Una hora después, El País se comunicó con el
asambleísta, Gustavo Rivollier, quien expresó su malestar por la
decisión del gobierno uruguayo.
Primero, Rivollier quiso destacar que el aumento no se trata de la mitad sino de un 20% más por sobre lo que ya producía.
Explicó su teoría: “Ahora le dio 100.000 más y llegó a
unos 200 mil. Eso no es la mitad, es el 66% de lo que pidieron. Hay que
poner las cosas en su lugar. La autorización que tiene UPM es
1.000.000. Sin ningún documento administrativo que avale otro hubo otros
1.111.200 de palabra, nunca nada por escrito. Ahora, Mujica dice que
le da 100.000; una solución intermedia. O sea, le dieron 1.200.000
(aproximadamente) y UPM había pedido a través de la Dinama 1.300.000. Es
decir, le dieron el 66%”.
Rivollier no quiso anticipar nada de la asamblea que
se realizará hoy a partir de las 20:30 horas “porque son propuestas que
se barajan ahí. Hay que esperar en el momento. Es imposible especular
qué va a pasar en la asamblea”.
“Es imposible llegar a pensar lo que pueda pasar en una asamblea con gente enojada”.
Para el asambleísta, los empleados de aduanas son
víctimas de Mujica. “Él vino a plantear este 20% de autorización.
Nosotros no. Fue él. No nos echen la culpa a nosotros”.
Relación con el gobierno argentino.
Rivollier dijo que los integrantes de la asamblea no
se han contactado con nadie del gobierno argentino “ni lo hemos
intentado tampoco”.
Manifestó que no tienen una relación fluida con el
gobierno de Cristina Fernández: “No es de los mejores momentos pero esto
va y viene”.
Malestar con Mujica.
“Qué podemos dialogar con el gobierno uruguayo si
mientras Mujica hacía que negociaba tenía una decisión tomada de
aumentar y dejar que Botnia (por UPM) produjera como estaba produciendo
desde el sábado. Qué clase de diálogo puede llegar a tener interés con
Mujica. Para qué, si Mujica tiene las manos y los pies atados”,
sentenció.
Para Rivollier, Mujica “no es inocente porque esa se
la dejó de regalo (Jorge) Batlle y (Tabaré) Vázquez, pero Montes del
Plata firmó los mismos contratos y le va a hacer lo mismo al gobernante
que siga atrás de Mujica. Ahí el culpable es él. No es inocente, es
parte del problema. Ya dejó de ser inocente, el agravó el problema y le
sigue echando nafta al fuego. Después se hacen las víctimas”.
Por último, consultado sobre si deseaba dejarle un mensaje a los argentinos y uruguayos opinó: “Lo lamento”.
A las rutas.
Más temprano, el asambleísta Martín Alazard, en
tanto, sintetizó la postura de muchos asambleístas y vecinos de la
ciudad entrerriana diciendo "nos están empujando a la ruta".
"Pensamos que nos han tomado el pelo todo este tiempo", dijo Alazard en diálogo con radio La Red.
Ayer los políticos de Entre Ríos lanzaron una nueva
ofensiva sobre la planta y se declararon en pie de guerra.
El gobernador de la provincia, Sergio Uribarri, lanzó desde Twitter que:
"La Corte Internacional (de La Haya) fijó el límite de producción en un
millón de toneladas para la empresa cuando emitió el dictamen. El
diálogo es importante, pero el aumento de la producción de UPM es algo
claramente no negociable".
En declaraciones a la prensa agregó que "confía en el
diálogo con Uruguay" pero "más confía en La Haya". Y reiteró que el
aumento de producción a UPM "no se negocia".
El intendente de Gualeguaychú, Juan Bahillo, dijo,
por su parte, que "el río Uruguay no resiste un aumento de la
producción" de UPM.
Esa es la línea que mantiene el gobierno argentino que asegura que el
río está al límite de contaminación no solamente por la acción de UPM
sino por la polución originada en Brasil.