Matías Campiani y sus dos socios
“conforman un grupo criminal organizado” que creó “una compleja
ingeniería de empresas, que les permitió girar fondos hacia ellas
desde Pluna S.A”, según las expresiones del fiscal Juan Gómez en el
visto donde pidió el procesamiento con prisión por un delito continuado
de estafa especialmente agravado.
Publicado el: 22 de diciembre de 2013 a las 10:15
Por:
Redacción 180
Matías Campiani. (adhoc/Ricardo Antunez)
La jueza Adriana de los Santos atendió el
pedido y procesó con prisión el sábado a Matías Campiani, Arturo
Demalde y Sebastián Hirsch.
Gómez explicó que el objetivo de los
empresarios siempre fue “tomar una empresa con dificultades como lo era
Pluna, mejorarla y de inmediato vender su participación, obteniendo de
tal forma pingües beneficios”.
Agrega el fiscal que “para conseguir tal
objetivo era necesario presentar balances que no respondían a la
realidad, hacerlos tardíamente, retacear la información a los
directores públicos y contratar consultas con especialistas que
reflejaban visiones parciales, siempre beneficiosas a los intereses de
los indagados”.
Es necesario igualmente resaltar , dice
Gómez, que en el curso de la gestión financiera de la empresa, los
indagados enajenaron gran parte del activo fijo de esta, por valor
superior al aporte de capital inicial (15 millones de dólares) de los
cuales los indiciados refieren haber contribuido con un 10%, si bien no
emerge prueba indubitable de tal circunstancia.
Además, Gómez desmintió a Campiani: “Es
bueno señalar que el manido argumento manejado por el indagado Campiani
de que aportó 30 millones de dólares y se retiró con un dólar es
absolutamente falso. Basta decir que como gerente percibían un salario
de 17.000 dólares mensuales, gozaban de importantes gastos de
representación, cobraron un bonus de 38.000 dólares por la presunta
buena gestión desarrollada en el año 2011, cuando ya habían iniciado
lo que podremos catalogar como ‘calesita’ con los cheques destinados al
pago de Ancap, recibieron pagos reparatorios por parte de Pluna Ente
Autónomo por más de 618.000 dólares y ello como mínima expresión de
las irregularidades”, señaló el fiscal.
Según explicó Gómez en su alegato, los
procesados ignoraban a Pluna Ente Autónomo, que representaba el 25% del
paquete accionario del Estado uruguayo.
“Considera la Fiscalía, que los
controles que debían ejercer tanto los Directores de Pluna Ente
Autónomo, como los de los Ministerios de Transporte y Obras Públicas y
de Economía y Finanzas, al menos hasta el año 2010, no fueron
suficientes, lo que impidió una exacta consideración sobre la forma en
que se desarrollaba la operativa de Pluna S.A.”, señala.
“En el desarrollo de la gestión
empresarial, es bueno señalar que los tres indagados revestían las
calidades de gerentes, siendo los responsables de toda la operativa,
contando con mayoría en el directorio a fin de adoptar las resoluciones
que estimaran más adecuadas, en definitiva a sus intereses, sin contar
con la anuencia de los directores públicos. Tal situación se acentuó
definitivamente a mediados del año 2010, como luce en las actas de
directorio incorporadas, en las que, prácticamente sin solución de
continuidad, las decisiones eran adoptadas con la mayoría de los socios
privados, con la oposición de los públicos”, agrega.
Según el fiscal, “emerge ampliamente
probado en autos que la finalidad de los indagados, siempre fue la de
tomar una empresa con dificultades como lo era Pluna, mejorarla y de
inmediato vender su participación, obteniendo de tal forma pingües
beneficios. Es ilustrativo los dichos de Arturo Demalde cuando señala:
‘en 2004 decidimos trabajar juntos. Teníamos experiencia corporativa y
sabíamos como reestructurar empresas que andaban mal, mejorarlas y a
través de eso, por el aumento de valor de la empresa hacer nuestra
ganancia. Es ese nuestro negocio. Para ser más claro, si compramos una
empresa por diez, la mejoramos y al cabo de cinco años vale cincuenta
nuestra ganancia es el cuarenta, ese es nuestro negocio principal.
Nuestra marca comercial es Leadgate’. Siendo ese el norte de los
indagados, necesariamente, muchos de los sucesos ocurridos en el
desarrollo de la gestión empresarial están ligados indefectiblemente
con dicha finalidad y es más, la única explicación de que hubieren
sucedido debe encontrarse en ese ánimo de lucro que guiaba a los
nombrados”.
La historia de Leadgate y sus "oscuridades"
Los indagados decidieron asociarse para
competir en el proceso de selección de los oferentes promovidos por el
Estado uruguayo para asociarse con Pluna, siendo relevante para ello, la
circunstancia de que no se requería que se tratara necesariamente de
empresas de navegación aérea los eventuales interesados, señaló el
fiscal.
Para ello adquirieron en Panamá la
sociedad denominada Leadgate lnvestiment Corp, inscripta en el Registro
Público de Panamá el 28 de diciembre de 2006 poco tiempo antes de ser
seleccionada por FICUS CAPITAL para el emprendimiento.
“Ya desde el principio la mencionada
empresa inicia una serie de oscuridades, que se mantendrán hasta el
final de su actuación, toda vez que la constitución de garantía por
el mantenimiento de la oferta, que se sitúa en dos millones de
dólares, fue en definitiva prestada por Leadgate S.A., empresa
distinta, de propiedad exclusiva del indagado Campiani”, agrega.
Los indagados, mediante esa empresa
panameña y utilizando la transformación de FEMABIL SA en SAO SA ,
controlaban el 75% del capital accionario de Pluna SA, mientras que el
25% restante estaba en poder de Pluna Ente Autónomo.
“Se sucedieron compra de aviones, los
primeros siete, con la garantía del Estado, y los seis restantes
mediante contratos de leasing, lo que permitió, en la última
hipótesis, que fueran recuperadas las aeronaves por la empresa
vendedora, también aquí con el auxilio de la utilización de varias
empresas, para asegurar el recupero de las naves”, añade.
Los balances y las maniobras
“Para conseguir tal objetivo era
necesario presentar balances que no respondían a la realidad, hacerlos
tardíamente, retacear la información a los directores públicos y
contratar consultas con especialistas que reflejaban visiones parciales,
siempre beneficiosas a los intereses de los indagados, como las
realizadas por el Dr. Ricardo Olivera en el mes de abril de 2011”,
señaló el fiscal.
Además, de las maniobras con los cheques
de Ancap, Gómez resalta que “comenzaron a gestionarse préstamos
garantizados por la venta de pasajes, primero en el Uruguay, luego en la
República Argentina, para finalmente gestionar un préstamo en la
República Federativa del Brasil, por 30 millones de dólares con la
opinión contraria de los directores públicos, que unido a la ya
mencionada venta de los activos fijos, ilustra con claridad las
dificultades que cursaba la empresa, negada por los indiciados, quiénes
persistían en su propósito de conseguir un comprador”.
La Fiscalía consideró que las
estratagemas cumplidas por los indagados “también se objetivizan en uso
de empresas subsidiarias a Pluna S.A., EASTERN JET 1 y 2, con
importantes transferencias de fondos, que permitían luego la facción
de balances consolidados; o el manejo en la República Argentina de las
empresas AEROVIP Argentina, SAS S.A., creando una compleja ingeniería
de empresas, les permitió girar fondos hacia ellas, por PLUNA S.A.,
cuando en definitiva, en todos los casos, a través del uso de
empleados, de abogados patrocinantes, o familiares de estos,
incrementando notoriamente los gastos de la propia PLUNA, en beneficio
de las empresas subsidiarias o coligadas por ellos manejadas. A juicio
del suscrito no es de recibo, bajo ningún concepto, la citada
operativa, que pauta las oscuridades que se visualizaban desde el inicio
de la intervención de Leadgate”.
Además, “llama poderosamente la atención
el uso de empresas con nombres similares, al igual que en las
originarias Leadgate lnvestiment Corp y Leadgate S.A., que sin duda
inducen a confusión, presente en la propia denuncia del Partido
Nacional que refiere como empresa denunciada a Leadgate S.A. lustra
sobre esa ingeniería de empresas también las circunstancias de que
documentaciones o giros que debían efectuarse en favor de algunas de
ellas, aparecieran en la contabilidad de otras”.
“Las múltiples tratativas de ventas del
paquete accionario de Pluna S.A., que al mismo tiempo llevaban adelante
los indagados, incluso proyectando una carta de intención con fecha 3
de abril de 2012, nunca fueron puestas en conocimiento de los socios
públicos de la empresa, lo que perfila a juicio de la Fiscalía, sus
verdaderas intenciones, esto es la obtención de provechos indebidos,
nada menos que en perjuicio del Estado, ya que por un lado aumentaban
sustancialmente los adeudos de la empresa, mientras que por el otro
presentaban una supuesta situación de regularidad de funcionamiento,
que les permitiría en definitiva su primigenio propósito”, agrega.
Gómez también señaló que “no cabe duda
alguna de que Pluna SA carecía de los fondos necesarios para cubrir los
cheques reseñados, que fueron devueltos luego de que la empresa
solicitara concurso, en algunos casos únicamente por la demora de Ancap
en presentarlos al cobro. No obstante ello, la Fiscalía considera que
tanto por la forma de creación, la clandestinidad de sus entregas, sin
ninguna comunicación con los Directores de Ancap cuando se variaba
aspectos sustanciales de lo acordado, constituyen una de las tantas
maniobras cuyo reproche pretenderá la Fiscalía”.