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viernes, 29 de agosto de 2014

El vertiginoso ascenso de Lacalle Pou (parte 1) Daniel Chasquetti

 Zoom Politikon
27.Ago.2014

Uno de los dilemas más inquietantes de la campaña se vincula con la imprevista irrupción de Luis Alberto Lacalle Pou como candidato presidencial del Partido Nacional. Muchos analistas nos preguntamos cómo un diputado con apellido ilustre pero con baja popularidad, pudo transformarse en menos de dos años en uno de los favoritos para ganar la Presidencia de la República. Este tipo de fenómenos son frecuentes en sistemas políticos con partidos escasamente institucionalizados pero no tanto en países como Uruguay, donde las estructuras partidarias operan como filtros para las carreras políticas explosivas. Para formular una explicación más o menos convincente sobre el fenómeno resulta necesario realizar un breve pero necesario repaso sobre la trayectoria política de Lacalle Pou (primera parte) y luego ingresar en el análisis de los factores que parecen influir sobre su vertiginoso ascenso (segunda parte).

En busca de un destino

Lacalle Pou ingresó a la política con tal solo 26 años de edad, tras resultar electo como diputado por el departamento de Canelones en octubre de 1999. En esa ocasión, su madre, Julia Pou, fue simultáneamente electa como senadora por una lista alternativa a la oficial del Herrerismo, y como diputada por la hoja 400 en el mencionado departamento. Como suele suceder, Julia Pou optó por la banca senatorial dejando el escaño en la cámara baja a su hijo que fungía en la lista como suplente respectivo. En mayo de 2000, Lacalle Pou apoyó a su madre en la competencia por la Intendencia Municipal de Canelones, pero el resultado fue desalentador porque Julia Pou quedó relegada al tercer lugar, muy lejos del ganador, Tabaré Hackembruch y su contrincante principal, Angel Spinoglio, del Frente Amplio.

Durante su primera legislatura (2000-2005), Lacalle Pou cultivó el perfil típico de un diputado del interior. Sus pedidos de informes, intervenciones orales y notas escritas, estaban normalmente centradas en los problemas de Canelones: rutas departamentales, hospitales, centros educativos y situación de los sectores productivos aquejados por la crisis (granja, vitivinicultores, etc.). Las pocas acciones orientadas a la política nacional realizadas por Lacalle Pou versaron casi siempre sobre la situación del sector agropecuario durante y después de la crisis. Al igual que otros diputados blancos, Lacalle Pou votó disciplinadamente todas las propuestas impopulares que impulsó la coalición de gobierno del Presidente Batlle (creación de más de una veintena de impuestos con el fin de equilibrar las finanzas públicas) y las que más tarde propiciaron la estabilización de la economía y su recuperación. En la elección de octubre 2004, Lacalle Pou logró ser reelecto en su banca pero la situación de su sector en Canelones se tornó crítica al obtener una de las cinco bancas del Partido Nacional. Esta situación se confirmó en las elecciones departamentales del siguiente año, cuando Lacalle Pou apoyó con poco entusiasmo a Remo Di Leonardi, representante gremial del sector granjero, que quedó relegado al último lugar entre los tres candidatos presentados por su partido (que a su vez perdió la contienda con el Frente Amplio).

Durante su segunda legislatura (2005-2010), Lacalle Pou continuó cultivando al electorado canario pues su objetivo inmediato de carrera era ser Intendente. No obstante, su actuación legislativa se volvió más intensa debido a su actuación en la Comisión de Constitución, Legislación y Códigos, donde confrontó públicamente con algunas de las principales iniciativas del gobierno frenteamplista. En esos años, Lacalle Pou volvió a ser un diputado disciplinado votando en forma negativa buena parte de la agenda legislativa del gobierno de Tabaré Vázquez (entre ellas, las emblemáticas leyes de reforma del Sistema Tributario, creación del Sistema Nacional de Salud, ley de Educación, etc.). En 2006, encabezó junto a otros diputados de su partido una exitosa campaña para ejercer el derecho de petición que recolectó 120 mil firmas en respaldo a los proyectos de ley sobre seguridad presentados por la bancada nacionalista. Entre éstos, se destacaban la disminución de las penas para narcos que denunciaran bocas de pasta base, dejar sin efecto la destrucción de los antecedentes de menores infractores, la creación de una Dirección Nacional de Rehabilitación para menores infractores, etc.

Si bien esta campaña no produjo el rédito político esperado para el Partido Nacional, permitió a Lacalle Pou aumentar su visibilidad pública, a lo que sumó, a comienzos de 2007, su primer llamado a sala de un ministro en régimen de comisión general, para cuestionar al Ministro de Educación y Cultura, Ing. Jorge Brovetto, por la publicación del Manual de Historia Reciente a cargo de los historiadores Álvaro Rico, Carlos Demasi y Vania Markarian. Sin embargo, sobre fines de ese año, Lacalle debió pasar por un momento crucial en su corta carrera política. En un debate en sala en torno al libro “Cero a la izquierda”, que recoge las memorias del guerrillero Jorge Zabalza, Lacalle Pou protagonizó un escándalo con golpes de puños con los diputados emepepistas Juan José Domínguez, Jorge Naya y Hugo Arambillete. En esa ocasión, Domínguez llamó a Lacalle Pou “oligarca puto”, término que adquirió gran popularidad en los meses siguientes. La forma en cómo se resolvió el incidente, con las disculpas de los agresores y la aceptación del ofendido, favoreció el rápido olvido del problema. No obstante, vale acotar que en ese complejo evento, Lacalle Pou mostró el temple necesario para sobreponerse al revés, evitando que la opinión pública lo asociara en el futuro con el mote endilgado por Domínguez. Una primera gran prueba donde el diputado dio muestras de talante y aplomo.

Este conjunto de eventos mostraron a un Lacalle Pou ya instalado como referente en el elenco principal de la oposición. Esos avances tuvieron su confirmación electoral en las internas de 2009 cuando conformó con éxito su propio grupo, Aire Fresco, con base en los departamentos de Canelones y Montevideo. La vieja guardia herrerista, celosa del novedoso despliegue de Lacalle Pou, bloqueó su ingreso a la célebre lista de candidatos al Senado, poniendo a su padre (ganador de la interna frente a Larrañaga) en el íncomodo dilema de tener que optar entre el sector político que él mismo había revivido tres décadas atrás y el futuro de su hijo. Como sabemos, Lacalle Pou no fue candidato al Senado y Lacalle Herrera tampoco presidente, pues sufrió una severa derrota en la segunda vuelta presidencial de noviembre donde varios dirigentes del sector terminaron oficiando de "capitanes del naufragio". Pese a ello, para Lacalle Pou el resultado electoral de octubre fue muy bueno pues la Lista 400 incrementó su votación en Canelones en más de un 50% respecto a 2004 (pasó de 20 mil a 31 mil), obteniendo así dos de las cuatro bancas del Partido Nacional en el departamento (Lacalle Pou y Amin Niffouri), en tanto la lista 404 alcanzó su primera banca en la capital del país (Alvaro Delgado). El crecimiento electoral de su sector alentó a Lacalle Pou a competir por su objetivo principal, la Intendencia Municipal de Canelones en mayo de 2005. Si bien en esa instancia su votación volvió a crecer (prácticamente otro 50%), el resultado final representó un duro revés para sus aspiraciones. Marcos Carámbula, que competía por la reelección, aplastó al Partido Nacional consiguiendo casi cien mil votos más que esa colectividad. El Frente Amplio se consolidaba en Canelones y desplazarlo del gobierno departamental llevaría más de una elección.

Cambio de rumbo

El fracaso en los comicios municipales obligó a Lacalle Pou a replantear su futuro. Abandonó la pretensión de ser Intendente y comenzó a orientar sus acciones hacia la política nacional. La meta inmediata sería alcanzar un escaño en el Senado de la República en 2014 y más tarde competir por la candidatura presidencial del partido. El primer paso en esa dirección fue ejercer en el año 2011 la Presidencia de la Cámara de Representantes. Dado que el Partido Nacional contaría con ese cargo pro témpore en una sola oportunidad durante la legislatura (el Frente Amplio lo ocuparía tres veces y el Partido Colorado, una), la definición del nombre podía transformarse en una decisión complicada. Pese a existir varios aspirantes, Lacalle Pou movió bien las piezas y se quedó con la nominación gracias al apoyo del Herrerismo que prefirió cerrarle el paso a algunos diputados montevideanos de Alianza Nacional.

El ejercicio de la Presidencia de la Cámara otorgó a Lacalle Pou la posibilidad de acceder a los medios masivos de comunicación del país. Este aspecto es crucial pues como he mostrado en otro trabajo* un diputado promedio tiene una expectativa máxima de aparición en los horarios centrales de la televisión abierta de 21 segundos al año, lo cual muestra que su visibilidad es 9 veces inferior a la de un senador promedio y 23 veces inferior a la de un ministro promedio. Lacalle Pou aprovechó bien la oportunidad mostrándose como un dirigente capaz de dialogar con todos los partidos y capaz de desarrollar una administración austera de los recursos públicos del cuerpo legislativo. Así retornó al primer plano de la opinión pública ya no como el “hijo de Lacalle Herrera" sino con peso propio. A diferencia de lo ocurrido con Julio Luis Sanguinetti, también diputado por Canelones durante el período 2000-2005, o con Jorge Pacheco Klein, diputado entre 1995 y 1998, quienes nunca lograron escapar de las largas sombras de sus progenitores, Lacalle Pou comenzaba a desarrollar su propio capital político distante del de su padre.

Durante el presente período, la actividad legislativa de nuestro diputado disminuyó bastante respecto a la del período anterior y su foco de interés se centró primordialmente en cuestiones de política nacional. Se opuso disciplinadamente con su voto a varias de las iniciativas “estrella” del Frente Amplio como la ley del matrimonio igualitario, la ley de interrupción del embarazo o la legalización de la marihuana (incluso, apoyó la recolección de firmas y el pre referéndum contra la ley del aborto). También invirtió mucho tiempo en tejer acuerdos con diputados e Intendentes del interior con vistas a fortalecer sus posiciones en la interna partidaria. Mientras eso acontecía, el Herrerismo continuaba inmerso en los típicos dilemas de la sucesión del líder. Lacalle Herrera no sería candidato en 2009 y el sector necesitaba un reemplazo. Las figuras de Luis Alberto Heber, José Carlos Cardoso y Ana Lía Piñeirúa, candidatos autoproclamados, no despegaban en las encuestas (ninguno alcanzaba los dos dígitos de intención de voto dentro del partido) por lo cual comenzó a abrirse una ventana de oportunidad para los sueños de Lacalle Pou. A diferencia de los dirigentes mencionados, la imagen pública del joven diputado mostraba mejores registros, al tiempo que abría una perspectiva de renovación para un sector poco acostumbrado a los cambios y las novedades (de hecho, su elenco dirigente prácticamente no había cambiado en las últimas dos legislaturas).

A fines de 2012, Lacalle Pou consiguió el apoyo del diputado aliancista Javier García y en los primeros meses del siguiente año, obtuvo el concurso de José Carlos Cardoso, Carmelo Vidalín, Beatriz Argimón y de la misma Ana Lía Piñeyrúa. También captó figuras ajenas a la política como el filósofo Pablo Da Silveira, la sexóloga Carolina Villalba y la ex directora del Liceo Bauzá, Graciela Bianchi, de origen frenteamplista. Entre tanto, sus padres movían influencias en todo el país con el fin de obtener el apoyo político de dirigentes influyentes del Herrerismo al tiempo que iniciaban el reclutamiento de donantes para la futura campaña de su hijo. Ese conjunto de circunstancias y el lento pero sostenido repunte en las encuestas de Lacalle Pou, obligaron a Luis Alberto Heber a declinar su precandidatura. De este modo, a comienzos de mayo de 2013, la partida estaba concluida a favor de Lacalle Pou. Una encuesta de junio de ese año, realizada por la empresa Factum**, mostraba primero a Jorge Larrañaga con el 53% de la intención de voto partidaria y a Lacalle Pou con el 35%. Los otros candidatos Jorge Saravia y Sergio Abreu, no superaban el 10%. Ellos también serían cooptados por la ola que Lacalle Pou estaba desatando.

Parte 2: próxima semana


Montevideo Portal
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Notas

* Chasquetti, Daniel (2014). Parlamento y carreras legislativas en Uruguay. Un estudio sobre reglas, partidos e individuos en las cámaras. Montevideo: FCS-ICP.

** Ver http://www.lr21.com.uy/politica/1112678-larranaga-lidera-la-interna-del-partido-nacional-con-53-de-adhesion

jueves, 28 de agosto de 2014

MIERES CONVOCÓ A VOTAR AL PARTIDO INDEPENDIENTE EN OCTUBRE PARA ASEGURAR “GOBERNABILIDAD Y SENSATEZ”

INAUGURÓ LOS "ALMUERZOS CON LOS PRESIDENCIABLES" QUE ORGANIZA EL ROTARY CLUB ROCHA ESTE.

 “EN OCTUBRE LA ELECCIÓN SERÁ PARLAMENTARIA” 


 AUDIO COMPLETO AL FINAL DE LA CRÓNICA

El candidato presidencial del Partido Independiente inauguró este jueves 28 de agosto un nuevo ciclo de “Almuerzo con los presidenciables” que organiza el Rotary Club Rocha Este. Más de ochenta personas participaron del encuentro que fue transmitido en directo a todo el departamento de Rocha por los dos canales locales y la emisora radial Vida FM- Estuvo acompañado por los dirigentes partidarios Omar Rodríguez Erreca y Alfredo Peguri, los dos candidatos al Diputados del PI en Rocha. 

Pablo Mieres 

El tiempo que va a empezar a partir de marzo de 2015 va a ser nuevo y distinto independientemente del partido que gane. Habrán cambiado las condiciones políticas en las que se va a desarrollar el nuevo gobierno porque el que gane ya no tendrá mayoría propia en un Parlamento que va a ser más plural que el actual ,donde será necesario encontrar entendimientos, acuerdos y coincidencias . El presidente electo va a tener que salir a buscar entendimientos y encontrar caminos de diálogo. La elección de octubre será una elección parlamentaria porque la presidencia de la república va a quedar postergada como elección para el mes de noviembre. Es un dato que ya indican todas las encuestas y todos los analistas . Lo sabemos los propios candidatos más allá del discurso que cada uno pueda tener .El ciudadano deberá decidir en cuatro instancias electorales en el próximo tiempo, la elección del Parlamento en octubre, la elección del presidente en noviembre,la elección de los gobiernos departamentales y de los municipios en mayo. El ciudadano sabe que puede votar diferentes cosas en cada oportunidad buscando en cada una expresar aquello que más le convence. Esta situación es muy valiosa desde el punto de vista de la libertad ciudadana : votar primero Parlamento, luego presidente, después intendente y municipio. En ese marco el Partido Independiente aspira tener una bancada parlamentaria muy numerosa. Estamos convencidos que el 26 de octubre el Partido Independiente va a recibir un respaldo popular importante que implicará el incremento de nuestra bancada y en un Parlamento donde nadie va a tener mayoría propia vamos a tener la responsabilidad de jugar un papel político definitorio en dos sentidos. Va ser un puente entre los dos bloques porque este es el único partido con esa capacidad y eso va a ser muy necesario por lo tanto cuanto más sólido, cuanto más fuerte sea ese puente , es decir, el Partido Independiente, más condiciones vamos a tener de generar condiciones de entendimiento. Y vamos a tener también la función de control que es muy importante y el Parlamento ha perdido en los últimos años .La función de control político sobre el gobierno, el presidente y su equipo de gobierno, porque es imprescindible que desde el Parlamento haya una función de seguimiento , de marcar limites, de frenar lo que pueden ser abusos en el ejercicio del poder. Parlame4nto que tiene que recuperar esa capacidad de investigar, de frenar leyes que no son constitucionales, esas cosas que han quedado de lado en estos años por el ejercicio de una mayoría absoluta que se ejercido de una manera muy disciplinada que llevó a la toma de decisiones que han afectado el peso que el Parlamento debe tener en un sistema democrático. Desde esa perspectiva de un partido que busca convencer a los ciudadanos de la importancia de su peso político para ayudar a que el país camine vamos a analizar cuáles son a nuestro juicio los objetivos que el Uruguay debe lograr en el próximo período de gobierno. El título de nuestra propuesta programática es : “Transformar el crecimiento en desarrollo humano”. Esto es reconocer que el país ha vivido una década de crecimiento económico fantástico . Se está terminando la fase más expansiva de ese ciclo favorable y todo indica que el próximo tiempo no va a ser con tanto viento a favor , lo que no representará una gran crisis ni mucho menos pero sí un enlentecimiento de crecimiento y que las restricciones que va a tener el próximo gobierno serán mayores que las que ha tenido en el pasado reciente. No puede haber desarrollo humano en un país con la educación en crisis dijo. Al final de su alocución el candidato resumió: Se puede y se debe convertir el crecimiento en desarrollo humano , no hay excusas, tenemos todas las posibilidades . Eso sí ,tendremos que estar dispuestos a tomar decisiones con coraje , a veces difíciles, pero lo peor que hay es hacer la plancha.

martes, 26 de agosto de 2014

Semiólogo FERNANDO ANDACHT "Hay algo muy fuerte que une a Lacalle Pou con Mujica"


El semiólogo dice que el candidato se acerca al presidente en que ambos "transgreden sistemáticamente" la medianía uruguaya. La izquierda se aleja del “posibilismo”, mientras la derecha impone “la positiva”


La campaña electoral se expone a la luz de los signos. Gestos, discursos, y actitudes son analizadas por el semiólogo Fernando Andacht en su libro “En la cocina del sentido”. En entrevista con El Observador, Andacht, quien definiera a Lacalle Pou como un “ícono pop”, habla sobre la necesidad de una “juventud semiótica”, y sobre los cambios entre los signos asociados a izquierda y derecha ocurridos en la última campaña. “Nada es garantizado en la política electoral libre”, dice Andacht, en una campaña  con un “deslumbramiento ante un posibilismo siempre asociado a la izquierda”, que aparece en el discurso del Partido Nacional.
Desde el punto de vista de los signos, ¿cómo se produce la transformación del favorito en una especie de retador, y del que pasa del llano a ser el que centraliza la campaña?
En el libro yo me baso, por ejemplo, en cómo recibe cada uno la noticia de que ganó. Tenés en el Partido Nacional un discurso victorioso, totalmente consistente y que aumenta todavía un capital que venía acumulando. Pero en el Frente Amplio se produce algo tan inesperado, en algo que era tan esperado… En el discurso de Vázquez hay algo que brilla por su ausencia y es el saludo a su ex rival. Constanza Moreira era la entrada de lo nuevo. Era una irrupción de oxígeno nuevo.
¿Hay coincidencias entre Lacalle Pou y Mujica?
Inmediatamente uno diría: es un disparate, porque ¿cómo vas a comparar a un tipo que fue guerrillero, que sufrió lo que sufrió, con alguien que es un cajetilla, como dice el propio Mujica, de Carrasco?  Pero sí, yo creo que hay algo muy fuerte que los une. Carlos Real de Azúa define a la sociedad uruguaya como mesocrática. Que idealiza una medianía de “no sobresalir”. Esa medianía la trasgreden sistemática y ostensiblemente estos dos. Hay una relación carnal entre ese cuerpo irradiador de  atracción indicial, que Mujica y las cosas que dice y solo él puede decir. Algo semejante pasa con Lacalle Pou, que habla de terapia de grupo, de sus sueños. Son cosas ajenas, inéditas, y creo que la sociedad uruguaya sigue seducida por esa irrupción de lo nuevo.

¿Estamos en un proceso de personalismo cada vez mayor?

Eso en una medida no menor es culpa del propio mecanismo de esta interna, de la ausencia de debate. El personalismo viene como una especie de efecto negativo secundario, inevitable, cuando se desvía la atención del público, y no se confrontan ideas.

¿Cuáles son los signos que hacen al descenso de la imagen de Vázquez en clases medias altas, que ahora se estarían inclinando por Lacalle Pou?

En esta campaña tan reñida, más que nunca, los vicepresidentes van a tener un peso específico. No podés simplemente ponerlo como adorno.  Hay límites, umbrales del uso de la juventud biológica. Es la juventud semiótica, los signos de lo nuevo, los que pueden llegar a fascinar a las clases más altas y educadas. Habría esa especie de deslumbramiento ante un posibilismo que estamos siempre asociando a la izquierda. El Tabaré Vázquez de la primera presidencia, venía rodeado de un aura muy positiva y no podés decirle nunca a ese electorado más de lo mismo porque contradice la propia matriz.

Claramente desde junio hasta ahora hay otra sensación.
Los signos y las imágenes que se usan en el discurso no tienen propietario. Ocupan los signos aquellos que logran una afinidad más natural, en la manera que son recibidos por el otro. Hay relaciones entre los que usan los signos y esos elementos que tomamos como obvios, hasta que pasan estos pequeños cataclismos y decís: ¿este no era un principiante? ¿La renovación no era de la izquierda?

¿Izquierda y derecha tienden a moverse y confundirse?
En tan poco tiempo y con la atención flotante que existe hoy, por tantas pantallas, el candidato que gane es aquel cuyo discurso haga imagen de modo más instantáneo y fulgurante. Que tome ese atajo, que no es simplificar sino ser entendido como veraz, genuino, y ese es el desafío que tienen hoy los candidatos. Ahí es donde viene la bofetada para la izquierda, que pensaba que ya tenía ese acceso garantizado. Nada es garantizado en la política electoral libre, transparente.
Algunos opinan que hay  campañas que son solo acciones de marketing ¿Acaso no están soslayando un poco la fuerza de los signos?
Ese comentario cínico y ya gastado de que una campaña electoral es como vender un detergente no podría equivocarse más. Ese rap o remix de Lacalle Pou. Tratá de hacerlo con Larrañaga, con Bordaberry, con Tabaré. No le irían. Acá es el límite de la verosimilitud humana. No hay dos comunicaciones. El tipo de trasiego de comunicación que hay en la vida cotidiana, lo que hay en la publicidad y lo que hay en la política electoral, es el mismo. Hay una continuidad lógica entre los actos comunicacionales cotidianos, que son destinados a un ámbito familiar e íntimo y aquellos que llegan a millones de personas. La diferencia es que en una comunicación política, las estrategias y gestos  están apoyados por un equipo.

lunes, 25 de agosto de 2014

Las encuestas le dieron el 39% y cayó como una granada en el Frente


Dirigentes frenteamplistas sienten el “sacudón” de la caída de intención de voto y piden más trabajo militante



"Qué hay para hacer? No puede ganar (Luis) Lacalle Pou”, le dijo la semana pasada un militante de a pie a un legislador del Frente Amplio (FA). En una campaña considerada “fría” y en la que ha faltado apoyo del tradicional aparato sectorial de la izquierda hacia su fórmula, los resultados de las últimas encuestas encendieron las luces de alerta en el oficialismo. La charla contada por el dirigente a El Observador pinta el momento de la izquierda en la campaña electoral, al que ese representante denominó como “el efecto 39%”.

La caída de la intención de voto en los últimos sondeos de opinión pública representó un “sacudón” para el oficialismo -según admitió el candidato a vicepresidente oficialista, Raúl Sendic-, en una elección donde la izquierda era clara favorita. Aunque  Tabaré Vázquez muestra confianza en su triunfo, las últimas encuestas generaron alerta en el partido de gobierno.

En el FA reconocen que hace falta más trabajo y militancia. La situación llevó incluso a una reunión privada entre el presidente José Mujica, el vicepresidente, Danilo Astori, y Vázquez.

“Creo que podemos ganar, pero hace falta mucho laburo”, dijo el lunes 18 en ese encuentro Mujica, según informó el semanario Búsqueda.

La presidenta del FA, Mónica Xavier, también tomó cartas en el asunto. En los últimos días Xavier le transmitió a dirigentes de distintos sectores que las agrupaciones deben ponerse la campaña el hombro, dijeron a El Observador fuentes del FA. La dirigente advirtió que los sectores se enfocaron en armar sus listas y alianzas electorales en lugar de acompañar a la fórmula.

La inquietud entre dirigentes frenteamplistas también creó un ambiente de incertidumbre y rumores sobre el comando de Tabaré Vázquez. Al candidato le llegaron críticas sobre su asesor en publicidad, Claudio Invernizzi, e incluso iniciativas para poner otros técnicos que lo acompañen en el diseño de la campaña.

Allegados a Vázquez dijeron a El Observador que el candidato mantendrá su postura de tomar el mismo las decisiones fundamentales sobre el rumbo de su campaña y, a su vez, ratificó la confianza en Invernizzi.

Vázquez volvió a ser consultado ayer sobre si realizará cambios en su estrategia. “La estrategia no va a cambiar porque ya la tenemos fijada y entendemos que es una estrategia que está dando resultados muy aceptables”, dijo.

El candidato también dijo en el próximo mes buscará mayor presencia en los medios de comunicación y lanzará una serie de propuestas programáticas. Ese aumento de visibilidad también estará acompañado por propaganda en la vía pública y estrategias de saturación en las redes sociales. Ayer, de hecho, Sendic subió a su flamante cuenta de Twitter una foto de su compañero de fórmula en su casa de la calle Buschental con una bandera tricolor.

Las encuestas
Si bien Vázquez sugirió el jueves que las consultoras operan políticamente y reiteró su pronostico de un triunfo de la izquierda en primera vuelta, otros dirigentes de la primera línea buscan una reacción tras las últimas encuestas.

La senadora del MPP, Lucía Topolansky, transmitió un mensaje en ese sentido el jueves. “No desconocemos las encuestas de los últimos días, pero la única lucha que se pierde es la que se abandona; y ninguna encuesta registra que el FA haya abandonado la lucha”, dijo al cerrar un acto de su agrupación. Horas antes, durante un acto en el nuevo Mercado del Cordón. Vázquez había afirmado que las encuestadoras “buscar influir en el pensamiento de la gente para ver si logran de esa forma llevar agua a su molino”.

Una encuesta difundida el miércoles de noche por Cifra marcó una nueva caída del FA. El estudio de la consultora cerrado el lunes 18 fijó la intención de voto del oficialismo en 41%, dos puntos menos que hace un mes. En tanto, el Partido Nacional creció dos puntos hasta el 32%, el Partido Colorado bajó uno al 15% y el Partido Independiente se mantuvo estable en 4%. El 7% fueron indecisos.

La encuesta de Cifra mantuvo la tendencia a la baja del FA que han expresado los sondeos de otras consultoras. En la última medición de la consultora Equipos la intención de voto del FA fue de 39%, la del PN de 30%, y la del PC 13. Vázquez se refirió en dos actos de forma directa a ese estudio. Según el sondeo de Factum de agosto, el oficialismo alcanzó el 41%, los blancos 31% y los colorados 15%.

Vázquez reiteró ayer que las encuestas tienen “errores”, aunque admitió la posibilidad de un balotaje. “Creo que a veces hay que tener presente lo que se dice y no hacer una interpretación de lo que se dice. Yo digo que el FA gana en primera vuelta con mayorías parlamentarias. Con esto no estoy diciendo que no pueda existir la posibilidad de ir a un balotaje. En la primera vuelta algún partido político va a ganar”, dijo al finalizar una reunión en Facultad de Ingeniería.

CONSTANZA MOREIRA EN ROCHA “ La campaña recién empieza. El susto que se están pegando los frenteamplistas los está haciendo salir de sus casas”.



Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500




Ni vamos en coche ni tenemos la elección perdida. Tenemos un escenario de incertidumbre , los escenarios de incertidumbre son los escenarios con los que el Frente Amplio se ha manejado siempre salvo la elección del 2004”,dijo la senadora a El blog de Juanjo Pereyra.
Constanza Moreira visitó Rocha con motivo de la presentación de la lista 3311 que postula a Diputados a la maestra Alda Pérez.
En el acto, realizado en la Casa del Frente Amplio, estuvieron presentes todos los otros candidatos a la cámara de representantes de la fuerza política de gobierno : el actual presidente, Aníbal Pereyra y los jerarcas del gobierno departamental Pablo Barrios y Milton Ibarra. Acompañaron también representantes de todos los sectores frenteamplistas y el intendente, Artigas Barrios. Desde Montevideo llegó Pablo Anzalone, dirigente del PVP.

LOS SESENTA DÍAS DE MAYOR INCERTIDUMBRE DE LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS”

Vamos a vivir los sesenta días de mayor incertidumbre del Frente Amplio en los últimos diez años. Nuestra respuesta debe ser más política, más actividad,más militancia”, dijo Moreira a la concurrencia.
En las internas de junio la dirigente obtuvo el 18 por ciento de los votos en una precandidatura que desafió la del ex presidente Vázquez, actual candidato.
Constanza Moreira, socióloga y politóloga, hizo un análisis del actual momento político electoral.
Las encuestas muestran que el Frente Amplio sigue siendo el partido más grande ,la distancia que lo separa del Partido Nacional es de unos diez puntos ,lo que significa que sigue siendo el protagonista indiscutido del sistema de partidos. Cuando se muestran las encuestas de opinión se suma a todos los otros contra el Frente Amplio y es una suma engañosa porque no se puede sumar a Unidad Popular con el Partido Colorado, por ejemplo.

 "HIPÓTESIS MUY DIFÍCIL DE SOSTENER"

"Las encuestas muestran que el Frente Amplio no ha experimentado crecimiento y en algunos análisis estaría decreciendo. Yo encuentro muy difícil de sostener la hipótesis de que el Frente Amplio esté perdiendo puntos y mucho menos que esos puntos los gane el Partido Nacional”, dijo.
Podrá haber gente que pensaba votar al Frente Amplio y ahora está indecisa, lo que es muy raro, pero gente que pensaba votar al Frente Amplio y ahora quiera votar al Partido Nacional me parece una hipótesis insostenible. Hasta que no me traigan más evidencia científica no creo que el Frente Amplio esté cayendo en la intención de voto.
Puedo entender que el Partido Nacional esté subiendo pero no que el Frente Amplio esté cayendo”, agregó.

HABRÁ SEGUNDA VUELTA”

Las encuestas y los análisis políticos que se hacían en noviembre decían que la elección prácticamente la teníamos asegurada , que luego que Tabaré Vázquez dijera que sí, íbamos en coche . Esos análisis eran tan precarios como lo son los de hoy , ni una cosa ni la otra.
Ni vamos en coche ni tenemos la elección perdida. Tenemos un escenario de incertidumbre , los escenarios de incertidumbre son los escenarios con los que el Frente Amplio se ha manejado siempre salvo la elección del 2004 que aparecía como resultado de la crisis del 2002 mucho más favorable para el Frente.
La elección del 2009 fue también una elección con gran incertidumbre , ganamos la mayoría parlamentaria en el anca de un piojo con 48,5 por ciento”,aseguró.
Hoy es incierto el resultado donde para mí, al igual que el 2009 es claro que vamos a ir a una segunda vuelta . Sobre esto quiero ser transparente, no creo que el Frente Amplio esté en condiciones de ganar en primera vuelta con mayoría parlamentaria y tampoco lo creía en el 2009. Mucha gente me decía decinos que vamos a ganar en primera vuelta pero no, no íbamos a ganar en primera vuelta y ahora tampoco , eso sí lo puedo decir.

TENEMOS QUE IMPEDIR QUE LAS ENCUESTAS NOS VUELVAN CICLOTÍMICOS”

Tenemos que impedir que las encuestas nos vuelvan ciclotímicos , que impacten sobre nosotros en sentido negativo porque a veces una encuesta genera un ánimo colectivo o un envantelonamiento de los otros y en ese sentido las encuestas son un poderoso instrumento político”,destacó Constanza Moreira.

Vengo de San José donde el ex diputado Heber Sellanes quien fuera candidato a intendente en el 2004 contó que una encuesta le había dado en aquel tiempo que su rival en la interna ,en ese momento Cerdeña, tenía el doble de intención de votos que él. La encuesta que se le iba a dar en reserva a Sellanes se hizo pública y apenas se hizo pública una parte de su militancia se esfumó. Frente a esa encuesta él y los poquitos que quedaron a su lado dijeron, qué hacemos , desistimos o seguimos, y decidieron seguir.
Y siguieron y siguieron y siguieron y dos meses después el mismo analista político le dijo Sellanes, tengo algo bueno que decirle , ahora sus números duplican a los del candidato opositor. Y Sellanes decía , y sin embargo qué daño nos causó usted en esa encuesta porque mucha gente se fue”, contó.

EL SUSTO ESTÁ SACANDO A LOS FRENTEAMPLISTAS DE SUS CASAS”

Yo creo que al Frente Amplio le está pasando al revés, está estimulando más el ánimo combatiente que el derrotista. El susto que se están pegando los frenteamplistas en relación a esta encuesta los está haciendo salir de sus casas a todos , lo que me parece muy bien porque es el Frente Amplio todo el que gana una elección. No se puede pedir a la fórmula que libre sola esa batalla , sino que esta batalla la tenemos que librar todos y para mí la campaña recién empieza”,sostuvo.
Va a haber mucha más presencia de los sectores en la campaña porque hemos estado dos meses armando las listas que insisto es una de las tareas más tóxicas que tiene una elección y ahora se empieza a desplegarlas . Lo veo acá en Rocha, están todos presentando las listas, está todo el mundo saliendo a la cancha”. concluyó

Opinión Democracia en los bordes Eduardo Sanguinetti


La República

En octubre se elegirá presidente en Uruguay. Bien, según las encuestas pareciera que el Frente Amplio esta disminuyendo su potencial en cuanto al caudal electoral.
¿Por qué?, ¿a causa de qué conjura estaría ocurriendo esto?, ¿es que alguien ha muerto?, ¿Lacalle Pou es un líder carismático sin igual?, ¿el discurso de este candidato del partido Nacional es tan avasallador que seduce cual princesa a los votantes? Nada de eso: Lacalle Pou, en la ubicuidad de su ausencia, solo se ha asimilado al vacío conceptual y discursivo de este tercer milenio, dejando de lado el discurso y su celebración, asimilándose a la civilización de la cosa, convirtiéndose en objeto, cual sujeto del destino.
Ante el “estado de las cosas”, creo sería acertado que el Dr. Tabaré Vázquez, candidato del Frente Amplio, se asimilara a una gestión de campaña, con el apoyo de la capaz y perspicaz senadora Constanza Moreira, un personaje indispensable en esta campaña electoral, accionando desde perfiles imprevisibles, desde los bordes, los intersticios, desde donde el factor sorpresa sea una constante y un modo de instalar el discurso, pues el electorado ha mutado; no es el de hace diez años, este solo sigue tendencias y muchas veces las palabras huelgan ante la muerte de las ideologías.
Para esta nueva democracia sólo “sirve” que el procedimiento sea coincidente con el sistema de normas. La democracia se limita a un simple procedimiento, es un formalismo que, eso sí, hay que cumplir a raja tabla. Como el dogma es que al poder sólo se accede por el voto, cómo se consiga no interesa. La conservación del poder se realiza a través de una reelección perpetua con constituciones ad hoc; cómo se logre no se cuestiona.
Los asesores de Tabaré no deben ignorar que asistimos en nuestros días a la despersonalización de la política. Los políticos son reemplazados rápidamente por los tecnócratas al estar la política subordinada a la economía, manipulada por transnacionales. Y los tecnócratas, esto es, los políticos procedimentales, no tienen escrúpulos; el tecnócrata no da razones, sólo beneficios a quien le paga. Los grandes actos de corrupción de estos últimos años, en Uruguay y Argentina, fueron llevados a cabo por tecnócratas que asesoraban a los funcionarios en acto de gobiernos procedimentales.
En la democracia procedimental en plena vigencia, esta lógica de la exclusión funciona concentrando el poder político y económico en muy pocas manos. Así los funcionarios cuando renuncian o son destituidos no se retiran, como antaño, a sus casas, sino que son reubicados en otros puestos con ingentes ganancias, cumpliéndose así el principio que dice: a mayor privatización de la riqueza, mayor socialización de la pobreza.
No idealizo cambios, solo presiento. Y los presentimientos con bases sólidas operan como aventadores de rutinas, prejuicios y miopías en planos generales del pensamiento, poniendo en juego valores congelados en los escaparates de los ideales perdidos. Eso sí, se precisa coraje, pues el desafío es enorme a la hora de jugarse entero por un Uruguay donde las promesas de campaña electoral no han sido cristalizados, a pesar del deseo del presidente de “morir con las botas puestas”.
Este desarraigo brutal del régimen político por antonomasia de nuestros días provoca contradicciones tremendas que se manifiestan como injusticias flagrantes y permanentes ante la cual a los perjudicados, que son las grandes mayorías, sólo les queda la resignación o la reacción violenta. Existe también una tercera vía, mucho más árida, lenta y esforzada, que es trabajar en la formación de cuadros políticos munidos de convicciones axiológicas. Una tarea eminentemente metapolítica.

domingo, 24 de agosto de 2014

Izquierdas y estrategia. Mauro Mego Reboredo

El autor es profesor de Historia y  edil del MPP en Rocha

El ser de izquierda ha sido uno de los dilemas más grandes que enfrentó el campo progresista a nivel mundial sobre todo luego del derrumbe del socialismo real. La caída de esta posibilidad-y la desilusión o el viraje que representaron otras- abrió, o mejor dicho, reabrió algo inherente a la identidad de las izquierdas en el mundo: la discusión respecto de cuál es el objetivo que deben perseguir estas fuerzas, cómo deben hacerlo, hacia dónde, con qué actores sociales, y un sinfín de preguntas en este sentido. El siglo XX demostró que la construcción de una alternativa al mundo que tenemos, no es tarea sencilla y que no basta con buenas intenciones, con densos textos de ideología, con planes copiados, con experiencias importadas y que, en muchos casos de la historia el desenlace no fue el mejor y de socialismo poco se construyó. El mundo occidental, y el resto también, han tenido ensayos de diversos finales, pero sin duda que la caída del mundo socialista significó un replanteo para las izquierdas, sobre todo respecto de su inserción democrática, en aquellas fuerzas que debieron seguir transitando el camino de ser opción de cambio ante el cautivo electorado de los países en los que actuaban. De modo que muchas de las discusiones que se ambientan en la actualidad, en nuestro país, no son nuevas, sino que son inherentes al desarrollo de los partidos de izquierda y su estrategia.
Si aterrizamos en nuestro país el Frente Amplio es la fuerza de izquierda vigente en el marco político actual. Décadas de construcción política-no sin dolores-posibilitaron su llegada al gobierno del Estado en 2004 tras haber construido una amplia estrategia de suma de sectores progresistas, transformándose año tras año en un crisol heterogéneo y dinámico que atraía amplios sectores sociales, ya no solamente aquellos que habían cimentado su fundación en 1971. Desde la izquierda más radical, hasta el progresismo exiliado de los Partidos Fundacionales convergieron en un Frente popular que representaba fielmente la heterogeneidad elemental de nuestra sociedad, para despejar dudas a aquellos que veían en la izquierda solo una “amenaza” al orden democrático (visión fomentada desde los Partidos fundacionales cada vez más derechizados) y para motivar todo tipo de expectativas en aquellos que habían sido parte de esa construcción desde ángulos más ideologizados.
Las ideas fundacionales de muchos se vieron jaqueadas por la realidad concreta. El Frente Amplio llegaba por la vía democrática al Gobierno, pero sobre la base de un país que ya existía, que estaba prefigurado tras más de un siglo de construcción, que tenía un Estado heredado de tal manera, construido en base a la retroalimentación que significaban las cuotas clientelares de la peor cara de la política tradicional. Sumado a esta síntesis, la situación social y económica de un país que había reventado tras décadas de destrucción. Se puede incluso decir que casi medio siglo de paciente deterioro llegaban a su clímax en 2002. De modo que el Frente Amplio debía caminar, como casi todos los partidos de izquierda democrática, sobre un camino complejo que exigía agudeza en sus bases militantes, paciencia, comprensión y sentido pleno de la realidad. Atrás debían quedar los clichés en contra del “asistencialismo” estigmatizado por sectores urbanos, cultos y de izquierda intelectual, para dar paso a, por ejemplo, el Plan de Emergencia; una soga inevitable para personas que vivían en situación de alto riesgo y qué no podían esperar dos días más en esa situación. Estaba cada vez más claro que desde un modestos país de 3 millones de habitantes no se podían ensayar soluciones mágicas ni salidas revolucionarias. Esa estrategia de claridad había permitido la victoria del 31 de octubre de 2004. La clave era iniciar lo que algunos politólogos han llamado: la era progresista. Es decir, la administración de un Estado en el marco del capitalismo, y sobre él tallar soluciones más humanas y con un profundo sentido social para re-dimensionar al Estado en esa línea. Y está claro que la estrategia de construcción en el marco institucional vigente no es sencilla, es lenta, con disgustos, con idas y vueltas, gradual.  Así, en términos generales la izquierda introdujo cambios significativos-aunque tal vez no rimbombantes- en la sociedad, la economía, el Estado, la gestión, el ingreso a la función pública, el campo presupuestal, etc. Podríamos seguir enumerando pero  existen a disposición indicadores que así lo avalan.
Pero nadie que se precie de actor político puede solo detenerse en los muchos y buenos logros que tenemos. En primer lugar, la estrategia de construir una sociedad mejor, diferente, desde la acción democrática significa saber de la caducidad y la limitación del poder conferido por la gente. La democracia liberal no permite descansar sobre una detentación de poder permanente sino sobre la base del examen riguroso del soberano (la gente) el cuál individualmente es movido a elegir, a votar, por motivos tan variados como indescifrables.  Tal vez una de las dificultades iniciales pudo haber sido no advertir ese proceso de desafío permanente y haberse visto fagocitado por el desgaste de gobernar. Ni bien se administra se pone a prueba mucha cosa: muchos de los que depositan el voto o la militancia tienen en última instancia una expectativa netamente individual que no siempre se ve satisfecha. Por eso se debe ser crítico sobre eso de “atender a los desencantados” porque es de orden entender  que los “desencantados” lo son todos por variopintas razones, alunas “disfrazadas” de pureza ideológica. Gobernar trae consigo problemas lógicos de intentar administrar los conflictos de una sociedad que los alberga como parte constitutiva. Si hacemos una suma de estos costos es claro que el desgaste se expresa en una parte importante de la porción que inicialmente acompañó el proceso político.  De ese modo, muchos han iniciado otras construcciones que se presentan como “la verdadera izquierda”, “la mejor izquierda” y tantas izquierdas como puedan imaginarse. No faltan las expresiones estalinistas que tratan de traidor a cuánto funcionario de gobierno existe, o aún peor, a cuánto militante de buena fe que aún cree en la validez de la herramienta Frente Amplio.  Detrás de esto están muchos ciudadanos bien ponderados, buenas personas que legítimamente no ven satisfechas sus expectativas y lo están también personas vulnerables como cualquier ser humano, subidas en un púlpito por lo menos peligroso de sindicar con el dedo. Entonces vuelve una pregunta repetida: “¿Qué es la izquierda?”, “¿Cuál es el camino?”. No intentaremos poner a prueba ningún izquierdómetro tal cual parece estar de moda en algunos segmentos del campo popular por estos días.
Hoy las reglas de juego son las mismas: la Democracia. Cualquier construcción política con ánimo de implementar cambios juega en el marco electoral como camino para intentar lograrlos. Tal vez debamos reconocer que el anti-electoralismo que hoy sufrimos es fruto de escuelas de alguna época que hoy se vuelven en contra. En estas reglas de juego, tenemos varias opciones democráticas que son: Un Partido Nacional cooptado por el Herrerismo, un Partido Colorado cooptado básicamente por Bordaberry (tal vez cerca del riverismo, o del ruralismo, pero que tampoco presenta organicidad), un Frente Amplio con diez años de gobierno progresista (con lo bueno de eso pero también con lo malo), el Partido Independiente (se dice socialdemócrata y come de la porción progresista, se presenta como una minoría excesivamente tecnicista y principista que no termina de transformarse en opción real) y la reciente Unidad Popular (Asamblea Popular y otros, la “izquierda pura”, desencantada, discursivamente radical cuyo objetivo es socavar al Frente Amplio e incluso  llevarlo a la derrota a fin de crecer). Esta última, tan fascinante que puede a veces presentarse en simposios ruralistas sentada al lado de la derecha más recalcitrante. Pero sin duda que la invocación de esos desencantados es la ideología como un cuerpo inmóvil y que están en muchos sitios del electorado. Por lo tanto muchos de esos desencantados no vacilan en intentar demostrar que “todos han cambiado” (menos ellos), qué es la praxis del Frente la que no es “la misma que antes”, generando una actitud fácil y sencilla que justifica automáticamente no intentar cualquier esfuerzo analítico. El análisis no interesa, no importa, las cosas son “así”. Tal vez  este es uno de los peores pecados de las fuerzas de izquierda o progresistas para ser más amplios.  
Actualmente vuelve a vivir la pregunta de Lenin: “¿Qué hacer?”. La visión estratégica para las fuerzas progresistas que juegan en el campo democrático y asumen sus reglas es más importante que cualquier cosa. Para ello hay varios ejemplos. Durante el último gobierno del PSOE español estalló en la cara de todos la crisis que aún padecen millones de españoles. Ante esta tragedia, el sistema político se vio interpelado por movimientos nuevos, aparentemente civiles y a-políticos. Si hacemos un análisis de esos llamados “indignados” seguramente veremos que la mayoría provenían de la juventud universitaria de izquierdas, o por lo menos progresistas. Muchos advirtieron lo efímero de esos movimientos y qué su futuro podía estar asegurado si y solo si culminaban solidificándose como verdadera alternativa política. Sin embargo perecieron rápidamente pero con un costo no menor: la victoria del PP. En el marco de descrédito muchos sectores sociales y políticos olvidaron analizar el proceso que los llevó a la crisis, desmenuzar los costos y beneficios que sus acciones tendrían, y de ese modo, detrás de buenas intenciones, la estrategia solo desgastó (naturalmente y no sin errores propios del PSOE) al campo progresista, que tenía problemas inocultables. Pero sobrevino Rajoy cuyas soluciones son las mismas de siempre, el ajuste del pueblo y una economía y sociedad conservadora como propuesta que solo lleva a despojar de derechos a los sectores populares, entre otros lastres. De ese modo, faltó visión estratégica (no tan sencilla en un contexto de crisis, es cierto): se le dio el poder a los padres de la criatura de la crisis. Al Zorro a cuidar a las gallinas. Por eso, construir alternativas populares no es cosa de dos días en las democracias occidentales, todo lo contrario, lleva tiempo, sinsabores, desgastes, por eso es esencial cuidar aquellas fuerzas que realmente pueden disputar el poder a las derechas. ¿Qué hubiera sido de la resistencia a la Dictadura si nos hubiéramos puesto a discutir entre los wilsonistas y los comunistas? ¿Qué valía más? Valía más el objetivo común, el enemigo común que esas diferencias menores. Eso fue visión estratégica en momentos mucho más tensos de la vida del país. ¿Qué hubiera sido del frente de los Republicanos de la Guerra Civil si se hubieran cerrado en sus diferencias? Y así hay varios ejemplos de agudeza estratégica, cuyo objetivo es siempre el mismo: la gente, priorizar el futuro de la gente y cómo esa gente vive mejor.
Hoy los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad están expectantes y muchos sin siquiera saberlo serán rehenes de este mapa electoral. No parece justo que por aparentes diferencias ideológicas, por disgustos por tal o cual decisión de gobierno, por algún acto corrupto aislado (aprendimos que la condición humana no reconoce ideologías) o incluso por no haberse satisfecho un deseo personal legítimo se esté allanando el camino a una derecha renovada en estrategia pero pura en contenido, que no tendrá dudas ideológicamente de hacia dónde debe encaminar su visión de país. Nadie puede decir que se trata de ocultar los problemas, en absoluto, pero entendernos que estos problemas son más fáciles de  resolver hablando un mismo idioma que hablando en claves distintas. Además se olvida que las fuerzas populares están en eterna construcción, incluido el Frente Amplio. En este marco, ser de izquierda significa ante todo, tener visión estratégica, manejar los tiempos de la acción política, previendo con rigurosidad cada paso que se da. De errores estratégicos están llenas las tragedias humanas, y el siglo XX en dónde todo parecía estar al alcance de la mano vaya si demostró esa y otras lecciones. Hoy en el medio, lejos de nuestros pareceres, está el futuro del país y no es excusa ninguna diferencia que tengamos-como todos tenemos-con los diez años del gobierno del Frente. Se trata de caminar por el medio entre los deberes estratégicos y el extremo de la soberbia enceguecida (otro mal no menor) teniendo como faro la construcción densa y compleja de un lugar mejor. Parece inaceptable, torpe e irresponsable invocar “izquierda” abriendo paso a la derecha más dura cuyos costos pagará el país de verdad, el de abajo, porque la diferencia entre izquierda y derecha (que la derecha quiere ocultar) está más viva que nunca.  La tarea más importante de la izquierda es estar siempre a la altura que la coyuntura indica y no andar en función de caprichos.

viernes, 22 de agosto de 2014

Los peligros del desorden Marcelo Pereira


  ladiaria

Columna de opinión. 

El Frente Amplio (FA), abofeteado por sucesivas encuestas, se propone recuperar terreno en los dos meses de campaña electoral que le quedan. Pero, como pasa en cualquier partido de fútbol, tratar de ganar a la desesperada tiene sus riesgos. Para comprenderlos, es preciso tener presentes algunos datos estructurales.
Desde la reforma constitucional de 1996, que obligó a los partidos a realizar las elecciones que llamamos internas, blancos y colorados se han acostumbrado a definir en ese acto el ordenamiento de sus ofertas para integrar el Parlamento. Lo habitual es que los dirigentes se vayan alineando detrás de los aspirantes a la postulación presidencial antes de las internas, y que en ellas se midan relaciones de fuerzas para determinar el armado de las listas que se presentarán en octubre. Esto implica que los sectores hagan importantes esfuerzos monetarios y de movilización desde los comienzos del año electoral hasta esas elecciones primarias, y que luego una parte mayor del peso de la campaña recaiga sobre la fórmula presidencial.
En el FA, por el contrario, lo más frecuente es que, mientras se desarrolla la campaña para las internas y después de éstas, cada sector vaya definiendo, por decisión de sus propios organismos y en negociaciones reservadas, el orden de presentación de sus candidatos al Parlamento y el sublema que integrará en octubre. Por lo tanto, lo normal ha sido que los sectores (y, con ellos, la plana mayor de los dirigentes) salgan a la cancha en el último tramo de la campaña, salvo cuando las principales figuras de uno o más de ellos compitieron por la postulación presidencial, como sucedió, sin ir más lejos, en 2009.
El postergado ingreso a escena de los referentes sectoriales frenteamplistas, que ha comenzado a producirse en estos días, se da esta vez en un contexto peculiar. Por un lado, coincide con (y ha sido precipitado por) la difusión de sondeos de opinión pública que señalan una tendencia decreciente en la intención de voto al FA, antes muy instalado en la convicción de que, una vez definida la candidatura de Tabaré Vázquez y dedicado éste a la campaña, tal intención se mantendría en los auspiciosos niveles previos o aumentaría. Por otro lado, la conducción de la campaña central es hasta ahora bastante inescrutable, y no se desarrolla en diálogo con representantes calificados de los sectores. Si se mantienen las circunstancias mencionadas, aumentarán las probabilidades de que la sumatoria de nuevas voces se produzca con una mezcla de nerviosismo y descoordinación que puede resultar contraproducente.
Vázquez es desde hace muchos años el líder suprasectorial de una abrumadora mayoría de su fuerza política, y esto determina que dentro del FA las fracciones puedan multiplicarse y cultivar perfiles propios en mayor medida que las de los partidos Colorado y Nacional, cuyas identidades se atenúan y aglomeran al presentarse, forzosamente, como matices dentro de un bando, dirigido siempre por un jefe de sector. Esto otorga a los frenteamplistas la capacidad de desplegar una gran diversidad de perfiles y apelaciones, que es parte de su capital colectivo y a menudo ha constituido una ventaja (por ejemplo, cuando, en la última década, “la interna” del FA fue percibida como el escenario más relevante para definir los rumbos del país, sin que importara mucho qué opinaban los demás actores políticos).
Pero la diversidad puede dejar de sumar o aun de multiplicar la convocatoria, para pasar a restarle potencia, si el oficialismo ya no es visto como mayoría del país, si su común denominador programático no se comprende con facilidad, o si le faltan lineamientos estratégicos colectivos que acoten y articulen la acción sectorial. Todo eso sucede actualmente, y de la capacidad de revertirlo que muestre la dirigencia del FA dependerán, en gran medida, los resultados electorales.

PARA LUIS LACALLE POU: MINERA ARATIRÍ ES «INVIABLE»





El Este
El candidato a la Presidencia, Luis Lacalle Pou, dijo que el proyecto minero Aratirí es inviable y agregó que "mi olfato me dice que la nueva modificación del lugar para sacar la producción (la Angostura de Rocha) es una excusa para empezar a irse", entendiendo que está incidiendo el precio internacional del hierro. Sus declaraciones fueron vertidas a la prensa lascanense y la Nueva Radio de Lascano brindó gentilmente el material periodístico a El Este.
En su encuentro con la prensa en la ciudad de Lascano, como así también con las fuerzas vivas de aquella parte del norte rochense, en lo que fue la primera etapa de la gira presidencial de la fórmula nacionalista en este departamento, manifestó que sus expresiones respecto a Aratirí, lo hacía en primera persona. Recordó, que estuvo en contra de su instalación y mencionó que con anterioridad expresó que se trata de un proyecto "inviable" y lo es desde su perspectiva actual.
Manifestó, que se estudiaron los temas de la empresa, la economía y el impacto ambiental que representaría para Uruguay el proyecto minero de Aratirí, señalando "que la empresa no tiene plata". Argumentó, que "salió a buscar 25 millones de dólares a través de Afapt República y si uno tiene dos mil millones de dólares no sale a pedir chirolas". Dijo, que "el credito no lo otorgaron".
Afirmó, que la ciudadanía desconocía el proyecto Aratirí y que el gobierno puso la carreta delante de los bueyes al tratar de firmar un contrato antes de contar con el permiso ambiental, generando un compromiso.
Al ser consultado, sobre las tendencias de las encuestas que dan en crecimiento a la fómula nacionalista, dijo que las mediciones son un termómetro de la realidad, generándose una ilusión y una esperanza a partir de una propuesta que no agrede, ni tampoco insulta. "Voy a  confiar en ustedes", es lo que nos dice la gente, indicó en la ciudad de Lascano. "Es obvio que cuando los números nos dan a favor se nos dibuja una sonrisa", agregó.
En su enfoque para el presente y futuro de la economía de nuestro país, Luis Lacalle Pou, señaló "un optimismo moderado, dado que el crecimiento continuará, quizás no tan rápido y "somos partidarios de emprolijar la economía más que ajustar", dijo. "Es inconcebible que se perdieran diez años de bonanza, con números muy buenos en la macro economía y no así en la doméstica de sumas y restas". Con dificultades, dijo no solo desde el punto del déficit monetario sino también en el desarrollo humano y de infraestructura".


Para Lacalle Pou, que no le gusta demasiado hablar de reforma del estado porque resulta demasiado pomposo y de promesa que después se torna difícil cumplir, dijo que es necesario aplicar el concepto de gestión por resultado, con evaluaciones, rectificaciones y monitoreos periódicos "y que cada peso de la gente no termine en la vuelta de la burocracia".
Dijo, que se han observado destellos de la buscada reforma del estado, con un modelo exitoso en la DGI, "el silencio de la administración tal como en la Dinama con plazos para contestar sobre los permisos que están encima de la mesa", también consideró la necesidad que el funcionario público compita en transversalidad, por ejemplo que un funcionario del Ministerio de Vivienda compita por un ascenso en un cargo de Ute, "sin compartimentos estancos, con un criterio de productividad y excelencia".
Por su parte, el candidato a la vice presidencia, Jorge Larrañaga, dijo estar muy cómodo trabajando, "orgullosamente por mi partidio". Señaló, que "se están brindando certezas, sabedeores del compromiso y esto nos da peso político". Afirmó, que al otro día de las elecciones, el lunes 27 de octubre vamos  a tener la realidad en la cara, con la necesidad de conformar mayorías parlamentarias y asumir el eje de discusión de los grandes temas del país. "Tenemos vocación de diálogo, no andamos con el puño crispado y la enorme alegría de la convicción que sostenemos", dijo.



MARIHUANA
El candidato presidencial del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, fue consultado en la ciudad de Chuy acerca de la ley que regula la venta y consumo de marihuana. Un periodista planteó su preocupación porque, según dijo, la del Chuy es una "frontera seca" en la que el tráfico es difícil de controlar.
"No se va a cumplir", auguró Lacalle. "Es una ley sobre la que ni siquiera los actores involucrados están convencidos", afirmó.
La derogación de la ley es parte del programa de los blancos. Lacalle está de acuerdo con el autocultivo pero no con el registro de los consumidores ni con que el Estado produzca la droga.
Dijo que no le queda "ninguna duda" de que a pesar de los esfuerzos que está haciendo el gobierno por empezar a implementar la ley, "va a terminar solo en autocultivo". Y agregó: "Es una ley en la que el Estado abandonó su rol de velar por la salud pública".
El periodista insistió con el tema de la frontera y le preguntó si considera que no se pensó en el tráfico cuando se ideó la norma. Entonces Lacalle disparó: "No se pensó en la realidad".

Lacalle Pou también se mostró cauto ante resultados de encuestas



Lacalle Pou también se mostró cauto ante resultados de encuestas
ad/hoc Javier Calvelo
espectador.com
 
Luis Lacalle Pou también se refirió a los sondeos y se mostró cauto ante lascifras que muestran un crecimiento de dos puntos en la intención de voto del Partido Nacional.
En su recorrida de campaña por Rocha, Lacalle Pou se mostró tranquilo, charló con los vecinos, se sacó muchas fotos y hasta bromeó con un niño de que va a tener que dar cursos sobre cómo hacer la bandera. Casi no habló de propuestas programáticas.

Desde su entorno, dijeron al diario EL País que “la pelota está en su cancha” y señalaron como ejemplo que en el oficialismo se han pasado la semana hablando de la designación de Azucena Arbeleche como eventual ministra de Economía.

Pero aunque entre algunos asesores se percibe un aire de excitación e incluso triunfalismo, Lacalle Pou fue moderado en sus comentarios respecto a los sondeos que muestran un crecimiento del Partido Nacional.

"Le comentaba a algunos compañeros y a gente que obviamente en su momento no nos creía tanto, que para nosotros al final del camino había una luz. Que obviamente era tenue, pero que dependía mucho del esfuerzo nuestro. Y bueno ahora brilla un poquito más, no del todo. No del todo pero brilla un poquito más".

Como parte de su gira por el este, el candidato nacionalista visitó Punta del Este, donde criticó la gestión del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y lo acusó de “no confiar en la policía”.

Lacalle Pou afirmó en una conferencia con empresarios organizada por la Liga de Fomento y Turismo puntaesteña, “que el ministro del Interior tiene que ser un tipo que entienda que es el primer policía”. Dijo que si el que está al frente de esa cartera se tiene que levantar a las tres de la mañana para ir a la Seccional 17º para ver lo que está pasando, lo debe hacer. Agregó que Bonomi “ha implementado mecanismos erróneos en lo que hace al despliegue territorial”. Criticó que se le haya sacado peso a las comisarías, el desmantelamiento de Radio Patrulla y agregó que el 911 funciona tan mal que mejor no llamar.

Por otro lado, dijo también que si cuenta con los votos, derogará la ley de responsabilidad penal empresarial en un eventual gobierno suyo porque la norma establece un “delito que no es del todo claro”.

Además agregó que el pedido de Zamin Ferrous para cambiar la localización de su Terminal portuaria es una “excusa más” porque la empresa finalmente no se va a instalar en Uruguay.

jueves, 21 de agosto de 2014

Vázquez: encuestadoras tratan de "influir en pensamiento de la gente"


El candidato a la Presidencia por el Frente Amplio continúa la arremetida contra las encuestadoras cuyos últimos resultados han marcado una caída y un avance del Partido Nacional en el último mes.

Tabaré Vázquez en Tacuarembó. Foto: José Estéves / Archivo
El País

El candidato presidencial del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, puso hoy en duda la confiabilidad de las encuestas de opinión pública al afirmar que las cifras que se divulgaron en las últimas horas sobre intención de voto se difunden “para ver si logran influir en el pensamiento de la gente y llevar agua para su molino”.

Vázquez hizo estas consideraciones en la segunda etapa de una visita a dos barrios de Montevideo, Arroyo Seco y el Cordón, donde estuvo acompañado por su compañero de fórmula Raúl Sendic, ministros y legisladores del Frente Amplio.

“Están nerviosos”, sostuvo, en alusión a los partidos de la oposición, y arengó a sus seguidores a “ganar la elección en octubre con mayoría parlamentaria”.

En su mensaje en el Mercado del Cordón, el presidenciable dijo que hablaría sobre las encuestas “porque me lo pide la gente”.

El Frente Amplio y la derrota de la Concertación en Chile

Zoom Politikon

 

Daniel Chasquetti

20.Ago.2014

Hace un tiempo me topé en Chile con el libro del sociólogo Eugenio Tironi, "Radiografía de una derrota" que analiza las causas de la derrota de la Concertación en Chile, en enero de 2010, tras dos décadas de gobierno exitoso. El rumbo que ha asumido la campaña electoral en Uruguay este año me ha hecho volver sobre ese texto con la intención de señalar que lo sucedido en Chile hace cuatro años muy bien puede repetirse en nuestro país dadas las semejanzas estructurales que presentan los acontecimientos en ambos países.
Así como en Chile, la Concertación contaba con una presidenta popular, Michele Bachelet, y resultados económicos positivos, en Uruguay ocurre más o menos lo mismo: el Frente Amplio tiene un presidente con gran aprobación y los resultados económicos y sociales de la administración son igualmente exitosos. Mientras en Chile, la Concertación designó como candidato a Eduardo Frei, que había ejercido la presidencia entre 1994 y 1998, y que para ese entonces contaba con 68 años; en Uruguay, el Frente Amplio eligió a Vázquez que ejerció la presidencia entre 2005 y 2010, y que cuenta con 74 años de edad. En tanto el rival de Frei era el derechista Sebastián Piñera quien desarrolló una inusual campaña basada en las ideas de renovación y cambio; el rival de Vázquez es Lacalle Pou, que también lleva adelante una peculiar campaña basada en las mismas ideas. O sea, pese a las diferencias notables que tienen ambos sistemas políticos, las campañas electorales presentan algunos rasgos llamativamente similares. Vale destacar que el resultado final en Chile fue el que todos conocemos: Piñera ganó la elección en segunda vuelta generando así la primera alternancia en el gobierno desde la recuperación de la democracia en 1990. 
El texto de Tironi señala cinco razones de la derrota de la Concertación: i) la incapacidad de su dirigencia en reconocer que Bachelet introdujo un estilo de liderazgo nuevo y diferente, y que cualquier continuador debía partir de ese estándar; ii) la designación como candidato de un ex presidente, que lucía cansado y sin energía; iii) una campaña errática y pobre en el manejo de la agenda; iv) la irrupción de un tercer candidato en discordia, que dividió votos y que con su discurso renovador favoreció la destrucción mediática de Frei; y v) una presidenta que hizo poco por el candidato oficialista, pues su silencio permanente avaló las críticas de los restantes candidatos.
La explicación del resultado en Chile permite observar el proceso electoral uruguayo desde otro ángulo y preguntarnos si en la presente campaña del Frente Amplio no están ocurriendo fenómenos parecidos. A primera vista y por pura intuición, me inclino a señalar que hay dos factores muy similares, un tercero que podría asemejarse, y otros dos que no guardan ninguna relación con el caso uruguayo.
En primer lugar los factores casi idénticos. Como muchos analistas señalan, la campaña del Frente Amplio ha sido errática y sin capacidad de controlar la agenda. El discurso del candidato se ha ido modificando de acuerdo a lo que dicen sus rivales, los énfasis programáticos fueron variando, e incluso, el slogan principal de la campaña (vamos bien) debió ser sustituido por otro un poco menos condescendiente (Uruguay no se detiene) dados los magros resultados de las primarias de junio. Al mismo tiempo, algunos analistas sostienen que Tabaré Vázquez luce cansado, repetitivo y sin capacidad para despertar fervor entre sus seguidores. El candidato estaría utilizando un arsenal discursivo que fue muy útil hace una década para ganar la elección pero que en el presente carece de impacto y glamour.
El otro factor que podría asemejarse es el del “tercer candidato en discordia”. Si bien en Uruguay no existe un candidato disidente del oficialismo (la legislación electoral no lo permite) que contribuya a dividir votos, en las elecciones primarias surgió Constanza Moreira cuyo discurso cumplió el mismo rol que el desarrollado por Marcos Enriquez Ominami en Chile (1). La precandidata frentista formuló críticas durísimas al establishment de la izquierda y desarrolló algunos argumentos favorables a la renovación que, a mi juicio, calaron hondo en una parte del electorado frentista. Es probable que muchos de los juicios vertidos públicamente por Moreira hayan convencido al equipo de Lacalle Pou de que el rumbo escogido para su campaña era el correcto. Sin embargo, no podemos considerar que Moreira haya contribuido a destruir la imagen de Vázquez como parece haber acontecido en Chile, pues su prédica y su conducta han sido bastante menos beligerantes que las mostradas por Ominami respecto a Frei. No obstante, su prédica parece haber hecho mella en la campaña electoral, generando dudas entre los frentistas y certezas en los seguidores de los candidatos rivales.
Finalmente, no está claro si el cambio que introdujo Mujica en la forma de ejercer el liderazgo presidencial sea tan determinante para los uruguayos como ocurrió en Chile con la innovación que representó el Bachelet style. Es cierto que nuestro actual presidente barrió con muchos formalismos de ese alto cargo y que su estilo se alejó drásticamente del prototipo sobrio de anteriores presidentes. Sin embargo, como muestran algunas encuestas, esa forma de ejercer el cargo divide aguas entre los uruguayos y por ahora no sabemos cuánto puede influir en la evaluación que los ciudadanos realicen de los actuales candidatos. Está claro, que desde esa perspectiva, Lacalle se asemja más a Mujica, en cuanto al desenfado y desacartonamiento, que el propio Tabaré Vázquez. Tampoco encontramos coincidencia en la ausencia de apoyo del presidente al candidato del partido oficialista, pues a diferencia de lo ocurrido en Chile, Mujica se ha mostrado activo en la materia, respondiendo críticas y atacando frontalmente con su natural desparpajo.
Por tanto, si algo enseña la comparación entre los procesos electorales de Chile 2010 y Uruguay 2014, es la importancia y relevancia que tienen la campaña electoral de cada uno de los partidos y los atributos personales de cada candidato. Es cierto que esto funciona sobre una base electoral más o menos estable, tanto en Chile como en Uruguay, pero como demostraré en la próxima columna, estos aspectos pueden hacer una diferencia en un marco de paridad electoral.
Hoy en día, no sabemos si Vázquez será un futuro Frei. Sí sabemos que algunos de los puntos débiles que el Frente Amplio presenta en esta campaña son suficientes como para perder la elección. Hay decisiones que no se pueden revertir (la elección del candidato) pero hay aspectos vinculados a la comunicación y el manejo de la agenda, que pueden ser modificados si se logra combinar autocrítica con sensibilidad. Seguir o no la trayectoria de la Concertación sigue dependiendo del propio Frente Amplio y sobre todo, del candidato y su entorno.
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(1) La designación de Frei generó disidencias en la coalición de gobierno lo cual propició la candidatura independiente del joven diputado socialista, Marcos Enriquez Ominami.

 

Bergara: falta que los blancos digan que Arbeleche pagó la deuda de su bolsillo


El ministro de economía hizo referencia al cargo que ocupará Azucena Arbeleche si el Partido Nacional gana las elecciones



El ministro de Economía, Mario Bergara, se sumó a los comentarios por parte del oficialismo sobre la candidata a ocupar el Ministerio de Economía en un eventual gobierno del Partido Nacional, Azucena Arbeleche.
Bergara dijo a la prensa que es una profesional competente pero que tiene sus dudas sobre su desempeño en el cargo, y dijo que desde el Partido Nacional se "exacerba" su rol en lo que tiene que ver con el manejo de la deuda pública.
“Se ha manifestado que desde el punto de vista profesional y técnico es una profesional  competente.  Se dejó en claro que las definiciones de estrategia, de institucionalidad y las definiciones de la propia administración de la deuda fueron definiciones del gobierno del Frente Amplio, del Poder Ejecutivo y de los ministros del caso; sin perjuicio de reconocer su competencia técnica le damos el lugar que tiene que tener. Fue una funcionaria que colaboró en ese proceso a base de las definiciones políticas del gobierno del Frente Amplio”, expresó el ministro.
Azucena Arbeleche se desempeñó como directora de la unidad referida  al manejo de la deuda en los dos gobiernos del Frente Amplio.
“A veces un poco en la exacerbación que se quiere hacer de ese rol, no sé, falta que digan que pagó la deuda de su bolsillo”, dijo Bergara.
A su vez, se refirió al perfil no político que tiene la candidata al ministerio. “Considerar como una virtud no ser política a alguien que, ojalá que no, pero que pudiera estar conduciendo la política económica, ahí sí es donde tenemos una visión diferente. Porque la política económica no se hace entre cuatro paredes y en base a modelos en una computadora. La política económica tiene dos palabras: política y económica. Hay que sí tener competencias profesionales y técnicas y creo que en ese sentido los equipos económicos de los gobiernos del FA sin duda han demostrado que lo tienen, pero también es política y por lo tanto el proceso político de la política económica es la que legitima en el proceso democrático justamente la implementación de esas políticas no es sólo una cuestión de diseño técnico y en donde en todo caso el peso político está en otro lado”, expresó.

La nueva motosierra Esteban Valenti


Lo que hay que brindarle a los ciudadanos es información de calidad para que puedan decidir y optar en las elecciones de la mejor manera posible, con la mayor libertad. No es una tarea simple, pero es fundamental.


Estas elecciones serán una gran batalla entre dos concepciones políticas y democráticas: por un lado los que creen (no solo nosotros en la izquierda) que aún con visiones parciales e interesadas hay que informar, hablar de la realidad y está la otra concepción, la que conociera que hay que concentrar todo en el mensaje, para simplificar: todo en el marketing.
Este choque de concepciones se manifestó integralmente en las internas, incluso dentro del Partido Nacional. A Jorge Larrañaga le ganaron con ese mecanismo, aplicado en especial en Montevideo y el área metropolitana. Y vaya si a Luis Lacalle le dio resultado.
En general la derecha utiliza ese método para presentar un candidato de afuera del sistema, generalmente un empresario exitoso y dinámico con un razonamiento simple y efectista: lo mismo que logró en sus empresas lo puede lograr en el manejo del país. En Uruguay eso es imposible, por la propia estructura política nacional, su proceso electoral y la propia densidad política de la sociedad. Así que eligieron a Lacalle Pou. En Chile utilizaron a Sebastián Piñera. Al finalizar su mandato la derecha obtuvo el peor resultado de su historia. Todo un balance.
El punto de partida en Uruguay es su juventud, como gran novedad y a partir de eso es instalar la renovación. Para que ese discurso funcione hay que ocultar prolijamente el pasado debajo de toneladas de palabras, videos, slogans, jingle y eventualmente discursos de autoayuda.
"Por la positiva" es el resumen de esa estrategia. Lo insólito es que el candidato de la oposición pudo elegir esa consignar porque el país funciona, avanza, obtiene resultados, como dijo Danilo Astori en una reciente columna. En ninguna elección anterior nadie de la oposición o incluso oficialista hubiera podido utilizar esa consigna. Por la positiva, es el reconocimiento más claro de que lo POSITIVO, es la situación general del país. Es la mayor operación de encubrimiento marketinero electoral que yo haya visto.
Incluso con un giro realmente insólito, el último video elaborado por la campaña de Lacalle se apropia de todo lo que hicieron los gobiernos frenteamplistas, mientras algunos compañeros siguen casi por la misma senda del malhumor. Cuando se despierten del gobierno en disputa, será tarde.
No hablar del pasado, no hablar de economía y hacer gestos. La designación de la contadora Azucena Arbeleche, ex directora de la unidad de deuda del Ministerio de Economía y Finanzas es una de esas movidas-gesto, simbólicas. Si se la analiza en profundidad, el tema asume otras características.
Nadie duda que es una excelente profesional especializada en el manejo de deuda del estado y que demuestra que los dos gobiernos del FA que crearon por primera vez una Oficina profesional de ese tipo tenían una actitud de apertura y de utilización de todas las capacidades nacionales, al servicio de una política económica y social y de un Proyecto Nacional. Es una designación que quiere reforzar la idea de que la conducción económica es una cuestión "técnica" y que en el fondo todos estamos de acuerdo en el manejo "macro económico"
Primero, nunca entendieron ni van a entender que por encima de la macro economía, está el macro país, su sociedad, su estrategia, la relación con la producción y el trabajo. Es la confirmación de una visión supuestamente técnica, pero profundamente política y conservadora. Es la economía desde la óptica de la deuda. Pero no de la deuda social, de la deuda productiva, de la deuda, laboral, de la deuda educativa y de la inversión pública. Es la estrecha visión desde las finanzas.
Una buena funcionaria, sin ningún peso ni experiencia política. Es toda una definición.
La economía, su estrategia y su relación con el Proyecto Nacional, lo hizo el gobierno. Es más se pudo aplicar una política de manejo de deuda que dio muy buenos resultados, porque el macro país funcionó, creció el PBI, creció el consumo porque la gente tuvo más plata y hubo más gente que se incorporó al consumo y al empleo (300.000 personas más).
Es la mejor síntesis de una visión de la política económica y sus prioridades en un hipotético gobierno blanco y colorado. La macro economía por encima e imponiéndose al macro país.
Los gestos de Lacalle, que algunos consideran un error, son parte de la estrategia se lo joven contra el pasado. No hay pasado, no hay responsabilidades, hay "Ahora". Y ese es el mensaje fundamental que transmitirán durante todos los próximos días. El marketing por encima de la política, es más, el marketing  contra la política.
Si alguno en la izquierda considera que nosotros tenemos que chocar en el mismo terreno, está muy equivocado, tenemos que chocar en el terreno de la realidad, no de la ficción y la imagen. Eso no quiere decir que tengamos que hacer una campaña de mala calidad. Al contrario, la realidad permite a hacer cosas mucho más profundas, serias y convincentes. Bien hechas.
Lacalle Jr. Dijo que se vendió la motosierra y compró fertilizante. Podría haber dicho abono...En realidad comienza a aparecer la motosierra rejuvenecida, refulgente. Es una motosierra camuflada de fertilizante, pero tiene hoja de sierra rotativa y corta lo mismo o peor, aso si acompañada de una buena musiquita y de rostros sonrientes porque no saben la que se viene. Y se viene.
Es la motosierra tratando de cortar todo el tema de los derechos humanos, como ya lo hicieron antes. Hay que olvidar, en eso el herrerismo tiene una historia llena de contradicciones para olvidar.
La política económica y social actual se cortará por lo más importante, por lo social y por lo laboral. Porque el costo laboral hay que cortarlo de raíz en el proyecto "Positivo", como hay que cortar las ceibalitas hasta dentro de diez años, o las transferencias para políticas sociales, como buscarán el sistema de debilitar las empresas públicas y hacerlas lo más raquíticas posibles.
Ajustar la economía desde esa visión obliga nuevamente a transformar el empleo, las leyes sociales y por lo tanto salarios y jubilaciones en el factor de ajuste. Ellos, los filósofos del liberalismo proponen reducir el déficit fiscal y reducir impuestos. Y eso no solo es imposible, es falso, esa es edulcorada la receta que nos llevó al desastre.
El gobierno de Jorge Batlle en el 2004, creció el PBI en el 7% por el rebote contra el piso de la crisis y sin embargo, ese mismo año 50 mil uruguayos cayeron en la indigencia y por lo tanto en la pobreza y alcanzamos el 39.6% de pobreza, 4 de cada 10 uruguayos eran pobres y entre los menores de 18 años la pobreza alcanzó el horror de 6 de cada 10 uruguayitos en la pobreza y la indigencia.
Lo que ustedes no verán en la publicidad de Lacalle, es hablar de igualdad, de derechos, de justicia social, de políticas sociales.
Las campañas electorales a veces convocan a la simplificación y a veces hasta la truculencia, pero lo más peligroso es que se transformen en grandes mentiras disfrazadas desde la política con envases engañosos y falsos. Ese es el mayor peligro de estas elecciones.
Lacalle es la vieja tradición conservadora, hasta por su propia experiencia personal, educativa y política empaquetada con un buen envase por la publicidad y la adaptación de todo, del discurso, de las propuestas, de los gestos a ese envase.
Entre otras cosas también van a ocultar el pasado de su propio partido. No hay más herrerismo y wilsonismo, todo es "ahora". Es el relato de un país nacido de un repollo, sin sociedad, sin historia, sin pasado y sin responsabilidades. Un relato falso de un país que no existe y que el 1 de marzo obligatoriamente volverá a la realidad. De nosotros depende que la realidad no sean cinco años de motosierra en nuestras vidas, en nuestros derechos, en la sensibilidad hacia los más débiles y que no vuelva a sobrevolar sobre el Uruguay la oscura nube de la desconfianza y de la duda, la peor de todas: si el país es viable.
Aún las verdades de a puño, necesitan defensores, promotores, luchadores.
PD. La idea de la motosierra no es original, me surgió escuchando a dos vecinas de La Teja. Me comentaron que ellas tenían preocupación por un eventual gobierno de Lacalle por la motosierra, una en su plan social de vivienda y la otra en el aumento constante de su jubilación durante los gobiernos progresistas.