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domingo, 18 de junio de 2023

LA HISTORIA Y EL ÁGUILA/ COLUMNA DE JULIO MANUEL PEREYRA




La II Guerra Mundial (II WW) dejó episodios histórico, socio- culturales y políticos que marcaron y determinaron procesos artísticos, migratorios, productivos y económicos.
El negacionismo, a partir de una obra, un símbolo, no del Nazismo, sino de la Historia de la Humanidad.
La Batalla del Río de la Plata ⚓ que tendrían por protagonista al crucero alemán  Admiral Graff Spee enfrentando a al 'Ajax', al 'Achilles'  y al 'Exeter', y la bahía de Montevideo (Uruguay) en un acto de honor que llevaría al Capitán Langsdorff a hundir su propio barco, pedir la atención médica de sus tripulantes (evitando más muertes), y por tradición Naval y Militar, suicidarse.
Representa ese escultura, la entrega de la vida en nombre de una bandera, algo que todos los militares del mundo juran, y pese al repudio en ideales y valores al Nazismo y con él, a la figura del Hitler, el Holocausto, los Campos de Concentración y las implicancias de conceptos como 'Raza Aria', no deja de ser una reliquia para ser testigo y prueba de nuestra Historia Universal.
Nadie pensaría en transformar las Pirámides de Egipto pese a representar esclavitud, dinastias y 'monarquías', solo porque estas no coinciden anacrónicamente con ideales de Libertad, Democracia y DDHH; es/suena tan ridículo transformar el Águila en Paloma, como transformar en salas de parto ruinas que albergaban espacios de sacrificios (indígenas), en cuchillos de cocina espadas/sables que han luchado y quitado vidas, o re-versionar otros escritores obras como 'Mi Lucha' solo porque lo que allí está escrito causa indignación y rechazo.
Si vamos a modificar el arte, la arquitectura, o la literatura por haber sido símbolos que representan/ron regímenes, la Cruz del Cristianismo Católico representa la Inquisición, los símbolos arábigos se los asocia con terrorismo y fundamentalismo, y la lista es larga.
Destruir la Historia es una aberración, y solo un ignorante o un negacionista es capaz de destrozar una obra de arte que puede servir de Memoria a futuras generaciones de los Juicios de Neuremberg, las aberraciones dd Mengele, los genocidios de/en Auschwitz, mientras que en 10 (diez) años nadie que no se acerque a leer una placa podrá saber con que material se hizo esa Paloma/Obra.
Arqueólogos, Historiadores, Biógrafos, Conservacionistas, deben estar espantados de esta decisión rídicula y estúpida de intervenir un testimonio físico del Siglo XX, en nombre de vaya a saber qué fundamento.
Recordar lo que representa la barbarie y lo inhumano, es tener presente aquello que no debe repetirse ni permitirse; disfrazarlo con un símbolo emanado de lo religioso (y que puede para quien no lea una placa o conozco la obra ser el Espíritu Santo) es burdo.
Para los amantes de la Historia, su mejor resguardo es un Museo, o el regreso a 'casa' donde recuerde a quienes osen pensar que la Guerra es una forma de imposición de una ideología o un régimen, su destino será el fondo del mar, derrotado, hundido.

Julio Manuel Pereyra
'Huevo'
Educador Comunitario/Fundador de la única propuesta itinerante Educativa de América
Palomense
Activista por los Derechos del Niño y de los Pueblos Indígenas
Radicado en Misiones (Argentina) 

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