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martes, 7 de enero de 2014

Uruguayo coleccionista de lápices es récord Guinness


Tiene más de 16 mil lápices de todo el planeta; también colecciona gorros, fósforos y hasta amigos


Emilio Arenas vive entre grafos. A sus 68 años puede decir que es el mayor coleccionista de lápices del mundo. Batió el récord Guinness cinco veces, el último tras acumular 16.260 unidades, aunque ya lo superó. Vive en la ciudad de Colonia, donde tiene una granja que le genera ingresos suficientes para vivir. Sin embargo, su mayor orgullo es la colección, que mantiene con gran cuidado.

Se acuerda de todos sus lápices, y en treinta segundos puede decir dónde está ubicado cada uno. Entre los ejemplares, tiene un lápiz miniatura de 17 milímetros, y el más finito del mundo, que mide un milímetro de diámetro.

"Me llegan lápices todos los días, de todas partes del mundo: de Italia, de Escocia, de Japón. Siempre voy buscando lápices, pero este año superé todas las expectativas. En un mes recibí 630 lápices de 47 personas de Rumania, Polonia, Praga, Serbia, Londres, Brasil", cuenta Arenas a El Observador.

Su pasión por los lápices comenzó en quinto de escuela, cuando tenía once años. En 1956, a Arenas le regalaron un lápiz que tenía escrito "Arroz Corola, el mejor Carolina". Fue a sacarle punta, para comenzar el dictado que la maestra había pedido, y se lo quedó mirando: "'Este lápiz no va a salir más', pensé. Levanté la mano y le pedí a la maestra un lápiz para seguir escribiendo, porque ese lo quería guardar. Le dije que iba a empezar una colección. 'Le doy dos, uno para el dictado, y otro para su colección', me dijo doña Lorenza Peluffo de Barrera, la maestra que me entendió", cuenta Arenas, con entusiasmo, mientras asegura que el lápiz fundador lo guarda en una cajita aparte.

Luego de ganar su primer Guinness, en 2002, Faber Castell lo invitó a visitar la fábrica de Alemania. A partir de entonces, no fue necesario seguir buscando. Los lápices comenzaron a llegar, todos los días, de diferentes partes del mundo.  Incluso Mauricio Macri, Jorge Larrañaga, los embajadores de Serbia, de Japón y de Estados Unidos se han acercado a Colonia para contribuir con la colección. María Auxiliadora, la esposa de Tabaré Vázquez, le dijo: "Arenas, fuimos con Tabaré  a Vietnam y me acordé de usted, tome", según contó Arenas. Sin embargo, aún quedan países que la colección todavía no conoce: "Me faltan de Arabia Saudita, Dubái, y algunos de África", se queja.

Arenas ha llegado a caminar 42 cuadras para ver si encontraba alguno que le faltara. En la zona es conocido como "el loco de los lápices", pero él, más que una locura, dice que es una pasión. "El coleccionismo es como un vicio, pero no hace daño. Gasto exactamente lo que gasta una persona fumando una caja de cigarro por día: la inversión es en las vitrinas, las cajas de lápices que yo mismo hago", explica.

Para él, para ser un buen coleccionista hay que cumplir con 5 factores: ser obsesivo, paciente, perseverante, querer lo que se hace, y quererse. "Y yo tengo toda esa locura acumulada", cuenta entre risas.
 
"El lápiz es cultura de punta a punta"

Arenas asegura que la obsesión con coleccionar lápices se funda en la importancia que tienen para la cultura, porque hacen referencia a la escritura y al aprendizaje, sobre todo el que uno adquiere cuando va a la escuela. "La cultura del lápiz es de punta a punta", reivindica. Sin embargo, en una oportunidad discutió con una maestra que visitaba su colección. "Una maestra, totalmente desubicada, me dijo que si yo tenía tantos lápices, porque no se los regalaba a los niños. ¿Entonces, qué le muestro yo a los niños? Los de la colección no se pueden usar, el que me los toca le corto un dedo", advierte.
 
El vicio se contagia

Lo curioso es que, luego de más de 40 años, a Arenas le han dado ganas de coleccionar otras cosas. También batió el récord Guinness de 9.130 cajas de fósforos en 2005, aunque ahora tiene 14 mil. Además, ese mismo año logró otro Guinness por tener 25.630 llaveros. Hoy tiene 37 mil.

Después le vinieron las ganas de tener gorras, y llegó a juntar cerca de mil. Incluso contagió a su mujer, y ahora ella guarda cerca de 5.200 frascos de perfumes. Son tantos los objetos que tiene en su granja, que tuvo que comprar un contenedor para guardarlos.

Gracias a los lápices, mucha gente visita la Granja Arenas, ubicada en el kilómetro 167 de la ruta 1. Entre los viajeros se ha corrido la voz de que deja que estacionen las casas rodantes en su predio, sin cobrar nada. Hay oportunidades en que llega a haber 20 vehículos en su jardín. Pero a él le gusta, porque dice que así va generando nuevos vínculos. "También colecciono amigos", revela.

MOVUS:"GOBIERNO PRETENDE FIRMAR CON ARATIRÍ OTRO CONTRATO LESIVO PARA EL PAÍS"






Los últimos anuncios del Poder Ejecutivo sobre la firma inminente del contrato de inversión con la empresa Aratirí evidencian que el gobierno pretende imponer la minería metalífera a cielo abierto en gran escala a contrapelo de normas constitucionales y legales, avasallando los procedimientos y opiniones técnicas de la Dinama y, en última instancia, careciendo de los respaldos sociales y políticos imprescindibles para tomar una decisión de esa envergadura.

Improcedencia del contrato

Luego del Consejo de Ministros del 27 de diciembre, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, anunció que "a más tardar, el 20 de ese mes (enero) firmarán el contrato con Aratirí".

La firma de este contrato se haría en el marco de la Ley de Minería de Gran Porte (N°19.126), una ley aprobada solo con los votos del oficialismo cuya constitucionalidad fue cuestionada ya en el Parlamento. En la actualidad, esta ley es objeto de una acción de anulación por inconstitucional presentada por el fiscal Enrique Viana y se preparan otras acciones similares por parte de los productores rurales directamente afectados por la explotación minera en sus predios.

La Ley 19.126 viola el principio de igualdad del Articulo 8o. de la Constitución al otorgar beneficios extraordinarios a esta actividad y esto se agrava porque el gobierno eligió a su contraparte, Aratirí, sin utilizar un procedimiento de selección objetivo entre distintos interesados. También viola el Artículo 47o. sobre la preservación del medio ambiente, al permitir la megaminería incluso en áreas naturales, destruyendo de manera irreversible ecosistemas de tierras, pastizales, ríos, arroyos y acuíferos con poblaciones asentadas y actividad productiva permanente.

La firma ahora de un contrato se haría sin que se hayan reglamentado aspectos fundamentales de la cuestionada ley, como las mejores prácticas mineras del Artículo 5o. o el plan de cierre del Artículo 13o. Además, previo a la firma y de acuerdo con el Artículo 27o. de la Ley 19.126, la empresa debería gestionar un aval bancario u otra forma de garantía por el 5% de la inversión prevista que, según las cifras de Aratirí, debería ser por 160 millones de dólares.

Todo esto cuando estamos conociendo las consecuencias de un proceso semejante en la gestión de PLUNA. Al igual que Leadgate, Aratirí es una firma especuladora típica, sin antecedentes mineros, creada en 2005 en un paraíso fiscal, que se dedica a armar y vender proyectos. Por sus impactos económicos, sociales y ambientales, conceder a Aratirí la explotación de Valentines puede traer perjuicios mayores aún que los vividos con la línea aérea nacional.

Subordinación de la Dinama

Pero, además, el gobierno vulnera el proceso técnico de evaluación de emprendimientos de alto impacto social y ambiental al querer firmar el contrato con Aratirí sin que el proyecto haya pasado las instancias legales requeridas de aprobación, a saber: la aceptación por la Dinama del estudio de impacto ambiental, la puesta de manifiesto del proyecto, la audiencia pública y la resolución final. Se ejerce así una presión indebida sobre las atribuciones de la autoridad ambiental.

La imposición de la decisión presidencial sobre la autoridad ambiental se consuma por la inclusión de plazos para las autorizaciones. Además de indebidos, los plazos son arbitrarios, porque en contra de lo publicado por Aratirí, esta empresa aún no ha presentado toda la documentación requerida, tal como declaró a la prensa el director de la Dinama, Jorge Rucks. ¿Con qué criterio la Presidencia puede fijar entonces los plazos de autorización ambiental del proyecto?

Intentando minimizar la importancia de este aspecto, el asesor de la Presidencia, Pedro Buonomo, dijo que ese cronograma "no obliga al gobierno a cumplir los plazos" en cuanto al otorgamiento de las autorizaciones ambientales. ¿Quién puede creer que en un contrato firmado entre el gobierno uruguayo y una empresa extranjera se incluyan condiciones y plazos no vinculantes? 

Subdivisión de la evaluación

Buonomo declaró asimismo que "Lo que eventualmente puede pasar es que, una vez dada la autorización ambiental al proyecto minero, quede el trazado del mineroducto por aprobar" y agregó que el contrato incluye la posibilidad de dar autorizaciones ambientales parciales.

Un año atrás, el ministro de industria, Roberto Kreimerman, y Buonomo habían anunciado la idea de acelerar la aprobación del proyecto de Aratirí mediante la subdivisión de la evaluación. En esa ocasión, el director de la Dinama, Jorge Rucks, rechazó esta posibilidad en base a que el proyecto de extracción del hierro propuesto es uno solo y no se puede evaluar por partes.

"Dinama no puede autorizar por separado partes del proyecto minero hasta que Aratirí presente la información de la terminal portuaria" (Título de la entrevista a Jorge Rucks publicada el 21 de marzo de 2013 en el Semanario Búsqueda.)

Es evidente que el proyecto de Aratirí es uno solo; los propios representantes de la empresa han dicho que "no hay mina sin puerto y no hay puerto sin mina". Solo el deseo de llegar a cualquier costo a la firma de un contrato puede explicar la pretensión de subdividir la evaluación. Si se acepta una evaluación parcial del distrito minero, luego será inevitable aceptar las otras partes, el mineroducto y el puerto, porque de lo contrario el proyecto sería inviable.

Entre otros aspectos técnicos que demuestran la unidad del proyecto, debe tenerse en cuenta que Aratirí propone descargar en el océano las aguas contaminadas provenientes del drenaje ácido de las minas, las pilas de roca estéril, el embalse de relaves y la reserva de agua bruta a través del mineroducto y un emisario submarino paralelo a la terminal portuaria. ¿Cómo se podría iniciar la actividad en las minas sin saber cómo y adónde son descargadas esas aguas?

Sin licencia política ni social

El proyecto de Aratirí ha generado una oposición en la sociedad y el sistema político uruguayos que invalida la pretensión del gobierno de firmar un contrato de inversión con esta empresa.

Tras una declaración inicial del presidente Mujica de que este tema sería resuelto en un plebiscito, el gobierno convocó a una Comisión Multipartidaria que acordó a fines de 2011 los lineamientos políticos para tratar la minería de gran porte. Sin embargo, la propuesta del Poder Ejecutivo y el trámite de aprobación parlamentario de la Ley 19.126 ignoró aquellos lineamientos e hizo caer el acuerdo. La Ley de Minería de Gran Porte nació huérfana del necesario apoyo político.

Paralelamente a este proceso, se desarrolló un amplio movimiento social en defensa de la tierra, el agua y los bienes naturales que se ha expresado en cinco marchas nacionales en la capital y otras tantas en el interior, la recolección de firmas en varios departamentos e incluso la adopción por gobiernos departamentales de normas que prohíben la minería metalífera a cielo abierto en su territorio. Se refleja por último en la campaña por la realización de un plebiscito nacional.

Señores del gobierno: no se puede firmar un contrato con Aratirí en estas condiciones.

Si quieren tener la legitimidad política y moral para hacerlo, acepten la realización de un plebiscito nacional o, al menos, sométanlo expresamente a votación en las próximas elecciones nacionales, dejando claro algo que no figuraba hasta ahora en vuestro programa de gobierno.


URUGUAY LIBRE
(Movimiento pro-Plebiscito Nacional Uruguay Libre de Minería Metalífera a Cielo Abierto)


A quienes agravian desde el anonimato

Cada tanto llega algún comentario de gente que sin conocer este blog opina, se equivoca y agravia.
Un promedio de 800 personas leen este medio cada día.Si una vez cada tanto alguien  actúa así, está perfecto, que haga lo que quiera.
Cada persona es libre de opinar y pensar lo que sienta y lo que quiera. Bienvenidos sean los comentarios.
El único problema es que es imposible responder a un anónimo, alguien que podría poner su nombre y su e-mail, para así poder intercambiar opiniones con respeto.
Imposible contestar con altura y argumentos a quien se esconde en el anonimato.
Un abrazo para tod@s!
Juanjo

Rescatan hombre desnudo del interior de un lavarropa

BBC


La operación de rescate duró 20 minutos.
La policía australiana rescató a un hombre desnudo que quedó atrapado en una lavadora cuando jugaba a las escondidas con su pareja.
El joven quedó aprisionado al meterse dentro del angosto electrodoméstico con la intención de sorprender a su compañera.
Agentes de seguridad informaron que el rescate tomó 20 minutos y que tuvieron que utilizar aceite de oliva como lubricante.
Bomberos, auxiliares médicos y trabajadores de búsqueda y rescate de la ciudad de Mooroopna, al norte de Melbourne, tuvieron que ser llamados a apoyar la operación.

"Avergonzado"

El agente de policía Luke Ingram advirtió en la televisión pública australiana sobre el peligro de utilizar los electrodomésticos de manera lúdica, una semana después de que una niña de 11 años también tuviera que ser rescatada de la lavadora de su casa en Utah, Estados Unidos.

"Mi consejo sería que la gente no se introduzca en los aparatos domésticos porque puede tener consecuencias indeseadas, como hemos visto este fin de semana", aseguró.
Han trascendido pocos datos sobre la identidad del desafortunado amante, del que la prensa australiana dice que tiene 20 años.
El sargento Michelle de Araugo, presente en la operación de rescate, aseguró que "fue sólo un juego que acabó mal", según informa la agencia France-Presse.
"El pobre hombre estaba muy avergonzado", añadió.

Kennedy evaluó invadir Brasil en 1963 para derrocar a Joao Goulart

Cuando se van a cumplir 50 años del golpe de Estado militar, varias grabaciones revelan que Estados Unidos pensaba en invadir Brasil para deponer al presidente João Goulart

/ São Paulo 7 ENE 2014 
El País de Madrid
 
 
El expresidente de los EUA John F. Kennedy. / CORBIS

Casi 46 días antes de ser asesinado en Dallas (Texas), John F. Kennedy contempló durante varias reuniones celebradas en la Casa Blanca una posible intervención militar de Estados Unidos en Brasil para deponer al presidente João Goulart, más conocido como Jango.
El autor de la revelación es el periodista y columnista de los periódicos Folha de S. Paulo y O Globo, Elio Gaspari, que localizó un archivo de audio de una reunión de dos días celebrada en la residencia presidencial – del 7 al 8 de octubre de 1963 - en el que el entonces presidente demócrata debate la situación de Brasil y de Vietnam y pregunta al ex embajador norteamericano en Brasilia, Lincoln Gordon, sobre una posible intervención. “¿Cómo ve la situación? ¿Sería aconsejable una intervención militar?”, cuestiona Kennedy.
Según Marcos Vinícius de Freitas, profesor de Relaciones Internacionales de la Facultad Armando Álvares Penteado (Faap), Washington consideraba que la influencia comunista crecía de manera desproporcionada en la región y recuerda una conversación que mantuvo con Gordon quien, tras dejar el servicio diplomático, fue rector de la Universidad John Hopkins.
“Gordon reveló que los estadounidenses consideraban que, una vez bajo la esfera comunista, el proceso de retorno al capitalismo era irreversible”, asegura Vinícius de Freitas. “Las empresas estadounidenses también habían apostado por la inversión en Brasil después de la Segunda Guerra Mundial y la propuesta de Jango de gravar con un 10% las remesas de las multinacionales en el exterior era una afrenta para esos intereses.”
En opinión de Luiz Antonio Dias, profesor de Historia de Brasil en la Universidad Católica de São Paulo, Estados Unidos estaba en un compás de espera, esperando el desenlace de los acontecimientos en el país. Recuerda que la Administración de Kennedy, después de fracasar en la desestabilización del régimen cubano, no podía permitir el surgimiento de un nuevo foco comunista y menos en el país más grande de Suramérica. “Enseguida, lo que sucedió fue que la realidad interna coincidió con los intereses estadounidenses. Solo hubo apoyo logístico y envío de material bélico, como ya se sabe por la amplia documentación disponible, no una intervención militar directa, como en Chile”, dice.
El encuentro en la Casa Blanca respondía a las inquietudes que suscitaba la situación brasileña. João Goulart era el vicepresidente de Jânio Quadros que, el 25 de agosto de 1961, renunció al cargo. Como Jango estaba en una misión diplomática en China por esas fechas, los ministros militares intentaron impedir que tomara posesión como presidente ya que lo veían como una amenaza por sus vínculos con el Partido Comunista Brasileño (PCB) y con el Partido Socialista Brasileño (PSB).
Liderada por el gobernador de Rio Grande do Sul, Leonel Brizolla, comenzó la Campaña de Legalidad, movilizando al Estado en defensa de Jango. Con la condición de que el Congreso aprobase el establecimiento de un régimen parlamentario, Jango tomó posesión el día 8 de septiembre de 1961, teniendo como primer ministro a Tancredo Neves.
Los estadounidenses temían que Jango ampliara la plataforma gubernamental con la presencia de la izquierda y siguiera los pasos de Fidel Castro. La situación era complicada. Además, la economía estaba debilitada por una serie de factores, entre ellos, una alta inflación. La oposición creciente de los militares al Gobierno culminó, entre la noche del 31 de marzo de 1964 y el primero de abril, en un golpe militar que llevó Jango a exiliarse en Uruguay y ser privado de sus derechos durante 10 años.
Poco tiempo después, Jango huyó a Argentina, donde murió, según la historia oficial, víctima de un ataque cardíaco, el 6 de diciembre de 1976, aunque siempre se sospechó que fue envenenado dentro del marco de la Operación Cóndor. Por eso, en noviembre del año pasado, el cuerpo del ex presidente fue exhumado por orden de la Comisión Nacional de la Verdad para investigar las causas de su muerte. En diciembre, sus restos mortales fueron enterrados por segunda vez en su ciudad natal, São Borja, en Rio Grande do Sul, y se le rindieron honras de jefe de Estado.
El profesor Luiz Antonio Dias recuerda que, aunque aún no haya sido encontrada ninguna evidencia material irrefutable, la historiografía nacional reconoce que había planes para asesinar a Jango y que su muerte podría haber sido obra de la Junta Militar brasileña. Uno de los testimonios en ese sentido es del ex-agente del servicio secreto uruguayo Mario Neira Barreto, como se asegura en el documental Dossier Jango.
Grabaciones clandestinas
La Biblioteca Kennedy hizo públicas las grabaciones de esos encuentros de 1963 en su página web hace casi un año como parte del conjunto de registros clandestinos hechos por el propio Kennedy de todas sus reuniones desde 1962 y fue precisamente su reunión con Gordon la que dio comienzo a la serie.
Después de que el embajador hablase sobre eventuales colaboraciones culturales entre Brasilia y Washington, Kennedy lo interrumpe con la pregunta: “¿Vamos a tomar pronto alguna decisión  para presionarlo?”, refiriéndose a João Goulart. “¿O qué debemos hacer, nada?”. Gordon, entonces, avanza dos planes: “O Goulart abandona su imagen [de izquierdista] y se resuelve pacíficamente. O tal vez no de forma tan pacífica y lo sacamos del poder contra su voluntad”.
Jango no tenía motivos para desconfiar de Kennedy. A comienzos de 1963, Brasil acordaba con Estados Unidos un préstamo de cerca de 400 millones de dólares, de los cuales el Gobierno brasileño solo recibiría una quinta parte. Además, como prueba de la buena relación entre ambos gobiernos, Jango y su mujer, Maria Thereza, habían sido recibidos por John y Jacqueline Kennedy en la Casa Blanca.
En el golpe militar de 1964, la intervención militar estadounidense acabó siendo innecesaria. La pérdida de apoyo del Gobierno, su indecisión y la traición de algunos hombres de su confianza, además del afianzamiento de los militares, contribuyeron a la destitución de Jango.
Las revelaciones de Gaspari figurarán en la versión ampliada de su libro A Ditadura Envergonhada (Una dictadura avergonzada), que narra el régimen dictatorial vivido en Brasil entre 1964 y 1985 y que será relanzado en febrero.