Seguir avanzando o volver al pasado
uypress
En las próximas elecciones
nacionales se decidirá entre dos formas de hacer política. Es un asunto
central para nuestra sociedad que nos exige evaluar y comparar.
Con el Frente Amplio se han
restituido derechos que antes fueron avasallados y las mayorías
parlamentarias permitieron legislar sobre demandas ciudadanas que
supusieron largas luchas sociales que los partidos tradicionales
ignoraron sistemáticamente.
La realidad se construye transformando
ideas en hechos. El Frente Amplio, desde su nacimiento, lucha por una
sociedad justa y democrática a través de la consolidación de
oportunidades universales y reconocimiento de los derechos humanos.
Durante esta década de gobierno
progresista se han reinstalado los Consejos de Salarios, miles de
personas recuperaron la vista gracias a la Operación Milagro y el
Hospital de Ojos, las mujeres tienen derecho a acceder a un empleo o
ascender en el mismo sin que se las obligue a realizarse un test de
embarazo, padres tienen derecho a licencia paternal, todos los
estudiantes de enseñanza media del país tienen derecho a boleto
gratuito, hemos multiplicado a más del doble la inversión en Educación,
nunca antes hubo tanta gente con trabajo en nuestro país y los salarios
y jubilaciones tienen el mayor crecimiento histórico continuo durante
diez años.
En contraposición están los partidos
Colorado y Nacional, en busca del poder. Para obtenerlo se han propuesto
despreciar y relativizar avances verdaderos, alcanzados en esta década
de gobierno progresista que le han llegado a toda la gente. Además,
intentan hacerle creer a la ciudadanía que nunca fueron gobierno,
ocultan sus administraciones para no tener que exhibir tristes y muy
costosos resultados para nuestro pueblo.
Recordemos que cuando terminaron sus
mandatos cuatro de cada diez familias de nuestro país vivían en la
pobreza. Es por ejemplos tan duros como éste que la primera premisa de
sus campañas es que no tengamos memoria.
No existen dudas sobre los resultados
devastadores de los gobiernos de derecha, con su correlato en
administraciones negligentes. Los números no permiten mentir. Es por eso
que Luis Lacalle Pou y Pedro Bordaberry centran todos los esfuerzos de
su relato en que la ciudadanía olvide los resultados negativos
cosechados por sus partidos.
Nos quieren hacer creer a todos que
durante sus gobiernos no se produjo la peor crisis registrada en nuestro
país, con desempleo de 20%, inflación descontrolada, bancos fundidos,
centros de salud desabastecidos, escuelas y liceos en ruinas. Intentan,
nuevamente, por todos los medios, hacer desaparecer esa realidad que
impactó tan brutalmente a nuestra sociedad.
Las posibilidades de la oposición
dependen de la capacidad de ocultar tanto sus actuaciones como las
nuestras, y a la vez, de su demostrada sofisticación para proyectar un
futuro ilusorio. Siembran la política con mensajes vacíos de contenido y
saturan con campañas publicitarias imaginativas, de buena factura
técnica - vale reconocerlo -, que travisten la importancia de la
política en un espectáculo de entretenimiento, cuyo guión está limitado a
expresiones de deseo y ausencia de fundamentos, al compás de ritmos
musicales de moda.
En esa propaganda invierten sumas de
dinero alarmantes. Es tiempo de saber cómo se financian. Legisladores
blancos y colorados se han opuesto en forma sistemática a que en nuestro
país entren en vigor leyes para transparentar el financiamiento de los
partidos políticos.
El Frente Amplio no hace operaciones
propagandísticas, ni nuestro candidato requiere de estridencias ni
agravios: es un gobernante que proyecta el futuro con certezas. El Dr.
Tabaré Vázquez, primer intendente de izquierda, primer presidente de
izquierda, culminó su mandato con la aprobación de gestión de gobierno
más alta desde que se tienen registros. Es por su demostrada capacidad
como gobernante que nos permite fundamentar la convicción que
continuaremos profundizando en derechos e integración.
El diálogo con la ciudadanía está
abierto a compartir los planes previstos en nuestro programa único, para
continuar mejorando con la solvencia demostrada y la experiencia
cosechada.
Llegamos al gobierno luego de una larga
lucha que nos hace trabajar con firmes convicciones. Siempre fuimos
conscientes que la tarea no era sencilla: aprendemos de lo que marcha
bien y también de los errores. En esta década el mundo ha tenido cambios
impresionantes a los cuales nuestro país se ha podido integrar,
superando la enorme brecha de rezago heredada. Este camino es el que le
está permitiendo a nuestra sociedad mejores condiciones de vida.
Junto a Tabaré está el respaldo de toda
la fuerza política en busca de un tercer gobierno que le permita al
pueblo uruguayo dar un nuevo e importante paso hacia el desarrollo.
Retroceder no es una posibilidad.