montevideo solo en los años de estudio de la carrera de Medicina. El Postgrado lo hice viajando semanalmente, ya establecida y trabajando en Rocha.
Nunca consideré quedarme a vivir o trasladarme a la capital del país, aunque dos hermanas, después de estudiar, se quedaron viviendo allí.
Amo a Rocha, donde transcurrió mi vida. Trabajé como Dermatóloga durante más de treinta años en esta ciudad y también ejercí en Chuy, Castillos y la Paloma, lo que me permitió conocer muchísima gente.
¿Cómo es hoy en día tu vida en Rocha? Yo conozco tu actividad cultural de difusión… pero hay mucho más.
Difundir conocimientos y fomentar la prevención de enfermedades, es parte de mi vocación de ayudar al prójimo.
Como Dermatóloga, me he dedicado a la difusión de temas de mi especialidad, comenzando desde la aparición del SIDA en Uruguay. Esta enfermedad se caracteriza por notorias manifestaciones cutáneas, lo que necesitó de nuestra atención. Había muchísima ignorancia sobre el tema, lo que generaba un enorme temor en la población, por lo que los Dermatólogos de todo el país nos ocupamos de divulgar las formas de prevención y evitar la discriminación, ya que se consideraba una enfermedad estigmatizante.
Regularmente, previo al verano, realizaba campañas de información sobre los cuidados de la piel frente a la exposición solar y la prevención del Cáncer cutáneo. Continúo haciéndolo, incluso después de mi retiro profesional.
Tuve grandes enseñanzas con las actitudes de mi padre, quien siempre materializaba sus múltiples proyectos en beneficio de la Sociedad Rochense, especialmente en lo referido a la atención médica.
Elena, tú has desarrollado una gran actividad de difusión cultural a raíz del viaje a Polonia, organizando numerosas conferencias en Rocha, con el total apoyo, así lo entiendo, de la intendencia y el Museo de Rocha que apreciaron el valor de tus iniciativas.
De esto derivan dos preguntas. Primero… ¿qué repercusión tuvieron esas actividades en la población rochense en general, despertaron interés?
Y, además, ¿cómo es tu relación con las autoridades municipales y con la sociedad civil en general?
Me pasó, creo que como a toda persona que va a un viaje de estudios a Polonia, te cambia la perspectiva de la vida. Me sentí en la obligación de aportar mi granito de arena en la difusión de la Shoá.
Fue fundamental el aval del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay para todas las actividades, principalmente Sandra Veinstein en la coordinación y difusión y la Prof. Rita Vinocur, su presidenta. Tuve el apoyo del director de cultura de la Intendencia Municipal, el Sr. Fabricio Nuñez y especialmente del director departamental de museos, Sr. Alfredo Coirolo, quien conoció y colaboró con Ana Benkel de Vinocur, de bendita memoria, en la edición de un libro. Así que conocía el tema en forma muy directa relatado por una sobreviviente. Apenas volví del viaje, me invitó a contar mi experiencia en la Casa de la Cultura de Rocha, que él también dirige.
La Intendencia nos respaldó en todo lo concerniente en traer los conferencistas y a la difusión de las actividades.
Aclaro que el Sr. Intendente que estaba en ese momento, Dr. Alejo Umpiérrez, es escritor y editor de “La revista Histórica Rochense”, publicada durante 10 años. Cuando le presenté el proyecto para mantener viva la memoria de la Comunidad judía que vivió en Rocha, lo declaró de Interés Cultural.
Importantísimo y me imagino que muy emocionante para ti.
Sin duda ninguna. Te cuento que en el marco de esa actividad cultural se dictaron conferencias en el ámbito de la exposición ambulante del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay en el Museo de La Paloma y en el Museo Regional de Rocha, “Milton De los Santos”. En ambos lugares las charlas despertaron gran interés y los asistentes se quedaban a realizar preguntas al disertante.
En cuanto a mi relación con la sociedad rochense, me siento plenamente integrada e identificada con la misma.
Imagino que todos saben que Elena Katz es la médica judía de Rocha. ¿Así te identifican?
Somos varios los médicos judíos que vivimos acá, algunos ya no están y son recordados sobre todo por su profesión y bonhomía.
El primer médico judío, que hubo en Rocha, fue mi padre, Dr. Mario Katz (Z´L) pero luego vinimos otros médicos rochenses. Tengo la percepción de que las nuevas generaciones que no conocieron la colectividad judía de Rocha no saben quiénes somos judíos o no le dan importancia.
Eso también tiene un aspecto positivo, la normalidad de la convivencia de distintas comunidades.
Así es. He tenido el orgullo de escuchar relatos de mis pacientes y amistades que se acordaban de haberle comprado todo para su casa en la tienda de mis abuelos y también de pacientes de Papá que lo recuerdan con mucho cariño.
Qué hermoso todo eso Elena, qué orgullo para ti y tu familia. Pues sin ser yo rochense, como judía uruguaya, te agradezco por esta investigación. Y cuando salga el libro, ya seguiremos aprendiendo.
Muchas gracias, Ana. Que así sea.
¿Antisemitismo en Rocha?
¿Dirías que se ha sufrido de antisemitismo en algún momento? Creo que con mucha razón los judíos uruguayos siempre dijimos que Uruguay no es un país antisemita pero que por supuesto hay antisemitas a nivel individual. ¿Cómo vives este tema en Rocha? Recordemos que el fenómeno se ha intensificado en El País en general a raíz de la propaganda de demonización contra Israel.
Sólo ha habido casos muy puntuales y discretos, como el hecho de llamarnos “turcos”, algunas veces con acento despectivo. Me di cuenta, cuando inicié este proyecto, que existían prejuicios con respecto a lo que sucedía dentro de la Sinagoga o ante las actitudes reservadas de algunos judíos. Debo confesar, que me caía mal el tono despectivo y no la palabra “turca”. Nunca escuché que a los adultos les molestara este epíteto. Percibí muchas veces, comentarios, incluso de colegas médicos, que podrían catalogarse de antisemitas, que evidentemente estaban impregnados de prejuicios e ignorancia, así que ni siquiera ameritaban una respuesta.
En la actualidad, no he tenido conocimiento de manifestaciones antisemitas en el departamento de Rocha.
La historia del Shil, la sinagoga
Dentro de esa historia general que estás investigando, seguramente hay capítulos puntuales que merecen ser abordados por separado o mejor dicho tratados en especial.
Así es. El shil, por ejemplo, tiene su propia historia. Antes de su construcción, el lugar de rezos era en la casa de mis abuelos.
Nuestro abuelo, Don Abraham Marcovich (Z´L), adquirió el terreno para la sinagoga el 27 de enero de 1940. La comunidad entera reunió dinero, incluso tenemos una foto en la que aparecen en una radio de Montevideo para recaudar fondos. Compraron materiales de segundo uso y con sus propias manos construyeron el Shill.
Los hombres asistían regularmente y las familias enteras lo hacíamos en las festividades más importantes. Eran los momentos de encuentro entre las familias judías que vivían en Rocha y también venían familias de Castillos y Maldonado. Previamente un Shoijet (encargado de faenar de acuerdo con el rito judío) venía de Montevideo a sacrificar las aves y lo hacía en el patio de la sinagoga o en las casas de cada familia.
El Shill también funcionaba como casa de estudios, ya que los adultos se ocupaban permanentemente, de que viniera un Lerer (maestro) a enseñar a los niños y adolescentes la cultura y las tradiciones judías, hebreo e yiddish. En algunos períodos, venían líderes juveniles de distintas tnuot, los movimientos juveniles, de la capital del país, Hanoar Hatzioni y Bney Akiva, a realizar actividades con los jóvenes.
Cómo la mayoría de los judíos que vivían en esta comunidad eran sionistas, las mujeres participaba en WIZO, y había otras actividades de apoyo a Israel, actividades siempre lideradas por mis abuelos. Las reuniones también se realizaban en el Shil.
Cuando mi querida abuela materna partió, fue necesario realizar la sucesión, y en ella figuraba la propiedad de la sinagoga. Ante la posibilidad que, a quien le tocara de herencia, no pudiera continuar dándole el uso para el que fue construida, el Abuelo y sus hijas la donaron a la Kehilá en el año 1971. A pesar de esto, la familia Marcovich continuó manteniéndola hasta que la Institución decidió venderla, luego de estar un tiempo sin uso.
En el año 1982, unos meses después de partir el abuelo se entregó la Sefer Torá, los Rollos de la Torá, al Rabino Nejemía Berman y Al Sr. Abraham Cyjon, según figura en el documento. Había otra Sefer Torá, que se envió a Maldonado. En 1983 fue vendido el edificio y se entregaron sus llaves.
La persona que la compró, la alquiló como bar y restaurante, causando enorme tristeza a la comunidad que quedaba en la ciudad. Con la investigación, recibí documentación que nos permitió saber el verdadero destino del templo que guardó tantas vivencias.-
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lunes, 24 de febrero de 2025

ALGO ESTÁ CAMBIANDO *Columna de CARLOS CASTILLOS, Febrero de 2025

 

 


 

Algunos pensadores, que no tienen casi visibilidad en los grandes medios de difusión, vislumbran que estamos cerca de un cambio de Era. Han calculado que este tiempo que nos toca vivir tiene una duración de 230 años aproximadamente. Y ya llevamos unos doscientos con un mismo sistema casi planetario, por lo cual se estima que en 30 años puede haber una transformación. ¿Hacia dónde?...”Ni idea”, responden algunos de esos pensadores, porque el ser humano suele ser imprevisible. Lo que sí es evidente y palpable, son las señales. No precisa que usted sea comunista o tenga un rechazo visceral por todo lo que signifique Estados Unidos, por ejemplo. Y esté en el grupo que proclamaba, hace no tanto tiempo: “Yanquis go home”, resumiendo en esa consigna el desprecio y el rechazo por el papel hegemónico que ha venido ejerciendo ese país en las últimas décadas. El 20 de enero de este año 2025, el propio presidente de ese país, Donald Trump, al asumir su cargo por segundo período, admitió: “Nuestro Gobierno se enfrenta a una crisis de confianza”. Si este reconocimiento no fuera suficiente, en otro pasaje sostuvo: “Comenzaremos la completa restauración de Estados Unidos y la revolución del sentido común”. “Estados Unidos volverá a considerarse una nación en crecimiento: una nación que aumenta su riqueza, expande su territorio, construye sus ciudades, eleva sus expectativas y lleva su bandera a nuevos y hermosos horizontes”, dijo el presidente. Hubo más conceptos similares, admitiendo el resquebrajamiento de ese imperio. Es evidente que Estados Unidos ya no es aquel país todo poderoso, que se llevaba a todo el mundo por delante y se autoproclamaba la nación “sherif” del planeta. Esas confesiones de Trump no significan otra cosa que una expresión de deseos, hasta ahora. O en el peor de los casos un manotazo de ahogado o un zarpazo de fiera herida. Que es peligroso claro, porque si el imperio estadounidense cae, como inevitablemente parece que va a suceder, no va a implosionar pasivamente. Buscará “manotear” lo que pueda para seguir aferrándose a sus privilegios históricos. Habrá que seguir viendo los acontecimientos. Y leyendo entre líneas. Porque junto a las “bravuconadas” de Trump en el discurso de asunción, también aparecieron voces que antes no se atrevían a enfrentarse con ese coloso. Apenas el presidente estadounidense anunció el cierre de su economía, aplicando aranceles de hasta un 25 por ciento a las importaciones de algunos países y la deportación de residentes indocumentados, hubo respuestas. No tan masivas como pudiera esperarse. Pero el presidente de Colombia, Gustavo Petro, por ejemplo, rechazó el envío de inmigrantes, porque Trump los mandaba a su país esposados, como si todos fueran delincuentes. Y Petro exigió un trato humano para esos compatriotas suyos. Y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que si le aplican aranceles a los productos que su país vende a Estados Unidos, responderá de la misma manera, con medidas recíprocas. Y hay mucho más para analizar en este panorama. Por ejemplo, el papel cada vez más desmerecido de Europa, el ascenso de China y otras naciones asiáticas y hasta países africanos, que empiezan a hacerse sentir. Pero éstos serán temas de otra columna.