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miércoles, 7 de mayo de 2014

Presentan "La orfandad de la piel" nuevo lbro de la escritora rochense Mariella Huelmo











La presentación será este sábado 10 de mayo a las 19 y 30 en el Centro Cultural María Élida Marquizo de la ciudad de Rocha.
  Mariella Huelmo nació en en 1966.Cursó hasta Secundaria en su ciudad. Egresó del I.P.A en 1990 como Profesora de Literatura. Desde entonces ha ejercido la docencia como única profesión. Actualmente, sin abandonar el aula, integra el Equipo de Dirección del Liceo N° 1 de Rocha, siendo en su medio una reconocida docente.
Tuvo a su cargo y participó en varios espectáculos poético-musicales, y brindó numerosas charlas sobre diversos poetas y músicos.
Publicó en diarios y semanarios locales y varios de sus textos fueron musicalizados.
Del abismo (2000, poesía). Pájaros en el espejo, (2005, edición colectiva del Taller Literario dirigido por el Prof. Lauro Marauda).
En los años 2008 y 2009 obtuvo distinciones en el concurso TCQ organizado por ANTEL; en 2011 su cuento Espiral logró la Primera mención en el Concurso Dptal de cuentos “Felisberto Hernández”, organizado por la Comuna de Rocha con apoyo del MEC; en 2012 participó en el Concurso Dptal de poesía “Enrique Silva”, en cuyo jurado se encontraba Mercedes Ramírez, y le otorgaron una Mención especial; en 2013 la Comuna de Rocha y el MEC seleccionaron sus poemas para integrar el Volumen I de la antología La poesía rochense de ayer y de hoy.

FRAGMENTOS DEL PRÓLOGO DE "LA ORFANDAD DE LA PIEL" 

El  Profesor Lauro Marauda. expresa:

Cuando una autora se hunde en los colores expresivos del lenguaje; cuando busca la poesía a través de la interrogación y de la palabra cuidada, de la atmósfera más que de la denotación de los objetos y de la insinuación más que de la acción preponderante en los relatos, asistimos al prodigio de la literatura en todo su esplendor.
A través de secciones donde predomina el tema del tiempo: “Los pasillos del reloj”; o una dulzura erótica bañada en deseos: “La espiral del beso”, o alguna visión infantil, o del adulto sobre la infancia, como en “El cofre de los secretos”, se forja la magia de esta entrega.

Con parsimonioso paso, sin acciones extraordinarias ni falsas ilusiones de felicidad, esta seriede textos por momentos inclasificables, apelan a lo más entrañable y desconocido de la capacidad cognitiva humana.
Se yerguen en pausas necesarias en la senda del autoconocimiento, porque son versos, oraciones y frases que crecen para adentro, como el piano vallejiano, y nose conforman con la bruñida superficie de los pasatiempos.
Todo busca la región menos visible a simple vista ymás gratificante en su esquina de sombras.
La orfandad de la piel” sintetiza una organizaciónde textos, subdivididos en secciones de exquisita denominación.

Huelmo ha sabido seleccionar y combinar vocablos con un único destino; la belleza, y con una única herramienta; una certera intuición de la impalpable realidad, la que nos da sentido como habitantes de la tierra y complementa nuestros panes.
Como una piel apenas rozada o un pensamiento esbozado, lo que viene después alimenta el brocal de la imaginación y convoca. Vaticina grandes momentos de
placer a quienes se animen a asomarse.


Prof. Lauro Marauda


martes, 6 de mayo de 2014

Mónica Lewinsky "Es hora de quemar la boina y enterrar el vestido azul"


La exbecaria de la Casa Blanca conocida por haber mantenido un romance con Bill Clinton habla por primera vez en diez años en un artículo de Vanity Fair. 

Monica Lewinsky y Bill Clinton. Foto: Archivo El País
El País
 
 
"Es hora de quemar la boina y enterrar el vestido azul", escribió Mónica Lewinsky en un adelanto del texto, en el que habla de lo ocurrido entre ella y el expresidente norteamericano Bill Clinton, que será publicado en el próximo número de la revista Vanity Fair. 
Y añadió: "Yo misma lamento profundamente lo que pasó entre el presidente Clinton y yo. Déjenme repetirlo: Yo misma lamento profundamente lo ocurrido".

Lewinsky asegura en el texto que su relación con Clinton fue un romance entre dos adultos que dieron su consentimiento. "Cierto, mi jefe se aprovechó de mí, pero yo siempre me mantendré firme en este aspecto: fue una relación consensual. Cualquier 'abuso' ocurrió después, cuando me usaron como chivo expiatorio para proteger su poderosa posición", escribe.

En 1995, Lewinsky era becaria en la Casa Blanca e inició una relación con Clinton. El escándalo y la investigación que surgió de esa relación extramarital culminaron con el juicio político del presidente demócrata en la Cámara de Representantes bajo el dominio de los republicanos, la que, sin embargo, finalmente exoneró a Clinton de todas las acusaciones en las que se fundó el juicio político.

Durante los últimos diez años, Lewinsky ha guardado silencio. En 2005 se mudó a Gran Bretaña para estudiar una maestría en Psicología Social en la Escuela de Economía de Londres. Desde entonces se ha mantenido lejos de los reflectores.

"En algunos círculos se dice que los Clinton deben haberme pagado para que me fuera; ¿por qué otra razón me habría contenido? Les puedo asegurar que no hay nada más alejado de la verdad".

Empero, añade que es hora de dejar de "tener cuidado con mi pasado y con el futuro de otras personas. Estoy decidida a darle un final diferente a mi historia. Decidí, finalmente, asomar la cabeza para poder recuperar mi narrativa y darle un propósito a mi pasado (cuál será el precio de esto, pronto lo sabré)".

En el artículo de Vanity Fair, Lewinsky responde a los reportes que se publicaron en febrero, en los que se dice que Hillary Clinton tildó a Lewinsky de "loca narcisista" en la correspondencia que intercambió con su amiga cercana, Diane Blair, durante la década de 1990.

"Es que si eso es lo peor que ella ha dicho, he tenido suerte. Leí que la señora Clinton supuestamente le había confiado a Blair que se culpaba en parte por el romance de su esposo (por haberlo descuidado sentimentalmente) y que al parecer lo perdonaba. Aunque consideraba que Bill se había 'conducido de forma incorrecta y desagradable', hubo 'consentimiento (no fue una relación de poder)'".

Los escritos personales de Blair, que se publicaron a principios de este año, arrojaron luz sobre la opinión de la ex primera dama sobre el escándalo de Monica Lewinsky y sobre otros temas. La familia de Blair donó los documentos a la Universidad de Arkansas.

Rechaza la etiqueta de "loca narcisista" y dice que se negó a cooperar con los que la interrogaron y que le ofrecieron no encarcelarla si usaba un micrófono para monitorear sus conversaciones con dos de los confidentes de Clinton.

"Tal vez fue valiente o tonto", escribe Lewinsky, "¿pero narcisista y loco?".

El artículo completo se publicará en el número de junio de Vanity Fair.

Para lagrimear Consuelo Pérez


Montevidep Portal

Edila por sector ProBa, Partido Colorado. Integrante actual de la Comisión de Derechos Humanos de la Junta Departamental de Montevideo. Integrante actual de la Comisión de Medio Ambiente y Salud de la Junta Departamental. Integrante de la Red de Mujeres Políticas. 

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La noticia divulgada por el gobierno uruguayo con relación a su intención de traer al país entre 50 y 70 niños huérfanos con sus madres, que se encuentran actualmente en un campo de refugiados en Jordania, incorporó lágrimas y nudos en la garganta al desayuno de muchos uruguayos.
Y no es para menos, porque la situación de muchos colectivos desprotegidos en el mundo entero, nos dan cuenta de las desgracias del género humano, y de la miseria que significa la vida para grandes sectores de la humanidad.
Estos niños sirios son huérfanos, o están abandonados, aunque estén junto a sus madres. Aún así están “mejor” que los “niños de la guerra” africanos. Que comienzan a cargar el fusil a los seis o siete años. Y hace muchas décadas que eso acontece. Pero sería demagógico (sic) y abusivo extenderse en análisis de este tipo, desde nuestra bonanza económica.
Ciertamente, convengamos en que toda acción de ayuda, por menor que sea, aporta. Pero cuando se suma a otras intenciones “humanitarias” recientes, a propósitos de poblar el país con extranjeros, a intenciones de traer chinos, y a otras propuestas, todas naufragadas en la nada, es entendible la actitud socarrona con que la población se expresa en los distintos medios con relación a este asunto, lo que es al menos muy triste, dado el objeto de la idea.
A su vez, escuchar al canciller mencionar que el presidente está aplicando “un viejo principio artiguista para que tengan una mejor condición de vida”, nos hace pensar primero en Artigas (¿?), y nos hace pensar también en las condiciones de vida de muchos uruguayos, de muchos niños uruguayos que sin guerras, que sin persecuciones, que un país sin catástrofes naturales y que viene de gozar una bonanza económica que difícil se repita en el mediano plazo, viven en la miseria más absoluta.
A los que vemos a diario alimentarse de la basura, y a los que vemos desempeñando tareas de recolección de residuos junto a sus padres. Ni pensar en la escuela, por supuesto.
Dicho en términos de justicia estatal, en términos de administración, y sin ánimo de ofender, ¿es de esperar para los olvidados o desprotegidos niños uruguayos, que los niños sirios ingresen por el final del escalafón, que es lo que la justicia social implicaría?. ¿Deberán transitar las mismas miserias? Porque si es así, habría que advertírselos a los que vendrían. Y si no las transitan, sería una injusticia para los de aquí.
Cualquier escenario es inquietante y abrumador en ese sentido.
Pero quizá para la fecha en que los sirios lleguen, dada la prontitud con que los temas de carácter social se han resuelto en los últimos años, ya no haya miseria infantil en el país.
Claro, otra opción, y atendiendo a lo expresado por Mujica con relación al momento de su retiro, es que los 30 niños que se propuso adoptar para su chacra, sean sirios.
De todas formas, esperamos lo mejor.

El suplicio de Jorge y Joel o cuando el odio racial puede más Por Pedro Cribari

Publicado a la‎(s)‎ 5/5/2014 10:11 por Semanario Voces 
 
Fueron noventa largos minutos de desprecio y humillación. Sólo por ser negros.

No fue obra de europeos neonazis que discriminan a los inmigrantes que “invaden” el rico continente.
No fueron jóvenes de la orgullosa y “pura” Europa del norte que discriminan a sus coterráneos del sur mediterráneo.
No fue en el sur estadounidense donde aún quedan fuertes reminiscencias racistas.
Fue en Tacuarembó, en nuestro Tacuarembó, en un partido de fútbol, y los responsables del absurdo agravio fueron tacuaremboenses, uruguayos, como usted o yo.
La naturaleza de los insultos no dejó duda alguna sobre el odio y desprecio por la condición racial de Jorge Coco Rodríguez y Joel Burgueño, dos jugadores de fútbol, dos deportistas en apariencia culpables de haber nacido negros de piel.
Primero fue un grito aislado machacón (“negro de mierda”, “mono”, “gorila”, “comé banana”, etc), luego se fueron sumando otros, hasta que los cánticos racistas se transformaron en orgulloso coro de buena parte de los parciales de la tribuna local.
Jorge Coco Rodríguez, que ya había sufrido una situación similar años atrás en una cancha montevideana, advirtió a la terna arbitral, éstos plantearon la situación a los directivos locales, hubo más de un pedido por la red de altavoces. Pero nada cambió. Los insultos siguieron. El partido se jugó, nuestro reglamento al parecer ampara este tipo de absurdos e inhumanos extremos. Y si no lo ampara es letra muerta.
El resultado del partido de fútbol poco importa. Dicen que ganó los tres puntos Tacuarembó pero hubo más pérdidas que ganancias.
Perdimos todos, los que allí estaban, sumándose al racismo ramplón y también quienes acompañaron en silencio solidario el dolor de Jorge y Joel.
Perdimos quienes nos enteramos después sólo por la valentía de uno de los jugadores humillados que hizo una denuncia pública.
Perdió Tacuarembó, tierra de humanistas, de grandes pensadores, de poetas, escritores, músicos y deportistas. También a ellos se les ofendió. A Mario Benedetti, Sara de Ibáñez, Paulina Medeiros, Washington Benavidez, Héctor Numa Moraes, Martha Gularte, Dani Umpi, Alfredo Gravina, Andrés Silva, algunos de una extensa lista de personalidades relevantes.
Perdió el deporte porque a diferencia de lo que pasa en otras partes se continuó un espectáculo que debió haberse suspendido.
Perdió la justicia porque no hubo fiscal o juez que actuara de oficio ante un hecho notorio de odio y discriminación racial.
Perdió la sociedad porque todos somos testigos de la impunidad de hechos que deberían ser sancionados deportiva y judicialmente y no lo son.
Perdió la imagen democrática y republicana de nuestro Uruguay porque pasados varios días no ha habido reacciones de rebeldía u ofensa, pedidos de disculpas u otro paliativo.
Y si socialmente el caso repugna, sólo pensar en los más cien mil afrouruguayos que saben que lo vivido por Jorge y Joel no es un hecho aislado y fuera de contexto, ¿qué decir del silencio de las autoridades? Las del club involucrado, las jurisdiccionales del fútbol, las de la fiscalía o de la justicia letrada departamental.
Quizás este triste episodio no haya hecho otra cosa que poner de manifiesto una cara de cómo somos los uruguayos que con más astucia que honestidad nos gusta disimular u ocultar. Que una cosa es la Constitución y los derechos de igualdad que allí se establecen y otra cosa bien diferente es cómo se cumplen esos preceptos en la realidad del día a día.

Mujica:en Uruguay hay "libertinaje" de prensa.

Las leyendas urbanas según Mujica

Voces anónimas


El presidente José Mujica criticó duramente la especulación de la prensa en torno a su encuentro con Tabaré Vázquez de anoche y de paso se dedicó a desmentir una serie de mitos sobre su persona que a su entender forjó la prensa. "En Uruguay abunda la libertad de prensa y cae en el libertinaje", dijo.
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El presidente José Mujica criticó duramente la cobertura que la prensa realizó de su encuentro con Tabaré Vázquez, luego de que esta mañana varios medios realizaran distintas crónicas de lo afirmado en la reunión. Para el diario El País, por ejemplo, Vázquez le manifestó a Mujica su molestia por cómo se está llevando el juicio contra Philip Morris, al señalar errores en el procedimiento.
"Es para reírse o para llorar, según el ángulo", dijo. "Anoche salía de una charla con el doctor Vázquez en su casa, a la que había ido para intercambiar opiniones con un compañero amigo al que conozco hace unos cuantos años, y había un periodista en la puerta, a quien conozco y respeto, que me pidió información. Le digo que no voy a hacer declaraciones y sólo le dije: 'hablé del tabaco y de otras cosas', y me fui. Eso es todo. Por supuesto, Vázquez se había retirado al interior de su casa", explicó.
"Me encuentro hoy con la sorpresa, aunque no tanto porque nos acostumbramos, pero no deja de causar estupor, que a partir de eso se generó un caudal de supuesta información, todo pura especulación. No es que no se tenga derecho a especular, sino que no se pude dar como información las especulaciones", agregó.
"Si esta es la conducta informativa, pobre de nuestra gente. Pobre del acervo público. Porque está bien que si no se tiene información se pueda especular, establecer hipótesis, pero no se pueden establecer las especulaciones como información de hechos que no acontecieron. Es obvio que Vázquez se preocupó por el tabaco y me relató anoche las cifras de los 8 millones de muertos por año. Dijo que hay que incidir para que entiendan que la lucha es por la salud, no el comercio, y que en definitiva es absurdo lo que pasa en el mundo. Ninguna guerra cuesta como este vicio", señaló Mujica sobre lo que se habló en la reunión.
Para Mujica, "en Uruguay abunda la libertad de prensa y cae en el libertinaje, y no hay que esperar ninguna autocrítica".
Los mitos del Pepe
A continuación, Mujica dedicó tiempo a enumerar algunos mitos sobre su persona que a su entender han sido propagados por la prensa. Relató por ejemplo que su frase "como te digo una cosa te digo la otra" fue dicha en broma en una entrevista televisiva para ilustrar cuando se incurría en contradicciones. "Pues bien, pasaron algunos meses, sacaron ese decir del contexto en que estaba dicho y lo empezaron a pasar por cintas en televisión, hicieron campaña a tal punto que muchísimos uruguayos hasta el día de hoy -incluso intelectuales- no se tomaron el trabajo de averiguar la verdad y archivaron el concepto como una afirmación definitiva nuestra".
Luego narró otro mito popular, su primera llegada al Parlamento tras ser electo diputado. "Cuando salí diputado iba en una motito por razones de comodidad y de tiempo. Alguien inventó con creatividad que un guardia me preguntó al verme llegar en moto si me iba a quedar mucho tiempo, porque me confundió con un mandadero. Y ese mismo inventor continuó diciendo que respondí 'si me dejan voy a estar cierto tiempo'. La verdad es que esto nunca existió. Fui en moto pero jamás me paró guardia alguno, me aburrí de aclararlo pero ahora me lo dicen hasta internacionalmente y ya no pierdo tiempo en aclararlo. Esto no era nada ofensivo, sino jocoso, pero no era la verdad. Esto no existió nunca. Y podría seguir", señaló. "Informar por la prensa es especular, hacer volar la información. Lamentable", concluyó.

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