Esa es la
oportunidad de tomar contacto con la desconocida visita a Rocha de la
médica española, libertaria, anarquista, feminista, masona, Dra.
Belén de Sárraga, durante el mes de enero del año 1909, a 110 años
de acaecida.-
“Queremos liberaros de la codicia del patrón que os explota, de las acechanzas del cura que os llena la cabeza de supersticiones, de la autoridad del marido que os maltrata...” “Les propongo pues: Ni dios, ni patrón ni marido” (1) (la Democracia - Rocha. Tomo año 1909)
Cuanto daríamos por estar en la cabeza de aquellos azorados y confundidos rochenses que frente al recién inaugurado Hotel Arrarte, escuchaban asombrados estas proclamas en la lejana tarde del domingo 3 de enero de 1909! Provenían del largo balcón del citado edificio, donde una mujer menuda pero de presencia, gestos y posturas enérgicas, se dirigía apasionadamente a los convocados. Vista su figura desde abajo, a través del magnífico art nouveax de la balaustrada, tan parecido a los que abundaban en la Barcelona de su infancia, adquiría una naturalidad especial. Una hora antes, los mismos rochenses, la habían recibido bajo palio. Desde la propia entrada a la ciudad, junto a la Plaza 25 de Agosto, la fueron acompañando por las calles que llegaban hasta el centro, la hicieron pasar por varios arcos de triunfo de verde follaje, le tiraron ramos y pétalos de flores a su paso, la vivaron intensamente. Su llegada fue anunciada con música y cohetes. Ella y su comitiva saludaban a todos con ademanes de alborozo, mientras que su indumentaria pero fundamentalmente su rizada melena corta provocaba no pocos comentarios entre las mujeres rochenses, que, ya desde la veredas, ya desde las azoteas de las casas o desde la propia Plaza, no se perdían detalles de la visita. Por estos primeros años del siglo “los liberales” de Rocha habían quedado con la “sangre en el ojo”.-
No les perdonarían nunca a los “apostólicos romanos” aquella visita de Zorrilla de San Martin, usada profusamente para el “reclame” de múltiples actividades religiosas que se dieron en la ciudad, todas ellas mimetizadas - como siempre - en el aquiescente marco de la cultura y la educación, cuando no en el consabido feudo de la caridad y la beneficencia. Con especial paciencia, los liberales, librepensadores y masones de Rocha, le devolvían a los católicos la jugada, ocho años después y justo, justo, otro 3 de enero. No era una tarde gris de llovizna como la de 1901; en esta oportunidad brillaba el sol en la cálida tardecita de verano. Con este motivo, habían programado al detalle, la llegada a la ciudad y la permanencia en ella por más de quince días, de la española Belén de Sárraga, que arribaba en la plenitud de sus 36 años, y en un momento especial de su gran prestigio y popularidad. Nacida en España, su padre fue un destacado integrante de la burguesía de San Juan de Puerto Rico, republicano y masón prominente. Las actividades contestatarias y arriesgadas del mismo lo hicieron ir a España, formar allí una familia, para tener luego que volver a América, con la caída de la 1era. República. La formación de esta activista, y el especial momento histórico en que le tocó actuar, la llevó a ser una referencia en el movimiento anarquista. Verdadero ícono feminista, librepensadora, médica, propagandista, su vida está unida a los avatares del republicanismo radical, el laicismo, los trabajos masónicos, el anticlericalismo. Estuvo asociada, sobre fin de siglo al proceso inicial mediante el cual se fueron incorporando mujeres a las Logias Masónicas. Al decir de la historiadora española Dra. Maria Dolores Ramos, Belén de Sárraga fue una “obrera del laicismo, el feminismo y el panamericanismo en el mundo ibérico”.- A partir del 1900, esta librepensadora, también maestra y periodista se radica en el Uruguay bajo el clima propicio del batllismo, teniendo con su líder, un trato directo. Luego de destacada participación como vicepresidenta del “Congreso Internacional de Libre Pensamiento” celebrado en 1906 en Buenos Aires pasa a fundar en 1908 la publicación “El Liberal” en Montevideo, donde escribe artículos en defensa de los hijos ilegítimos, la educación laica y la separación de la Iglesia y el Estado. En estas actividades la encuentran los rochenses a Bélen Sárraga, este año 1909, y en su estadía, realizará múltiples actividades, destacándose un gran acto en el Teatro Nuevo , con enorme concurrencia. Acompañada siempre en cada actividad por su secretaria, la Señorita María Gambin y Blanch, no solo recibió adhesiones y muestras de simpatía, sino como es de comprender recogió también a su paso múltiples criticas cuando no gruesas diatribas.- Fueron en esa oportunidad, muy visibles los ataques directos provenientes de los sectores más religiosos, que buscaban descalificar a la Sra. de Sárraga como “estafadora”, “farsante”, y hasta “insípida y prostituta”.
La acusaban de “divorciada” (algo inaceptable para la época) , de “no tener hijos” (cuando en realidad tenía tres), de ser “una mujer carente de moral” y hasta de ser “libre”!! No faltaron tampoco quienes la calificaron de “fea”, a pesar de ser una persona físicamente muy agraciada.- Algunos días después de su llegada, recorría las instalaciones del Hospital de Caridad de Rocha. Los colegas médicos que la acompañaron, recordaron siempre la visita de esta colega, cuyos ojos e interés manifiesto, escudriñaban cada rincón del establecimiento. Unos años después, alejada ya del Uruguay, recorrió toda América impulsando su ideario. Visitó Chile de la mano de Recabarren, donde se destacaron las giras y reuniones entre los obreros en el sur de ese país. Junto a Mariátegui recorrió toda la geografía peruana. Recaló luego en Argentina, donde dentro de la Masonería Mixta llegó a ocupar hacia 1916, el grado “33” del Rito Escocés. Mientras entraba paulatinamente a formar parte de la galería de personajes situados a medio camino entre la historia y la leyenda, la heroicidad y el mito, Belén de Sárraga, aquella legendaria española que Rocha tuvo la oportunidad de conocer en aquel verano de 1909, moría en México en 1951.- --------------- Todas estas ideas que abarrotaban las mentes de los protagonistas de este largo interregno histórico entre dos siglos, tenían un común denominador: eran irreversibles.- Dicho de otra forma, eran parte de un proceso que ya no tendría “marcha atrás”.- Todos estos cambios entre lo económico, político social y filosófico pueden rastrearse en sus inicios allá, por aquellos años cuando el Presidente Bernardo Prudencio Berro firmaba aquel recordado Decreto sobre “la Municipalización de los Cementerios”. Seguirá más tarde cuando José Pedro Varela, le ponga todo su entusiasmo a la Reforma de la Enseñanza y al polémico tema de la laicidad. No les falta razón a quienes sostienen que todo culmina en 1917 cuando se aprueba la nueva Constitución que, reemplazando a la de 1830, consagra entre otras cosas la definitiva separación de la Iglesia del Estado.
