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jueves, 18 de febrero de 2016

SIMON “BEBE” SMAISIK. EL TURCO “BEBE”. Por Julio Dornel.






                   Escritor y periodista Julio Dornel
 
Eran tantas las nacionalidades que se fueron afincando en este mosaico fronterizo en las primeras décadas del siglo pasado, que si no eras nativo te calificaban de turco, que sin ser peyorativo te encasillaban en el grupo de los extranjeros. De esta manera fueron llegando a la línea divisoria, representantes de distintas colectividades que sin conocer Turquía se convirtieron en los primeros “turcos” que fueron poblando la frontera. Allá por el 60 y tanto don Miguel Smaisik estacionaba su Ford T modelo 48 frente al Hotel Chuy, para instalar su tienda de vendedor ambulante junto a su familia. Entre ellos, su hijo Simón, que nacido en Treinta y Tres el 29 de junio de 1942, por razones económicas abandonaba sus estudios de medicina para dedicarse al comercio, convirtiéndose en un importante eslabón de la cadena migratoria que había comenzado con sus padres (Reina y Miguel).”El Bebe” fue uno más, encontrando en este enclave fronterizo la “tierra prometida” que le dio la oportunidad de de comenzar una dinámica comercial, que fue de alguna manera un valioso aporte para el desarrollo zonal. Pese a su juventud el “Turco Bebe” se fue integrando a todas las actividades que apuntaban a mejorar el bienestar de la población. Al margen de su permanente colaboración con los centros educativos y asistenciales, fue fundador de la Cámara Internacional de Comercio, de la Comisión Binacional de Integración Fronteriza, impulsando permanentemente las políticas de frontera que apuntaban a incentivar la verdadera integración para que esta tierra de promisión fuera también el lugar hospitalario y generoso donde pudieran convivir todos aquellos que sin haber nacido sobre la línea divisoria buscaran un lugar para trabajar en paz por encima de las ideologías. Era consciente que muy poco se podría lograr si no se contaba con el apoyo de los vecinos que son en definitiva los verdaderos involucrados. En este marco debemos reconocer su voluntad de integran a los representantes de otras comunidades para trabajar juntos en diversas comisiones, logrando que el OLIVO DE LA PAZ fuera plantado en forma conjunta por árabes, judíos y cristianos el 27 de setiembre del año 2001 en el centro de las avenidas Brasil y Uruguay. Por este motivo pensamos que el “Turco Bebe” ha sido el continuador y principal referente de la integración que disfruta esta ciudad, merced al impulso de las buenas relaciones existentes en la sociedad civil. Para culminar esta evocación sobre la personalidad de Simón “Bebe” Smaisik, y la presencia de su familia en Chuy, nada mejor que ofrecer a nuestros lectores, las reflexiones de la periodista Graciela Vera:”En aquellos años resultaba fácil emigrar. Tenemos la imagen de aquel Montevideo que veía descender de los barcos, riadas de gente en busca de pan. A la gran mayoría se les dio mucho más que pan. Pero no se lo regalamos, eran emigrantes que llegaban a una tierra de promisión donde había mucho por hacer”. Cuánta razón, eran emigrantes que abandonaban sus casas, sus familias, y sus amigos en busca de pan, tranquilidad y trabajo. Muchos lo lograron, a costa de su propia vida. Algunos vecinos han iniciado un movimiento popular para que la pequeña calle Guaiba donde residió durante su estadía en Chuy, recoja su nombre: SIMON SMAISIK. En las notas gráficas lo podemos observar en la Comisión Binacional de Integración Fronteriza con Fatti Hawuard, Samuel Priliac, el padre Napoleón Bueno, Luis Etchartea, Alvaro Melendrez y el autor de la nota.(1984). Plantación del OLIVO DE LA PAZ, acompañado por representantes de la colectividad árabe y la iglesia católica.(setiembre 2001). En el viejo Ford T modelo 48, hace el último viaje del vendedor ambulante, que abandona la calle para inaugurar “EL BARATILLO”.

domingo, 14 de febrero de 2016

SAN VICENTE F.C. 16 DE JUNIO DE 1941 EL FÚTBOL LLEGÓ EN DILIGENCIA.Por Julio Dornel.






Escritor y periodista Julio Dornel
Corría el año 1919 cuando un joven telegrafista llegaba por primera vez a esta frontera para realizar una suplencia de pocos meses en la oficina local. Caía la noche cuando la diligencia se detuvo junto al viejo rancho que servía de oficina al telégrafo local. Antes de ingresar, el nuevo telegrafista en rápida inspección ocular había contado las 32 cumbreras de otros tantos ranchos que formaban la población de su nuevo destino de empleado público. Lejos estaban de imaginar los curiosos testigos que observaban el arribo del forastero, que Mario de San Vicente que así se llamaba, estaba marcando con su llegada el nacimiento del fútbol fronterizo, a través de una enseñanza que la "suplencia de pocos meses" prolongó durante 20 años. Junto a su escaso equipaje de empleado público traía en la diligencia una maleta llena de conocimientos futbolísticos, una pelota y el entusiasmo contagioso por este deporte, aún desconocido en esta frontera. San Vicente lo trajo, lo enseñó y lo practicó como pocos. Su estampa de atleta y su juego inigualado llenaba las tardes de fútbol en la década del 20 cuando todavía no existía la rivalidad de las instituciones y todo se reducía a la ubicación de las viviendas. Durante muchos años fueron "los de arriba" contra "los de abajo. Se fundaron más tarde y en la misma fecha, los clásico rivales…Nacional y Peñarol. Sin embargo el fútbol de Chuy tenía una deuda de gratitud con el viejo telegrafista. Así lo comprendió también un grupo de deportistas, entre los que se encontraban Alem Fossati, Tito Fernández, Feliciano Iglesias y Ricardo Saavedra entre otros, quienes el 16 de junio de 1941, fundaron una nueva institución deportiva que se llamaría SAN VICENTE F. C. en homenaje al fundador del fútbol fronterizo.
Horacio Laborda y Tito Fernández fueron los ídolos indiscutidos del equipo inicial donde alternaban además Hermógenes Acosta, Ernesto Pérez, el Coco Costa, Octavio Funes y algunos juveniles como Piré Fossati y Guillermo Clavero. La fundación se realizó del lado brasileño en el Café Central de Pepito González el 16 de junio de 1941 con la presencia de 13 deportistas entre dirigentes y jugadores. El primer encuentro lo disputaron ante Peñarol y estuvo integrado por Placer dos Santos, Tito Fernández, Ricardo Saavedra, Hermógenes Acosta, Piqueno Correa, Octavio Funes, Guillermo Clavero y Mayo Vidal, Piré Fossati y Coco Costa.  El encuentro lo ganó finalmente el Club Peñarol por dos tantos contra uno. Distintas épocas han jalonado la trayectoria de esta institución, que se ha preocupado fundamentalmente de las obras materiales, siendo en la actualidad el único club que dispone de campo de juego, sede y gimnasio propio. Al margen de su permanente participación en los torneos locales y regionales desde su fundación, debe destacarse que la mayor preocupación de las directivas ha estado centrada en las obras sociales.
Su estampa de atleta y su juego inigualado llenaba las tardes de fútbol en la década del 20 cuando todavía no existía la rivalidad de las instituciones y todo se reducía a la ubicación de las viviendas. La fundación se realizó del lado brasileño en el Café Central de Pepito González el 16 de junio de 1941 con la presencia de 13 deportistas entre dirigentes y jugadores.
El primer encuentro lo disputaron ante Peñarol y estuvo integrado por Placer dos Santos, Tito Fernández, Ricardo Saavedra, Hermógenes Acosta, Piqueno Correa, Octavio Funes, Guillermo Clavero y Mayo Vidal, Piré Fossati y Coco Costa. Al margen de su permanente participación en los torneos locales y regionales desde su fundación, debe destacarse que la mayor preocupación de las directivas ha estado centrada en las obras sociales. En el plano deportivo y al margen de los torneos que se adjudicara, corresponde destacar algunos valores de jerarquía que han alternado en las formaciones de la escuadra roja; Horacio Laborda y Miguel Correa en la década del 40, Edgar Pérez, Justino dos Santos, Ariel Lasa y Armando Fossati para la historia de una generación más reciente que ha servido de ejemplo a los nuevos planteles de la institución. En las notas gráficas: Mario de San Vicente defendiendo a Peñarol, una caricatura firmada en el año 1940 y Orestes Richelli uno del grandes dirigentes de la institución.

sábado, 13 de febrero de 2016

TEMPORADA 1968. LA CORONILLA: LIGA REGIONAL DE FUTBOL. Por Julio Dornel.

                    Escritor y periodista Julio Dornel

En momentos que la desorganización campea por la dirigencia del fútbol departamental, generando resultados adversos en las competencias de relevancia, conviene retroceder medio siglo (1967) y detenernos en el fútbol de La Coronilla. Queremos con ello recordar a dirigentes ejemplares que dejando de lado sus actividades habituales, dedicaron su tiempo a trabajar por el fútbol del balneario. En la nota gráfica tres vecinos (Orlando, Amaranto y Nelson) que con dedicación y sentido común manejaron el futbol del balneario durante muchos años. Con la integración del cuerpo de neutrales, nuestro reconocimiento a los dirigentes del fútbol chacarero que en forma totalmente desinteresada integraron los diversos organismos de la liga: Presidente Orlando Fernández, vice Amaranto de los Santos, secretario Nelson Pedraja, tesorero Roberto Flugel, y pro tesorero Aroldo Vogler. Por aquellos años alternaban en los torneos las representaciones del Club A. Olimpia, Club Deportivo Racing, Club A. Miramar y Santa Teresa F.C.

viernes, 12 de febrero de 2016

“EL BARATILLO” ÚNICO. SMAISIK-FRIDMAN: SIMBOLO DE INTEGRACIÓN. Por Julio Dornel.


                   Escritor y periodista Julio Dornel

Era la zona céntrica de una Villa con berretines de ciudad, que entre la Sucursal del Banco República y el Hotel Chuy, había centralizado la apertura de nuevos establecimientos comerciales. Entre los años 60 y 70 fueron marcando su presencia en los últimos metros de la ruta 9 algunos establecimientos que fueron apuntalando el desarrollo, convirtiéndose en los primeros adelantados del intercambio comercial de ambos países. Por allí estaba tienda el Obrero de Salomón Pienica, estación ESSO de Oscar del Puerto, Farmacia EMAIL de Luis Etchartea, Casa LANUSSE de Juan Lanusse, carnicería y parrillada pampas de Luis Lasso, Joyería RUBI de Armando Fossati y EL BARATILLO de la familia Smaisik. Para estos raccontos evocativos recurrimos a   las fuentes naturales que dan veracidad al relato y nos permiten   ir recogiendo la verdadera historia.  En esta oportunidad les ofrecemos un mano a mano con Matilde Smaisik, integrante de una de las familias más queridas y respetadas de esta ciudad y columna vertebral del éxito de EL BARATILLO.
DE  POLONIA A CHUY: UNA HISTORIA DE AMOR.
La crisis económica y los conflictos armados que amenazan a Polonia en la década del 30, fueron las causas fundamentales para que el joven Miguel Smaisik (23) interrumpiera su casamiento en plena luna de miel, para emprender un viaje con destino incierto, que tenía  como destino final el puerto de Montevideo. Apuntalado por sus “baisanos” fue matizando los meses en busca de trabajo, sufriendo el desarraigo natural de toda corriente migratoria. Han pasado 80 años de aquellos acontecimientos que se mantienen intactos en la memoria de su hija Matilde, “Mis padres (Miguel y Reina) nacieron en dos pequeñas poblaciones de Polonia, a pocos kilómetros de la frontera Rusa. Se habían conocido en una reunión familiar, casándose a  los pocos meses y planificando el “descubrimiento de América” que era el sueño europeo de aquellos años. A los tres meses de casados, mi papá se embarca con destino al puerto de Montevideo, en procura de nuevos horizontes, empujado por la crisis y su condición de judío, aumentando las persecuciones mientras el tema cotidiano era la proximidad de la guerra. El contacto con algunos “baisanos”  le facilitó su primer trabajo en la construcción de las vías para el ferrocarril. En forma simultánea hacía un curso práctico de fotografía con las antiguas máquinas de tres patitas, que se instalaban en las plazas públicas de pueblos y ciudades del interior, lo que le permitió dirigirse a pie al departamento de Treinta y Tres sacando fotos en todas las localidades que iba visitando. Ante las dificultades de sobrevivir con la fotografía, se dedica a la venta ambulante de ropa, recorriendo la campaña olimareña en un carro tirado por caballos, hasta que pudo comprar una cachila. Demoró cuatro años en reunir el dinero suficiente para cumplir su primer objetivo que era el de traer a mamá que permanecía en Polonia. El esperado reencuentro se produjo en el año 1934, dando comienzo a una serie de traslados en busca de la estabilidad deseada. De esta manera estando en Treinta y Tres, surge la posibilidad de instalarse con tienda en la zona arrocera de Rincón de Ramírez, mientras nosotros hacíamos primaria en la escuela rural Nº 60 hasta tercer año y trasladarnos luego a Vergara y posteriormente a Treinta y Tres para culminar secundaria. Esta situación no conformaba a mi papá, quien se marchó a la ciudad de Lascano, donde pasamos una de las etapas más hermosas, disfrutando de un grupo excelente de compañeros y profesores. Terminado el liceo nos vamos para Montevideo, donde pese a nuestra vocación por el magisterio, damos comienzo a los estudios de abogacía cumpliendo con la voluntad de mi padre, que cedió finalmente ante la intervención del Dr. Introini, culminando finalmente con el título de maestra, y el casamiento como primer proyecto de vida. Finalmente los comentarios sobre el desarrollo de la frontera de Chuy,  determinaron la última etapa comercial de la familia Smaisik-Fridman, debutando como ambulantes en la vereda del Hotel Chuy. Era la época fermental del comercio uruguayo y al poco tiempo compramos un local que con el nombre de EL BARATILLO marcó su presencia en la zona céntrica de la ciudad. Circunstancias muy especiales y los vaivenes naturales del comercio de frontera, determinaron su cierre definitivo.
Próxima semana: SIMON “BEBE” SMAISIK.

martes, 9 de febrero de 2016

AQUELLOS AÑOS. ESPACIO PARA LA NOSTALGIA. Por Julio Dornel.





Hemos señalado en otras oportunidades que la noche fronteriza ha tenido varios cultores del canto popular, con figuras prestigiosas que mantuvieron su vigencia durante muchos años. Por este motivo recogemos el título de un programa radial que dirigía Jorge Izaguirre, para recordar algunos intérpretes que pasaron por los escenarios locales. Para que esto fuera posible existieron algunos reductos donde se daban cita los artistas locales y algún forastero que terminaba aquerenciado en el pago.
En apretada reseña vamos a recordar el “OPEL” en la clásica esquina de la avenida Internacional y Laguna de Los Patos, “EL PALENQUE” frente al estadio, “PARRILLADA PAMPAS” frente al Baratillo, los salones del Club Social, el cine de Lassa, Mi Casa y algunos boliches donde también solían recalar los artistas. Estas peñas representaban un culto muy especial para quienes se reunían a disfrutar del canto sin tener en cuenta el idioma o la nacionalidad del vecino de “mesa”. Eran los puntos de encuentro y lugares obligados que se transformaban en el palco de grandes actuaciones para que la sociedad fronteriza pudiera disfrutar por algunas horas de este esparcimiento. De aquella época va quedando solamente el Club Social. Han desaparecido para siempre aquellos locales con vida nocturna donde se daban cita  todas las manifestaciones artísticas, con la participación de los más talentosos exponentes de la música popular.



Cuántos recuerdos y episodios inolvidables registrados en aquella época (1960-1970) se perdieron en el tiempo para dar paso a otras manifestaciones. Décadas de tertulias con temas musicales y poemas cargados de sensibilidad y romanticismo, que en la gran mayoría ni siquiera eran ensayados porque obedecían a los pedidos del público.

 Era común que los sábados estuvieran destinados al trasnoche, con ruedas de “tiro largo” que se mantenían hasta la salida del sol. Sin embargo los tiempos fueron cambiando y las peñas semanales comenzaron a espaciarse ante la ausencia que “por razones particulares” le iban quitando la presencia de algunos parroquianos. La agonía fue lenta pero inexorable, quitándole a la ciudad la presencia de los artistas, pero fundamentalmente la oportunidad de que su gente pudiera dialogar.
Eran reuniones informales y encuentros fortuitos que marcaron una época  de bonanza y felicidad que parecía eterna. Fue también una época rica y fecunda en materia cultural, con exposiciones  artísticas, festivales folklóricos y eventos de otra naturaleza que ponían de manifiesto el apoyo masivo de la población. Existía un ambiente fermental impulsado entre muchos por Jesús Perdomo, Wilkins Machado, Rondan Martínez, Jorge Calvette, el “Pocho”  Techera  y algunos jóvenes que buscaban su espacio como el “Pico” Decuadra,  Alcides Romero, Rúl Antunez, Duverli Rodríguez, Dany Acosta y el “Bico”Decuadra.
Es justo señalar además el apoyo que brindaba la población,  los centros de enseñanza y algunos organismos estatales. Noches inolvidables y mucha gente que se anticipaba al espectáculo para asegurar espacio. Rumor de multitudes que se transformaba en respetuoso silencio cuando los artistas subían al escenario. Era música popular en vivo, una manifestación cultural que todos apoyaban. Grandes intérpretes que también cantaban a “pedido” algunos temas que salían  a la calle, pero que también quedaban en el corazón. Entre muchos Edison Serrón, Núbel Pintos, Bolívar Rodríguez, Roberto Rosas,  Los Orejanos, Dany Acosta, Nelsi Ventura, Pedro Díaz (el Cordobés) “Sandro” y Rafael Rodríguez, Dante Fernández  y Edison  Almada.




Hoy todo ha pasado. Nadie sale ni siquiera a conversar con los amigos o disfrutar de unas copas estirando la noche. Todo se pide por teléfono. Todo es a domicilio. El súper nos acerca el pedido de la misma forma que nos llega la garrafa de gas, la pizza calabresa o los chivitos al plato  y en algunas oportunidades conversamos con una contestadora electrónica, que comienza por amenazarnos diciéndonos que “disponemos de 30 segundos para dejar el mensaje.”  Han quedado en el mejor recuerdo de aquellos años las tertulias culturales donde terminaba participando el público, cantando, recitando o simplemente escuchando sus temas preferidos.

lunes, 8 de febrero de 2016

DON JOSÉ MARÍA COELHO. DESDE PORTUGAL A CHUI Por Julio Dornel.






En esta oportunidad, salvando tiempos y distancias nos vamos a detener en una de las familias tradicionales de esta ciudad, que con esfuerzo y dedicación han contribuido a su desarrollo comercial, social y cultural.
Nos referimos a la familia Coelho, cuyo primer adelantado Don José María había nacido en Portugal en 1893 en la ciudad de Viseu, donde durante el invierno se veían las cumbres nevadas de la Sierra de Estrella, próxima a un río cuyo entorno se parecía, según la evocación del emigrante, al paisaje que presenta el arroyo San Miguel. En 1910 la crisis financiera venía generando una situación muy especial en Portugal y algunos movimientos revolucionarios determinaron que muchos portugueses abandonaran el país en distintas direcciones. Enterado don José de la existencia de una colonia portuguesa en el extremo sur brasileño resuelve visitarla. En 1911 llega a nuestra América, trabajando en los frigoríficos de Buenos Aires y Montevideo, en el puerto de Río Grande y en el tendido de las líneas férreas en Paraguay. Sigue su peregrinar hasta llegar a nuestra frontera y Santa Vitoria do Palmar donde se radica definitivamente, casándose con la joven uruguaya Rita Hernández. Comienzos difíciles en los “Depósitos” de San Miguel donde trabaja con los Estrella que también procedían de Portugal. Luego se dedica a la agricultura explotando una pequeña chacra en proximidades de la Figueriña. Años más tarde se traslada a la ciudad de Santa Vitoria donde “regentea” un comercio de los Estrella y una fábrica de tabacos de Amadeo Brundo. Con el paso de los años se instala como mayorista en Santa Vitoria abasteciendo varios comercios de Chuy entre los que se encontraban Samuel Priliac, Onésimo Rodríguez, José Carrasco, Guillermina Reisach, Oliverio Pereyra y Pedro Lima entre otros. En el libro diario de aquel comercio que todavía conserva “Manoco”, pudimos observar en la cuenta corriente de Samuel Priliac, correspondiente al mes de mayo del año 1938 el siguiente detalle; 20 panes, 15 latas de guayabada, como así también gran cantidad de arroz, porotos, fariña, fósforos, huevos, café Viana, chocolate, rapaduras, miel, caramelos, brillantina y tamangos.
Completa 40 años de actividad comercial en la región, insertando el núcleo familiar desde el primer local instalado en las proximidades del arroyo Chuy, frente a la comisaría. Por allí estaba su comercio de ramos generales abasteciendo las necesidades de los pocos vecinos que formaban el pueblo. Sin proponérselo había inaugurado el sistema financiero de la frontera con la libreta de crédito que no siempre se saldaba con puntualidad. El “armazen” de don José fue durante muchos años el escenario inconfundible de la vida fronteriza y punto obligado de residentes y turistas que llegaban al pueblo. Siempre actualizado don José recibía el diario La Voz de Portugal editado en Brasil y los uruguayos El Día y El País. Su hogar fue de alguna manera la escuela y el liceo para sus hijos mayores que no tuvieron la oportunidad de estudiar.
Años más tarde el desarrollo comercial los lleva al “centro” donde actualmente viven y trabajan sus descendientes. Los Coelhos, una de las familias fundacionales de esta ciudad. Don José María Coelho fue fundador del Club Santa Cruz de Santa Vitoria y Deportivo Chuy de nuestra ciudad en su primera época, llegándose a llamar CASA COELHO durante algunos años. Don José falleció en el verano de 1967 dejando en sus hijos una pasión por el deporte; José, presidente de la Liga Regional y del Club A. Peñarol, Gavino, jugador de San Vicente, del Deportivo Chuy, técnico y campeón departamental con la selección, Américo, jugador del Club Nacional de Fútbol y “Manoco” jugador del Deportivo y Peñarol, técnico de la selección juvenil en 1975, en cuya oportunidad se consagraron Campeones del Este. Su hija Vitoria y Paulino prolongan la tradición comercial sobre la línea divisoria donde hace más de 55 años don José y Rita abrían la puerta de un modesto “armazen”. Don José María Coelho, merece un reconocimiento popular... "que el letrista no se olvide".

YOLANDA: LA REINA DE PEÑAROL. Por Julio Dornel.




Fue sin ninguna duda la reina de los carboneros fronterizos durante las últimas décadas del siglo pasado, marcando presencia en las reuniones bailables y asistiendo a todos los encuentros del Peñarol fronterizo. No exageramos al decir que Yolanda asistía también a las prácticas de Peñarol.
Es curioso verificar en las pequeñas poblaciones la presencia de algunos personajes populares que dejan huellas transitorias o definitivas en determinadas instituciones. Han trascurrido más de 60 años y entre nuestros recuerdos infantiles se mantienen intactos los bailes del club Peñarol y los reinados de Yolanda. Como olvidar aquellos carnavales cuando los pocos habitantes se las ingeniaban para gastar en una semana, las alegrías economizadas durante el año. Por allí andaba Yolanda y sus seguidores con el rostro pintado, golpeando latas en un vano intento de sustituir los instrumentos musicales y ofrecer a los “socios” la sana alegría del mundo mágico de aquellos carnavales. Y vaya que lo lograba. Desde el arroyo Chuy, las bolsas repletas de “barba de viejo” que desde los añosos troncos se trasladaba a la cara joven de los disfrazados.
Los bailes de Peñarol y la figura legendaria de Yolanda estaban profundamente ligados a los carnavales fronterizos que centralizaban la asistencia de varias leguas a la redonda. Los bailes de Peñarol tenían ese “que se yo” con sabor mundano y reconocida fama lugareña. Yolanda y sus reinados en la institución, fueron fieles representantes de una época que pasó a la historia como una generación con estilo propio. El paso de los años le fue quitando lentamente su encanto popular. El Club Social, las discotecas y otros centros nocturnos, donde la gente se divertía o se aburría de otra manera fueron marcando su final. Las últimas décadas del siglo fueron anunciando su final y también Yolanda se fue quedando sin su disfraz, sin serpentina, sin papel picado y fundamentalmente sin la alegría que había sido el elemento principal de estas festividades. El progreso fue llegando lentamente, mientras iban desapareciendo los carnavales que durante muchos años fueron el único elemento que inyectaba alegría a las venas de un pueblo que no necesitaba de otras inyecciones para ser feliz. Hemos conquistado muchas cosas. Todo es velocidad y competencia. Televisión, video, internet, MP3, celulares etc.etc. Los años se han encargado de blanquear cabezas. Para bajar el telón, nos estaba faltando solamente una necrológica anunciando la muerte de Yolanda García, la reina legendaria de los carboneros fronterizos.

CLUB ATLETICO CEBOLLATI. C A M P E O N E N C H U Y. (2006) Por Julio Dornel.










Con la consagración final del C.A. Cebollatí como merecido campeón del torneo del fútbol fronterizo ha culminado la actividad oficial correspondiente al año 2006.
La derrota infligida al Club Nacional en el propio estadio SAMUEL PRILIAC fue para muchos la última sorpresa del torneo, donde ni siquiera los más optimistas habían apostado al equipo visitante. Sin embargo se dieron los resultados y Cebollatí impuso su juego, volviendo a las fuentes del fútbol chacarero, con elegancia, prolijidad, empuje y muchas ganas. La representación tricolor era la favorita por antecedentes y trayectoria, sin embargo Cebollatí el modesto y hasta desconocido equipo “ de la cuenca arrocera” se alzó con una victoria indiscutida y el título de mejor de la frontera.
Es evidente que Cebollatí se ha superado en todos los niveles, agregando seriedad competitiva y una línea definida de juego que le permitió sacar buenos resultados durante el torneo. Desde el arco custodiado por Daniel Olaondo hasta la velocidad impuesta por Edgar Antunez desde la izquierda se pudo observar un equipo bien estructurado que logra de esta manera su primer triunfo importante en el fútbol de la frontera. Se nota además un saludable cambio de mentalidad del equipo, que sabiendo de sus limitaciones utilizó otras armas que lo llevaron finalmente al título. Por ese motivo la consagración final ante Nacional de Chuy, jugando como visitante en el SAMUEL PRILIAC lo mostró como el equipo chico que rompía todos los vaticinios. Para los tricolores era un partido más hacia la consagración, un final anunciado con todos los boletos a favor y una ceremonia protocolar para recibir el trofeo. Sin embargo Cebollatí rompió los pronósticos y se alzó con la victoria y el título de mejor en el norte rochense.
Allí estaban los jugadores, los dirigentes, técnicos, colaboradores y muchos allegados que marcaron presencia para estimular el esfuerzo de una población que había confiado en sus representantes. Celebraron de esa manera muchos meses de sacrificios de jugadores y dirigentes que mancomunados en el deporte habían iniciado una patriada muy difícil y llena de dificultades. La recaudación de fondos, la preocupación del pueblo, los viajes interminables y los problemas de trabajo que sortearon los jugadores para poder practicar diariamente fueron los principales obstáculos. Sin embargo contra todo y a pesar de todo Cebollatí se coronó justicieramente como el mejor equipo del norte rochense. Esta consagración lo lleva directamente a participar en la COPA NACIONAL DE CLUBES de O.F.I. a partir del próximo mes de abril. Defendieron al club en el encuentro final ante Nacional de Chuy; Daniel Olaondo, Gerardo Techera, Pedro Calimares, Oscar García, Alison Garcia, Pablo Noble, Pablo Gómez, Edgar Medina, Claudio Sasias, Cristian Cabrera y Edgar Antúnez. También alternaron en el equipo Julio Mendoza, Fernando Alonso, Yuri Garrido, Sebastian Moreno y Yoni Jara. Director Técnico Gari Moreno, kinesiólogo Nery Ferreira, delegado ante la Liga Fernando Silvera. El Club A. Cebollatí está presidido por el conocido deportista de aquella localidad Artigas Jara. FELICITACIONES.
(Nota publicada en el año 2.006).

domingo, 7 de febrero de 2016

LOS BAILES DE PEÑAROL. Por Julio Dornel.





                     Escritor y periodista Julio Dornel

Pese a los cambios experimentados por esta frontera en las últimas décadas, es curioso verificar que algunas festividades populares del siglo pasado han dejado sus huellas entre la población. Al encarar esta nota pudimos comprobar que las generaciones del 50 y del 60 recuerdan con nostalgia las primeras manifestaciones colectivas de esta ciudad, señalando que las mismas estaban relacionadas con las carreras de caballos, las fiestas criollas, reuniones bailables y el carnaval. Según los testimonios, en las primeras décadas del siglo fueron las carreras de caballos las que centralizaron las preferencias de los habitantes de Chuy y zonas adyacentes.
Sin embargo, cuándo el siglo todavía no promediaba surgen las competencias deportivas con el nacimiento de las dos primeras instituciones destinadas a la práctica del fútbol: Nacional y Peñarol en el año 1933. En forma simultánea y quizás como elemento generador de “divisas” para solventar gastos van surgiendo las reuniones bailables, que si bien ya tenía remotos antecedentes, no estaban vinculadas al ambiente deportivo. Por La Coronilla eran famosos los bailes de Candiño, mientras en Potrero Grande se destacaban los de “Apriciño” que solamente con su numerosa familia y algunos invitados alcanzaba para tener que regar varias veces el piso de tierra. En esta frontera los bailes de Peñarol habían acaparado las preferencias del público en varias leguas a la redonda. Los mismos se realizaban en la vieja casona de don Alfredo Rodríguez, la que posteriormente fue adquirida por Peñarol mediante el aporte invalorable de don Gervasio Páez que ocupaba discretamente una pieza del fondo para los juegos de azar, que comandaban Ramón Rodríguez, el “doctor” Abdala, el “Cotica”, el “loco” Dante o el popular “Pirincho”. Eran tiempos de “gofos familiares” y timba generalizada con el visto bueno de las autoridades que colaboraban con la institución haciendo la vista gorda. El impulso generoso de algunos carboneros, determinó que la sede propia fuera una realidad en la década del 60, destacándose entre otros Luis Gómez, Justo Plá, José Cohelo, Marvel Riveiro, Castelar Núñez, Cosme Acosta y Roberto Lima. Entre algunos cantineros de diferentes épocas recordamos al Bebe Bobadilla, el “Mosca”Silvera, y al Hugo Mena.
Las reuniones bailables se realizaban todos los sábados y llegaron a convertirse en la máxima diversión de la población fronteriza. Un local popular y un ambiente familiar que solía alterarse con algunos altercados con heridos leves que matizaban la reunión hasta salir el sol. Orquestas para todos los gustos para complacer a los amantes del tango, del vals y del bolero, pasando por la mazurca , polcas y zambas brasileñas. Para los disfraces de carnaval era necesario el permiso policial, aunque luego de ser reconocido en privado por el portero ya no resultaba muy difícil adivinar el dueño de los rostros ocultos, por culpa de las infidencias. Los bailes de Peñarol se constituyeron en el principal acontecimiento de aquellos años y aseguraban el éxito económico que luego solventaba los gastos de la institución en le plano deportivo. Estos bailes marcaban el panorama de los carnavales fronterizos y representaban además un alegre motivo para que también los turistas se integraran al espectáculo.
Con el transcurso de los años fueron desapareciendo las máscaras y las costumbres se fueron renovando. Había que adivinar quienes estaban detrás de las caretas de grotescos perfiles, mientras el antifaz acortaba distancias entre los asistentes. Las colombinas y el Pierrot con su rostro enamorado han perdurado a través de los años y aquellos niños que miraban desde la ventana con sus pantalones cortos y su inocencia larga nos recuerdan hoy a la distancia los hechos mas significativos de los bailes de Peñarol. El pueblo se divertía con poca cosa lo que siempre era demasiado. Cuantos amores terminaron en casamiento y cuantos casamientos llegaron a su fin por culpa de estos bailes. Los años se han encargado de blanquear cabezas, pero quedan en el recuerdo la guitarra de Willians Decuadra, la Orquesta de Bon Suceso, de “Pedro Policia”, los Hermanos Mello, Sal de Fruta y finalmente la orquesta típica de Víctor Hugo.

Yolanda: la Reina Carbonera
La crónica no estaría completa si no mencionáramos a la eterna Reina del Peñarol de todos los tiempos: YOLANDA GARCÍA, que conjuntamente con su esposo (Amaral) marcaron una época en las reuniones bailables de la institución. Década del 50. Por la calle de tierra o arena conocida como la avenida internacional, avanzaba la murga que en algunas oportunidades ingresaba al baile para darle un nuevo elemento de alegría. Jóvenes con el rostro pintado golpeando latas y algún tambor en un vano intento de sustituir los instrumentos musicales que no existían y alegrar la concurrencia.
Ha transcurrido medio siglo y cuando pretendemos recrear estos acontecimientos en la imaginación, los vemos tan lejos que no podemos menos que ubicarlos entre las cosas que integran nuestros mejores recuerdos fronterizos.

Allí estaba Yolanda, entre pitos y matracas, cornetas, serpentinas, papel picado, caretas y antifaz que servían de alguna manera para alegrar el mundo mágico de una de las fiestas más populares del carnaval. Allí estaba la Reina Yolanda cambiando por algunas horas la careta que usaba durante todo el año por una de cartón que intentaba ocultar su identidad durante algunas horas.
Noches de copas y alegría donde la población se las ingeniaba para gastar durante una semana, la felicidad que habían economizado durante el año. Voces fingidas que rompían su timidez detrás de la careta de cartón, mientras del arroyo Chuy llegaba la “barba de viejo” que desde añejos troncos se trasladaba a la cara joven de los disfrazados. Junto a YOLANDA se dan cita en estos bailes los personajes más significativos de la sociedad, capitaneando barras y estrechando vínculos de amistad con jóvenes de otras localidades. Los bailes de Peñarol tenían ese “que se yo” con sabor mundano y reconocida fama lugareña, con la participación de dignos representantes de una generación con estilo propio. Sin embargo el paso de los años le quito su encanto. El club social, las discotecas y otros centros nocturnos donde la gente se divertía o se aburría de otra manera fueron marcando su final. En la década del 70 asistimos a los estertores de los bailes de Peñarol y la sede carbonera se fue quedando sin papel picado ni serpentina, pero sobre todo comenzó a faltar la alegría que había sido el elemento fundamental de estas reuniones. También se fue el matrimonio Amaral-García, con su alegría contagiante y un reinado de 30 años en los clásicos bailes de Peñarol.

sábado, 6 de febrero de 2016

EL PAPA FRANCISCO Y LA FELICIDAD. Por Julio Dornel.




Con el derecho a la duda que nos vienen generando   las supuestas reflexiones de los “dueños del mundo” sobre la felicidad, compartimos el siguiente texto adjudicado recientemente al  Papa Francisco.
“Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo, sólo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia. Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren. Me gustaría que recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajo sin cansancio, relaciones sin decepciones. Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza. No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.
No es aprender a tener alegría con los aplausos, sino a tener alegría en el anonimato. Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y periodos de crisis. Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser. Ser feliz es dejar de ser víctimas de los problemas y volverse actor de la propia historia. Es atravesar desiertos fuera de si, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma. Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos, es saber hablar de si mismo. Es tener coraje para oír un "no". Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta. Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran. Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros. Es tener madurez para decir 'me equivoqué'. Es tener la osadía para decir 'perdóname'. Es tener sensibilidad para expresar 'te necesito'.
Es tener capacidad para decir 'te amo'. Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz... Que en tus primaveras seas amante de la alegría. Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.
Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo, pues así serás más apasionado por la vida perfecta!
Usar las lágrimas para regar la tolerancia. Usar las pérdidas para refinar la paciencia. Usar las fallas para esculpir la serenidad. Usar el dolor para lapidar el placer. Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas.... Jamás desistas de las personas que amas. Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible!
 

LUIS ALBERTO ETCHARTEA. CARNAVALES CON SERPENTINA Y PAPEL PICADO. Por Julio Dornel.



                    Julio Dornel,escritor,periodista
 
Como no podía ser de otra manera, había nacido en pleno barrio Palermo, el 24 de marzo de 1925, en una modesta vivienda de la calle Isla de Flores. Consustanciado desde temprana edad con la vida de un barrio que respiraba candombe por los cuatro costados, mientras iba refrescando sus carnavales en la rambla, haciendo vibrar el corazón del sur. Eran los tiempos de carnavales con tablados en el barrio, bailes con disfraz, serpentina, papel picado, corsos vecinales, carros alegóricos y algún “asalto” entreverado. En este legendario barrio transcurrió la infancia de Etchartea, mientras se iba consustanciando con las ventanas adornadas, el bar esquinero, las agrupaciones y la colecta casa por casa para llenar la lata y terminar cargando los tanques vacíos para improvisar los tablados. En forma paralela comienza a trabajar en la
Cadena de Farmacias Virtus, pasando luego a BEISO y posteriormente a la farmacia del Círculo Católico. En 1968 se radica en nuestra ciudad y en setiembre del mismo año abre las puertas de farmacia EMAIL, junto al Banco de Previsión Social en la calle Numancia. Años más tarde comparte su residencia fronteriza con el balneario La Barra, inaugurado la calle “Isla de Flores” en homenaje al escenario donde había desfilado en su juventud con muchas murgas del medio mundo, entre las que recordaba con orgullo a Morenada, Lonjas del Cuareim, Sur y Palermo, y Los Patos Cabreros. Testigo y actor de otros carnavales, de otros tiempos, con otros valores. Aportó su generosidad y su creatividad trabajando siempre en beneficio de la comunidad.

En 1972 comenzó una actividad deportiva que lo mantuvo en la dirigencia del cuadro de sus amores durante varios años: CHUY WANDERERS. Alternó en distintas directivas con Hugo Sorozabal, Armando Fosatti, Tito Correa y Roberto Rosas. Entre varios jugadores de jerarquía que integraban el plantel recordamos a José Rocha, Alvaro Plá, Bibe Selayaran, Yongo Bitabarez y Yaburú Fernandez. Presidió durante varios años la Comisión Directiva de la Cámara Internacional de Comercio, organizando los primeros festivales DEL SOL NACIENTE, sobre la avenida Internacional. Fue el primer presidente de la Comisión Fomento de Puimayen, fundada el 17 de noviembre de 1987, y que tantos logros obtuviera para esa zona de La Barra. Su corazón se detuvo para siempre el 8 de mayo de 1990, pero no dudamos que seguirá interpretando sus tangos preferidos, como lo hacía en los tablados del barrio Sur.En las notas gráficas la tradición familiar se mantiene más vigente que nunca. Luis Alberto Etchartea se despide con “La Ultima Curda”, mientras su hijo Walter recoge la batuta de los ARLEQUINES DE FRONTERA, sin tener en cuenta que han pasado 50 almanaques.

viernes, 5 de febrero de 2016

RECORDANDO AL HISTORIADOR WILKINS MACHADO. Por Julio Dornel.




                    Escritor y periodista Julio Dornel

El verano ha sido siempre la estación indicada para revisar carpetas con apuntes y viejos papeles que llegan a sorprendernos por su contenido, haciéndonos disfrutar de situaciones y vivencias del pasado local. Fue en el interior de una de ellas que nos encontramos con un valioso documento que mucho contribuye a determinar la fecha fundacional de esta ciudad.  
El 8 de diciembre de 1981 el Poder Ejecutivo aprobaba la Ley Nº 15227 donde los consejeros de Estado Milton de los Santos y Antonio Gabito  proponían que la Villa de Chuy fuera elevada a la categoría de ciudad. Sin embargo para llegar al título de ciudad esta frontera debió recorrer un siglo de existencia, poniendo a prueba el esfuerzo de varias generaciones y donde cada una y a su manera debió aportar su cuota de sacrificio, de trabajo y de superación para llevar adelante los postulados de los primeros visionarios que poblaron la zona.
Al margen de los trabajos de investigación histórica de varios autores locales que hemos publicado oportunamente queremos detenernos hoy en una carta que nos enviara días antes de su muerte el historiador Wilkins Machado desde la ciudad de Castillos. Desde su llegada a Chuy en el año 1963 Machado fue revelando trazos de la historia fronteriza y sus habitantes hasta completar con fidelidad poco común un verdadero estudio de nuestro pasado. Fue testigo de las turbulencias fronterizas participando simultáneamente de todos los movimientos sociales, culturales y deportivos de la época. Nunca fue espectador ni permaneció ajeno a las inquietudes populares ofreciendo siempre una cuota de su investigación a los alumnos de los centros educativos y a la población en general.
En la carta aludida fechada en Castillos el 29 de Abril de 1988 (centenario de Chuy)  verdadero documento de nuestras raíces históricas señalaba: “te mando unos pantallazos de lo que entiendo es la historia de Chuy. Su nombre se ha materializado tanto, se encuentra tan atrapado por el problema económico, que se han descuidado valores tales como su historia, su cultura, su medioambiente y sus cosas más importantes, tan es así que la escala de valores ha sufrido un cambio tal que aquello que antes significaba honor, honradez, amistad, cultura etc, hoy es apreciado de otra forma, se ha perdido el amor al terruño, todos han llegado a la indiferencia total y otros se guían por historiadores extranjeros para desde  allí extraer nuestras raíces.”

Analizando luego el origen de esta población señalaba que “existen tres razones  fundamentales, que nos llevan a la  fecha mencionada; documentos a la vista, tradición y anécdota mediante de que el 16 de febrero de 1888 Chuy era un centro poblado puesto que en esa fecha ya existía aduana, policía y despachante de aduanas. Tres razones que por su importancia y significado determinan la realidad de un pequeño centro poblado.

En esta trilogía que hemos señalado se encuentran representados, los intereses legales de la República y su representación oficial en la frontera, los comerciales y los fiscales. Tres poderosas razones que nos lleva a sostener que en esa época y en esta zona del  país existía un núcleo o centro poblado.
Antes de la fecha que hemos mencionado encontramos algunos de los elementos en que basamos nuestra tesis, pero nunca antes del 16 de febrero de 1888.” Finalmente y haciendo referencia a nuestros limites con Brasil, Machado señala que “Luego de la (es nuestra opinión) desgraciada intervención de Lamas en la concertación de limites entre Uruguay y Brasil (1851/ 52) se empieza a establecer los limites concertados  mediante convenios y es así que a partir del marco Nº 1, ubicado a orillas del arroyo Chuy se comienza a construir una muralla con la intención de separar ambos países. Ya iniciada la obra, personas de relevancia de ambos países, se reúnen manifestando que entre ambas naciones no puede existir la vergüenza de un muro que nos separe. Como consecuencia de ello, luego de gestiones ante los gobiernos de ambos países, la obra no prosiguió y nuestra frontera pasó a ser una línea imaginaria que nos une y no un hecho físico separatista.
Aún hoy puede observarse la iniciación de esta obra, muro que arranca desde el marco Nº 1 ubicado sobre el arroyo Chuy, se prolonga por casi dos cuadras y tiene una altura aproximada de 2 metros y medio por dos de ancho.”

En documento adjunto Machado nos enviaba el decreto de la Junta Administrativa de Rocha que mencionaba los nombres de las personas que integraron la primera Comisión Vecinal. “En el Chuy el día 31 de enero del año mil ochocientos ochenta y ocho, reunidas las personas nombradas por la Honorable Junta Administrativa del Departamento para desempeñar la Comisión local de esta localidad resolvieron proceder al nombramiento de los respectivos cargos; Presidente Antonio Fossati y secretario León Ventura, integrándola además Francisco Olivera, Juan Rodríguez y Ezequiel Silveira.”
Estos documentos de indudable valor histórico estarían confirmando otras versiones que también establecen que la fundación de esta frontera ocurrió en el mes de febrero de 1888. 

Q U I E N   E R A    W I L K I N S   M A C H A D O 


Lo conocimos en 1963 cumpliendo tareas administrativas en la Receptoría de Aduanas, manejando con solvencia, capacidad y eficiencia un área muy problemática de una oficina destinada a controlar “las fronteras de la patria”.

Eran años tranquilos para esta dependencia y la soledad del oficinista fue propicia para que volcara en la vieja Olivetti una recopilación de datos históricos a partir de 1888 y algunos cuentos basados fundamentalmente en vivencias populares.
Nacido en tierras arachanes bajo la influencia  de una ilustre figura de las letras americanas como lo fuera Juana de Ibarburou, comenzó desde temprana edad a escribir poemas y cuentos que posteriormente continuaría en esta ciudad. Fue durante toda su vida una mezcla equilibrada de funcionario aduanero preocupado con los temas de su función y también las letras, pasando por la investigación histórica, por la narrativa y por la poesía.

Llegó a Chuy en el año 1955 compartiendo tareas con Madolé Rodríguez, “Chirimino” Decuadra, “Pepe” Laborde, el “Coco” Costa y otros funcionarios aduaneros cuyos nombres escapan a nuestra memoria. Wilkins perteneció a una generación inquieta, inteligente y dinámica que se caracterizó por desarrollar actividades culturales que tuvieron su máxima expresión en la década del 60.
Las actividades facultativas  del Liceo Piloto le dieron la oportunidad de realizar importantes trabajos de investigación histórica sobre el norte del departamento. Una posición de jerarquía  dentro de la Dirección Nacional de Aduanas no le impidió mantener activa participación en la realización de todos los eventos artísticos y culturales que se realizaban en esta frontera. Integrante y fundador del Equipo Frontera Chuy, alternó durante muchos años distintas comisiones del  quehacer fronterizo, siendo además preparador físico del Club Nacional de Fútbol. Hizo periodismo escrito y radial con una evocación permanente  de las cosas y la gente del “pago chico” como solía decirlo.
En el año 1966 hacíamos la presentación para una publicación liceal (Piloto Chuy) diciendo  que el espíritu sensible a la investigación histórica ha sabido  extraer de su producción un manojo de impresiones imborrables en el paisaje cautivante y envolvente de este pueblo fronterizo. Al conmemorar un nuevo aniversario de la fundación de esta ciudad, nuestro eterno agradecimiento a quien tanto hizo por rescatar las raíces de nuestro pasado histórico: Wilkins Machado.  

CARNAVALES…LOS DE ANTES. Por Julio Dornel






“Si la raza blanca bailaba al compás del arpa, del piano, del violín, de la guitarra o de la música de viento, ¿por qué la africana no había de poder hacerlo al son del tamboril”. Así lo señalaba el talentoso cronista Isidoro de María al analizar los orígenes del candombe uruguayo.
En primer término debemos señalar que las opiniones están divididas. Mientras algunos afirman que “carnavales eran los de antes”, otros vuelcan sus preferencias por el carnaval actual, un bajo porcentaje permanece indiferente, y ni siquiera asiste por televisión a las manifestaciones del Rey Momo.
En la década del 50 tras superar las dificultades del camino que serpenteaba entre los médanos se podía llegar hasta los bailes de carnaval que organizaban don Nicomedes Gómez y Pedro Veró en el rancherío de un balneario en formación denominado La Barra. Como el repertorio orquestal no era muy variado se podía amanecer con algunos temas que deleitaban a la concurrencia y que eran el último grito de los carnavales brasileños. Eran otros tiempos. Juventud sin malicia, ingenua y hasta con un poco de inocencia. La pequeña población tenía sus preferencias. Las máximas festividades pasaban por el fútbol, las carreras de caballos y los carnavales mientras algunos, transitaban con el estudio a cuestas para que algún día pudieran ser los primeros profesionales con sello fronterizo. Tiempos del trompo artesanal que la falta de juguetes electrónicos había convertido en una verdadera reliquia bailarina. La lejanía agranda la nostalgia y nos habla de carencias obligadas cuando la fabricación casera de los juguetes colmaba los deseos.
Las calles todavía no tenían nombre pero bastaba el nombre de los vecinos y allí estábamos en la vereda de Teofilo, de Caticha, de Elvira Rotta, de la Casa Fernández o la peluquería de “Pepito”. De la “Cidade Maravillosa” nos llegaban los temas de protesta inocente, haciéndonos saber que también en Río de Janeiro “de día falta agua y de noche falta luz”. También recordamos otros temas que pese a los años transcurridos mantuvieron su vigencia en las fiestas carnavalescas, donde era muy fácil comprobar que “cachaza no é agua no” o la chiquita bacana que procedente de la Martinica se vestía solamente con una “Cáscara de banana”. Todo marchaba fenómeno hasta que alguien desconforme abandonó su escuela de zamba y llegó hasta La Barra para gritar muy fuerte en la puerta de los bailes: “Vocé ahí, me da un dinero ahí” provocando una tremenda confusión entre los parroquianos. Era el grito que estábamos esperando y como tenemos una clara tendencia a copiar lo extranjero, venga de donde venga, nos gustó tanto el “jeitiño” que el carnaval semanal lo extendimos a un mes y finalmente a un año. El ejemplo fue cundiendo en todas las esferas y con distintos disfraces otros personajes se fueron anotando al carnaval anual. Muchos nos dirán que el carnaval dura solamente lo que nos marcan los números en rojo que señala el almanaque. Para otros todo el año es carnaval sin importarles mayormente los compromisos que les impone la sociedad. Sin embargo todos sabemos que existe otro Uruguay distinto, sin antifaz, que vive y trabaja por otros ideales.
El periodista brasileño Moacyr Scliar haciendo referencia a los carnavales de su país señala: “Vivimos realmente en el país del carnaval, pero hay también otro Brasil. Un Brasil que despierta a las 5 de la mañana y va para el trabajo. Un Brasil que va a la fábrica, a la construcción, un Brasil que soporta las filas para conseguir asistencia médica, un Brasil que se jubila con un salario ridículo, un Brasil que se muere temprano. Este Brasil tiene derecho a desfilar en la avenida, olvidándose por un momento de su miseria”. Recogemos las palabras del genial periodista norteño y plagiamos el texto señalando que también el pueblo uruguayo tiene sobradas razones para desfilar por la avenida, como lo ha venido haciendo desde el siglo pasado. Entre muchas figuras representativas del carnaval fronterizo nos encontramos con “Piqueno” que era además uno de los mayores exponentes del fútbol local. Era común por aquellos años que los jugadores de fútbol se integraran a los desfiles de carnaval, agregándole un nuevo elemento de atracción como sucedía en Montevideo con Leandro Andrade y el Pepe Sacia. En notas anteriores relacionadas con el carnaval local hicimos referencia a “Piqueno” señalando que tenía la virtud de otorgarle a esta festividad una cuota grande de alegría popular repartida entre los famosos bailes de Peñarol y los tablados de una calle de tierra que comenzaba a fijar límites entre los dos países. Talento y romanticismo a flor de piel para un hombre que conoció solamente la “escuela de la calle” y la universidad de la vida. Un ídolo popular que muchos recordaran con cariño mientras el desfile avanza por la Internacional ofreciendo un colorido que contrasta con el nivel artístico de aquellos años.
Chuy era solamente un barrio que no llegaba a los 1.500 habitantes, pero conformaba un grupo humano que vivía los carnavales de una forma muy especial. Por ese motivo cuando estamos a pocos días de una nueva edición del carnaval fronterizo queremos evocar una vez más la presencia del inolvidable “Piqueno” que fue sin ninguna duda el mayor aporte de la raza para los carnavales y que jamás se podrá borrar de la memoria de quienes tuvimos la suerte de conocerlo. También un recuerdo especial para Iván, el Rey Momo del Carnaval de Chuí durante muchos años, fallecido el 20 de julio del 2003 con 47 años de edad. Desde que el Municipio de había emancipado de Santa Vitoria Iván Silveira Vega se había convertido en la máxima atracción de los carnavales. Retrocediendo algunos años nos ubicamos en la década del 30/40 con la opinión de doña Carmen Moreno, “Antiguamente los bailes de carnaval se realizaban en el Club Social Luz y Vida del lado brasileño, con la presencia del inolvidable “Piqueno” que era el gran animador de los “cordones”, autor de las letras y director de los coros. Se pintaban la cara y recorrían las calles del pueblo cantando sus temas hasta llegar a un rancho largo donde funcionaba el Club Social y se realizaban las reuniones bailables”. Pese a su edad doña Carmen recuerda cuando votaron como Reina del carnaval a la joven Flora Iglesias que “hizo una presentación espectacular con un vestido de lamé plateado con una gran capa de terciopelo oscuro hecho en Santa Vitoria do Palmar. Recordamos además las marchas brasileñas ejecutadas por orquestas de Santa Vitoria y una local integrada por los hermanos Mello.” Mantenemos el título: Carnavales…los de antes.

martes, 2 de febrero de 2016

FUERTE HISTÓRICO DE SAN MIGUEL Por Julio Dornel.








 
 


                     Julio Dornel, escritor y periodista
 
Corría el año 1737 cuando la expedición del Brigadier Silva Paes decide levantar un fuerte en las Sierras de San Miguel consistente en un cuadrado con cuatro baluartes, con foso y puente levadizo ajustándose a las reglas de la escuela de fortificación de la época. Su construcción fue de menor resistencia al de Santa Teresa teniendo en cuenta que estaría destinado fundamentalmente a observar los movimientos de los españoles. Con el paso de los años el Fuerte fue perdiendo su importancia inicial hasta que en la tercera década del 900 se dispuso su reconstrucción y la reproducción de los principales aspectos de la época. Es fácil observar en la actualidad porcelanas del siglo XVIII, colección de premios y condecoraciones, habitación del capellán, alojamiento para oficiales, uniformes militares, cañones, réplicas de fusiles, barriles de pólvora y una impecable ornamentación de la Capilla dedicada a San Miguel.
Desde las petrificadas troneras los cañones siguen apuntando hacia el enemigo imaginario que avanza desde Brasil, como sucediera hace más de 200 años.
La antigua capilla del Fuerte sigue siendo uno de los lugares más visitados por el turismo que llega diariamente al Fuerte. En las notas gráficas podemos observar troneras y cañones que se mantienen amenazantes, ante la presencia imaginaria de nuevos invasores. El Fuerte con su museo representa en la actualidad la máxima atracción turística de la zona fronteriza y uno de los mojones más importantes de la arquitectura militar del siglo XVIII. 

jueves, 28 de enero de 2016

“LONDON PARÍS” Y LA ESCUELA 28. Por Julio Dornel

                 Escritor y periodista Julio Dornel

                

En forma sorpresiva como suceden las cosas inesperadas, un hecho fortuito nos permite hoy valorar la importancia de Internet cuando logramos utilizar sus canales para facilitar la información y complementar de alguna manera estas evocaciones.
Carlos Arce, periodista y “amigo desconocido” radicado desde hace varios años en Porto Alegre publicó en sus crónicas semanales los recuerdos de otro uruguayo radicado en Canadá, sobre su infancia montevideana y de alguna manera su vinculación con el London París.
Roberto Sanguinetti que así se llama este compatriota señalaba en la publicación aludida que “Es increíble que el ser humano guarde tantas cosas en su cerebro y en un instante, basta que alguien haga un gesto, diga una palabra, un comentario, para que se amontonen en nuestra mente viejos recuerdos que los recomienzas a vivir, a soñar, a disfrutar!!!
Mi madre fue costurera del London París por muchos años. En su vieja Singer confeccionaba pantalones de mujer para las cuatro estaciones del año, clásicos, de vestir, deportivos etc. Aproximadamente cada dos semanas mi madre hacía la entrega de lo confeccionado  y le volvían a dar otros dos fardos de telas cortadas.” El contacto entre Chuy y Canadá fue inmediato quedando pendiente las evocaciones de una tía de Roberto que también trabajó en el London y que vive actualmente en Montevideo. Sin embargo era impostergable ordenar los recuerdos y ofrecer un adelanto puesto que el tema para la crónica surgía automáticamente y por varios motivos.
En primer término darle luz verde a los recuerdos y evocar los años de la escuela Nº 28 cuándo los cuadernos TABARE, los lápices, las gomas y las hojas perforadas con las imágenes de Artigas o el desembarco de los Treinta y Tres, eran encargadas por correo a una dirección muy montevideana: LONDON PARIS S.A.  18 de Julio y Río Negro.
 Para evocar al London debemos clasificar detenidamente los recuerdos apilados en la mente para disfrutarlos con un dejo de nostalgia “chacarera”, que pueden ser triviales para quienes no vivieron las etapas de ese pasado irrepetible y sin duplicado.
Todo había comenzado en 1890 cuando una compañía de seguros (The Standard Life) encomendó la construcción de un majestuoso edificio en la céntrica esquina. Pasan los años y allá por 1908 don Pedro Casteres resuelve instalar una tienda distinta a las ya existentes en Montevideo y exige para ello la planta baja de este edificio.
La ciudad contaba por aquellos años con una población estimada en los 320000 habitantes, mientras que los principales acontecimientos de la época se habían centralizado en la inauguración del Hospital de Niños, la facultad de Medicina y el Hospital Militar.    
Crónicas de prensa nos recuerdan que en aquel año se iba para siempre  en Italia el amigo de los niños Edmundo de Amicis y el Río de la Plata desaparecía Jorge Newbery con su globo "Pampero”. También en 1908 surgía a la vida comercial del Uruguay el LONDON PARIS y en 1914 editó su primer catálogo con el “último grito de la moda” y una excelente encuadernación. Estos catálogos representaban un capítulo al margen, salían dos por año y eran enviados más de 60.000 ejemplares al interior del país y lo más anecdótico es que los precios de los artículos se mantenían hasta que se editara el próximo número que era enviado a sus clientes sin costo alguno. Este catalogo fue siempre una publicación apreciada y esperada por todo el país para realizar los pedidos por correo.
Cabe señalar además que el LONDON PARIS nunca tuvo  agencias ni sucursales en ningún punto del territorio nacional, el catálogo se enviaba gratis y su sistema de ventas establecía que si la mercadería recibida no era del agrado del comprador, se podía devolver o cambiarla por otra.

"NOS VEMOS EN EL LONDON"

En la década del 50 la empresa llegó a tener más de 1400 funcionarios y trabajar en la misma significaba por aquellos años, recorrer un camino de muchas posibilidades y de progreso personal. Cuándo viajábamos desde Cebollatí a Montevideo (una vez por año) en los camiones del “capataz Moreno” no podíamos dejar de visitar el “LONDON” y recorrer sus instalaciones, lo que significaba en aquellos años juveniles una aventura inolvidable.
Evocamos también su majestuoso edificio que nos deslumbraba en los primeros viajes a la capital y para no perder a nuestros ocasionales compañeros sentenciábamos al separarnos: “nos vemos en el London”. Como no recordar también los VIERNES ESPECIALES con extraordinarios descuentos y una multitud se hacía presente para comprar de todo. Cuando se entraba al LONDON teníamos la sensación de haber entrado en un mundo diferente del comercio montevideano, orgullo de esa ciudad y donde se podía observar una tendencia nueva en materia de comercialización. Hoy todo es historia que sirve para recordar a esta empresa que se mantuvo 58 años marcando rumbos en el comercio montevideano y desarrollando una actividad que lo llevó a convertirse en uno de los capítulos imborrables de aquel Montevideo. El LONDON PARIS cerró sus puertas en el año 1966. Nuestro agradecimiento a Carlos Arce (Porto Alegre) y Roberto Sanguinetti (Canadá) por el material aportado.

lunes, 25 de enero de 2016

YENNY JACQUELINE SILVERA. SERIEDAD Y RESPONSABILIDAD PERIODISTICA. Por Julio Dornel.




Hace varios años que Jacqueline Silvera viene marcando su presencia en distintos medios departamentales, otorgando fundamental importancia a los temas sociales y culturales que reclaman mayor difusión. Derrochando méritos y capacidad de interpretación, llega en forma creíble al público que acompaña sus programas radiales y televisivos, consciente de la importancia que rodea al periodismo del interior, tan lejos en algunas oportunidades de los centros de poder.  Un sorprendente currículun que comienza en la Escuela Técnica de la Comunicación y continúa en Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (Universidad de la República) diversos cursos en el Instituto de Cultura Uruguay- Brasil y seminarios culturales de Centros Mec, y cursos de periodismo sobre Niñez, Adolescencia y Género. Resulta imposible detallar su intensa actividad en la creación de productos turísticos y comercialización, teniendo a su cargo la conducción y producción de programas entre los que podemos citar a “La Red” en 102.3 FM Coronilla y el programa Magazine “Voces” en video-cable 8, desde hace 14 años. Cabe destacar además su presencia en la co-conducción de eventos entre los que podemos señalar “Miss Turismo” y “Miss y Míster Barra Atlántica- Garbuyo Producciones y “Miss Cable 8 para TV Cable del Este. 
                  

 PERIODISMO EN EL INTERIOR.

Haciendo referencia a la actividad que cumple el periodista del interior, se siente involucrada cuando señala que “
es preciso dejar en claro a qué le llamamos “periodismo”, con mucho respeto hacia cualquier persona, hacia su trabajo o desde el rol que desempeñe.
Estoy entendiendo “periodismo” desde el lugar del investigador o investigadora, que con seriedad y responsabilidad, recoge información y la transmite a través de un medio de comunicación ( periodistas serios y responsables de los cuales se ha aprendido y aprovechado bastante, los primeros en nuestro país antes de las carreras en lo público y privado), o la persona que se formó en alguna institución educativa y allí adquirió no solo herramientas, sino una formación, lo cual no lo exime de errores, pero va a minimizarlos. 
Periodista no es el que toma el oficio o profesión como un comercio, quien simplemente toma un lugar en un medio financiándolo. Eso es preocupante, hasta trágico. ¿Qué sucedería si hace lo mismo un maestro? Claro, no puede enseñar un maestro porque se le antoje nomás, y por qué ocurre en éste ámbito? ¿No es peligroso ni está mal ? Cuando alguna persona me haga un escándalo por la comparación le voy a responder muy segura que un medio de comunicación es formador de opinión y le puedo confirmar que se puede crear una realidad, fácilmente, guiar masas, conseguir un objetivo, sino lo creen, hay que leer, con atención investigar, observar la historia de la humanidad y no solo la de culturas o países. Ya se ha desprendido claramente mi opinión sobre el periodismo y en el interior del país más aún. Esta es una de las razones por la cual perdemos interés y ganas y nos vamos hacia otros ámbitos quienes nos hemos acercado a la comunicación. Creo que fuera de la gente que de otras generaciones viene desarrollándolo, se debe exigir y pagar como a cualquier otro profesional.
Este tema nos lleva directamente a otro: libertad de prensa. “Libertad sí, no libertinaje“, popular y antigua frase coloquial”.
                                           
REDES SOCIALES  
 
Sobre el papel que cumplen las redes sociales señala que todas muy buenas herramientas, para usar BIEN y como tal. Aún las estoy analizando con respecto a su alcance y resultados. Me preocupan mucho por los grandes horrores que aparecen básicamente en Facebook, por las faltas de ortografía (seguramente los muros son lo único que mucha gente lee, lo cual propaga el vocabulario mal escrito y mal empleado), también que se creen realidades a través del mismo (aunque eso pasa con los medios “tradicionales” también). Son importantes en el entendido que realmente tienen información y en muchos casos inmediata, permiten crear grupos de interés, como Linkedin, sirven a intereses personales e institucionales, lo cual es toda una revolución, porque realmente es efectiva más que un medio tradicional.
Era lógico que cuando pasáramos a integrar la “aldea global” que se hablaba en los 90 pero no se había propagado, nuestra cultura iba a cambiar su forma de comunicarse”.