Escritor y periodista Julio Dornel
Comercio de León Ventura
Era
una frontera distinta, aldeana y desconocida donde el ocio estiraba
madrugadas en un abrazo nocturno que servía entre otras coas para
estrechar amistades. Cuentan los historiadores que en las primeras
décadas del siglo pasado, en las grandes ciudades o en pequeñas
poblaciones fueron surgiendo lentamente los primeros “quilombos”,
como imperiosa necesidad para transitar por otros universos. Con el
paso de los años se fueron aquerenciando con los parroquianos y se
quedaron definitivamente, ganándose un lugar destacado en la mejor
historia de estas comunidades. Han quedado para siempre en el
recuerdo de viejos moradores, la presencia de estos burdeles que
dejaron en escombros varios casamientos. La vida cotidiana con su
marco de realidad, nos ha mostrado varios ejemplos de amores
imposibles, que desafiando “el qué dirán”, juntaron sus trapos
y dejaron que el tiempo amortiguara la nostalgia. Por ese motivo
estos centros marginales debían funcionar en lugares apartados,
lejos de la sociedad para que sus “inmorales arrebatos” no
sirvieran de malos ejemplos. Años más tarde llegaron los
sofisticados prostíbulos, que en realidad eran parientes cercanos
del primitivo quilombo. Desde el vamos se convirtieron en lugar
obligado de la noche fronteriza y zona franca para el intercambio
comercial sin aranceles ni certificados de origen. Entre muchos
nombres rescatamos dos, “La Mami” y “El Penado”, que fueron
en realidad los últimos sobrevivientes del tornado progresista que
se abatió sobre la frontera en las últimas décadas del siglo
pasado. Refugio curda de jóvenes y mayores que retrasaban la última
copa, mientras en la pieza de al lado con pared de cartón humeaban
las salsas de tomate para entreverar con algún “requeche” del
medio día. Mujeres esbeltas, cabellos plateados y una voz
enronquecida por el cigarro y el alcohol, que desplazadas de otras
actividades habían recalado en los prostíbulos. Algunas llamaban la
atención por su elegancia, otras por su belleza, inteligentes y con
mediana cultura. El de ADEMAR era el preferido de la frontera, con un
ambiente muy especial que pasaba por la generosa amistad del PENADO,
la gentileza de su equipo o simplemente por las tinieblas que
dominaban el ambiente y que solamente se disipaban en las noches
invernales, con el reflejo de alguna estufa a leña arrinconada para
no robarle espacio a los bailarines. Lugar tranquilo frecuentado por
pocos matones que sabían inclinarse ante las advertencias del
PENADO. La sala de baile con su piso de portland lustrado no era lo
más indicado para las exhibiciones tangueras. El recambio de las
chicas era incesante. Sin horario de trabajo, todo comenzaba cuando
el sol bajaba la cortina de la noche, haciendo más intensa la sed
estomacal. Fueron los primeros desafíos personales de una juventud
que pretendía alterar la fecha de sus documentos con alguna copa
salvadora. Las despedidas de solteros, las partidas de truco y las
reuniones de trabajo terminaban naturalmente en los prostíbulos. Un
párrafo al margen para las encachiladas: desde lejos y entre
penumbras parecían hermosas, hasta comprobar que la realidad era
otra. Los tiempos han cambiado, hay otras facilidades. Los
prostíbulos están en retirada, ya no son el recinto obligatorio,
hay miedo, hay crisis, hay SIDA. El tiempo se llevó los quilombos y
está amenzanado
seriamente los últimos prostíbulos. Una noche lluviosa de febrero
la noticia golpeó
demasiado fuerte en la frontera. El Mimo Arrieche fue el portador; El
PENADO ADEMAR estaba condenado por una cruel enfermedad. A partir de
ese momento la noche fronteriza comenzaba a bajar las cortinas…
(Nota
publicada en EL FANAL el 10 de mayo de 1997) gentileza de su director
Bernardo Pilatti.
A
M O R I N Q U I L I N O
MISTERIO ESCONDIDO DE
VIEJOS AMORES
PASIONES OCULTAS DE LA
SOCIEDAD
SUBLIME AVENTURA DE
TIEMPOS MEJORES
CELOS Y TEMORES DE LA
LIBERTAD.
EN CUATRO PAREDES
QUEDARON AMORES
REINOS OLVIDADOS DE
ALGUNA ILUSION
SECRETA CODICIA, BESOS Y
RUMORES
A FUEGO GRABADOS EN EL
CORAZON.
CUERPO PROFANADO
POR AMOR HERIDO,
TIEMPO COMPARTIDO
DE AMOR INQUILINO
DERECHO NEGADO
POR SER CLANDESTINO.
CAMBIARA LA VIDA DE
SENDA Y CAMINO
EL AMOR AJENO, POR AMOR
HERIDO
EN CUATRO PAREDES
CONDENA Y OLVIDO
NO TIENE DERECHO POR SER
INQUILINO.
Chuy,
diciembre 2002. Letra Julio Dornel Música Rodrigo Acosta