En poco más de una semana del
ataque del gobierno israelí contra territorio palestino en Gaza, ya
son aproximadamente 435 los muertos causados por la artillería
lanzada desde el aire, mar y tierra. Incluyendo 60 muertes ocurridas
en una sola noche, la segunda después de la invasión directa de
tropas israelíes a Gaza.
Según datos de la ONU, casi el
80% de esas muertes se han producido entre la población civil.
El primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu ha reconocido a la prensa que sabe que sus
ataques son los responsables de esas bajas entre la población
palestina civil y hasta les ha expresado sus condolencias a los
familiares de las víctimas.
Claro que su mensaje de empatía
quedó un tanto desdibujado cuando agregó que igual seguirían
bombardeando con todo lo que tiene a su disposición, que es mucho y
de muy avanzada tecnología, hasta lograr su objetivo principal.
Eliminar la capacidad operativa del grupo fundamentalista Hamas que,
según Bibi Netanyahu, se esconde, con cohetes y burros-bomba, detrás
de los civiles.
Los israelíes, dijo el primer
ministro, no somos como los de Hamas, que utilizan a sus propios
niños como escudos.
Supongo que para evitar eso, es
que el gobierno israelí los está matando antes. Para que sufran
menos, ya que morir a manos del enemigo es mejor que morir por culpa
de un supuesto y dudoso amigo.
Por su parte, Hamas ha dicho que
jamás se rendirá y que Israel pagará un precio muy caro por haber
invadido a Gaza.
Y cumplió con su palabra, ya que
a diferencia de sus poco efectivos cohetes, en la guerrilla urbana
son mucho más letales. Mataron en una emboscada a 13 soldados
israelíes y aseguran haber capturado vivo a otro.
Me imagino que después de esto,
las transmisiones públicas por TV al aire libre de la “incursión”
militar dentro de Gaza y las tardecitas de picnic, mirando desde las
colinas del lado de Israel como los aviones bombardeaban barrios
enteros, ya no son tan populares.
Como dice León Gieco, la guerra
es un monstruo grande y pisa fuerte sobre la pobre inocencia de la
gente. Pero también crea monstruos humanos que festejan muertes
ajenas, en ambos lados del horroroso conflicto.
El otro conflicto bélico que se
ha transformado en horroroso al caer, literalmente del cielo, 298
cuerpos de pasajeros y tripulación de un avión comercial, es el de
Ucrania.
Otra vez, casi la misma cantidad
de civiles atrapados en el medio de una guerra ajena, pero que, a
diferencia de los palestinos de Gaza, levantaron un clamor
generalizado de los gobiernos de los países que perdieron a sus
conciudadanos que viajaban en el vuelo MH 17 de la Malasyan Airways.
Y hasta el gobierno alemán, que
ha mantenido un silencio absoluto, por obvias razones, con lo que
está sucediendo en Gaza, le pidió a Vladimir Putín que
interviniese en el tema.
Los otros gobiernos que han
mantenido silencio con lo que pasa en Gaza, sospecho que lo hacen por
un sentimiento de culpa por no haber actuado, sus antecesores, en
forma más rápida cuando Hitler exterminaba judíos en Alemania.
A veces pienso que si el pequeño
austríaco se hubiese limitado a llevar a cabo sus limpiezas
étnicas, raciales y contra todo lo que lo molestaba, dentro de
Alemania, la segunda guerra mundial no hubiese existido.
Porque todos sabían lo que
estaba pasando, pero solo se cabrearon en serio cuando las tropas
nazis empezaron a cruzar las fronteras.
Volviendo a Ucrania: el gobierno
de Usa ha determinado que el avión malayo fue bajado por un misil
ruso que estaba en manos de uno de los grupos separatistas
ucranianos. Y ha dicho y mostrado algunas imágenes que, según
ellos, son pruebas irrefutables.
Viniendo de un país que dijo
tener pruebas irrefutables de que Sadam Hussein tenía armas de
destrucción masiva y procedió a invadir Irak, destruyéndolo y
dejándolo en el estado que está ahora, para luego decir que se
habían equivocado y no había tales armas, me provoca, como mínimo,
ciertas dudas o sospechas.
Más que nada cuando además
sostienen que la culpa de todo la tiene Vladimir Putín, por apoyar
y armar a los rebeldes separatistas. Suena más a una escalada en
las acusaciones mutuas en este reverdecer de la guerra fría que
están haciendo Usa y Rusia.
Por el otro lado, me resulta un
tanto insólito que si están intentando que los rebeldes
separatistas le den acceso a investigadores internacionales al lugar
en donde cayeron los restos del avión y sus pasajeros, tanto Usa
como el gobierno pro norteamericano ucraniano, se refieran
públicamente a ellos como borrachos y bastardos.
Me parece que no ayuda al diálogo
ni mucho menos a lograr ese acceso.
Putín, por su parte, está en
una situación delicada. Si les dice públicamente a los borrachos y
bastardos rebeldes que no sean brutos y dejen entrar a los
investigadores, estaría admitiendo que Rusia sí está apoyándolos
y que tiene poder de mando sobre ellos.
Que es lo que está diciendo USA.
Para así justificar más sanciones o hasta alguna intervención
militar directa en Ucrania.
Putin ni piensa pisar el palito.
O sea, podrá ser loco, pero no masca vidrio. Así que probablemente
les mandó el mensaje por vía privada, a los ya- sabemos- qué-
rebeldes, y estos, a pesar de que USA y Ucrania siguen insistiendo
que no es así, están permitiendo que los investigadores entren a
la zona y dirijan las tareas de rescate de los cuerpos que ya
estaban haciendo, medio a los chambonazos, los locales del lugar.
Reitero y comparto lo que dice
Gieco: “La guerra es un monstruo grande y pisa fuerte sobre la
pobre inocencia de la gente.” Y agrego que además de pisar
inocencias, pisa a la gente.L.M.V.