La ola de calor de enero y la crisis
energética, que cumple diez años y el gobierno argentino se empeña en
negar, causaron en enero el más inoportuno crecimiento de las
importaciones. En medio de la escasez de divisas que llevó a las
autoridades a aplicar la mayor devaluación desde 2002, las importaciones
de energía eléctrica desde Uruguay se multiplicaron casi por 36
respecto de enero de 2013. Y fueron 64% mayores que en diciembre del año
último, un mes de mayor actividad.
Este mes, en tanto, pese a las bajas temperaturas ya se importó el doble que en febrero del año pasado.
Datos
oficiales de los sistemas mayoristas eléctricos uruguayo y argentino
muestran que en enero de 2013 la Argentina compró 2161 MWh de energía
generada en el país vecino. Fue toda producida con máquinas hidráulicas,
es decir, la más barata disponible.
En cambio, en enero último,
con una brutal ola de calor, con gran cantidad de máquinas de generación
térmica fuera de servicio por fallas o mantenimiento, la Argentina
debió aplicar cortes a industrias y barrios del área metropolitana
cuando la demanda tocó los récords de potencia de 24.000 MW.
Igualmente
hubo cortes muy amplios por fallas en la distribución. Y las
importaciones desde Uruguay treparon a 77.347 MWh, es decir, casi 3500%
más. Con un dato negativo más: la totalidad de lo comprado era energía
generada con las máquinas térmicas más viejas e ineficientes del sistema
del Uruguay. Es también la energía más cara. Y se paga en dólares. Los
uruguayos también lidiaban con la misma ola de calor y se reservaban la
energía más barata para ellos.
Ni la caída de actividad por el
inicio del período más intenso de vacaciones alejó a la Argentina de los
problemas, con sus insuficientes sistemas de generación y distribución.
Por ello, las compras de electricidad importada fueron también 64%
mayores que las de diciembre de 2013. El récord de demanda de potencia
se produjo el 20 de enero, con 24.034 MW, a las 15.05. La temperatura
media en el área metropolitana fue de 29°6. El récord de demanda de
energía se produjo el 23 de enero, con 507,6 GWh. Ese jueves la
temperatura media en el área metropolitana y litoral fue de 32°6.
Dos
días antes, el grupo de ex secretarios de Energía había advertido en un
nuevo documento que solucionar la crisis eléctrica del área
metropolitana tomará entre cuatro y cinco años, requerirá la inversión
de unos 2000 millones de dólares, y eso sólo ocurrirá si se cambia la
actual política "irracional", con tarifas "aberrantes", y se designa
otro elenco ministerial para conducir el sector. El 18 de enero se había
marcado el nuevo récord de demanda de potencia para un sábado, que a
las 15 llegó a 21.866 MW, con una temperatura promedio de 38° en el área
metropolitana y litoral.
A la misma hora, el sábado 18 de enero
el registro térmico llegó a 36° y la demanda, a 21.424. Sólo en ese día
la Argentina importó 80% más energía desde Uruguay que en todo enero de
2013. El 23 de enero, al borde del colapso, se importaron 9551 MWh, es
decir, más del cuádruple que en todo enero de 2013.
Mientras la
Argentina no podía sostener el valor de su moneda y debía devaluar el
peso por escasez de divisas, batía un récord de compra al exterior de
energía eléctrica carísima. De paso, también mandaba a parar todas las
fábricas posibles con procesos de producción no continuos -como
productoras y embotelladoras de cervezas y gaseosas-, a apagar los
equipos de aire acondicionado en centros de compras e incluso a cerrar
hipermercados para reducir la demanda.
Este mes han ayudado las
temperaturas inusualmente bajas. Sólo hubo hasta el jueves pasado dos
días de importaciones desde Uruguay. Pero con sólo esas dos jornadas ya
se duplicó el total adquirido en el mismo mes de 2013.
El viernes
pasado, según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista
Eléctrico (Cammesa), el pico de demanda de potencia fue de sólo 17.342
MW, gracias a la baja temperatura promedio del área metropolitana y
litoral: 19°4. Pero había 5482 MW de generación térmica y 2987 MW de
generación hidráulica indisponible o fuera de servicio.
Todo
indica que si vuelve el calor, o cuando llegue el frío, volverán los
problemas serios. Los ex secretarios de energía señalaron en la
presentación de su último informe que el sistema de generación también
está en crisis.
En invierno también hay alta demanda de energía
eléctrica, que se genera con gas. La producción local no alcanza y se
importa gas natural licuado por barco a costos altísimos. Según el ex
secretario Alieto Guadagni, los sistemas de regasificación e inyección a
las redes están alcanzando el límite de su capacidad. El único consuelo
de una fuerte recesión y sus grandes consecuencias negativas sería la
moderación momentánea de la crisis eléctrica y la disminución de las
necesidades de importación.
Desde 2004 el Gobierno recurrió a los
parches. El primero fue la importación de fueloil venezolano. Desde
entonces las importaciones de energía y de combustibles no hicieron más
que crecer.